Aclaración: Yukiru-sama me ha robado la idea en retrospectiva. Debería denunciarla por hacer dinero con mi obra. Que yo escriba esto tras haber leído su manga, no significa nada.
Notas de la Autora: Después de mucho... He visto que no hay nuevos reviews ¬¬. El porqué de esto me es desconocido y, no obstante, doloroso. De todas maneras, continué, como podrán comprobar. Cumpliendo con mi palabra, es un capítulo corto. Se va perfilando el final. Espero poder transmitirles la sensación que a mí me da al escribirlo (no les digo qué sensación o arruinaré la idea). Oh, también subí la clasificación. Esto es porque los personajes hablaban abiertamente de algunos temas difíciles y porque se acerca el lemon. Ojalá eso no resulte en un incoveniente para nadie. Les pido por favor que si les interesa este fic me dejen reviews, no se imaginan lo bien que me hace eso y cuánto me impulsa a continuar. Ah, y que si quieren que les aclare una duda, me dejen en el mensaje una dirección de mail que revisen a menudo. Me pasó de personas que preguntaron cosas que yo no tenía dónde contestar. Ahora sí, disculpen tanto rollo, lean, lean tranquilos.
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... Capítulo 8 ...
... Salir corriendo ...
Parte III
Abrió los ojos y levantó un brazo. Tanteó con la mano todo a su alrededor, buscando el origen del incesante e irritante sonido. Percibió una piel suave: se había confundido de lado. Se estiró hacia su izquierda y, esta vez sí, encontró el despertador. Lo acercó a su rostro algo adormilado y, no sin esfuerzo, consiguió hallar la perillita de apagado. Bostezó. Estaba muy cansado y le dolía cada músculo, cada parte que puediera recordar tener. Sin embargo, sentía una extraña paz invadiéndole, como si hubiera comprendido, al fin, cuál era el sentido de su existencia, qué necesitaba realmente, para qué. Miró a Satoshi, dormido aún, aferrado a él como temiendo que fuera a desaparecer de un momento a otro, con el flequillo sobre los párpados cerrados, la delicada boca ligeramente abierta, las piernas desparramadas entre las sábanas. Sonrió.
Deshizo el abrazo lentamente, cuidando de no hacer ningún movimiento brusco que pudiera despertarlo. Ya sentado, echó un vistazo al parco departamento hasta dar con el baño. Se puso de pie y caminó, tambaleándose contra su voluntad, hasta entrar en él. Una vez allí descubrió colgadas en la ducha sus ropas mojadas del lunes, ahora secas y limpias. Se lavó la cara y se vistió con ellas. Tenían un aroma raro, sí, aroma a Satoshi. La sola idea le hizo sentir bien.
Fue hasta la habitación y contempló el silencioso y quieto cuerpo de su amante, que respiraba acompasadamente, como en una melodía. Melodía... melodiosa era la voz de... Se fijó en la mesa precipitadamente, a propósito, asombrándose con el desastre que había en ella: estaba llena de papeles, lapiceras, el teléfono, la notebook y cosas que parecían haber vivido allí desde el principio de los tiempos, ¿Cómo haría Satoshi para desayunar en semejante lugar? De pronto, le urgió la necesidad de darle una sorpresa, de acomodar todo, de preparar un delicioso desayuno para él, y se preguntó si podía decir que todavía guardaba algún resentimiento. No lo sabía.
Daisuke prefería ignorar todo el dolor que había vivido. Sí, sabía que estaba allí, que la angustia, la desesperación y el rencor estaban allí, en su corazón. Pero mientras tuviera una punta de esperanza, una hilacha de felicidad, se inscrustaría a ella como un colgante a una piedra preciosa sin la cual no tendría ningún valor. Pues, estaba seguro, por sí solo él no lo tendría.
Dudó, hasta que parpadeó y se dirigió con paso firme hacia la desordenada mesa. Se pasó una mano por el fogoso cabello, desperezándose, apoyando la otra en la madera. Por un momento, permaneció así, sin hacer realmente nada. Luego, comenzó a revolver los papeles.
El primero que encontró era un informe sobre Dark. Era el minucioso plan que había seguido Satoshi para desvanecerlo aquél viernes horrible. Estaba escrito. La prueba de su culpabilidad, y al mismo tiempo, la prueba de la existencia del propio Dark. No volvería a verlo. No volvería a ver a Dark.
Antes que una lágrima soltara su ojo derecho, abandonó el papel en un rincón, desviando la mirada. No, no, concentrate, concentrate en algo bueno, en algo bueno... .
Levantó otra hoja. Era una carta firmada por Satoshi. La leyó mentalmente.
Padre:
Sí, lo sé, aún existe el peligro. Este viernes cumpliré con el final de la operación.
Satoshi Hiwatari.
¿Este viernes? ¿Se referiría al viernes anterior, hablaba de Dark? Buscó desesperadamente en el dorso de la página casi vacía una fecha que indicara el significado de la operación.
