Capitulo 18
¡Hola mis queridísimos lectores!
Un gusto saludarlos de nuevo. Saben que me encantaría subir más rápido los capítulos, pero tengo demasiado trabajo. En todo caso aquí esta el siguiente capitulo.
Advertencia: Tengo que hacer esta advertencia. Si se sienten muy sensibles este día, o demasiado susceptibles es mejor que no lo lean. Para mi no lo es tanto. Pero la decisión es suya, yo sólo advierto, por si acaso, nadie me demande -. Prometo mencionar en el siguiente capitulo lo que sucedió.
Ahora sólo quiero agradecer a:
Celina Sosa: Hola, que bueno que te gusto. Y en este capi se responderá a tu pregunta, sobre lo que paso con Sakura y Shaoran. Y al siguiente se aclarará más. Muchas gracias por tu review.
CollSaku: Gracias por los ánimos, espero que te siga gustando como hasta ahora.
Sakura Wen: Deseo concedido para este capitulo. No tengo idea de como haya salido la batalla. Por eso espero tu opinión, gracias por el review.
Undine: ¡HOla! gracias por escribir. Me da ánimos que se tomen la molestia de escribir. Espero que te siga gustando.
Cualquier comentario, sugerencia, etc. a yuenchan16yahoo.com.mx
Por cierto. Alguien sabe como quito eso de que no recibo reviews anónimos. Ji, ji. No me había dado cuenta de que estaba así.
PD: Si lo van a leer aconsejo que pongan una música que les agrade de preferencia que vaya con las batallas, para la última parte quisiera recomendar la de Evanescence - My inmortal.
Espero su opinión.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
La neblina negra que cubría la sede del Clan Li estaba más espesa que nunca, apenas se podían ver entre ellos. A pesar de que en Hong Kong parecía que hacía un clima relativamente agradable, en ese lugar el clima era frío. Las personas ahí presentes podían notar como al respirar su aliento era visible, pero casi nadie prestaba atención a eso.
Tomoyo y Mei que se habían quedado se abrazaban a sí mismas, mientras que habían encontrado algunas telas, que una vez fueron unas hermosas cortinas de la mansión, para cubrir los cuerpos de Ieran y la otra persona que se encontraban inconscientes. No habían podido huir, pues la sombra que yacía peleando con los jóvenes lo había impedido una especie de campo energético impedía entrar o salir a alguien.
Rikyu, Fiang y Hannia estaban en esos momentos peleando. Aunque apenas si se lograba ver un poco la sombra que flotaba arriba, tenían algunos minutos peleando, los chicos apenas podían esquivar los ataques de aquella persona.
Estaban sumamente furiosos, no podían atacar puesto que no tenían tiempo apenas comenzaban a concentrarse y un ataque casi los alcanzaba. Parecía que aquella persona leía muy fácilmente sus movimientos.
- Rayos, si seguimos así, terminara por matarnos - Fiang estaba muy enojado.
- Tendremos que hacer algo, sino terminaremos como los otros círculos - Hannia estaba un poco más centrada.
- ¿Qué podremos hacer? - Rikyu aún no se recuperaba completamente y sus movimientos en momentos eran torpes, pero no se había dejado ganar.
- Es hora de empezar el verdadero juego - la sombra comenzó a bajar lentamente, mientras los ataques disminuían su intensidad.
El ambiente se enrareció aún más, la sola presencia de esa persona era muy incomoda, una extraña sensación invadía el cuerpo. Los chicos sabían que no era cualquier persona a la que se enfrentaban y sus probabilidades de ganar eran casi nulas. Aún así defenderían el honor que tenían y no se darían por vencidos por nada.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
El brillo del anillo de Shaoran era cada vez más fuerte y comenzaba a iluminar su prisión. Mientras la mirada del chico castaño no se despegaba de la de Zeshin, mientras él tampoco lo hacía.
El incremento del aura de Shaoran era increíble, el viento en el interior de su prisión parecía ser cada vez más fuerte.
Zeshin se paro más de frente a él, sin sorprenderse del incremento.
En la otra habitación Sakura sentía todo el poder de Shaoran, era incluso más grande que cuando entrenaban. Las lágrimas seguían en su rostro recordando lo que le pasaba a su familia y él no lo sabía. Él estaba ahí, mientras su familia lo necesitaba y probablemente morirían.
Se sentía culpable de nuevo, se prometió a sí misma que no lo haría sufrir y era lo que estaba haciendo. Trato de concentrar su poder para romper el hechizo de Zeshin, de alguna manera debía ayudarlo, debía ayudar a la familia Li, a su familia y a los habitantes de la tierra.
Y mientras sentía el incremento del poder de Shaoran, cerró los ojos, se concentro tratando de armonizar su pensar con su sentir, era la única manera. Como le dijo el señor Gakusha, trato de que todo eso que sentía se inclinara hacia lo positivo, de modo que toda esa impotencia se convirtiera en fuerza, que todo esa culpabilidad se convirtiera en fortaleza y toda esa dolor en amor. Su madre le explico que era uno de los más poderosos sentimientos, ella lo creía también. Así que si el amor era el poder, ella lo sentía.
De entre sus ropas la carta que le pidió quedarse con ella comenzó a brillar, su color rosa invadió el cuerpo de su ama, mientras ella se dejaba llevar. Su cuerpo brillo en un tono rosado que rápidamente desapareció. Poco a poco comprobó que podía mover su cuerpo y en cuanto pudo con algo de dificultad se levantó y se dispuso a ir en ayuda de Shaoran.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
En la parte de luz de Hikaru todos sentían el poder de Shaoran subir de intensidad.
Touya que se encontraba en la parte oscura de Hikaru, pensando precisamente que si su hermana se encontraba en ese lugar era difícil encontrarla.
Cuando sintió el aura de Shaoran se dirigió rápidamente al lugar de donde provenía. Era muy raro pues su energía era tal que lo podían sentir claramente. Esto sorprendió al hermano de Sakura.
Él sabía que para que el chino pudiera incrementarla a tal intensidad, algo debía estar pasando, y su instinto le decía que no era nada bueno.
- ¡Rayos! - al parecer Shaoran Li era sinónimo de problemas.
Al igual que Touya, Yue, Kerberos y Fuu se apresuraron a dirigirse al lugar de donde se sentía la presencia de Li. Nadie perdió tiempo y con la protección de los anillos y poderes que tenían se dirigieron al lugar.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
- ¿Cómo te atreves? - Shaoran respiraba con algo de dificultad.
- No puedes hacer nada - Zeshin lo veía con suma tranquilidad.
- Eres un cobarde.
- Shaoran fruncía cada vez más el ceño, mientras su aura aumentaba más y más.
- ¿Crees que con eso me podrás derrotar? - una sonrisa burlona pareció en su rostro.
- Eres un cobarde - se disponía a marcharse, sin tomarle mayor importancia.
Pero tuvo que detenerse cuando la prisión comenzaba a hacer ruidos como crujidos que se escuchaban con más fuerza. Se detuvo pero ni siquiera volteo a verlo, sólo se quedo ahí, parado.
La prisión comenzaba a quebrantarse mientras el viento dentro se movía más violentamente y el anillo de Shaoran brillaba en su máximo esplendor. Hasta que por fin la prisión cedió, miles de pedazos volaron hacia todas direcciones. Mientras el brillo del anillo de Shaoran se desvanecía lentamente.
Saco de nuevo su talismán, y ahora sí recobro su forma de espada. Él estaba furioso y no pensaba perdonar a Zeshin. Éste no volteaba a verlo siquiera, sabía lo que pasaba pero no hacía nada.
Shaoran se dispuso a atacarlo, pero su ataque no llego a su destino, Zeshin estaba protegido por algo que parecía invisible.
- Eres un verdadero idiota - El examigo de Sakura ahora se encontraba más enojado. Ahora si lo volteo a ver con una mirada llena de rencor.
- Por tu culpa - grito esto y junto a su grito una onda de choque se expandió por el lugar dándole a Shaoran quien era empujado violentamente, pero como podía se mantenía de pie.
Zeshin se colocó en posición de ataque elevando levemente su aura. Ni siquiera sacó su báculo cuando comenzó a invocar un hechizo.
Shaoran sólo se preparo para recibirlo con su espada al frente. Zeshin levanto una mano y de ella una especie de bumerang se formo, tan pronto se formo salió en dirección a Shaoran. Quien estaba a la defensiva, pero en lugar de atacar comenzó a dar vueltas sobre él. Y en un movimiento sorpresivo, el boomerang comenzó a cerrar su diámetro y se convirtió en un circulo que aprisionó a Shaoran, obligándolo a soltar su espada, pues hacia tanta presión en su ser, que le casi no lo dejaba respirar.
- Te arrepentirás.
Ahora parecía que Zeshin estaba más que furioso.
- Zeshin - se escucho la dulce voz de una mujer en aquel lugar.
En la puerta se encontraba Sakura, parecía un poco débil.
Zeshin presto toda su atención a la figurita de la puerta.
- Basta, por favor, basta - dijo después de ver la condición de Shaoran, pero después se centro en Zeshin.
- ¿Por que? ¿Por qué insistes en seguir al destino? Te ofrezco algo mejor, yo... - Zeshin comenzó a acercarse a Sakura.
- Zeshin - su voz se endulzo diciendo su nombre.
Shaoran estaba tratando de respirar, pero en cuanto la vio, una parte de él se alegro mucho. Trato de hablarle pero la presión de su prisión se lo impedía.
- Debo hacerlo, y ni tú, ni nadie podrá evitarlo - con un caminar lento pero muy seguro llego hasta al frente de su examigo. Levantando su aura al máximo posible mientras parecía recobrar toda su fuerza.
Shaoran se alarmo.
Estaba pensando en atacarlo. Si lo hacía era casi seguro que la mataría hay mismo. Trato de caminar hacia ellos, pero poco a poco sus pies perdían fuerza por que su sangre estaba dejando de circular.
Sakura veía a su examigo, este ni se inmutaba. Sakura levanto una mano.
Sakura tenía la cara seria, pero cuando levanto la mano sonrió un poco. Lo más sorprendente es que Zeshin levanto su mano para tomar la de ella y en un segundo ambos tenían las manos entrelazadas.
Sakura elevó el poder de su aura, haciendo que todos la pudieran apreciar, era cálida, llena de amor y de hermosos sentimientos que nacían de su corazón. Mientras lo hacía, su sonrisa se acentuaba, a par que en un movimiento sutil de su mano libre la dirigió hacia donde se encontraba Shaoran, apenas brillo algo en su mano.
Y después ambos, Zeshin y Sakura fueron envueltos por el aura de Sakura.
Un segundo después, no había nada, ambos, Sakura y Zeshin había desaparecido.
- Sakura... - Shaoran caía de rodillas, casi sin fuerza. Pero poco a poco su prisión comenzaba a ceder lentamente y se hacía mil pedazos.
Al parecer Sakura hizo algo para liberarlo. Pero... ¿Dónde estaban?
Los primeros en llegar fueron Kero y Yue, que de alguna manera lograron traspasar el lugar y llegaron hasta donde estaba Shaoran, quien aún respiraba con algo de dificultad.
Ambos llegaron y se pusieron en pose de defensiva esperando cualquier ataque.
- Mocoso, ¿Dónde esta Sakura? - Kero estaba ya muy desesperado.
Shaoran aún no recuperaba su aliento, apenas logro respirar mejor.
- No lo sé.
- ¿Qué? Es mentira, hace un momento sentimos su aura, estaba aquí.
- Tranquilízate, Kerberos - Yue permanecía sin mostrar emoción alguna.
- Es mejor irnos de aquí - Yue tomo a Shaoran, quien estaba aún muy cansado y todos se fueron de regreso al palacio.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
La sombra había bajado y por primera vez se pudo ver como era. Era lo que parecía ser un hombre de unos 27 años, alto, de cabello negro y ojos del mismo color. Su mirada era amenazante y no poseía brillo alguno. Vestido con una especie de túnica violeta que cubría por completo su cuerpo. Pero sonreía malévolamente.
- ¿Quién eres?
- Como lo dije antes, eso a ustedes no les importa, porque pronto estarán muertos - su voz era escalofriante y transmitía miedo.
- ¿Eres quien esta atacando a los círculos? - Hannia lo veía desafiante.
- Probablemente.
- ¿Qué estas buscando con todo esto? Acaso no te das cuenta de que puedes destruir a toda la humanidad.
La sonrisa del sujeto se acentuó aún más.
Los chicos tomaron posición de defensa.
- No tengo porque responder nada - su aura comenzó a incrementarse de manera alarmante.
Fiang que estaba al centro de los tres jóvenes no pudo reaccionar, tampoco Hannia, cuando ambos se dieron cuenta de lo que pasaba era demasiado tarde.
Rikyu fue atacado por la espalda. Lanzado a unos metros de distancia, sacando sangre por la boca, cayendo muy mal herido.
Hannia se apresuro a ayudarlo.
- Eres un maldito cobarde, atacas por la espalda - el más indignado era Fiang.
- No tengo honor, no hay reglas en este juego, es ganar o morir.
Hannia veía asustada como Rikyu tosía sangre por la boca, y después de un leve quejido quedo inconsciente. Inmediatamente se dispuso a usar sus hechizos de curación.
