Quiero agradecer los reviews que me enviaron, disculpen la tardanza con el fic pero hay un detalle que no me podía quedar, pero bueno al fin aquí esta y ahora los reviews:

Keiko-sk: sí, a mi también me encanta cuando les dan los celos y espero que te siga gustando y reciba más reviews tuyos.

Xris: agradezco mucho tu apoyo y espero seguir contando con él, respecto a lo de Len y Ana todo salió gracias a una platica con un amigo, ya que el esta terco en que el carácter de Ana y Len sepárese mucho asi que el me dijo como se veria la pareja AXL y yo le prometí que en mi fic incluiría algo de su idea pero ¿quien puede superar a YXA?

Diana Kiouyama: tienes razón, se llama igual que tu pero yo creo que soy muy diferentes bueno de todas formas espero que sigas leyendo mi fic y te guste.

Bueno una vez contestados los reviews pasemos lo bueno, o + o - bueno. El fic.

Cap. 4 CONFLICTOS: DIVIDE Y VENCERAS.

La noche era demasiado fría para la época del año en la que se encontraban, en toda la casa no se oía un solo ruido, incluso Yoh había logrado conciliar el sueño, pero en una de las habitaciones, 2 personas planeaban algo terrible.

-Quiero que me escuches con mucha atención- decía la extraña y pérfida voz que salía del rosario de Diana -vengarnos de mi diminuta otra mitad, será sencillo pero cada parte de nuestro plan, debe llevarse a cabo con sumo cuidado ¿comprendes?

-Si, Sr. Hao- contestó la chica -usted sabe que cumpliré sus ordenes al pie de la letra, así como lo he venido haciendo durante estos cinco años.

-Bueno- continuó Hao -ya te he explicado muchas veces que el poder de Yoh se centra en sus sentimientos, el muy tonto, se apoya en esos idiotas a los que él llama amigos, pero claro que algo importante en su poder es el sentimiento que tiene por esa sacerdotisa, así que, la clave para debilitar su espíritu lo suficiente para la siguiente fase de mi plan es "Divide y vencerás".

-Quiere decir- comentó Diana.

-Exactamente lo que estas imaginando, destruye el vinculo que tiene con sus amigos y se debilitara, sepáralo de su querida Ana y no se resistirá a mis ordenes. Además, con todos esos problemas en que pensar, ni siquiera notara los preparativos de nuestra venganza, o ¿por qué crees tú que ni siquiera se han dado cuenta de mi presencia? No creas que es solo él hecho de que yo haga todo para ocultarlo, sino también la distracción en la que se encuentra en este momento. Por eso te dije que era el momento preciso para llegar aquí. Los planes y conspiraciones continuaron toda la noche pues al amanecer, comenzaría la pesadilla de todos.

Yoh dormía plácidamente, faltaba poco tiempo para que amaneciera cuando, alguien entro en su habitación.

-¡Levántate! -un grito en su oído, lo hizo incorporarse como si tuviera un resorte.

-¡¿Qué pasa?!- grito asustado, aún con sus ojos un poco cerrados, vio la imagen de Ana.

-¿Ana por qué me gritas así?

-¿Ya viste la hora que es?- pregunto con su inexpresiva voz -ya deberías estar entrenando, levántate y apresúrate, no volveré a repetirlo- dijo mientras salía de la habitación.

-Que felicidad me da oírte Ana- murmuro Yoh mientras se levantaba y miraba la tablilla de Amidamaru -no importa que sea para levantarme a entrenar T_T.

Mientras esto sucedía, Len llego a la cocina, vio a Diana que servía el desayuno, ella lo miro un segundo.

-Buenos días joven Len- dijo la chica.

-Buenos días- contestó él sin mucho afán.

-Vaya, es raro que se haya levantado tan temprano, los únicos que tienen que hacer eso son Yoh y Ana.

-Si, lo sé, pero es que estoy acostumbrado a levantarme temprano, pensé que podría entrenar un rato.

-Ah, ya entiendo. usted es muy amigo de mi prima ¿verdad?- preguntó ella audazmente.

-Algo ¿por qué?

-Bueno, ella habla mucho de usted- dijo la muy mentirosa de Diana.

