Capitulo 7
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En ese lugar había muchas tiendas con diversos artículos de toda clase. Hermosos zapatos de distintos colores y modelos, para todos los gustos y ocasiones. Recuerdos, ropa, joyería, libros, accesorios, etc. Todos acomodados en enormes tiendas lujosas. Esto era lo que Sakura veía a su alrededor, estaba maravillada no pensó ver tantas cosas tan hermosas.
Las hermanas Li caminaban adelante todas muy emocionadas, se paraban frente a los aparadores y comenzaba a decir toda clase de cosas sobre a quien de ellas le quedaba mejor algún articulo.
Atrás caminaban Sakura y Hannia, que tan sólo las miraban y sonreían, casi no habían hablado entre ellas. Ya llevaban un buen rato y aún no se decidían por ningún vestido.
- ¿Entonces ya habías venido a China alguna vez? - dijo Hannia para romper el molesto silencio que entre ellas había. Mostrándole a la castaña una hermosa sonrisa.
- Sí, hace ya años tuve la oportunidad de venir aquí - dijo devolviéndole la sonrisa.
- Alguna vez me lo comento Shaoran - dijo Hannia desviando la vista a otro lugar.
Sakura quería ser fuerte y demostrar entereza así que trato de conversar con ella como si se tratase de cualquier persona. Después de todo tenía la cualidad de hacer muchos amigos. Además no sabía si ella tenía conocimiento de lo que hace años había pasado entre ellos. Tenía una enorme curiosidad, después de lo que había pasado ese día por la mañana, quería escucharla decir que lo amaba, eso la dejaría tranquila y podría retirarse sabiendo que él estaría con quien lo amaba.
- Sí, es hermoso este país - dijo y su sonrisa se acentúo ^_^ .
- Algún día me gustaría visitar el tuyo, Shaoran me ha dicho que es muy hermoso también y hay personas muy muy lindas, como tú - dijo la chica de cabello negro mientras la observaba.
- Gracias, ¿así qué te hablo sobre mí? - preguntó Sakura, mientras se habían sentado y las cuatro hermanas se probaban ropa en una tienda..
- Sí, recuerdo... - dijo mientras veía al techo un momento - que cuando nos conocimos le gustaba hablarme de ti. Realmente te admira mucho.
- O_O? ¿Me admira? - dijo un poco confundida.
- Sí - la miro y sonrió - Me contó que mientras él pensaba en atrapar todas las cartas Clow, tú te preocupabas por tus amigos e incluso por él. Que eres una persona muy buena - dijo la chica de ojos negros.
Hannia comenzó a recordar.
- Veras cuando me dijeron que me iba a casar con él, en una principio no me gusto. Es una unión para conveniencia de ambas familias, incluso a él no le gusto la idea, aún no sé el porque pero me dio esa sensación.
Mientras Sakura pensaba que ese matrimonio era arreglado.
- Nuestra familia comenzó a visitar más a la familia Li, me hice muy amiga de Mei Lig. Supongo que la recuerdas, alguna vez me dijo que estuvo estudiando con ustedes.
- Sí, así fue.
- En un principio él me rechazaba, casi no hablaba conmigo, yo estaba a punto de romper el compromiso. Pero entonces, se caso Mei Ling, y ella me dijo que ahora Shaoran necesitaba alguien a su lado pues se sentía muy solo. Así que lo intente y después de algún tiempo comenzó a hablar conmigo, nos hicimos muy buenos amigos.
Sakura escuchaba la narración interesada, pero aún tenía una duda y se armo de valor para hacerle la pregunta, aunque sabía que de su respuesta podría doler mucho.
-¿Te puedo hacer una pregunta? - dijo algo tímida Sakura mirándola a los ojos.
- Claro la que quieras - dijo la otra observando los ojos verdes de Sakura.
- ¿Tú... -dio un pequeño suspiro y dudo un poco- tu lo amas?
A Hannia le sorprendió un poco la pregunta, realmente no se la esperaba.
- Bueno yo... - decía en voz baja y con un leve sonrojo en sus blancas mejillas- supongo que sí.
¡Au!, eso dolió, y dolió mucho. Pero no se arrepintió de hacer la pregunta. Ahora estaba segura de que el cariño de Shaoran era correspondido. Así que era hora de hacer a un lado la pequeña esperanza que tenía, era hora que desapareciera para siempre.
- Espero que sean muy felices - dijo Sakura escondiendo sus ojos con su cabello.
- Gracias - dijo la de cabello negro.
Sakura levantó la cabeza, con una sonrisa y se dirigió a un vestido.
- Me probaré éste, ¿qué te parece? - dijo mostrándoselo a Hannia.
- Es muy bonito, seguramente te quedará muy bien - dijo Hannia respondiéndole la sonrisa.
Sakura se llevó el vestido a los probadores donde estaban las hermanas Li, que se seguía probando cosas.
- Así que también lo amas - dijo en voz baja Hannia - lo lamento, pero yo también - dijo mientras observaba a Sakura entrar en los vestidores.
Sakura entro en el vestidor y sus ojos no resistieron contener tanto dolor. Dos cristalinas lágrimas salieron de sus ojos verdes y rodaron dibujando el contorno de su triste rostro. Todo su cuerpo se estremeció. Pero debía cumplirse la promesa de ser fuerte e imponer la razón al corazón. Se puso el vestido, de pronto sintió una debilidad, tuvo que recargarse en una pared para no caer. Se observó en el espejo y dijo hablando en voz baja.
