BUENO, AQUÍ ME TIENEN OTRA VEZ, A MÍ Y A LOS REVIWS:
Keiko_sk: me alegra mucho que te haya gustado el capitulo anterior, ¿sabes? A pesar de que la historia se queda un poco estancada me gustó mucho y disfrute mucho escribiéndolo. Por cierto, quiero agradecerte por acompañarme a lo largo de mi fic, siento la tardanza de este capitulo pero espero que te guste tanto como el anterior, si se puede más ^_^, y seguir recibiendo tus reviews.
Ana K- chan: que bueno que te gusta mi fic y sobre todo el capitulo, disculpa que este haya tardado tanto pero tuve muchos problemas para darle los últimos detalles, ojala pueda seguir contando con tu apoyo.
Lady_hannita: si, yo también pensé que el capitulo no avanzaba mucho la historia ("se sincera no la avanzó en nada") ah, esa interrupción entre "" es mi espíritu acompañante, su nombre es Cuauhtemoc, y la verdad tiene razón T_T, pero al grano, lo que paso es que deseaba mucho escribir un poco del pasado de Y/A y ya ves que lo que salió fue bastante. Gracias por tu review y espero sigas leyendo mi fic.
Ruri- chan: Yo alzo mi mano y hasta podría dar una lista de cosas horribles para hacerle a Diana, pero no importa lo mala que puedas creer que es. no haz visto nada pero ya llegara el momento de decidir su destino ("yo puedo darte una lista de suplicios para gente que odio", no por ahora Cuauhtemoc ^_^U, discúlpenlo es que su muerte fue bastante trágica). Entiendo lo que sientes yo también siento mucho ver a mi pobrecito Yoh en esa situación TT__TT, aún más por que Y x A son de mis parejas favoritas, pero ya vez así es la vida, y prometo arreglar las cosas ("¿igual que prometiste mejorar tu over soul? ¬¬", quedamos en que después discutiríamos eso). Bueno por último solo me queda agradecer tu comentario y espero disculpes mi tardanza ("y eso que esta de vacaciones", dijiste que dejarías de regañarme*)
Y esos fueron los reviews, me extendí bastante en la contestación pero ahora si a lo que nos truje el fic.
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Cap. - 6 DIVIDE Y VENCERAS II: LA SEPARACIÓN DE LOS AMIGOS.
En la casa Asakura todos desayunaban hablando amenamente sobre lo que les había pasado en el tiempo que había trascurrido sin verse, los únicos que no hablaban eran Ana e Yoh. Len miraba preocupado a la joven, ya que veía en sus ojos una gran tristeza. A fuerza de preguntas hacían hablar a Yoh pero nadie notaba la tristeza de Ana, cómo si nadie se atrevía más que a pensar que había amanecido de mal humor.
-¿Esta es tú ultima semana de clases verdad Yoh?- pregunto Liserg.
-Sí, así es- contestó el muchacho sin ninguna otra expresión.
-Con permiso- dijo Ana levantándose sin siquiera haber probado alimento -ya me voy a la escuela- anuncio saliendo del comedor.
Ella salió de la casa y al poco rato alguien la alcanzó.
-¿Qué te pasa Ana?- preguntó Len, mientras se acercaba a la sacerdotisa.
-Len.yo- el joven la brazo cuando ella comenzaba a llorar. Luego de un rato de caminar, llegaron a las orillas del río, Ana ya estaba más tranquila, Len no quiso preguntar el motivo de su llanto pues era bastante obvio.
-Ana- comenzó a decir el muchacho mientras la abrazaba -no soporto ver que sufras, ya no llores más por él, si no entiende que lo amas olvídalo porque.porque.yo. te amo Ana.
Ana quedo impactada con la confesión de Len pero no pudo evitar pensar en las veces que había soñado que, esas mismas palabras, salían de los labios de Yoh pero no era así.
-Te dije que estarían aquí- decía Diana a Yoh, mientras ambos observaban, desde lejos, la escena de la pareja a lado del río -Ana me comentó que le gusta este lugar para venir con él joven Len- dijo mientras observaba la furia en el rostro del shaman -recuerda Yoh, te dije donde estaba para que ya no te preocupes cuando desaparezca durante horas.
El joven shaman salió corriendo del lugar sin decir una sola palabra, ¿adonde iba? No lo sabía y tampoco le interesaba.
Ana no sabía ni que decir, en verdad que esta confesión la había tomado por sorpresa, su mirada estaba fija en la del shaman, su mente era una maraña, en ella giraban el beso de Yoh, la confesión de Len y la ruptura de su compromiso.
-No puedo- murmuro Ana -no ahora, no puedo corresponderte- ella esperaba el reproche del joven pero en su lugar, recibió una sonrisa.
-Me lo imaginaba, pero si he esperado ocho años, puedo esperar más, soy paciente Ana.
-Entonces ¿lo comprendes?- el chico movió de manera afirmativa su cabeza -gracias por entenderlo- dijo levantándose, se acerco y le dio un beso en la mejilla -tengo que irme o llegare tarde- Ana se alejo mientras Len la observaba.
Miro su reloj, eran las diez de la mañana, entro en la casa, sabía que no habría nadie o a lo mucho Diana; Horo- Horo y Pilika habían salido junto con Chocolove y Liserg para distraerse un rato; tanto Yoh como Ana se encontraban en la universidad, por tanto estaba seguro de que estaría solo. Al entrar se llevo una gran sorpresa.Yoh.
-Te vi con Ana en el río- dijo Yoh con una voz tranquila.
-Lo sé- contestó Len dejando perplejo a su interlocutor -sentí tu presencia.
-Solo quiero saber ¿qué es lo que esta pasando?
-Aún te crees con derechos sobre ella ¿verdad Yoh?
Ella vio a Manta en cuanto entro en la escuela, era raro, no veía a Yoh por ninguna parte.
-Manta- dijo Ana acercándose al muchacho -¿dónde está Yoh?
-No sé- contestó -me dijo que regresaría a su casa por algo que se le olvido.
-Algo que olvido.- repitió de manera pensativa mientras entraba a clases acompañada por Manta.
En la habitación todo permanecía en silencio, los dos jóvenes se miraban, pero la pregunta hecha por el muchacho chino continuaba en el aire.
-Nunca he tenido derechos sobre Ana.
-Seamos sinceros- dijo Len -siempre te he considerado como mi amigo pero eso no cambia el hecho de que yo amo a Ana- Yoh lo miro como esperando que el chico Tao le repitiera lo que acababa de decir pero algo los interrumpió.
-¡¡¡¿QUÉ AMAS A ANA?!!!- gritó Horo-Horo, que acababa de entrar y al ver discutiendo a los dos jóvenes había decidido escuchar la conversación.
Ana vio pasar las horas, comenzó a preocuparse, Yoh no faltaba a la escuela sin pedirle antes permiso, ¿qué habría pasado con él? De pronto, a mitad de la clase, se levanto de su lugar y sin decir nada salió del salón.
