Aclaración: Cielos, si hiciera dinero con esto, no habría tardado tanto en publicar el capítulo nueve. Evidentemente, D N Angel pertenece a Yukiru-sama.
Notas de la Autora: Tardé mucho en subir este capi porque ocurrió que tuve tres versiones, siendo esta la última y definitiva. Supongo que se me había escapado la inspiración, pero yo atribuyo las culpas a Ivrea, que se está tardando demasiado en publicar el tomo 8 de DN. Retomé el estilo subdividido. El capi son muchos recortes sueltos de el día jueves en la vida de los personajes. Lamento el camino que están tomando las cosas, pero les pido por favor a los que solían seguir la historia, que no la abandonen. Ya falta demasiado poco como para abandonar.
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... Capítulo 9 ...
... Sol de Invierno ...
dedicado a Mivi, que me pidió especialmente la inclusión de Saga.
El día era inevitablemente gris. Gris y frío.
Los alumnos oían a una profesora dando clases de matemáticas. Todo parecía normal.
Pero nada es lo que parece.
Había una niña que aún miraba de reojo, avergonzada. Y su hermana gemela que llevaba aquél alma repleta de tristeza, tanto, que desbordaba. Y había un niño frío. Y había un niño que había olvidado, hacía mucho tiempo ya, que estaba vivo.
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Daisuke y Satoshi habían llegado al colegio caminando en silencio. Quizás los pensamientos confusos y los sentimientos turbulentos les nublaban la vista y ataban sus lenguas más allá de cualquier sonido imaginable. O quizás, el destino era tan obvio, la vida tan fríamente calculada, que ya no tenía sentido decir nada.
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Takeshi Saehara comentó varias veces, como era su costumbre con todas las noticias, que Dark aún no había enviado ninguna misiva. Esto era extraño y su padre no sabía que planes estaría tramando el ladrón fantasma, qué secretos guardaba en su escondite, cual sería su próximo movimiento. Yo seré quien lo atrape, aseguró.
Daisuke se mordió un labio.
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Satoshi no quería pensar en la verdad. Dedicó la clase entera a analizar la sonrisa del muchacho. Era una sonrisa débil, triste. "Como un sol de invierno, cuyos rayos son interceptados por la niebla". Pero nadie pensó esas palabras en aquel momento, sino mucho después, cuando ya no eran necesarias.
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Cuando comenzó el recreo, Riku y Daisuke intercambiaron miradas. Eso fue suficiente para comprenderse. Caminaron un rato juntos por el parque. Finalmente se detuvieron, Riku sosteniéndose la pollera para que el viento no la levantase, Daisuke, cabizbajo. Estaban frente a frente y callados.
-Daisuke...
Él avanzó lentamente, tomó su cabeza en sus manos y le besó la frente.
-Daisuke... –Repitió ella.
-Si pudiera vivir todo de nuevo, Riku, lo único que desearía cambiar es haber comprendido antes cuánto te amaba. Pero ahora, ya es demasiado tarde.
-¿De... de qué estás hablando, Daisuke?
-Pasaron tantas cosas... ya no soy el mismo, ya no tengo nada que ofrecerte.
-Yo no te pido nada.
Él le acarició el cabello.
-Pronto tendré que irme.
-¿Por qué? ¿A dónde?
-Muy lejos. Disculpame, pero tiene que ser así.
-¿Por qué...?
-Ya no sé... No pertenezco más acá, hay alguien esperándome, voy a viajar. Y aunque no vuelvas a verme nunca, no te olvides de que te amé. Vos generaste en mí los sentimientos más puros y hermosos que pudieran existir. Por favor, Riku. No te olvides. Prometémelo.
-Lo... –La primera lágrima. –Lo prometo.
-Perdoname por hacerte llorar.
La segunda, la tercera.
-No... Yo quiero que seas feliz. Espero que ese lugar al que vas sea realmente hermoso. Espero que seas feliz ahí. Muy feliz.
La sexta, la séptima.
-Voy a serlo si vos también lo sos. Es un trato, ¿Sí?
-Sí.
La décima lágrima.
De pronto se escucharon pasos apresurados y Daisuke fue arrebatado de la situación. Saga había aparecido, quién sabe de dónde, y lo había agarrado fuerte del brazo. Él se estremeció pero no pudo rebelarse.