- Ahora es tu turno - sentenció el sujeto.
Apenas dejo de hablar cuando Fiang logro moverse unos centímetros impidiendo que el ataque le diera en el corazón. Pero su brazo quedo con una herida que parecía haberse hecho con una filosa espada que empezaba en su codo y subía hacia el hombro.
- ¡Rayos! - Fiang se tomaba el brazo que sangraba abundantemente.
- Ahora es tu turno - la sombra se movió en dirección a Hannia quien estaba junto a Rikyu.
Hannia sólo cerro los ojos esperando el impacto.
Un haz de oscuridad se dirigía hacia Hannia, mientras Fiang trataba de llegar hasta Hannia para protegerla. Todo pasaba tan rápido.
Mientras sostenía en sus brazos al inconsciente Rikyu, no pensaba quitarse ya que si lo hacía el ataque llegaría hasta Rikyu y sería el golpe de gracia. Así que espero a que por lo menos su cuerpo lo protegiera.
Hannia sintió una mezcla de energías emerger de la nada, y al no sentir impacto alguno abrió los ojos. Volteo a ver al lugar donde se supone venía el ataque, pero para su sorpresa alguien estaba parado protegiéndolos. Una chica de larga y ondulada cabellera castaña desvió el ataque sin esfuerzo aparente.
- ¿Están bien? - Hannia reconoció la voz de una mujer.
Cuando la chica apenas volvió su rostro no la reconoció inmediatamente, pero su aura era conocida.
Fiang se había quedado muy desconcertado al sentir las energías aparecer de la nada. Cuando se dio cuenta vio a alguien desviar el golpe que se dirigía a Hannia, después pudo diferenciar el aura que sentía.
- Señorita Sakura - se sorprendió mucho al verla de pronto en ese lugar.
Sakura lo vio con preocupación, pues no paso desapercibido la cantidad de sangre que Fiang perdía, después sintió unas auras demasiado débiles. En una rápida inspección con los ojos al lugar se dio cuenta de donde estaba.
A lo lejos unas auras, dos débiles con un alto grado de magia, al lado de otras que no parecían poseerla. A un lado dos auras oscuras, una de ellas era Zeshin y la otra no la había sentido nunca, pero era mucho más oscura que la de su examigo. Más cerca Fiang con la cara de sorpresa y muy lastimado. Tras ella Hannia con alguien en sus brazos, que en el momento no reconoció.
Zeshin estaba a un lado de su hermano tan sólo observando al igual que él.
- ¿Qué hacen aquí? - pregunto muy enojado el hombre.
- Sólo queríamos ver cómo ibas, parece que no te han dado problemas - parecía que su hermano realmente tenía pensado acabar con todo.
- Sólo déjame terminar el trabajo, y NO te metas - el hombre dio unos pasos al frente y se quedo parado observando a Sakura.
- No lo haré, si tu no te metes con lo mío - Zeshin se cruzo de brazos y se dispuso a observar.
Sakura camino hacia Fiang, estaba muy preocupada.
- Señorita Sakura - Fiang apenas podía creer que realmente fuera ella.
Sakura se paro frente a él y con ambas manos tomo el brazo herido de Fiang haciéndolo muy suavemente. Aún así, el dolor hizo que Fiang hiciera una pequeña mueca de dolor. Las manos de Sakura comenzaron a brillar mientras esta le regalaba una sonrisa.
- Quedamos en que me llamarías Sakura - muy delicadamente retiro sus manos.
Fiang estaba extrañado, el dolor desapareció y le dirigió una mirada asombrada a Sakura.
- Tuve que aprender hechizos de curación, nunca se sabe cuando servirán. Pero funcionan con la mayoría de las heridas.
Dio la vuelta para dirigirse a donde estaba Hannia. Fiang aún veía el lugar donde había estado la herida que ahora estaba casi completamente cerrada, y había dejado de sangrar.
Zeshin veía extrañado a su hermano.
- ¿Por qué no los atacas ahora?
- Estoy siendo midiendo el poder de tu querida amiga.
Sakura se inclino quedando frente a Hannia, quien la veía muy extrañada.
- ¿Sakura?
Kinomoto sólo asintió, mientras buscaba en Rikyu la herida.
- Esta en su espalda - indicó Hannia.
Sakura pasó su mano por la espalda del Rikyu y comenzó a hacer el hechizo.
- Este ha sido mucho peor, no lo podré curar por completo, sólo trataré de brindarle un poco de mi energía para que sobreviva - su aura subió un poco, mientras se concentraba en el hechizo.
Hannia aún no creía lo que veía. La Sakura que tenía enfrente era muy diferente a la que vio la primera vez, su aura también lo era, era muy poderosa, aún el hechizo que ella utilizaba para curar era más fuerte que el de ella misma.
Sakura se levanto. Con gusto Hannia se dio cuenta del cambio en el aura de Rikyu podía sobrevivir, pero permaneció inconsciente.
Sakura se paro y camino al frente de los hermanos.
- ¿Quién esta atrás de todo esto?
Ambos hermanos permanecieron callados, con la vista fija en la joven Kinomoto.
- Sé, que ustedes no lo están dirigiendo, hay alguien más. ¿Quién es?
- Prefiere quedar en anonimato - al hombre le pareció interesante aquella chica.
Fiang y Hannia pronto pararon a los lados de Sakura. Esperando lo inminente.
- Si desean pelear, los espero.
Fiang frunció más el ceño, realmente le molestaba la actitud de ese sujeto, era muy arrogante. Parecía que no le importaba nada, ni siquiera que dos de los más grandes personajes del círculo de Oriente estén muertos en un sólo ataque.
Hannia por un lado estaba muy sorprendida, quería preguntarle muchas cosas a Sakura, entre ellas el paradero de Shaoran, pero obviamente ese no era el momento adecuado. Por un lado se sentía aliviada, su madre estaba a salvo. Aunque aún le preocupaban su amiga Mei y la chica Daidoju. Pero ellas estaban algo alejadas del lugar.
No muy lejos de ahí...
- ¿Qué crees que este pasando? - pregunto Tomoyo, tratando de ver a lo lejos, pero la neblina lo hacía imposible.
- No lo sé - Mei aún sostenía a su tía, quien al parecer no tenía nada grave, sólo había quedado muy débil por el esfuerzo.
- Hace unos momentos los ataques cesaron, ¿crees qué...?
- No lo digas, seguramente ellos están bien - aunque lo decía Mei no estaba segura de ser cierto, pero debían estar bien o por lo menos es lo que deseaba.
- ¿Qué haces? - Mei se alarmo al ver que Tomoyo sigilosamente iba al lugar de la batalla.
Tomoyo la volteo a ver y le sonrió.
- No te preocupes sólo iré a ver.
- Pero...
Tomoyo caminaba despacio entre los escombros del lugar.
- ¡Espera!
- ¿Qué pasa?
- Yo también voy.
- Pero y las señoras...
Mei señalo a unos metros, aún estaba en pie la habitación de donde estaban refugiados los sirvientes.
- ¿Por qué no me lo dijiste antes? - Tomoyo hizo una cara molesta.
- Ji, ji, es que hasta ahora lo recordé - a Tomoyo esa actitud le recordaba a su querida amiga Sakura.
- Podemos dejarlas ahí.
- Esta bien.
Con algo de esfuerzo -porque no estaban habituadas a llevar más peso que el propio- llevaron los cuerpos inconscientes y los dejaron en el lugar que ellas pensaron era seguro y se dispusieron a ir a observar.
- ¿No crees que es peligroso? - Mei tenía un poco de miedo.
- Puedes quedarte si lo deseas - Tomoyo estaba muy firme en su decisión aunque una parte de ella también sentía miedo.
- No, también quiero saber lo que sucede.
Ambas comenzaron a caminar en dirección a donde estaba la batalla.
Era de madrugada aproximadamente las 2 o 3 de la mañana cuando un viento helado recorrió el lugar, lleno de escombros y un olor a muerte se hacía presente. Todos los combatientes estaban observándose, examinándose, tenían experiencia en batallas de magia, pero nada los había preparado para lo que ahora vivían.
La que estaba imperturbable, inamovible, analizando, con mucha seriedad y hasta cierto punto imponente, era la mismísima Sakura. Parecía muy segura, ahora, muchos de los que la habían conocido negarían que fuera ella, en una actitud muy madura y seria, estaba frente a su enemigo con una mirada indiferente. A pesar de que no lo veía de frente, sino que veía a su hermano, también estaba atenta a los movimientos de su examigo.
Ese viento frío paso de nuevo, helando las mejillas de los tres jóvenes que se prestaban a pelear. Pero su sangre corría por su cuerpo con gran rapidez estaban muy alertas a pesar de no haberse movido desde hace un buen rato.
- Empecemos, no tengo todo el día como para desperdiciarlo con ustedes.
Una aura negra que de su cuerpo se desprendió, envolvió a todos los presente provocando un escalofrío. Su aura se elevo de un golpe, Hannia y Fiang tuvieron que retroceder y cubrirse para evitar salir volando. Mientras Sakura, parecía no afectarle en lo más mínimo, tan sólo su hermoso vestido se movía con el aura.
Zeshin tan sólo observaba a Sakura, sin prestarle atención alguna a lo que su hermano hacía. Sólo cuidaba que cumpliera su palabra.
El destello del aura malvada no fue sólo por que sí, tenía la intención de despertar a las sombras que yacían en la oscuridad. Mismas que se levantaron del suelo dispuestas a atacar.
- Es hora de acabar - sentencio el hombre.
Las sombras que del suelo se levantaron comenzaron a tomar figuras de personas, poco a poco comenzaron a moverse y rodear a los tres combatientes. Hannia y Fiang se colocaron de tal manera que se protegían entre los tres la espalada, esperando los inminentes ataques de las sombras.
No tardaron mucho en averiguar lo que éstas podían hacer.
El circulo de sombras que los rodeaba comenzaron a acercarse más a los chicos, sus ojos rojos eran o único que podía ser distinguido de ellos.
Los ataques empezaron entre las sombras que los rodearon dando vueltas a su alrededor mientras comenzaban, unos a lanzar golpes directos, otros pequeños hechizos o incluso otros lanzaban humo que salía de lo que parecía sus bocas. Al respirarlo Hannia sintió como poco a poco su cuerpo dejaba de responder a los ataques, sus movimientos eran mucho más lentos y torpes y su escudo se debilitaba. Por su lado Fiang recibía muchos golpes en los pies y en el pecho, su escudo no podía mantenerlos alejados.
El hermano de Zeshin veía sonriente lo que sucedía en esos momentos. Mientras en los labios de Zeshin se formaba una sonrisa burlona.
Tomoyo y Mei llegaron muy sigilosamente atrás de una pared destruida. Se asombraron de lo poco que podían ver. Estaban dos figuras que parecían ser de hombres, pero su figura no se les hacía conocida, por lo que no intentaron acercarse. Estas figuras veían lo que parecía ser un enorme remolino negro que giraba, impidiendo ver lo que dentro se encontraba.
- ¿Quiénes son ellos? - Mei veía extrañada a los personajes que se encontraban ahí - ¿Y dónde esta Hannia, Fiang y Rikyu?
Tomoyo estaba muy atenta a los sujetos que veían el extraño
Tomoyo tomo la iniciativa y trato de acercarse más.
- ¿Qué haces? - Pregunto Mei alarmada.
- Quiero saber quienes son - Tomoyo se movía cuidando no ser descubierta y acercándose lo más posible.
- Por los cielos - dijo bajito Mei y después la siguió.
Unos metros más cerca, pudieron ver la cara de los sujetos.
- ¿Los conoces?
- No - Mei los veía extrañada, no le parecían conocidos.
- Pero... - Tomoyo presto atención a lo que Mei decía con la cara muy seria.
- Pero... ese chico de cabello castaño ES GUAPISIMO - Dijo Mei con corazoncitos en los ojos y otros que giraban a su alrededor.
La expresión de Mei, hizo sonreír a Tomoyo, pero siguió observando a Zeshin, algo en él realmente le llamo la atención.
- No crees que la subestimas - dijo Zeshin con su risa burlona.
De un momento a otro Hannia y Fiang sintieron el aura de Sakura crecer de una manera increíble. De ella se desprendió una gran cantidad de energía, su aura se expandió. Obligando a las sombras a retroceder y a otras fueron destruidas. Ya que su aura era calida y llena de luz, algo que no era soportada por las sombras. Fue tanto el poder desprendido que incluso alejo la neblina negra que cubría todo el lugar. Dejando de nuevo reinar a la luz de la luna que brillaba tanto que parecía ser el mismo sol.
- Probablemente tienes razón - dijo el hermano de Zeshin, no estaba enfadado, en realidad estaba interesado en esa "amiguita" de su hermano, tal vez era su perfecta oportunidad.
El destello del aura de Sakura hizo que tanto Mei como Tomoyo, pudieran observar a todos de una mejor manera. Pero al sentir la energía cubriendo el lugar a Tomoyo le pareció muy conocida, demasiado. Tardo unos instantes en reconocerla.
Mei aún se tallaba los ojos del resplandor. Tomoyo de inmediato busco con la vista al dueño de tan poderosa energía.
- Es Sakura - dijo en susurro.
- ¿Sakura? ¿Dónde? - con un ojo medio cerrado Mei se apresuro a buscarla.