-Esta preocupada por él- murmuro Manta cuando vio salir a la sacerdotisa.
Los dos jóvenes se sentían avergonzados por lo que su amigo había oído, Horo-Horo se dio cuenta y dijo a sus amigos que no se preocuparan, él no le diría nada a nadie (nadie que no debiera saberlo, claro ^_^). Después salió de la casa para reunirse con sus demás amigos, que ya lo esperaban en la clínica de Fausto, al cual habían ido a visitar (después de lo que HH había escuchado, estaba seguro de que necesitaría los servicios de Fausto). Len no quiso continuar con la platica y comenzó a caminar a la salida.
-Solo te diré una cosa- comentó Len mientras salía -, Ana ya no es tu prometida y yo voy a luchar por su amor, perdiste tú oportunidad y vaya que si tuviste muchas, de hecho me llevas bastante ventaja, pero ya verás que voy a luchar- después salió de la casa, dejando al joven Asakura completamente solo.
Ana vio de lejos salir a Len de la casa, incluso lo vio alejarse, pero la expresión que noto en su rostro la preocupo, era.odio.
-¡Yoh!- grito la sacerdotisa al entrar en la pensión Asakura, cuando ella entro, ambos se miraron. Ana estaba ahí, mucho antes de que acabaran las clases, no traía su mochila y se notaba que había corrido bastante (desde la escuela hasta ahí), Yoh, por su parte, no había ido a la escuela, se notaba en su rostro que su humor no era el mejor -¿por qué demonios faltaste a la escuela?- pregunto ella de la manera más brusca posible.
-Ya estoy harto- comento Yoh colocándose frente a Ana -estoy harto de esta situación, de sentir que somos dos extraños que el destino decidió que pasaran un tiempo juntos, de adivinar tus sentimientos, de tener que adivinar si tus ojos me reflejan frialdad, felicidad, enojo o cualquier otro sentimiento, estoy harto de ese comportamiento.
-¿Estas harto?- preguntó Ana, aún confundida por el reclamo del shaman, pero no iba a quedarse callada, no esta vez -y ¿cómo crees que me siento yo? Si somos dos desconocidos es porque nunca, nunca en tantos años juntos te has dado un minuto para conocerme, no sabes nada de mí, no puedes atreverte a criticar mi manera de ser, no te atrevas a decir que soy difícil, no te atrevas Yoh Asakura, tú no me conoces, no sabes lo que siento.
-¿Sientes?- preguntó sarcástico -por favor Ana, si eres un témpano de hielo, he llegado a creer que nadie te importa, nadie, solo tú- sus palabras la herían pero el continuó -vamos, pregúntale a cualquiera y te responderá lo mismo.
-Sé que soy fría, pero tu no sabes por que soy así, no se te ocurre más que hacerme reproches por mi carácter, y que hay de ti, nunca en tu vida haz tomado algo en serio, ni el ser shaman, ni tu vida, ni.ni a mí.
-Lo que pasa es que tú tampoco me conoces.
-Yoh ¿conoces mis sueños? Porque yo si conozco los tuyos, ¿conoces mis gustos, mis anhelos, mis planes? Porque yo si sé todo eso de ti.
-¿Cómo me pides que te conozca?- dijo Yoh tomando a Ana por sus hombros -tú vives encerrada en ti misma, conocerte es como querer descifrar un enigma.
-Por lo visto, que tu resuelvas ese enigma es mucho pedir ¿verdad?-Yoh la miro por un instante, ella tenía razón -Sé que no quieres comprenderlo, por eso te libere de esa obligación, además creo que hay alguien que si desea descubrirlo.
-¿Hablas de Len?- pregunto Yoh mirándola a los ojos pero Ana solo disimulaba cualquier sentimiento.
-No tenemos porque seguir con esto, ya hemos hablado suficiente y.ya escuche demasiado.
-No me contestaste y ese es nuestro problema- dijo Yoh deteniéndola -creemos que una sílaba son muchas palabras, yo no se como hablarte.
-Y yo- continuó Ana -no sé si debo escucharte.
-Eso quiere decir que no hay esperanza, nunca podrá haber una relación si no sabemos hablar ni escuchar.
-Así es.no hay esperanza para nosotros, por que no hablamos nunca.
-Y jamás nos escuchamos- termino de decir mientras veía a Ana dirigirse a su habitación.
-Es por eso que no hay esperanza para el amor que siento por ti- dijo cada uno sin que el otro pudiera escucharlo.
Una fuerte discusión se escuchaba, Yoh no podía entender las palabras pero reconoció las voces que se acercaban más y más hasta la puerta de la casa Asakura. La puerta se abrió y él se dio cuenta de que no se había equivocado, efectivamente se trataba de Horo-Horo, Liserg, Pilika, Chocolove, Fausto, Manta y.Ryu (a este último lo habían encontrado en la clínica de Fausto). Conforme las voces se acercaban llegó a comprender lo que decían:
-Yo pienso que Len es un malvado al aprovecharse de la situación de don Yoh y doña Ana- decía Ryu levantando la voz, mientras Tokageroh discutía junto con los otros espíritus la razón que tenía.
-Estoy de acuerdo contigo- comento Fusto.
-Como pueden decir eso, era normal que Len quiera conquistarla, Yoh ya tuvo muchas oportunidades y si no las tomo ni modo y no lo culpo, quien hiba soportar ese carácter, solo el extraño de Len puede soportarlo- extenuó Horo-Horo mientras detrás de él se veía a Koloro congelar a Tokageroh..
-En lo que corresponde a las oportunidades tienes razón, tal vez ya sea hora de que Len pruebe su suerte- dijo Liserg. Entre tanto Tokageroh perseguía a Koloro y Morphin.
-Pues yo pienso que en esos asuntos el primero que da un paso gana y esta vez le toco al chinito- comento Chocolove. Mientras Nic se reía de la pelea de los otros espíritus.
-Ya dejen de hablar así- ordenó Pilika notablemente enfadada, atrapando a Koloro, el cual le hacia gestos extraños a Tokageroh -todavía falta saber cuales son los sentimientos de Ana yo creo que a ninguno de ustedes le corresponde hablar sobre este tema.
-Buenas Noches- dijo Yoh acercándose al grupo que no se había percatado de su presencia.
-¡AAAHHHHHHH!- gritaron al unísono cuando se dieron cuenta de que su conversación la había escuchado uno de los aludidos -Buenas Noches- dijeron avergonzados pues con su grito casi matan al joven Asakura de un susto. Un pequeño Amydamaru se reunía con los otros para enterarse de lo que habían estado hablando los shamanes.
-Me da gusto volver a verte Ryu, y que bueno que tuviste tiempo de venir Fausto- comentó el shaman saliendo de la sorpresa que le habían dado sus amigos con ese grito.