-¡Daisuke! –Gritó Riku, una última vez. -¡Tengo un mal presentimiento! ¡No te confíes, Daisuke, creé en vos mismo, nada más!
Él asintió mientras Saga lo llamaba y lo arrastraba.
-¡Que seas muy feliz, Daisuke! Que seas... muy feliz...
Y la última imagen que el muchacho tuvo de ella fue una sonrisa, una sonrisa sincera y bella, como las que él ya no podía dar.
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-¿Qué pasa, Saga? –Preguntó con la cordialidad que aún no lo abandonaba.
-¡Sos esencial para mi vida, Daisuke! –Lo abrazó fuertemente contra él y gritó: -¡Te extrañé tanto, tanto! ¿Por qué faltaste tantos días? ¡Ay!
Daisuke simplemente se dejó zamarrear, arrastrar y abrazar, acaso por costumbre o por cansancio. Después de mucho jaleo, al fin pudo sentarse en el suelo, contra un árbol, y Saga se sentó a su lado, todavía llorando de la emoción.
-¡Ay, Daisuke! Necesito que vengas a mi estudio, a la salida de la escuela nos vamos juntos, ¿Eh? También necesitamos a Dark...
Él abrió exageradamente los ojos, pero Saga no se dio cuenta.
-...será un gran comercial, ¡Todos están a la espera de él! A medida que pasan los años, Dark se vuelve más y más famoso... ¿Eso no es grandioso? Me preguntó cuál será su verdadera identidad... –Murmuró, mirándolo de reojo con una obvia doble intención.
-Yo... ojalá supiera donde está ahora mismo y pudiera hacerle esa pregunta que te preocupa tanto, Saga. –Dijo Daisuke con tristeza.
Saga se paralizó, sorprendido por la extraña reacción. Le pasó un brazo por el hombro, queriendo reconfortarlo, aunque no sabía por qué, y cambió de actitud súbitamente.
-Sabés que podés contar conmigo para lo que necesites, Dai. Las personas hermosas como vos nunca están solas.
-Cuando dicen eso es porque no saben lo que es la soledad. La soledad no tiene nada que ver con las personas. Es algo que se siente, aquí dentro –Y se tocó el pecho. –un vacío tremendo que... No importa.
-Por favor, seguí. Por ahí te puedo ayudar en algo.
-No creo.
-Hay que intentar.
-Bueno... Estoy demasiado dentro de la vida de algunas personas y tengo que dar explicaciones antes de salirme de ellas. Y es difícil decir adiós. Todo es difícil, ahora ya lo sé.
-Pero si no querés irte... no te vayas.
-Es que alguien me espera.
-Mirá, uno siempre puede cambiar de opinión a último momento. Siempre se puede encontrar algo que lo cambie todo. Tal vez esa persona que te espera decida venir por vos.
-Ojalá.
-Y lo de irte... ¿Lo decís en sentido figurado o literalmente?
-¿Por qué?
-Porque... ¡No quiero que te vayas!-Y se aferró a su codo con desesperación, lloriqueando, como si le fuera la vida en ello.
-Estás exagerando, Saga.
-¡No! ¡Sos muy importante para mí, Dai! ¡Ya no es por los comerciales ni nada, realmente te aprecio!
-Entonces también me despido de vos, porque es literal. –Dijo el chico, levantándose y sacudiéndose el pantalón con simpleza.
-¿Así nada más?
-No conozco otra forma de hacerlo.
-¿Nunca saludaste con un beso?
Daisuke lo pensó. Luego se acercó y le dio un beso en la mejilla.
-Adiós. ¿Así?
-No... no así. –Saga se sonrojó y empezó observarse los pulgares, con los que se dibujaba círculos en las manos.
-Saga... –Daisuke también se sonrojó, porque sabía de qué se trataba aquello.
-¿Por favor...? –Ensayó su mejor cara de cachorrito mojado y el pelirrojo tuvo que sonreír.
Saga se acercó lentamente y acarició su cabello, Daisuke desvió la vista y murmuró: pero que sea muy rápido. Efectivamente, fue muy rápido, y sin embargo Saga aún no dejaba de tocarse los labios mucho tiempo después de que el otro se hubiera ido y se encerrara en los baños.