- Ohh cielos - dijo Tomoyo.
- ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Dónde? - Mei se frotaba una y otra vez los ojos para ver lo que a Tomoyo la impresionaba.
Una vez que pudo observar, vio finalmente a Sakura y apuntandola incrédula pregunto.
- Esa es Sakura.
- Ohh cielos.
- ¿Qué? ¿Qué? anda dime ya, ¿Qué pasa?
- ¿No es preciosa? Se ve genial - Tomoyo tenía sus manos entrelazadas y la veía con estrellitas en los ojos.
Sakura se veía mucho mejor que cuando la última vez.
Mei tenía muchas gotitas en la cabeza. Al parecer la admiración que tenía de pequeña Daidoju hacia Sakura aún permanecía. Daidouji no cambiaría, penso alegremente Mei.
Pero de pronto ambas vieron más serias la batalla.
- ¿Qué piensas hacer? - pregunto Zeshin a su hermano.
- Terminar de una vez - sentenció su hermano y camino para acercarse a sus contrincantes.
Fiang y Hannia estaban de nuevo a los costados de Sakura. Muy sorprendidos del poder de la excard captor, incluso Fiang estaba más que sorprendido.
- Parece que realmente te subestime Kinomoto - dijo mientras se acercaba lentamente a Sakura.
Ella permanecía inamovible, imponente y una mirada muy segura. Cosa que sorprendió aún más a Mei y Tomoyo.
Fiang y Hannia tomaron posiciones de combate.
El hermano de Zeshin saco un báculo violeta con un extraño símbolo en la parte superior, era muy grande. Comenzó a brillar mientras él se lanzaba al ataque con varios hechizos que iban contra Fiang y Hannia, quienes con dificultad lo esquivabaron. Quedando muy lejos de Sakura.
Mei y Tomoyo estaban aterradas de lo que veían.
En lo que pareció un ataque a Hannia y Fiang, el hermano de Zeshin se dirigió con todas sus fuerzas hacia Sakura. De un hechizo muy poderoso rompió el escudo de Sakura, quien quedo de frente ante el hermano de Zeshin.
Zeshin frunció el ceño, ¿Qué rayos estaba haciendo su hermano?
- Tu, tu eres la culpable - el hombre tenía una mirada de odio hacia Sakura, quien sólo lo observaba casi indiferente a lo que él decía.
- Te odio, maldita - se acerco lentamente mientras en su mano una esfera de energía negra se iba formando.
Se detuvo bruscamente y se la lanzó de frente, Sakura apenas tuvo tiempo de invocar a su báculo. La energía choco con su báculo y se disperso. Sakura levantó una ceja, mientras sentía al hermano de Zeshin moverse tras ella. Estaba algunos centímetros tras ella, retiro algunos cabellos, descubriendo la oreja de Sakura y comenzó a hablarle.
- Eres una maldita, ¿lo sabías?, te odio por lo que has hecho.
- Pero el destino esta escrito y tú morirás y lo disfrutaré como no lo imaginas.
Se cambio de lado de Sakura y comenzó a hablarle al otro oído.
Zeshin comenzó a inquietarse, por la cercanía de ambos, sabía que su hermano no se detendría y con tal de cumplir sus objetivos sería capaz de faltar a su palabra.
Mientras tanto Hannia y Fiang seguían siendo atacados por las sombras que volvieron después del ataque del hermano de Zeshin, ahora parecían más poderosas. Realmente estaban comenzando a fatigarse. Si eso continuaba igual era casi seguro que morirían.
- Morirás y reiré viendo tu tumba - dijo y se poso a su lado.
Fiang y Hannia eran acorralados sin salida alguna, los atacaban por todos lados.
El hermano se Zeshin levanto su mano y atrás, en la espalda de Sakura comenzó a formar una esfera negra.
- Lucharé - dijo Sakura, sin mirar siquiera a quien tenía a su lado.
- Lucharé y venceré - dijo muy segura. Levanto su báculo, el brillo de la estrella de siete picos brillo fuerte junto al símbolo de Hikaru. El resplandor se dirigió de nuevo a las sombras que atacaban a Hannia y Fiang, ellos sólo sintieron una cálida y hermosa aura alrededor, mientras las sombras eran definitivamente destruidas. De la misma manera se desintegró la esfera negra que tenía preparada el hermano de Zeshin.
Mientras Zeshin se ponía más a la ofensiva, presintiendo que algo no estaba bien.
- ¡Eres una maldita! - grito el hermano de Zeshin mientras en un movimiento muy rápido que tomo a Sakura por sorpresa se puso al frente y la ataco soltando una esfera negra directo al estomago de Sakura.
Ella, por estar con el hechizo descuido su cuerpo. Fue golpeada de manera violenta por el hermano de Zeshin, quien sólo reía muy satisfecho. Sakura retrocedió unos pasos, tratando de respirar, el golpe le había sacado el aire, sin embargo se mantenía en pie. Le tomo unos segundos para recuperar la respiración.
Mientras la mirada del hermano de Zeshin hacia ella era de un odio total. De nuevo Sakura recupero su pose. Fue muy descuidada al dejar sin protección a su cuerpo, pero sabía que cada vez que desplegaba su poder, en un momento de los ataques, quedaba sin protección. Era el punto débil de su poder, aún no lo controlaba por completo.
Frunció levemente el ceño, mientras le dirigía la mirada indiferente al hermano de Zeshin. Este tenía una mirada burlona.
Fiang fue a atender a Hannia, quien estaba demasiado cansada para continuar, a pesar de ser la mujer más fuerte de todo el círculo de oriente. Estaba agotada, no estaba acostumbrada a tan poderosos ataques, y más que poderosos, continuos.
Hannia, se tuvo que sostener de una ruina de lo que fue una hermosa pared de la mansión Li.
- ¿Estas bien? - Fiang la ayudaba a sentarse en otro lugar.
- Creo que sí - su cuerpo estaba débil.
Fiang estaba temiendo mucho, si la batalla continuaba con ese ritmo, ellos no podrían luchar. Pero hasta ahora la que los había salvado era Sakura. Pero esos sujetos eran dos y ella estaba casi sola. Pues ellos no eran de gran ayuda.
- ¿Qué esta pasando? - preguntó Hannia viendo al hermano de Zeshin y Sakura.
- Eso me gustaría saber - dijo Fiang también viendo a la pareja.
- Tienen unos poderes sorprendentes - dijo Hannia, cuando vio como era atacada Sakura.
- Es cierto, nunca pensé que existieran personas con esos poderes.
- ¿Crees que podamos hacer algo?
- No lo sé Hannia, realmente no lo sé.
Ambos se quedaron observando lo que pasaba, pero muy atentos a lo que hacía Zeshin, pues hasta ahora había permanecido inmóvil, tan sólo observando.
Ambos decidieron no intervenir en la pelea que el hermano de Zeshin y Sakura sostenían, pues serían un estorbo. Por otro lado estaban muy atentos a los movimientos de Zeshin por si intervenía, en ese caso ellos entrarían en acción.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
Yue, Kerberos y Shaoran llegaron al palacio. Ya se encontraba ahí Fuu y Touya, pues sintieron que sus auras se dirigían al lugar.
Shaoran había permanecido muy serio, a pesar de las constantes interrogantes de Kero, no contesto nada. Perecía perdido en su mundo de pensamientos, tanta confusión.
Llegaron a la sala donde todos esperaban impacientes los demás incluso se encontraban ahí el señor Gakusha y Eriol. Shaoran llego con la cabeza baja, parándose frente a los padres de Sakura que lo veían seriamente.
Todo quedo en silencio unos instantes. Tan sólo era percibido el olor tan agradable del lugar, pero incluso eso estaba cambiando. A raíz de los sucesos, de la neblina que invadía Hikaru, ese aroma había bajado de intensidad. Los habitantes del lugar se esforzaban al máximo para mantener las barreras, pero también sabían que eso sólo era temporal. La verdadera fuente del problema se encontraba en la tierra y era inminente la lucha, sólo rogaban que no se cumpliera el destino como estaba previsto.
- ¿Qué ha pasado? - el primero en manifestar el sentir del grupo fue el señor Fujitaka, le impresionaba la actitud del joven jefe del Clan Li, pues durante los días pasados se veía diferente, era más extrovertido en cierta forma y se le veía más alegre. Pero ahora parecía llevar un enorme peso en su alma.
A pesar de la desaparición de su hija tanto los esposos Kinomoto y Eriol parecían despreocupados, como si supieran algo que los demás no.
- No lo sé - dijo sin atreverse a levantar la mirada.
Touya frunció el ceño estaba a punto de ponerse a gritar muchas cosas en contra del joven Li, pero la mirada de su madre lo hizo desistir. La mirada de su madre le decía que tuviera calma.
- No recuerdo mucho de lo que paso - Así en tono bajo y un tanto culpable, Shaoran relato lo poco que recordaba sobre lo que paso.
Después de la explicación todos quedaron de nuevo en silencio.
- Es mejor prepararnos - dijo llamando la atención la señora Kinomoto.
- Dentro de tres días regresarán a la tierra, es muy probable que Sakura se encuentre allá.
Shaoran se animo a subir la cara para encontrarse la cara de apoyo de la señora Kinomoto.
- No te preocupes, ella esta bien - le dijo en tono conciliador, que tuvo el poder de tranquilizar el alma de Shaoran.
- ¿Quiénes regresaremos? - dijo apuntándose Touya.
- No pueden ir todos, las barreras deben ser vigiladas y a medida que pasa el tiempo pueden debilitarse y es mejor que se queden a ayudar a los habitantes de aquí- Fujitaka estaba muy centrado en lo que pasaba, a pesar de todo.
- El joven Li, por supuesto que debe regresar - dijo la señora Kinomoto - seguramente lo están esperando.
Una sensación surgió en el pecho de Shaoran al recordar a toda su familia y a Hannia. Por una extraña razón, sabía que era el momento regresar. También tomando en cuenta que Sakura estaba allá.
- Yo iré - dijo inmediatamente Touya.
Ambos padres lo vieron con interés y absoluta comprensión. Ambos se miraron y con tan sólo hacerlo se comprendieron entre ellos.
- Esta bien.
- Yo también - tanto Yue como Kerberos dieron aun paso al frente.
- Somos los guardianes de Sakura y no la dejaremos sola - estaba absolutamente decididos.
- También iré - dijo la voz varonil de Eriol, después mostró su ligera sonrisa de siempre y agregó - soy el único que sabe como encontrar al último pilar.
- Yo también - la voz de Fuu se escucho. No la iba dejar sola, él estaría con ella.
Eran demasidos los que deseaban ir, eso se noto en la mirada del señor Gakusha, quien estaba aún preocupado por las barreras. Iba a protestar, pero la mirada de todos preocupados por Sakura le impidieron refutar.
- ¿Saben como comunicarse en caso de que pase algo? - preguntó el señor Gakusha, quería estar seguro de no correr demasiados riesgos dejándolos ir.
- Sí, lo sé - dijo Fuu, él era uno de los pocos que por medio de sueños o extraños hechizos podía contactar con Hikaru. Sólo personas muy especiales lo podían lograr.
- Bien es mejor que todos estén preparados hasta entonces.
Todos tomaron diferentes caminos.
Era una mañana hermosa, como siempre en Hikaru. Pero algo estaba mal. Shaoran caminaba pensando en tantas cosas, ahora regresaban a su mente las preocupaciones de las que se había olvidado hace algún tiempo. La ausencia de Sakura lo afectaba mucho, demasiado. A pesar de que pretendía seguir entrenando hasta que el momento llegara, se sentía diferente, le faltaba algo.
- ¿Pasa algo? - escucho una voz a su lado.
Iba tan ensimismado que nunca se dio cuenta de que alguien lo acompañaba.
- No lo sé - sin voltear a ver a Eriol siguió caminando sobre el verde pasto.
- ¿Estas preocupado por lo que depara el destino? - dijo Eriol caminando a su lado.
Entonces el joven de cabello marrón le presto atención.
- ¿Porque todos hablan del destino?
Eriol sonrió.
- El destino, muchos no creen en él otros sí. Nadie puede escapar a su destino.
- Estas diciendo que todo cuanto vivimos esta previamente determinado.
- Probablemente.
Destino. Escucho hablar del destino a Sakura, escucho también decirlo a quien Sakura llamaba Zeshin. ¿Por qué era tan importante? ¿Y según ellos qué les esperaba? No tenía mucha información en el círculo sólo sabían que había un gran fenómeno que se presentaría, pero era esperado para unas décadas después.
- ¿Cuál es el destino de Sakura? - bien, quería ir al grano y seguramente Eriol sabía más de lo que decía.
Eriol sonrió, mientras era observado atentamente por Shaoran.
- No lo sé - dijo sinceramente.
Shaoran levantó una ceja como gesto de no creerle.
- Me gustaría decírtelo, pero ni yo mismo lo sé. Lo que sé es que unas cuantas personas han tenido sueños premonitorios y sólo ellos lo saben. Pero no lo han hablado, no estoy seguro, pero parece que Fuu lo sabe.
- ¿Por qué no le preguntan?
- Él se niega a decir nada, sólo dice que siempre estará para ayudar a Sakura.
