Capitulo 15
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- ¿Qué estará pasando? - Preguntaba una indignada mujer de largo cabello negro.
Se paseaba de un lugar a otro en una habitación bien arreglada. Oyó que llamaron a la puerta y fue a abrir para encontrarse con una chica de ojos negros tristes.
- Hannia - dijo Mei Ling en casi un susurro.
Hacía unas cuantas horas que había llegado a China, con la noticia de que Shaoran había desaparecido, desde entonces todo el Concilio estaba ocupado en su búsqueda. Hannia no había descansado en todo ese tiempo, pero ahora ya no aguantaba ese sentimiento en su pecho, de haber perdido a la persona que quería.
Mei se acerco a ella y con sumo cuidado la abrazo. Hannia sintió el abrazo consolador de su amiga y sus ojos no pudieron evitar humedecerse. Dos lágrimas corrieron por su suave piel.
- No te preocupes, sé que se encuentra bien - decía Mei, tratando de consolar a su amiga.
Hannia se separo de ella y se quitó las lágrimas, mientras Mei la observaba.
- Debo ser fuerte.
Mei la observaba mientras recordaba que en ese aspecto era parecida a Shaoran no quería que los demás se enterarán de lo que sentían, parecían siempre estar bien. Aunque por dentro estuvieran muriendo, siempre lo demás eran primero. Y si mostrar sus sentimientos implicaría preocupar a los demás, no los mostrarían. Pero en ese aspecto Shaoran era un poco más fuerte.
Mei trato de cambiar un poco el tema, ella también estaba preocupada por su primo, pero sabía que estar preocupados no serviría de nada.
- Has notado que últimamente la gente se comporta de manera algo extraña -dijo pensativamente Mei.
- ¿A qué te refieres? - logro captar la atención de su amiga.
- Sí - dijo mientras se dirigía hacia la ventana para ver un jardín.
- Las personas actúan, no sé...- Mei estaba muy seria recordando un incidente que había visto en la mañana de una mujer y sus dos pequeños, desafortunadamente no pudo intervenir para ayudarlos - olvídalo deben ser imaginaciones mías.
- La verdad es que he estado muy ocupada y no he notado nada. Con el tiempo había madurado, de ser una niña mimada que se aferraba a algo (como lo hizo con Shaoran) ahora era un poco más centrada, no del todo, claro.
Mei regreso y se poso frente a Hannia que se había quedado con los ojos perdidos en el suelo. Por un momento trato de apartar a su prometido de su cabeza, pero no lo logro. Lo que si logro fue sentir algo extraño.
- ¿Qué es esto?, susurro, es... es extraño.
- ¿De qué hablas? - preguntó muy interesada Mei.
- No lo sé, siento algo extraño.
- Entonces es lo están averiguando los del Concilio - dijo Mei.
- ¿De qué hablas? - preguntó interesada.
- Hace un momento escuche a mi tía y a Fiang hablar de que hay algo que perturba la magia.
- ¿Crees que tenga que ver con Shaoran?
- Probablemente - Hannia pareció sorprendida y salió rápidamente de la habitación de Mei.
- ¿Qué rayos esta pasando? - Mei estaba desesperada, sabía que pasaba algo por lo que decían. Su esposo había sido llamado por los del Concilio para las investigaciones sobre aquel suceso. Según lo que le había dicho su esposo no era grave un muy leve desequilibrio en las energías, y que según él los del Concilio estaban exagerando con aquello. Pero mientras tanto la había dejado en casa de su tía.
No tener magia tenía sus desventajas y eso lo odiaba.
De pronto sonrió abiertamente, necesitaba información y la iba a obtener de cualquier manera y sabía exactamente como hacerlo. Había cierta personita que podía dársela, con tan sólo ejercer un poquitín de presión.
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Cuando llegaron al palacio, todos estaban reunidos. La señora Nadeshico, Fijitaka, Touya, Fuu, el señor Gakusha, incluso Kero y Yue en su forma natural. Todos tenían los rostros serios y un poco angustiados.
- Que bueno que regresaron - dio la bienvenida la madre, dando unos pasos al frente.
Sakura se acerco a Fuu, y a sus dos guardianes. Y con mucha preocupación preguntó.
- ¿Cómo te encuentras Fuu? - revisando con la mirada a Fuu.
- Estoy bien -dijo con suma tranquilidad.
- Fuu, ¿estas seguro que estas bien?, porque si no entonces...
Fuu cortó su comentario sonriendo y moviendo la cabeza.
- No te preocupes por mí, estoy bien. Lo importante es que tu estas bien - le regalo una sonrisa que derretiría a cualquier chica que pudiera verlo, después de todo era un joven muy apuesto. Aunque estaba un poco pálido se veía muy bien.
Shaoran que llego un poco después, tan sólo observaba.
- Gracias, Fuu - dijo correspondiendo una sonrisa de igual manera.
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- Vamos Fiang.
- Lo siento, pero no lo haré.