- Espejo- dijo con voz muy suave.
- Vamos Sakura queremos ver como te queda - dijo una voz que provenía de afuera. Era Feimei quien la llamaba.
Sakura se limpió las lagrimas y se dispuso a salir. Salió y lo que escucho fueron halagos de las hermanas, todas decía que le quedaba muy bien y que era ideal para esa noche, Sakura volteó su rostro a ver a Hannia y esta simplemente le sonrío con gesto de aprobación.
Después de un rato todas tenían el vestuario y los accesorios adecuados. Camino a casa, todas hablaban, hasta Sakura estaba algo animada por las tonterías que decían las hermanas Li.
Cuando llegaron a la mansión todo estaba listo eran apenas las 4, la fiesta era a las 8 y todo estaba perfectamente decorado, la mansión se veía muy linda.
- ¿Por qué no adornaron con los símbolos mágicos? - preguntó Fuetie.
- Al parecer también están invitados personas que no tienen magia, fue por eso - contesto Fanren, quien parecía ser la más informada.
- Es hermoso - dijo Sakura admirando algunas flores que adornaban el salón principal.
- Así es - dijo Feimei.
- Bueno es mejor subir a arreglarnos, si no puede que nos de tiempo - dijo Shiefa.
Todas subieron a sus respectivas habitaciones. Sakura entró y sentó en la cama y se quedó pensando. Kero aún seguía leyendo pero en cuando su ama entro, sólo la miraba no quería molestarla. Pero su silencio le preocupaba. Se acercó lentamente a su ama y se poso en sus piernas, mientras le observaba a los ojos, mientras los ojos de Sakura parecían perdidos.
- Sakurita - dijo levemente Kero.
- Hola Kero, ¿cómo te fue? - dijo Sakura apenas percatándose de la presencia de Kero.
- No bien, aún no encuentro el hechizo, Sakura ¿estás bien, te noto muy triste? - dijo un preocupado Kero.
- No es nada, sólo pensaba y he tomado una decisión - dijo extrañamente seria Sakura.
- ¿Y... cual es? - preguntó Kero aún más preocupado por la seriedad de Sakura.
- Mañana... mañana regresaremos a Tokio - dijo Sakura.
- ¿Qué? - dijo casi gritando Kero y voló frente a la cara de la chica.
- No podemos regresar sin el hechizo, estoy seguro que pronto lo encontraremos, si sólo nos quedamos un poco más de tiempo o le decimos todo al mocoso - dijo Kero en tono casi de suplica.
- Por favor no insistas Kero, ya lo decidí. No te preocupes pase lo que pase todo estará bien- hablaba muy bajito y le regalo a su guardián una sonrisa - Verás que con la ayuda de Fuu encontraremos algo y romperemos la burbuja. Además - su rostro se tornó serio - Yue se esta debilitando, no podemos permitirlo, hemos perdido mucho tiempo, es hora de regresar - dijo Sakura decididamente.
Ante aquella decisión Kero no pudo protestar y decidió cambiar el tema.
- Eso es lo que fueron a comprar - dijo señalando la bolsa que Sakura había dejado en la cama.
Sakura volvió a sonreír.
- Sí y no olvide tu encargo.
- ¡Que bien, dulces! - dijo el peluche amarillo y se arrojó a la bolsa.
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En la oficina de Shaoran.
- Señor, son las 6:30, si no se va ahora no llegará a tiempo a su fiesta - decía Fiang preocupado por su Jefe.
- Esta bien, sólo termino de arreglar un asunto y me voy - dijo Shaoran muy serio - Y recuerda que también estas invitado.
- Hay estaré señor, con su permiso - dijo y se marcho.
Shaoran termino el asunto, se paro frente a la ventana, y a través de ella observó que ya estaba oscureciendo y las luces de Hong Kong iluminaban las calles. Trataba de dar orden a sus ideas y pensamiento y lo único que conseguía era confundirse más sobre sus sentimientos. Se preguntaba sobre el sueño, sobre Sakura y Hannia. Pero de una cosa estaba seguro, el sueño le transmitía algo muy fuerte, mucho más que Sakura o Hannia, y notó que cuando se acercaba a Sakura la sensación era parecida, pero mucho más débil. ¿O sería acaso que tantas emociones lo habían hecho asociar cosas que no tenían que ver?
Su reloj sonó anunciándole que si no partía pronto se le haría tarde para llegar a su propia fiesta, y se fue.
Eran las 8 en punto y Sakura aún no terminaba de arreglarse. Tenía puesto el vestido pero no se decidía que peinado hacerse. Mientras Kero se quejaba.
- ¿Por qué no puedo bajar?, yo quiero pastel.
- Lo siento Kero pero también asistirán personas que no tienen magia y si te ven podrías causar un escándalo.
- Esta bien, pero quiero pastel - dijo Kero y se retiro a seguir leyendo.
Por fin se decidió a peinarse con unos broches a los lados de la cabeza y se maquillo levemente.
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Shaoran ya había llegado y arreglado para la fiesta. Ahora se encontraba recibiendo a algunos invitados, la mayoría habían llegado, todos vestían formalmente. Eran personas de la alta clase de China, todos saludaban muy cortésmente a Shaoran. La mayoría lo saludaban respetuosamente porque sabían que era en ese momento el mago más poderoso de toda China y otros lo conocían por ser un gran empresario y manejar enormes sumas de dinero en sus negocios.