Entonces Fuu lo sabía, pero quién más podría informarle. Se quedo pensando unos instantes. Pero ya que estaba con Eriol decidió no perder la oportunidad.
- ¿Podemos entrenar mientras llega el momento? - Eriol sonrió aún más era de esperarse del joven Li. Siempre tratando de superarse a sí mismo y de ser el mejor. Pero sabía exactamente cuál era el fondo de todo aquello.
- Esta bien, entrenaremos.
Pensaba que para lo que seguía era necesario estar prevenidos. Él estaba seguro del bienestar de la joven Kinomoto y aunque Li no lo manifestara sabía que estaba preocupado por ella y por los sucesos que se aproximaban. Pues a pesar de no saberlo con claridad, lo presentía.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
La mirada de ambos era totalmente diferente. Ambos combatientes empezaban a estar muy molestos, cada quien por sus razones.
- Fuiste tu quien los mato - dijo Sakura apuntando a los cuerpos inertes de los ancianos del círculo. Hace unos segundos se había percatado de sus cuerpos.
- Así es, qué piensas hacer - dijo retándola.
Sakura frunció más el ceño, mientras el hermano de Sakura desplegaba su poder aumentándolo más y más. Y a medida que lo hacía Sakura reconocía la energía era demasiado parecida a la que desprendía la neblina que invadía al lado de luz de Hikaru. Eso la molesto mucho.
Su energía también comenzó a incrementarse de manera sorprendente.
Zeshin estaba muy atento a las auras de ambos, pero permanecía inmóvil, con una lucha interna.
Fiang y Hannia sólo observaban también muy asombrados y esperando cualquier reacción de Zeshin.
Tomoyo y Mei sólo tenían muy grandes los ojos. Apenas se habían percatado del ataque contra Sakura, ya que fue muy rápido.
- Tú lo has querido - dijo el hermano de Sakura.
Saco su báculo, que resplandeció con brillo violeta. El cielo de nuevo apareció nublado, nubes negras lo cubrieron en segundos y rayos comenzaron asonar por todo el lugar. Intensificando su número y poder.
El sonido era ensordecedor tanto Mei, Tomoyo, Hannia y Fiang tuvieron que cubrirse las orejas.
Mientras Zeshin, su hermano y Sakura permanecían como si nada pasara.
El hermano de Zeshin levanto los brazos y en sus pies se comenzó a formar el mismo símbolo que tenía su báculo, brillando en color violeta con gran intensidad.
Ahora Zeshin si tenía la cara preocupada, ese era uno de los hechizos más poderosos de su hermano. Debía estar alerta.
Los rayos se intensificaron, parecía que llovía. Pero en lugar de agua cayeran ruidosos truenos que hacían vibrar todo el suelo, era un espectáculo aterrador.
El símbolo del hermano de Zeshin comenzó a parpadear, signo de que estaba llegando a su máximo poder.
- ¡Rayos! - Zeshin conocía el nivel de su hermano y seguramente era el mismo que Sakura. No, su nivel era mayor.
Comenzó a acercarse lentamente hacia donde estaba la pelea.
Sakura permanecía tan sólo viendo al hermano de Zeshin, preparándose mentalmente para lo que venía, incluso preparando un hechizo. En otras circunstancias seguramente estuviera llorando bajo la cama por la intensidad de los truenos. Pero ahora estaba decidida.
El hermano de Zeshin termino de reunir su poder, lo concentro y lo dirigió a Sakura. Todos los truenos se dirigieron entonces a Sakura todos, con una enorme intensidad.
A pesar del ruido, todos los que tenían poderes sintieron la terrorífica cantidad de energía negativa que se dirigía a Sakura, temieron por ella.
El trueno sono como una bomba destructiva. Incluso los escombros que había por esos lugares salieron volando muy lejos y en la tierra se formo un enorme hoyo.
Todos buscaron de manera apresurada a Sakura.
Quien para su alivio estaba con su báculo en posición de defensa y conteniendo el ataque.
- Así me gusta, haber si puedes aguantar esto - dijo malévolamente el hermano de Zeshin.
Conteniendo con una mano el ataque que sostenía contra Sakura, con la otra mano saco un extraño objeto color negro. Susurro unas palabras e inmediatamente de este objeto salía algo, una especie de líquido negro que se dirigió hacia Sakura.
Sakura veía lo que pasaba, tenía tomado a su báculo con amabas manos y sabía que si sólo quedaba con una mano para protegerse era seguro que el primer ataque la mataría. Cuando vio acercarse el líquido negro no se le ocurrió otra cosa que llamar a su querida carta.
- Shield - grito, sabía que la carta se encontraba en Hikaru, pero también sabía que había una remota posibilidad que escuchara su llamado y se presentara en su ayuda.
Al ver cada vez más cerca el extraño liquido sólo cerro los ojos, para su gusto, al abrirlos se encontró en una esfera. Era escudo que la protegía del líquido negro que buscaba entrar a donde estaba ella.
- No aguantará por mucho tiempo - dijo el hermano de Zeshin.
Zeshin comenzaba a preocuparse.
- Escudo..., gracias - sonrió viendo a su querida carta.
- Es hora de contraatacar - Comenzó a concentrarse para atacar.
Escudo comenzó a brillar y debido al poder de su ama contrarresto al extraño liquido, quedando tirado a los pies de la excard captor.
El hermano de Zeshin estaba algo sorprendido al igual que los demás presentes. Pero también se prestaba a comenzar otro ataque.
Sakura mantuvo su aura alta y al levantar su báculo.
De pronto, todo pareció pasar lentamente.
De un momento a otro se vio cubierta de sangre, sentía y veía sangre en sus brazos y en su hermoso vestido. Sin poderlo evitar cayo pesadamente.
- ¡¿Qué?! - nadie podía creer lo que estaba pasando.
:::::::::::::::::
En menos de un segundo, en una centésima de segundo que duraba el momento que Sakura bajaba la guardia, durante el ataque, había pasado.
Una presencia estaba ahí, una presencia con el aura más oscura que nadie pudiera sentir. Era tal que tanto Mei como Tomoyo no la pudieron soportar y cayeron desmayadas al instante, poco falto para que pasara lo mismo con Hannia y Fiang, estaba casi desfalleciendo.
- ¿Qué paso?
Era una presencia tan terrorífica, era malvada, era maldad pura lo que se sentía no tenía comparación. Era como si todos los pensamientos negativos se juntasen en un sentimiento horrible que provocaba aquella presencia.
El hermano de Zeshin también estaba algo sorprendido. No pensó que su jefe en persona se le ocurriera presentarse ahí, así.
- Ja, ja, ja - su risa provocaba un miedo incomparable, era realmente horrible, la sangre se helaba y ningún movimiento era posible. Un tremendo frío podía percibirse además de los sentimientos más oscuros y crueles.
- Pero... señor - lo veía desconcertado el hermano de Zeshin.
- Vamos, no podemos hacer nada. Lo ha querido así.
- Pero regresaremos y entonces los derrotaremos para siempre.
- Pero... - quería protestar el hermano de Zeshin.
- ¡Vamonos! - grito y su terrible aura desapareció.
El hermano de Zeshin vio por última vez la horrible escena antes de desaparecer.
Por su parte Fiang y Hannia habían llegado al límite, simplemente esa aura era horrible y cayeron inconscientes.
- ¡NOOOOOOOOO! - un grito con un enorme dolor se escucho en toda el lugar. Incluso en Hikaru los corazones de algunas personas se sacudieron y un sentimiento inexplicable.
No lo podía creer, simplemente el cuerpo le cayo encima. Vio el cuerpo inerte sobre ella, sus ojos estabas semiabiertos. Parecía que aún vivía, epro en un segundo los cerro.
- Zeshin, Zeshin - hablaba con lágrimas en sus ojos.
- Zeshin - decía y miles de lágrimas recorrían su cara. No lo creía, no podía estar pasando. No, no ahora, no así.
Se acurruco abrazando el cuerpo de su examigo con fuerza. Eso no podía estar pasando, no. Seguramente era una pesadilla, como tantas otras y al despertar nada abría pasado, movía la cabeza negando y las lágrimas no dejaban de salir.
El frió clima estaba cambiando, todo el poder oscuro desplegado poco a poco se disolvía en el viento y con algunos rayos de sol que comenzaban a asomarse a lo lejos. La destrucción de la mansión Li, se hacía evidente, los cuerpos tirados, lo muertos de una batalla sin sentido.
Sólo sollozos eran escuchados.
- Zeshin, ¿por qué?
Sakura veía a un desfallecido Zeshin tirado en el suelo, cubierto de sangre por doquier. La había salvado del ataque de su jefe, en su momento de debilidad, se había interpuesto en un ataque cuyo destino era ella, él sabía que si la tocaba en esos momentos moriría.
Sus ojos color café, se abrieron lentamente para encontrarse, lleno de lágrimas derramados por unos ojos verdes.
- Pequeña - Sakura abrió los ojos con notable alegría.
- Estas vivo - dijo con alegría.
Se apresuro a buscar la herida más grande para curarla. Se encontraba en su pecho, la había protegido con su cuerpo. Conocía el hechizo, ese hechizo no podía desvanecerse, ese hechizo buscaba un cuerpo humano para dejarlo agonizante.
En un desesperado intento Sakura comenzó a hacer hechizos una y otra vez de curación.
Zeshin sólo la veía con ternura.
- Zeshin, por favor resiste, sé que podré curarte - decía animándole, engañándose a sí misma.
- Pequeña, Sakura - decía con mucha tranquilidad y queriendo llamar la atención de ella inútilmente.
De pronto Sakura comenzó a llorar amargamente en su pecho.
- Pequeña - esta vez le tomo la cara y lo obligo a que lo viera, pero al hacerlo sólo le partió el corazón. Sus ojos verdes no se veían por la cantidad de lágrimas que derramaba.
Con algo de esfuerzo levanto ambas manos y le limpio el rostro, jugando con sus lágrimas, recordando que en algún tiempo era así.
- Zeshin... ¿por qué?
- Jamás permitiría que algo malo te pase.
- Zeshin, puedes curarte.
- ¿Ahora eres tu quien desea cambiar el destino?
- ¿Destino? - repetía sin dejar de llorar. Entonces recordó, en sus sueños veía morir a tres personas, vio el rostro de su examigo y lo confirmo.
- Sí, Sakura yo debía morir, no sé si era ahora, pero ese era mi destino.
Esto hizo que Sakura llorara aún más.
- Sakura, pequeña. Antes de morir - Sakura sollozo aún más.
- Quiero que sepas que yo... - no sabía si decírselo o no, pero al final dijo lo que debía.
- Yo te quiero mucho Sakura. Tú me enseñaste muchas cosas, me enseñaste que no todas las personas son malas, me enseñaste a confiar en mi mismo y en las otras personas. Me enseñaste el valor de la amistad y del amor, la fortaleza que te dan, me enseñaste tantas cosas.
- Esta era la única manera de pagarte, era evitando el destino que tu quieres seguir- Zeshin sabía que el destino de Sakura era morir en la última batalla contra el jefe máximo de la oscuridad. Ese era el precio de la salvación de la tierra.
- Fue por eso que me encerraste en Tokio, por eso me secuestraste en Hikaru.
Zeshin sólo le sonreía a manera de contestación.
Las lágrimas de Sakura parecían no tener fin.
Zeshin levanto una mano y Sakura la tomo.
- También por eso hice una tontería.
- ¿Qué?
- Yo lo siento - dijo Zeshin quitando la mirada de Sakura.
La mano de Zeshin brillo con la de Sakura.
- Es mejor que recuerdes esto.
Sakura cerró los ojos un instante y sin poder evitarlo se sonrojo.
- ¿Que es esto? - le pregunto a Zeshin - es un sueño.
- No - Zeshin aún no la veía directamente - era mi último recurso para que vivieras.
- Zeshin que pretendías - de nuevo las lágrimas.
- Yo, yo... quería que tu tuvieras una razón para vivir y - entonces la vio a los ojos con una infinita ternura - de esa manera lucharas, sin dejarte llevar por el destino.
- Pero..., pero ambos se detuvieron antes de que algo más pasara, entonces decidí entrar yo y llevarlos a la oscuridad. Pero no contaba con tu poder.
- Te has vuelto muy poderosa, pequeña. Estoy orgulloso de ti. Pero por favor sonríe, sonríe sólo para mi, es lo último que deseo ver.
Con un esfuerzo del corazón trato de cumplir el deseo de su amigo. Sonriéndole tiernamente.
- Gracias - sus ojos se comenzaron a cerrar lentamente.
- Zeshin - Sakura lo llamaba.
- Yo te amo Sakura no lo olvides - su voz se estaba apagando cada vez más.
- Siempre estaré contigo pequeña, nunca te abandonaré - Sakura sólo apretaba el cuerpo cada vez más frío de su amigo.
- Búscame en tu corazón... y ahí estaré - dijo en susurro, mientras su mano perdía fuerza y su aura quedaba extinta.
- Zeshin, Zeshin... - Sakura lo veía y movía casi violentamente. Su cuerpo yacía inerte.
- ¡NOOOOOOOOOOOO! - Su grito junto a una explosión de su aura se hizo sentir en todo el lugar.
Mientras el cuerpo de Zeshin estaba inmóvil, pero una pequeña sonrisa iluminaba su rostro pálido y sin vida.
