¡Hola! ¿Cómo están?
Ahora agradeceré primero.
Sakura Wen: je, je. No te preocupes probablemente queden juntos, pero no sera tan fácil.
Decaos: Gracias por tus comentarios, creeme que me alegra que mis esfuerzos sean recompensados por sus opiniones.
Celina Sosa: ¿te gusta? El que los deje con la intriga de lo que pasará.
Gracias a todos por dejar Review.
Y espero que no me maten por lo que pasará después.
:::::::::::::::::::::::::
Era una hermosa mañana, algunos pajarillos cantaban y revoloteaban en los árboles, su canto era hermoso. El cielo era de un color rojizo, anunciando que pronto saldría el sol, pocas nubes surcaban el cielo.
Por primera vez en mucho tiempo Sakura se levantó al primer llamado de Kero. Quien la había despertado temprano para seguir con la lectura de los libros.
Ahora ella se encontraba cepillándose un poco el cabello, frente al enorme espejo que tenía en la habitación. Veía su reflejo y pensaba. Pensaba que se parecía mucho a cuando era una niña, era extraño verse así aún no se acostumbraba.
- Sakurita, ¿Estás bien?
- Claro, ¿por qué no habría de estarlo? - le sonrío.
- Si tú lo dices - dijo el guardián y continúo leyendo.
Sakura se sentó y comenzó a hojear un libro. Comenzaban a leer y después de un rato bajaban a desayunar. Pero sus pensamientos no estaban concentrados en la lectura.
- ¿Qué esperaba? ¿Que un chico como él algún día regresara a Tomoeda por mí? Él ha hecho su vida y no puedo venir a darle preocupaciones. Ahora tiene a quien amar. Lo que paso hace años fue sólo una aventura infantil, no puedo esperar que siga sintiendo lo mismo por mí, ya lo olvido. Debí hacer lo mismo con el sentimiento que tenía hacia él. Pero me trata tan bien. Puede ser que sólo sea porque tiene nostalgia de lo que paso hace años y me sigue viendo como aquella chiquilla que le gusto alguna vez. Debo hacerme a un lado y dejar que sea muy feliz, lo quiero tanto que sólo deseo su felicidad y no me debe importar si es conmigo o alguien más - pensaba y suspiraba Sakura.
Estaba sumida en un sin fin de emociones y sentimientos.
:::::::::::::::::::::::::::::::::
- Adelante - contestó una voz masculina al llamado de la puerta.
Shaoran se encontraba apurado firmando algunos papeles.
- Con su permiso señor, tenemos noticias de Tokio - decía Fiang - se encuentra en la línea el encargado de la investigación en Tokio y desea darle los detalles.
- Gracias Fiang - dijo Shaoran y levantó la bocina para hablar.
- Habla Shaoran, ¿qué has encontrado?
- Señor, gusto en saludarle. Estuve investigando y al parecer hay algo muy raro. Hay un bosque cerca de la ciudad, en ese lugar hay irregularidades mágicas. Al parecer en ese lugar ha habido muchas batallas, pues hay personas que dicen haber visto fenómenos que sólo pueden ser hechos con magia. Pero lo más impresionante es que por medio de un conjuro que invoque cerca del bosque detecte una enorme cantidad de magia, aún no sé si es maligna o no. Pero hay residuos de dos auras increíblemente fuertes. Aún investigo para no caer en una trampa. Una vez que tenga los resultados intentaré entrar al bosque para investigar más. Pero por ahora le quise comunicar lo que he encontrado. Es todo por ahora.
-¿Qué me dices de las personas desaparecidas?- preguntó Shaoran.
- Es en eso en lo que me he enfocado señor. Al parecer las personas tenían algo en común, todas poseían un don especial. En otras palabras tenían magia. Pero aún no sé de que clase. Hace unos días encontraron 2 de los cuerpos sin vida y no tiene huellas de un ataque normal, después encontraron otro que esta con vida pero en coma, presentan las mismas características que los otros, parece que el ataque también fue mágico. También estoy investigando eso señor.
