Aclaración: Le debo mis respetos a Yukiru-sama. No hago ningún dinero con esto.
Notas de la Autora: Al final, decidí subir la primer parte de este capítulo antes de irme de vacaciones. Lo más probable es que vuelva a actualizar recién el mes que viene. Sé que últimamente los capítulos están llenos de confusiones psicológicas y planteamientos inconclusos, pero son necesarios para la historia, espero que les gusten en la medida en que pertecen al argumento. Nos acercamos al final... Y al tan esperado lemon, para los que aún lo esperan. Ojalá esto no se haya vuelto demasiado predecible. Ahora, ¡A leer!
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-- Capítulo 8 --
-- Salir corriendo --
Parte I
Abrió la puerta, agitado, quedando frente a frente con el enfadado rostro de su madre. Estaba empapado otra vez... los copos de nieve se colaban por las aberturas de sus ropas. Trató de mantener una expresión de lucidez sin resultados: sus párpados estaban caídos, tenía bolsas debajo de los ojos, las mejillas le ardían. A pesar de su empeño, no podía evitar caminar con torpeza y no dejaba de dolerle la cabeza. Decididamente, no estaba esperando la reacción que encontró en ella.
-¡Daisuke! – Le gritó. -¡Tenés muchas explicaciones que darle a tu pobre madre!
Él sólo la miró con desgano, recordando que si había recuperado las fuerzas por un momento, la huída tras la conversación con Risa había acabado con lo que quedaba de él. Emiko prosiguió, con esa expresión neurótica de ella que parecía dibujada a trazo libre.
-¡¿Dónde está Dark?! ¡Hace más de tres días que no aparece! ¿Ese chico tiene algo que ver...?
¿Ese chico...?
Y...
¡Dark!
Daisuke colapsó en el suelo.
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-Hey, Dark.
-¿Sí?
-Nunca... ¿Nunca tuviste un cuerpo propio?
-¿Por qué lo preguntás? ¿Te molesta que esté siempre con vos?
-¡No! Es decir... no es eso. Sino que, bueno, no lo sé... debe ser extraño nunca haber tenido un cuerpo para vos solo. Apuesto a que estás deseando que tu anfitrión no encuentre el verdadero amor, porque sino desaparecés, ¿No?
-Eso no importa, Dai, al contrario. A través de esa relación me vuelvo eterno: siempre hay un nuevo Niwa donde encarnar. ¿Pensás que no quiero que vos y Riku sean felices? Es una manera de ser feliz yo también.
-Hoy estás demasiado serio, no es propio de vos.
-Es que estamos hablando de algo serio.
-¿Y tu verdadero amor...? ¿Siempre coincide con el de tu anfitrión?
-Tiene que ser así.
-¿Y si él estuviera enamorado de vos...? –Se tapó la boca con ambas manos, devolviéndose la mirada desde el espejo.
De algún modo, podía percibir la mirada curiosa de Dark dentro suyo.
-Creo que ya estás delirando. Eso nunca pasó y no va a pasar, tontito. Ahora, dormite.
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Despertó a la mañana siguiente y se estiró con pereza. Se mantuvo unos segundos así, con los hombros caídos y los ojos como idos. Estaba en su cama. Cielos, extrañaba estar en su cama. Un momento, ¿Cuándo había llegado a su cama?
Se sentó de pronto y miró el reloj: ¡Ya eran las once! ¡Había faltado al colegio! Un extraño nerviosismo se apoderó de él y se preguntó qué era lo que le hacía tanta falta en ese momento.
-Daisukeee... –Canturreó una muchacha, entrando en la habitación.
Se volteó y halló el redondo rostro de Towa sonriéndole. Levantó los brazos torpemente para que ella pudiera colocar sobre sus piernas la bandeja que llevaba.
-Te hice el desayuno... Espero que estés mejor, ayer volabas de fiebre. Emiko dijo que te desmayaste.
-Sí, bueno, supongo que fue algo así.
-Sí, y qué mejor manera de curarte que tomando el delicioso té que te preparé... Vamos, vamos, tomalo mientras voy a buscar el termómetro.
Daisuke hizo un gesto débil de agradecimiento. Cuando estuvo solo, se dedicó a la contemplación del líquido amarronado como si se tratara de una cuestión de vida o muerte. Dark... había soñado con Dark otra vez. Se llevó la mano derecha a las nalgas... y aún podía sentir a Satoshi dentro de él. Qué extraño, pero ya no se avergonzaba de llamarle por el nombre. Los últimos días de su vida semejaban una representación teatral cuyo protagonista padecía de amnesia. No entendía nada. Había... había perdido su virginidad. Y no era como lo dicen en las novelas: nada había cambiado en él, o al menos no más de lo que ya había estado cambiando por todo lo demás. Lo que realmente le dolía era esa sensación de traición, de haber apuñalado por la espalda a Dark. ¿A Dark? ¿Y qué hay de Riku...? No lo sabía, ya no lo sabía. Pero le pareció que Riku ya no le precupaba tanto, más allá del hecho de que tendría que explicarle qué sucedía. Acaso estaba tomando una desición sin darse cuenta.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por su enfermera personal, que continuaba irradiando la misma infantil alegría. De golpe, esa alegría que también había sido parte de él en algún momento, le resultó ridícula, grotesca.