-Yoh nosotros- comenzó a decir Liserg aun ruborizado por la situación pero la entrada de alguien los interrumpió.
-Buenas Noches a todos- dijo Diana que acababa de entrar en la casa.
-Que bueno que ya llegaste- dijo Yoh dirigiéndose a la chica -Ryu, Fausto- menciono centrando su atención en estos -como ustedes acaban de llegar no la conocen ella es Diana Kiouyama.
-Mucho gusto- dijeron ambos.
-¿Kiouyama?- preguntó Ryu.
-Sí- interrumpió una voz detrás de ellos -es mi prima- al verla tanto Fausto como Ryu se dirigieron hacia Ana para saludarla.
Todos entraron al comedor, los espíritus se reunieron en un rincón para continuar discutiendo y mientras Diana servia la cena llego Len, todos lo miraron aunque Ryu, Fausto e Yoh, lo hacían con una expresión de pocos amigos que el chino noto de inmediato. Basón fue a reunirse con sus compañeros pero se dio cuenta de cómo era ignorado por Amydamaru y Tokageroh. Apenas se habían sentado a cenar cuando llego Manta con la mochila de Ana (N. de A: se acuerdan que Ana regresó a la casa sin sus cosas ¿verdad?), después de saludar a sus amigos se sentó junto con ellos. Una vez que todos se encontraban en la mesa comenzaron a cenar y todo paso sin conversaciones ni nada haciendo el momento bastante tenso.
-Me voy a dormir- dijo Ana en cuanto termino sus alimentos y mientras se levantaba de su lugar -que duerman bien- comento desde el pasillo.
-Yoh- hablo Diana -¿van a necesitar algo más?
-No Diana, gracias.
-Entonces yo también me voy a dormir con su permiso- comento para después retirarse.
Una vez que éstas se retiraron, todos quedaron en un incomodo silencio, Pilika lo noto y también se retiro no sin antes decirles algunas palabras.
-No pueden hablar en paz estando yo aquí ¿verdad?- dijo de manera molesta -bueno me voy para que puedan seguir discutiendo del destino de Ana como si ella fuera un objeto, ¡tontos!- dijo con fuerza cuando paso junto a Yoh y Len "yo también soy un objeto" pensó con tristeza.
-¿De que esta hablando tu hermana? ¬¬*- preguntó Len a Horo-Horo, adivinando que la indiscreción de este ya había informado a todos de la situación.
-Pues tú sabes Len.todos somos amigos así que yo pues.les conté a todos^_^U- dijo el joven con algo de nerviosismo.
-Si- comenzó a decir Ryu -no tiene nada de malo que nos enteremos de cómo tratas de quitarle su prometida a don Yoh.
-Ya no es su prometida- interrumpió Chocolove.
-No- continuó Fausto -pero eso aún no es definitivo.
-Hay como no va a ser definitivo, ella se lo pidió a Yoh y él no tiene por que estarle rogando a esa fiera- dijo Horo-Horo.
-Ana no es ninguna fiera- exclamo enojado Len.
-Len tiene razón- dijo Yoh -pero yo puedo defenderla sin su ayuda.
-Don Yoh tiene razón- declaro Ryu.
-Tu callado copetón- dijo Horo-Horo.
-Cálmense- dijo Liserg -pero tanto tú como Len pueden defender a la srta. Ana. De pronto comenzaron los gritos por parte de todos mientras Manta los observaba.
-¡Basta!- grito Manta exasperado por la pelea de todos contra todos. Todos lo miraron avergonzados, aunque Ryu aún continuaba ahorcando a Horo-Horo -nosotros no tenemos porque meternos en sus vidas y menos andar peleando y gritando como locos, con su permiso me voy a mi casa.
Todos observaron a Manta levantarse de la mesa y salir, el joven no podía creer que hubiera tantos problemas ahora que por fin todos habían vuelto a verse, se dirigió hacia la puerta y en cuanto la cerro volvió a escuchar el mismo escándalo, otra vez todos estaban peleando, así que suspiro resignado y se dirigió a su casa.
Ana se encontraba recostada en su cama, se sentía cansada pero no podía dormir, solo había bajado para disimular con todos pero desde su discusión con Yoh no había hecho otra cosa que llorar, de pronto sintió como un pesado sueño se apoderaba de ella, sus párpados se cerraron y una lagrima quedo en su mejilla.
-Pero que débil te ha vuelto ese niño querida prima- comento Diana mientras observaba a la sacerdotisa que dormía.
-Este es el momento- ordenó la voz de Hao desde el rosario.
-Sí sr. Hao- dijo Diana mientras retiraba del rosario de Ana, que yacía en un buró junto a su cama, 2 esferas y colocaba 2 de las negras esferas que tenia en el rosario desde donde salia la voz, apenas las colocó estas tomaron el mismo color azul de la otras -ya está hecho, duerme bien prima- dijo mientras salía, apenas cerro la puerta, Ana despertó sobresaltada.
-¡HAO!- grito angustiada, miro alrededor de su habitación pero no vio nada -juraría que era su presencia- murmuro para sí antes de recostarse de nuevo -nunca podría olvidar esa presencia pero.solo fue mi imaginación- dijo para después quedarse dormida de nuevo.
Después de la fuerte contienda en el comedor de los Asakura, todos decidieron irse retirando Fausto se fue a su clínica y los demás se fueron a sus habitaciones hasta que solo quedaron Ryu y Horo-Horo, que se quedaron dormidos en la mesa, después de un empate en una competencia de insultos.
Todo quedo en silencio pero no en la habitación de Diana.
-¿Estás lista?- preguntó Hao.
-Si mi Sr. Y voy a comenzar- tomo el rosario y lo coloco en el centro de una estrella que había dibujado en el suelo -invoco a la esencia del shaman más poderoso que ha existido, que el gran Hao me brinde el poder suficiente para controlar el cuerpo, el espíritu y la mente de la sacerdotisa. Kiouyama Ana.
La estrella comenzó a brillar junto con el rosario.
En la habitación de Ana.
Las dos perlas del rosario de Ana, que antes estaban en el de su prima, comenzaron a brillar, y así lo hicieron las demás. Ana abrió sus ojos pero su mirada se vía perdida, tomo el rosario se lo colocó y después se levanto de su cama con lentitud.
-Me está llamando- murmuro con voz leve -el.el gran Hao.me esta llamando- dijo como si le costara trabajo hablar, se levantó y se dirigió hacia la puerta para después salir.
En la habitación de Diana.
-Ya viene- dijo la voz del rosario -hay que indicarle lo que tiene que hacer, ¡anda muévete!- ordenó, la chica tomo el rosario y después salió de su habitación.
Yoh despertó sobresaltado y respirando agitadamente, se sentía intranquilo, solo tenía algo en mente.Ana.