- Bien, me canse de hacerlo por las buenas. Tú lo has querido.
- ¿De qué habla?
- No te hagas el inocente.
- ¿Qué?
- Conozco tu secreto.
- ¿De qué habla? Señora Meiling - Fiang tenía cara de confusión mientras tenía dandole vuelta a Meiling hablandole.
- SÉ-TU-secreto - pronunciaba Mei - Y si no me dices lo que quiero se lo diré todo, me escuchas TO-DO.
- Señora Mei, por favor...
- Meiling, te buscaba - se escucho una voz en la amplia sala en donde se encontraban.
- Hola Hannia - dijo Mei, resaltando un poco el nombre de su amiga.
- Con su permiso, tengo trabajo que hacer - dijo el chico, dando gracias por la aparición de su amiga. Por que sin duda Meiling lo presionaría tanto que teminaría por decirle lo que sabía. Por eso salió muy rápidamente del lugar.
Mientras Meiling decía entre dientes que para la proxima no se escapaba.
Después fijo su mirada en su amiga, quien por cierto estaba mucho más centrada y pensando con cabeza fría. Después de todo pensaba que sí Shaoran la veía en tal condición, llorando y quejandose se desilucionaria de ella, además no servía absolutamente de nada estar preocupada, era mejor ocuparse que preocuparse. Por eso estaba haciendo una extensa investigación. Meiling noto el cambio, pero no quería molestarla preguntandole sobre la razón de ese comportamiento, después de todo sabía exactamente el por qué. Así que quisó cambiarle un poco el ánimo a su amiga.
- Hannia, mi queridisima Hannia, mi amiga del alma, mi casi hermana, mi... - decía "cariñosamente" mientras se iba acercando poco a poco a su amiga.
- ¿Qué deseas? - dijo con un tono un tanto despectivo.
- ¿De qué hablas? - Meiling se detuvo bruscamente y tenía, no mejor dicho, fingía cara de desilución y de no saber de que hablaba. Parecía que Fiang no cedería fácilmente por lo que tendría que recurrir a otras personas.
- Te conozco y sé como actúas cuando deseas algo - dijo con un poco de ánimo, pues se le hacía gracioso ver la cara de Meiling haciendo toda clase de caras para provocar que ella se compadeciera de su "pobre amiga".
- Por favor dime lo que pasa - dijo juntando sus manos en forma de suplica, sus ojitos brillaban, parecía un perrito pidiendo comida a su amo.
Hannia simplemente suspiró profundamente, a pesar de los años su amiga no cambiaba mucho, aún utilizaba ese "método" para convencer.
:::::::::::::::::::::::::::::::::
- Creo que es mejor averiguar lo que pasa - dijo el señor Gakusha, pasando de una sonrisa a un rostro serio.
La señora Nadeshico camino al centro del lugar, en sus pies brillo una insignia. Su cuerpo desprendió un pequeño destello.
Todos posaron su mirada hacia el techo del lugar. El techo era una superficie muy lisa con el símbolo que apareció bajo la señora Kinomoto eran las dos "S" unidas (era el símbolo de Hikaru), poco a poco éste comenzó a transformarse en una especie de pantalla gigante. Poco a poco comenzó a tomar forma y en el se veía una parte de lo que parecía ser un bosque con árboles y plantas muy verdes.
Shaoran observaba y se asombraba del poder que tenía la madre de Sakura, nunca pensó que pudiera hacer eso.
De una parte del bosque comenzó a salir una niebla oscura y a medida que avanzaba lentamente y tocaba a los árboles lo dejaba sin hojas y totalmente secos, provocando que sus ramas cayeran y se hicieran polvo. La tierra también era cambiada, en lugar de pastos y flores aquella niebla provocaba que el suelo se partiera y que no quedará nada en él. Las escenas parecían cambiar, pero en todas después de unos momentos llegaba la niebla y causaba el mismo efecto.
- El equilibrio ha sido roto - dijo el señor Gakusha.
- El momento ha llegado - dijo la madre de Sakura mientras todos observaban.
Las imágenes desaparecieron para dejar ver nuevamente el techo con el símbolo. Todos quedaron callados.
Shaoran no sabía que pensar. Pero una dulce voz lo saco de sus pensamientos.
- Cartas creadas por Clow y que ahora obedecen a su nuevo dueño, escuchen mi llamado, por favor preséntense ante mí.
Sakura se encontraba con los brazos al frente y en sus manos sostenía la estrella. Luego el dije brillo para dar lugar a un báculo cristalino que en la parte superior estaba la misma estrella con el símbolo sólo que mucho más grandes y justo en el centro símbolo con las "s". Era el mismo que utilizó en la batalla contra Zeshin.
Sakura lo tomo, mientras en un abrir y cerrar de ojos todas las cartas Sakura aparecían frente a ella. La mayoría de las cartas hasta entonces habían estado en Hikaru libres.
