PRIMERO QUE NADA ME GUSTARÍA DISCULPARME POR LA TREMENDA TARDANZA, LO QURE PASA ES QUE ME FALTABA INSPIRACI"N. SEGUNDO, QUE MALOS SON, CASI NO ME LLEGARON REVIWS. TERCERO, LA ESCUELA NO ME DEJABA MUCHO TIEMPO PARA ESCRIBIR Y CUARTO, EL POCO TIEMPO QUE ME QUEDABA PARA ESCRIBIR LO USE PARA AYUDAR A MI HERMANO CON UN FIC QUE ESTA ESCRIBIENDO. PERO BUENO AQUÍ ESTOY OTRA VEZ (ESTAMOS, SI CUAHUTEMOC ESTAMOS PERO NO ME INTERRUMPAS, BUENO, GRACIAS). BUENO YA LEYERON A MI ESPÍRITU, ESTAMOS DE REGRESO Y COMENCEMOS CON ESTE CAPITULO.

POR: VIDEL TENSHI.

CAP. 9: LO ÚLTIMO QUE MUERE: LA ESPERANZA.

En la cara de cada uno de los shamanes se podía observar una gran tristeza, nadie podía creer todo lo acontecido, Yoh ya no estaba con ellos, todos se encontraban sentados a la mesa pero nadie se atrevía siquiera a decir una palabra, todos estaban en shock, Len tenía la mirada perdida en un reloj de pared, Horo- Horo miraba un plato de arroz sin ninguna intención de comerlo (por increíble que parezca, así de triste estaba), Liserg y Chocolove miraban la mesa como si tuviesen miedo de levantar la mirada y enfrentarse a la situación de sus amigos. Ryu caminaba de un lado a otro, de vez en cuando se detenia maldiciendo a Hao. En un rincón se encontraba Fausto junto con su querida Elisa; Manta solo miraba a todos desde otro rincón, mientras por su mente pasaban escenas de los momentos junto a todos sus amigos.

En otra de las habitaciones de la casa, un samurai miraba a la sacerdotisa que sostenía su espada, a pesar de estar más tranquila Ana no había dejado de derramar lagrimas, ahora escurrian de forma silenciosa por sus mejillas, ella sostenía con su mano derecha la espada de Yoh, no podía aceptar el hecho de no poder volver a verlo, de pronto vio un poco de luz entrando a la oscura habitación en la cual se encontraba, miro hacia la puerta y vio como la silueta de Pilika se alejaba.

La escena mostrada por sus ojos le parecía patética, entendía a la perfección el dolor de los shamanes pero no podían continuar ahí sentados lamentando lo sucedido:

-Debería darles vergüenza – comentó la chica de cabello azul acercándose al grupo de amigos –a todos – dijo mirando a Len –no pueden continuar aquí sin hacer nada.

-Y ¿qué quieres que hagamos? – comentó molesto su hermano –salir corriendo a buscar a Hao.

-No pero tu mismo le dijiste a Ana que debía ser fuerte y ninguno de ustedes parece serlo – dijo con las lagrimas retenidas en sus ojos pero con su voz muy firme –deberian verla, esta sufriendo y aún asi se ve fuerte, con lo que le ha sucedido es como para que ella... ella – su voz comenzó a que brase –es que es... demasiado para... para dejarla... soportarlo sola – dijo sin poder continuar y comenzando a llorar.

Todos la miraron avergonzados, la ainu tenía razón –Ya hermanita – dijo el peliazul acercándose a ella –sabemos que Ana debe de estar sufriendo mucho pero es que aún no sabes que hacer.

-Pelear – escucharon decir con firmeza, todos giraron su mirada hacia la puerta y pudieron observar a la itako mirándolos –Hao piensa que al haberse unido a Yoh ya nos vencio pero esta muy equivocado.

-Ana tiene razón – dijo Len levantándose –para Hao ya estamos vencidos, en realidad él no cree que le daremos pelea.