Se levanto y se dirigió velozmente a la habitación de la sacerdotisa, llamo varias veces pero como no le habría ni le contestaba, entro pero no encontró a nadie. Salió de la habitación y la busco por toda la casa al llegar a la puerta la vio que regresaba de la calle, ella caminaba con pasos muy lentos.
-Ana ¿a dónde fuiste a esta hora?- pero por contestación recibió solo silencio, pensó que ella no quería contestarle e iba a dejarla continuar pero noto que su mirada no era la misma, sus ojos estaban fijos, y su rostro esta vez si era completamente inexpresivo, en verdad él jamás había visto esa expresión en la sacerdotisa -Ana ¿que tienes?
-Ya comencé con lo que.me pidió- murmuro y después se desmayo en los brazos de Yoh.
La oscuridad la rodeaba completamente pero de pronto se encontró con la mirada de Yoh.
-¿Qué demonios haces en mi habitación?- preguntó Ana incorporándose en su cama y mirando furiosa al shaman, el cual la observaba de pie a un lado de la cama de la sacerdotisa.
-Y tu ¿qué hacías afuera de la casa a esta hora?
-¿Yo a fuera?- le preguntó incrédula -¿te volviste loco?
-Ana te vi cuando entrabas pero parecía como si estuvieras dormida, de pronto te desmayaste y yo.me asuste.
-Yoh yo no recuerdo nada- por un momento los dos se miraron, Ana sentía latir su corazón tan fuerte que le faltaba el aire, sus mejillas se sonrojaron y las del shaman también.
-Bueno, ya me voy- dijo Yoh dando la vuelta -buenas no.
-¡Espera!- le interrumpió Ana -por favor Yoh, no te vayas- a él le sorprendió aquella suplica, regreso con la chica y la abrazo, se dio cuenta de que ella estaba temblando, nunca la había visto tan asustada.
Ana no podía creer que estuviera en los brazos de Yoh, ni en sus sueños más lejanos había imaginado aquel momento, de pronto todo el miedo que sentía desapareció con aquel tierno abrazo y se sintió más segura que nunca y poco a poco, en el tibio abrazo pudo conciliar el sueño.
Diana regresaba a su habitación, trataba de hacer el menor ruido posible pero al llegar al pasillo frente a la cocina se encontró con alguien.
-Horo-Horo- dijo sorprendida la chica -¿qué haces despierto?
-No de hecho acabo de despertar- dijo estirando sus brazos -, me quede dormido en el comedor.
-¿Pero que hacías en el comedor?
-Estaba peleando con Ryu pero no sé porque nos quedamos dormidos, aunque estoy seguro de que yo gane.
-Es lo más seguro.- contestó ella con una pequeña sonrisa.
-Y tu que me dices ¿qué haces despierta tan tarde?
-Solo salí a tomar un poco de aire.
-Ya comprendo, buenas noches.
-Oye no le digas a nadie que me viste ¿sí?
-Como quieras.
-¿No me preguntas por qué?- preguntó sorprendida.
-No, si no quieres que lo diga esta bien, además yo haría lo que fuera por ti- comentó con una bella sonrisa.
-Gracias- murmuro mientras se alejaba en las tinieblas de la casa -ojala te hubiera conocido antes Horo-Horo- murmuro con tristeza -Horo- Horo- le llamo ella -ahora lo mejor para ti sería que te alejaras de mí.
El joven no comprendió aquella aseveración de la joven así que continuo con el camino a su habitación.
Lentamente abrió sus ojos, nunca pensó que se pudiera dormir tan plácidamente, giro su vista hacia su izquierda y la vio, Ana aún estaba completamente dormida, nunca la había visto tan indefensa, tan delicada. Estuvo a punto de acariciar el rostro de la joven pero algo lo detuvo, ¿qué tal si ella despertaba?, prefirió soportar el impulso de acariciarla y siguió contemplando a la bella sacerdotisa que ahora dormía ante el cuidado de su mirada, "quisiera estar aquí para siempre", pensó Yoh mientras la miraba, "es imposible" declaro con un sentimiento de dolor "somos muy distintos, no funcionaria ¿o si?". El contemplo el rostro de Ana, a pesar de haber pasado ya tanto desde que se conocían, parecía que lo único que había cambiado era la apariencia de ambos pero él solo podía pensar en lo mucho que.ese pensamiento lo sorprendió "lo mucho que deseo despertar todas las mañanas y ver esta misma imagen, es verdad, deseo abrir mis ojos y verla dormida, tranquila, feliz, a mi lado." Ante esa idea se sonrojo mientras la miraba.
Ana abrió lentamente sus ojos y se encontró con el shaman, ninguno de los dos podía pronunciar una sola palabra pero el shaman rompió el silencio.
-Ana dime lo que paso contigo anoche ¿por qué estabas tan asustada?
-Por nada- contesto evadiendo la mirada del joven -solo estaba sonámbula eso es todo.
-¿Vamos a empezar otra vez con problemas?
-¿A que te refieres?
-¿Tu no te asustarías por una tontería como esa?
-Es que soy muy tonta y además no me gusta que nadie se meta en mis asuntos.
-Como quieras, yo no te seguiré suplicando que me hables ni que me tengas confianza, ya me cansé de esto- dijo Yoh enojado mientras se levantaba y se dirigía a la puerta -ya me cansé de ti- dijo mientras cerraba la puerta enojado.
Camino hasta su habitación mientras era vigilado por Diana.
-No te preocupes Yoh, yo me encargare de que te separes de ella definitivamente- dijo la chica que lo observaba escondida desde un rincón.
------------------- CONTINUARA --------------------
Por este capitulo eso es todo, espero que les haya gustado, ya saben sus opiniones para eso están los reviews, respecto a Diana, vayan pensando en que hacer con ella ya que les pediré su respuesta después del cap. 8 o 9, aún no lo he decidido, así que tienen tiempo de pensar, les pediría que la entendieran , pero si hasta yo la odio, bueno. ¿qué les iba a decir más? ("ibas a hablarles sobre lo del capitulo 5", ah si, es verdad que razón tiene mi muy adorado Yoh al decir que tener un espíritu acompañante sirve para muchas cosas).
Bueno quería dar una breve explicación de la razón para realizar dicho capitulo.
Mi s razones enumeradas hasta el diez, de la 1 a la 8 AMO A YOH TANTO QUE HASTA SU TIERNA INFANCIA LA AMO ("por favor da razones más sólidas").
Como sabía que Cuauhtemoc diría eso deje las otras dos razones.
No. 9- Siempre me preguntaba como habría sido la forma en que Yoh y Ana se conocieron así que decidí contestarme, y escribí algunos recuerdos que se supone tienen ellos.
No. 10- No escribí el capitulo solo como un relleno, al contario, solo eran fragmentos que irían incluidos dentro del capitulo 4 pero me di cuenta que interrumpían demasiado con este y lo hacían demasiado largo, por lo tanto se transformo en un capitulo, espero les haya gustado.
