Vanos recuerdos

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Gracias a Atemu Asakel 04, Gabz, aelita, Beth Malfoy, Haruka,Nebyura por sus review's.

A lastlightangel: Gomen. Pero tu crees?, aunque es buena idea, pero sera para la proxima. (Hiei: O.O)

Advertencia: Yaoi HieiXKurama.

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Capitulo 5: Recuerdos

Una vez que Dylan salió del cuarto, Noah abrazo sus piernas, se sentía confundido; sabia lo cruel que podía llegar a ser Dylan, y de lo capaz que era de mentir con tal de salirse con la suya. Le tenia miedo pero aun así lo quería, pues era el único que fue capaz de comprenderlo; su familia lo había despreciado al saberlo un fenómeno, lo escondían de los vecinos y mentían sobre su vida. Acostumbrado a hacer lo que le ordenaban y a recibir insultos, había aprendido a ser sumiso, a perder todo carácter.

Cuando conoció a Dylan todo cambio, él no lo veía como un fenómeno, nunca podría olvidar el día en que lo vio.

« Flash back »

Sus padres acababan de salir, iban a comer fuera, lo dejaron solo en su cuarto advirtiéndole que no saliera, estaba sentado en su cama con las piernas dobladas viendo hacia la ventana, se sentía solo, abandonado, su familia lo despreciaba.

Pero él los justificaba, comprendía que le tuvieran miedo, sobre todo al causar tantos daños, tenia solo 12 años no podía controlar su poder y causaba destrozos, incluso llegaba a lastimar a las personas cercanas. Pero que podía hacer solo un niño?.

Vio unos pájaros pasar ante su vista, los envidia al ser libres, él siempre encerrado en su cuarto alejado del mundo que le temía.

Pero ese día un extraño impulso de sentirse libre lo invadió, salió de su cuarto, llego ante la puerta principal, dudando, sabía que si salía sus padres lo regañarían, pero acababan ellos de salir y conociéndolos, sabía que tardarían. Salió con temor, solo, sin la agobiante vigilancia de sus padres; sentirse libre le llevo a dejar a un lado sus temores, camino sin rumbo esperando no perderse, disfrutando de las personas, los animales, la naturaleza, de todo lo que formaba ese medio en el que vivían los seres humanos.

Iba caminando con gran alegría, distraído, choco con otro caminante.

-perdone, no quise- se disculpo, pero no recibió respuesta, vio frente a él un chico albino de 16 año que le sonreía -estas bien?- pregunto confundido

-eh si, si, si, es que me di cuenta que eres como yo- dijo el chico con alegría

-no te entiendo-

-yo también poseo un don-

-un don?, yo no tengo un don, tengo una anormalidad-

-dices eso por que tu familia te lo dice?-

-si-

-no es así, ellos te quieren someter, nosotros somos especiales y ellos nos tienen envidia por eso nos tratan mal, quieren vernos humillados y menospreciados para sentirse ellos superiores-

-no se, mis padre...-

-te han llenado de mentiras Noah- dijo, causando sorpresa en el chico, pues no le había dicho su nombre -oh perdona, es que puedo leer la mente-

-no hagas eso-

-lo haría si pudiera, pero aun no controlo bien mi poder, pero estoy avanzando considerablemente-

-yo... yo también quisiera aprender a controlarlo-

-yo puedo ayudarte- le dijo con una gran sonrisa, nunca antes le habían sonreído de esa manera, y sintió confianza en ese chico que no conocía -por cierto mi nombre es Dylan y te aseguro que nos llevaremos bien-, acerco al chico frente a él y lo abrazo, su habilidad le permitía saber lo que las otras personas querían, y Noah solo necesitaba cariño, y él a alguien a su lado acompañándolo y obedeciéndolo.

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Noah llego realmente feliz a su casa, pero pronto desapareció su alegría, pues sus padres lo veían con enojo, lo regañaron, lo insultaron y lo encerraron en su habitación. Noah lloraba lastimosamente por la tristeza que le causaba todo eso, trataba de callar sus gemidos para no molestar a su familia.

Un nuevo día llego, pero Noah no quiso levantarse de su cama, escucho a su padre decir que saldrían a hacer unas compras y recordarle que no saliera o tendría un castigo más severo.

