Capitulo 17

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Otra vez, otra vez se sienten los ojos muy pesados. ¿Qué pasa? ¿Qué paso? ¿Dónde estaba? Lo primero que sintió fue el ambiente, ese ambiente no era de Hikaru, era distinto, el aire era pesado, parecía un aire muy húmedo que lastimaba los pulmones, después de unos momentos se adaptó a él.

Poco a poco y con pequeñas dificultades unos hermosos ojos marrones se abrían lentamente, tardando un poco en poder enfocar alguna imagen. Pero una vez que parecía tomar conciencia de lo que pasaba, sintió algo, un poder, era un poder enorme y extrañamente familiar.

Su cabeza se giró en busca del lugar de donde emanaba aquella energía. Aún sin poder saber que era exactamente.

Trato de ponerse de pie lo más rápido que pudo, perdió un poco el equilibrio al hacerlo, pero cuando lo logro por fin, pudo ver de lo que se trataba y cuando lo vio se sorprendió.

No se encontraba en el Hikaru que el conocía. Más, era una especie de prisión, para ser más exacto una esfera negra. Pero lograba ver algo a través de ella. Era una habitación, una habitación con algunos símbolos, símbolos que reconoció inmediatamente, eran símbolos oscuros.

Con ellos se podían abrir portales hacia el mundo de la oscuridad.

¿Dónde se encontraba? ¿Qué había pasado? No lograba recordar nada, cuando trato de hacerlo un dolor en la cabeza le impidió seguir intentándolo. Sólo recordaba ojos verdes, y nada... estaba muy confundido. Se trato de sostener de una pared de la esfera. Pero al tocarla sintió una sensación terrible, parecía que al contacto la esfera absorbía su energía. Inmediatamente la retiró, esa era una prisión muy fuerte, sabía de ellas eran las que se usaban para los hechiceros más poderosos y que utilizaban sus poderes para el mal. Los del concilio las utilizaban.

Quedó un poco mareado y se quedo quieto, tratando de que todo dejara de dar vueltas en su cabeza.

Otra vez la energía. Rápidamente dirigió su mirada hacia donde la sentía. Cuando pudo divisar de lo que se trataba se sorprendió aún más.

Se encontraba Zeshin mirándolo intensamente, pero algo más era lo que realmente lo preocupaba. Es sus brazos, totalmente inconsciente se encontraba Sakura.

- Pero ¿qué..? - trato de levantarse de su sitio e invocar a su espada, pero el talismán no respondió.

- ¿Por qué?

- No estamos en la parte positiva de Hikaru, eso no te ayudara en nada - Zeshin estaba muy serio observando a Shaoran.

- Si no fuera porque traes el anillo, para estos momentos estuvieras muerto. Esa prisión no es como las que conoces, esa prisión te quita toda tu esencia y con ella la vida.

Shaoran observó su mano algo temblorosa y se pudo percatar de que estaba brillando. Era el anillo que Sakura le dio.

- Eso evito que murieras, por ahora... - dijo amenazante.

- ¿Qué quieres? ¡Déjala ir! - comenzó de nuevo a intentar incorporarse, pero con el mismo resultado.

Zeshin tan sólo lo observaba, sin expresión alguna.

Shaoran se sentía de nuevo inútil ante aquel sujeto.

- ¡No te atrevas a tocarla! - estaba furioso.

Ante esto Zeshin no oculto su sonrisa.

- ¡No te atrevas a hacerle daño! - se sentía impotente ante aquella situación.

El rostro de Zeshin se volvió extraño y su mirada se endureció. Cosa que Shaoran no noto.

- ¿Daño? ¿Daño dices? - su voz sonó muy irónica.

- ¿No fuiste tu quien la abandono durante años? ¿No fuiste acaso tú quién no se volvió a comunicar con ella? - su voz era aún más irónica - Fuiste tu quien la destruías lentamente - dijo en susurro mientras observaba el rostro de la inconsciente Sakura.

- ¡No! Yo evitaré el destino. El destino nunca se llevara a cabo, y de eso me encargo yo – en su voz se percibía la decisión, mientras su mirada se encontraba con la de Shaoran que era de angustia.

Zeshin se dispuso a salir del lugar, no sin antes dirigirle algunas palabras a su prisionero.

- Tengo cuentas pendientes contigo, pero ya habrá tiempo para saldarlas - su voz se volvió aún más fría y hueca.

Después de eso y sin ningún caso a lo que Shaoran gritaba se llevo a Sakura. Mientras Shaoran intentaba e intentaba invocar a su espada y hacía hechizos, muchos hechizos que sólo lo hacían más débil.

- ¡Sakura...!, No te atrevas a hacerle daño.

- ¡Sakura! - gritaba con todas sus fuerzas, con la esperanza de que ella lo escuchara.

Estaba desesperado hacía hechizos una y otra vez sin descanso.

Finalmente y después del gasto de energía cayó inconsciente.

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- ¿Y bien? - me lo vas a decir o tengo que esperar algunos años.

Tomoyo sonrió al parecer Mei no cambiaba.

Mei seguía con la curiosidad sobre lo que había sido de la vida de su amiga.

La voz de Wei irrumpió la escena.

- Lamento interrumpirlas, pero me han mandado a traerlas - interrumpió Wei muy serio.

- ¿Quién? - Mei estaba un poco enfadada que le hayan interrumpido tan interesante conversación.

- La señora Ieran desea que sean trasladas a un lugar más seguro - Wei no parecía ser el mismo de siempre, parecía preocupado y su rostro lo mostraba.

- O_O ? ¿Más seguro? - Si algo había que realmente enfadara a Mei era no saber nada.

- Por favor acompáñenme - el mayordomo comenzó a caminar.

Tomoyo volteo a ver a Mei, quien estaba seria. Mei también la vio, le sonrió para no preocuparla y con un movimiento de cabeza le indicó que siguieran al mayordomo.