-Si, entonces debemos ir al territorio sagrado, ahí fue derrotado – dijo Liserg, todos comenzaron a levantarse de sus lugares, Ana los miro unos momentos.

-No se preocupen si lo hacemos bien, podremos recuperar a Yoh – todos la observaron por unos instante hasta que se retiro, Len fue detrás de ella.

-¿Qué estas planeando Ana? – preguntó a la sacerdotisa en la puerta de su habitación -¿hay alguna forma de no dañar a Yoh cuando ataquemos a Hao?

-Aún no puedo contestarte, mejor preparate, la pelea que enfrentaremos no sera nada facil – Len la miro por unos instantes.

-Tú no puedes ir con nosotros, aún estas muy debil, recuerda que...

-Len, yo nunca acostumbro pedirle permiso a nadie y además hay alguien abajo que quiere hablar contigo – dijo la itako cerrando la puerta de su habitación.

Len bajaba lentamente por la escalera, al final de ella estaba Pilika, ella lo miraba de manera temerosa, entonces comprendió las palabras de Ana.

-Dejamos algo sin terminar ¿verdad? – comentó Len mirándola y comenzó a caminar hacia la puerta, una vez en el jardín los dos se sentaron tomando el fresco de la noche, por un largo rato ambos permanecieron en silencio.

-¿Aún sientes algo por ella? – preguntó Pilika, rompiendo el silencio de manera tajante, Len esbozo una sonrisa.

-Sí – aquella palabra le pareció muy cruel a la chica –pero – continuo él –no es lo que yo pensaba, es algo muy diferente, por que ahora tengo mis sentimientos muy claros.

-¿Qué quieres decir? – cuestionó la ainu completamente desconcertada, el joven giro su rostro y las miradas de los dos jóvenes se encontraron.

-Quiero decir que me di cuenta que, a veces nos entercamos en algo y no vemos el verdadero amor – extenuó mientras tomaba la mano de Pilika –te amo y creo que siempre te he amado solo que me aferre a un sentimiento que es... amistad y admiración pero jamás el amor que siento por ti – ella estaba petrificada y aún más sorprendida quedo cuando sintió los tibios labios del muchacho sobre los de ella, ni un segundo dudo en corresponderle y los dos se fundieron en un largo beso.

Todos se encontraban reunidos en la estancia, Fausto, Manta y Ryu comentaban algo, Horo- Horo y Liserg estaban en otro rincón, mientras Chocolove torturaba, digo contaba chistes a los espíritus, en ese momento entraron Len y Pilika.

-¿Sé puede saber en donde estaban? - preguntó Horo- Horo molesto por la escena de su hermana y Len juntos.

-Bueno pues...Horo – comenzó a decir Len –veras yo...

-Len – lo interrumpió Pilika –porque no vas con Ana y le dices que ya van a irse todos, que nos diga sobre su plán.

-Sí, Pilika – respondió Len comprendiendo la indirecta de la ainu –como tú digas.

De inmediato el chico se dirigió al piso de arriba, mientras todos miraban atentamente las reacciones de Horo- Horo, pues todos se imaginaban lo que el chino y Pilika ocultaban.

Alguien llamaba con insistencia a su puerta, sacándola de sus pensamientos, entonces se dirigió a la entrada y al abrir la puerta se encontró con Len. El joven chino se quedo paralizado cuando vio a la itako, por un momento creyo haberse equivocado de habitación. Ana vestía un Kimono blanco, sobre la blancura del traje resaltaba la cinta roja alrededor de su cintura, su largo cabello estaba recogido en un elaborado chongo, a un lado del peinado, traía una peineta de color azul y en su mano sostenía una caja de madera.

-Ya estoy lista – comentó mirando a Len.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Pues que ire con ustedes – dijo con un frío tono.