Bueno, eso es todo hay nos estamos leyendo.
Keiko_sk: me alegra mucho que te haya gustado el capitulo anterior, ¿sabes? A pesar de que la historia se queda un poco estancada me gustó mucho y disfrute mucho escribiéndolo. Por cierto, quiero agradecerte por acompañarme a lo largo de mi fic, siento la tardanza de este capitulo pero espero que te guste tanto como el anterior, si se puede más ^_^, y seguir recibiendo tus reviews.
Ana K- chan: que bueno que te gusta mi fic y sobre todo el capitulo, disculpa que este haya tardado tanto pero tuve muchos problemas para darle los últimos detalles, ojala pueda seguir contando con tu apoyo.
Lady_hannita: si, yo también pensé que el capitulo no avanzaba mucho la historia ("se sincera no la avanzó en nada") ah, esa interrupción entre "" es mi espíritu acompañante, su nombre es Cuauhtemoc, y la verdad tiene razón T_T, pero al grano, lo que paso es que deseaba mucho escribir un poco del pasado de Y/A y ya ves que lo que salió fue bastante. Gracias por tu review y espero sigas leyendo mi fic.
Ruri- chan: Yo alzo mi mano y hasta podría dar una lista de cosas horribles para hacerle a Diana, pero no importa lo mala que puedas creer que es. no haz visto nada pero ya llegara el momento de decidir su destino ("yo puedo darte una lista de suplicios para gente que odio", no por ahora Cuauhtemoc ^_^U, discúlpenlo es que su muerte fue bastante trágica). Entiendo lo que sientes yo también siento mucho ver a mi pobrecito Yoh en esa situación TT__TT, aún más por que Y x A son de mis parejas favoritas, pero ya vez así es la vida, y prometo arreglar las cosas ("¿igual que prometiste mejorar tu over soul? ¬¬", quedamos en que después discutiríamos eso). Bueno por último solo me queda agradecer tu comentario y espero disculpes mi tardanza ("y eso que esta de vacaciones", dijiste que dejarías de regañarme*)
Y esos fueron los reviews, me extendí bastante en la contestación pero ahora si a lo que nos truje el fic.
.
Cap. - 6 DIVIDE Y VENCERAS II: LA SEPARACIÓN DE LOS AMIGOS.
En la casa Asakura todos desayunaban hablando amenamente sobre lo que les había pasado en el tiempo que había trascurrido sin verse, los únicos que no hablaban eran Ana e Yoh. Len miraba preocupado a la joven, ya que veía en sus ojos una gran tristeza. A fuerza de preguntas hacían hablar a Yoh pero nadie notaba la tristeza de Ana, cómo si nadie se atrevía más que a pensar que había amanecido de mal humor.
-¿Esta es tú ultima semana de clases verdad Yoh?- pregunto Liserg.
-Sí, así es- contestó el muchacho sin ninguna otra expresión.
-Con permiso- dijo Ana levantándose sin siquiera haber probado alimento -ya me voy a la escuela- anuncio saliendo del comedor.
Ella salió de la casa y al poco rato alguien la alcanzó.
-¿Qué te pasa Ana?- preguntó Len, mientras se acercaba a la sacerdotisa.
-Len.yo- el joven la brazo cuando ella comenzaba a llorar. Luego de un rato de caminar, llegaron a las orillas del río, Ana ya estaba más tranquila, Len no quiso preguntar el motivo de su llanto pues era bastante obvio.
-Ana- comenzó a decir el muchacho mientras la abrazaba -no soporto ver que sufras, ya no llores más por él, si no entiende que lo amas olvídalo porque.porque.yo. te amo Ana.
Ana quedo impactada con la confesión de Len pero no pudo evitar pensar en las veces que había soñado que, esas mismas palabras, salían de los labios de Yoh pero no era así.
-Te dije que estarían aquí- decía Diana a Yoh, mientras ambos observaban, desde lejos, la escena de la pareja a lado del río -Ana me comentó que le gusta este lugar para venir con él joven Len- dijo mientras observaba la furia en el rostro del shaman -recuerda Yoh, te dije donde estaba para que ya no te preocupes cuando desaparezca durante horas.
El joven shaman salió corriendo del lugar sin decir una sola palabra, ¿adonde iba? No lo sabía y tampoco le interesaba.
Ana no sabía ni que decir, en verdad que esta confesión la había tomado por sorpresa, su mirada estaba fija en la del shaman, su mente era una maraña, en ella giraban el beso de Yoh, la confesión de Len y la ruptura de su compromiso.
-No puedo- murmuro Ana -no ahora, no puedo corresponderte- ella esperaba el reproche del joven pero en su lugar, recibió una sonrisa.
-Me lo imaginaba, pero si he esperado ocho años, puedo esperar más, soy paciente Ana.
-Entonces ¿lo comprendes?- el chico movió de manera afirmativa su cabeza -gracias por entenderlo- dijo levantándose, se acerco y le dio un beso en la mejilla -tengo que irme o llegare tarde- Ana se alejo mientras Len la observaba.
Miro su reloj, eran las diez de la mañana, entro en la casa, sabía que no habría nadie o a lo mucho Diana; Horo- Horo y Pilika habían salido junto con Chocolove y Liserg para distraerse un rato; tanto Yoh como Ana se encontraban en la universidad, por tanto estaba seguro de que estaría solo. Al entrar se llevo una gran sorpresa.Yoh.
-Te vi con Ana en el río- dijo Yoh con una voz tranquila.
-Lo sé- contestó Len dejando perplejo a su interlocutor -sentí tu presencia.
-Solo quiero saber ¿qué es lo que esta pasando?
-Aún te crees con derechos sobre ella ¿verdad Yoh?
Ella vio a Manta en cuanto entro en la escuela, era raro, no veía a Yoh por ninguna parte.
-Manta- dijo Ana acercándose al muchacho -¿dónde está Yoh?
-No sé- contestó -me dijo que regresaría a su casa por algo que se le olvido.
-Algo que olvido.- repitió de manera pensativa mientras entraba a clases acompañada por Manta.
En la habitación todo permanecía en silencio, los dos jóvenes se miraban, pero la pregunta hecha por el muchacho chino continuaba en el aire.
-Nunca he tenido derechos sobre Ana.
-Seamos sinceros- dijo Len -siempre te he considerado como mi amigo pero eso no cambia el hecho de que yo amo a Ana- Yoh lo miro como esperando que el chico Tao le repitiera lo que acababa de decir pero algo los interrumpió.
-¡¡¡¿QUÉ AMAS A ANA?!!!- gritó Horo-Horo, que acababa de entrar y al ver discutiendo a los dos jóvenes había decidido escuchar la conversación.
Ana vio pasar las horas, comenzó a preocuparse, Yoh no faltaba a la escuela sin pedirle antes permiso, ¿qué habría pasado con él? De pronto, a mitad de la clase, se levanto de su lugar y sin decir nada salió del salón.