- Entiendo. Usa conjuros para protegerte antes de entrar al lugar. Busca más información y en cuanto la obtengas avísame.
- Como diga señor, en cuanto obtenga más información lo llamaré, hasta luego.
- Ten cuidado, adiós - cortaron la comunicación y Shaoran quedó pensativo.
Que podría estar pasando en ese lugar. Le extrañaba que Sakura no sepa nada, sobre todo de los residuos de energía, que ya tenían tiempo de suceder y ella había dicho que sabía de movimientos mágicos, entendía que no supiera de las desapariciones ya que al parecer habían comenzado cuando ya se encontraba en China, pero no dijo más, acaso ocultaba algo. Y por qué había pedido libros de magia, acaso tenía algo que ver.
- Señor, sólo quería recordarle que tiene que ir a recoger a su madre y prometida al aeropuerto - dijo Fiang, sacándolo de sus pensamientos.
- Esta bien, gracias - Se levantó y se fue rumbo al aeropuerto.
::::::::::::::::::::::::
- Buenos días señorita Sakura, estaba pensando subirle el desayuno.
- No te preocupes Wei, no me había dado cuenta de la hora - dijo Sakura sacando un poco la lengua.
- Sakurita, quiero desayunar, tengo hambre - se quejaba Kero y su pancita lo demostraba haciendo graciosos ruidos. No quería molestar a su ama, que había estado muy callada, pero su pancita no opinaba lo mismo.
- Ya que bajo, ¿no le gustaría desayunar con las señoras?
- ¿Ellas se encuentran aquí? - preguntó sorprendida, luego recordó que ellas estaban preparando una celebración para Shaoran.
- Si señorita se encuentran en la sala tomando té.
Se reprochaba no haberlas recordado, si lo hubiera hecho, habría bajado más temprano a saludarlas.
- Kero, vamos a saludar a las hermanas de Shaoran.
- En un momento les llevo su desayuno - dijo Wei.
- Gracias, vamos Kero.
Kero la siguió hasta la sala. En donde se encontraban las cuatro hermanas muy sonrientes.
- Buenos días - saludo Sakura con una sonrisa ^_^.
- ¡Hola! - dijo Kero.
Las cuatro hermanas voltearon y se quedaron muy quietas, recordando la noche anterior. Mientras Sakura se sentía algo incomoda siendo observada por las hermanas. Hasta que una reacciono.
- Buenos días, ¿durmieron bien? - dijo finalmente Fanren, notando la incomodidad de la chica.
- Sí, gracias - dijo mientras sonreía.
- Pero siéntate, esperamos a Shaoran - dijo Feimei.
Sakura se sentó, en ese momento llego Wei con el desayuno después se retiro. Kero se puso a desayunar, mientras hablaban.
- ¿Y dónde esta él?
- Fue al aeropuerto por mi madre y... -dudo un poco.
- Y su prometida ¿cierto? - completo Sakura sin cambiar su sonrisa. Kero continuo desayunando sin decir palabra.
Las cuatro hermanas sólo se miraban entre sí.
- Pero no recuerdo cuál era el motivo de la fiesta sorpresa - dijo Sakura.
- Ah, es porque hoy cumple 5 años de estar a la cabeza del Clan - suspiro- queríamos darle una sorpresa y las sorprendidas fuimos nosotras - sonrío recordando al igual que las otras tres.
- ¡5 años!, parece que ha estado muy ocupado - dijo Sakura, recordando cómo cuando aún se mantenían comunicados, esperaba ansiosa sus cartas y éstas cada vez se hacían más esporádicas, y ella en cuanto obtenía respuesta enviaba inmediatamente otra carta. Él había tenido una vida llena de responsabilidades desde muy pequeño.
- ¿Recuerdan cómo se encontraba aquel día? - preguntó Futtie.
Todas sonrieron animadamente.
- ¿Cómo olvidarlo? - dijo Shiefa.
- Si estaba tan nervioso que caminaba de un lugar a otro, con la cara preocupada y a todos regañaba por cualquier cosa - dijo Faren.
- Se veía muy gracioso.