Una vez que se fueron, escucho que alguien tocaba la puerta, no fue a ver quien era, eso también lo tenia prohibido, se acurruco en su cama dispuesto a ignorarlo, incluso a su hambre, pues no había cenado y aun no desayunaba por miedo a sus padres, se quedo con los ojos cerrados esperando que cuando los volviera a abrir su vida fuera diferente.

Poco después un olor agradable a comida llego hasta su nariz, supuso que sus padres ya habían llegado, pero había algo extraño, no era la hora de la comida, se incorporo de su cama , sentándose en ella, escucho a alguien frente a su puerta, no se movió extrañado por todo eso.

La puerta se abrió permitiendo a un sonriente albino pasar.

-Hola Noah, me tome la molestia de cocinar algo en tu cocina, espero no te moleste-

-no- fue todo lo que logro decir ante la sorpresa

-que bien, sabía que tenías hambre y te traje algo para ti, no soy buen cocinero así que no te quejes-

-gracias-

-mm, ayer estabas mas hablador, no deberías molestarte con tus padres, son unos ignorantes que no nos entienden-

-Dylan-

-si?-

-yo, me siento mal porque mis padres no me quieren- unas lagrimas se derramaron de sus ojos

-Noah- lo abrazo -ven conmigo, aléjate de lo que te duele, cuando no te vean te extrañaran y desearan que vuelvas a ellos, pero...-

-mj?-

-entonces si vuelves yo te extrañare-, se logro con rapidez la empatía.

-Dylan nunca te dejaría eres el único que me comprende-

-es porque somos únicos, especiales, no merecemos esta vida, les enseñaremos de lo que somos capaces-

-si-

-ahora come, que pronto nos iremos-

-si-

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Cuando Noah siguió a Dylan, conoció un mundo de robo y engaño, Dylan vivía solo y leyendo la mente de las personas les hacia creer en sus mentiras para conseguir lo que quería. Noah veía admirado como es que su nuevo amigo se enfrentaba al cruel mundo con seguridad y valentía. Un año había pasado y Noah ya había olvidado a sus padres, pues Dylan le daba todo lo que quería.

Un día Dylan estaba mas feliz que de costumbre, veía fijamente a Noah, quien se sentía incomodo con esa penetrante mirada.

-por que me ves tanto?- le pregunto esquivando su mirada

-es que eres hermoso-

-eh?- se sobre salto al escuchar eso

-perdona por perturbarte- se le acerco

-Dylan, yo...-

-sch, no tienes que decir nada, se que aun no estas preparado- lo beso tiernamente en los labios

-te quiero Dylan-

-yo también- recargo la cabeza del chico en su pecho -deja que te consienta-

Noah se sentía seguro y reconfortado así, que ya no le importaba nada; el haber dejado a su familia, el haberse convertido en ladrón y embaucador, ni el haberse enamorado de otro hombre, eso ya no tenía importancia para él.

-Noah-

-si-

-vamonos de Alemania-

-eh?-

-vamos a otro país, quiero dejar el pasado atrás, empezar de nuevo-

-a donde iremos?-

-aun no lo se, pero podíamos viajar por el mundo que te parece?-

-sería genial-

Pero el tiempo paso, y a Dylan le estaba gustando su nueva habilidad para controlar a las personas, haces que las otras personas se sometieran a sus ordenes, había olvidado incluso ser considerado con Noah, dedicándose por completo a su nuevo pasatiempo, para Noah esos momentos felices nunca se le olvidarían; pero al verlo ser tan frío y cruel, desquitando en la gente todo el dolor que sufrió cuando niño, le hizo nacer dentro de él el sentimiento de miedo.

Tres años de que abandono su casa, tres viviendo con Dylan, se sentía libre, de eso no se podía quejar, pues el albino le dejaba hacer lo que quisiera mientras no desobedeciera sus ordenes. Pero extrañaba los momentos en que siempre andaban juntos, pues ahora Dylan salía solo y nunca le decía a donde, solo iban juntos cuando iban a robar o ha lastimar a alguien aunque Dylan nunca le decía el porque, esos momento lo llenaban de miedo.

Pero una noche, mientras Noah veía la tele en un departamento en Francia, Dylan entro muy alegre, el chico no le pregunto nada, acostumbrado a las evasivas de este para contestarle, el albino se sentó muy cerca del pelinegro y recargo su cabeza en su hombro.

