ºººLa Perfecta...¿Modelo?ººº
Disclaimer: todos los personajes de Card Captor Sakura menos los que notarán que obviamente CLAMP no creó (xD créanme, se notará mucho...), pertenecen a las ya nombradas CLAMP, Kodansha Inc., etc. etc. etc...
ATENCIÓN: Sakura estará muy OOC, y casi no notarán a la Sakurita de antes... los traumas que hayan ocurrido para su comportamiento actual se irán diciendo más adelante. A los que no les guste la sangre o los asesinatos...bueno, eso ya quedó aclarado en el Summary, cierto? ¡¡ bon appetite, a disfrutar la obra se ha dicho!!!
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"Vuelta por Hong Kong"
La joven caminó por los pasillos de la elegante mansión, con un aire que denotaba que sabía muy bien a qué iba. Al llegar a una gran puerta de roble con incrustaciones en oro, se abrió paso sin siquiera golpear, y se encontró en lo que parecía ser una lujosa oficina.
-Valla valla mi querida flor... qué ahora ya ni te queda educación?- la voz provino de un hombre que estaba en una silla, la cual giraba en ese instante para quedar cara a cara con la muchacha; en ella estaba un hombre grande, de cabellos negros con algunas canas y malignos y atrevidos ojos rojos.
-Sabes bien que tanto a ti como a mi no nos importan esas cosas tratando Éstos temas- soltó la mujer, enfatizando en "éstos"- ahora dime a quien tengo que cargarme de una ves, así puedo comenzar mi trabajo.
-Uh...hoy sí que estamos impacientes, neh?- el hombre se levantó, yendo hacia la mujer, y tomándola por la barbilla. En ese momento, hubo un duelo de miradas, hasta que la joven movió rápidamente su mano hacia su camisa, y el hombre se separó de ella, aparentemente inquieto- bien...-volvió a su escritorio, sacó unos papeles, y se los entregó a la joven- aquí tienes todos sus datos... o al menos los que necesitas.
La joven empezó a ojearlos despreocupada, hasta que captó un detalle, y volvió su vista al hombre:- pero realmente esto no tiene ningún detalle! Falta el nombre, contactos familiares, amigos, domicilio, gustos...si quieres que lo investigue, déjame decirte que, para que lo mate en una semana, no tengo tiempo.
-No querida, no tienes que buscar. Mira – el hombre se acercó, señalándole- no necesitas su nombre, será una muerte rápida. Vamos...aprovecharás "ese" evento, en el cual él participará, y a la noche...zas! Asunto acabado.
-Hm...no me gusta hacerlo de esa forma... pero en fin- la mujer se dio vuelta, y mientras salía, murmuró- habitación nº 305...
-Umikooooo!!!!!!
-UMIKO-CHAN, TE AMO!!!!
-UMIIIIII!!!
Una muchacha de larga y ondulada cabellera castaña claro, con algunos mechones en dorado, y grandes y expresivas esmeraldas sonreía a la gente que la esperaba ahí fuera, mientras las cámaras fotográficas y de video no paraban de enfocarla.
-Umiko, lamento sacarte de tu mundo social, pero te necesitamos en el auditorio dentro de unos minutos- un joven pelirrojo con ojos azules la miraba divertido, pues sabía que la muchacha por dentro lo que más quería ahora era alejarse de tanta gente.
-Excelente!!- sin más, la joven modelo se adelantó seguida del muchacho, entrando en una limusina negra. Cuando estuvieron ahí, la muchacha se permitió relajarse, lanzando un suspiro- y bien Josh, cual será nuestro próximo destino luego de éste?
-Pues...-el pelirrojo, que resultaba ser su agente de viajes, le dijo- Hong Kong
La mujer cerró los ojos, por un momento apesadumbrada. Si, ya sabía que iban a ir a Hong Kong... y ahí le esperaría su próxima víctima, en el desfile de modas a realizarse la semana entrante.
Por fin, pisando suelo chino. La joven modelo y toda su comitiva media hora atrás habían salido del último avión, y ahora se estaban instalando en un lujoso hotel. Umiko, mientras tanto, había salido de la ducha, y ahora estaba haciendo nada, vestida, y esperando hasta la noche del primer día del desfile.
Lenta y casi inconscientemente comenzó a tantear hasta su bolso, del cual sacó una foto. Cuando se dio cuanta, ya la estaba mirando. Las lágrimas comenzaban a cubrir su rostro.
"En la foto se podían ver 7 imágenes; más a la izquierda se veían dos jóvenes, uno de cabello negro, corto, ojos marrón oscuro y tez tostada; el otro era de tez blanca, ojos azul claro y cabellos plateados, también cortos. Además, usaba anteojos. En el centro de la foto se veían dos niñas abrazadas; una tenía un largo cabello negro azulado, y ojos de un azul intenso, mientras la otra tenía un corto cabello castaño claro y un par de ojos esmeralda. En la cabeza de ésta última aparecía un muñeco amarillo. A la derecha, por mientras, se encontraban dos chicos; uno de cabello azul negruzco y misteriosos ojos negros encuadrados por anteojos, y el último, con un cabello castaño oscuro y ojos del mismo color.
Todos portaban la misma expresión de felicidad y esperanza. La leyenda era..."
-Todo va a estar bien...- la mujer sacudió la cabeza, tirando la foto a su bolso, pero sin atreverse a romperla. No. Nada estuvo bien luego de eso...luego...ya fue otra cosa, y su famoso dicho se convirtió en sólo palabras.-al menos...mi hermano ya no puede decirme monstruo...-fue lo único que gimió Umiko...o debemos decir, Sakura Kinomoto.
