Capitulo 22

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Viernes 6 de la tarde.

Bosque de Tokio, cercano al departamento de Sakura.

Todos se encontraban en el lugar de las batallas. Sakura, Tomoyo, Ieran Li, Mei, Fiang y Hannia. Esperando a que la posición de la luna estuviera en su punto para lograr la transportación.

Había llegado la hora del regreso.

Ieran Li sólo observaba el cielo, no quería perderse la llegada de su hijo, además existía la posibilidad de que fuesen atacados y ella no se quedaría con lo brazos cruzados. Había estado investigando los hechizos más poderosos para la batalla y se sentía más preparada.

Sakura, Tomoyo y Mei también esperaban, Mei estaba más ansiosa caminando de un lado a otro. Tomoyo observaba a Sakura que estaba con la mirada perdida en las estrellas.

Ahora vería a Shaoran, pero una idea no dejaba de dar vueltas en su cabeza, ¿acaso él recordaría el hechizo de Zeshin? Con la muerte de su amigo, no tenía idea de las repercusiones. Tomoyo la observaba, estaba muchísimo más distraída que los días pasados.

Hannia y Fiang platicaban sobre el extraño ambiente que se sentía en el lugar. Sin duda era muy especial, aún se sentían los restos de energía impregnados en todo el bosque, era un punto estratégico.

15 minutos después un calido viento comenzó a sentirse. Rápidamente Sakura se levanto de donde estaba sentada y dirigió su vista a un lugar cercano. Todos la imitaron. Cuando se dejo ver una neblina violeta que giraba en el lugar, después cambio a blanco.

- Llegaron - dijo Sakura.

Todos prestaron atención.

El remolino se hizo blanco y comenzó a estabilizarse tomando forma de un hoyo blanco. Luego con una luz tenue brillo indicando que la hora de la transportación había llegado.

El primero en salir fue Shaoran.

El chico salió del remolino con los ojos medio cerrados por la intensidad del viento y poco a poco los abrió encontrándose de frente a todos que lo veían, con notable alegría. A la vez que tanto Ieran, Hannia y Fiang notaron lo diferente que se veía, no sólo parecía que su salud era mejor que cuando desapareció del hospital, sino el aumento de su poder, que a pesar de estar estable era muy superior. Shaoran los vio a todos y les sonrió, cosa algo extraña para ellos. Shaoran recorrió la vista hacia todos.

Tomoyo sonrió, contenta de verlo, como todos los demás. Pero en esta ocasión le interesaban mucho las actitudes del chico hacia Sakura o a Hannia. Tal vez aunque no dijera nada, sus actos delatarían lo que sentía y no perdería detalle de ellos. Atenta a cada movimiento y a cada mirada del chico de cabello marrón para saber quien ocupaba sus pensamientos o si tenía suerte, su corazón. Eso era lo que su presentimiento le decía que debía hacer.

Sakura cuando lo vio salir, se alegro de verlo pero luego bajo la mirada recordando.

Shaoran recorrió su vista por todos mientras lo veían con visible alegría, después de tanto tiempo.

Pero su mirada se detuvo en Sakura.

- ¿Será posible? - Tomoyo los miraba a ambos, no quería perder detalle. Shaoran se dirigía directamente hacia Sakura. O eso fue lo que percibió Tomoyo, ya que estaba un poco alejado.

Pero lo que parecía que revelaría mucho, se trunco, pues Mei se abalanzaba sobre él y no lo dejo seguir su rumbo. A la vez que la señora Ieran, Fiang y Hannia iban en su encuentro.

- Rayos - pensó Tomoyo. Quería comprobar que el chico estaba más preocupado por su prima que por su prometida.

Mei que esperaba un regaño por su comportamiento, pero Shaoran sólo sonreía por verlos. Mientras todos preguntaban de su salud, y le daban la bienvenida y él, contestaba amablemente.

- Me alegra tanto que estés bien, hijo - obviamente la preocupación de una madre nunca faltará ante la ausencia de un hijo. Por muy poderoso que éste sea o lo fría que sea una madre. Ieran se acerco y lo abrazo sutilmente y fue correspondida de la misma manera.

Nadie se esperaría a Shaoran Li o a Ieran Li tomando esos comportamientos, sin duda ambos estaban demostrando que a pesar de todo se tienen un profundo cariño y respeto.

- Estoy bien madre, no tiene porque preocuparse - sonrió para afirmarle su estado.

- Has incrementado mucho tu poder - afirmo Fiang, algo sorprendido por sentir su poder.

- Estuve entrenando - estaba contento de volver a ver a su mano derecha.

