Vanos recuerdos

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Gracias a GabZ, Haruka, Nebyura, Mao Seth por sus review's

Advertencia: Yaoi HieiXKurama.

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Capitulo 6: Pesadillas

-Kurama mátalos- ordeno Dylan ante la sorpresa de los demás.

Kurama avanzo unos pasos con dificultad mientras llevaba su mano a su cabello, saco su rosa y se preparo para invocar su látigo. Hiei y los demás no sabían que hacer, no podían enfrentarse a su amigo, y por el aspecto que tenia, sabían que no resistiría un combate.

Kurama cerro los ojos, sus recuerdos comenzaron nuevamente a llegar a su mente con gran rapidez, no entendía, el mundo exterior se convirtió en un lugar lejano, cayo sobre sus rodillas dejando caer la rosa, la cual llego al suelo marchita; confusión, era lo que había en su mente, nada se fiaba en su mente, ni las palabras de Dylan, su propio poder se negaba a obedecer; el dolor regreso, sus manos sujetaron su cabeza en un inútil esfuerzo de aplacar el tormento.

Hiei lo miro preocupado y se apuro a llegar a su lado.

-Kurama- lo llamo sin disimular su preocupación -Kurama- repitió alejando las manos del pelirrojo de su cabeza y colocando las suyas. Vio su gesto de dolor y el desconcierto interior en sus ojos, le dolió verlo así; siempre calmado, siempre seguro de si; ya no había ni rastro de aquello. -qué le hiciste?- reclamo con furia.

-pues como explicarlo- agrego con burla -tu amorcito no se dejo controlar y tuve que... pues destruir su mente, aunque se resistió mucho así que aun permanecen algunos pensamientos que lo confunden y le causan algunos dolores de cabeza, cosa sin importancia-

-maldito- agredió Yusuke -nos las pagaras-

-prepárate para pelear- dijo Kuwabara

-NO- dijo Hiei con firmeza -yo me haré cargo de él-, soltó a Kurama quien se doblo en si mismo y se lanzo con la cuchilla de su katana dispuesta a atravesar al que dañara a Kurama, a su Kurama.

Dylan lo esquivo con dificultad, podía leer la mente, pero los movimientos de Hiei eran muy rápidos. Le costaba reaccionar, lo que lo salvaba era el descontrol de Hiei, su falta de concentración lo hacia mas lento; Dylan vio ahí una oportunidad.

El poder del albino se hizo presente en la mente de Hiei, estaba leyendo sus pensamientos aprovechando que tenía las defensas bajas en su mente; Hiei detuvo su ataque de repente, sintió la invasión mental.

-bien, si así quieres pelear, así lo haremos- el jagan de Hiei fue revelado.

Sombras, neblina, oscuridad, dos personas en un mundo vacío dispuestos para una batalla no de fuerza, sino de poder; sus cerebro el campo de batalla, las armas sus pensamientos, el premio su estabilidad mental.

Yusuke y Kuwabara vieron extrañados que ambos, Dylan y Hiei se quedaron inmóviles; sus ojos parecían estar vacíos.

-qué paso Yusuke?- pregunto extrañado Kazuma

-no lo se, pero no me agrada-, el ruido de un golpe les llamo la atención.

-Kurama- pronuncio el pelinaranja al ver a su amigo en el piso, ambos chicos corrieron hacia el pelirrojo.

Yusuke levanto a Kurama, quien se encontraba inconsciente -no parece estar grave-

-pero aun así no me gusto lo que dijo ese tipo, ni ese tipo de marcas, es como si...-

-aun quiero saber que pasa con Hiei y ese tipo- no dejo que terminara de hablar, sospechando lo mismo.

-ellos se encuentran encerrados en sus propias mentes, peleando- escucharon una voz.

-Nasterh, como sabes eso?-

-ya he visto a Dylan hacerlo, esa vez él gano- dijo acercándoseles -cómo esta Suuichi?-

-no es grave lo que tiene, solo esta desmayado-

-espero que solo sea eso-

-qué quieres decir?-

-es que los que se resisten al control de Dylan terminan con daños, alguno no logran salir del encierro mental al que los somete y terminan en estado vegetativo-

-estoy seguro que Kurama podrá resistir eso- dijo seguro Yusuke

Noah no contesto, pero dirigió su mirada de Kurama a Dylan, preocupado por lo que sucedería, después paso su mirada a Hiei y lo miro espantado, retrocedió unos pasos.

-qué pasa?- pregunto Kuwabara, temiendo que hubiera pasado algo extraño con Hiei y Dylan.