Shaoran sintió como algo se movía de entre sus ropas y vio como la carta Sakura que el tenía en la bolsa de su pantalón también reunió con las demás, ya no recordaba que tenía consigo la carta espejo. Todas las cartas rodearon. Ella sólo les sonrió como contestación.
- Cartas, por favor ayúdenos a proteger a los habitantes de la tierra y de Hikaru - dijo con suma dulzura.
Como contestando todas comenzaron a brillar y desaparecieron.
- Desaparecieron - dijo en voz baja el jefe del Clan Li.
- Estarán ayudando a combatir la maldad desde las fronteras de Hikaru - explicaba Sakura mientras veía una carta que tenía en su mano. A pesar de que todas las demás se fueron, esa en particular decidió quedarse a lado de su dueña. Claro que primero se lo pidió. Sakura guardo la carta que tenía en sus manos.
- Ellas solas no serán suficiente, así que es mejor poner en marcha el plan - dijo el señor Fujitaka.
Todos asintieron.
- Yo guiaré a la parte Norte - dijo decididamente Touya.
- Nosotros iremos a la parte Este - dijo Yue, mientras Kero asentía.
- Iré a la parte Oeste - dijo Fuu
- Pero... - iba empezar a protestar Sakura, pero Fuu la observo y con una mirada y un gesto la hizo entender que estaría bien, recibiendo como contestación una sonrisa.
- Yo iré a la parte Sur - dijo Sakura.
- No hija - dijo Nadeshico con el rostro serio.
- Pero...
- Es mejor que te quedes a descansar, hiciste un gran esfuerzo, ahora no es conveniente que te esfuerces - después le sonrió.
- Esta bien me quedaré, pero no a descansar - volvió su rostro hacia el señor Gakusha - mientras tanto podría entrenarme - dijo con cara de suplica.
El señor le sonrió y asintió.
- Esta bien, si así lo deseas.
- Así lo deseo - afirmo.
- Nosotros iremos al sur - dijo Fijitaka refiriéndose a él y a Nadeshico.
- Yo en ¿qué puedo ayudar? - dijo Shaoran.
- Por lo pronto es mejor que descanses aún no te has recuperado del todo - dijo el señor Kinomoto.
No muy convencido Shaoran asintió. Por un lado se alegro ya que de esa manera podría ver como entrenaba Sakura.
- Sólo traten de dejar seguras las fronteras con ayuda de las cartas y los habitantes de Hikaru.
Al parecer cuando Shaorna llegó los habitantes de Hikaru y la familia Kinomoto estaban haciendo un plan para dividirse y proteger las fronteras, tratando de evitar la expansión de la neblina.
- Si no pueden controlarlo es mejor que se comuniquen con los demás para ayudarles. No hay porque arriesgarse.
- Por favor cuídense todos - suplico Sakura.
Todos asintieron y tomaron rumbos distintos. Claro que antes de que Touya sacara un pie del lugar de envió a Shaoran una advertencia de que si algo le llegará a pasar a su monstruo, él respondería. Todo con una simple mirada. Misma que fue respondida por Shaoran con otra de confusión.
En el salón sólo quedaron Sakura, Shaoran y el señor Gakusha.
- Podrías esperarme un momento, debo hacer un conjuro para el palacio y el hechizo tomará un poco de tiempo - dijo el señor de ojos violetas.
- No se preocupe.
- Haré lo posible - contesto con una leve sonrisa y se marcho el señor.
El lugar quedo en silencio, tan sólo perturbado por hermosos cantos de aves que a lo lejos se escuchaba.
- Aún no entiendes ¿Cierto? - dijo Sakura a Shaoran.
- Creo que no del todo la información que tengo de Hikaru es poca.
- Verás. Como sabes Hikaru es un mundo paralelo a la tierra.
Shaoran asintió.
- Este lugar es donde residen las emociones de las personas, los sueños, sus esperanzas, toda la energía positiva llega a este lugar y es transformado en cosas hermosas como puedes darte cuenta por ti mismo - Sakura dejo de hablar y se dirigió a un pequeño balcón del salón.
Shaoran la siguió y observó hacia afuera.
- Pero como sabes, las personas de la tierra no sólo emanan sentimientos positivos sino también los negativos. Del otro lado de Hikaru reside la parte oscura de este lugar. Desde siempre ha habido un equilibrio entre ambas partes, pero ahora se ha roto - decía Sakura.
- ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Quién lo ha hecho?
- Lamento no poder contestar todas tus preguntas, pero tampoco lo sabemos bien.
- Sólo sabemos que los pilares...
- ¿Qué son los pilares? - interrumpió Shaoran.
- Los pilares son seres humanos que a simple vista son iguales a los demás. Pero por dentro tienen un poder. Ese poder hace que toda la energía de los humanos sea canalizada a este lugar. En ocasiones esas personas saben que son pilares, pero en ocasiones nunca lo saben. Pero ahora parece que algo les ha pasado. La energía positiva no esta llegando, además la negativa se esta incrementando y se refleja en la neblina que viste, ya que ella no necesita de intermediarios para llegar.