Todas reían recordando a su entonces pequeño hermano. Sakura también lo hacía imaginando la cara de Shaoran.
Entonces llego Wei.
Señoras, señorita y Kerberos, ya han llegado - dijo Wei y se dirigió a la puerta principal.
Las cuatro hermanas, Sakura y Kero que seguía callado, se pararon y lo siguieron.
Ahora Sakura se sentía extrañamente nerviosa, conocería a la prometida de Shaoran. Su corazón palpitaba muy fuerte y todo su pequeño cuerpo temblaba, eso sólo lo había sentido cuando ella y Shaoran se quedaron viendo la noche anterior. Dio un gran suspiro que afortunadamente ninguna de las hermanas escuchó.
Finalmente Wei abrió la gigantesca puerta. El primero en entrar fue Shaoran, que al entrar provocó que Sakura se ponga mucho más nerviosa. Éste le entregó a Wei las maletas que llevaba, aún no se percataba de la presencia de Sakura que se encontraba casi escondida detrás de sus hermanas. Luego dirigió su mirada hacia la puerta esperando que entraran sus acompañantes.
La siguiente en aparecer fue la madre de Shaoran, quien estaba muy seria y calmada, era como Sakura la recordaba. Ella tampoco la noto, y también dirigió su mirada hacia la puerta esperando a quien faltaba.
:::::::::::::::::::::::::::::::
Sakura tenía el corazón latiendo muy fuerte, su cuerpo tembló aun más. Sabía que tenía que controlarse o acabaría por desmayarse ahí mismo. Tomo una enorme cantidad de aire y lo retuvo. Entonces vio que Shaoran tendía la mano hacia la puerta. Él se veía tan guapo, iba vestido con un traje muy elegante, seguramente por la visita, sus ojos se veían hermosos.
Para la pobre Sakura el tiempo pasaba muy lentamente. Otra mano ingresaba, tomando la que Shaoran le tendía. El cuerpo de una mujer ingreso a la casa.
Shaoran y su prometida se sonrieron tiernamente entre sí.
¿Porque no se desmayo? Eso era mucho mejor que verlos, ahora si que casi pudo escuchar como su corazón se rompía, sintió que caía en un abismo. Pero seguía hay parada, tan sólo observando y sintiendo que su ilusión estaba destrozada. En ese momento supo, que ya no había nada, podía olvidarse de todo lo que alguna vez soñó, sentía como rebeldes lágrimas querían salir de sus ojos.
Cerro los ojos, para no seguir observando la escena, pero dentro de su mente había quedado grabada, Shaoran sonriéndole a su prometida tiernamente, en realidad no había visto bien a la chica. Pero tan sólo notar la mirada que le lanzo, esa mirada que sólo había sido privilegio de ella el ver cuando eran pequeños, ahora aquella chica era más afortunada de que se la dirigiera a ella, y aún más sabiendo que ella lo vería el resto de sus días.
Ella tendría el privilegio de verlo sonreír así, todas las mañanas al despertar junto a él. Ella compartiría con él sus alegrías y tristezas, sus esperanzas y sueños. Sería con ella con la que formaría un hogar y tendrían hermosos hijos, tan apuestos como su padre. Esa mirada sólo sería para ella, la mirada que tanto adoraba, recordaba y deseaba con todas las fuerzas de su corazón que fuera para ella.
Sintió un enorme vacío.
De pronto recordó, su misión, intentaba salir del mar de emociones que le provocó aquello, ahora debía imponerse la razón frente a los sentimientos. Trataba de refugiarse en los recuerdos de su responsabilidad, para alejar cualquier sentimiento. Debía pensar con cabeza fría, debía dejar sus sentimientos a un lado y pensar en su futuro. Finalmente sintió que lo lograría y abrió los ojos.
Afuera habían pasado escasos segundos. Ahora las cuatro hermanas saludaban alegremente a las recién llegadas. Fue cuando sintió a Kero sentado en su hombro viéndola a los ojos, como si comprendiera lo que le pasaba. Después de todo lo sabía, ella años atrás le había confesado que aún guardaba ese sentimiento y que tenía hermosos sueños sobre ello.