-Te volviste loca Ana – preguntó Len molesto –aún estas muy debil, estas pensando en ayudarnos como la ultima vez ¿verdad? Pero en esta ocasión no resistirias un esfuerzo como ese.

-¡ESO NO ME IMPORTA! – le gritó ella -¿no lo entiendes? Solo hay una forma de vencer a Hao sin dañar a Yoh – Len la miro estupefacto.

-¿Cual?

-Con esto – respondió la itako mientras le mostraba el contenido de la caja.

-Pero si es...– comentó Len sin disimular su sorpresa

-El rosario de los 1080 – respondió ella volviendo a cerrar la caja.

-Pero...si fue destruido – comentó el shaman.

-¿Qué crees que he hecho durante 8 años? – dijo Ana molesta –siempre lo tuve muy presente, mientras Yoh exista, Hao tendra la posibilidad de regresar.

-Ya entiendo pero... la última vez...

-La última vez, no sabía como aprovechar su poder.

-Y que puedes hacer ahora con él.

-Ahora puedo aprovechar todo su poder, he creado una nueva técnica, "El resplandor de los 1080"

-¿Que? Pero...

-Con esa técnica...

-Ana...

-Puedo separar a Hao de Yoh...

-Ana...

-Y así vencerlo sin dañar a Yoh...

-Ana esa técnica puede...

-Mira, este no es momento para estar con contemplaciones, sino nos apresuramos Hao se convertira en Shaman King y entonces si será invencible – dijo Ana mirando al joven Tao para después dirigirse a las escaleras, Len la seguía y de pronto ella se detuvo –Len, Pilika es muy valiosa, no debes hacerla sufrir, por eso tienes que regresar, por favor prométeme que la cuidaras mucho. También – dijo, después de un momento de desconcierto por parte del chino, continuo hablando pero le daba la espalda al muchacho –quiero pedirte que cuides a Yoh, no dejes nunca que se sienta infeliz.

-Ana – hablo Len después de pensarlo unos instantes -¿qué quieres decir con todo eso?

-Len, este conjuro no es nada fácil, una sacerdotisa en perfectas condiciones podría morir pero – Ana no le permitió a él decir nada –lo único que me importa es recuperar a Yoh.

En cuanto termino de hablar bajo las escaleras, Len no reclamo nada, comprendía el sacrificio que Ana estaba dispuesta a hacer para recuperar a Yoh, como reprochar algo si sabía perfectamente que todos y cada uno de ellos darían su vida por tener al shaman portador de Harusame de vuelta.

Todos los pasajeros de aquel avión privado permanecían en silencio, Len tenía su mirada perdida en la ventanilla, podía escuchar con claridad alguno que otro sonido de la computadora de Manta, el cual solo parecia estar abriendo y cerrando programas para distraerse. Fausto abrazaba a Elisa y los dos solo permanecían callados; Ryu estaba sentado a un lado de Manta y miraba con impaciencia la pantalla de la laptop del pequeño chico. Horo- Horo dormía en el asiento a un lado de Len, solo los ronquidos del joven ainu interrumpian el silencio. En el asiento de adelante Liserg y Chocolove observaban a Morphin hacer algunas piruetas; Len miro hacia la otra fila de asientos y pudo ver a la sacerdotisa secando unas silenciosas lagrimas de sus mejillas con su mano derecha mientras que la izquierda acariciaba la funda dentro de la cual descansaba Harusame, también miraba la triste expresión del pequeño Amidamaru que descansaba sobre las piernas de Ana, justo a un lado de la espada, Len no pudo evitar sentirse inmensamente triste y ese sentimiento aumento cuando pensó en la técnica que Ana le había revelado que usaría, el se resistía a esa idea, pero no podía hacer nada. De pronto Horo- Horo dejo de roncar y en un leve susurro dijo: Diana, ¿por qué?, esto hizo que la itako dirigiera su mirada al ainu y después a Len, este se levanto teniendo cuidado de no despertar al shaman del hielo; se dirigio hacia el lugar de Ana se sentó a su lado pero ella solo volvio a mirar la ventanilla.