La encontró. Había sido escrita el mismo lunes que él llegó allí empapado y estornudando. Empapado y estornudando, y llorando por la pérdida de Dark. Entonces, si no era Dark el peligro del que hablaba, ¿Quién era? ¿Qué era eso que se haría dentro de poco, ese viernes que se les vendría encima pronto...?
Soltó la nota y hurgó en la confusión hasta hallar la que la había causado: el mensaje original, por parte de su padre. Estaba fechada en el pasado sábado. La tomó con ambas manos y leyó lleno de ansiedad.
Satoshi:
Tu labor del viernes fue excelente. No dudé ni un instante tu capacidad al respecto. No obstante, temo por tu actitud hacia el chico Niwa. Tomaste más precauciones de las necesarias, a mi parecer. Sabés bien que mientras los Niwa tengan descendencia, el ladrón fantasma puede volver, de una forma u otra. Sólo hay una manera de acabar definitivamente con esta maldición. Hazlo cuanto antes.
Daisuke no llegó a leer el con afecto, tu padre . El papel ya estaba en el suelo. Sus extremidades colgaban grotescamente a sus lados. Sus pupilas se habían esfumado. No lloraba. Pero su expresión fue mucho más terrible que si lo hubiera hecho. Despacio, muy despacio y aún sin dejar de mirar al frente, se agachó y recogió la carta. Volvió a ponerla en la mesa. Se quedó contemplándola un buen rato, sin pensar en nada.
-¿Qué hacés? –Escuchó detrás de sí la voz perezosa y, no obstante, fría.
Con una habilidad de ladrón, ocultó lo que había leído bajo unos libros. Se volteó y sonrió débilmente. Satoshi seguía recostado y desnudo, hermoso, pero ahora observándolo fijamente de algún modo que le hizo suponerse querido. Lo único en que pudo pensar fue: demasiado tarde .
-Nada. –Contestó.
Demasiado tarde. Demasiado tarde para salir corriendo.
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Notas de la Autora: Con esto termina el capítulo 8. Probablemente esto acabe en el 10 y, como dije, tenga un epílogo breve. No sé si la intención de las cartas es fácil de entender. Pero da igual, porque se explicará más adelante. O eso creo. Estoy feliz por acercarme al final: será mi primer fic largo terminado. Genial.
Cambiando un momento de tema, quería comentarles que con una amiga mía queremos publicar una revista cultural en Merlo, en la provincia de Buenos Aires. Si alguien vive por acá y le gustaría mantenerse enterado al respecto, me gustaría que lo aclaren en el review.
Por cierto, voy a responder aquí no sólo los reviews de CVyL, sino también los de los otros fics que no tengo dónde contestar.
natchan07: ¿Ahora ya notaste lo de Krad? Probe Daisuke, te gusta que esté enfermo, malvada... creo que en este capi venía sintiéndose mejor hasta que pasó lo del final TT. Dame tu opinión, please. En Trash no traducí la canción porque no me gusta cómo suena en castellano. Y no violé a nadie, Dai se ofreció, sólo que Satoshi le seguía la corriente sin sentir nada por él. Y esperaré tu próximo capi muy ansiosamente.
Mivi: Verás, a mí no me convence Emiko porque siento que no es una madre. Y no me gusta la gente que no cumple bien el papel que escogió representar, sea cual sea. Además, detesto esta obsesión que se tiene de retratar a los padres como seres inmaduros e inútiles. Hay que saber que también hay padres que actúan como padres. Sobre Saga, con suerte aparecerá en el próximo capi. Con MUCHA suerte. Sobre nuestro fic, aún no escribí nada, pero voy a ver. Y sí, me alegra mucho leer tus reviews . Por cierto, ¿Qué no entendiste sobre Los Ángeles no Lloran?
Ishida Rio: ¿El cambio de Daisuke es para mal o para bien? ¿Te parece que es un cambio justificado? Uhm, es verdad, lo modifiqué mucho con respecto del ser que yo misma describí en los primeros capítulos. Pero creo que el argumento lo exigía. Je, la verdad, yo tampoco extraño a Dark. Sin embargo, Dai sí lo hace.
Enide-Kant-BlackBlueFox (vaya nombre): ¿Qué Dark vuelva? Bueno, ya lo has visto, mientras exista un Niwa, la posibilidad de la vuelta de Dark también. ¿Que todo termine bien? Disculpa, pero esa frase no está en mi vocabulario, muajajaja!!! Es broma... Muchas gracias por tu review tan largo .
Shalyn Beyn: Me dejaste un review en Contemplación con algunas preguntas, pero tu dirección de correo no me funcionó. Por favor dejame una dirección que revises más a menudo para que te conteste.
el verdadero poder viene del corazon: No me molesta que hayas puesto un poema, de hecho me alegra que haya sido lo que yo escribí lo que te inspiró. Te agradezco que me hayas dejado un review. Pero ten más cuidado la próxima vez, porque me enviaste muchísimas copias del mismo mensaje.
Eso es todo, me parece. Por favor, dejen reviews. Es el alimento del alma.
Un beso a todos, muchas gracias por seguir leyendo (los que siguen leyendo, claro).
[Lila Negra]
Jueves, 12 de Agosto de 2004