Era un joven apuesto, con una enorme fortuna, para los que lo sabían, el hechicero más poderoso, si tan sólo fuera un poco más amable sería perfecto. Esto eran lo que pensaban algunas chicas que tenían los ojos puestos en él, ninguna que dijera ser mujer podría ignorar a tan formidable joven. Pero, él ya estaba comprometido, y a todas desilusionaba. Algunas chicas cuchicheaban cosas entre sí y miraban al chico.
Mientras éste estaba hablando seriamente con otros hombres, algunos ya mayores y otros más jóvenes, entre ellos se encontraba el joven Fiang, que tampoco se quedaba atrás en lo guapo que era, claro que era opacado por el joven jefe del Clan Li. Al parecer todos los invitados habían llegado. Todo estaba ambientado con música que tocaban en vivo, ésta era muy suave y armoniosa con el ambiente.
Se escucho un tremendo revuelo en la parte superior de la casa, todos se quedaron callados, hasta los músicos dejaron de tocar, a todos les apareció una gotita en la cabeza. Después de algunos segundos de silencio los músicos comenzaron a tocar de nuevo y en la puerta principal aparecían las cuatro hermanas Li, saludando a todos los presentes, claro que llamaron la atención de los demás. Todas iban vestidas con vestidos similares sólo cambiaba el color.
Después, en la enorme puerta pareció una figura pequeña.
Después del alboroto general, Shaoran pensaba que tenía que hablar seriamente con sus hermanas, se quedo viendo a la puerta y vio a la figura que muy tímidamente entro. Era la pequeña figura de Sakura quien vestía un vestido chino color azul con algunos dibujos muy elaborados, su vestido tenía unas pequeñas mangas que dejaban al descubierto sus brazos, en sus muñecas portaba unas pequeñas pulseras plateadas y le pareció ver también un anillo cristalino, que no recordaba haberle visto, y en su otra mano llevaba un brazalete muy extraño pero hermoso. Estaba peinada con dos broches azules en forma de flor. Se veía muy linda, en ese vestido y muy tierna y sobre todo la hacían ver mejor unos toques de rojo en sus mejillas.
Shaoran sonrió al verla. Pero después de su entrada un silencio casi sepulcral se escuchaba, todos dirigieron su mirada a la entrada. En ella apareció una chica con un espléndido cuerpo al igual que el vestido que portaba que era de color rojo, y con bordes negros, sin mangas, una esclava en una mano y en la otra un hermoso anillo plateado. La mujer era de negros y largos cabellos que adornaban su espalda. Sonrió al ver a Shaoran, éste se acercó a ella y le tomo el brazo. Ambos caminaron saludando a todos los invitados.
Sakura permanecía quieta, después la música se escucho de nuevo en todo el salón. Ella no sabía que hacer a dónde dirigirse. Las hermanas de Li, se habían ido cada una con su respectivo esposos, que hasta ese momento habían llegado. Parecía que todos se habían olvidado de ella.
Miraba a todos lados, después vio una silla solitaria en un rincón del salón, Shaoran y su prometida se le habían perdido de vista entre las personas, que hablaban animadamente entre sí. Se sentó en aquel lugar, y miró la decoración del salón, éste era de color blanco, el piso casi parecía espejo, había algunas esculturas en algunos lugares y en algunas paredes había enormes cuadros con personas que no conocía pero deducía que eran ancestros de la familia Li. Pero antes de seguir observando notó que una persona se dirigía hacia ella.
- Buenas noches señorita Kinomoto - saludó un chico de cabellos grises y ojos del mismo color.
- Buenas noches, perdón pero no recuerdo su nombre - dijo Sakura un poco apenada.
- Goiru Fiang, pero puede llamarme Fiang - dijo con una leve sonrisa.
- Entonces puede llamarme Sakura - dijo Sakura contestándole con una sonrisa.
- Por lo que veo se ha quedado sola, ¿le molesta si la acompaño? - dijo el chico.
- Por supuesto que no - dijo Sakura.
Después el chico de ojos grises se paró al lado de la silla. Sakura se sintió un poco incomoda viendo como Shaoran y Hannia se movían juntos y sonrientes hablando con los invitados.
- ¿Le parece si damos una vuelta por los jardines? - dijo Sakura y se paró viendo a los ojos del chico - quiero tomar un poco de aire.
- Entonces vamos - dijo el chico y le ofreció el brazo.
Ella lo tomo el brazo y salieron del salón dirigiéndose a los jardines. Mientras caminaban comenzaron a platicar.
- ¿Desde cuando eres ayudante de Shaoran? - preguntó Sakura.
- Hace 2 años.
- Tienes un gran poder - afirmo Sakura.
El chico se desconcertó un poco.
- ¿Cómo lo supo?
- He estado entrenando mi magia, y puedo sentir la magia aunque la oculten.
Después de un rato en la mansión. Shaoran no veía a Sakura, le preguntó a Hannia si la había visto y ella le dijo que la vio salir con el joven Fiang a los jardines. Le pareció extraño que ellos dos estuviesen juntos. Pero en ese momento su madre apareció y saludo a todos, llamándolo a él porque tenían que hablar.
Afuera, en los jardines.
- Vaya, había olvidado que es usted la actual dueña de las cartas Sakura - dijo el chico, cuando se detuvieron frente a una fuente que adornaba el jardín central.
- ¿Podría verlas? - preguntó el chico.
- ¿Verlas?... lo siento pero no las traje conmigo - dijo Sakura un poco nerviosa.
- Bueno, creo que será otra ocasión - dijo el chico.