- ¿Estas seguro que estas bien? - pregunto Hannia con tono bajo mientras se acercaba a él.

- No te preocupes - dijo pasando su mano por la mejilla de la chica - me cuidaron bien - dijo recordando su estancia, para luego voltear a ver a Sakura.

Ella se encontraba en esos momentos recibiendo a Touya, que había sido el segundo en salir del remolino. A pesar de las muecas de su hermano, ella lo recibió con un gran abrazo.

- Monstruo, pareciera que tiene mucho tiempo que no nos vemos.

- Lo sé pero me alegra mucho que estés aquí.

Así poco a poco llegaron todos. Kero y Yukito que fueron recibidos con gran alegría por Tomoyo y Sakura, después llego Eriol con su imborrable sonrisa y como la vez anterior Sakura lo recibió con un gran abrazo. Que Touya y Shaoran observaron interesados. Y finalmente Fuu, que no se quedo sin una demostración de alegría de parte de Sakura.

- Monstruo, quieres dejar de asfixiar a todos, parece que no nos has visto en años - dijo con cara molesta Touya.

- Lo siento - dijo un poco apenada. Pero realmente sentía que necesitaba esos abrazos.

- Por lo menos no abrazo al odioso mocoso - pensó contento Touya.

Después de que el portal se cerró, se reunieron todos y se presentaron entre ellos. Un poco o mucho de asombro se vio en los rostros de Ieran, Fiang y Hannia al conocer las identidades de los guardianes de Sakura, el guardián de Hikaru, Fuu y la reencarnación de Clow, Eriol. Todos se presentaron, claro que no falto la caballerosidad inglesa en Eriol, que como siempre se presento con un beso en la mano de las damas, haciendo sonrojar a Mei y sorprendiendo a Hannia.

Dejando un poco las circunstancias a un lado todos se veían satisfechos de verse.

- Creo pertinente y urgente una reunión con todos para que nos pongamos de acuerdo sobre las estrategias para la batalla - habló Ieran llamando la atención de todos los presentes.

Todos estuvieron de acuerdo.

El punto de reunión y el tiempo serían el siguiente día a las 10 am. en la casa rentada por la familia Li.

Todos comenzaron de regresar por el bosque.

Touya y Yukito hablaban sobre el lugar donde se quedarían. Tomoyo hablaba con Mei y Kero. Ieran caminaba con Fiang y Hannia, también arreglando detalles. Más atrás venían Eriol y Fuu hablando y al final se quedaron Shaoran y Sakura conversando.

- ¿Cómo estas? - pregunto Shaoran, aún preocupado por haber desaparecido con Zeshin.

- Bien, gracias por preguntar ¿y tu? - lo observó detenidamente.

- Muy bien también.

- Me alegro - dijo Sakura ofreciéndole una de sus sonrisas.

Shaoran no tenía idea de lo que había pasado, así que con un poco de timidez preguntó.

- ¿Qué paso con tu amigo?

- ¿Zeshin? Él... - dio un leve suspiro- él murió - con voz baja y con un poco de dolor aún en su voz.

Y mientras comenzaban a caminar lentamente tras los demás, le relato muy brevemente lo que paso.

- Lo siento - dijo Shaoran comprendiendo un poco a Sakura.

Sakura de nuevo dejo escapar una lágrima, después de todo la pérdida era demasiado cercana.

- Lo querías mucho - afirmo Shaoran viéndola directamente al rostro.

Sakura se detuvo bajando la cabeza, mientras pasaba por su mente su amigo.

- Zeshin - en su mente pasaban las imágenes de su amigo y recordó todo lo que había hecho por ella.

Shaoran no sabía que pensar, aquel que le pareció uno de los seres más malvados había perdido la vida protegiendo a Sakura, realmente Zeshin había dado todo por ella. Se detuvo al frente de ella una sensación desconocida para él estaba en su pecho. Pero se le partía el corazón tan sólo de verla con el rostro triste.

Sin pensarlo hizo lo que su corazón exigía. Se acerco a ella un tímidamente y la abrazo. La abrazo de la misma manera que cuando Yukito la rechazó, de manera consoladora y fraternal. Casi instantáneamente Sakura dejo de llorar al sentirse en cierta forma apoyada y protegida por Shaoran.

Pero de nuevo y como si fuera un Flash, ambos recordaron. Shaoran el supuesto sueño y Sakura lo que le mostró Zeshin. Estar juntos, tan cerca era esa misma sensación.

Ambos se quedaron por unos momentos petrificados y sintiéndose mutuamente. Ya no era simplemente un consuelo, ambos sentían calidez dentro muy dentro de su corazón.