-Esta preocupada por él- murmuro Manta cuando vio salir a la sacerdotisa.
Los dos jóvenes se sentían avergonzados por lo que su amigo había oído, Horo-Horo se dio cuenta y dijo a sus amigos que no se preocuparan, él no le diría nada a nadie (nadie que no debiera saberlo, claro ^_^). Después salió de la casa para reunirse con sus demás amigos, que ya lo esperaban en la clínica de Fausto, al cual habían ido a visitar (después de lo que HH había escuchado, estaba seguro de que necesitaría los servicios de Fausto). Len no quiso continuar con la platica y comenzó a caminar a la salida.
-Solo te diré una cosa- comentó Len mientras salía -, Ana ya no es tu prometida y yo voy a luchar por su amor, perdiste tú oportunidad y vaya que si tuviste muchas, de hecho me llevas bastante ventaja, pero ya verás que voy a luchar- después salió de la casa, dejando al joven Asakura completamente solo.
Ana vio de lejos salir a Len de la casa, incluso lo vio alejarse, pero la expresión que noto en su rostro la preocupo, era.odio.
-¡Yoh!- grito la sacerdotisa al entrar en la pensión Asakura, cuando ella entro, ambos se miraron. Ana estaba ahí, mucho antes de que acabaran las clases, no traía su mochila y se notaba que había corrido bastante (desde la escuela hasta ahí), Yoh, por su parte, no había ido a la escuela, se notaba en su rostro que su humor no era el mejor -¿por qué demonios faltaste a la escuela?- pregunto ella de la manera más brusca posible.
-Ya estoy harto- comento Yoh colocándose frente a Ana -estoy harto de esta situación, de sentir que somos dos extraños que el destino decidió que pasaran un tiempo juntos, de adivinar tus sentimientos, de tener que adivinar si tus ojos me reflejan frialdad, felicidad, enojo o cualquier otro sentimiento, estoy harto de ese comportamiento.
-¿Estas harto?- preguntó Ana, aún confundida por el reclamo del shaman, pero no iba a quedarse callada, no esta vez -y ¿cómo crees que me siento yo? Si somos dos desconocidos es porque nunca, nunca en tantos años juntos te has dado un minuto para conocerme, no sabes nada de mí, no puedes atreverte a criticar mi manera de ser, no te atrevas a decir que soy difícil, no te atrevas Yoh Asakura, tú no me conoces, no sabes lo que siento.
-¿Sientes?- preguntó sarcástico -por favor Ana, si eres un témpano de hielo, he llegado a creer que nadie te importa, nadie, solo tú- sus palabras la herían pero el continuó -vamos, pregúntale a cualquiera y te responderá lo mismo.
-Sé que soy fría, pero tu no sabes por que soy así, no se te ocurre más que hacerme reproches por mi carácter, y que hay de ti, nunca en tu vida haz tomado algo en serio, ni el ser shaman, ni tu vida, ni.ni a mí.
-Lo que pasa es que tú tampoco me conoces.
-Yoh ¿conoces mis sueños? Porque yo si conozco los tuyos, ¿conoces mis gustos, mis anhelos, mis planes? Porque yo si sé todo eso de ti.
-¿Cómo me pides que te conozca?- dijo Yoh tomando a Ana por sus hombros -tú vives encerrada en ti misma, conocerte es como querer descifrar un enigma.
-Por lo visto, que tu resuelvas ese enigma es mucho pedir ¿verdad?-Yoh la miro por un instante, ella tenía razón -Sé que no quieres comprenderlo, por eso te libere de esa obligación, además creo que hay alguien que si desea descubrirlo.
-¿Hablas de Len?- pregunto Yoh mirándola a los ojos pero Ana solo disimulaba cualquier sentimiento.
-No tenemos porque seguir con esto, ya hemos hablado suficiente y.ya escuche demasiado.
-No me contestaste y ese es nuestro problema- dijo Yoh deteniéndola -creemos que una sílaba son muchas palabras, yo no se como hablarte.
-Y yo- continuó Ana -no sé si debo escucharte.
-Eso quiere decir que no hay esperanza, nunca podrá haber una relación si no sabemos hablar ni escuchar.
-Así es.no hay esperanza para nosotros, por que no hablamos nunca.
-Y jamás nos escuchamos- termino de decir mientras veía a Ana dirigirse a su habitación.
-Es por eso que no hay esperanza para el amor que siento por ti- dijo cada uno sin que el otro pudiera escucharlo.
Una fuerte discusión se escuchaba, Yoh no podía entender las palabras pero reconoció las voces que se acercaban más y más hasta la puerta de la casa Asakura. La puerta se abrió y él se dio cuenta de que no se había equivocado, efectivamente se trataba de Horo-Horo, Liserg, Pilika, Chocolove, Fausto, Manta y.Ryu (a este último lo habían encontrado en la clínica de Fausto). Conforme las voces se acercaban llegó a comprender lo que decían:
-Yo pienso que Len es un malvado al aprovecharse de la situación de don Yoh y doña Ana- decía Ryu levantando la voz, mientras Tokageroh discutía junto con los otros espíritus la razón que tenía.
-Estoy de acuerdo contigo- comento Fusto.
-Como pueden decir eso, era normal que Len quiera conquistarla, Yoh ya tuvo muchas oportunidades y si no las tomo ni modo y no lo culpo, quien hiba soportar ese carácter, solo el extraño de Len puede soportarlo- extenuó Horo-Horo mientras detrás de él se veía a Koloro congelar a Tokageroh..
-En lo que corresponde a las oportunidades tienes razón, tal vez ya sea hora de que Len pruebe su suerte- dijo Liserg. Entre tanto Tokageroh perseguía a Koloro y Morphin.
-Pues yo pienso que en esos asuntos el primero que da un paso gana y esta vez le toco al chinito- comento Chocolove. Mientras Nic se reía de la pelea de los otros espíritus.
-Ya dejen de hablar así- ordenó Pilika notablemente enfadada, atrapando a Koloro, el cual le hacia gestos extraños a Tokageroh -todavía falta saber cuales son los sentimientos de Ana yo creo que a ninguno de ustedes le corresponde hablar sobre este tema.
-Buenas Noches- dijo Yoh acercándose al grupo que no se había percatado de su presencia.
-¡AAAHHHHHHH!- gritaron al unísono cuando se dieron cuenta de que su conversación la había escuchado uno de los aludidos -Buenas Noches- dijeron avergonzados pues con su grito casi matan al joven Asakura de un susto. Un pequeño Amydamaru se reunía con los otros para enterarse de lo que habían estado hablando los shamanes.
-Me da gusto volver a verte Ryu, y que bueno que tuviste tiempo de venir Fausto- comentó el shaman saliendo de la sorpresa que le habían dado sus amigos con ese grito.