Kero le sonrío, lo sabía, sabía, ese condenado mocoso la haría sufrir. Y ahora ella sufría, aunque lo ocultaba, él la conocía y lo sabía. Sakura trato de sonreírle para indicarle que se encontraba bien, pero su sonrisa era temblorosa. Kero le dijo muy bajito: eres fuerte Sakurita, ella asintió. Ambos dirigieron su mirada a lo que sucedía.
Ahora las hermanas saludaban a su futura cuñada impidiendo que Sakura pueda apreciarla. Fue cuando la madre de Shaoran se percato de su presencia.
- ¡Buenos días señorita Kinomoto, es un gusto verla después de tanto tiempo! - decía calmadamente.
Sakura se sorprendió un poco ya que estaba tratando de ver a la prometida de Shaoran y rápidamente contesto, haciendo una reverencia.
- Buenos días señora, también me da gusto volver a verla.
Shaoran se quedó estático no la había visto, la chica se comportaba casi normal, pero pudo ver que el pequeño guardián le lanzaba una terrible mirada. Sin saber por que desvió mirada.
- También es un gusto ver al guardián de las cartas Sakura - dijo Ieran Li.
Kero respondió con una sonrisa y una reverencia.
- Espero que su estancia aquí sea grata - dijo Ieran.
- Así ha sido, les estoy muy agradecida - dijo Sakura, con una sonrisa forzada.
- Shaoran, ¿por qué no nos presentas? - decía una linda voz.
Entonces Sakura la pudo apreciar.
Era hermosa, era casi del tamaño de Shaoran, con un largo y lacio cabello negro, que le llegaba a la cadera, lo llevaba suelto. Tenía un cuerpo esbelto. Iba vestida con un vestido chino rojo con diminutos bordados dorados. Su rostro lo llevaba ligeramente maquillado, su piel era blanca, tenía ojos de un color negro azulado. Era realmente hermosa.
- Eh, claro ella es Sakura Kinomoto, la actual dueña de las cartas Sakura - dijo Shaoran - y ella es Hannia Tabura, mi prometida - dijo hablando con voz baja.
Aquellas palabras, saliendo de su boca dolieron como mil puñales en su corazón, ya muy herido y atormentado. Porque en su corazón se repetía una y otra vez aquella imagen de ellos sonriéndose.
Pero debía ser fuerte ahora, no demostraría que su corazón esta roto. No si ellos estaban felices, no les preocuparía con su sufrimiento. Ella debía mostrarse fortaleza. Si el amor de su vida estaba feliz ella también lo estaría. Después de todo lo importante era él. Y ella debía seguir su vida como él lo había hecho ya.
- Mucho gusto - dijo con una sonrisa y haciendo una reverencia.
- El gusto es mío, Shaoran me ha hablado de ti ¿sabes? - dijo la chica con una sonrisa también muy linda.
Sakura se sintió intimidada, era una chica muy bella, jamás podría competir con ella, sobre todo con la apariencia que en ese momento tenía. Además...
- Tiene un poder muy elevado - dijo Kero impresionado.
- Él debe ser el guardián de las cartas Sakura, el gran Kerberos - aseguro la chica y le sonrió.
Kero también sonrió y se puso en una pose muy orgullosa.
- Pero no nos quedaremos aquí será mejor ponernos más cómodos - dijo Ieran.
Todos asintieron y se fueron a la enorme sala, donde estuvieron conversando.
Shaoran por su parte también se sentía confundido. Se sintió muy raro presentando a Hannia a Sakura. De pequeño siempre pensó que se casaría con Sakura, regresaría a Tomoeda por ella y se casarían. Pero ahora estaba muy confundido. Quería a Hannia, no lo negaba, por otro lado el ver a su amor infantil le había traído sentimientos diferentes, que él pensaba eran más de melancolía del pasado que otra cosa. Y ahora las sensaciones que tenía en aquel extraño sueño hacía la desconocida mujer.
::::::::::::::::::::::::::::::::::
Fin del capitulo.
