Yakusoku wa
Cáp. IV Eres tu mi enemigo?
Llevaba toda la tarde llorando, la razón era él, Eriol. Ella tendría que regresar y quedarse con el mago, estaba ya decidido, esa era su obligación además de protegerlo. Era un guardián creado solamente para protección y cuidado de su amo, imposible era haber creído que evadiría su misión. Se había sentido bien al volver, ya que aparte de ella Touya también se sentía contento ahí. Era feliz aunque fueran pocos los días que había pasado en Tomoeda, hasta que hace poco sintió una presencia, estaba confirmado, su amo había vuelto "Quizá me está buscando"el torrente de lágrimas aumento ante este pensamiento. ¿Qué pasaría ahora, tendría que volver? Su mirada se dirigió hasta toparse con un pequeño bebé que yacía dormido en la misma superficie en donde ella se encontraba sentada. Se abrazó a sí misma sollozando, había luchado demasiado escapando de la reencarnación de Clow, pensaba que ella, para él, ya no existía, pero al parecer su pensamiento era erróneo, ya que el mago se encontraba en la misma cuidad que ella, y por si fuera poco estaba demasiado cerca. Sin que ella se percatara la puerta se abrió haciendo un quedo sonido.
Hacia ya un rato que escuchaba los leves sollozos provenientes de la planta alta. Quería ir averiguar, pero parte de ella se oponía a tal impulso, no deseaba ver a alguien más sufrir. Suspiró y se levantó decidida. Por cada escalón que subía los lamentos iban doblegando el anhelo de saber la causa de aquel suplicio. Pronto divisó la puerta de donde emanaba llanto, se acerco a paso lento y la empujó delicadamente, ahí apoyada en la cama se encontraba Nakuru, con lo ojos hinchados y rojos a causa del continuo roce de sus manos. Se quedó unos momentos observándola y fue entonces que se recordó en el mismo estado, abatida por el sufrimiento y ahogada por las lágrimas.
La guardiana dirigió la mirada hacia el piso encontrándose con un destello de luz proveniente de la puerta semiabierta. La maestra de las cartas la miró esbozando una leve sonrisa. Nakuru adivino las intenciones de su compañera y tomando el bebé en sus brazos intentó salir de la habitación. Sakura le cerró el paso.
- Si quieres puedes decírmelo
- Yo... - la mirada decida de Sakura la convenció - hace tanto tiempo que no pensaba en esto que casi había olvidado porque tu hermano y yo decidimos marchar...es curioso como una persona puede enamorase dos veces de la misma ¿no crees? – Sakura la miro confundida
"Los pájaros de metal bajaban a gran velocidad deteniéndose a dejar su carga humana. De entre uno de ellos salto una bella joven; sus rojizos ojos y su perfecta figura llamaban la atención de cuanto chico la miraba pasar. Levanto la vista disfrutando del paisaje. Aquel era su mas grande anhelo, regresar a Tomoeda, vivir en la gran ciudad nipona y terminar de estudiar...y tal vez volver a ver a cierto chico...no, no podría...el pertenecía a otra persona. Olvidando aquel pensamiento se alejo del aeropuerto.
Habían ya pasado casi dos meses desde que pisara por segunda ocasión aquella ciudad. Ahora se encontraba estudiando en la misma universidad que sus buenos amigos, Touya y Yukito. Ella estaba resignada a mirar aquella amistad sin interponerse, definitivamente había perdido todo interés por destruirla. Sin embargo aquel fulminante amor por el joven Kinomoto se había convertido en mas que un capricho.....tal era su nueva forma de amarlo que decidió apartarse si su presencia le era molesta.
Sin embargo para Touya esta nueva faceta de Nakuru resultaba fascinante "¿qué a sucedido con la chica impertinente e infantil?" Se interrogaba. La persona que estaba frente a sus ojos había dejado atrás la niñez para convertirse en una hermosa mujer.
Aquella mañana el mayor de los Kinomoto habiase levantado más temprano que de costumbre, saliendo solo, llego hasta la escuela la cual parecía desierta.
- Muy buenos días - Una voz proveniente de la rama más alta de un árbol lo sorprendió. Nakuru salto quedando frente a el
- Es muy temprano ¿qué haces aquí? – la mirada de la guardiana se desvió. Touya no había cambiado en nada, seguía siendo tan frió con ella – disculpa no a sido mi intención insinuar algo que no pero...