-qué... qué tiene él en la frente?-, señalo al demonio de fuego

-es un jagan, le da habilidades especiales-

-e-e-entonces es capaz de tener un enfrentamiento mental?-

-si-

-Dylan-, dijo con temor

-aun te preocupas por él, aun con todo lo que le hizo a Kurama y quien sabe a cuantas personas más-

Noah bajo la mirada entristecido -es verdad que ha lastimado a muchas personas, pero él es el único que me comprende y... que no me trata como si fuera un fenómeno-

Yusuke y Kuwabara, callaron ante esas palabras, ellos mismo lo habían tratado así.

-cuánto dudara esa pelea?- pregunto Yusuke buscando cambiar el tema.

Noah alzo lo hombros -no lo se, dependerá de la resistencia y la astucia de cada quien-

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Dos combatientes, un paisaje vacío, donde estaría el suelo una espesura oscura, sus pies no se veían, el cielo rojo resplandecía por estruendos luminosos, alguna nubes negras oscurecían el lugar; voces, sonidos provenían de todos lados, y de ninguno.

Hiei y Dylan no se movían, sonreían con seguridad, satisfechos por la dura pelea, se veían retadoramente, no hablan, pero aunque quisieran, hubiera sido imposible, el escándalo llenaba el lugar, cada estruendo iluminaba una escena, de quien era el pensamiento?, ya no se sabia.

Recuerdos dolorosos, tristes pérdidas, angustiosos pensamientos, soledad, amargura, rencor, venganza, odio. Era tal la presión en el lugar, que ya cualquiera hubiera muerto. En sus cuerpos, hilos de sangre cubrían sus rostros, sangre salida por los poros de su cabeza, clara demostración del esfuerzo mental.

Dylan dominaba el control mental, la lectura de pensamientos, conocía el tipo de lucha que tenía ahora, ya había ganado una vez, tenía la experiencia, el profundo conocimiento.

Hiei había vivido años de una miserable vida, había sufrido y había salido triunfante, tenía un poder demoniaco que le permitía dominar técnicas casi imposibles. Sus experiencias y sufrimientos eran mayores que la de su contrincante, pero no sabia controlarlo completamente.

Se fijo una imagen, Hiei la miro intrigado; Dylan sonrío satisfecho al ver el rostro de su contrincante. Era el rostro de Kurama, sonrojado, sudando, lleno de lagrimas, gritos, gritos de dolor retumbaban en el lugar; Hiei podía sentir dentro de él la violencia que había sufrido Kurama a causa de Dylan sin poder defenderse, la confusión ante tal ultraje, miedo, desesperación dolor.

Hiei sentía todo eso, mas la impotencia de no haber podio ayudarle, de no haberlo protegido como se suponía que debió haberlo hecho. Un fuerte viento lleno el lugar, era la ira de Hiei manifestada. A Dylan no le afecto, aumento la presión para enfrentar ese nuevo factor.

Caras, personas, gritos, palabras, amenazas, gestos, sangre, bestias, pesadillas, violencia, sombras, armas, gritos, carcajadas, miradas, insultos, lagrimas, burlas, truenos, señales, colores, resplandores, animales, arboles, heridas, miedo, persecución, muerte...

Gritos...

Dolor...

Sangre...

Miedo...

Dolor...

Dolor...

Nada...

-

-

-

-

Los cuerpos de ambos contrincantes habían perdido fuerzas, y cayeron al suelo. Yusuke deja con cuidado a Kurama a quien aun tenia sujeto en sus brazos, corre hacia Hiei junto a Kuwabara; Noah duda en moverse, pero se acerca lentamente hacia el albino.

-Hiei, Hiei- llamo Uramechi colocando boca arriba al medio koorime. -contesta-

-esta inconsciente-

Noah ya se había acercado al psicoquinetico, -Dylan?- pregunto asustado con su mano acariciando la mejilla del albino. -e-e-estas bien?-, no recibió respuesta.

-qué habrá pasado?- Uramechi hizo un gesto de desconocer la respuesta -Nasterh qué paso?-

-no lo se, la otra vez Dylan termino cansado pero consciente, él otro nunca despertó aunque seguía vivo-

Yusuke noto que en ese momento la respiración de Hiei cambiaba -mira el desconsiderado se puso a dormir y nosotros preocupados-

-entonces- comenzó Noah -Dylan perdió- dijo con tristeza.