Sin comentarios.
.
.
.
¡Mejor sí!
Creo que voy a llorar...
Ahora agradeceré primero.
Sakura Wen: je, je. No te preocupes probablemente queden juntos, pero no sera tan fácil.
Decaos: Gracias por tus comentarios, creeme que me alegra que mis esfuerzos sean recompensados por sus opiniones.
Celina Sosa: ¿te gusta? El que los deje con la intriga de lo que pasará.
Gracias a todos por dejar Review.
Y espero que no me maten por lo que pasará después.
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Era una hermosa mañana, algunos pajarillos cantaban y revoloteaban en los árboles, su canto era hermoso. El cielo era de un color rojizo, anunciando que pronto saldría el sol, pocas nubes surcaban el cielo.
Por primera vez en mucho tiempo Sakura se levantó al primer llamado de Kero. Quien la había despertado temprano para seguir con la lectura de los libros.
Ahora ella se encontraba cepillándose un poco el cabello, frente al enorme espejo que tenía en la habitación. Veía su reflejo y pensaba. Pensaba que se parecía mucho a cuando era una niña, era extraño verse así aún no se acostumbraba.
- Sakurita, ¿Estás bien?
- Claro, ¿por qué no habría de estarlo? - le sonrío.
- Si tú lo dices - dijo el guardián y continúo leyendo.
Sakura se sentó y comenzó a hojear un libro. Comenzaban a leer y después de un rato bajaban a desayunar. Pero sus pensamientos no estaban concentrados en la lectura.
- ¿Qué esperaba? ¿Que un chico como él algún día regresara a Tomoeda por mí? Él ha hecho su vida y no puedo venir a darle preocupaciones. Ahora tiene a quien amar. Lo que paso hace años fue sólo una aventura infantil, no puedo esperar que siga sintiendo lo mismo por mí, ya lo olvido. Debí hacer lo mismo con el sentimiento que tenía hacia él. Pero me trata tan bien. Puede ser que sólo sea porque tiene nostalgia de lo que paso hace años y me sigue viendo como aquella chiquilla que le gusto alguna vez. Debo hacerme a un lado y dejar que sea muy feliz, lo quiero tanto que sólo deseo su felicidad y no me debe importar si es conmigo o alguien más - pensaba y suspiraba Sakura.
Estaba sumida en un sin fin de emociones y sentimientos.
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- Adelante - contestó una voz masculina al llamado de la puerta.
Shaoran se encontraba apurado firmando algunos papeles.
- Con su permiso señor, tenemos noticias de Tokio - decía Fiang - se encuentra en la línea el encargado de la investigación en Tokio y desea darle los detalles.
- Gracias Fiang - dijo Shaoran y levantó la bocina para hablar.
- Habla Shaoran, ¿qué has encontrado?
- Señor, gusto en saludarle. Estuve investigando y al parecer hay algo muy raro. Hay un bosque cerca de la ciudad, en ese lugar hay irregularidades mágicas. Al parecer en ese lugar ha habido muchas batallas, pues hay personas que dicen haber visto fenómenos que sólo pueden ser hechos con magia. Pero lo más impresionante es que por medio de un conjuro que invoque cerca del bosque detecte una enorme cantidad de magia, aún no sé si es maligna o no. Pero hay residuos de dos auras increíblemente fuertes. Aún investigo para no caer en una trampa. Una vez que tenga los resultados intentaré entrar al bosque para investigar más. Pero por ahora le quise comunicar lo que he encontrado. Es todo por ahora.
-¿Qué me dices de las personas desaparecidas?- preguntó Shaoran.
- Es en eso en lo que me he enfocado señor. Al parecer las personas tenían algo en común, todas poseían un don especial. En otras palabras tenían magia. Pero aún no sé de que clase. Hace unos días encontraron 2 de los cuerpos sin vida y no tiene huellas de un ataque normal, después encontraron otro que esta con vida pero en coma, presentan las mismas características que los otros, parece que el ataque también fue mágico. También estoy investigando eso señor.