Tomoyo le correspondió la sonrisa y lo siguió, también estaba algo confundida.

El señor Wei las condujo a una de las habitaciones que se encontraban en la parte central de la enorme mansión Li. Durante todo el camino no se dijo nada, tan sólo algunas miradas interrogantes entre Mei y Tomoyo.

Por las ventanas que daban hacia afuera Tomoyo se pudo dar cuenta de que había caído la noche.

Llegaron a una enorme puerta con un gran símbolo del Ying y el Yang. Mei se alarmaba cada vez más, era extremadamente raro que cualquier persona tuviese acceso a ese lugar. Se dio cuenta que para estar ahí era algo realmente serio lo que ocurría. La puerta fue abierta y dentro se podía observar una sala muy grande.

A Tomoyo le sorprendió realmente era hermosa, con múltiples decoraciones, pero no eran decoraciones normales, eran símbolos, representaciones, estatuas, libros y libros, pero todos ellos mágicos. A pesar de no tener ni una pizca de magia, era tanto el poder que se encontraba concentrado que para cualquiera era posible sentir un cambio de ambiente, algo muy especial.

Mientras Tomoyo casi no creía lo que veía, era un lugar muy singular. Estaba informada de algo de magia, no mucho, pero el hecho de saber que su tan querida Sakura la poseía, se encargo por un tiempo para investigar. Le parecía espectacular lo que sus ojos veían. Wei dejo a las chicas y luego se marcho.

Poco a poco en la sala se fueron reuniendo algunas otras personas que saludaban muy educadamente a las chicas. Tomoyo dedujo que era gente importante, todos parecían tener en sus rostros algo de preocupación. Eran 2 mujeres, una como de unos 29 de ojos ámbar y cabello negro, y la otra aparentaba unos 40 años de cabello también castaño oscuro y ojos negros. También llegaron tres señores que aparentaban más de 50 años, ambos con unas canas que se asomaban entre su oscuro cabello. Todos vestidos con una extraña elegancia y ropas que parecían de hechiceros de tipo modernos. Casi no hablaban se fueron a ubicar en algunos puntos de la sala en silencio.

Ahora si que Mei estaba más preocupada. Ella y Tomoyo permanecieron un poco atrás de las personas ahí presentes.

Las puertas se volvieron a abrir haciendo aún más sepulcral el silencio, por ella entro una mujer que infundía respeto a cualquiera. Todos en la sala hicieron una reverencia al verla entrar, tras ella llegaba Hannia, sus rostros eran muy serios e igualmente preocupados.

La madre de Shaoran con un porte de una reina, se fue a ubicar en un asiento especial para ella. Saludo a todos con un simple movimiento, mientras Hannia hacía lo mismo y se paraba a su lado.

Otra vez el silencio. Justo cuando Mei se dio el valor para preguntar, la señora Ieran comenzó a hablar.

- Ante la ausencia del Jefe del Clan Li, tengo la obligación de encabezar las reuniones de nuestro círculo.

- Tenemos información de que el equilibrio de la magia ha sido roto, la energía negativa ha logrado alcanzar un predominio muy alarmante.

- Pero ha ocurrido algo que realmente no esperábamos los 7 puntos, los 7 círculos que están encargados de ayudar a mantener el equilibrio han sido atacados - Su voz sonaba seria y preocupada.

De Mei salió un sonido que demostraba su asombro, pero inmediatamente se tapo la boca mientras sus ojos se abrían. Tomoyo la observo extrañada y siguió escuchando.

- Según nuestros informantes, hace algunas horas los 3 puntos de América fueron atacados y tomados por lo que parecen ser ángeles negros, 2 de Europa siguen en la batalla por la posesión de los puntos y 2, incluyéndonos, no han sido atacados, pero es inminente el ataque.

- Quien quiera que sea, lo tenía muy bien planeado. Al atacarlos por sorpresa y simultáneamente no hay posibilidad de reunir los refuerzos y hacer la defensa del lugar. Además los poderes de esos ángeles se van incrementando cada vez más con energía negativa y parece que algunos humanos fueron sus cómplices, dificultando la defensa.

Todo permaneció en un largo silencio, las personas ahí reunidas parecían muy inquietas. Sólo lanzándose miradas entre sí, como si se entendieran perfectamente tan sólo con las miradas.

Lo que pareció ser un suspiro se dejo escuchar en el lugar, devolviendo la atención a la señora Ieran.

- De los puntos atacados algunos hechiceros murieron, otros están gravemente heridos y no pueden hacer nada. Aquellos que pertenecen a nuestro círculo están siendo avisados de los acontecimientos y dentro de algunos momentos se presentaran para prepararnos, mientras tanto lo que haremos...

Su frase no terminó, en esos instantes un terrible terremoto se sintió en toda la mansión, a la vez que muchos de los símbolos de la sala brillaban intermitentemente.

- Esta aquí - dijo uno de los señores.

Todos parecían mantener la calma, sólo Tomoyo y Mei se habían alarmado al sentir el temblor. Las luces del lugar comenzaron a parpadear. Entonces todos los presentes se acercaron a la cabeza del Clan Li.

- ¿Qué esta pasando Mei?

- Nos atacan.

Mientras ella hablaba, comenzaron a llegar otras personas entre ellos Fiang, Rikyu y 2 personas más que parecían ser la servidumbre de la mansión y Wei. Todos parecían extrañamente calmados. Mientras Fiang y Rikyu se reunían con la tía de Mei para hablar.

- Pero descuida la mansión esta protegida contra estos ataques - la verdad era que Mei estaba asustada. Alguna vez había visto ser atacada a la mansión Li. Pero ninguna vez había pasado lo que en esos momentos, era cuestión de que uno del círculo les hiciera frente y ganara en instantes. Pero aquello era diferente, demasiado.

- ¿Qué pasara? - Tomoyo estaba más que asustada, confundida.

- No te preocupes pase lo que pase todo saldrá bien - recordó la frase que en alguna ocasión escucho decir a Sakura.