-Noah, sabes de que me di cuenta hoy?-

-de que?- pregunto extrañado

-que hace tiempo que no soy cariñosos contigo-

Noah no supo que decir.

-te he olvidado, pero es que por fin tengo lo que quiero, y sabes?- levanto su rostro y sujeto con sus manos la cabeza del mas chico -te quiero, te quiero mucho- lo beso

-Dylan, creí que ya no me querías-

-perdóname, no quería que pensaras eso, por eso he decidido demostrarte hoy cuanto te quiero-, beso nuevamente, pero esta vez lo profundizo.

Noah estaba desconcertado, pero se dejo llevar por esa sensación tan placentera, Dylan lo recostó en el sillón suavemente para después despojarlo de ropa. Noah no sabia que hacer, era la primera vez que estaría con alguien, sintió miedo de lo que sucedería, de que no le agradara Dylan.

-no te preocupes, déjate llevar- le dijo con tono suave cargándolo para llegar hasta la habitación -tu siempre has sido especial para mi-

Noah disfruto su primera vez despertando ciento de nuevas sensaciones que Dylan le provocaba, había sido con el tierno y considerado, buscando el mutuo placer; Noah estaba feliz, ambos habían quedado cansados, recostados en la cama. Dylan jugaba con el pelo negro de su amante.

-Noah, eres el mejor con el que he estado-

-qué?- le extraño esas palabras

-no te mentiré que estado con otras personas, hombres y mujeres, consiguiendo experiencia para saber como complacerte, y lo he logrado-

-pero...-

-sch, se cuidarme, tu lo sabes bien, hoy he deseado ser el primero en tu vida y saber que nunca nos separaremos porque ahora tu me perteneces- tomo su mejilla para voltear su rostros y que lo viera fijamente -entendiste, me perteneces ahora- dijo con fiereza, un tono que nunca había usado para hablarle.

Paso el tiempo y Dylan lo poseyó varias veces, Noah lo dejaba hacer, no sabia si por amor, miedo o porque Dylan lo obligaba con sus poderes, pero lo que sabia es que no quería perderlo, se había convertido en su única familia, la única persona que estaba a su lado y de quien dependía, a quien admiraba y respetaba a pesar de todo.

« Fin Flash back »

Un fuerte grito se escucho en todo el lugar, apretó mas su abrazo, era la primera vez que escuchaba lo que Noah le hacia a las personas que deseaba, en ocasiones le contaba lo que hacia provocándole temor; los gritos continuaron.

Se tapo los oídos, tratando de no escuchar, Suuichi había sido muy bueno con él, y a pesar de lo que le dijo Dylan no quería que lo lastimara, sin poder soportar mas, salió corriendo de ahí, huyendo de los gritos. Perdiéndose en ese lugar boscoso.

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Hiei corría sin detenerse, esperando que alguien o algo se le presentara y le dijera que hacer, que le dijera donde estaba su Kurama, porque era suyo, nadie se lo podía quitar y haría pagar a aquel que lo alejo de su lado.

Yusuke y Kuwabara ya habían dejado de seguirlo, al ver que solo corría sin saber a donde ir, estaban cansados y se dejaron caer en el piso.

-nunca había visto tan alterado a Hiei- comento Kuwabara con la respiración agitada

-esta preocupado por Kurama- comento Uramechi

-espero que lo encontremos a tiempo-

-si- contesto distraído

-en que piensas Uramechi?-

-eh?- estaba distraído pensando en la verdadera razón de la exaltación de Hiei, sospechaba que esa amistad entre Hiei y Kurama era algo mas -en nada Kuwabara, solo en donde podía estar Kurama-

-ya esta oscureciendo- comento

-Kuwabara que dirías si te dijo que creo que entre Hiei y Kurama hay algo mas que amistad-

-que?,... pues no se, nada supongo, tu crees que ellos son... este.... pareja?- pregunto algo asustado

-si, recuerda que Hiei no es muy apegado a las personas, pero ahora no puede disimular su perturbación al no encontrar a Kurama-

-mm, tienes razón, pero no se, creo que ya es cosa de ellos-

Guardaron silencio unos minutos, -seguimos buscando?- pregunto Uramechi

-si, solo aviso a Shizuru que estaré fuera toda la noche sino va a salir a buscarme, y después tendré que buscarla a ella-

-vamos Kuwabara, tu hermana solo se preocupa por ti-

-si tanto, que hasta me pega-

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Corrió aun mas lejos de donde llegaba a escucharse los gritos, con la respiración agitada, se detuvo dejándose caer en el pasto, recargándose en un árbol, unas lágrimas humedecían su rostro.