- Entiendo. Usa conjuros para protegerte antes de entrar al lugar. Busca más información y en cuanto la obtengas avísame.
- Como diga señor, en cuanto obtenga más información lo llamaré, hasta luego.
- Ten cuidado, adiós - cortaron la comunicación y Shaoran quedó pensativo.
Que podría estar pasando en ese lugar. Le extrañaba que Sakura no sepa nada, sobre todo de los residuos de energía, que ya tenían tiempo de suceder y ella había dicho que sabía de movimientos mágicos, entendía que no supiera de las desapariciones ya que al parecer habían comenzado cuando ya se encontraba en China, pero no dijo más, acaso ocultaba algo. Y por qué había pedido libros de magia, acaso tenía algo que ver.
- Señor, sólo quería recordarle que tiene que ir a recoger a su madre y prometida al aeropuerto - dijo Fiang, sacándolo de sus pensamientos.
- Esta bien, gracias - Se levantó y se fue rumbo al aeropuerto.
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- Buenos días señorita Sakura, estaba pensando subirle el desayuno.
- No te preocupes Wei, no me había dado cuenta de la hora - dijo Sakura sacando un poco la lengua.
- Sakurita, quiero desayunar, tengo hambre - se quejaba Kero y su pancita lo demostraba haciendo graciosos ruidos. No quería molestar a su ama, que había estado muy callada, pero su pancita no opinaba lo mismo.
- Ya que bajo, ¿no le gustaría desayunar con las señoras?
- ¿Ellas se encuentran aquí? - preguntó sorprendida, luego recordó que ellas estaban preparando una celebración para Shaoran.
- Si señorita se encuentran en la sala tomando té.
Se reprochaba no haberlas recordado, si lo hubiera hecho, habría bajado más temprano a saludarlas.
- Kero, vamos a saludar a las hermanas de Shaoran.
- En un momento les llevo su desayuno - dijo Wei.
- Gracias, vamos Kero.
Kero la siguió hasta la sala. En donde se encontraban las cuatro hermanas muy sonrientes.
- Buenos días - saludo Sakura con una sonrisa ^_^.
- ¡Hola! - dijo Kero.
Las cuatro hermanas voltearon y se quedaron muy quietas, recordando la noche anterior. Mientras Sakura se sentía algo incomoda siendo observada por las hermanas. Hasta que una reacciono.
- Buenos días, ¿durmieron bien? - dijo finalmente Fanren, notando la incomodidad de la chica.
- Sí, gracias - dijo mientras sonreía.
- Pero siéntate, esperamos a Shaoran - dijo Feimei.
Sakura se sentó, en ese momento llego Wei con el desayuno después se retiro. Kero se puso a desayunar, mientras hablaban.
- ¿Y dónde esta él?
- Fue al aeropuerto por mi madre y... -dudo un poco.
- Y su prometida ¿cierto? - completo Sakura sin cambiar su sonrisa. Kero continuo desayunando sin decir palabra.
Las cuatro hermanas sólo se miraban entre sí.
- Pero no recuerdo cuál era el motivo de la fiesta sorpresa - dijo Sakura.
- Ah, es porque hoy cumple 5 años de estar a la cabeza del Clan - suspiro- queríamos darle una sorpresa y las sorprendidas fuimos nosotras - sonrío recordando al igual que las otras tres.
- ¡5 años!, parece que ha estado muy ocupado - dijo Sakura, recordando cómo cuando aún se mantenían comunicados, esperaba ansiosa sus cartas y éstas cada vez se hacían más esporádicas, y ella en cuanto obtenía respuesta enviaba inmediatamente otra carta. Él había tenido una vida llena de responsabilidades desde muy pequeño.
- ¿Recuerdan cómo se encontraba aquel día? - preguntó Futtie.
Todas sonrieron animadamente.
- ¿Cómo olvidarlo? - dijo Shiefa.
- Si estaba tan nervioso que caminaba de un lugar a otro, con la cara preocupada y a todos regañaba por cualquier cosa - dijo Faren.
- Se veía muy gracioso.