Tomoyo sólo asintió esperando que lo que decía Mei realmente se cumpliera. Pero después fijó su atención a los miembros del círculo quienes parecían hablar sobre lo que ocurría.

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En la parte de luz de Hikaru, parecía un poco más inquieto que de costumbre. Pasaban del medio día y nadie había visto a Sakura o a Shaoran, era muy extraño pues siempre a esa hora se les veía practicando y su aura era muy fuerte para ubicarlos. Pero ese día en particular, nadie podía localizar sus auras. La madre de Sakura empezaba a preocuparse mientras su padre trataba de calmarla. Y tanto Fuu, Touya, el seños Gakusha y los guardianes de las cartas Sakura se encontraban buscándolos. Eriol por su parte aún realizaba el hechizo al parecer ajeno a todo lo que a su alrededor ocurría.

Después de algunas horas regresaron todos con las mismas noticias y las caras de preocupación.

- ¿Nada aún? - Fuu seguía buscando, pero sabía que Sakura no se iría sin avisarles.

- No, ya hemos buscado por los cuatro puntos y nada, aún los habitantes nos están ayudando, pero ninguno ha encontrado nada - Yue también lo estaba, sólo que sabía aparentarlo. Realmente no sabía que pensar, conocía muy bien a Sakura y jamás les haría eso, mucho menos en esos momentos.

- ¿No será que regreso ala tierra? - Kero era el más afectado, en cierta manera se culpaba, pues la noche anterior comió demasiado dulce y quedo profundamente dormido, aunque en realidad no tenía por qué.

- ¿Creen que este con ese mocoso? - Saber que Sakura no estaba, lo desesperaba, pero saber que el mocoso superdesarrollado tampoco casi lo pone histérico.

- Si le llega a hacer algo juro que... - Su aura aumentaba más y más.

- Ya calmate Kerberos así no solucionaremos nada - a pesar de la apariencia de Kero que en esos momentos mostraba que era su forma real su mirada era muy enojada en verdad infundía miedo

Touya había permanecido algo extraño. En un principio casi se volvió histérico saber que Sakura no estaba, y aún más cuando supo que el mocoso tampoco, pero después de hablar con sus padres se calmo un poco más y sólo se dedicada a concentrar toda su energía para encontrar a su hermana.

Todos estaban en la sala amplia del palacio.

- ¿Por qué? ¿Por qué no podemos encontrar su aura? - Fuu estaba más que intrigado, sólo de dos formas al aura de cualquiera no se podría sentir. Que estuviera en la tierra o en la parte oscura de Hikaru, tenía un mal presentimiento al respecto.

Por una de las puertas del palacio entraban Fijitaka y Nadeshico, la madre de Sakura aún estaba realizando los conjuros y cada vez se le veía más pálida y débil, aunque todo lo escondía con su sonrisa, por su parte el señor Kinomoto trataba de ayudarla en todo cuanto podía, no sólo con palabras, también cediendo parte de su energía.

- ¿Aún no?

Todos negaron con la cabeza y con preocupación en los ojos.

- No sé preocupen, Sakura ya no es una niña, ya es toda una mujer...

- Eso es lo que más me preocupa - pensó Touya.

- ... y sabe como cuidarse. Verán que pronto regresaran - Su voz se escuchaba segura.

Nadeshico lo apoyo con una sonrisa.

- Me alegro que todos estén aquí - una voz algo cansada se escucho en la sala llamando la atención hacia alguna de las tantas puertas del lugar.

- Joven Eriol - Nadeshico quedo un poco sorprendida.

El chico de negra cabellera se veían un tanto cansado, pero con su misteriosa sonrisa.

- Estoy bien - camino despacio por la sala y se sentó a en un pequeño sillón, no pudo evitarlo estaba muy cansado.

Todos lo veían interrogantes.

Les regalo una encantadora sonrisa. Le gustaba que todos tuvieran aquella mirada de duda.

- ¿Y bien? - ciertamente la paciencia no era una de las cualidades de Touya.

Después de un breve suspiro, Eriol comenzó a hablar.

- Encontré a los pilares - Todos se quedaron callados, por alguna razón no les alegraba tanto como lo hubieran pensado.

- Pero...

- ¿Pero? - Fuu también estaba empezando a impacientarse, era por la ausencia de Sakura que no podía mantenerse más tranquilo.

- Por medio del hechizo pude ver que los pilares han sido manipulados.

- ¡¿Qué?! - el señor Gakusha acababa de llegar, y eso último que dijo la reencarnación de Clow realmente lo sorprendió.

Todos lo voltearon a observar, en sus ojos se podía ver su incredulidad.

- Lo sé, es muy raro.

- ¡¿Pero cómo?! - el segundo más sorprendido era Fuu.

Eriol volvió a suspirar y comenzó a relatar.

- Al parecer los pilares fueron despojados de su cuerpo humano, transformados en un una especie de cristales, para que después su poder se implantará en un ser de oscuridad. De esa manera las cualidades de cada pilar fueron transformadas en su opuesto.

- ¿Cómo?

- No estoy seguro, todo fue hecho por alguien con un poder muy superior a cualquiera que yo conociera. Pero esta siendo ayudado por otras dos energías muy poderosas, entre ellas el antiguo amigo de Sakura.

Todos quedaron en silencio y con sus rostros sumamente asombrados.

- Hay una buena noticia - devolviendo a él la atención.

- Según pude rastrear, no tienen a todos los pilares. Si a eso le podemos decir buena noticia - dijo en voz baja.

- ¿Y eso qué?

- No pueden destruirnos totalmente si no poseen todos lo pilares.

- Vaya consuelo - Touya se estaba poniendo insoportable.

- Touya, por favor - la madre de Sakura intervino.

Touya bajo la vista por un momento. Nadeshico comprendía a su hijo, pero sabía que estar peleando no serviría de nada.