Sakura no dijo nada observaba el agua que reflejaba la luna del cielo, parecía estar triste y el chico lo noto.
- ¿Pasa algo? - dijo Fiang mientras la miraba.
- No nada, sólo que creo que es hora de regresar, Shaoran podría necesitarnos.
Ella se dio la vuelta, camino unos pasos y si no fuera por la oportuna ayuda de Fiang, ella hubiese caído. Toda su cabeza comenzó a dar vueltas, después ya no supo más.
Fiang la observó muy preocupado, estaba desmayada. Ahora que haría, si la llevaba al salón todos se alarmarían, la tomo en brazos y entrando por otro sitio la subió a las habitaciones, pero no tenía idea de cual era la de ella. Entonces en el pasillo reconoció la habitación de su jefe, no se le ocurrió otra cosa que dejarla en ese lugar para ir a avisarle al jefe del Clan. La deposito muy suavemente y por un momento la miró se veía muy inocente, y muy linda. Se dio la vuelta y cuando la abrió escucho de tras de él un leve sonido y volteo.
- Por favor, no - decía apenas con fuerza la casi infantil voz de Sakura.
- Señorita, ¿cómo se encuentra? - dijo acercándose un poco.
- No es nada - dijo Sakura.
- Pero señorita, usted se encuentra mal - dijo Fiang mientras se acercaba a la chica.
- Sakura, habíamos quedado que así me llamaría - dijo con la voz un poco recuperada.
- No puedo dejarla así, probablemente se encuentra enferma y no puedo permitir que se quede sin atención médica - dijo el chico con voz preocupada, mientras se sentaba a su lado.
Sakura se sentó y observó a su alrededor, era una habitación muy bien arreglada, cuando vio los símbolos que la adornaba se dio cuenta de que era de Shaoran. Su cama era tan suave y cómoda, y el ambiente tenía su perfume. Fiang no había prendido la luz, pero lo podía ver por la luz que se colaba de la luna.
Despertó de sus pensamientos cuando Fiang se levanto de su lado.
- No por favor, no es nada, sé lo que me pasa y no es nada que un médico pueda curar.
El chico se quedo quieto y volvió a verla, ella estaba pensativa.
- Esto se me pasará lo que necesito es regresar a Japón - dijo Sakura y una lágrima corrió por su rostro - ella la retiró rápidamente pero Fiang lo vio.
- De verdad, no te preocupes mañana mismo regresaré a Japón y todo estará bien no te preocupes - dijo Sakura dándole una sonrisa.
- Pero señorita, digo Sakura... - comenzaba a hablar.
- Sé que podrás guardar este secreto, sobre todo de Shaoran, no quiero que se preocupe por una tontería - seguía sonriéndole a Fiang.
Se acercó y se arrodillo frente a ella para verle la cara.
- ¿Por qué lloras Sakura? - se animó a hablarle.
La sonrisa de Sakura se hizo más pequeña.
- ¿Nunca has sentido que quieres cambiar tu destino? ¿Te sientes incapaz de cumplir la misión que te asignaron? ¿Qué ya no tienes fuerza? ¿Qué tu corazón esta lastimado? ¿Qué ...?
Ya no pudo continuar sus ojos se llenaron de lágrimas y de ellos sólo cayeron dos gotitas que brillaron y desparecieron en las finas sabanas de la cama. Cerró sus puños con fuerza. De pronto sintió como una mano tomaba su mentón con suavidad y le obligaba a ver a los ojos.
- No te preocupes, yo sé que eres una persona muy fuerte. Alguna vez me dijo el señor Li, que tú eras una persona con sentimientos maravillosos, con un alma y sentimientos muy poderosos, incluso más grandes que él. Y veo que tiene razón, pero no creo que puedas darte por vencida tan fácil.
No sé a que misión te refieres, pero sé que todo lo que uno quiere lo puede realizar, puede costar trabajo, pero al final se tiene la satisfacción de haberlo hecho por sí mismo. Debe seguir adelante, no importan los obstáculos al final, ello te hará más fuerte y vencerás - dijo con voz suave pero llena de seguridad, puso sus manos sobre las de Sakura como símbolo de apoyo.
- Pase lo que pase, todo estará bien - dijo ella recordando la frase que decía cuando era una niña, aquellas palabras por un momento le devolvieron la esperanza.
Ambos se sonrieron.
De pronto la luz se encendió y después de poder recuperar un poco la visión ambos se sorprendieron. En la puerta se encontraba Shaoran asombrado de lo que veía. Sakura estaba sentada en su cama y a sus pies se encontraba Fiang casi arrodillado y ambos tenían las manos entrelazadas. En ese momento reino el silencio.
Shaoran tornó su rostro serio.
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Notas de la Autora: ¿Qué tal?
Aún falta y veran que se pondrá mejor (por lo menos para mí)
Por cierto si me hace falta agradecer a alguien avisenme o si tengo un horror ortográfico. Soy más despistada que la misma Sakura. Dicen mis amigas y hermanos que si no fuera porque traigo la cabeza pegada también la perdería de lo despistada que soy. ^-^.
Celina Sosa: JE JE ^-^ no te preocupes poco a poco se irán resolviendo los misterios y la escena que pides tardará un poco pero cuando aparezca creo que te encatará. Por lo pronto espero tus opiniones, son muy importantes para mí.
Sakura Wen: ^-^ Creo que el S&S tendrá que esperar un poquitin, pero veras que valdrá la pena. Por ahora. ¿Qué te pareció este capitulo?
Gracias por leer. Hasta pronto, cuidense.