-¿De.verdad? -preguntó sonrojado, cosa que la chica no paso por alto.

-Sí- dijo mientras continuaba cocinando, "lo sabía, está interesado en ella", sonrió -ella dijo que usted había cambiado bastante, que ahora se veía más apuesto, pero no le vaya a contar que yo le dije lo que hablamos ¿si? En ese momento llego Ana, saludo a Len pero a su prima, hizo como si no la hubiera visto y se sentó a la mesa, los tres comenzaron a desayunar en silencio.

-Me disculpan un momento- dijo de pronto Diana -creo que olvide algo en mi recamara.

-Bueno, así por lo menos podremos desayunar en paz- dijo Ana cuando vio salir a la muchacha.

-No te llevas bien con ella ¿verdad?- preguntó Len.

-Así es, así ha sido siempre y. ¿cómo dormiste? -preguntó para desviar el tema de conversación.

-Muy bien, gracias- después Ana continuó comiendo, Len la contemplaba de reojo.

Los dos terminaron de desayunar y se levantaron de la mesa, cuando los dos pasaron a la estancia, llego Yoh.

-Buenos días- dijo Yoh, algo perturbado por él hecho de verlos juntos.

-Buenos días- contestó Len pero Ana continuó en silencio.

-¿Entrenaste como se debe?- preguntó ella.

-Sí- dijo Yoh de manera desganada.

-Bueno apresúrate a desayunar, yo me adelantare a la escuela.

-¿Por qué no la acompaña joven Len? -interrumpió Diana súbitamente -de todas formas- dijo acercándose a Yoh -tú tienes que desayunar no crees. De solo ver lo cerca que hablaba Diana a Yoh, Ana tuvo un ataque de celos.

-Entonces nos vemos- dijo la sacerdotisa y tomo la mano de Len -¿nos vamos?- le preguntó a este.

-Claro- respondió avergonzado.

Una vez afuera, los dos comenzaron a caminar, aún tomados de la mano, Ana se percato y lo soltó sobresaltada.

-Lo siento- dijo sin perturbar su voz.

-Te pusiste celosa- comentó el chico con una sonrisa.

-¿Acaso lees mi mente, Len Tao?- preguntó con la misma voz de siempre.

-No, solo soy un shaman, aquí la sacerdotisa eres tú- los dos sonrieron.

Otro rato paso sin que dijeran nada hasta que.

-Sabes, yo no me imagine que te dejaras crecer el cabello tanto- comentó Len.

-¿Por qué?

-Bueno creí que te gustaba más tener el cabello corto.

-Todos podemos cambiar de opinión y.hay razones para todo.

-Y.¿cuál fue tu razón? Si se puede saber- Ana lo miro como diciendo obvio ¿no? -Yoh- dijo Len.

-Sí, veras lo que paso fue que en la escuela, había una niña que siempre perseguía a Yoh.

----------------------------------------------------------------------------
------------------------------

7 años atrás.

-Escúchame bien -le decía Ana a una niña de unos 15 años -él es mi prometido, así que si te vuelvo a ver cerca de él, te haré un maleficio o algo igual de horrible.

-Ja ja- rió la niña de largo cabello castaño -por favor Kiouyama, ya estoy grande para estar creyendo en esas cosas.

-¿No me crees? Bueno- Ana tomo su rosario, conjuro algunas palabras y justo enfrente de la chica aparecieron algunos espíritus que la hicieron salir corriendo.

-Ana- dijo Yoh -no esta bien que hayas hecho eso, ahora nos tendrá miedo, además me caía bien, tenía un cabello muy largo y bonito ¿no crees?

-No- dijo Ana con su voz inexpresiva y comenzó a caminar más rápido, para alejarse de Yoh.

----------------------------------------------------------------------------
------------------------------

-A partir de ese momento- dijo ella -yo decidí que tendría un cabello más largo y bonito que el de esa tonta, pero.Yoh nunca me ha dicho que mi cabello sea bonito.