- Lo siento.

- No hay problema - Eriol regreso a su sonrisa habitual.

- ¿Qué podemos hacer? - Fuu quería saber que posibilidades tenían.

- Debemos regresar a la tierra y buscar al último pilar y protegerlo. Es la única forma, por ahora. Una vez que lo encontremos, podemos planear algo para contraatacar, reuniendo toda la energía negativa. Pero debemos apresurarnos, la tierra cada vez es contaminada más.

- ¿Cuándo podremos regresar? - Kero que había estado muy callado, le pregunto a Fuu.

- Dentro de tres días - contesto.

Era cuando las condiciones de la luna y algunas estrellas permitirían a Fuu hacer el portal que lo llevaría a la tierra. Lamentablemente a pesar de ser poderoso, Eriol también debía esperar hasta entonces a que poder partir.

- Mientras tanto seguiré buscando al monstruo - sin esperar que nadie diga más, Touya salía del lugar.

Sus padres lo vieron salir, pero no lo intentaron detener, comprendían a su hijo mayor. Pero sabían que Sakura estaba bien.

Por su parte todos los demás regresaron a la búsqueda de Sakura. Unos visiblemente más preocupados. El la sala sólo quedaron los padres de Touya y Eriol.

- No se preocupen, donde quiera que este, sé que esta bien - Eriol parecía saber más de lo que decía, y parecía muy seguro.

Los esposos Kimomoto asintieron dándole la razón.

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El chico de ojos cafés y cabello marrón se encontraba en un lugar muy hermoso era de un color blanco, las paredes y techo eran blanco con pequeños símbolos como adornos, que eran los mismos que llevaba en su espada y en su empuñadora tenían el mismo símbolo. Todo en aquel lugar tenía en aquel raro símbolo de la de un círculo rodeado por los cuatro diamantes y al centro una esfera negra. Era un lugar muy bien decorado y arreglado.

El chico de cabello marrón se encontraba en una posición de meditación, mientras un aura muy fuerte emanaba de él. Estaba muy concentrado en lo que hacía, era un hechizo que requería algo de esfuerzo y tiempo para lograrlo.

Bien, después de algunos minutos lo completo, en su respiración el esfuerzo era evidente. Se levanto lentamente luego trato de recuperar energías, fue entonces que escucho una dulce voz que sonaba melancólicamente.

- Quiero curarme Quiero sentir Lo que pensé que nunca fue real Quiero dejar irse al dolor que he soportado tanto tiempo Elimina todo el dolor hasta que se haya ido Quiero curarme Quiero sentir Como si estuviera cerca de algo real Quiero encontrar algo que he querido todo el tiempo Algún lugar al que yo pertenezca

La melodía sonaba en su voz con una enorme melancolía. Era un tono suave y rítmico.

- Así que has despertado ya.

Zeshin se dio vuelta para encontrarse con la chica que se encontraba acostada en una amplia cama muy blanca. Ella se encontraba con los ojos medio abiertos como si el mantenerlos así le causará un enorme esfuerzo. Estaba inmóvil sin embargo de sus labios parecía brotar esa canción.

- Nunca me conoceré A mí mismo hasta que haga esto por mi cuenta Y nunca sentiré Nada hasta que mis heridas estén curadas Nunca seré Nada hasta que escape lejos de mí Y escaparé lejos Me encontraré a mí misma hoy...

Zeshin la vio y se acerco lentamente hasta llegar y sentarse a su lado. La mirada de Sakura que hasta entonces había estado perdida en la nada, con mucho esfuerzo se concentro en la persona que estaba sentada a su lado. Se quedo en silencio mientras lo observaba. Ahí estaba él, un chico de su misma edad de ojos cafés y cabello marrón. Nadie que lo hubiera visto hubiera pensado que era uno de los aliados del mal.

- Zeshin... – él había sido su amigo, uno de sus mejores amigos.

- Pequeña - él por su parte sonreía parecía muy satisfecho de lo que había hecho.

- Zeshin... ¿Por qué? - su voz era muy melancólica.

- Esa es la canción que cantábamos para sentirnos mejor, ¿Lo recuerdas?

Sin previo aviso y debido a los recuerdos que brotaban en su mente, una lágrima surco la mejilla de Sakura.

Él levanto su mano y limpio la lágrima - Entonces si lo recuerdas, cuando algunas tardes te sentías triste, y salíamos. Simplemente a caminar por la calle o a un parque, por alguna extraña razón..., siempre terminábamos en un parque.

- Te subía el animo ver a los niños jugar en él y cantar esa canción. Esa canción que cantábamos ambos porque nos identificábamos con ella, la cantábamos juntos. Juramos que si ambos no encontrábamos a nadie a quien amar terminaríamos casados. ¿Lo recuerdas? prometimos estar siempre juntos como amigos.

- Me traicionaste - aunque sus ojos apenas podían estar abiertos, las lágrimas se negaban a dejar de salir, simplemente esos recuerdos la lastimaban aún más. Saber que la persona en quien una vez le brindo su amistad, su cariño, sus secretos, esa persona la había traicionado.

- ¿Traicionarte? - la miro y se levanto de su sitio y camino dándole la espalda.

- Te traicione... – quedo unos segundos en silencio -si te refieres a que no dejaré que cumplas tu destino, tienes razón. No lo cumplirás, el destino de la destrucción de la raza humana estaba previsto y así se llevara a cabo, entre ellos se destruirán y TÚ no podrás hacer nada - una sonrisa malvada apareció en su rostro y se dio vuelta para verla de frente.

- Pequeña, ya no hay nada que hacer, contigo aquí no hay nada más que hacer, no cumplirán su destino ni tú, ni nadie.

- Ni siquiera a ese idiota chino - al mencionarlo, su voz era mucho más dura y enojada.

- Shaoran... Shaoran, ¿dónde esta? ¿Qué le has hecho? - inmediatamente que quiso levantar al recordar algo que tenía que ver con el Jefe del Clan Li.

