Parejas: Eh... Aquí se hace explícita una nueva pareja, me parece...
Aclaración: DNAngel pertenece a Yukiru-sama... Ojalá las escenas fuertes también!!
Aclaración: La letra cursiva en un párrafo quiere decir que es un recuerdo, no obstante la letra cursiva encerrada en esto ... indica que es un pensamiento o algo que está siendo leído en el momento. El capítulo está dividido en partes, en general diferenciadas por el punto de vista del que se habla, pero no necesariamente.
Notas de la Autora: El comienzo de este capi se me ocurrió bien de noche, cuando aún tenía un poco de fiebre. Luego lo continué lo mejor que pude y lo uní a mi nueva línea argumental. Porque ahora sí, puedo decirles, diseñé una línea argumental. Lo que todavía no planeé es cómo acabará todo y a cuántos mataré... eh, no es broma o! Eh... jo... ah... Bien, lo que decía... que todo esto de "el mundo es distinto" y "yo soy distinto" me recordó a una bonita propaganda de Fox Kids que dice "a veces tu vida puede cambiar... a veces el que cambia eres tú... y cuando las dos cosas cambian quiere decir que estás en DIGIMON 4!!!!!"... uh... bueh, no se fijen en el final... jo.... en fin, a disfrutar!
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Capítulo 6
Sueños
Se despertó y recordó vagamente haber tenido fiebre. Luego, recordó todo lo demás: el beso, la piel, el sudor, el indescriptible dolor trocándose en placer cuando menos lo esperaba. Finalmente, recordó a Dark. Y entonces se incorporó, sobresaltado, y se sorprendió a sí mismo gritando.
-Satoshi... ¡Satoshi!
Su amigo apareció apoyándose en el marco de la puerta que daba a la cocina, bebiendo un café con delicadeza, vestido solamente con ese largo suéter que solía usar tanto.
-Al fin despertaste. ¿Soñabas con Dark?
¡Dark!
-Por qué... ¿Por qué preguntás eso?
-Porque dijiste su nombre cinco veces, me agarrabas la mano con fuerza y decías: Dark.
Daisuke se ruborizó.
-Lo siento.
El otro sólo miró con la frialdad propia de él. Después, dejó la taza de porcelana blanca en la mesa, se sentó junto al pelirrojo y le pasó la mano por la frente con expresión dubitativa.
-Al parecer, todavía tenés un poco de fiebre.
-Yo...
-Yo también sueño con Krad a veces. –Murmuró Satoshi de pronto, acomodándose y perdiendo los ojos en el vacío de la habitación. –Pero está fuera de mí. Se acerca y me susurra que va a devorarme. Que va a devorarme y que entonces voy a ser yo el que esté dentro de él, encerrado en su cuerpo. Y en ocasiones, persigo a Dark, como antes, y cuando lo atrapo, se transforma en vos y comenzás a pegarme hasta que me desmayo.
Sus miradas se cruzaron y Daisuke se inclinó hacia delante, intentando reconfortar al muchacho, pero estaba muy lejos y su movimiento sólo fue un amague inconcluso.
-Yo... no me acuerdo de qué soñaba.
Mentira.
Satoshi debió de haber leído su pensamiento, porque lo observó con desconfianza. Luego se puso de pie.
-Daisuke. Necesito que me digas algo. ¿Te acordás de lo que pasó antes que te durmieras?
-Eh... sí...
-Y... –Hubo algo que el pelirrojo quiso interpretar como ansiedad. -¿Te arrepentís?
El chico se revolvió en la cama, incómodo. No sabía qué decir.
-Está bien, pensalo. Pero cuando lo sepas, quiero que me lo digas.
-Sí... –Asintió Daisuke, cabizbajo. Entonces, como si algo volviera a su memoria, se inquietó y exclamó: -¡Mamá! ¡No le dije a mamá que iba a venir acá!
Satoshi mostró un esbozo de sonrisa.
-Descuidá, la llamé hace unas horas. Le expliqué que estabas enfermo y que estaba cuidando de vos. Que cuando te despertaras, hablarías con ella. No le gustó la idea de que te quedaras en mi casa, tu madre desconfía mucho de mí. De todas maneras, veo que no le contaste lo que sucedió el sábado por la mañana, o, de lo contrario, en vez de contestar con reticencia, me habría insultado.
Y entonces: silencio. Había una atmósfera de incomodidad entre ellos. Las cosas se les habían escapado de las manos y los dos lo sabían, los planes se habían ido al demonio. Incluso Satoshi tenía la horrible sensación de haber perdido el control de sí mismo.
-¿Todavía me odiás?
Daisuke levantó la vista, pero no dijo nada. El otro volvió a sentarse, esta vez junto a él. Se acercó e intentó besarlo, pero el pelirrojo se resistió. Ambos habían cambiado terriblemente, no era solamente el mundo el que estaba distinto, todo había sido modificado enormemente. Sus personalidades parecían haberse derretido como un cuadro surrealista, volviéndose por completo irreconocibles. Lo que estaban viviendo era un sueño y, ellos estaban seguros, tendrían que despertar.
-Satoshi... yo... esto es muy extraño. Es como si... como si no supiera cómo llegamos hasta acá. Cómo llegué yo hasta acá. No puedo... no puedo arrepentirme de nada, porque casi siento que no... que no pasó nada.
-Daisuke... Daisuke...
Sintió las cálidas manos sobre sus mejillas, acercando su rostro al de él, percibió la conocida voz entrando en sus oídos como una sinfonía...