-No te preocupes- dijo Len acariciando la mejilla de Ana, acto que hizo que ella lo mirara a los ojos -tú cabello es muy hermoso- dijo sonriéndole con calidez -me imagino que lo sabes, pero si necesitas que te lo digan, te diré que es el más lindo que he visto en mi vida- dijo acariciándole el cabello, aún con su mirada clavada en la de ella. Ana no sabia que le sucedía, en otra ocasión por el simple comentario le habría dado una buena cachetada pero ahora no le parecía que debiera hacerle algo así a Len, ¿acaso algo estaba cambiando dentro de ella? pero ¿para bien o para mal?

-¡ANA!- grito Yoh acercándose a ambos y provocando que ellos se separaran y lo miraran. Yoh y Len se miraron por un momento, él primero reprochaba con los ojos pero el último retaba.

-Terminaste de desayunar muy pronto- dijo Ana.

-Sí- contestó Yoh sin dejar de mirar a Len.

-Ya te he dicho que no comas tan rápido, un día de estos te vas ahogar- reprendió Ana mientras continuaba con su camino, los dos chicos también siguieron caminando, sin olvidar el reto que se habían hecho con la mirada.

Los tres se encontraron con Manta, que como siempre esperaba a Yoh y Ana, al ver a Len, comprendió de inmediato el por que de la cara malhumorada de Yoh. Ana se adelanto unos cuantos pasos de Yoh y Manta para seguir hablando con el joven chino, lo que causo que Yoh se perdiera completamente de lo que Manta le comentaba, lo escuchaba hablar y hablar y hablar.pero en realidad en lo único en lo que se fijaba era en la imagen de Ana caminando a lado de Len, y algo aún peor, hablando tan amenamente, como él jamás se imagino verla con alguien. Al fin llegaron a la universidad, por lo regular, a Yoh este tramo se le hacía muy corto, pero esta vez se le había hecho eterno.

La mirada de sus dorados ojos se encontraba perdida en una de las tantas flores que había en el jardín de la pensión Asakura, no podía hacer nada más que pensar en ella, en.Ana. De pronto, el sonido de unos pasos, lo sacaron de sus pensamientos, regresándolo al mundo real que durante horas había olvidado.

-Ana- murmuro en voz baja.

-Buenos tardes- dijo Pilika con un tono triste en su voz, el hecho de oír a Len pronunciar aquel nombre, no era algo que le agradara.

-Buenos días- dijo Len, avergonzado por el hecho de haber sido escuchado y sorprendido en pensamientos tan profundos.

-Siento haber interrumpido sus pensamientos joven Len- comentó la joven ainu.

-No, no te preocupes, pero ¿por qué me hablas en ese tono? ¿ya no somos amigos?

-Por supuesto que sí- "es lo único que de seguro siempre seremos, es a lo más que podría aspirar" pensó ella -y dime, dijo tomando un tono más cordial -¿en que pensabas? (N. DE A.: para que pregunta si bien sabe en lo que pensaba ^_^U)

-Solo en algo importante- dijo ocultando el sonrojo de sus mejillas. "estoy segura que no hay nada más importante para ti que ella" resonaba en la mente de Pilika -¿Y tu en que te quedaste pensando?- pregunto curiosamente Len, contemplando la mirada perdida de la chica.

-¿Qué?- pregunto apenada por su comportamiento -pues solo en que ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que nos vimos ¿no crees?

-8 años- dijo refiriéndose al suspendido torneo de shamanes.

-No- contestó -7- dijo con tanta seguridad que dejo asombrado al joven Tao.

-¿De verdad?- preguntó pues él no lo recordaba.

-Sí, 1 año después del torneo de shamanes.

----------------------------------------------------------------------------
------------------------------

7 atrás.

-Vamos Koloro- decía una Pilika más niña al pequeño espíritu de la tierra -hay que decirle a mi hermano lo bien que están creciendo las plantas que sembró hace 1 año. La niña se detuvo de golpe a tan solo unos pasos de su casa.algo la había impactado.

-Bueno entonces ¿cuándo nos veremos?- preguntaba Horo-Horo a un chico de cabello negro, tez blanca y ojos dorados, con un sombrero en la cabeza.

-Len- murmuro Pilika mientras contemplaba al niño chino pero sin el valor de acercarse por el miedo de que adivinara lo que ella sentía.