- La verdad es que fui a tu casa no sólo a buscar un hechizo que liberará mi cuerpo.
Shaoran se sorprendió al escuchar la confesión.
- También fui a buscar un hechizo que nos ayudará a encontrar a los pilares para protegerlos. - Sakura volvió su rotro para no ser vista por Shaoran - Pero fallé no encontré los hechizos a tiempo y tuve que regresar, sólo provoque que esto pasara, es mi culpa. No quise revelártelo porque sólo te involucraría en problemas, y te puse en peligro, casi mueres por mi culpa -
Su voz que hasta entonces había sido seria y serena ahora sonaba con remordimiento y temblaba. Esto fue notado por Li. En verdad no le gustaba escucharla y que se sintiera culpable. Así que cambio un poco el tema.
- Por favor, sigueme contando.
Por un momento Sakura trato de controlarse y siguió relatando.
- Como te dije Touya vino a este lugar y cuando regreso a casa me dijo sobre nuestra madre. Decidimos decirlo todo a nuestro padre. Pero nos sorprendimos cuando el nos confeso que sabía todo, sobre las cartas, los guardines, la magia de mi hermano y la mía, sobre Hikaru y dijo que estaba de acuerdo en que en las siguientes vacaciones viniéramos a ver a este lugar.
- En las siguientes vacaciones con ayuda de Fuu vine por primera vez. Mi madre me explico sobre la misión de nuestra familia de proteger a Hikaru y sobre unos escritos que predecían la llegada de un desastre. Y como era la que tiene un poco más desarrollada la magia me quede, para ser entrenada por Fuu y el señor Gakusha.
- ¿Cuándo será ese desastre? - Shaoran se preocupo sobre la predicción, sabía poco del suceso, porque los del concilio aún lo investigaban, pero tenían sospechas muy remotas. Además ese suceso era muy importante para el futuro.
- No lo sabemos.
- ¿Qué pasará si la energía negativa se sigue incrementando?
- Al no estar los pilares la energía positiva no llega. Todo lo que ves aquí será destruido. Pero eso no es lo más grave. Lo es que en la tierra las personas no tendrán esperanza, se dejarán llevar por lo negativo y se comenzarán a destruir entre ellos por cosas insignificantes. La tierra será cubierta para siempre por la maldad y destrucción. Las personas se matarán entre ellas por poder, sufrimiento, dolor, guerra...
Sakura no pudo seguir hablando, de tan sólo pensarlo le daba un horrible temor. Se quedo viendo a la nada y después siguió.
- Nuestro deber es evitar eso, debemos encontrar a los pilares, a sus almas ellas podrán canalizar la energía aquí, pero no servirá de nada si para entonces las personas ya no tienen esperanza. Sólo de esa manera el equilibrio se repondrá - mientras lo decía recordaba las palabras de Fiang, las palabras de su madre y las que ella misma pronunciaba cuando era pequeña.
Shaoran quedó muy pensativo, aquello era muy grave. El silencio reino, unos pasos se escucharon, Sakura los reconoció como los del señor Gakusha.
- Es hora de empezar a entrenar - dijo Sakura. No permitiría que nada de eso pasara, no permitiría que nadie saliera herido. Pero no sólo era eso lo que la inquietaba, era su sueño, un sueño horrible que tenía que ver con el futuro. Un sueño que le revelaba que en la batalla por venir tres personas morirían, entre ellas dos personas que no sabía exactamente quienes eran, pero sabía que eran importantes para ella y la otra persona era... ella misma.
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N. de la A. ¡Lo siento no pude subir antes este capi!, por muuuchas ocupaciones.
Pero aquí esta (por fin ^-^) Espero que no haya salido tan mal, pues estoy un poco apurada ^-^. Pero desde ahora trataré de hacer más grandes los capitulos.
MUUUUCHAS gracias por leer a todos. Estoy tomando muy en cuenta sus sugerencias. Poco a poco se aclara todo. De verdad espero que este les haya gustado, porque a decir verdad no estaba muy segura.
Celina Sosa: HOLA, hola. Ya te extrañaba y a tu fic (que por ahora no lo he podido leer, pero te aseguro que lo haré), hasta pense que te había aburrido esta historia. Gracias por tus reviews, siempre me animan ^-^. Hasta prontito.
Kirita Kasugi: ¡HOLA! creo que se estan aclarando poco a poquito, espero que te siga gustando, gracias por escribir ^-^.
Nena 05000: je, je. me encantaría subir más rapido los capitulos, pero... esta bien trató de dar mi mejor esfuerzo para que les guste y que me escriban ME ENCANTA! Gracias por tu review ^-^.
Sakura Wen: Me gusta dejarlos un poco intrigados, pero ya se ven las explicaciones. Gracias por el review, Hasta luego ^-^.
Ishtary: ¡SI! yo también me imagino a Fuu muy... bueno tu lo has dicho, no sé quien ganaría si Shaoran o él. Gracias por escribir. Hasta luego ^-^.