Pero por más de que deseará ninguna parte de su cuerpo se movía, nada.

- No te esfuerces en vano, puse un hechizo que no podrás romper.

De pronto algunas imágenes pasaron por la mente de Sakura, recordando a Shaoran, pero no podía dar orden a su mente, recordaba poco o casi nada.

- ¿Qué paso? - dijo en susurro.

- ¿No lo recuerdas? Te fui a visitar ¿no lo recuerdas? - en realidad se estaba burlando, él sabía lo que había pasado.

Sakura trato de recordar, efectivamente recordó que después de la partida de Eriol ella se quedo ahí entonces llegó alguien. Pero después de eso los recuerdos eran demasiado confusos para aclararlos.

- No te preocupes lo recordarás a su debido tiempo. Y por ese tipo - dijo en tono muy despectivo refiriéndose a Shaoran - él esta bien, por ahora... - esto último lo dijo muy bajo.

- Ahora duerme - regreso junto a Sakura, puso su mano en su frente y de ella comenzó a salir un aura. Mientras poco a poco ella quedaba dormida, mientras susurraba algunas partes de la canción. Por alguna extraña razón tenía una enorme necesidad de cantarla.

Quiero encontrar algo que he querido todo el tiempo Algún lugar al que yo pertenezca...*

*(Fragmentos de Somewhere i belong de Linkin Park, es uno de mis grupos favoritos, sí, sí ya sé que la melodía original no es muy melancólica, pero las letras de sus canciones me gustan mucho y quería incluir alguna)

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Eso no pintaba nada bien. Mucho tiempo de lucha continúa y nada.

Fiang, Rikyu y Hannia se encontraban al frente de la batalla. La señora Ieran más los demás con poderes estaban formando un círculo, mientras invocaban a los ancestros y a los guardianes espirituales del grupo mágico. Tratando de mantener la defensa de los constantes ataques de los que eran objeto. Ieran se encontraba en el centro del círculo con su aura en todo su esplendor.

Tomoyo, Mei, Wei y los sirvientes de la casa habían sido enviados a una de las habitaciones especiales para su protección que se encontraban como si fueran sótanos, bajo el suelo. Pero debido a la terrible batalla parecía que en cualquier momento sucumbirían los talismanes de protección que habían sido puestos en las puertas de las habitaciones.

El lugar era un desastre cualquiera que lo viera juraría que era un campo de batalla de una terrible guerra, una guerra sin tregua.

La que una vez fue una enorme y preciosa mansión de la familia más poderosa, tanto económica como mágicamente de China, ahora parecían ruinas. La mayor parte de la casa había sido destruida sin consideración alguna. Lo que alguna vez fueron unos muebles de material fino y de gran antigüedad yacían tirados por doquier en un espectáculo de destrucción. Simplemente era imposible calcular las perdidas materiales de la familia Li y de otras familias que se habían dedicado con mucho ahínco a guardar todos aquellos tesoros mágicos y antigüedades.

Aunque la Luna se encontraba mostrando sólo la mitad de toda su materia, podía iluminar un poco lo que ocurría abajo. Y es que tampoco su luz llegaba bien librada hasta abajo. Una nube de una niebla negra cubría el lugar. Rayos y truenos sonaban se escuchaban por doquier.

Para quienes se encontraban fuera de la batalla y lejos, tan sólo parecía ser un día muy lluvioso y como fenómeno curioso, una niebla cubría la mayor parte de la ciudad. Pero nada más. Sólo había unos que lo sentían, sentían la lucha que se libraba, pero tenían mucho miedo.

Unos ojos negros se enfocaban en su contrincante, cada movimiento era estudiado minuciosamente, poseía amplios conocimientos en combate, nadie se atrevería a retar a una pelea a una de las personas más capaces en artes marciales en diferentes disciplinas. Sin embargo esto era diferente, a lo que se enfrentaba era algo muy extraño.

La persona frente a sí tenía de igual manera la mirada centrada midiendo cada parte del cuerpo de su contrincante tratando de prever cualquier ataque. Llevaban mucho tiempo peleando y apenas se habían tocado, cada uno parecía medir las habilidades del otro.

Sólo que no eran los únicos otras dos peleas se llevaban a cabo simultáneamente, todas con las mismas características. Tan sólo midiendo las capacidades del contrario y evitando una catástrofe.

- Esto se vuelve aburrido - un chico estaba ya muy fastidiado de tanto teatro, deseaba terminar con aquello de una vez.

- Calma, sabes que no podemos derrotarlos tan fácil - dijo tratando de calmar a su amigo.

Mismo que no respondió pero le lanzo una mirada de incredulidad y fastidio.

- Esta bien, sí podemos, pero si lo hacemos sería un grave error - su amigo sólo suspiro ella tenía razón.

- ¿pero entonces que vamos a hacer? si seguimos así terminaremos... - su frase se interrumpió para poner una barrera - muy cansados de sólo esquivar sus ataques y ellos aprovecharan entonces.

- Probablemente, eso es lo que están solucionando los del círculo - la otra persona hablo, mientras dio un gran salto para evitar que un hechizo le diera de frente.

A pesar de tratar de proteger algunas pertenencias mágicas, los tres chicos no habían podido hacer mucho. A su alrededor habían alrededor de 20 personas que vestían normalmente unas con mayor elegancia que otras, pero parecían normales.

Lo que definitivamente no era normal es que sus ojos infundían miedo, en lugar de ojos normales, estos eran totalmente negros. Todos a pesar de que no se les sentía magia en sus cuerpos, con mucha facilidad hacían hechizos y los lanzaban sin piedad a sus contrincantes, sin tregua.