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En ese lugar había muchas tiendas con diversos artículos de toda clase. Hermosos zapatos de distintos colores y modelos, para todos los gustos y ocasiones. Recuerdos, ropa, joyería, libros, accesorios, etc. Todos acomodados en enormes tiendas lujosas. Esto era lo que Sakura veía a su alrededor, estaba maravillada no pensó ver tantas cosas tan hermosas.
Las hermanas Li caminaban adelante todas muy emocionadas, se paraban frente a los aparadores y comenzaba a decir toda clase de cosas sobre a quien de ellas le quedaba mejor algún articulo.
Atrás caminaban Sakura y Hannia, que tan sólo las miraban y sonreían, casi no habían hablado entre ellas. Ya llevaban un buen rato y aún no se decidían por ningún vestido.
- ¿Entonces ya habías venido a China alguna vez? - dijo Hannia para romper el molesto silencio que entre ellas había. Mostrándole a la castaña una hermosa sonrisa.
- Sí, hace ya años tuve la oportunidad de venir aquí - dijo devolviéndole la sonrisa.
- Alguna vez me lo comento Shaoran - dijo Hannia desviando la vista a otro lugar.
Sakura quería ser fuerte y demostrar entereza así que trato de conversar con ella como si se tratase de cualquier persona. Después de todo tenía la cualidad de hacer muchos amigos. Además no sabía si ella tenía conocimiento de lo que hace años había pasado entre ellos. Tenía una enorme curiosidad, después de lo que había pasado ese día por la mañana, quería escucharla decir que lo amaba, eso la dejaría tranquila y podría retirarse sabiendo que él estaría con quien lo amaba.
- Sí, es hermoso este país - dijo y su sonrisa se acentúo ^_^ .
- Algún día me gustaría visitar el tuyo, Shaoran me ha dicho que es muy hermoso también y hay personas muy muy lindas, como tú - dijo la chica de cabello negro mientras la observaba.
- Gracias, ¿así qué te hablo sobre mí? - preguntó Sakura, mientras se habían sentado y las cuatro hermanas se probaban ropa en una tienda..
- Sí, recuerdo... - dijo mientras veía al techo un momento - que cuando nos conocimos le gustaba hablarme de ti. Realmente te admira mucho.
- O_O? ¿Me admira? - dijo un poco confundida.
- Sí - la miro y sonrió - Me contó que mientras él pensaba en atrapar todas las cartas Clow, tú te preocupabas por tus amigos e incluso por él. Que eres una persona muy buena - dijo la chica de ojos negros.
Hannia comenzó a recordar.
- Veras cuando me dijeron que me iba a casar con él, en una principio no me gusto. Es una unión para conveniencia de ambas familias, incluso a él no le gusto la idea, aún no sé el porque pero me dio esa sensación.
Mientras Sakura pensaba que ese matrimonio era arreglado.
- Nuestra familia comenzó a visitar más a la familia Li, me hice muy amiga de Mei Lig. Supongo que la recuerdas, alguna vez me dijo que estuvo estudiando con ustedes.
- Sí, así fue.
- En un principio él me rechazaba, casi no hablaba conmigo, yo estaba a punto de romper el compromiso. Pero entonces, se caso Mei Ling, y ella me dijo que ahora Shaoran necesitaba alguien a su lado pues se sentía muy solo. Así que lo intente y después de algún tiempo comenzó a hablar conmigo, nos hicimos muy buenos amigos.
Sakura escuchaba la narración interesada, pero aún tenía una duda y se armo de valor para hacerle la pregunta, aunque sabía que de su respuesta podría doler mucho.
-¿Te puedo hacer una pregunta? - dijo algo tímida Sakura mirándola a los ojos.
- Claro la que quieras - dijo la otra observando los ojos verdes de Sakura.
- ¿Tú... -dio un pequeño suspiro y dudo un poco- tu lo amas?
A Hannia le sorprendió un poco la pregunta, realmente no se la esperaba.
- Bueno yo... - decía en voz baja y con un leve sonrojo en sus blancas mejillas- supongo que sí.
¡Au!, eso dolió, y dolió mucho. Pero no se arrepintió de hacer la pregunta. Ahora estaba segura de que el cariño de Shaoran era correspondido. Así que era hora de hacer a un lado la pequeña esperanza que tenía, era hora que desapareciera para siempre.
- Espero que sean muy felices - dijo Sakura escondiendo sus ojos con su cabello.
- Gracias - dijo la de cabello negro.
Sakura levantó la cabeza, con una sonrisa y se dirigió a un vestido.
- Me probaré éste, ¿qué te parece? - dijo mostrándoselo a Hannia.
- Es muy bonito, seguramente te quedará muy bien - dijo Hannia respondiéndole la sonrisa.
Sakura se llevó el vestido a los probadores donde estaban las hermanas Li, que se seguía probando cosas.
- Así que también lo amas - dijo en voz baja Hannia - lo lamento, pero yo también - dijo mientras observaba a Sakura entrar en los vestidores.
Sakura entro en el vestidor y sus ojos no resistieron contener tanto dolor. Dos cristalinas lágrimas salieron de sus ojos verdes y rodaron dibujando el contorno de su triste rostro. Todo su cuerpo se estremeció. Pero debía cumplirse la promesa de ser fuerte e imponer la razón al corazón. Se puso el vestido, de pronto sintió una debilidad, tuvo que recargarse en una pared para no caer. Se observó en el espejo y dijo hablando en voz baja.