HAsta luego, bye.
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- ¿Qué estará pasando? - Preguntaba una indignada mujer de largo cabello negro.
Se paseaba de un lugar a otro en una habitación bien arreglada. Oyó que llamaron a la puerta y fue a abrir para encontrarse con una chica de ojos negros tristes.
- Hannia - dijo Mei Ling en casi un susurro.
Hacía unas cuantas horas que había llegado a China, con la noticia de que Shaoran había desaparecido, desde entonces todo el Concilio estaba ocupado en su búsqueda. Hannia no había descansado en todo ese tiempo, pero ahora ya no aguantaba ese sentimiento en su pecho, de haber perdido a la persona que quería.
Mei se acerco a ella y con sumo cuidado la abrazo. Hannia sintió el abrazo consolador de su amiga y sus ojos no pudieron evitar humedecerse. Dos lágrimas corrieron por su suave piel.
- No te preocupes, sé que se encuentra bien - decía Mei, tratando de consolar a su amiga.
Hannia se separo de ella y se quitó las lágrimas, mientras Mei la observaba.
- Debo ser fuerte.
Mei la observaba mientras recordaba que en ese aspecto era parecida a Shaoran no quería que los demás se enterarán de lo que sentían, parecían siempre estar bien. Aunque por dentro estuvieran muriendo, siempre lo demás eran primero. Y si mostrar sus sentimientos implicaría preocupar a los demás, no los mostrarían. Pero en ese aspecto Shaoran era un poco más fuerte.
Mei trato de cambiar un poco el tema, ella también estaba preocupada por su primo, pero sabía que estar preocupados no serviría de nada.
- Has notado que últimamente la gente se comporta de manera algo extraña -dijo pensativamente Mei.
- ¿A qué te refieres? - logro captar la atención de su amiga.
- Sí - dijo mientras se dirigía hacia la ventana para ver un jardín.
- Las personas actúan, no sé...- Mei estaba muy seria recordando un incidente que había visto en la mañana de una mujer y sus dos pequeños, desafortunadamente no pudo intervenir para ayudarlos - olvídalo deben ser imaginaciones mías.
- La verdad es que he estado muy ocupada y no he notado nada. Con el tiempo había madurado, de ser una niña mimada que se aferraba a algo (como lo hizo con Shaoran) ahora era un poco más centrada, no del todo, claro.
Mei regreso y se poso frente a Hannia que se había quedado con los ojos perdidos en el suelo. Por un momento trato de apartar a su prometido de su cabeza, pero no lo logro. Lo que si logro fue sentir algo extraño.
- ¿Qué es esto?, susurro, es... es extraño.
- ¿De qué hablas? - preguntó muy interesada Mei.
- No lo sé, siento algo extraño.
- Entonces es lo están averiguando los del Concilio - dijo Mei.
- ¿De qué hablas? - preguntó interesada.
- Hace un momento escuche a mi tía y a Fiang hablar de que hay algo que perturba la magia.
- ¿Crees que tenga que ver con Shaoran?
- Probablemente - Hannia pareció sorprendida y salió rápidamente de la habitación de Mei.
- ¿Qué rayos esta pasando? - Mei estaba desesperada, sabía que pasaba algo por lo que decían. Su esposo había sido llamado por los del Concilio para las investigaciones sobre aquel suceso. Según lo que le había dicho su esposo no era grave un muy leve desequilibrio en las energías, y que según él los del Concilio estaban exagerando con aquello. Pero mientras tanto la había dejado en casa de su tía.
No tener magia tenía sus desventajas y eso lo odiaba.
De pronto sonrió abiertamente, necesitaba información y la iba a obtener de cualquier manera y sabía exactamente como hacerlo. Había cierta personita que podía dársela, con tan sólo ejercer un poquitín de presión.
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Cuando llegaron al palacio, todos estaban reunidos. La señora Nadeshico, Fijitaka, Touya, Fuu, el señor Gakusha, incluso Kero y Yue en su forma natural. Todos tenían los rostros serios y un poco angustiados.
- Que bueno que regresaron - dio la bienvenida la madre, dando unos pasos al frente.
Sakura se acerco a Fuu, y a sus dos guardianes. Y con mucha preocupación preguntó.
- ¿Cómo te encuentras Fuu? - revisando con la mirada a Fuu.
- Estoy bien -dijo con suma tranquilidad.
- Fuu, ¿estas seguro que estas bien?, porque si no entonces...
Fuu cortó su comentario sonriendo y moviendo la cabeza.
- No te preocupes por mí, estoy bien. Lo importante es que tu estas bien - le regalo una sonrisa que derretiría a cualquier chica que pudiera verlo, después de todo era un joven muy apuesto. Aunque estaba un poco pálido se veía muy bien.
Shaoran que llego un poco después, tan sólo observaba.
- Gracias, Fuu - dijo correspondiendo una sonrisa de igual manera.
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- Vamos Fiang.
- Lo siento, pero no lo haré.