¡Hola mis queridísimos lectores!
Un gusto saludarlos de nuevo. Saben que me encantaría subir más rápido los capítulos, pero tengo demasiado trabajo. En todo caso aquí esta el siguiente capitulo.
Advertencia: Tengo que hacer esta advertencia. Si se sienten muy sensibles este día, o demasiado susceptibles es mejor que no lo lean. Para mi no lo es tanto. Pero la decisión es suya, yo sólo advierto, por si acaso, nadie me demande -. Prometo mencionar en el siguiente capitulo lo que sucedió.
Ahora sólo quiero agradecer a:
Celina Sosa: Hola, que bueno que te gusto. Y en este capi se responderá a tu pregunta, sobre lo que paso con Sakura y Shaoran. Y al siguiente se aclarará más. Muchas gracias por tu review.
CollSaku: Gracias por los ánimos, espero que te siga gustando como hasta ahora.
Sakura Wen: Deseo concedido para este capitulo. No tengo idea de como haya salido la batalla. Por eso espero tu opinión, gracias por el review.
Undine: ¡HOla! gracias por escribir. Me da ánimos que se tomen la molestia de escribir. Espero que te siga gustando.
Cualquier comentario, sugerencia, etc. a yuenchan16yahoo.com.mx
Por cierto. Alguien sabe como quito eso de que no recibo reviews anónimos. Ji, ji. No me había dado cuenta de que estaba así.
PD: Si lo van a leer aconsejo que pongan una música que les agrade de preferencia que vaya con las batallas, para la última parte quisiera recomendar la de Evanescence - My inmortal.
Espero su opinión.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
La neblina negra que cubría la sede del Clan Li estaba más espesa que nunca, apenas se podían ver entre ellos. A pesar de que en Hong Kong parecía que hacía un clima relativamente agradable, en ese lugar el clima era frío. Las personas ahí presentes podían notar como al respirar su aliento era visible, pero casi nadie prestaba atención a eso.
Tomoyo y Mei que se habían quedado se abrazaban a sí mismas, mientras que habían encontrado algunas telas, que una vez fueron unas hermosas cortinas de la mansión, para cubrir los cuerpos de Ieran y la otra persona que se encontraban inconscientes. No habían podido huir, pues la sombra que yacía peleando con los jóvenes lo había impedido una especie de campo energético impedía entrar o salir a alguien.
Rikyu, Fiang y Hannia estaban en esos momentos peleando. Aunque apenas si se lograba ver un poco la sombra que flotaba arriba, tenían algunos minutos peleando, los chicos apenas podían esquivar los ataques de aquella persona.
Estaban sumamente furiosos, no podían atacar puesto que no tenían tiempo apenas comenzaban a concentrarse y un ataque casi los alcanzaba. Parecía que aquella persona leía muy fácilmente sus movimientos.
- Rayos, si seguimos así, terminara por matarnos - Fiang estaba muy enojado.
- Tendremos que hacer algo, sino terminaremos como los otros círculos - Hannia estaba un poco más centrada.
- ¿Qué podremos hacer? - Rikyu aún no se recuperaba completamente y sus movimientos en momentos eran torpes, pero no se había dejado ganar.
- Es hora de empezar el verdadero juego - la sombra comenzó a bajar lentamente, mientras los ataques disminuían su intensidad.
El ambiente se enrareció aún más, la sola presencia de esa persona era muy incomoda, una extraña sensación invadía el cuerpo. Los chicos sabían que no era cualquier persona a la que se enfrentaban y sus probabilidades de ganar eran casi nulas. Aún así defenderían el honor que tenían y no se darían por vencidos por nada.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
El brillo del anillo de Shaoran era cada vez más fuerte y comenzaba a iluminar su prisión. Mientras la mirada del chico castaño no se despegaba de la de Zeshin, mientras él tampoco lo hacía.
El incremento del aura de Shaoran era increíble, el viento en el interior de su prisión parecía ser cada vez más fuerte.
Zeshin se paro más de frente a él, sin sorprenderse del incremento.
En la otra habitación Sakura sentía todo el poder de Shaoran, era incluso más grande que cuando entrenaban. Las lágrimas seguían en su rostro recordando lo que le pasaba a su familia y él no lo sabía. Él estaba ahí, mientras su familia lo necesitaba y probablemente morirían.
Se sentía culpable de nuevo, se prometió a sí misma que no lo haría sufrir y era lo que estaba haciendo. Trato de concentrar su poder para romper el hechizo de Zeshin, de alguna manera debía ayudarlo, debía ayudar a la familia Li, a su familia y a los habitantes de la tierra.
Y mientras sentía el incremento del poder de Shaoran, cerró los ojos, se concentro tratando de armonizar su pensar con su sentir, era la única manera. Como le dijo el señor Gakusha, trato de que todo eso que sentía se inclinara hacia lo positivo, de modo que toda esa impotencia se convirtiera en fuerza, que todo esa culpabilidad se convirtiera en fortaleza y toda esa dolor en amor. Su madre le explico que era uno de los más poderosos sentimientos, ella lo creía también. Así que si el amor era el poder, ella lo sentía.
De entre sus ropas la carta que le pidió quedarse con ella comenzó a brillar, su color rosa invadió el cuerpo de su ama, mientras ella se dejaba llevar. Su cuerpo brillo en un tono rosado que rápidamente desapareció. Poco a poco comprobó que podía mover su cuerpo y en cuanto pudo con algo de dificultad se levantó y se dispuso a ir en ayuda de Shaoran.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
En la parte de luz de Hikaru todos sentían el poder de Shaoran subir de intensidad.
Touya que se encontraba en la parte oscura de Hikaru, pensando precisamente que si su hermana se encontraba en ese lugar era difícil encontrarla.
Cuando sintió el aura de Shaoran se dirigió rápidamente al lugar de donde provenía. Era muy raro pues su energía era tal que lo podían sentir claramente. Esto sorprendió al hermano de Sakura.
Él sabía que para que el chino pudiera incrementarla a tal intensidad, algo debía estar pasando, y su instinto le decía que no era nada bueno.
- ¡Rayos! - al parecer Shaoran Li era sinónimo de problemas.
Al igual que Touya, Yue, Kerberos y Fuu se apresuraron a dirigirse al lugar de donde se sentía la presencia de Li. Nadie perdió tiempo y con la protección de los anillos y poderes que tenían se dirigieron al lugar.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
- ¿Cómo te atreves? - Shaoran respiraba con algo de dificultad.
- No puedes hacer nada - Zeshin lo veía con suma tranquilidad.
- Eres un cobarde.
- Shaoran fruncía cada vez más el ceño, mientras su aura aumentaba más y más.
- ¿Crees que con eso me podrás derrotar? - una sonrisa burlona pareció en su rostro.
- Eres un cobarde - se disponía a marcharse, sin tomarle mayor importancia.
Pero tuvo que detenerse cuando la prisión comenzaba a hacer ruidos como crujidos que se escuchaban con más fuerza. Se detuvo pero ni siquiera volteo a verlo, sólo se quedo ahí, parado.
La prisión comenzaba a quebrantarse mientras el viento dentro se movía más violentamente y el anillo de Shaoran brillaba en su máximo esplendor. Hasta que por fin la prisión cedió, miles de pedazos volaron hacia todas direcciones. Mientras el brillo del anillo de Shaoran se desvanecía lentamente.
Saco de nuevo su talismán, y ahora sí recobro su forma de espada. Él estaba furioso y no pensaba perdonar a Zeshin. Éste no volteaba a verlo siquiera, sabía lo que pasaba pero no hacía nada.
Shaoran se dispuso a atacarlo, pero su ataque no llego a su destino, Zeshin estaba protegido por algo que parecía invisible.
- Eres un verdadero idiota - El examigo de Sakura ahora se encontraba más enojado. Ahora si lo volteo a ver con una mirada llena de rencor.
- Por tu culpa - grito esto y junto a su grito una onda de choque se expandió por el lugar dándole a Shaoran quien era empujado violentamente, pero como podía se mantenía de pie.
Zeshin se colocó en posición de ataque elevando levemente su aura. Ni siquiera sacó su báculo cuando comenzó a invocar un hechizo.
Shaoran sólo se preparo para recibirlo con su espada al frente. Zeshin levanto una mano y de ella una especie de bumerang se formo, tan pronto se formo salió en dirección a Shaoran. Quien estaba a la defensiva, pero en lugar de atacar comenzó a dar vueltas sobre él. Y en un movimiento sorpresivo, el boomerang comenzó a cerrar su diámetro y se convirtió en un circulo que aprisionó a Shaoran, obligándolo a soltar su espada, pues hacia tanta presión en su ser, que le casi no lo dejaba respirar.
- Te arrepentirás.
Ahora parecía que Zeshin estaba más que furioso.
- Zeshin - se escucho la dulce voz de una mujer en aquel lugar.
En la puerta se encontraba Sakura, parecía un poco débil.
Zeshin presto toda su atención a la figurita de la puerta.
- Basta, por favor, basta - dijo después de ver la condición de Shaoran, pero después se centro en Zeshin.
- ¿Por que? ¿Por qué insistes en seguir al destino? Te ofrezco algo mejor, yo... - Zeshin comenzó a acercarse a Sakura.
- Zeshin - su voz se endulzo diciendo su nombre.
Shaoran estaba tratando de respirar, pero en cuanto la vio, una parte de él se alegro mucho. Trato de hablarle pero la presión de su prisión se lo impedía.
- Debo hacerlo, y ni tú, ni nadie podrá evitarlo - con un caminar lento pero muy seguro llego hasta al frente de su examigo. Levantando su aura al máximo posible mientras parecía recobrar toda su fuerza.
Shaoran se alarmo.
Estaba pensando en atacarlo. Si lo hacía era casi seguro que la mataría hay mismo. Trato de caminar hacia ellos, pero poco a poco sus pies perdían fuerza por que su sangre estaba dejando de circular.
Sakura veía a su examigo, este ni se inmutaba. Sakura levanto una mano.
Sakura tenía la cara seria, pero cuando levanto la mano sonrió un poco. Lo más sorprendente es que Zeshin levanto su mano para tomar la de ella y en un segundo ambos tenían las manos entrelazadas.
Sakura elevó el poder de su aura, haciendo que todos la pudieran apreciar, era cálida, llena de amor y de hermosos sentimientos que nacían de su corazón. Mientras lo hacía, su sonrisa se acentuaba, a par que en un movimiento sutil de su mano libre la dirigió hacia donde se encontraba Shaoran, apenas brillo algo en su mano.
Y después ambos, Zeshin y Sakura fueron envueltos por el aura de Sakura.
Un segundo después, no había nada, ambos, Sakura y Zeshin había desaparecido.
- Sakura... - Shaoran caía de rodillas, casi sin fuerza. Pero poco a poco su prisión comenzaba a ceder lentamente y se hacía mil pedazos.
Al parecer Sakura hizo algo para liberarlo. Pero... ¿Dónde estaban?
Los primeros en llegar fueron Kero y Yue, que de alguna manera lograron traspasar el lugar y llegaron hasta donde estaba Shaoran, quien aún respiraba con algo de dificultad.
Ambos llegaron y se pusieron en pose de defensiva esperando cualquier ataque.
- Mocoso, ¿Dónde esta Sakura? - Kero estaba ya muy desesperado.
Shaoran aún no recuperaba su aliento, apenas logro respirar mejor.
- No lo sé.
- ¿Qué? Es mentira, hace un momento sentimos su aura, estaba aquí.
- Tranquilízate, Kerberos - Yue permanecía sin mostrar emoción alguna.
- Es mejor irnos de aquí - Yue tomo a Shaoran, quien estaba aún muy cansado y todos se fueron de regreso al palacio.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
La sombra había bajado y por primera vez se pudo ver como era. Era lo que parecía ser un hombre de unos 27 años, alto, de cabello negro y ojos del mismo color. Su mirada era amenazante y no poseía brillo alguno. Vestido con una especie de túnica violeta que cubría por completo su cuerpo. Pero sonreía malévolamente.
- ¿Quién eres?
- Como lo dije antes, eso a ustedes no les importa, porque pronto estarán muertos - su voz era escalofriante y transmitía miedo.
- ¿Eres quien esta atacando a los círculos? - Hannia lo veía desafiante.
- Probablemente.
- ¿Qué estas buscando con todo esto? Acaso no te das cuenta de que puedes destruir a toda la humanidad.
La sonrisa del sujeto se acentuó aún más.
Los chicos tomaron posición de defensa.
- No tengo porque responder nada - su aura comenzó a incrementarse de manera alarmante.
Fiang que estaba al centro de los tres jóvenes no pudo reaccionar, tampoco Hannia, cuando ambos se dieron cuenta de lo que pasaba era demasiado tarde.
Rikyu fue atacado por la espalda. Lanzado a unos metros de distancia, sacando sangre por la boca, cayendo muy mal herido.
Hannia se apresuro a ayudarlo.
- Eres un maldito cobarde, atacas por la espalda - el más indignado era Fiang.
- No tengo honor, no hay reglas en este juego, es ganar o morir.
Hannia veía asustada como Rikyu tosía sangre por la boca, y después de un leve quejido quedo inconsciente. Inmediatamente se dispuso a usar sus hechizos de curación.
- Ahora es tu turno - sentenció el sujeto.