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Trajes, Trajes y más trajes. Era todo lo que veía en ese maremoto de modelos. A ella le tocaba abrir el desfile, aparecer un par de veces en el medio, y cerrarlo. Toda una proeza, al principio, pero ahora era simple rutina.
Su maquillista terminó de darle los últimos ajustes a su cutis, mientras Umiko..no, Sakura se levantó, yendo a la plataforma. En cuanto apareció, todo el mundo le aplaudió. Ella empezó a caminar galantemente, mientras miraba los ramos de flores que tiraban, aplausos, exclamaciones....
Llevaba puesto un ajustadísimo vestido de noche negro, con un escote en V en diagonal hacia la izquierda, el cual estaba redondeado por perlas. El vestido llegaba hasta la mitad de los muslos, y tenía un tejido, en el costado izquierda, de una rosa negra, la cual podía abrirse con un cierre, y terminar como un tajo muy provocativo. Se detuvo unos momentos para ver a toda la multitud, y un destello castaño le llamó ligeramente la atención, pero se olvido de él. Al darse vuelta para volver dentro, deleitó a la población masculina con el sexy movimiento de sus muslos, pero sin dejar que se viera más de lo necesario.
Para cerrar el desfile, llevaba puesta una blusa ajustada de color beige con un tejido de una flor otoñal en su derecha, junto con unos pantalones carpinteros, que si bien no dejaron ver nada, resultó quedar igual de hermosa.
Al salir de ahí, dirigiéndose a su habitación, en lo único que pensaba era "hora de trabajar..."
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Él se lo negaba internamente. No. No era posible. Pero esa modelo igual parecidísima a ella!!!! Pero no. En el accidente nuclear de Tokio...murió gran parte de la población, y el más afectado fue el sector de Tomoeda.
No era que a él no le agradase el hecho de que la maestra de cartas hubiese sobrevivido, si no que sería imposible!!! Su mente tendría que dejar de hacerle pasar malas jugadas, y auto-convencerse de que Sakura había muerto. Por mucho que le costase.
Así, se dirigió a su habitación, a descansar para el siguiente día.
Entró por una puerta, y al cerrarse se dejó a la vista un viaje cartel que decía "Nº 305"
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Una sombra negra se deslizaba con increíble cautela por los pasillos del hotel. Saltaba de pasillo en pasillo, esquivando las cámaras de seguridad como si juego de niños se tratase.
No tenía nada en la mente; eso era primordial para un asesinato limpio y rápido. Aunque le hubiera gustado más averiguar en que estaba metida la pobre víctima; se especializaba en narcotraficantes, mafiosos, etc. Nunca había ni quería matar a un inocente. Pero Radolf era capaz de hacer eso. A él tendría que matar...grrr....tendría que dejar de divagar sobre las cosas como lo hacía.
Por fin, llegó a la habitación donde descansaba su víctima. Se agachó, incrustando una llave finísima, con una sola aleta, también chica. Su llave maestra favorita.
En unos minutos logró abrir la puerta, que se deslizó suavemente con un "clic". Entró, y la cerró tras de sí; no quería testigos.
Con la habitación a oscuras, la mujer no pudo distinguir bien la silueta, pero supo que estaba acostada. Bien, lo haría de una forma rápida, y de ser posible indolora. Después de todo, Radolf no había especificado forma alguna. Se acercó a la persona, tanteando entre las almohadas, pues sabía que ese lugar tenía dos. Agarró una, y se la colocó en la cabeza al individuo, rápidamente se sentó sobre él, presionando fuertemente.
Sintió como la respiración de aquella persona se detenía, y comenzaba a forcejear bastante. "Rayos" pensó la joven; ese hombre era tan o incluso más fuerte que ella.
Gracias a eso, el muchacho pudo permitirse ese segundo de su despiste para sacarse la almohada de la casa, y tomar por el cuello con sus propias manos al idiota que había querido matarlo. Al apretarlo brutalmente sobre la superficie mullida de la cama, oyó asombrado como un gemido ahogado escapaba de aquella garganta. Él contuvo la respiración. ERA de mujer.
Rápidamente, y aflojando un poco la tensión, buscó la lámpara, para prenderla y confirmar si era una muchacha la que había intentado matarlo. Más, al prender la luz, casi se da un paro cardíaco. Si, era una mujer pero...no cualquiera.
La asesina, mientras tanto, abrió los ojos que tenía algunas lágrimas al tope, al ver la cara de su "víctima".
ºººÉl observó sus ojos acuosos mirarlo, aparentemente sorprendida. Esos ojos, esas esmeraldas lo miraban como si fuera la primer ves, y ahí, yo agarrándola del cuello. Podía sentir su respiración dificultosas, mientras veía sus cabellos castaños esparcidos por las sábanas de mi cama. Aquellos ojos que tanto tiempo observaba en sueños. Aquellos cabellos que, sentía, podían dar más calor y refugio que el propio sol... Su ropa, negra y ajustada, tenía diversos bolsillos y enganches, todos repletos de "armas blancas" , somníferos, venenos y armas. Y eso sólo resaltaba la belleza de aquél cuerpo, que parecía estar tentándolo DEMASIADO para su gusto...
ººNo podía creer lo que veía. Ese cuerpo, esas facciones... esos intensos ojos marrones que años atrás le había consolado cuando lloraba, aquellos cabellos castaño oscuro que secretamente siempre quiso sentir en sus manos, cuando era niña...y quizá ahora. Y su cuerpo? O Dios, que cuerpo...llevaba sólo su ropa interior, con su musculoso cuerpo fuera de las sábanas. No sabía que era lo que más le dificultaba respirar, si sus manos en su garganta, o tanta figura encima....
Pero no cabía duda. A pesar de tantas diferencias y de la "situación" en la que se encontraban, era...
-Sakura?
-Shaoran?