- Bien, me canse de hacerlo por las buenas. Tú lo has querido.
- ¿De qué habla?
- No te hagas el inocente.
- ¿Qué?
- Conozco tu secreto.
- ¿De qué habla? Señora Meiling - Fiang tenía cara de confusión mientras tenía dandole vuelta a Meiling hablandole.
- SÉ-TU-secreto - pronunciaba Mei - Y si no me dices lo que quiero se lo diré todo, me escuchas TO-DO.
- Señora Mei, por favor...
- Meiling, te buscaba - se escucho una voz en la amplia sala en donde se encontraban.
- Hola Hannia - dijo Mei, resaltando un poco el nombre de su amiga.
- Con su permiso, tengo trabajo que hacer - dijo el chico, dando gracias por la aparición de su amiga. Por que sin duda Meiling lo presionaría tanto que teminaría por decirle lo que sabía. Por eso salió muy rápidamente del lugar.
Mientras Meiling decía entre dientes que para la proxima no se escapaba.
Después fijo su mirada en su amiga, quien por cierto estaba mucho más centrada y pensando con cabeza fría. Después de todo pensaba que sí Shaoran la veía en tal condición, llorando y quejandose se desilucionaria de ella, además no servía absolutamente de nada estar preocupada, era mejor ocuparse que preocuparse. Por eso estaba haciendo una extensa investigación. Meiling noto el cambio, pero no quería molestarla preguntandole sobre la razón de ese comportamiento, después de todo sabía exactamente el por qué. Así que quisó cambiarle un poco el ánimo a su amiga.
- Hannia, mi queridisima Hannia, mi amiga del alma, mi casi hermana, mi... - decía "cariñosamente" mientras se iba acercando poco a poco a su amiga.
- ¿Qué deseas? - dijo con un tono un tanto despectivo.
- ¿De qué hablas? - Meiling se detuvo bruscamente y tenía, no mejor dicho, fingía cara de desilución y de no saber de que hablaba. Parecía que Fiang no cedería fácilmente por lo que tendría que recurrir a otras personas.
- Te conozco y sé como actúas cuando deseas algo - dijo con un poco de ánimo, pues se le hacía gracioso ver la cara de Meiling haciendo toda clase de caras para provocar que ella se compadeciera de su "pobre amiga".
- Por favor dime lo que pasa - dijo juntando sus manos en forma de suplica, sus ojitos brillaban, parecía un perrito pidiendo comida a su amo.
Hannia simplemente suspiró profundamente, a pesar de los años su amiga no cambiaba mucho, aún utilizaba ese "método" para convencer.
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- Creo que es mejor averiguar lo que pasa - dijo el señor Gakusha, pasando de una sonrisa a un rostro serio.
La señora Nadeshico camino al centro del lugar, en sus pies brillo una insignia. Su cuerpo desprendió un pequeño destello.
Todos posaron su mirada hacia el techo del lugar. El techo era una superficie muy lisa con el símbolo que apareció bajo la señora Kinomoto eran las dos "S" unidas (era el símbolo de Hikaru), poco a poco éste comenzó a transformarse en una especie de pantalla gigante. Poco a poco comenzó a tomar forma y en el se veía una parte de lo que parecía ser un bosque con árboles y plantas muy verdes.
Shaoran observaba y se asombraba del poder que tenía la madre de Sakura, nunca pensó que pudiera hacer eso.
De una parte del bosque comenzó a salir una niebla oscura y a medida que avanzaba lentamente y tocaba a los árboles lo dejaba sin hojas y totalmente secos, provocando que sus ramas cayeran y se hicieran polvo. La tierra también era cambiada, en lugar de pastos y flores aquella niebla provocaba que el suelo se partiera y que no quedará nada en él. Las escenas parecían cambiar, pero en todas después de unos momentos llegaba la niebla y causaba el mismo efecto.
- El equilibrio ha sido roto - dijo el señor Gakusha.
- El momento ha llegado - dijo la madre de Sakura mientras todos observaban.
Las imágenes desaparecieron para dejar ver nuevamente el techo con el símbolo. Todos quedaron callados.
Shaoran no sabía que pensar. Pero una dulce voz lo saco de sus pensamientos.
- Cartas creadas por Clow y que ahora obedecen a su nuevo dueño, escuchen mi llamado, por favor preséntense ante mí.
Sakura se encontraba con los brazos al frente y en sus manos sostenía la estrella. Luego el dije brillo para dar lugar a un báculo cristalino que en la parte superior estaba la misma estrella con el símbolo sólo que mucho más grandes y justo en el centro símbolo con las "s". Era el mismo que utilizó en la batalla contra Zeshin.
Sakura lo tomo, mientras en un abrir y cerrar de ojos todas las cartas Sakura aparecían frente a ella. La mayoría de las cartas hasta entonces habían estado en Hikaru libres.
Shaoran sintió como algo se movía de entre sus ropas y vio como la carta Sakura que el tenía en la bolsa de su pantalón también reunió con las demás, ya no recordaba que tenía consigo la carta espejo. Todas las cartas rodearon. Ella sólo les sonrió como contestación.