Hannia, Fuu y Rikyu sabían perfectamente que era muy fácil para ellos derrotarlos. El problema era que si se atrevían a atacarlos con todo su poder podían matarlos, y eso no era lo que deseaban. En varias oportunidades intentaron dejarlos inconscientes pero entre ellos se cubrían las espaldas impidiéndolo o interrumpiendo cualquier intento de otro hechizo. A la vez los hechiceros defendían las habitaciones donde se encontraba Tomoyo, Mei y protegían al círculo. Era un trabajo agotador.

Rikyu estaba seguro que lo que hacían el círculo era un hechizo para ayudarlos, sólo que era extraño, pero estaba tardando demasiado.

Ieran estaba muy conciente de lo que pasaba aunque sus ojos estaban cerrados, tratando de concentrarse lo más posible. Su hechizo estaba tardando por el desequilibrio de las energías positiva y negativa, pero pronto terminarían.

En uno de los interminables ataques puerta del refugio donde se encontraban Tomoyo y Mei sucumbió.

Las chicas tan sólo se asustaron de ver como la puerta se rompió.

Mei trataba de aparentar su miedo, pero no pudo evitar apretar muy fuerte el brazo de Tomoyo. Quien estaba muy impresionada de las escenas que sus ojos le mostraban. Uno de los atacantes se dio cuenta de las chicas que se encontraban en el refugio y se dirigió a él.

El primero en darse cuenta fue Fiang quien a toda prisa corrió a ayudarlas.

Tres de las personas que las atacaban los rodearon.

Con miedo, pero sabiendo que si se quedaban en ese lugar morirían. Tomoyo y Mei salieron del refugio. Encontrándose con Fiang afuera que trataba de proteger el lugar.

- ¡Rayos! - Fiang se estaba desesperando, no las podía cubrir y los demás estaba ocupados.

- Las tres personas comenzaron a levantar sus manos para poder atacar, de modo que Fiang no las podía cubrir con su cuerpo.

Tomoyo observo a uno de los que se encontraba frente a ella, le llamo mucho la atención. Parecía ser una mujer de su edad, muy bien vestida y con rasgos muy bonitos, pero sus ojos no mostraban nada. Vio como sus manos se levantaban, sintió mucho temor, hacía ya mucho tiempo que no sentía tanto temor. Sin poderlo evitar cerro muy fuerte los ojos sólo esperando el impacto que parecía inminente.

Para una agradable sorpresa, no sintió nada y poco a poco abrió los ojos. Lo que vio fue el ataque rebotando en una especie de escudo que Fiang parecía invocar a su alrededor impidiendo que las afectara. Mei no sabía que pensar, sólo observaba a lo lejos el círculo reunido y a su tía en el centro y a Hannia y Rikyu defendiéndolo a toda costa. Pero se preguntaba porque sólo desviaban los ataques sin atacarlos.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué no los atacan?

- No podemos - contesto Fiang mientras mantenía la concentración.

- ¿Por qué?

- Si los atacamos, morirán.

- Y eso ¿qué?

- No lo entiendes, son humanos, si los atacamos morirán y eso es lo último que queremos.

- Pero si no o hacen terminaremos derrotados.

- Lo sé, pero de eso se encargaran los del círculo.

De nuevo Tomoyo y Mei observaron el círculo que empezaba a emanar un aura blanca que poco a poco cubría el lugar.

- Parece que terminaron - Fiang dio un pequeño suspiro, aquello era desesperante.

Poco a poco la niebla cubrió el lugar, pero a medida que lo hacía también comenzaba a afectar a las personas que estaban ahí. Aunque trataban de huir, muchos no lo lograron, en cuanto los tocaba caían inconscientes sin poderlo evitar. No deseaban matarlos, por eso habían utilizado ese hechizo. Poco a poco el lugar dejo de estar cubierto por la niebla negra y ahora era una más clara. El círculo dejo de brillar, los chicos se relajaron un momento.

Ieran abrió los ojos satisfecha de lo que había logrado, vio a su alrededor para ver a las demás personas, todos abrían lentamente sus ojos, parecían un poco cansados por el esfuerzo. El desequilibrio de la magia los afectaba mucho y hacer ese tipo de hechizos aún más. Todos miraron a los chicos.

Mei, Tomoyo, Hannia, Fiang y Rikyu se acercaban a ellos para ver su condición.

- ¿Están bien? - Tomoyo parecía ser la más preocupada.

Ieran asintió levemente.

- No te preocupes, estamos bien, me alegra que ustedes también.

- Tía, ¿Qué esta pasando?

- Están tratando de destruirnos - Ieran estaba muy seria.

- Madre ¿te encuentras bien? - Hannia sostenía a una de las que integraban al círculo cuando vio que esta se tomaba la cabeza.

- No te preocupes estoy bien.

- Será mejor que se marche - Hannia le hablaba de manera preocupada, sabía que su madre tenía ya tiempo sin utilizar tanta magia y aquello la había agotado.

- No te preocupes estoy bien.

- Es muy peligroso que sigan aquí es mejor que se vallan- Ieran estaba cansada, pero algo le decía que si permanecían en el lugar lo lamentarían.

Los otros sirvientes que se encontraban en el refugio salieron junto con Wei.

- Wei, por favor llevense a la señora Tabura a descansar. No los atacarán, ellos vendrán a la sede del círculo y no los atacarán.

- Como diga señora – inmediatamente Wei junto a los sirvientes se llevaron a madre de Hannia, obedeciendo el mandato de la señora Ieran.

A pesar de desear ir con ella, también Hannia tenía un mal presentimiento sobre lo que ocurría y prefirió quedarse.

- Hija, por favor cuídate – le dijo su madre antes de irse, Hannia era lo único que le quedaba a ella, después de la muerte de su marido, ella era su razón de existir.

Justo cuando ellos se marcharon, la niebla blanca empezó a retroceder de manera alarmante y la negra cubría todo con mayor fuerza. Todos, aún Tomoyo, sintió un escalofría recorrer por toda su espalda, hasta llegar a su cabeza, donde sintió un dolor.

Todos voltearon hacia la fuente de tal fenómeno.