Lloraba por Suuicihi, lloraba por Dylan a quien amaba y a quien temía, lloraba porque Dylan no era capaz de olvidar, superar lo que lo lastima, quería ser feliz con él, pero no era posible.

Deseaba una vida normal, fuera de mentiras, dejar de lastimar, que la gente lo comprendiera y lo quisiera.

Permaneció mucho tiempo ahí, el sueño llegaba lentamente, permaneciendo por fin dormido.

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Hiei había dejado de correr, pero caminaba a paso rápido, con la katana desenvainada, blandiéndola con rapidez, cortando todo lo que se atravesaba. Furioso con todo.

Yusuke y Kuwabara lo encontraron, nuevamente decidieron seguirlo, pero era para buscar palabras adecuadas para calmarlo, conocían bien su temperamento y no querían ser ellos quienes pagaran el enojo.

Los tres se detuvieron al distinguir a una persona dormida en el pasto. Hiei se abalanzo listo para atacar, pero un disparo de energía lo hizo detenerse.

-calmate Hiei, primero hay que saber donde esta Kurama-

El que dormía despertó ante los ruidos, al ver a las personas que estaban ahí, se levanto y trato de huir. Yusuke se apresuro a empujarlo y tirarlo en el piso, inmovilizándolo.

-dónde esta Kurama?- pregunto Yusuke con furia.

-Ku... Ku... Kurama?- pregunto asustado, al no recordar en ese momento quien era Kurama.

-Suuichi- grito Yusuke al ver su desconcierto

-no me lastime- dijo con miedo

-no te lastimaremos si nos dices donde esta-

Dudaba en decirlo, pues seria entregar a Dylan -e-e-él- cerro los ojos dejando caer algunas lagrimas recordando lo gritos -e-e-e-él es-sta- abrió los ojos, pero desvío la mirada.

-vamos, dinos donde esta- ordeno Yusuke

-esta muerto?- pregunto Kuwabara con temor, causando impacto en los presentes.

Noah se apresuro a negar con la cabeza, aunque después dudo, pues ya estaba por amanecer, y no sabia que había pasado con Dylan y Suuichi en toda la noche.

-esta herido?- pregunto nuevamente el pelinaranja

Noah no contesto, de eso si estaba seguro, los gritos de Suuichi eran más que claros.

-dime si lo esta- exigió Uramechi

-s-s-si-

Hiei se sobresalto y se acerco al alemán –qué tan grave?- demando con fiereza

-n-o se-

-qué le hiciste?- pregunto Yusuke

-n-n-na-ada, y-yo no le hice da-a-ño-

-a ver Uramechi- dijo Kuwabara, levantando a Noah del piso -dime, por que te llevaste a Ku... Suuichi?- pidió con calma, al ver el miedo en Nasterh

-y-yo no me lo lleve- pregunto con extrañeza

-pero fuiste el ultimo en verlo-

-pe-ero él se fue con u-ustedes-

-no Nasterh, después de comer con Suuichi, que paso?-

-y-yo no fui a co-omer con Suuichi, yo...- se dejo caer de rodillas, al comprender lo que pasaba. Lagrimas nuevamente surcaron su rostro, Dylan lo había usado para engañar a Suuichi. -me uso- dijo con tristeza -por que?-

Los chicos se extrañaron ante esas palabras.

-Nasterh, dinos quien se llevo a Suuichi- ordeno Yusuke

-Dylan-

-quien?- pregunto con extrañeza -por que se lo llevo?-

-porque le gusta-

-le gusta Kurama?-

Noah negó -le gusta lastimar-

-por que a Kurama?-

-po-orque a mi me gusta Suuichi y-ya que él es muy bueno, y... y...

-dime donde esta Kurama?- ordeno con fiereza Hiei harto de todo eso, lo sujeto de los hombros y lo sacudió.

-cálmate Hiei, así no vas a lograr nada- dijo Kazuma

-Hiei déjalo- ordeno Yusuke al ver que no dejaba en paz al chico.