Apenas dejo de hablar cuando Fiang logro moverse unos centímetros impidiendo que el ataque le diera en el corazón. Pero su brazo quedo con una herida que parecía haberse hecho con una filosa espada que empezaba en su codo y subía hacia el hombro.
- ¡Rayos! - Fiang se tomaba el brazo que sangraba abundantemente.
- Ahora es tu turno - la sombra se movió en dirección a Hannia quien estaba junto a Rikyu.
Hannia sólo cerro los ojos esperando el impacto.
Un haz de oscuridad se dirigía hacia Hannia, mientras Fiang trataba de llegar hasta Hannia para protegerla. Todo pasaba tan rápido.
Mientras sostenía en sus brazos al inconsciente Rikyu, no pensaba quitarse ya que si lo hacía el ataque llegaría hasta Rikyu y sería el golpe de gracia. Así que espero a que por lo menos su cuerpo lo protegiera.
Hannia sintió una mezcla de energías emerger de la nada, y al no sentir impacto alguno abrió los ojos. Volteo a ver al lugar donde se supone venía el ataque, pero para su sorpresa alguien estaba parado protegiéndolos. Una chica de larga y ondulada cabellera castaña desvió el ataque sin esfuerzo aparente.
- ¿Están bien? - Hannia reconoció la voz de una mujer.
Cuando la chica apenas volvió su rostro no la reconoció inmediatamente, pero su aura era conocida.
Fiang se había quedado muy desconcertado al sentir las energías aparecer de la nada. Cuando se dio cuenta vio a alguien desviar el golpe que se dirigía a Hannia, después pudo diferenciar el aura que sentía.
- Señorita Sakura - se sorprendió mucho al verla de pronto en ese lugar.
Sakura lo vio con preocupación, pues no paso desapercibido la cantidad de sangre que Fiang perdía, después sintió unas auras demasiado débiles. En una rápida inspección con los ojos al lugar se dio cuenta de donde estaba.
A lo lejos unas auras, dos débiles con un alto grado de magia, al lado de otras que no parecían poseerla. A un lado dos auras oscuras, una de ellas era Zeshin y la otra no la había sentido nunca, pero era mucho más oscura que la de su examigo. Más cerca Fiang con la cara de sorpresa y muy lastimado. Tras ella Hannia con alguien en sus brazos, que en el momento no reconoció.
Zeshin estaba a un lado de su hermano tan sólo observando al igual que él.
- ¿Qué hacen aquí? - pregunto muy enojado el hombre.
- Sólo queríamos ver cómo ibas, parece que no te han dado problemas - parecía que su hermano realmente tenía pensado acabar con todo.
- Sólo déjame terminar el trabajo, y NO te metas - el hombre dio unos pasos al frente y se quedo parado observando a Sakura.
- No lo haré, si tu no te metes con lo mío - Zeshin se cruzo de brazos y se dispuso a observar.
Sakura camino hacia Fiang, estaba muy preocupada.
- Señorita Sakura - Fiang apenas podía creer que realmente fuera ella.
Sakura se paro frente a él y con ambas manos tomo el brazo herido de Fiang haciéndolo muy suavemente. Aún así, el dolor hizo que Fiang hiciera una pequeña mueca de dolor. Las manos de Sakura comenzaron a brillar mientras esta le regalaba una sonrisa.
- Quedamos en que me llamarías Sakura - muy delicadamente retiro sus manos.
Fiang estaba extrañado, el dolor desapareció y le dirigió una mirada asombrada a Sakura.
- Tuve que aprender hechizos de curación, nunca se sabe cuando servirán. Pero funcionan con la mayoría de las heridas.
Dio la vuelta para dirigirse a donde estaba Hannia. Fiang aún veía el lugar donde había estado la herida que ahora estaba casi completamente cerrada, y había dejado de sangrar.
Zeshin veía extrañado a su hermano.
- ¿Por qué no los atacas ahora?
- Estoy siendo midiendo el poder de tu querida amiga.
Sakura se inclino quedando frente a Hannia, quien la veía muy extrañada.
- ¿Sakura?
Kinomoto sólo asintió, mientras buscaba en Rikyu la herida.
- Esta en su espalda - indicó Hannia.
Sakura pasó su mano por la espalda del Rikyu y comenzó a hacer el hechizo.
- Este ha sido mucho peor, no lo podré curar por completo, sólo trataré de brindarle un poco de mi energía para que sobreviva - su aura subió un poco, mientras se concentraba en el hechizo.
Hannia aún no creía lo que veía. La Sakura que tenía enfrente era muy diferente a la que vio la primera vez, su aura también lo era, era muy poderosa, aún el hechizo que ella utilizaba para curar era más fuerte que el de ella misma.
Sakura se levanto. Con gusto Hannia se dio cuenta del cambio en el aura de Rikyu podía sobrevivir, pero permaneció inconsciente.
Sakura se paro y camino al frente de los hermanos.
- ¿Quién esta atrás de todo esto?
Ambos hermanos permanecieron callados, con la vista fija en la joven Kinomoto.
- Sé, que ustedes no lo están dirigiendo, hay alguien más. ¿Quién es?
- Prefiere quedar en anonimato - al hombre le pareció interesante aquella chica.
Fiang y Hannia pronto pararon a los lados de Sakura. Esperando lo inminente.
- Si desean pelear, los espero.
Fiang frunció más el ceño, realmente le molestaba la actitud de ese sujeto, era muy arrogante. Parecía que no le importaba nada, ni siquiera que dos de los más grandes personajes del círculo de Oriente estén muertos en un sólo ataque.
Hannia por un lado estaba muy sorprendida, quería preguntarle muchas cosas a Sakura, entre ellas el paradero de Shaoran, pero obviamente ese no era el momento adecuado. Por un lado se sentía aliviada, su madre estaba a salvo. Aunque aún le preocupaban su amiga Mei y la chica Daidoju. Pero ellas estaban algo alejadas del lugar.
No muy lejos de ahí...
- ¿Qué crees que este pasando? - pregunto Tomoyo, tratando de ver a lo lejos, pero la neblina lo hacía imposible.
- No lo sé - Mei aún sostenía a su tía, quien al parecer no tenía nada grave, sólo había quedado muy débil por el esfuerzo.
- Hace unos momentos los ataques cesaron, ¿crees qué...?
- No lo digas, seguramente ellos están bien - aunque lo decía Mei no estaba segura de ser cierto, pero debían estar bien o por lo menos es lo que deseaba.
- ¿Qué haces? - Mei se alarmo al ver que Tomoyo sigilosamente iba al lugar de la batalla.
Tomoyo la volteo a ver y le sonrió.
- No te preocupes sólo iré a ver.
- Pero...
Tomoyo caminaba despacio entre los escombros del lugar.
- ¡Espera!
- ¿Qué pasa?
- Yo también voy.
- Pero y las señoras...
Mei señalo a unos metros, aún estaba en pie la habitación de donde estaban refugiados los sirvientes.
- ¿Por qué no me lo dijiste antes? - Tomoyo hizo una cara molesta.
- Ji, ji, es que hasta ahora lo recordé - a Tomoyo esa actitud le recordaba a su querida amiga Sakura.
- Podemos dejarlas ahí.
- Esta bien.
Con algo de esfuerzo -porque no estaban habituadas a llevar más peso que el propio- llevaron los cuerpos inconscientes y los dejaron en el lugar que ellas pensaron era seguro y se dispusieron a ir a observar.
- ¿No crees que es peligroso? - Mei tenía un poco de miedo.
- Puedes quedarte si lo deseas - Tomoyo estaba muy firme en su decisión aunque una parte de ella también sentía miedo.
- No, también quiero saber lo que sucede.
Ambas comenzaron a caminar en dirección a donde estaba la batalla.
Era de madrugada aproximadamente las 2 o 3 de la mañana cuando un viento helado recorrió el lugar, lleno de escombros y un olor a muerte se hacía presente. Todos los combatientes estaban observándose, examinándose, tenían experiencia en batallas de magia, pero nada los había preparado para lo que ahora vivían.
La que estaba imperturbable, inamovible, analizando, con mucha seriedad y hasta cierto punto imponente, era la mismísima Sakura. Parecía muy segura, ahora, muchos de los que la habían conocido negarían que fuera ella, en una actitud muy madura y seria, estaba frente a su enemigo con una mirada indiferente. A pesar de que no lo veía de frente, sino que veía a su hermano, también estaba atenta a los movimientos de su examigo.
Ese viento frío paso de nuevo, helando las mejillas de los tres jóvenes que se prestaban a pelear. Pero su sangre corría por su cuerpo con gran rapidez estaban muy alertas a pesar de no haberse movido desde hace un buen rato.
- Empecemos, no tengo todo el día como para desperdiciarlo con ustedes.
Una aura negra que de su cuerpo se desprendió, envolvió a todos los presente provocando un escalofrío. Su aura se elevo de un golpe, Hannia y Fiang tuvieron que retroceder y cubrirse para evitar salir volando. Mientras Sakura, parecía no afectarle en lo más mínimo, tan sólo su hermoso vestido se movía con el aura.
Zeshin tan sólo observaba a Sakura, sin prestarle atención alguna a lo que su hermano hacía. Sólo cuidaba que cumpliera su palabra.
El destello del aura malvada no fue sólo por que sí, tenía la intención de despertar a las sombras que yacían en la oscuridad. Mismas que se levantaron del suelo dispuestas a atacar.
- Es hora de acabar - sentencio el hombre.
Las sombras que del suelo se levantaron comenzaron a tomar figuras de personas, poco a poco comenzaron a moverse y rodear a los tres combatientes. Hannia y Fiang se colocaron de tal manera que se protegían entre los tres la espalada, esperando los inminentes ataques de las sombras.
No tardaron mucho en averiguar lo que éstas podían hacer.
El circulo de sombras que los rodeaba comenzaron a acercarse más a los chicos, sus ojos rojos eran o único que podía ser distinguido de ellos.
Los ataques empezaron entre las sombras que los rodearon dando vueltas a su alrededor mientras comenzaban, unos a lanzar golpes directos, otros pequeños hechizos o incluso otros lanzaban humo que salía de lo que parecía sus bocas. Al respirarlo Hannia sintió como poco a poco su cuerpo dejaba de responder a los ataques, sus movimientos eran mucho más lentos y torpes y su escudo se debilitaba. Por su lado Fiang recibía muchos golpes en los pies y en el pecho, su escudo no podía mantenerlos alejados.
El hermano de Zeshin veía sonriente lo que sucedía en esos momentos. Mientras en los labios de Zeshin se formaba una sonrisa burlona.
Tomoyo y Mei llegaron muy sigilosamente atrás de una pared destruida. Se asombraron de lo poco que podían ver. Estaban dos figuras que parecían ser de hombres, pero su figura no se les hacía conocida, por lo que no intentaron acercarse. Estas figuras veían lo que parecía ser un enorme remolino negro que giraba, impidiendo ver lo que dentro se encontraba.
- ¿Quiénes son ellos? - Mei veía extrañada a los personajes que se encontraban ahí - ¿Y dónde esta Hannia, Fiang y Rikyu?
Tomoyo estaba muy atenta a los sujetos que veían el extraño
Tomoyo tomo la iniciativa y trato de acercarse más.
- ¿Qué haces? - Pregunto Mei alarmada.
- Quiero saber quienes son - Tomoyo se movía cuidando no ser descubierta y acercándose lo más posible.
- Por los cielos - dijo bajito Mei y después la siguió.
Unos metros más cerca, pudieron ver la cara de los sujetos.
- ¿Los conoces?
- No - Mei los veía extrañada, no le parecían conocidos.
- Pero... - Tomoyo presto atención a lo que Mei decía con la cara muy seria.
- Pero... ese chico de cabello castaño ES GUAPISIMO - Dijo Mei con corazoncitos en los ojos y otros que giraban a su alrededor.
La expresión de Mei, hizo sonreír a Tomoyo, pero siguió observando a Zeshin, algo en él realmente le llamo la atención.
- No crees que la subestimas - dijo Zeshin con su risa burlona.
De un momento a otro Hannia y Fiang sintieron el aura de Sakura crecer de una manera increíble. De ella se desprendió una gran cantidad de energía, su aura se expandió. Obligando a las sombras a retroceder y a otras fueron destruidas. Ya que su aura era calida y llena de luz, algo que no era soportada por las sombras. Fue tanto el poder desprendido que incluso alejo la neblina negra que cubría todo el lugar. Dejando de nuevo reinar a la luz de la luna que brillaba tanto que parecía ser el mismo sol.
- Probablemente tienes razón - dijo el hermano de Zeshin, no estaba enfadado, en realidad estaba interesado en esa "amiguita" de su hermano, tal vez era su perfecta oportunidad.
El destello del aura de Sakura hizo que tanto Mei como Tomoyo, pudieran observar a todos de una mejor manera. Pero al sentir la energía cubriendo el lugar a Tomoyo le pareció muy conocida, demasiado. Tardo unos instantes en reconocerla.
Mei aún se tallaba los ojos del resplandor. Tomoyo de inmediato busco con la vista al dueño de tan poderosa energía.
- Es Sakura - dijo en susurro.
- ¿Sakura? ¿Dónde? - con un ojo medio cerrado Mei se apresuro a buscarla.