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Llevaba papel y una lapicera en el bolsillo, así que se puso a escribir. Ya no importaba qué hiciese aquél día. Lo importante era que todos fueran a seguir felices después. Amaba a demasiadas personas. Nunca lo había pensado antes. ¿Era posible que faltando una sola pieza en el tablero todo el juego se echara a perder...?
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Fue Risa la que abrió la puerta del baño. No le importó entrar porque estaba segura de que el único que estaba ahí era Daisuke. El timbre ya había tocado y nadie más entraría. Él levantó la vista y la miró.
-¿Ahora qué pasa? Le dijiste a Riku que te ibas.
-Es verdad.
-¿Te vas con él?
-Algo así.
-Deberías quedarte. Él es uno solo, pero acá te necesitan muchos.
-Hay muchas cosas que deberían ser de modos que no son.
-Estás muy negativo, Daisuke. Antes eras tan alegre... Hiwatari te estropeó todo.
-Tal vez él solamente no sabe escapar a su destino.
-Pero vos sí sabés, ¿No?
Daisuke sonrió débilmente. Ella continuó.
-Tu destino no es irte con ese estúpido. Encima es un tipo aburridísimo, no, vos no sos para él. Además, el destino no existe. Y la profesora te está esperando, así que venía al aula.
Ella se volteó para irse. Él se puso de pie.
-Risa.
-¿Qué?
-Yo sí creo en el destino. Pero no te enojes conmigo por eso. Cuidá mucho de tu hermana, porque ella siempre cuida de vos.
-Ay, hablás como si te fueras a morir.
-Lo siento. Es que los viajes son muy parecidos a la muerte.
-¿No sería al revés, más bien?
-Es lo mismo.
-No. Dejá de decir pavadas. –Abrió la puerta del salón. –Y sí me enojo con vos porque para que te guste Hiwatari tenés que ser un idiota, como todas las nenitas que andan detrás de él, persiguiéndolo por todo el colegio.
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Entró al salón y ahí estaba él. Su mirada era fría y, sin embargo, él leía en ella sentimientos. Pasiones. Vida. Extraños los lugares donde podemos encontrar vida. Extrañas las formas en que ya no la encontramos más.
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Notas de la Autora: Si a alguien le interesa leer las mutiladas versiones previas de este capi, que me los pida y me deje un mail a donde enviárselos. El capítulo diez va a ser el último. El epílogo todavía está por verse. Quizás no haya, no lo sé bien. Me alegra haber podido acabar este capi, era algo que necesitaba. No se olviden de dejar reviews. Un beso a todos.
Shinobu-K: Espero que no te hayas molestado por mi ausencia y algún día llegues hasta este capi.
Mivi: Lo mismo que a Shinobu, ojalá no te ofendas por tanto tiempo que no escribo. En un principio no sabía bien qué hacer con Saga, pero al final me gustó la conversación que tuvo con Dai. Me hizo pensar a mí también.
Natchan: Espero que sigas por ahí y que leas este capi. Esta vez dejame un review como la gente, ok?
Sandri: Decime la dirección de tu página web, me gustaría ir a verla. Voy a enviarte el fan art de mi amiga. Lo del fic voy a pensarlo, pero digamos que existe cierta posibilidad, jo (hacía mucho rato que no sonreía).
Aroa Nehring: Muchas gracias por tu review tan largo . Siento que lo de la carta te haya indignado, a veces yo misma me indigno... Como dije alguna vez, no creo en el destino de las personas, pero sí en el de los personajes... Así como supusiste, el papel de Saga fue el de liar un poco al pobre Daisuke. Y sobre los planes de Satoshi y lo que ocurrirá después, ya se verá. A mí también me va más Kosuke, aunque lo veo demasiado ausente (al menos hasta donde leí yo). Es probable que muchos de mis fics no los veas porque tengas la opción "PG-13" o alguna de esas y los míos suelen ser "R", como este. Si ponés "All", te va a aparecer seguro. Por cierto, yo ya te agregué a mi MSN, aunque no me conecto mucho, pero... mi nick suele ser Ninia Oscura.
Eso es todo por ahora. Saludos, mis lectores, que la vida los respete más que los fics a los pobres personajes de manga.
::Lila Negra::
::Sábado, 16 de Octubre de 2004::