-dinos donde esta Suuichi?- pidió suavemente Kazuma -no te haremos daño, solo queremos a nuestro amigo de vuelta- dijo para calmarlo

-pe-ro si les digo lastimaran a Dylan-

-por supuesto- dijo Hiei

-mira Nasterh, si ese Dylan lastimo a Suuichi no podremos hacer nada para detener la furia de él- dijo Yusuke refiriéndose a Hiei -pero sino nos dice donde esta, el que sufrirá serás tu, quieres que te lastimemos cuando tu no eres el culpable, no seas testarudo-

-pe-pero Dylan no es malo, so-olo esta confundido-

-solo dinos donde esta Suuichi, deseamos rescatarlo, ya después veremos que hacemos con Dylan- dijo Kuwabara, sujetando a Noah suavemente de los hombros -por favor dinos donde esta-

Nasterh alzo su brazo y señalo un punto en el bosque.

-gracias- dijo Kazuma, y los tres se marcharon de ahí, dejando a un chico triste, estallando en llanto.

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Dylan se levantaba después de haber dormido tranquilamente, se dirigía al cuarto de Noah, para terminar de hablar con él, pero al entrar vio el lugar vacío, salió cerrando de nuevo la habitación, activo su poder para poder sentir sus pensamientos, pero en lugar de Noah encontró a tres mentes dirigirse hacia donde estaba.

Sonrío al reconocerlos, entro al cuarto de Kurama, quien aun seguía durmiendo. Se le acerco.

-ey despierta- dijo mientras lo sacudía -vístete- ordeno a un Kurama que aun no lograba estabilizar sus pensamientos. -tendremos visitas.

Kurama asintió, obedeciendo lo que se le decía.

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Hiei y los otros, llegaron a un almacen, al parecer usada antes por leñadores, al estar cerca pudieron sentir el poder espiritual de Kurama, pero lo sentían extraño.

Entraron con rapidez, fueron recibidos con Dylan quien les sonreía con seguridad.

-binevenidos- les dijo con burla -los esperaba, por lo visto ese Noah es muy cobarde, pero de que me quejo ya sabia que él es así-

-donde esta Kurama?- pregunto Yusuke

-Kurama?, para que lo quieren saber?-

-no seas estúpido, habla ya- dijo Hiei sujetando el mango de su katana.

-oh tu eres Hiei, sabes?- se lamió los labios -no deberías de ser tan posesivo, es bueno compartir- dijo con lujuria.

-de que hablas?-

Dylan sonrío ampliamente -Kurama ven- volteo, Yusuke, Kuwabara y Hiei vieron hacia el mismo lugar.

De atrás de Dylan apareció Kurama, caminaba con dificultad, su aspecto era deplorable, se le veían varios moretones al igual que sangre seca que era vista a través de la ropa desgarrada. Los chicos lo vieron sorprendidos, sus ojos se veían vacíos, Hiei sintió una fuerte punzada en su interior, le dolía verlo así; de la tristeza paso a la furia.

-qué le has hecho?- exigió saber Hiei

-fácil, ahora es mío, me pertenece, yo controlo su mente- acaricio la mejilla del pelirrojo, quien ni se inmuto al contacto.

Hiei no soporto más y se lanzo hacia Dylan, pero éste ya sabia y se protegió tras Kurama. Hiei detuvo su ataque al ver la trampa.

-no deberías hacer eso, sino quieres lastimar a tu amorcito-

-qué?- le extrañaron esas palabras, también a Yusuke y a Kuwabara les extraño, pero entendieron que sus sospechas eran ciertas.

-la habilidad de controlar a las personas también me permite leer la mente, así que mejor sean cuidadosos-

-maldito, eres un cobarde- grito con furia Kazuma

-deja a un lado a Kurama y enfréntanos- reclamo Yusuke

-no, tengo una idea mejor- se alejo del pelirrojo -Kurama mátalos- dijo ante la sorpresa de los demás.

Kurama avanzo unos pasos con dificultad mientras llevaba su mano a su cabello, saco su rosa y se preparo para invocar su látigo. Hiei y los demás no sabían que hacer, no podían enfrentarse a su amigo, y por el aspecto que tenia, sabían que no resistiría un combate.

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Continuara

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