- Cartas, por favor ayúdenos a proteger a los habitantes de la tierra y de Hikaru - dijo con suma dulzura.
Como contestando todas comenzaron a brillar y desaparecieron.
- Desaparecieron - dijo en voz baja el jefe del Clan Li.
- Estarán ayudando a combatir la maldad desde las fronteras de Hikaru - explicaba Sakura mientras veía una carta que tenía en su mano. A pesar de que todas las demás se fueron, esa en particular decidió quedarse a lado de su dueña. Claro que primero se lo pidió. Sakura guardo la carta que tenía en sus manos.
- Ellas solas no serán suficiente, así que es mejor poner en marcha el plan - dijo el señor Fujitaka.
Todos asintieron.
- Yo guiaré a la parte Norte - dijo decididamente Touya.
- Nosotros iremos a la parte Este - dijo Yue, mientras Kero asentía.
- Iré a la parte Oeste - dijo Fuu
- Pero... - iba empezar a protestar Sakura, pero Fuu la observo y con una mirada y un gesto la hizo entender que estaría bien, recibiendo como contestación una sonrisa.
- Yo iré a la parte Sur - dijo Sakura.
- No hija - dijo Nadeshico con el rostro serio.
- Pero...
- Es mejor que te quedes a descansar, hiciste un gran esfuerzo, ahora no es conveniente que te esfuerces - después le sonrió.
- Esta bien me quedaré, pero no a descansar - volvió su rostro hacia el señor Gakusha - mientras tanto podría entrenarme - dijo con cara de suplica.
El señor le sonrió y asintió.
- Esta bien, si así lo deseas.
- Así lo deseo - afirmo.
- Nosotros iremos al sur - dijo Fijitaka refiriéndose a él y a Nadeshico.
- Yo en ¿qué puedo ayudar? - dijo Shaoran.
- Por lo pronto es mejor que descanses aún no te has recuperado del todo - dijo el señor Kinomoto.
No muy convencido Shaoran asintió. Por un lado se alegro ya que de esa manera podría ver como entrenaba Sakura.
- Sólo traten de dejar seguras las fronteras con ayuda de las cartas y los habitantes de Hikaru.
Al parecer cuando Shaorna llegó los habitantes de Hikaru y la familia Kinomoto estaban haciendo un plan para dividirse y proteger las fronteras, tratando de evitar la expansión de la neblina.
- Si no pueden controlarlo es mejor que se comuniquen con los demás para ayudarles. No hay porque arriesgarse.
- Por favor cuídense todos - suplico Sakura.
Todos asintieron y tomaron rumbos distintos. Claro que antes de que Touya sacara un pie del lugar de envió a Shaoran una advertencia de que si algo le llegará a pasar a su monstruo, él respondería. Todo con una simple mirada. Misma que fue respondida por Shaoran con otra de confusión.
En el salón sólo quedaron Sakura, Shaoran y el señor Gakusha.
- Podrías esperarme un momento, debo hacer un conjuro para el palacio y el hechizo tomará un poco de tiempo - dijo el señor de ojos violetas.
- No se preocupe.
- Haré lo posible - contesto con una leve sonrisa y se marcho el señor.
El lugar quedo en silencio, tan sólo perturbado por hermosos cantos de aves que a lo lejos se escuchaba.
- Aún no entiendes ¿Cierto? - dijo Sakura a Shaoran.
- Creo que no del todo la información que tengo de Hikaru es poca.
- Verás. Como sabes Hikaru es un mundo paralelo a la tierra.
Shaoran asintió.
- Este lugar es donde residen las emociones de las personas, los sueños, sus esperanzas, toda la energía positiva llega a este lugar y es transformado en cosas hermosas como puedes darte cuenta por ti mismo - Sakura dejo de hablar y se dirigió a un pequeño balcón del salón.
Shaoran la siguió y observó hacia afuera.
- Pero como sabes, las personas de la tierra no sólo emanan sentimientos positivos sino también los negativos. Del otro lado de Hikaru reside la parte oscura de este lugar. Desde siempre ha habido un equilibrio entre ambas partes, pero ahora se ha roto - decía Sakura.
- ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Quién lo ha hecho?
- Lamento no poder contestar todas tus preguntas, pero tampoco lo sabemos bien.
- Sólo sabemos que los pilares...
- ¿Qué son los pilares? - interrumpió Shaoran.
- Los pilares son seres humanos que a simple vista son iguales a los demás. Pero por dentro tienen un poder. Ese poder hace que toda la energía de los humanos sea canalizada a este lugar. En ocasiones esas personas saben que son pilares, pero en ocasiones nunca lo saben. Pero ahora parece que algo les ha pasado. La energía positiva no esta llegando, además la negativa se esta incrementando y se refleja en la neblina que viste, ya que ella no necesita de intermediarios para llegar.