Daisuke se mordió el labio. Satoshi desvió la vista. Tal movimiento era totalmente ajeno a él y, no obstante, no pudo evitar realizarlo. Luego, como si se recuperara de una pesadilla, habló con claridad y firmeza.
-Sí pasó. Y si no estás seguro, todavía podés hacer que sí pase.
Un par de sonrisas débiles flotaron en el aire con inconstancia. Tuvo que retomar la palabra.
-Pero primero, tendrías que llamar a tu madre. Explicarle que estás bien. Si querés, podés irte a tu casa. La puerta siempre está abierta, como la primera vez.
Y entonces ocurrió, nuevamente, algo inesperado. Daisuke se precipitó hacia delante, lo tomó de las muñecas con fuerza y le preguntó:
-Satoshi, ¿Qué sentís por mí?
Instantáneamente, se arrepintió de haber mencionado la idea siquiera. Otras frases pronunciadas en la noche retornaron a su memoria.
-Dark...
-Daisuke...
Las caricias debajo de la camisa y los mismos nombres dichos una y otra vez, como poemas interminables.
Satoshi abrió muy grandes los ojos y esperó, como si la respuesta pudiera llegar desde algún lado. Daisuke lo soltó y se tiró para atrás, quedando recostado, como al principio.
-Disculpá, no debería haberte preguntado eso. –Musitó, con la respiración entrecortada.
-Daisuke... Oh, Daisuke...
-Yo...
-¡Dark!
-Está bien, Satoshi. Creo que lo mejor es que llame a mi mamá y me vaya. Tenemos que pensar. Esto es un lío.
Los roles momentáneamente invertidos se deterioraban a medida que la situación avanzaba. Daisuke se puso de pie y, descubriéndose desnudo, se sonrojó. Hizo un gesto de vergüenza y Satoshi tuvo que voltearse, para no ver. Luego él se vistió y buscó el teléfono celular.
-Voy a hablar a la cocina.
-Sí.
Satoshi se quedó inmóvil en su sitio, ni del todo sentado ni del todo de pie, tratando de poner en orden sus pensamientos, pero le fue imposible. Cuando Daisuke entró en la habitación, le pareció que el tiempo no había pasado.
-Creo... creo que me voy. –Dijo Daisuke, enroscándose una bufanda al cuello.
-Como quieras.
Satoshi se paró y caminó hasta él, para saludarlo. Estuvieron mirándose un momento. Luego, tomó el rostro entre sus manos y lo besó con delicadeza. Daisuke no respondió, hasta que su cuerpo comenzó a hacerlo por él: lo abrazó, como aferrándose a una última verdad, y el beso pasó a ser apasionado, lleno de fuerza y, por sobre todo, de desesperación, una desesperación total. Llevó las manos por debajo del suéter y percibió la delgadísima línea de su espalda. Sintió placer. Tenía los ojos cerrados y, al cabo de un rato, cayó en la cuenta de que en su mente aparecían imágenes confusas de alguien más.
Imágenes confusas de Dark.
Se observaron con detenimiento, porque nunca habían podido verse así, desde fuera. Y después, su cabellera oscura descansaba sobre su agitado pecho.
Daisuke soltó al muchacho tan sorpresivamente que éste casi cae de espaldas.
-¡Ya tengo que irme!
Y se fue veloz, mirando hacia atrás sólo de reojo. Abrió la puerta con energía (Satoshi siempre la dejaba sin llave últimamente) y se marchó. Caminó un buen trecho hasta que notó que, bajo la segunda nevada de aquel invierno, una muchacha estaba detenida en la vereda de en frente, contemplándolo. Una muchacha llamada Risa Harada.
Ella corrió hacia él gritando "¡Niwa!" y no hubo nada que hacer.
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Notas de la Autora: ¡Les dejé una escena por la mitad! ¡Jo! Trataré de volver a actualizar lo más pronto posible... Creo que el final me quedó un poco forzado, ¿A ustedes qué les parece? Y... ¿Qué piensan de lo de Dark? ¿Ya es demasiado morbo? Es que tengo la idea desde la primera vez, cuando escribí sobre un Daisuke que lloraba por su Dark. De hecho, tengo ideas que conectan a mi querido Dai-chan con medio planeta -. Bueh, espero sus comentarios!
Ahora, a responder reviews:
nat-chan07: Es cierto, una historia que se escapa de las manos es más emocionante. Pero es un problema cuando no es autoconclusiva y menos si la estás publicando: uno se ve en la obligación de mantener cierta coherencia, ese es el tema. Sobre Riku... lo mismo que a Sandri, cielos, dejen de desearle el mal a la pobre. Yo a Riku la quiero mucho. Pero, bah, eso qué importa... Y el yaoi... llegará, tarde o temprano, porque es algo inevitable.
O.o. Mivi o.O. : Pos, ya sabés... todas las ideas son bienvenidas. En realidad, lo que más me inspiró fue tu comentario sobre Risa, ya verán, ya verán, muajajajaja!!!!!! ¬¬
Sandri: Wheeeeee!!! Más fans del yaoi!!! No se lo había confesado a nadie, pero mi verdadera misión divina en la tierra es difundir el yaoi en las mentes fecundas O! Jo, no, es broma, pero me alegra mucho que te esté gustando, es verdad que el último capi me quedó corto, pero este compensa. De todas formas, no puedo asegurar escribir así de rápido siempre. También tengo una vida, por suerte. Oh, y, ¡Cómo quieren torturar todos a Riku! Ya se verá, ya se verá... En la historia, también hay torturadores.
Bueno, y eso es todo por ahora! Dejen Reviews!!
[Lila Negra]