Todas reían recordando a su entonces pequeño hermano. Sakura también lo hacía imaginando la cara de Shaoran.
Entonces llego Wei.
Señoras, señorita y Kerberos, ya han llegado - dijo Wei y se dirigió a la puerta principal.
Las cuatro hermanas, Sakura y Kero que seguía callado, se pararon y lo siguieron.
Ahora Sakura se sentía extrañamente nerviosa, conocería a la prometida de Shaoran. Su corazón palpitaba muy fuerte y todo su pequeño cuerpo temblaba, eso sólo lo había sentido cuando ella y Shaoran se quedaron viendo la noche anterior. Dio un gran suspiro que afortunadamente ninguna de las hermanas escuchó.
Finalmente Wei abrió la gigantesca puerta. El primero en entrar fue Shaoran, que al entrar provocó que Sakura se ponga mucho más nerviosa. Éste le entregó a Wei las maletas que llevaba, aún no se percataba de la presencia de Sakura que se encontraba casi escondida detrás de sus hermanas. Luego dirigió su mirada hacia la puerta esperando que entraran sus acompañantes.
La siguiente en aparecer fue la madre de Shaoran, quien estaba muy seria y calmada, era como Sakura la recordaba. Ella tampoco la noto, y también dirigió su mirada hacia la puerta esperando a quien faltaba.
:::::::::::::::::::::::::::::::
Sakura tenía el corazón latiendo muy fuerte, su cuerpo tembló aun más. Sabía que tenía que controlarse o acabaría por desmayarse ahí mismo. Tomo una enorme cantidad de aire y lo retuvo. Entonces vio que Shaoran tendía la mano hacia la puerta. Él se veía tan guapo, iba vestido con un traje muy elegante, seguramente por la visita, sus ojos se veían hermosos.
Para la pobre Sakura el tiempo pasaba muy lentamente. Otra mano ingresaba, tomando la que Shaoran le tendía. El cuerpo de una mujer ingreso a la casa.
Shaoran y su prometida se sonrieron tiernamente entre sí.
¿Porque no se desmayo? Eso era mucho mejor que verlos, ahora si que casi pudo escuchar como su corazón se rompía, sintió que caía en un abismo. Pero seguía hay parada, tan sólo observando y sintiendo que su ilusión estaba destrozada. En ese momento supo, que ya no había nada, podía olvidarse de todo lo que alguna vez soñó, sentía como rebeldes lágrimas querían salir de sus ojos.
Cerro los ojos, para no seguir observando la escena, pero dentro de su mente había quedado grabada, Shaoran sonriéndole a su prometida tiernamente, en realidad no había visto bien a la chica. Pero tan sólo notar la mirada que le lanzo, esa mirada que sólo había sido privilegio de ella el ver cuando eran pequeños, ahora aquella chica era más afortunada de que se la dirigiera a ella, y aún más sabiendo que ella lo vería el resto de sus días.
Ella tendría el privilegio de verlo sonreír así, todas las mañanas al despertar junto a él. Ella compartiría con él sus alegrías y tristezas, sus esperanzas y sueños. Sería con ella con la que formaría un hogar y tendrían hermosos hijos, tan apuestos como su padre. Esa mirada sólo sería para ella, la mirada que tanto adoraba, recordaba y deseaba con todas las fuerzas de su corazón que fuera para ella.
Sintió un enorme vacío.
De pronto recordó, su misión, intentaba salir del mar de emociones que le provocó aquello, ahora debía imponerse la razón frente a los sentimientos. Trataba de refugiarse en los recuerdos de su responsabilidad, para alejar cualquier sentimiento. Debía pensar con cabeza fría, debía dejar sus sentimientos a un lado y pensar en su futuro. Finalmente sintió que lo lograría y abrió los ojos.
Afuera habían pasado escasos segundos. Ahora las cuatro hermanas saludaban alegremente a las recién llegadas. Fue cuando sintió a Kero sentado en su hombro viéndola a los ojos, como si comprendiera lo que le pasaba. Después de todo lo sabía, ella años atrás le había confesado que aún guardaba ese sentimiento y que tenía hermosos sueños sobre ello.