- Espejo- dijo con voz muy suave.
- Vamos Sakura queremos ver como te queda - dijo una voz que provenía de afuera. Era Feimei quien la llamaba.
Sakura se limpió las lagrimas y se dispuso a salir. Salió y lo que escucho fueron halagos de las hermanas, todas decía que le quedaba muy bien y que era ideal para esa noche, Sakura volteó su rostro a ver a Hannia y esta simplemente le sonrío con gesto de aprobación.
Después de un rato todas tenían el vestuario y los accesorios adecuados. Camino a casa, todas hablaban, hasta Sakura estaba algo animada por las tonterías que decían las hermanas Li.
Cuando llegaron a la mansión todo estaba listo eran apenas las 4, la fiesta era a las 8 y todo estaba perfectamente decorado, la mansión se veía muy linda.
- ¿Por qué no adornaron con los símbolos mágicos? - preguntó Fuetie.
- Al parecer también están invitados personas que no tienen magia, fue por eso - contesto Fanren, quien parecía ser la más informada.
- Es hermoso - dijo Sakura admirando algunas flores que adornaban el salón principal.
- Así es - dijo Feimei.
- Bueno es mejor subir a arreglarnos, si no puede que nos de tiempo - dijo Shiefa.
Todas subieron a sus respectivas habitaciones. Sakura entró y sentó en la cama y se quedó pensando. Kero aún seguía leyendo pero en cuando su ama entro, sólo la miraba no quería molestarla. Pero su silencio le preocupaba. Se acercó lentamente a su ama y se poso en sus piernas, mientras le observaba a los ojos, mientras los ojos de Sakura parecían perdidos.
- Sakurita - dijo levemente Kero.
- Hola Kero, ¿cómo te fue? - dijo Sakura apenas percatándose de la presencia de Kero.
- No bien, aún no encuentro el hechizo, Sakura ¿estás bien, te noto muy triste? - dijo un preocupado Kero.
- No es nada, sólo pensaba y he tomado una decisión - dijo extrañamente seria Sakura.
- ¿Y... cual es? - preguntó Kero aún más preocupado por la seriedad de Sakura.
- Mañana... mañana regresaremos a Tokio - dijo Sakura.
- ¿Qué? - dijo casi gritando Kero y voló frente a la cara de la chica.
- No podemos regresar sin el hechizo, estoy seguro que pronto lo encontraremos, si sólo nos quedamos un poco más de tiempo o le decimos todo al mocoso - dijo Kero en tono casi de suplica.
- Por favor no insistas Kero, ya lo decidí. No te preocupes pase lo que pase todo estará bien- hablaba muy bajito y le regalo a su guardián una sonrisa - Verás que con la ayuda de Fuu encontraremos algo y romperemos la burbuja. Además - su rostro se tornó serio - Yue se esta debilitando, no podemos permitirlo, hemos perdido mucho tiempo, es hora de regresar - dijo Sakura decididamente.
Ante aquella decisión Kero no pudo protestar y decidió cambiar el tema.
- Eso es lo que fueron a comprar - dijo señalando la bolsa que Sakura había dejado en la cama.
Sakura volvió a sonreír.
- Sí y no olvide tu encargo.
- ¡Que bien, dulces! - dijo el peluche amarillo y se arrojó a la bolsa.
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En la oficina de Shaoran.
- Señor, son las 6:30, si no se va ahora no llegará a tiempo a su fiesta - decía Fiang preocupado por su Jefe.
- Esta bien, sólo termino de arreglar un asunto y me voy - dijo Shaoran muy serio - Y recuerda que también estas invitado.
- Hay estaré señor, con su permiso - dijo y se marcho.
Shaoran termino el asunto, se paro frente a la ventana, y a través de ella observó que ya estaba oscureciendo y las luces de Hong Kong iluminaban las calles. Trataba de dar orden a sus ideas y pensamiento y lo único que conseguía era confundirse más sobre sus sentimientos. Se preguntaba sobre el sueño, sobre Sakura y Hannia. Pero de una cosa estaba seguro, el sueño le transmitía algo muy fuerte, mucho más que Sakura o Hannia, y notó que cuando se acercaba a Sakura la sensación era parecida, pero mucho más débil. ¿O sería acaso que tantas emociones lo habían hecho asociar cosas que no tenían que ver?
Su reloj sonó anunciándole que si no partía pronto se le haría tarde para llegar a su propia fiesta, y se fue.
Eran las 8 en punto y Sakura aún no terminaba de arreglarse. Tenía puesto el vestido pero no se decidía que peinado hacerse. Mientras Kero se quejaba.
- ¿Por qué no puedo bajar?, yo quiero pastel.
- Lo siento Kero pero también asistirán personas que no tienen magia y si te ven podrías causar un escándalo.
- Esta bien, pero quiero pastel - dijo Kero y se retiro a seguir leyendo.
Por fin se decidió a peinarse con unos broches a los lados de la cabeza y se maquillo levemente.
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Shaoran ya había llegado y arreglado para la fiesta. Ahora se encontraba recibiendo a algunos invitados, la mayoría habían llegado, todos vestían formalmente. Eran personas de la alta clase de China, todos saludaban muy cortésmente a Shaoran. La mayoría lo saludaban respetuosamente porque sabían que era en ese momento el mago más poderoso de toda China y otros lo conocían por ser un gran empresario y manejar enormes sumas de dinero en sus negocios.