- No, no tienes porque disculparte...yo soy quien debería pedirte una disculpa por adelantado – Touya arqueo una ceja ante la duda. Continuo ella sollozando quedamente – he intentado por todos los medios olvidarme de ti pero...no puedo...se que tu nunca podrás sentir algo por mi…tenia que é si ya no me quieres cerca de ti...
Las palabras de la guardiana fueron cortadas por los labios del joven, sin que ella se opusiera fue abrazada escuchando la aceleración del otro corazón. Para Touya Kinomoto, quien hasta algunos meces atrás la idea de aceptar a Nakuru habría sido inadmisible, esto era completamente nuevo. Había visto en esos bellos ojos carmín una inocencia jamás reflejada que lo cautivaba...no había la sabiduría de un guardián ni mucho menos la astucia perversa que tanto le molestaba...solo podía ver a una chica mas allá de lo normal.
Meses más tarde, la mañana estaba alegre y soleada, los alumnos regresaban del colegio tras terminar un año de curso, todos los universitarios se sentían alegres por su reciente graduación. Sin embargo la casa Kinomoto estaba sumida en profundo silencio, padre e hijo llevaban a cabo una larga conversación, que a juzgar por sus rostros no era la típica plática.
- Padre no puedo permitir que lo haga... - dijo levantándose de su asiento – pero... no podré evitarlo, ella regresara con ese hombre... ¿y qué sucederá con mi hijo?
- Touya, la respuesta ya la tienes... ¿la amas? – pregunto con su pacifica sonrisa. El asintió – siempre estaré orgulloso de ti hijo, no importa la decisión que tomes
- ¿Aunque mi decisión sea marcharme lejos? – los ojos de su padre chocaron con los suyos haciéndolo sentirse más seguro
- Tu madre y yo pasamos tiempos muy difíciles cuando vivimos juntos siendo tan jóvenes... si algún día te falta algo sabes que podrás regresar a casa
Nakuru esperaba un hijo suyo, sin embargo la guardiana afirmaba no poder tenerlo, pues su amo, Eriol Hiraguisawa nunca lo permitiría, ya que ella era un guardián. Esa misma noche los dos jóvenes abandonaron sus hogares, a mitad de la oscuridad cuando nadie podía verlos."
- ¿Mi padre lo sabia? - Pregunto asombrada la maestra de cartas
- Si, lo supo desde el principio... el sabia donde estábamos y donde vivíamos... cuando murió tu padre Touya estuvo a punto de regresar, sin embargo su temor por abandonarnos fue mas que su dolor – Akizuki levanto a su pequeña entregándosela a Sakura – espero que tenga su valentía... pues heredo mi belleza...
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El par de ojos verdes se cerraron dando señales de aburrimiento, Sakura se había pasado toda la mañana intentando de convencer a Nakuru de que todo saldría bien. La tarde anterior ellas junto con Tomoyo habían planeado una "estrategia divina" según había dicho la diseñadora.
- ¿Estás segura de que funcionará? – cuestionó nuevamente Nakuru
- Claro que si, ya verás que todo va a salir bien – escuchar las afirmaciones de Sakura hacía que su alma descansara "ella nunca miente" había mencionado alguna vez Touya. Miró el reloj perezosamente, la hora fijada ya estaba cerca – yo creo que ya es tiempo de que vayas, si no, se te va a hacer tarde
La guardiana se levantó torpemente. Retardando su llegada anduvo lentamente por las calles de Tomoeda. Miraba todo a su alrededor recordando viejos tiempos, reviviendo en ella el deseo de quedarse para siempre. Recorrió una calle mas, su destino estaba cercano. Acomodó el pequeño bulto que llevaba en los brazos y continuo caminando hasta que diviso algo que hizo flaquear su decisión.
Akizuki se detuvo en una majestuosa casa dotada de un inmenso jardín y una bella decoración. Dio un largo suspiro y miró dudosa la puerta. Una figura se deslizó hasta el gran portal.