- Ohh cielos - dijo Tomoyo.
- ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Dónde? - Mei se frotaba una y otra vez los ojos para ver lo que a Tomoyo la impresionaba.
Una vez que pudo observar, vio finalmente a Sakura y apuntandola incrédula pregunto.
- Esa es Sakura.
- Ohh cielos.
- ¿Qué? ¿Qué? anda dime ya, ¿Qué pasa?
- ¿No es preciosa? Se ve genial - Tomoyo tenía sus manos entrelazadas y la veía con estrellitas en los ojos.
Sakura se veía mucho mejor que cuando la última vez.
Mei tenía muchas gotitas en la cabeza. Al parecer la admiración que tenía de pequeña Daidoju hacia Sakura aún permanecía. Daidouji no cambiaría, penso alegremente Mei.
Pero de pronto ambas vieron más serias la batalla.
- ¿Qué piensas hacer? - pregunto Zeshin a su hermano.
- Terminar de una vez - sentenció su hermano y camino para acercarse a sus contrincantes.
Fiang y Hannia estaban de nuevo a los costados de Sakura. Muy sorprendidos del poder de la excard captor, incluso Fiang estaba más que sorprendido.
- Parece que realmente te subestime Kinomoto - dijo mientras se acercaba lentamente a Sakura.
Ella permanecía inamovible, imponente y una mirada muy segura. Cosa que sorprendió aún más a Mei y Tomoyo.
Fiang y Hannia tomaron posiciones de combate.
El hermano de Zeshin saco un báculo violeta con un extraño símbolo en la parte superior, era muy grande. Comenzó a brillar mientras él se lanzaba al ataque con varios hechizos que iban contra Fiang y Hannia, quienes con dificultad lo esquivabaron. Quedando muy lejos de Sakura.
Mei y Tomoyo estaban aterradas de lo que veían.
En lo que pareció un ataque a Hannia y Fiang, el hermano de Zeshin se dirigió con todas sus fuerzas hacia Sakura. De un hechizo muy poderoso rompió el escudo de Sakura, quien quedo de frente ante el hermano de Zeshin.
Zeshin frunció el ceño, ¿Qué rayos estaba haciendo su hermano?
- Tu, tu eres la culpable - el hombre tenía una mirada de odio hacia Sakura, quien sólo lo observaba casi indiferente a lo que él decía.
- Te odio, maldita - se acerco lentamente mientras en su mano una esfera de energía negra se iba formando.
Se detuvo bruscamente y se la lanzó de frente, Sakura apenas tuvo tiempo de invocar a su báculo. La energía choco con su báculo y se disperso. Sakura levantó una ceja, mientras sentía al hermano de Zeshin moverse tras ella. Estaba algunos centímetros tras ella, retiro algunos cabellos, descubriendo la oreja de Sakura y comenzó a hablarle.
- Eres una maldita, ¿lo sabías?, te odio por lo que has hecho.
- Pero el destino esta escrito y tú morirás y lo disfrutaré como no lo imaginas.
Se cambio de lado de Sakura y comenzó a hablarle al otro oído.
Zeshin comenzó a inquietarse, por la cercanía de ambos, sabía que su hermano no se detendría y con tal de cumplir sus objetivos sería capaz de faltar a su palabra.
Mientras tanto Hannia y Fiang seguían siendo atacados por las sombras que volvieron después del ataque del hermano de Zeshin, ahora parecían más poderosas. Realmente estaban comenzando a fatigarse. Si eso continuaba igual era casi seguro que morirían.
- Morirás y reiré viendo tu tumba - dijo y se poso a su lado.
Fiang y Hannia eran acorralados sin salida alguna, los atacaban por todos lados.
El hermano se Zeshin levanto su mano y atrás, en la espalda de Sakura comenzó a formar una esfera negra.
- Lucharé - dijo Sakura, sin mirar siquiera a quien tenía a su lado.
- Lucharé y venceré - dijo muy segura. Levanto su báculo, el brillo de la estrella de siete picos brillo fuerte junto al símbolo de Hikaru. El resplandor se dirigió de nuevo a las sombras que atacaban a Hannia y Fiang, ellos sólo sintieron una cálida y hermosa aura alrededor, mientras las sombras eran definitivamente destruidas. De la misma manera se desintegró la esfera negra que tenía preparada el hermano de Zeshin.
Mientras Zeshin se ponía más a la ofensiva, presintiendo que algo no estaba bien.
- ¡Eres una maldita! - grito el hermano de Zeshin mientras en un movimiento muy rápido que tomo a Sakura por sorpresa se puso al frente y la ataco soltando una esfera negra directo al estomago de Sakura.
Ella, por estar con el hechizo descuido su cuerpo. Fue golpeada de manera violenta por el hermano de Zeshin, quien sólo reía muy satisfecho. Sakura retrocedió unos pasos, tratando de respirar, el golpe le había sacado el aire, sin embargo se mantenía en pie. Le tomo unos segundos para recuperar la respiración.
Mientras la mirada del hermano de Zeshin hacia ella era de un odio total. De nuevo Sakura recupero su pose. Fue muy descuidada al dejar sin protección a su cuerpo, pero sabía que cada vez que desplegaba su poder, en un momento de los ataques, quedaba sin protección. Era el punto débil de su poder, aún no lo controlaba por completo.
Frunció levemente el ceño, mientras le dirigía la mirada indiferente al hermano de Zeshin. Este tenía una mirada burlona.
Fiang fue a atender a Hannia, quien estaba demasiado cansada para continuar, a pesar de ser la mujer más fuerte de todo el círculo de oriente. Estaba agotada, no estaba acostumbrada a tan poderosos ataques, y más que poderosos, continuos.
Hannia, se tuvo que sostener de una ruina de lo que fue una hermosa pared de la mansión Li.
- ¿Estas bien? - Fiang la ayudaba a sentarse en otro lugar.
- Creo que sí - su cuerpo estaba débil.
Fiang estaba temiendo mucho, si la batalla continuaba con ese ritmo, ellos no podrían luchar. Pero hasta ahora la que los había salvado era Sakura. Pero esos sujetos eran dos y ella estaba casi sola. Pues ellos no eran de gran ayuda.
- ¿Qué esta pasando? - preguntó Hannia viendo al hermano de Zeshin y Sakura.
- Eso me gustaría saber - dijo Fiang también viendo a la pareja.
- Tienen unos poderes sorprendentes - dijo Hannia, cuando vio como era atacada Sakura.
- Es cierto, nunca pensé que existieran personas con esos poderes.
- ¿Crees que podamos hacer algo?
- No lo sé Hannia, realmente no lo sé.
Ambos se quedaron observando lo que pasaba, pero muy atentos a lo que hacía Zeshin, pues hasta ahora había permanecido inmóvil, tan sólo observando.
Ambos decidieron no intervenir en la pelea que el hermano de Zeshin y Sakura sostenían, pues serían un estorbo. Por otro lado estaban muy atentos a los movimientos de Zeshin por si intervenía, en ese caso ellos entrarían en acción.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
Yue, Kerberos y Shaoran llegaron al palacio. Ya se encontraba ahí Fuu y Touya, pues sintieron que sus auras se dirigían al lugar.
Shaoran había permanecido muy serio, a pesar de las constantes interrogantes de Kero, no contesto nada. Perecía perdido en su mundo de pensamientos, tanta confusión.
Llegaron a la sala donde todos esperaban impacientes los demás incluso se encontraban ahí el señor Gakusha y Eriol. Shaoran llego con la cabeza baja, parándose frente a los padres de Sakura que lo veían seriamente.
Todo quedo en silencio unos instantes. Tan sólo era percibido el olor tan agradable del lugar, pero incluso eso estaba cambiando. A raíz de los sucesos, de la neblina que invadía Hikaru, ese aroma había bajado de intensidad. Los habitantes del lugar se esforzaban al máximo para mantener las barreras, pero también sabían que eso sólo era temporal. La verdadera fuente del problema se encontraba en la tierra y era inminente la lucha, sólo rogaban que no se cumpliera el destino como estaba previsto.
- ¿Qué ha pasado? - el primero en manifestar el sentir del grupo fue el señor Fujitaka, le impresionaba la actitud del joven jefe del Clan Li, pues durante los días pasados se veía diferente, era más extrovertido en cierta forma y se le veía más alegre. Pero ahora parecía llevar un enorme peso en su alma.
A pesar de la desaparición de su hija tanto los esposos Kinomoto y Eriol parecían despreocupados, como si supieran algo que los demás no.
- No lo sé - dijo sin atreverse a levantar la mirada.
Touya frunció el ceño estaba a punto de ponerse a gritar muchas cosas en contra del joven Li, pero la mirada de su madre lo hizo desistir. La mirada de su madre le decía que tuviera calma.
- No recuerdo mucho de lo que paso - Así en tono bajo y un tanto culpable, Shaoran relato lo poco que recordaba sobre lo que paso.
Después de la explicación todos quedaron de nuevo en silencio.
- Es mejor prepararnos - dijo llamando la atención la señora Kinomoto.
- Dentro de tres días regresarán a la tierra, es muy probable que Sakura se encuentre allá.
Shaoran se animo a subir la cara para encontrarse la cara de apoyo de la señora Kinomoto.
- No te preocupes, ella esta bien - le dijo en tono conciliador, que tuvo el poder de tranquilizar el alma de Shaoran.
- ¿Quiénes regresaremos? - dijo apuntándose Touya.
- No pueden ir todos, las barreras deben ser vigiladas y a medida que pasa el tiempo pueden debilitarse y es mejor que se queden a ayudar a los habitantes de aquí- Fujitaka estaba muy centrado en lo que pasaba, a pesar de todo.
- El joven Li, por supuesto que debe regresar - dijo la señora Kinomoto - seguramente lo están esperando.
Una sensación surgió en el pecho de Shaoran al recordar a toda su familia y a Hannia. Por una extraña razón, sabía que era el momento regresar. También tomando en cuenta que Sakura estaba allá.
- Yo iré - dijo inmediatamente Touya.
Ambos padres lo vieron con interés y absoluta comprensión. Ambos se miraron y con tan sólo hacerlo se comprendieron entre ellos.
- Esta bien.
- Yo también - tanto Yue como Kerberos dieron aun paso al frente.
- Somos los guardianes de Sakura y no la dejaremos sola - estaba absolutamente decididos.
- También iré - dijo la voz varonil de Eriol, después mostró su ligera sonrisa de siempre y agregó - soy el único que sabe como encontrar al último pilar.
- Yo también - la voz de Fuu se escucho. No la iba dejar sola, él estaría con ella.
Eran demasidos los que deseaban ir, eso se noto en la mirada del señor Gakusha, quien estaba aún preocupado por las barreras. Iba a protestar, pero la mirada de todos preocupados por Sakura le impidieron refutar.
- ¿Saben como comunicarse en caso de que pase algo? - preguntó el señor Gakusha, quería estar seguro de no correr demasiados riesgos dejándolos ir.
- Sí, lo sé - dijo Fuu, él era uno de los pocos que por medio de sueños o extraños hechizos podía contactar con Hikaru. Sólo personas muy especiales lo podían lograr.
- Bien es mejor que todos estén preparados hasta entonces.
Todos tomaron diferentes caminos.
Era una mañana hermosa, como siempre en Hikaru. Pero algo estaba mal. Shaoran caminaba pensando en tantas cosas, ahora regresaban a su mente las preocupaciones de las que se había olvidado hace algún tiempo. La ausencia de Sakura lo afectaba mucho, demasiado. A pesar de que pretendía seguir entrenando hasta que el momento llegara, se sentía diferente, le faltaba algo.
- ¿Pasa algo? - escucho una voz a su lado.
Iba tan ensimismado que nunca se dio cuenta de que alguien lo acompañaba.
- No lo sé - sin voltear a ver a Eriol siguió caminando sobre el verde pasto.
- ¿Estas preocupado por lo que depara el destino? - dijo Eriol caminando a su lado.
Entonces el joven de cabello marrón le presto atención.
- ¿Porque todos hablan del destino?
Eriol sonrió.
- El destino, muchos no creen en él otros sí. Nadie puede escapar a su destino.
- Estas diciendo que todo cuanto vivimos esta previamente determinado.
- Probablemente.
Destino. Escucho hablar del destino a Sakura, escucho también decirlo a quien Sakura llamaba Zeshin. ¿Por qué era tan importante? ¿Y según ellos qué les esperaba? No tenía mucha información en el círculo sólo sabían que había un gran fenómeno que se presentaría, pero era esperado para unas décadas después.
- ¿Cuál es el destino de Sakura? - bien, quería ir al grano y seguramente Eriol sabía más de lo que decía.
Eriol sonrió, mientras era observado atentamente por Shaoran.
- No lo sé - dijo sinceramente.
Shaoran levantó una ceja como gesto de no creerle.
- Me gustaría decírtelo, pero ni yo mismo lo sé. Lo que sé es que unas cuantas personas han tenido sueños premonitorios y sólo ellos lo saben. Pero no lo han hablado, no estoy seguro, pero parece que Fuu lo sabe.
- ¿Por qué no le preguntan?
- Él se niega a decir nada, sólo dice que siempre estará para ayudar a Sakura.
Entonces Fuu lo sabía, pero quién más podría informarle. Se quedo pensando unos instantes. Pero ya que estaba con Eriol decidió no perder la oportunidad.