-Querido Dai... tomá, ponete esto debajo del brazo.
Él hizo lo que le indicaba, sin ganas. Esperaron. Luego Towa revisó el tubito de vidrio.
-¡38°! Vas a tener que seguir durmiendo un poco más, ¿Eh? No te preocupes, yo voy a cuidarte mientras sea necesario.
Se marchó y Daisuke no se movió. Finalmente, se quitó la bandeja de encima y la dejó en el suelo. Oyó los pasos en la escalera y entornó los ojos hacia la puerta. La bella silueta de su madre apareció allí, con un semblante apenado.
-Tengo que pedirte disculpas, Dai... No sabía que te sintieras tan mal. Me tendrías que haber avisado y yo te iba a buscar.
Él no dijo nada y ella se acercó, hasta sentarse en la cama, con una actitud maternal que tan pocas veces tenía.
-Pero no soy tonta, hijo. Me doy cuenta que está pasando algo que no me estás diciendo.
Daisuke levantó la vista, sin embargo guardó silencio.
-Dark... algo sucede con Dark, ¿Verdad...? Y con tu amigo, con él también.
La expresión del muchacho cambió y Emiko lo notó al instante.
-Pasó algo con él, lo puedo adivinar. No me gustó nada la idea de que te quedaras con él a solas, estando tan débil. Quién sabe si no podría aparecer, de un momento a otro, ese sujeto, Krad. Y... quién sabe lo que ese chico es capaz de hacerte mientras estás dormido.
Daisuke, instintivamente, se acarició los labios.
-Hizo... ¿Hizo algo contra tu voluntad?
Él se paralizó. ¿Hizo algo contra su voluntad? Si ese fuera el caso, se sentiría arrepentido de no haberlo impedido a tiempo. ¿Se sentía arrepentido...?
-¿Te arrepentís? Está bien, pensalo. Pero cuando lo sepas, quiero que me lo digas. Sí pasó. Y si no estás seguro, todavía podés hacer que sí pase.
No. No se arrepentía. ¡Demonios! No existía el menor esbozo de arrepentimiento.
-No, contra mi voluntad, no. –Respondió, con la voz pausada.
El comentario alteró a su madre.
-¿Eso quiere decir que...?
Daisuke, por alguna razón, se sintió atacado. Frunció el entrecejo, pero antes que explicara nada, Emiko retomó la palabra.
-¿Qué pasó entre ustedes dos hoy, Daisuke? ¿O pasa desde antes? ¿Está relacionado con la desaparición de Dark? ¿Qué te estuvo haciendo? ¡Qu está haciendo de vos, hijo!
Eso fue demasiado.
-¡No me está haciendo nada! ¡Yo empecé, yo, yo tuve la culpa también!
Ella abrió grandes los ojos, sin entender.
-¡Sí, sí pasó algo, y no estoy arrepentido, no voy a arrepentirme jamás! ¡Me voy!
Se puso de pie de un salto y salió corriendo. Pero cuando llegó al living, frente a la puerta de salida, se detuvo. ¿Qué hacía? ¿Adónde iba así, vestido con el pijama que le había puesto su madre? Volvió a subir las escaleras y, con ella aún inmóvil allí, sobre su cama, tomó algo de ropa y bajó apresurado. Se cambió en el baño y, percibiendo como la fiebre le subía y lo mareaba a cada movimiento brusco que hacía, salió fuera de la casa.
¿Cuántas veces había huido ya? Huido la primera vez, con Satoshi. Huido de Riku. Huido de su propio hogar. Huido de Risa. Huido de su madre. Huido de sí mismo.
Dark era tan bueno huyendo. Dark era tan bueno en todo.
Ahora estaba solo otra vez. Caminó calle abajo y fue sólo cuando vio la puerta de la casa de Satoshi que recordó que él estaría en el colegio, como todos. Decidió deambular un poco, mientras esperaba a que las clases terminaran. De todas maneras, ya se estaba acostumbrando a su estado de prófugo constante.
Prófugo. Como Dark.
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Notas de la Autora: Please, dejen reviews!!!! No se imaginan cómo me alegra recibir sus mensajes!!!
Por cierto, ¿Alguien tiene alguna página web de DN en la que pueda colgar un fan art de Dai y Dark?
Próximos capítulos: Daisuke toma una decisión, un plan queda al descubierto, y... todos echamos de menos a Dark.
Nos veremos!!
PD: alguien notó la leve insinuación Daisuke-Krad de los primeros capítulos??? Me salió por instinto.
[Lila Negra]