-Yoh se sentiría muy triste si te viera llorando – comentó el chino mirándola.

-NO vuelvas a hablar así – comentó la chica apretando la espada con sus dos manos –no quiero que hables de Yoh como si estuviera muerto – dijo mirándolo con sus ojos llenos de lagrimas.

-Entonces no llores –dijo el shaman secamente –tienes que ser...

-Fuerte... estoy harta de esa maldita palabra – en ese momento Horo- Horo despertó –, no soy fuerte...yo soy una cobarde, por mi culpa paso todo esto, por mi culpa Yoh tuvo que unirse a Hao y – en ese momento comenzó a deshacerse en llanto –todo pasa por mi culpa, por ver cosas extrañas mis padres me abandonaron, por mi culpa Tamao perdió la oportunidad de estar con Yoh, Diana se unio a Hao y ahora todos ustedes sufren por Yoh, Pilika debe estar sufriendo por ti Len, Horo- Horo sufre por Diana y yo ya no puedo hacer nada más que esta técnica que ni siquiera estoy segura de que vaya a funcionar, si no la hago bien todos podrían morir y todo seria por mi culpa – dijo llorando a más no poder –perdonenme por todo esto – todos la miraron sorprendidos, nadie pensó jamás escuchar a la sacerdotisa diculparse.

-No Ana – dijo el ainu levantándose –lo de Diana no es tu culpa, ella pudo decidir y tomo ese camino, de hecho creo que tu le has dado un ejemplo, por que reaccionaste por tu amor hacia Yoh.

-Tu no pediste tener las facultades que tienes – dijo Fausto –tus padres te dejaron por que la mayoría de los humanos no sabe como comportarse con las personas diferentes.

-Además tu no pediste que te comprometieran con Yoh – comentó Manta.

-Y aunque Tamao ame a Yoh el solo la ve como a una hermana pequeña – afirmo Liserg.

-Si doña Ana, el lindo Liserg tienen razón, con el simple hecho de sentirse mal por Tamao usted demuestra lo buena amiga que es – dijo Ryu.

-De lo unico que eres culpable güerita es de haber despertado al pelos necios de Horo – dijo Chocolove provocando las risas de todos los shamanes e incluso una leve sonrisa de la itako, lo cual era un logro.

Al fin llegaron ante el lugar en donde hacia ya ocho años atrás habían encontrado una cueva submarina por la cual habían llegado a la aldea apache. Se acercaron al lugar de la cueva por la cual habian entrado Manta y Ana y efectivamente ahí estaba, pero en la entrada estaba una persona, era un apache el cual se encontraba atado por las muñecas a ambos extremos de la entrada de la cueva.

-SILVER – dijeron todos al reconocer al apache.

Y eso es todo por esta vez, como lo ven, espero les haya gustado y no leemos (esperate, ahora que pasa Cuauh, CUAUHTEMOC ya te lo he dicho, bueno ya Cuauhtemoc ¿qué pasa?, pues nada más que se te anda olvidando lo de Diana, ah sí es verdad ¿qué haría sin ti TT?, no lo sé) Bueno como bien dice Cuauhtemoc aquí presente me falta ese leve asuntillo:

Diana, hasta ahora solo dos personas:

Xris y Keiko SK, se han molestado en escribir reviws acerca de Diana, por lo tanto no se que hacerpor que así va la cosa.

Xris – dejar a Diana vivita. Keiko SK – a favor de lo que yo decida. Shaman- fan – (mi hermano) por Diana Así que se puede decir que Diana lleva tres votos a favor y ninguno en contra pero necesita ganar por lo menos por 5 votos así que por favor manden su voto enviando un mensaje en el siguiente grupo de MSN: http:groups.msn.com/ELESPEJODELASACERDOTISAANA