-no lo tomes a mal, pero se lo merecía- exclamo Kuwabara

Noah no contesto, pero seguía acariciando la mejilla de su amigo, limpiando los rastros de sangre -ahora yo te cuidare Dylan-

-llevémonos a que descansen- comento Yusuke cargando a Hiei.

-si-

-qué harás Nasterh?-

Tardo en contestar -no lo se,... Dylan era quien cuidaba de ambos y decidía-

-acompáñanos en lo que decides-, el alemán lo vio a los ojos, vio ahí la preocupacion.

-gracias- levanto a Dylan, mientras Kuwabara iba por Kurama.

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Oscurecía, se encontraban en la casa de Kurama, aprovechando que Shiori aun no llegaba. Kurama ya había sido curado y recostado en la cama de su madre, pues la suya era ocupada por Hiei, Dylan estaba sentado en el sillón con la vista perdida, había despertado pero sufría de lagunas mentales, por fortuna no recordaba ni mostraba tener poderes psicoquineticos. Se veía completamente diferente a como lo habían visto anteriormente, parecía indefenso frágil, lastimero. Noah lo abrazaba tiernamente, pues estaba feliz de no haberlo perdido por completo, pero aun temía por la reacción de Hiei, que deseara terminar su trabajo.

Keiko, Botan y Shizuru los acompañaban. Se disponían a retirarse de la sala para ir a cenar, cuando unos ruidos en las escaleras les advirtieron la llegada de alguien.

-Kurama, donde esta?- fue lo primer hizo al hacerse presente Hiei.

-esta en la habitación de su mamá-, Hiei se apresuro a ir ahí. El resto del grupo lo dejo ir, seguirían esperando. Cuando Hiei subió de nuevo, Noah se relajo, alegre de que no se hubiera dado cuenta de su presencia ni de la de Dylan.

Un apriete en su mano le llamo la atención -vamos a cenar- dijo levantándose sin soltar la mano que lo había tomado.

El albino asintió dejándose llevar.

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Hiei abrió la puerta con rapidez, y buscando con la vista, encontró a Kurama recostado, se le acerco lentamente. Podía escuchar la respiración relajada; se sentó en la cama y admiro el rostro del pelirrojo, no mostraba sentimiento alguno, tan perfecto y frío como una piedra.

Sintió una punzada de dolor en su corazón, él nunca hubiera pensado en Kurama como alguien frio, siempre con una sonrisa amable, y palabras agradables para todos, su corazón era caliente y lleno de dulzura, tal vez... en Youko si, pero ya no quedaba rastros de la personalidad del Zorro demoniaco en él.

Sus dedos cepillaron suavemente el cabello rojo, le extraño ser capaz de ese acto; él, el demonio de fuego, el niño prohibido, el jaganshi conmovido, adolorido en el corazón dependiendo del amor de una persona, se sentía débil pero completo, era sin duda el amor algo tan complicado pero tan hermoso que no le importaba sentir esa confusión al querer explicarse lo que sentía.

Se acostó en la cama, necesitaba sentirlos cerca, demostrarle y demostrarse que era capaz de amar, lo abrazo pudo sentir su calor, su olor perfumando todo, aun estaba cansado se había despertado al recordar en sueños a Kurama, y ahora lo tenia a su lado, aun no lo recuperaba pero por lo menos ahora lo tenia cerca, el sueño lo alcanzo; hubo quienes fueron a buscarlo, pero al verlos lo dejaron tranquilos.

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Despertó y lo primero que sus ojos enfocaron fueron unos color esmeralda que lo miraban fijamente.

-Kurama por fin despertaste- exclamo con alegría -estas bien?- pregunto extrañado al ver que lo miraba fijamente, no podía identificar de que manera exactamente.

Se incorporo, Kurama no lo dejaba de ver, Hiei empezaba a incomodarse por la forma en que lo miraba.

-Kurama?- volvió a pronunciar, camino al otro lado de la cama, Kurama se recargo en sus codos para no perderlo de vista, parecía la mirada de un ser sin sentimiento que lo analizaba. La puerta se abrió una cabeza castaña se asomo.

-oh Hiei ya te levantaste, venimos a traerte algo de comer- decía Keiko entrando con una bandeja seguida de Botan.

-ya despertó Kurama?- pregunto la pelizaul, pero vio la mirada de extrañeza del medio koorime y volteo en búsqueda de Kurama. Vio que el ojiverde tenía su mirada fija en Hiei y parecía que no se había dado cuenta de la presencia de Keiko y suya.

Hiei miraba a Kurama y las chicas en tiempos, no sabia que hacer se sentía incomodo, pero no quería irse ni quería que ellas supieran de su incomodidad.