Era un joven apuesto, con una enorme fortuna, para los que lo sabían, el hechicero más poderoso, si tan sólo fuera un poco más amable sería perfecto. Esto eran lo que pensaban algunas chicas que tenían los ojos puestos en él, ninguna que dijera ser mujer podría ignorar a tan formidable joven. Pero, él ya estaba comprometido, y a todas desilusionaba. Algunas chicas cuchicheaban cosas entre sí y miraban al chico.
Mientras éste estaba hablando seriamente con otros hombres, algunos ya mayores y otros más jóvenes, entre ellos se encontraba el joven Fiang, que tampoco se quedaba atrás en lo guapo que era, claro que era opacado por el joven jefe del Clan Li. Al parecer todos los invitados habían llegado. Todo estaba ambientado con música que tocaban en vivo, ésta era muy suave y armoniosa con el ambiente.
Se escucho un tremendo revuelo en la parte superior de la casa, todos se quedaron callados, hasta los músicos dejaron de tocar, a todos les apareció una gotita en la cabeza. Después de algunos segundos de silencio los músicos comenzaron a tocar de nuevo y en la puerta principal aparecían las cuatro hermanas Li, saludando a todos los presentes, claro que llamaron la atención de los demás. Todas iban vestidas con vestidos similares sólo cambiaba el color.
Después, en la enorme puerta pareció una figura pequeña.
Después del alboroto general, Shaoran pensaba que tenía que hablar seriamente con sus hermanas, se quedo viendo a la puerta y vio a la figura que muy tímidamente entro. Era la pequeña figura de Sakura quien vestía un vestido chino color azul con algunos dibujos muy elaborados, su vestido tenía unas pequeñas mangas que dejaban al descubierto sus brazos, en sus muñecas portaba unas pequeñas pulseras plateadas y le pareció ver también un anillo cristalino, que no recordaba haberle visto, y en su otra mano llevaba un brazalete muy extraño pero hermoso. Estaba peinada con dos broches azules en forma de flor. Se veía muy linda, en ese vestido y muy tierna y sobre todo la hacían ver mejor unos toques de rojo en sus mejillas.
Shaoran sonrió al verla. Pero después de su entrada un silencio casi sepulcral se escuchaba, todos dirigieron su mirada a la entrada. En ella apareció una chica con un espléndido cuerpo al igual que el vestido que portaba que era de color rojo, y con bordes negros, sin mangas, una esclava en una mano y en la otra un hermoso anillo plateado. La mujer era de negros y largos cabellos que adornaban su espalda. Sonrió al ver a Shaoran, éste se acercó a ella y le tomo el brazo. Ambos caminaron saludando a todos los invitados.
Sakura permanecía quieta, después la música se escucho de nuevo en todo el salón. Ella no sabía que hacer a dónde dirigirse. Las hermanas de Li, se habían ido cada una con su respectivo esposos, que hasta ese momento habían llegado. Parecía que todos se habían olvidado de ella.
Miraba a todos lados, después vio una silla solitaria en un rincón del salón, Shaoran y su prometida se le habían perdido de vista entre las personas, que hablaban animadamente entre sí. Se sentó en aquel lugar, y miró la decoración del salón, éste era de color blanco, el piso casi parecía espejo, había algunas esculturas en algunos lugares y en algunas paredes había enormes cuadros con personas que no conocía pero deducía que eran ancestros de la familia Li. Pero antes de seguir observando notó que una persona se dirigía hacia ella.
- Buenas noches señorita Kinomoto - saludó un chico de cabellos grises y ojos del mismo color.
- Buenas noches, perdón pero no recuerdo su nombre - dijo Sakura un poco apenada.
- Goiru Fiang, pero puede llamarme Fiang - dijo con una leve sonrisa.
- Entonces puede llamarme Sakura - dijo Sakura contestándole con una sonrisa.
- Por lo que veo se ha quedado sola, ¿le molesta si la acompaño? - dijo el chico.
- Por supuesto que no - dijo Sakura.
Después el chico de ojos grises se paró al lado de la silla. Sakura se sintió un poco incomoda viendo como Shaoran y Hannia se movían juntos y sonrientes hablando con los invitados.
- ¿Le parece si damos una vuelta por los jardines? - dijo Sakura y se paró viendo a los ojos del chico - quiero tomar un poco de aire.
- Entonces vamos - dijo el chico y le ofreció el brazo.
Ella lo tomo el brazo y salieron del salón dirigiéndose a los jardines. Mientras caminaban comenzaron a platicar.
- ¿Desde cuando eres ayudante de Shaoran? - preguntó Sakura.
- Hace 2 años.
- Tienes un gran poder - afirmo Sakura.
El chico se desconcertó un poco.
- ¿Cómo lo supo?
- He estado entrenando mi magia, y puedo sentir la magia aunque la oculten.
Después de un rato en la mansión. Shaoran no veía a Sakura, le preguntó a Hannia si la había visto y ella le dijo que la vio salir con el joven Fiang a los jardines. Le pareció extraño que ellos dos estuviesen juntos. Pero en ese momento su madre apareció y saludo a todos, llamándolo a él porque tenían que hablar.
Afuera, en los jardines.
- Vaya, había olvidado que es usted la actual dueña de las cartas Sakura - dijo el chico, cuando se detuvieron frente a una fuente que adornaba el jardín central.
- ¿Podría verlas? - preguntó el chico.
- ¿Verlas?... lo siento pero no las traje conmigo - dijo Sakura un poco nerviosa.
- Bueno, creo que será otra ocasión - dijo el chico.
Sakura no dijo nada observaba el agua que reflejaba la luna del cielo, parecía estar triste y el chico lo noto.