- Nakuru, pasa por favor – la aludida avanzó con paso firme ingresando al jardín. Tomoyo dirigió a la joven por los largos pasillos de la mansión Daidouji hasta toparse con una inmensa puerta, sin duda la biblioteca – yo cuidaré a Nadi-chan mientras tu vas con Eriol – mencionó estirando los brazos alegremente – Así podrán conversar a gusto
- Gracias Tomoyo – Nakuru ingresó al salón echando un vistazo rápido. El joven que se encontraba en el interior se mantenía sentado en su enorme escritorio con infinidad de libros apilados por doquier de la lisa superficie. Era uno de sus lugares preferidos, ya que podía disfrutar de un buen libro acompañado de un gran silencio. Eriol alzó pesadamente la mirada sorprendiéndose por un momento "¿Nakuru es el favor que me pidió T-chan?" se cuestionó internamente
- Nakuru, que gusto volver a verte – La guardiana lo miró avergonzada – puedes tomar asiento, enseguida pediré que sirvan el té
- Nunca cambias... siempre puntual... - murmuro sin levantar la vista. Eriol podía llegar a ser muy amenazante acompañado de aquel silencio – creo que debemos hablar
- ¿Por qué no has vuelto a casa? ¿ese es el motivo de nuestra charla? – pregunto sin perder la calma
- No eres el único en mi vida, hay alguien mas de quien debemos hablar – el joven se levanto súbitamente del sillón donde descansara dando la espalda a Akisuki
- ¿Dónde has estado?... ¿dónde vives?... o debería preguntar... ¿con quién? – su voz perdia la agradable calma
- He estado con mi esposo, viviendo con el, a su lado... como debe hacerlo una mujer... una persona normal – las lagrimas abarrotaban sus ojos, mas no estaba dispuesta a derramar ni una sola frente a su amo – debes saber que el nombre de mi esposo es Touya Kinomoto y que...
- Eso lo sabia, se que has estado casada con el desde hace un año, que desde entonces tu residencia se encontraba en América... - los ojos de la guardiana comenzaron a tomar fuerza, mas el mago parecía aun mas enfadado que cuando iniciara su conversación – no ha sido difícil saber lo que haces, tu poder de guardiana me ha dejado ver completamente tu vida
- Entonces aun no lo sabes... – el semblante de Erio comenzó a tomar un nuevo matiz, uno casi furioso y a paso lento llego hasta la guardiana tomándola desprevenida
- ¿Sabes la razón por la que estoy molesto?... – miro desafiante, para después sonreír dando vuelta – no fui invitado a tu boda
- ¡¿Qué?!
- Debiste contármelo... pero – suspiro – ahora es demasiado tarde para cambiar las cosas... tu y el joven Kinomoto podrían regresar a Inglaterra para vivir conmigo y T- chan
- Yo...yo no podría... porque – la puerta se abrió de golpe dejando mas que desconcertado al hechicero
- Creo que necesita a su madre – Tomoyo dejo suavemente el pequeño bulto en brazos de Nakuru. Los ojos de la guardiana quedaron fijos en el rostro de su amo
- ¿Es tu hijo? – la chica asintió. El mago se sintió un tonto "¿cómo es posible que no lo notara?" paso por alto esa nueva presencia – ¿me has venido a pedir que te libere de tu cargo como guardiana?... ¿qué desaparezca tu poder?
- ¡¡No!! – afirmo enérgicamente – no... no podría renunciar a mi poder, puede necesitarme algún día... su vida será difícil... solo te pido que me liberes del cargo de guardiana de tu magia
- ¿Puedo? – pregunto. La mujer se levanto dejando en sus brazos al pequeño
- Es niña, y tiene mis ojos... es muy poderosa, lo será igual que su padre y que tu... mi creador
- o ¡¡Que lindo!! Si Eriol es tu creador eso quiere decir que es el abuelo de Nadi-chan... que apuesto abuelo y tan joven... bla bla bla
- ¿Nadi-chan?
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La mañana aclaraba lentamente mientras los habitantes de la familia Kinomoto aun se mantenían en cama. Sin embargo en la habitación más grande sus dos habitantes conversaban lo acontecido la tarde anterior; Nakuru se encontraba recostada en la cama, miraba en silencio a su marido el cual se encontraba absorto en el paisaje de la ventana. El silencio se vio interrumpido.
- ¿Entonces me estas diciendo que todo fue por nada? – pregunto sin voltear - ¿qué todos mis esfuerzos por ocultarte no importaron por que él en realidad no quería llevarte?
- No, yo creí que él reaccionaria de esa manera, era lógico yo era su guardián, era mi deber permanecer a su lado – El joven se acomodó en la orilla de cama y tomó suavemente el rostro de Nakuru.
- Te arrepientes de haber huido conmigo – la joven lo miró a los ojos y correspondiendo a la caricia esbozando una gran sonrisa.