-No tengo idea- contesto el niño Tao a la pregunta de su amigo -voy a estar muy ocupado pero en cuanto pueda te avisare con Yoh.

-Ay si tu, te das mucha importancia amigo- decía sonriente Horo-Horo.

-Bueno nos vemos- decía Len mientras se alejaba de la casa de los ainu.

-Adiós Len- murmuro Pilika secando una lagrima que caía por su mejilla -en algún lugar de Hokaido, al norte de Japón, siempre te estará esperando mi solitario corazón- dijo comenzando a sollozar en silencio, para evitar ser descubierta por su hermano.

----------------------------------------------------------------------------
------------------------------

-De nuevo te quedaste pensando -comento Len a la joven que se sonrojo por lo que había recordado.

-Lo que pasa es que creo haber olvidado hacer algo que me pidió mi hermano- dijo inclinando la mirada.

-Ah -comento de repente, el muchacho, chasqueando los dedos -ya me acorde, pero fue una visita muy corta y además yo no te vi.

-Pero yo si te vi- comento Pilika con una sonrisa -tengo que irme ya te dije que olvide hacer algo- "sé que tu no me vez" pensó "el destino es extraño, tu no me vez por mirarla a ella y ella no te ha observado por mirar a Yoh. En verdad que la vida solo juega con nosotros".

Len la observo marcharse mientras observaba lo mucho que había cambiado Pilika en el tiempo transcurrido pero bueno, era normal, tan sencillo como que había dejado de ser una niña, incluso le parecía que se había transformado en una joven muy hermosa.

Yoh dejo caer la mochila rápidamente, ante la sorpresa que lo esperaba a su regreso en casa.

-¡Liserg, Chocolove!- grito Yoh mientras se acercaba a sus amigos -¿hace mucho que llegaron?- les pregunto mientras todos se sentaban en la estancia.

-Solo un poco- respondió Liserg.

-Cuando llegamos la Srta. Diana dijo que ustedes tenían poco de haberse ido- continuó Chocolove.

-Bienvenidos- dijo Ana con su voz inexpresiva, ninguno de los dos amigos del shaman pudieron ocultar la sorpresa que les causaba ver lo hermosa que estaba Ana.

-Buenas tardes Srta. Ana- saludaron Liserg y Chocolove

-Que gusto verla tan bonita- dijo Chocolove.

-Pero sigue teniendo el mismo carácter de siempre- interrumpió Horo-Horo, que iba entrando en la casa acompañado por su hermana.

-No seas impertinente hermano- regaño Pilika.

-Vaya- continuó Chocolove -parece que todas las chicas que conocimos se convirtieron en muy lindas mujeres.

-Ya no sigas diciendo eso- observo Liserg al ver la cara que ponía Horo- Horo.

-Tienes razón, a nuestro amigo Yoh no le gustara que le diga esas cosas a su prometida.

Apenas Ana oyó esto, se retiro rápidamente, todos miraron a Yoh, que sabía que no le quedaba más remedio que contarles todo a sus amigos.

La noche había caído ya cuando Len llego a la casa, en el comedor se encontró con todos sus amigos, los cuales tenían a sus espíritus acompañantes, por lo tanto Basón también se reencontró con sus compañeros; Len se entero de como Liserg y Chocolove se habían topado en Inglaterra, justo cuando el comediante presentaba su show, todos platicaban amenamente, pero Yoh le lanzaba miradas gélidas al chico Tao, que este no ignoraba. De pronto, llego Diana.

-Buenas Noches- dijo alegremente la chica -disculpa, Yoh, puedes indicarme en donde guardar algunas cosas que compre.

-Claro- contestó separándose de sus amigos y acompañando a Diana a dejar algunas cosas a la cocina.

-Que lindo eres Yoh- dijo mientras sentía como Ana se acercaba al lugar donde se encontraban, justo cuando la vio entrar, le dio al shaman un beso en la comisura de los labios, exactamente ante la mirada de Ana. Cuando Diana se separo del chico, los ojos de este se toparon con la perpleja mirada de la sacerdotisa que los observaba.