- ¿Pasa algo? - dijo Fiang mientras la miraba.
- No nada, sólo que creo que es hora de regresar, Shaoran podría necesitarnos.
Ella se dio la vuelta, camino unos pasos y si no fuera por la oportuna ayuda de Fiang, ella hubiese caído. Toda su cabeza comenzó a dar vueltas, después ya no supo más.
Fiang la observó muy preocupado, estaba desmayada. Ahora que haría, si la llevaba al salón todos se alarmarían, la tomo en brazos y entrando por otro sitio la subió a las habitaciones, pero no tenía idea de cual era la de ella. Entonces en el pasillo reconoció la habitación de su jefe, no se le ocurrió otra cosa que dejarla en ese lugar para ir a avisarle al jefe del Clan. La deposito muy suavemente y por un momento la miró se veía muy inocente, y muy linda. Se dio la vuelta y cuando la abrió escucho de tras de él un leve sonido y volteo.
- Por favor, no - decía apenas con fuerza la casi infantil voz de Sakura.
- Señorita, ¿cómo se encuentra? - dijo acercándose un poco.
- No es nada - dijo Sakura.
- Pero señorita, usted se encuentra mal - dijo Fiang mientras se acercaba a la chica.
- Sakura, habíamos quedado que así me llamaría - dijo con la voz un poco recuperada.
- No puedo dejarla así, probablemente se encuentra enferma y no puedo permitir que se quede sin atención médica - dijo el chico con voz preocupada, mientras se sentaba a su lado.
Sakura se sentó y observó a su alrededor, era una habitación muy bien arreglada, cuando vio los símbolos que la adornaba se dio cuenta de que era de Shaoran. Su cama era tan suave y cómoda, y el ambiente tenía su perfume. Fiang no había prendido la luz, pero lo podía ver por la luz que se colaba de la luna.
Despertó de sus pensamientos cuando Fiang se levanto de su lado.
- No por favor, no es nada, sé lo que me pasa y no es nada que un médico pueda curar.
El chico se quedo quieto y volvió a verla, ella estaba pensativa.
- Esto se me pasará lo que necesito es regresar a Japón - dijo Sakura y una lágrima corrió por su rostro - ella la retiró rápidamente pero Fiang lo vio.
- De verdad, no te preocupes mañana mismo regresaré a Japón y todo estará bien no te preocupes - dijo Sakura dándole una sonrisa.
- Pero señorita, digo Sakura... - comenzaba a hablar.
- Sé que podrás guardar este secreto, sobre todo de Shaoran, no quiero que se preocupe por una tontería - seguía sonriéndole a Fiang.
Se acercó y se arrodillo frente a ella para verle la cara.
- ¿Por qué lloras Sakura? - se animó a hablarle.
La sonrisa de Sakura se hizo más pequeña.
- ¿Nunca has sentido que quieres cambiar tu destino? ¿Te sientes incapaz de cumplir la misión que te asignaron? ¿Qué ya no tienes fuerza? ¿Qué tu corazón esta lastimado? ¿Qué ...?
Ya no pudo continuar sus ojos se llenaron de lágrimas y de ellos sólo cayeron dos gotitas que brillaron y desparecieron en las finas sabanas de la cama. Cerró sus puños con fuerza. De pronto sintió como una mano tomaba su mentón con suavidad y le obligaba a ver a los ojos.
- No te preocupes, yo sé que eres una persona muy fuerte. Alguna vez me dijo el señor Li, que tú eras una persona con sentimientos maravillosos, con un alma y sentimientos muy poderosos, incluso más grandes que él. Y veo que tiene razón, pero no creo que puedas darte por vencida tan fácil.
No sé a que misión te refieres, pero sé que todo lo que uno quiere lo puede realizar, puede costar trabajo, pero al final se tiene la satisfacción de haberlo hecho por sí mismo. Debe seguir adelante, no importan los obstáculos al final, ello te hará más fuerte y vencerás - dijo con voz suave pero llena de seguridad, puso sus manos sobre las de Sakura como símbolo de apoyo.
- Pase lo que pase, todo estará bien - dijo ella recordando la frase que decía cuando era una niña, aquellas palabras por un momento le devolvieron la esperanza.
Ambos se sonrieron.
De pronto la luz se encendió y después de poder recuperar un poco la visión ambos se sorprendieron. En la puerta se encontraba Shaoran asombrado de lo que veía. Sakura estaba sentada en su cama y a sus pies se encontraba Fiang casi arrodillado y ambos tenían las manos entrelazadas. En ese momento reino el silencio.
Shaoran tornó su rostro serio.
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Notas de la Autora: ¿Qué tal?
Aún falta y veran que se pondrá mejor (por lo menos para mí)
Por cierto si me hace falta agradecer a alguien avisenme o si tengo un horror ortográfico. Soy más despistada que la misma Sakura. Dicen mis amigas y hermanos que si no fuera porque traigo la cabeza pegada también la perdería de lo despistada que soy. ^-^.
Celina Sosa: JE JE ^-^ no te preocupes poco a poco se irán resolviendo los misterios y la escena que pides tardará un poco pero cuando aparezca creo que te encatará. Por lo pronto espero tus opiniones, son muy importantes para mí.
Sakura Wen: ^-^ Creo que el S&S tendrá que esperar un poquitin, pero veras que valdrá la pena. Por ahora. ¿Qué te pareció este capitulo?
Gracias por leer. Hasta pronto, cuidense.