-que bien que hayas despertado, como estas?- hablo Keiko sin haberse dado cuenta de lo que pasaba. Dejo la bandeja y separo a un lado de la cama se dio cuenta que Kurama le había ignorado. -Kurama- llamo buscando su mirada.

Kurama dejo de inspeccionar a Hiei y paso su mirada a quien parecía hablarle.

Hiei se sintió aliviado, pero ahora Keiko no sabia que hacer con esa extraña mirada caer sobre ella. -por que no te sientas para que puedas desayunar?- dijo buscando manera de distraerlo.

Kurama no se movió, ni su cuerpo, gesto o mirada.

-eh, bueno te ayudo- y sujetándolo le ayudo a quedar sentado, en todo ese tiempo Kurama no la perdía de vista, Keiko empezaba a sentirse incomoda, miro a Hiei y después a Botan buscando ayuda, pero se notaban extrañados, supo que no recibiría ayuda de ellos. -aquí esta tu comida- le coloco la bandeja sintiendo la mirada, Keiko prefería mejor no verlo.

-Kurama estas... bien?- pregunto indecisa Botan, Kurama la ignoro. La peliazul se subió a la cama y pasó su mano frente a Kurama. Ahora la vista de éste pasaba a ella. Botan paso saliva al ser ahora su atención.

En eso entraron Yusuke y Kuwabara intrigados por saber que había pasado. Botan fue y se escondió tras Kuwabara.

-oye, qué haces?- pregunto extrañado.

-es que no quiero que me vea- contesto, asomando su cabeza en búsqueda de Kurama notando que aun seguía viéndola.

-quien?- pregunto Yusuke

-Kurama- se oculto por completo.

-eh?, por que?- pregunto Kuwabara, pero en eso vio a Kurama moviendo la cabeza en búsqueda de Botan, y al igual que los demás ambos chicos notaron el vacío en su mirada.

-Kurama- dijo Yusuke extrañado. -qué le pasa?

-no sabemos, esta así desde que despertó, verdad Hiei?- pregunto Botan

Hiei asintió, aun desconcertado, pero no permaneció mas tiempo así, no soportaba, no podía, verlo así, se dirigió a la ventana y se escapo.

-Hiei- lo llamaron, pero él no respondió. Kurama veía la misma ventana por la que había escapado la primera persona que vio al despertar. Su gesto seguía imperturbable.

-Kurama, por que no comes?- hablo Keiko llamando de nuevo su atención, el pelirrojo paso su vista de la chica a la comida y de nuevo a la chica. Esta vez movió la cabeza en señal de no comprender. -así- dijo la castaña colocando el cubierto en su mano -ahora come-, Kurama esta vez obedeció, ante la tristeza de sus amigos, al verlo en ese estado.

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Se detuvo en lo alto de un edificio, parado en el borde, mirando hacia el cielo; abajo la gente continuaba con su vida, ajenos a la presencia de esa persona.

Fugitivas lagrimas salieron de sus ojos, se maldigo por tal acto, las limpio antes de que cayeran y tuviera que ocultar algo mas, pero dejo una caer, sujeto antes de perderla la gema negra en lo que se había convertido dicha lagrima.

"Esto es por tu culpa Kurama" apretó la gema en su mano "por ti he llorado, ja nunca creí que fuera capaz de llorar, y todo por ese sentimiento tan absurdo y... hermoso que es el amor".

"Tal vez es mi culpa, fui arrebatado de mi madre y mi hermana, y aunque recupere a Yukina no la tengo a mi lado, pero es porque yo soy el niño prohibido, no es así?, nadie puede acercárseme porque sino pagaran por todos los buenos sentimientos que sientan por mi; Yukina pago sus lagrimas al querer buscarme, y tu Kurama has pagado por amarme".

"por que no fui mas rápido?, por que no fui capaz de protegerte,... por que no fuiste capaz de dejarme ir Kurama?", mas lagrimas brotaron de sus ojos "es por tu culpa que estoy así, sino te hubieras empecinado en tenerme, no estaría sintiendo este dolor en le pecho al verte así".

Vio su gema negra, se sentía interiormente igual, negro, vacío, sin nada que lo alumbre. Su luz se había extinguido con Kurama. Recordó las palabras de Kurama: "te amo", -yo también te amo-, las palabras salieron de su boca sin pensarlo.