-Siento haberlos interrumpido- dijo Ana con su fría voz -con permiso- terminó de decir para salir de la escena y de la casa -siento haber entrado en tu vida Yoh Asakura- murmuro mientras salía.

Dos, tres, cuatro largas horas pasaron y Ana no regresaba. Yoh estaba bastante preocupado.

-¿Quiere que vaya a buscar a la Srta. Ana amo Yoh?- le preguntó Amidamaru al observar al muchacho.

-No, iré yo- dijo mientras pensaba en que ya era muy tarde para que ella estuviera en la calle y sola. Justo al abrir la puerta, se topo con ella.

-Ya regrese- dijo sin mirarlo y pasando de largo.

-Estaba preocupado- comentó él.

-No tienes por que decir esas tonterías, por lo visto para ti fue sencillo encontrar alguien que remplazara a tu insignificante prometida

-Pero.yo- Yoh se quedo callado pues Ana continuo él camino a su habitación sin pretender siquiera escuchar al shaman -¿por qué siempre pasa lo mismo? Cuando yo hablo, ella no desea escucharme y ella jamás parece querer decir nada, esto es lo que no nos deja vivir ni ser felices, ni juntos.ni separados- comentó mientras la veía caminar -Ana- exclamó el shaman -no he terminado de hablar. El tono que utilizó hizo a la sacerdotisa detenerse, nunca lo había escuchado hablarle de esa manera pero, después de su breve desconcierto, continuó caminando, hasta que sintió como la mano de Yoh la sostenía del brazo.

-Dije que no había terminado- murmuro el joven.

-Pues yo no quiero hablar contigo porque.- pero un beso del shaman, no le permitió continuar, Ana no podía creerlo, Yoh.besándola, ella se aferró al beso, la caricia de los labios del heredero de los Asakura la tenía sorprendida, era su primer beso, sintió como una de las manos de Yoh acariciaba su cabello mientras la otra la aprisionaba en un abrazo, por un momento pensó que se encontraba atrapado en uno de sus tantos sueños, uno de esos sueños en los que Yoh la amaba "Por favor" pensaba ella "si es sueño no quiero despertar", Yoh no sabia exactamente que era lo que lo había impulsado a besar a Ana lo único en que podía pensar era lo maravilloso que era el estar así y pensó en la dulzura que Ana le trasmitía en aquel beso. Los dos se aferraban a ese beso, los dos deseaban que no terminara. Después del largo beso, los dos se miraron, parecían como hipnotizados, cada uno por los ojos del que se encontraba frente a ellos, pasaron algunos eternos instantes en silencio pero un pensamiento cruzo la mente de Ana, uno que la hizo confundirse demasiado "¿Por qué me beso? Yoh lo hace porque terminamos nuestro compromiso entonces me besó porque se siente obligado a mantener este compromiso" el solo pensamiento fue muy doloroso para ella, aquella idea hizo que el hechizo se rompiera, gracias al fuerte ruido de una bofeteada sobre la mejilla del shaman. Yoh coloco su mano sobre su adolorida mejilla -¡no necesito que me beses por que te sientes culpable, ni por que crees que tu obligación es conservar este compromiso!- le grito Ana furiosa -no quiero que vuelvas a besarme sin mi permiso Yoh Asakura ¡te odio!- dijo corriendo a su recamara.

El shaman no podía ni moverse, jamás pensó ver en Ana una mirada tan perturbada y llena de dolor, le dolía el solo pensar que él había causado aquella mirada, ahora como le diría que ese beso, su primer beso, se lo había dado por amor y no por culpa y mucho menos.por obligación.

Ana entro apresuradamente en su habitación, no pudo hacer otra cosa que comenzar a llorar silenciosamente "te odio Yoh" sus palabras no la convencían, de las pocas cosas de las que ella estaba segura era de que jamás podría odiarlo

-Nunca voy a poder odiarte, mi querido Yoh.- dijo mientras sollozaba silenciosamente

Desde un rincón, Diana había observado todo, ya solo faltaba un pequeño paso de la primera parte del plan.

---------------------- CONTINUARA..

bueno, este fue el 4° cap. ¿le gusto? Bueno ya saben espero sus review y no dejen de leer mi fic, espero ver más fics para mi proximo capitulo.