Arriba, en el cielo había alguien. Parecía una sombra de una persona que flotaba.

- ¿Quién eres? - exigió saber Ieran.

- Así saludan a su amo.

Todos contorsionaron los rostros.

- Eso no les interesa, y mucho menos ahora, porque morirán.

- Ustedes serán primero - dijo observando a los miembros del círculo, tan sólo se molesto en levantar levemente la mano en dirección a los integrantes del círculo.

- ¿Qué? - los demás a penas podían creerlo.

Una luz roja iba en dirección a los miembros del círculo. Estos sin embargo no hicieron nada por esquivarlo, permanecieron muy quietos. Mientras para la sorpresa de los demás la luz roja impactaba con lo que parecía un escudo.

- Ja, ja, ja, sabía que no me decepcionarían..., pero eso no es suficiente.

La sombra seguía riendo.

- Ahora conocerán la muerte - La luz roja se intensifico diez veces más.

Poco a poco el escudo empezó a sucumbir.

- ¡NO! - los chicos trataron de reaccionar atacando a la sombra, pero todo fue en vano.

Segundos después una enorme explosión con una onda de choque se sintió en todo el lugar. Nadie lo pudo evitar ser lanzado a una distancia considerable.

El polvo levantado era demasiado.

Después de unos segundos de silencio. Todos se levantaron, algo sorprendidos del poder que sentían.

Luego Hannia escucho otros sollozos. Poco a poco el polvo bajaba al suelo dejando ver que no muy lejos se encontraba Mei, abrazando a su tía, y ella estaba inconsciente. Más adelante estaban Fiang y Rikyu sosteniendo el cuerpo de los señores. Al pareces ellos trataron de proteger a Tomoyo y Mei por lo que habían sido los más afectado.

Tomoyo llego un poco después y un terrible presentimiento surgió en su corazón, y la mirada de Mei, de Hannia y Fiang se lo confirmaron.

Después de que Fiang toco a la otra persona, colocó muy suavemente en el piso, mientras se levantaba sus puños se cerraban con fuerza. Rikyu por su parte estaba igual de sorprendido, había visto al otro señor. Ambos señores habían muerto en el ataque.

- Ja, ja, ja - esa risa.

- Ja, ja - parecía que realmente lo estaba disfrutando.

- Eso les pasa por no rendirse, son unos idiotas lo sabían... - y sus risas continuaban.

- No te lo perdonaré, entiendes, ¡jamás! - Fiang estaba verdaderamente furioso.

- Señora Mei, señorita Tomoyo - dijo sin voltear a verlas.

- Les encargo a la señora Ieran. Pero por favor cuídenlas y cuídense.

- Sí - es lo único que salió de sus bocas.

Tomoyo fue al ver a la otra mujer que yacía también inconsciente no muy lejos de la señora Ieran.

Mientras Hannia tenía una mirada muy decidida que realmente impresiono a Tomoyo y mientras pasaba a su lado.

- Por favor, cuídenlas.

Tomoyo sólo asintió, fue lo único que pudo hacer.

Hannia le mostró una mirada de agradecimiento. Después se poso al lado de Fiang, y después se unió Rikyu. Era hora, hora de la verdadera batalla. Ellos lo sabían, sabían que aquel sujeto no sería fácil de derrotarlo, pero tampoco imposible y darían todo por hacerlo.

- Así que han decidido pelear. Bien, muy bien. Sino esto sería aburrido.

- Sabía que de todos los puntos este era el mejor, por eso a los demás se mandaron a los ex-pilares, pero aquí vine personalmente. Porque quería divertirme – la sombra parecía muy complacida.

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- ¿Qué? - despertó muy desesperada, su respiración era agitada y su cuerpo sudaba mucho. Abrió lo más que pudo los ojos. Lentamente recordó todo, estaba con Zeshin. Sintió su energía y lo miro, él estaba parado de espaldas a ella con un espejo frente a él. Pero en cuanto sintió la mirada de ella, hizo un movimiento con la mano para que las imágenes que él observaba en ese espejo se borraran.

- ¿Es cierto? - dijo con voz preocupada Sakura.

- ¿De qué hablas? - se dio vuelta y la miro.

- Zeshin... ¿es cierto? - tenía la mirada clavada en él, ahora podía abrir más los ojos.

- Y sí así fuera ¿qué? - su mirada se endureció mucho - no puedes hacer nada, no lo entiendes, ¡No harás nada! Estas aquí y no te dejaré hacer nada!

Los gritos de lo que parecía ser la habitación contigua despertaron a Shaoran que lo primero que vio fue el anillo de su dedo brillar de manera espectacular. Escucho lo que gritaba Zeshin.

- NO harás nada, entiende Sakura - estaba muy enojado y la miraba de esa manera.

A pesar de que su mirada infundía miedo, a Sakura no le producía nada, sólo una profunda nostalgia.

- ¿Por qué? ¿Por que no me dejas cumplir mi destino?

- ¡NO! Nunca, no lo cumplirás y la maldad será la que reine. ¡NO! y deja de insistir - estaba muy enojado y su aura aumentaba y aumentaba a cada palabra.

Shaoran sintió un sentimiento que hacía muchos años no experimentaba, sintió mucho miedo, el aura de Zeshin aumentaba y la de Sakura era muy débil estaba temiendo que ese sujeto pudiera lastimarla.

- Zeshin...

- Ya basta, ¡NO!

En la otra habitación...

Su aura subió tanto como el temor de Shaoran. Estaba decidido, no dejaría que le suceda nada a Sakura. Trato de concentrar todo su poder, mientras escuchaba a Zeshin que estaba cada vez más enojado.

El brillo del anillo cambio de color, ahora en lugar de ser blanco cambio a verde, mientras su portador sacaba fuerzas de su interior.

El aura de Shaoran crecía y crecía.

- Dime si es verdad... - los ojos de Sakura no paraban de llorar y llorar.