Kero le sonrío, lo sabía, sabía, ese condenado mocoso la haría sufrir. Y ahora ella sufría, aunque lo ocultaba, él la conocía y lo sabía. Sakura trato de sonreírle para indicarle que se encontraba bien, pero su sonrisa era temblorosa. Kero le dijo muy bajito: eres fuerte Sakurita, ella asintió. Ambos dirigieron su mirada a lo que sucedía.
Ahora las hermanas saludaban a su futura cuñada impidiendo que Sakura pueda apreciarla. Fue cuando la madre de Shaoran se percato de su presencia.
- ¡Buenos días señorita Kinomoto, es un gusto verla después de tanto tiempo! - decía calmadamente.
Sakura se sorprendió un poco ya que estaba tratando de ver a la prometida de Shaoran y rápidamente contesto, haciendo una reverencia.
- Buenos días señora, también me da gusto volver a verla.
Shaoran se quedó estático no la había visto, la chica se comportaba casi normal, pero pudo ver que el pequeño guardián le lanzaba una terrible mirada. Sin saber por que desvió mirada.
- También es un gusto ver al guardián de las cartas Sakura - dijo Ieran Li.
Kero respondió con una sonrisa y una reverencia.
- Espero que su estancia aquí sea grata - dijo Ieran.
- Así ha sido, les estoy muy agradecida - dijo Sakura, con una sonrisa forzada.
- Shaoran, ¿por qué no nos presentas? - decía una linda voz.
Entonces Sakura la pudo apreciar.
Era hermosa, era casi del tamaño de Shaoran, con un largo y lacio cabello negro, que le llegaba a la cadera, lo llevaba suelto. Tenía un cuerpo esbelto. Iba vestida con un vestido chino rojo con diminutos bordados dorados. Su rostro lo llevaba ligeramente maquillado, su piel era blanca, tenía ojos de un color negro azulado. Era realmente hermosa.
- Eh, claro ella es Sakura Kinomoto, la actual dueña de las cartas Sakura - dijo Shaoran - y ella es Hannia Tabura, mi prometida - dijo hablando con voz baja.
Aquellas palabras, saliendo de su boca dolieron como mil puñales en su corazón, ya muy herido y atormentado. Porque en su corazón se repetía una y otra vez aquella imagen de ellos sonriéndose.
Pero debía ser fuerte ahora, no demostraría que su corazón esta roto. No si ellos estaban felices, no les preocuparía con su sufrimiento. Ella debía mostrarse fortaleza. Si el amor de su vida estaba feliz ella también lo estaría. Después de todo lo importante era él. Y ella debía seguir su vida como él lo había hecho ya.
- Mucho gusto - dijo con una sonrisa y haciendo una reverencia.
- El gusto es mío, Shaoran me ha hablado de ti ¿sabes? - dijo la chica con una sonrisa también muy linda.
Sakura se sintió intimidada, era una chica muy bella, jamás podría competir con ella, sobre todo con la apariencia que en ese momento tenía. Además...
- Tiene un poder muy elevado - dijo Kero impresionado.
- Él debe ser el guardián de las cartas Sakura, el gran Kerberos - aseguro la chica y le sonrió.
Kero también sonrió y se puso en una pose muy orgullosa.
- Pero no nos quedaremos aquí será mejor ponernos más cómodos - dijo Ieran.
Todos asintieron y se fueron a la enorme sala, donde estuvieron conversando.
Shaoran por su parte también se sentía confundido. Se sintió muy raro presentando a Hannia a Sakura. De pequeño siempre pensó que se casaría con Sakura, regresaría a Tomoeda por ella y se casarían. Pero ahora estaba muy confundido. Quería a Hannia, no lo negaba, por otro lado el ver a su amor infantil le había traído sentimientos diferentes, que él pensaba eran más de melancolía del pasado que otra cosa. Y ahora las sensaciones que tenía en aquel extraño sueño hacía la desconocida mujer.
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Fin del capitulo.
Sin comentarios.
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¡Mejor sí!
Creo que voy a llorar...