Volvió a apretar su puño "solo quiero esta cerca de ti" la dulce voz de Kurama resonaba en su mente "-te conformas con eso?- -por el momento- -no te rendirás?- -no-"

"Kurama no se rinde,... yo tampoco, y menos lo haré ahora cuando mas me necesita", se retiro de ahí, regresando sobre sus pasos.

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El timbre de la casa de Kurama sonó, Kuwabara fue a abrir.

-bueno días-

-Hola Nasterh, vienes a ver como esta Kurama?-

-si, ya despertó?-

-ya, pero como sino lo hubiera hecho-

-tan mal esta?-

-esta como Dylan- dijo refiriéndose al chico quien le sonreía -solo que él no muestra sentimientos, parece...vacío-

-puedo verlo?-

-supongo que si, pasa-, Noah y Dylan entraron.

Frente a la sala se detuvieron -buenos días Uramechi-

-buenos días Noah, Dylan- dijo el segundo nombre con algo de resentimiento

-bueno días- contesto nervioso.

-sabes?, tal vez hubiera sido bueno que Dylan no perdiera sus poderes, podría ayudar ahora a Kurama-

-yo prefiero que no, es más fácil controlar a Dylan así, pero aunque tuviera sus poderes, no se si Dylan hubiera podido, los daños cerebrales son irreparables-

Ambos bajaron las miradas, lo sabían bien, pero deseaban que no fuera así.

-vamos a subir a verlo-, Yusuke asintió.

Kurama ya no estaba en la habitación de su madre, sino en la propia, Noah entro ahí, vio al pelirrojo sentado en su cama, con las rodilla dobladas, sus brazos recargados en ellas y la mirada perdida en el vacío, Botan ponía unas rosas en un florero en el escritorio, Keiko peinaba el largo cabello de Kurama.

-buenos días- saludo el alemán

-Hola Nasterh-

-Dylan como estas?- pregunto Botan, el aludido hizo un movimiento de cabeza para indicar que bien.

Kurama paso su vista a los recién llegados, al enfocarse en el albino, sus ojos se abrieron ampliamente, llevo sus manos a la cabeza, el dolor comenzaba nuevamente.

Keiko dejo de peinarlo -Kurama que tienes?- pregunto preocupada

Botan también se acerco.

-basta- escucharon casi en un susurro -basta- el tono había aumentado, todos lo miraban extrañado -basta- es escucho perfectamente -basta- sacudía su cabeza -basta- el tono era mas fuerte -BASTA, BASTA- gritaba con desesperación.

-Kurama- menciono Keiko como buscando una respuesta a lo que pasaba. Yusuke y Kuwabara entraron a la habitación alertados por los gritos.

-BASTA- ordenaba -BASTA- pedía, -BASTA- suplicaba con los ojos bien abierto, lagrimas corrían rápidamente. -BASTA-, se veía el dolor encarnado en su rostro.

Comenzó a agitarse, se tumbo en la cama, moviéndose rápidamente, Yusuke y Kuwabara notaron que su poder espiritual también estaba descontrolado, las rosas se marchitaron rápidamente.

Noah saco a Dylan, pues se había dado cuenta de cómo había empezado, Keiko y Botan se alejaron, mientras que Yusuke y Kuwabara lo sujetaban tratando de detenerlo.

-Kurama cálmate- pedía inútilmente Yusuke, lo sujetaba junto con Kuwabara para que no se lastimara, sus ojos grandemente abiertos llenaban de terror; los chicos rápidamente se desesperaron al no saber como ayudarlo.

Hiei quien se aproximaba, escucho los gritos desesperantes de Kurama, se apuro a llegar, vio como Yusuke y Kuwabara sujetaban a Kurama quien seguía sujetándose, las palabras ya eran inentendibles.

-Hiei- dijo Botan al verlo

-qué le pasa?- pregunto viendo al pelirrojo

-no sabemos, de repente se puso así, los chicos tratan de calmarlo-. Kurama dejo de sacudirse, pero aun se veía agitado.

Hiei no soporto mas verlo así, y acercándose, se sentó en la orilla de la cama, levanto la mano y para sorpresa de todos, acaricio la mejilla, con la otra mano libero su jaganshi. Kurama había cerrado los ojos y parecía dormitar.

Comenzó a acariciarla por impulso incontenible, Kurama se dejo llevar por la acaricia, recargando su rostro en la mano. Los demás esperaban expectante lo que Hiei se proponía. Hiei cerró los ojos, imitado por Kurama.

La neblina blanca cubría el lugar, no había paredes, techo o piso, pero el lugar era firme; se escuchaban suaves murmullos, y la luz era clara, pero sobre todo se podía sentir calma.

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Continuara

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