- ¿Podemos entrenar mientras llega el momento? - Eriol sonrió aún más era de esperarse del joven Li. Siempre tratando de superarse a sí mismo y de ser el mejor. Pero sabía exactamente cuál era el fondo de todo aquello.
- Esta bien, entrenaremos.
Pensaba que para lo que seguía era necesario estar prevenidos. Él estaba seguro del bienestar de la joven Kinomoto y aunque Li no lo manifestara sabía que estaba preocupado por ella y por los sucesos que se aproximaban. Pues a pesar de no saberlo con claridad, lo presentía.
§ § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § § §
La mirada de ambos era totalmente diferente. Ambos combatientes empezaban a estar muy molestos, cada quien por sus razones.
- Fuiste tu quien los mato - dijo Sakura apuntando a los cuerpos inertes de los ancianos del círculo. Hace unos segundos se había percatado de sus cuerpos.
- Así es, qué piensas hacer - dijo retándola.
Sakura frunció más el ceño, mientras el hermano de Sakura desplegaba su poder aumentándolo más y más. Y a medida que lo hacía Sakura reconocía la energía era demasiado parecida a la que desprendía la neblina que invadía al lado de luz de Hikaru. Eso la molesto mucho.
Su energía también comenzó a incrementarse de manera sorprendente.
Zeshin estaba muy atento a las auras de ambos, pero permanecía inmóvil, con una lucha interna.
Fiang y Hannia sólo observaban también muy asombrados y esperando cualquier reacción de Zeshin.
Tomoyo y Mei sólo tenían muy grandes los ojos. Apenas se habían percatado del ataque contra Sakura, ya que fue muy rápido.
- Tú lo has querido - dijo el hermano de Sakura.
Saco su báculo, que resplandeció con brillo violeta. El cielo de nuevo apareció nublado, nubes negras lo cubrieron en segundos y rayos comenzaron asonar por todo el lugar. Intensificando su número y poder.
El sonido era ensordecedor tanto Mei, Tomoyo, Hannia y Fiang tuvieron que cubrirse las orejas.
Mientras Zeshin, su hermano y Sakura permanecían como si nada pasara.
El hermano de Zeshin levanto los brazos y en sus pies se comenzó a formar el mismo símbolo que tenía su báculo, brillando en color violeta con gran intensidad.
Ahora Zeshin si tenía la cara preocupada, ese era uno de los hechizos más poderosos de su hermano. Debía estar alerta.
Los rayos se intensificaron, parecía que llovía. Pero en lugar de agua cayeran ruidosos truenos que hacían vibrar todo el suelo, era un espectáculo aterrador.
El símbolo del hermano de Zeshin comenzó a parpadear, signo de que estaba llegando a su máximo poder.
- ¡Rayos! - Zeshin conocía el nivel de su hermano y seguramente era el mismo que Sakura. No, su nivel era mayor.
Comenzó a acercarse lentamente hacia donde estaba la pelea.
Sakura permanecía tan sólo viendo al hermano de Zeshin, preparándose mentalmente para lo que venía, incluso preparando un hechizo. En otras circunstancias seguramente estuviera llorando bajo la cama por la intensidad de los truenos. Pero ahora estaba decidida.
El hermano de Zeshin termino de reunir su poder, lo concentro y lo dirigió a Sakura. Todos los truenos se dirigieron entonces a Sakura todos, con una enorme intensidad.
A pesar del ruido, todos los que tenían poderes sintieron la terrorífica cantidad de energía negativa que se dirigía a Sakura, temieron por ella.
El trueno sono como una bomba destructiva. Incluso los escombros que había por esos lugares salieron volando muy lejos y en la tierra se formo un enorme hoyo.
Todos buscaron de manera apresurada a Sakura.
Quien para su alivio estaba con su báculo en posición de defensa y conteniendo el ataque.
- Así me gusta, haber si puedes aguantar esto - dijo malévolamente el hermano de Zeshin.
Conteniendo con una mano el ataque que sostenía contra Sakura, con la otra mano saco un extraño objeto color negro. Susurro unas palabras e inmediatamente de este objeto salía algo, una especie de líquido negro que se dirigió hacia Sakura.
Sakura veía lo que pasaba, tenía tomado a su báculo con amabas manos y sabía que si sólo quedaba con una mano para protegerse era seguro que el primer ataque la mataría. Cuando vio acercarse el líquido negro no se le ocurrió otra cosa que llamar a su querida carta.
- Shield - grito, sabía que la carta se encontraba en Hikaru, pero también sabía que había una remota posibilidad que escuchara su llamado y se presentara en su ayuda.
Al ver cada vez más cerca el extraño liquido sólo cerro los ojos, para su gusto, al abrirlos se encontró en una esfera. Era escudo que la protegía del líquido negro que buscaba entrar a donde estaba ella.
- No aguantará por mucho tiempo - dijo el hermano de Zeshin.
Zeshin comenzaba a preocuparse.
- Escudo..., gracias - sonrió viendo a su querida carta.
- Es hora de contraatacar - Comenzó a concentrarse para atacar.
Escudo comenzó a brillar y debido al poder de su ama contrarresto al extraño liquido, quedando tirado a los pies de la excard captor.
El hermano de Zeshin estaba algo sorprendido al igual que los demás presentes. Pero también se prestaba a comenzar otro ataque.
Sakura mantuvo su aura alta y al levantar su báculo.
De pronto, todo pareció pasar lentamente.
De un momento a otro se vio cubierta de sangre, sentía y veía sangre en sus brazos y en su hermoso vestido. Sin poderlo evitar cayo pesadamente.
- ¡¿Qué?! - nadie podía creer lo que estaba pasando.
:::::::::::::::::
En menos de un segundo, en una centésima de segundo que duraba el momento que Sakura bajaba la guardia, durante el ataque, había pasado.
Una presencia estaba ahí, una presencia con el aura más oscura que nadie pudiera sentir. Era tal que tanto Mei como Tomoyo no la pudieron soportar y cayeron desmayadas al instante, poco falto para que pasara lo mismo con Hannia y Fiang, estaba casi desfalleciendo.
- ¿Qué paso?
Era una presencia tan terrorífica, era malvada, era maldad pura lo que se sentía no tenía comparación. Era como si todos los pensamientos negativos se juntasen en un sentimiento horrible que provocaba aquella presencia.
El hermano de Zeshin también estaba algo sorprendido. No pensó que su jefe en persona se le ocurriera presentarse ahí, así.
- Ja, ja, ja - su risa provocaba un miedo incomparable, era realmente horrible, la sangre se helaba y ningún movimiento era posible. Un tremendo frío podía percibirse además de los sentimientos más oscuros y crueles.
- Pero... señor - lo veía desconcertado el hermano de Zeshin.
- Vamos, no podemos hacer nada. Lo ha querido así.
- Pero regresaremos y entonces los derrotaremos para siempre.
- Pero... - quería protestar el hermano de Zeshin.
- ¡Vamonos! - grito y su terrible aura desapareció.
El hermano de Zeshin vio por última vez la horrible escena antes de desaparecer.
Por su parte Fiang y Hannia habían llegado al límite, simplemente esa aura era horrible y cayeron inconscientes.
- ¡NOOOOOOOOO! - un grito con un enorme dolor se escucho en toda el lugar. Incluso en Hikaru los corazones de algunas personas se sacudieron y un sentimiento inexplicable.
No lo podía creer, simplemente el cuerpo le cayo encima. Vio el cuerpo inerte sobre ella, sus ojos estabas semiabiertos. Parecía que aún vivía, epro en un segundo los cerro.
- Zeshin, Zeshin - hablaba con lágrimas en sus ojos.
- Zeshin - decía y miles de lágrimas recorrían su cara. No lo creía, no podía estar pasando. No, no ahora, no así.
Se acurruco abrazando el cuerpo de su examigo con fuerza. Eso no podía estar pasando, no. Seguramente era una pesadilla, como tantas otras y al despertar nada abría pasado, movía la cabeza negando y las lágrimas no dejaban de salir.
El frió clima estaba cambiando, todo el poder oscuro desplegado poco a poco se disolvía en el viento y con algunos rayos de sol que comenzaban a asomarse a lo lejos. La destrucción de la mansión Li, se hacía evidente, los cuerpos tirados, lo muertos de una batalla sin sentido.
Sólo sollozos eran escuchados.
- Zeshin, ¿por qué?
Sakura veía a un desfallecido Zeshin tirado en el suelo, cubierto de sangre por doquier. La había salvado del ataque de su jefe, en su momento de debilidad, se había interpuesto en un ataque cuyo destino era ella, él sabía que si la tocaba en esos momentos moriría.
Sus ojos color café, se abrieron lentamente para encontrarse, lleno de lágrimas derramados por unos ojos verdes.
- Pequeña - Sakura abrió los ojos con notable alegría.
- Estas vivo - dijo con alegría.
Se apresuro a buscar la herida más grande para curarla. Se encontraba en su pecho, la había protegido con su cuerpo. Conocía el hechizo, ese hechizo no podía desvanecerse, ese hechizo buscaba un cuerpo humano para dejarlo agonizante.
En un desesperado intento Sakura comenzó a hacer hechizos una y otra vez de curación.
Zeshin sólo la veía con ternura.
- Zeshin, por favor resiste, sé que podré curarte - decía animándole, engañándose a sí misma.
- Pequeña, Sakura - decía con mucha tranquilidad y queriendo llamar la atención de ella inútilmente.
De pronto Sakura comenzó a llorar amargamente en su pecho.
- Pequeña - esta vez le tomo la cara y lo obligo a que lo viera, pero al hacerlo sólo le partió el corazón. Sus ojos verdes no se veían por la cantidad de lágrimas que derramaba.
Con algo de esfuerzo levanto ambas manos y le limpio el rostro, jugando con sus lágrimas, recordando que en algún tiempo era así.
- Zeshin... ¿por qué?
- Jamás permitiría que algo malo te pase.
- Zeshin, puedes curarte.
- ¿Ahora eres tu quien desea cambiar el destino?
- ¿Destino? - repetía sin dejar de llorar. Entonces recordó, en sus sueños veía morir a tres personas, vio el rostro de su examigo y lo confirmo.
- Sí, Sakura yo debía morir, no sé si era ahora, pero ese era mi destino.
Esto hizo que Sakura llorara aún más.
- Sakura, pequeña. Antes de morir - Sakura sollozo aún más.
- Quiero que sepas que yo... - no sabía si decírselo o no, pero al final dijo lo que debía.
- Yo te quiero mucho Sakura. Tú me enseñaste muchas cosas, me enseñaste que no todas las personas son malas, me enseñaste a confiar en mi mismo y en las otras personas. Me enseñaste el valor de la amistad y del amor, la fortaleza que te dan, me enseñaste tantas cosas.
- Esta era la única manera de pagarte, era evitando el destino que tu quieres seguir- Zeshin sabía que el destino de Sakura era morir en la última batalla contra el jefe máximo de la oscuridad. Ese era el precio de la salvación de la tierra.
- Fue por eso que me encerraste en Tokio, por eso me secuestraste en Hikaru.
Zeshin sólo le sonreía a manera de contestación.
Las lágrimas de Sakura parecían no tener fin.
Zeshin levanto una mano y Sakura la tomo.
- También por eso hice una tontería.
- ¿Qué?
- Yo lo siento - dijo Zeshin quitando la mirada de Sakura.
La mano de Zeshin brillo con la de Sakura.
- Es mejor que recuerdes esto.
Sakura cerró los ojos un instante y sin poder evitarlo se sonrojo.
- ¿Que es esto? - le pregunto a Zeshin - es un sueño.
- No - Zeshin aún no la veía directamente - era mi último recurso para que vivieras.
- Zeshin que pretendías - de nuevo las lágrimas.
- Yo, yo... quería que tu tuvieras una razón para vivir y - entonces la vio a los ojos con una infinita ternura - de esa manera lucharas, sin dejarte llevar por el destino.
- Pero..., pero ambos se detuvieron antes de que algo más pasara, entonces decidí entrar yo y llevarlos a la oscuridad. Pero no contaba con tu poder.
- Te has vuelto muy poderosa, pequeña. Estoy orgulloso de ti. Pero por favor sonríe, sonríe sólo para mi, es lo último que deseo ver.
Con un esfuerzo del corazón trato de cumplir el deseo de su amigo. Sonriéndole tiernamente.
- Gracias - sus ojos se comenzaron a cerrar lentamente.
- Zeshin - Sakura lo llamaba.
- Yo te amo Sakura no lo olvides - su voz se estaba apagando cada vez más.
- Siempre estaré contigo pequeña, nunca te abandonaré - Sakura sólo apretaba el cuerpo cada vez más frío de su amigo.
- Búscame en tu corazón... y ahí estaré - dijo en susurro, mientras su mano perdía fuerza y su aura quedaba extinta.
- Zeshin, Zeshin... - Sakura lo veía y movía casi violentamente. Su cuerpo yacía inerte.
- ¡NOOOOOOOOOOOO! - Su grito junto a una explosión de su aura se hizo sentir en todo el lugar.
Mientras el cuerpo de Zeshin estaba inmóvil, pero una pequeña sonrisa iluminaba su rostro pálido y sin vida.