- La verdad es que fui a tu casa no sólo a buscar un hechizo que liberará mi cuerpo.
Shaoran se sorprendió al escuchar la confesión.
- También fui a buscar un hechizo que nos ayudará a encontrar a los pilares para protegerlos. - Sakura volvió su rotro para no ser vista por Shaoran - Pero fallé no encontré los hechizos a tiempo y tuve que regresar, sólo provoque que esto pasara, es mi culpa. No quise revelártelo porque sólo te involucraría en problemas, y te puse en peligro, casi mueres por mi culpa -
Su voz que hasta entonces había sido seria y serena ahora sonaba con remordimiento y temblaba. Esto fue notado por Li. En verdad no le gustaba escucharla y que se sintiera culpable. Así que cambio un poco el tema.
- Por favor, sigueme contando.
Por un momento Sakura trato de controlarse y siguió relatando.
- Como te dije Touya vino a este lugar y cuando regreso a casa me dijo sobre nuestra madre. Decidimos decirlo todo a nuestro padre. Pero nos sorprendimos cuando el nos confeso que sabía todo, sobre las cartas, los guardines, la magia de mi hermano y la mía, sobre Hikaru y dijo que estaba de acuerdo en que en las siguientes vacaciones viniéramos a ver a este lugar.
- En las siguientes vacaciones con ayuda de Fuu vine por primera vez. Mi madre me explico sobre la misión de nuestra familia de proteger a Hikaru y sobre unos escritos que predecían la llegada de un desastre. Y como era la que tiene un poco más desarrollada la magia me quede, para ser entrenada por Fuu y el señor Gakusha.
- ¿Cuándo será ese desastre? - Shaoran se preocupo sobre la predicción, sabía poco del suceso, porque los del concilio aún lo investigaban, pero tenían sospechas muy remotas. Además ese suceso era muy importante para el futuro.
- No lo sabemos.
- ¿Qué pasará si la energía negativa se sigue incrementando?
- Al no estar los pilares la energía positiva no llega. Todo lo que ves aquí será destruido. Pero eso no es lo más grave. Lo es que en la tierra las personas no tendrán esperanza, se dejarán llevar por lo negativo y se comenzarán a destruir entre ellos por cosas insignificantes. La tierra será cubierta para siempre por la maldad y destrucción. Las personas se matarán entre ellas por poder, sufrimiento, dolor, guerra...
Sakura no pudo seguir hablando, de tan sólo pensarlo le daba un horrible temor. Se quedo viendo a la nada y después siguió.
- Nuestro deber es evitar eso, debemos encontrar a los pilares, a sus almas ellas podrán canalizar la energía aquí, pero no servirá de nada si para entonces las personas ya no tienen esperanza. Sólo de esa manera el equilibrio se repondrá - mientras lo decía recordaba las palabras de Fiang, las palabras de su madre y las que ella misma pronunciaba cuando era pequeña.
Shaoran quedó muy pensativo, aquello era muy grave. El silencio reino, unos pasos se escucharon, Sakura los reconoció como los del señor Gakusha.
- Es hora de empezar a entrenar - dijo Sakura. No permitiría que nada de eso pasara, no permitiría que nadie saliera herido. Pero no sólo era eso lo que la inquietaba, era su sueño, un sueño horrible que tenía que ver con el futuro. Un sueño que le revelaba que en la batalla por venir tres personas morirían, entre ellas dos personas que no sabía exactamente quienes eran, pero sabía que eran importantes para ella y la otra persona era... ella misma.
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N. de la A. ¡Lo siento no pude subir antes este capi!, por muuuchas ocupaciones.
Pero aquí esta (por fin ^-^) Espero que no haya salido tan mal, pues estoy un poco apurada ^-^. Pero desde ahora trataré de hacer más grandes los capitulos.
MUUUUCHAS gracias por leer a todos. Estoy tomando muy en cuenta sus sugerencias. Poco a poco se aclara todo. De verdad espero que este les haya gustado, porque a decir verdad no estaba muy segura.
Celina Sosa: HOLA, hola. Ya te extrañaba y a tu fic (que por ahora no lo he podido leer, pero te aseguro que lo haré), hasta pense que te había aburrido esta historia. Gracias por tus reviews, siempre me animan ^-^. Hasta prontito.
Kirita Kasugi: ¡HOLA! creo que se estan aclarando poco a poquito, espero que te siga gustando, gracias por escribir ^-^.
Nena 05000: je, je. me encantaría subir más rapido los capitulos, pero... esta bien trató de dar mi mejor esfuerzo para que les guste y que me escriban ME ENCANTA! Gracias por tu review ^-^.
Sakura Wen: Me gusta dejarlos un poco intrigados, pero ya se ven las explicaciones. Gracias por el review, Hasta luego ^-^.
Ishtary: ¡SI! yo también me imagino a Fuu muy... bueno tu lo has dicho, no sé quien ganaría si Shaoran o él. Gracias por escribir. Hasta luego ^-^.
HAsta luego, bye.