-Yoh nosotros- comenzó a decir Liserg aun ruborizado por la situación pero la entrada de alguien los interrumpió.
-Buenas Noches a todos- dijo Diana que acababa de entrar en la casa.
-Que bueno que ya llegaste- dijo Yoh dirigiéndose a la chica -Ryu, Fausto- menciono centrando su atención en estos -como ustedes acaban de llegar no la conocen ella es Diana Kiouyama.
-Mucho gusto- dijeron ambos.
-¿Kiouyama?- preguntó Ryu.
-Sí- interrumpió una voz detrás de ellos -es mi prima- al verla tanto Fausto como Ryu se dirigieron hacia Ana para saludarla.
Todos entraron al comedor, los espíritus se reunieron en un rincón para continuar discutiendo y mientras Diana servia la cena llego Len, todos lo miraron aunque Ryu, Fausto e Yoh, lo hacían con una expresión de pocos amigos que el chino noto de inmediato. Basón fue a reunirse con sus compañeros pero se dio cuenta de cómo era ignorado por Amydamaru y Tokageroh. Apenas se habían sentado a cenar cuando llego Manta con la mochila de Ana (N. de A: se acuerdan que Ana regresó a la casa sin sus cosas ¿verdad?), después de saludar a sus amigos se sentó junto con ellos. Una vez que todos se encontraban en la mesa comenzaron a cenar y todo paso sin conversaciones ni nada haciendo el momento bastante tenso.
-Me voy a dormir- dijo Ana en cuanto termino sus alimentos y mientras se levantaba de su lugar -que duerman bien- comento desde el pasillo.
-Yoh- hablo Diana -¿van a necesitar algo más?
-No Diana, gracias.
-Entonces yo también me voy a dormir con su permiso- comento para después retirarse.
Una vez que éstas se retiraron, todos quedaron en un incomodo silencio, Pilika lo noto y también se retiro no sin antes decirles algunas palabras.
-No pueden hablar en paz estando yo aquí ¿verdad?- dijo de manera molesta -bueno me voy para que puedan seguir discutiendo del destino de Ana como si ella fuera un objeto, ¡tontos!- dijo con fuerza cuando paso junto a Yoh y Len "yo también soy un objeto" pensó con tristeza.
-¿De que esta hablando tu hermana? ¬¬*- preguntó Len a Horo-Horo, adivinando que la indiscreción de este ya había informado a todos de la situación.
-Pues tú sabes Len.todos somos amigos así que yo pues.les conté a todos^_^U- dijo el joven con algo de nerviosismo.
-Si- comenzó a decir Ryu -no tiene nada de malo que nos enteremos de cómo tratas de quitarle su prometida a don Yoh.
-Ya no es su prometida- interrumpió Chocolove.
-No- continuó Fausto -pero eso aún no es definitivo.
-Hay como no va a ser definitivo, ella se lo pidió a Yoh y él no tiene por que estarle rogando a esa fiera- dijo Horo-Horo.
-Ana no es ninguna fiera- exclamo enojado Len.
-Len tiene razón- dijo Yoh -pero yo puedo defenderla sin su ayuda.
-Don Yoh tiene razón- declaro Ryu.
-Tu callado copetón- dijo Horo-Horo.
-Cálmense- dijo Liserg -pero tanto tú como Len pueden defender a la srta. Ana. De pronto comenzaron los gritos por parte de todos mientras Manta los observaba.
-¡Basta!- grito Manta exasperado por la pelea de todos contra todos. Todos lo miraron avergonzados, aunque Ryu aún continuaba ahorcando a Horo-Horo -nosotros no tenemos porque meternos en sus vidas y menos andar peleando y gritando como locos, con su permiso me voy a mi casa.
Todos observaron a Manta levantarse de la mesa y salir, el joven no podía creer que hubiera tantos problemas ahora que por fin todos habían vuelto a verse, se dirigió hacia la puerta y en cuanto la cerro volvió a escuchar el mismo escándalo, otra vez todos estaban peleando, así que suspiro resignado y se dirigió a su casa.
Ana se encontraba recostada en su cama, se sentía cansada pero no podía dormir, solo había bajado para disimular con todos pero desde su discusión con Yoh no había hecho otra cosa que llorar, de pronto sintió como un pesado sueño se apoderaba de ella, sus párpados se cerraron y una lagrima quedo en su mejilla.
-Pero que débil te ha vuelto ese niño querida prima- comento Diana mientras observaba a la sacerdotisa que dormía.
-Este es el momento- ordenó la voz de Hao desde el rosario.
-Sí sr. Hao- dijo Diana mientras retiraba del rosario de Ana, que yacía en un buró junto a su cama, 2 esferas y colocaba 2 de las negras esferas que tenia en el rosario desde donde salia la voz, apenas las colocó estas tomaron el mismo color azul de la otras -ya está hecho, duerme bien prima- dijo mientras salía, apenas cerro la puerta, Ana despertó sobresaltada.
-¡HAO!- grito angustiada, miro alrededor de su habitación pero no vio nada -juraría que era su presencia- murmuro para sí antes de recostarse de nuevo -nunca podría olvidar esa presencia pero.solo fue mi imaginación- dijo para después quedarse dormida de nuevo.
Después de la fuerte contienda en el comedor de los Asakura, todos decidieron irse retirando Fausto se fue a su clínica y los demás se fueron a sus habitaciones hasta que solo quedaron Ryu y Horo-Horo, que se quedaron dormidos en la mesa, después de un empate en una competencia de insultos.
Todo quedo en silencio pero no en la habitación de Diana.
-¿Estás lista?- preguntó Hao.
-Si mi Sr. Y voy a comenzar- tomo el rosario y lo coloco en el centro de una estrella que había dibujado en el suelo -invoco a la esencia del shaman más poderoso que ha existido, que el gran Hao me brinde el poder suficiente para controlar el cuerpo, el espíritu y la mente de la sacerdotisa. Kiouyama Ana.
La estrella comenzó a brillar junto con el rosario.
En la habitación de Ana.
Las dos perlas del rosario de Ana, que antes estaban en el de su prima, comenzaron a brillar, y así lo hicieron las demás. Ana abrió sus ojos pero su mirada se vía perdida, tomo el rosario se lo colocó y después se levanto de su cama con lentitud.
-Me está llamando- murmuro con voz leve -el.el gran Hao.me esta llamando- dijo como si le costara trabajo hablar, se levantó y se dirigió hacia la puerta para después salir.
En la habitación de Diana.
-Ya viene- dijo la voz del rosario -hay que indicarle lo que tiene que hacer, ¡anda muévete!- ordenó, la chica tomo el rosario y después salió de su habitación.
Yoh despertó sobresaltado y respirando agitadamente, se sentía intranquilo, solo tenía algo en mente.Ana.
Se levanto y se dirigió velozmente a la habitación de la sacerdotisa, llamo varias veces pero como no le habría ni le contestaba, entro pero no encontró a nadie. Salió de la habitación y la busco por toda la casa al llegar a la puerta la vio que regresaba de la calle, ella caminaba con pasos muy lentos.