- ¿Para qué quieres saberlo? No te deben importar.

- ¡Me importan! - subió más su voz.

- Esta bien, te lo diré si es lo que deseas... Sí, sí esta pasando ahora...

Fue como si todo alrededor de Sakura se hundiera, un sentimiento inexplicable invadió su ser. Entonces esas escenas parecían una horrible pesadilla era cierto, realmente estaba pasando.

En sus sueños vio catástrofe, destrucción, miedo, sufrimiento, había sido horrible. Pero entre sus sueños sintió auras poderosas y otras no tanto, pero eran conocidas. Lo último que vio antes de despertar fue a la señora Ieran junto a otras personas siendo atacados por una sombra. Entonces era cierto, eso realmente pasaba. Sentía morir, sentía una enorme culpa y desolación. Y su cuerpo ahí sin poderse mover, y Shaoran, por dios, Shaoran.

Zeshin se controlo cuando sintió perfectamente que el aura del sujeto Li se incrementaba. Eso era muy raro, por un momento pensó que si lo dejaba seguir incrementándose podría romper el hechizo, pero de inmediato descarto la idea.

Zeshin se quedo callado.

En otra habitación...

- No, no lo permitiré, nadie le hará daño - repetía una y otra vez en sus pensamientos Shaoran.

Ni el mismo se daba cuenta del incremento de su aura.

A pesar de su estado, Sakura reconoció inmediatamente el aura.

Zeshin dirigió su mirada a la habitación contigua, luego vio a Sakura. Quien para esos instantes hacía un esfuerzo sobrehumano para poder levantarse, pero aquel hechizo era demasiado intenso como para romperlo tan fácil.

Zeshin sonrió como burlándose de lo que sentía, aparentando no sorprenderse del aura de Shaoran.

- Parece que tu amigo esta tratando de huir.

Con paso lento pero firme, se dirigió hacia la habitación donde se encontraba Shaoran. Al verlo Sakura se sorprendió mucho y se sintió aún peor.

- Vaya, vaya el chico tiene agallas - Zeshin estaba frente a la prisión de Shaoran - Zeshin tenía la mirada retadora.

Poco a poco pero muy seguro y firme se levanto Shaoran, tenía concentrada toda su energía. Recordaba las enseñanzas se sus maestros, del señor Gakusha, concentrando toda su energía. Tratando de que todo su poder pudiera romper esa prisión.

Era sorprendente la energía que emanaba de él, porque a pesar de estar encerrado, se sentía. Esa energía transmitía una serie de sensaciones muy especiales, era cálida, era fuerte, a través de ella se podía sentir la bondad del corazón de su dueño.

Sakura se alarmó, si provocaba a Zeshin, éste seria capaz de lastimarlo. Y eso era lo que menos deseaba, conocía el poder del que una vez considero su amigo y por ello sentía temor. Debía hacer algo, y sabía que la única manera era hacer lo que le había dicho el señor Gakusha, pero aún no sabía cómo.

Shaoran estaba parado dentro de la esfera oscura. La cabeza la tenía de frente, mientras sus ojos estaban cerrados y en su mano brillaba cada vez más la sortija que ahora parecía verde y el símbolo que tenía lo hacía en color dorado.

Su cabello rebelde comenzó a moverse dentro como su una ráfaga de viento jugará con ella.

Abrió sus ojos lentamente para encontrarse de frente a Zeshin, parado frente a él con los brazos cruzados y observándolo fijamente.

Por un momento el corazón de Shaoran descanso, por lo menos no estaba con Sakura.

- ¡Déjala ir!

- Y crees que con tan sólo pedírmelo lo haré - una sonrisa de maldad cubrió su rostro.

El poder de Shaoran seguía aumentando.

- Así que deseas pelear. El jefe de una de las familias más poderosas de China desea pelear.

Shaoran frunció el ceño, ese sujeto se estaba burlando de él.

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N. de la A.: Hola

Siento mucho el retraso, ¿me extrañaron? pero tengo razones 1. Mi compu esta fallando, 2. Tuve unas experiencias horribles, 3. estaba algo (por no decir muy) deprimida y sin inspiración, 4. mucha tarea y trabajos, etc. Y mejor no les sigo contando que se van a dormir.

Bueno, pero aquí esta el capi siguiente, espero que les haya gustado. Ah, por cierto el siguiente capitulo se van a aclarar muchas cosas de lo que pasa y paso con S&S, S&Z y S&E.

Sakura Wen: Muchas gracias por tus comentarios. Según mi hermano, esa canción tiene dos versiones una que bien dices es de metallica que tiene letra, pero la otra es instrumental, y es a esa a la que me refiero. De todas maneras muchas gracias por la aclaración.

Undine: Hola, gracias por escribir, espero que te siga gustando como hasta ahora.

Liliana Acuña: Trataré de hacer lo posible para que todo salga bien con tu pareja favorita, gracias por escribir.

Celina Sosa: Gracias, bueno deseo concedido, espero que lo que sigue también te agrade.

Sakura 15: Tienes toda la razón, pero si te dijera el por qué le quitaría la emoción no crees? Sólo recuerda que Shaoran esta confundido con lo que siente y que sintió algo antes de llegar con Sakura, eso es clave en esto. En cuanto a que si lo hicieron o no, aún no lo especifico. Pero como dije los siguientes capitulos se aclarará. Muchisimas gracias por tu comentario.

CollSaku: Muchas gracias, y sip, ya leí tu fic y puse mi opinión.

nena 05000: Je, je por lo menos sé que te provoco suspiros, eso es muy bueno, muchas gracias por tu review.

Maniaca15: Muchas gracias por opinar, creo que el día que lo escribi realmente estaba inspirada. Y no creo que tu sombra me moleste, sino todo lo contrario, gracias el review.

Hasta luego.

PD: ¿O_O? ¡Ohhhhh! Este capitulo es el más largo que he hecho, 22 páginas, hasta yo me sorprendo.