- Claro que no, te lo dije ese día y nunca me arrepentiré de haberlo hecho, por mas cariño que yo le tenga a Eriol y a Spi...yo no te dejaría, ni a Nadi-chan – Kinomoto sonrió satisfecho, siempre supo lo que la guardiana sentía, aunque en un principio se negaba a aceptarlo ese sentimiento era todo para él; desde la muerte de su padre ella había sido su único apoyo y consuelo, no tenia porque mentir con ella. A ese gran amor también se debía la inesperada pero querida llegada de Nadeshico que los había separado a los dos de sus seres queridos. Cabe mencionar que los celos que el mayor de los Kinomoto tenía hacia la reencarnación de Clow, hicieron que desde un principio la guardiana se alejara más de su creador. Como le repugnaba ese tipo, en su mente no cabía otra idea sino la de que su mujer fuera "utilizada" y por si fuera poco, por ese. Cuando por fin se decidieron a partir, Touya vio concluida su victoria y deseo ver la cara de aquel sujeto después de perder a uno de sus guardianes. Al fin enterró aquel pensamiento, se contuvo y marcho esperando no regresar.
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El timbre dio la señal de que las clases por ese día habían terminado, por lo menos para ella. Tan solo unos minutos se le hicieron eternos, se marcharía lo antes posible a casa para poder estar unos momentos con la pequeña Nadi-chan antes de irse al trabajo. Se levantó apresuradamente de su escritorio y salió sin dificultad del salón, el pasillo se encontraba atiborrado de estudiantes que platicaban varados por doquier y por otros más que corrían tratando de encontrar el salón donde se llevaría a cabo su próxima asignatura. Suspiró emprendiendo el recorrido hacia su casa. El campus era bastante extenso contando con varias áreas recreativas e infinidad de pasillos. Sakura caminaba apresuradamente hacia la salida pensando en todo y en nada, hasta que algo ocupo su introversión, una presencia. La había sentido recientemente. Si, cálida, pero muy poderosa. Se quedó estática, por su mente pasaron miles de recuerdos. Después de algunos momentos tuvo el impulso de cerciorarse de sus sospechas., miró a ambos lados y suspiro aliviada, era su imaginación. Reprendiéndose por su comportamiento comenzó a andar de nuevo.
- ¡¡Sakura!! – Escuchó su nombre, la voz no era conocida para ella, pero la presencia si. Volteo, todo su ser tembló ante aquella visión, Shaoran, el joven perteneciente a la familia Li se mostraba enfrente de ella. Su respiración se volvió entrecortada, corrió, simplemente dio la vuelta y corrió - ¡¡Espera, por favor!! Tengo algo que decirte – En ese momento la maestra de las cartas paró, todo lo que sentía se desbordaba en esos instantes.
- Lo hubieras dicho hace algunos años – respondió
- Sakura, seré directo yo…lo siento... pero tu... tienes que entregarme... tus cartas – El cuerpo de la joven se paralizó. Solo quería las cartas ¿no había otro motivo para su regreso? – debes dármelas porque…
- ¡¡¡Nunca!!! Nunca te las daré – Interrumpió la hechicera
- Es lo mejor que puedes hacer en este momento – La Card Captor quedó atónita, frente a ella la reencarnación del mago Clow le "exigía" cediera las cartas. Después de todo lo que había sucedido, de todo por lo que había pasado, todo lo que había sufrido. Se le pedía dejara lo que era y lo que había hecho, simplemente, regresar las cartas y olvidar.
- Es por tu propio bien– exclamó el chino
- No estoy dispuesta a perderlas, ellas estuvieron conmigo – respondió Sakura – yo haré todo por ellas – Diciendo esto dio media vuelta y acelerando cada vez mas el paso, salió de la vista de los dos magos.
Continuará…
Notas: Hola!!!!! Perdón por la tardanza pero al fin ya está aquí el capítulo 4, hemos estado muy ocupadas con nuestro reciente fic y la verdad hemos descuidado mucho este. Esperamos que les haya gustado el pedazo sobre Touya y Nakuru ya que era un tema que teníamos que dejar bien claro.
Muchas gracias por seguir leyendo nuestro fic y esperamos también que no se lo pierdan pues más adelante el romance se desatará y por fin aparecerá el verdadero enemigo
GRACIAS A TODOS POR SUS REVIEWS!!!!!!!!!!!! NO SE LES OLVIDE SEGUIR MANDANDO!!!!!!!!!!!!!!!
Matta ne