-Ana ¿a dónde fuiste a esta hora?- pero por contestación recibió solo silencio, pensó que ella no quería contestarle e iba a dejarla continuar pero noto que su mirada no era la misma, sus ojos estaban fijos, y su rostro esta vez si era completamente inexpresivo, en verdad él jamás había visto esa expresión en la sacerdotisa -Ana ¿que tienes?
-Ya comencé con lo que.me pidió- murmuro y después se desmayo en los brazos de Yoh.
La oscuridad la rodeaba completamente pero de pronto se encontró con la mirada de Yoh.
-¿Qué demonios haces en mi habitación?- preguntó Ana incorporándose en su cama y mirando furiosa al shaman, el cual la observaba de pie a un lado de la cama de la sacerdotisa.
-Y tu ¿qué hacías afuera de la casa a esta hora?
-¿Yo a fuera?- le preguntó incrédula -¿te volviste loco?
-Ana te vi cuando entrabas pero parecía como si estuvieras dormida, de pronto te desmayaste y yo.me asuste.
-Yoh yo no recuerdo nada- por un momento los dos se miraron, Ana sentía latir su corazón tan fuerte que le faltaba el aire, sus mejillas se sonrojaron y las del shaman también.
-Bueno, ya me voy- dijo Yoh dando la vuelta -buenas no.
-¡Espera!- le interrumpió Ana -por favor Yoh, no te vayas- a él le sorprendió aquella suplica, regreso con la chica y la abrazo, se dio cuenta de que ella estaba temblando, nunca la había visto tan asustada.
Ana no podía creer que estuviera en los brazos de Yoh, ni en sus sueños más lejanos había imaginado aquel momento, de pronto todo el miedo que sentía desapareció con aquel tierno abrazo y se sintió más segura que nunca y poco a poco, en el tibio abrazo pudo conciliar el sueño.
Diana regresaba a su habitación, trataba de hacer el menor ruido posible pero al llegar al pasillo frente a la cocina se encontró con alguien.
-Horo-Horo- dijo sorprendida la chica -¿qué haces despierto?
-No de hecho acabo de despertar- dijo estirando sus brazos -, me quede dormido en el comedor.
-¿Pero que hacías en el comedor?
-Estaba peleando con Ryu pero no sé porque nos quedamos dormidos, aunque estoy seguro de que yo gane.
-Es lo más seguro.- contestó ella con una pequeña sonrisa.
-Y tu que me dices ¿qué haces despierta tan tarde?
-Solo salí a tomar un poco de aire.
-Ya comprendo, buenas noches.
-Oye no le digas a nadie que me viste ¿sí?
-Como quieras.
-¿No me preguntas por qué?- preguntó sorprendida.
-No, si no quieres que lo diga esta bien, además yo haría lo que fuera por ti- comentó con una bella sonrisa.
-Gracias- murmuro mientras se alejaba en las tinieblas de la casa -ojala te hubiera conocido antes Horo-Horo- murmuro con tristeza -Horo- Horo- le llamo ella -ahora lo mejor para ti sería que te alejaras de mí.
El joven no comprendió aquella aseveración de la joven así que continuo con el camino a su habitación.
Lentamente abrió sus ojos, nunca pensó que se pudiera dormir tan plácidamente, giro su vista hacia su izquierda y la vio, Ana aún estaba completamente dormida, nunca la había visto tan indefensa, tan delicada. Estuvo a punto de acariciar el rostro de la joven pero algo lo detuvo, ¿qué tal si ella despertaba?, prefirió soportar el impulso de acariciarla y siguió contemplando a la bella sacerdotisa que ahora dormía ante el cuidado de su mirada, "quisiera estar aquí para siempre", pensó Yoh mientras la miraba, "es imposible" declaro con un sentimiento de dolor "somos muy distintos, no funcionaria ¿o si?". El contemplo el rostro de Ana, a pesar de haber pasado ya tanto desde que se conocían, parecía que lo único que había cambiado era la apariencia de ambos pero él solo podía pensar en lo mucho que.ese pensamiento lo sorprendió "lo mucho que deseo despertar todas las mañanas y ver esta misma imagen, es verdad, deseo abrir mis ojos y verla dormida, tranquila, feliz, a mi lado." Ante esa idea se sonrojo mientras la miraba.
Ana abrió lentamente sus ojos y se encontró con el shaman, ninguno de los dos podía pronunciar una sola palabra pero el shaman rompió el silencio.
-Ana dime lo que paso contigo anoche ¿por qué estabas tan asustada?
-Por nada- contesto evadiendo la mirada del joven -solo estaba sonámbula eso es todo.
-¿Vamos a empezar otra vez con problemas?
-¿A que te refieres?
-¿Tu no te asustarías por una tontería como esa?
-Es que soy muy tonta y además no me gusta que nadie se meta en mis asuntos.
-Como quieras, yo no te seguiré suplicando que me hables ni que me tengas confianza, ya me cansé de esto- dijo Yoh enojado mientras se levantaba y se dirigía a la puerta -ya me cansé de ti- dijo mientras cerraba la puerta enojado.
Camino hasta su habitación mientras era vigilado por Diana.
-No te preocupes Yoh, yo me encargare de que te separes de ella definitivamente- dijo la chica que lo observaba escondida desde un rincón.
------------------- CONTINUARA --------------------
Por este capitulo eso es todo, espero que les haya gustado, ya saben sus opiniones para eso están los reviews, respecto a Diana, vayan pensando en que hacer con ella ya que les pediré su respuesta después del cap. 8 o 9, aún no lo he decidido, así que tienen tiempo de pensar, les pediría que la entendieran , pero si hasta yo la odio, bueno. ¿qué les iba a decir más? ("ibas a hablarles sobre lo del capitulo 5", ah si, es verdad que razón tiene mi muy adorado Yoh al decir que tener un espíritu acompañante sirve para muchas cosas).
Bueno quería dar una breve explicación de la razón para realizar dicho capitulo.
Mi s razones enumeradas hasta el diez, de la 1 a la 8 AMO A YOH TANTO QUE HASTA SU TIERNA INFANCIA LA AMO ("por favor da razones más sólidas").
Como sabía que Cuauhtemoc diría eso deje las otras dos razones.
No. 9- Siempre me preguntaba como habría sido la forma en que Yoh y Ana se conocieron así que decidí contestarme, y escribí algunos recuerdos que se supone tienen ellos.
No. 10- No escribí el capitulo solo como un relleno, al contario, solo eran fragmentos que irían incluidos dentro del capitulo 4 pero me di cuenta que interrumpían demasiado con este y lo hacían demasiado largo, por lo tanto se transformo en un capitulo, espero les haya gustado.
Bueno, eso es todo hay nos estamos leyendo.