- Oigan chicos... - de entre los árboles llego Tomoyo y los vio ahí, Shaoran abrazando a Sakura.

Cuando se dieron cuenta rápidamente se alejaron uno del otro un poco nerviosos.

Tomoyo sonrió para sí y como si no hubiera visto nada...

- Los estamos esperando - dijo se dio la vuelta y comenzó a caminar lo más rápido que podía.

- Lo sabía, lo sabía, aún hay esperanza - pensaba muy emocionada Tomoyo.

- Pero ¿y Hannia? - eso estaba muy difícil, no quería que ninguna perdiera lo que quería pero...

- ¿Dónde esta Sakurita? - preguntó un indignado Kero, que estaba siendo agarrado por Mei. Touya estaba siendo entretenido por Yukito y no se había percatado al igual que Ieran y Fiang.

Pero Hannia si se había dado cuenta de que aún no llegaban, miró hacia el bosque esperando a verlos.

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- ¿Plan? - el hermano de Zeshin no estaba nada de acuerdo con lo que su jefe decía.

- Divide y vencerás.

- Ahora es imperativo separarlos.

- ¿Separarlos?

- Si están reunidos será mucho más difícil.

- ¿Cómo?

- Los círculos del mundo son nuestros, las personas que fueron poseídas por nosotros estarán encargados de propagar el terror y la muerte.

Samui se sorprendió, realmente no había estado muy atento a lo que pasaba con los infectados por los pilares negros.

- Mira - el sujeto alto y cubierto hizo un movimiento con un báculo negro, en cuyo extremo permanecía un pentagrama oscuro con extraños símbolos rojos grabados. Era la primera vez que Samui lo veía.

En un movimiento circular formo una especie de pantalla. Como si fuera una película, a través de ella se veía a las diferentes personas infectadas. Todas aparecían haciendo cosas normales.

- Ahora empieza la diversión - burlonamente el sujeto rió e hizo otro movimiento, los símbolos rojos brillaron con mayor intensidad.

Las sombras de los pilares negros que habían permanecido quietos y callados se pararon alrededor de la pantalla.

- ¡Ahora! - ordeno el sujeto.

Las seis sombras desplegaron sus extraordinarias y brillantes alas negras, sus ojos negros se volvieron rojos y levantaron las manos.

En la pantalla las personas poseídas comenzaron a contorsionarse como si tuvieran terribles dolores en sus entrañas. Después de algunos segundos, todos se levantaron con los ojos centellantes y rojos, de sus cuerpos mortales comenzaron a surgir terribles deformaciones. Aterrorizando a todos a su alrededor, pero no sólo eso. Comenzaron a manejar poderes, de distintos tipos y clases atacando a todo lo que había a su alrededor.

- Pero ¿cómo? - Samui se sorprendió de aquello.

El sujeto lo miró. Los pilares negros contrajeron sus alas y se retiraron un poco.

- Los seres humanos tienen grandes poderes, sólo que ni ellos mismos lo saben. Están tan sumergidos en el mundo material que difícilmente se buscan a sí mismos. Eso es lo que los hace débiles, su falta de confianza en si mismos y en los demás. Todo el dolor que les provoca siempre lo llevan dentro, y es necesario sólo un pequeño estimulo para que todo ese sufrimiento y maldad salgan.

- Eso fue lo que hicieron los pilares negros - concluyó el hermano de Zeshin.

- Ya lo entiendes - el sujeto sonrió - Ellos además de poseer el poder para mandar la energía positiva hacia la parte de luz de Hikaru, también pueden hacer que resurjan con mayor poder la energía negativa. Ahora están a nuestro servicio. Toda la energía negativa que desprendan ellos mismos, y las personas a las que maten y aterroricen llegara a este lugar, destruyendo definitivamente la parte de luz de Hikaru. Esto tardará un poco de tiempo pero mientras tanto. Será su turno. Deben comenzar a atacar por distintos lugares al mismo tiempo. De esa manera ellos se verán obligados a dispersarse y será más fácil derrotarlos.

- Esta bien - finalmente convencido Samui se dispuso a irse.

- No seas impaciente Samui - dijo el sujeto.

- Debemos esperar sólo un poco, mientras los humanos poseídos mandan energía negativa, de esa manera el poder de los pilares negros aumentara.

La sonrisa de satisfacción del sujeto no se hizo esperar. Parecía tener todo perfectamente planeado. Samui se quedo un momento pensando.

- Pero aún no encontramos al séptimo pilar. Si lo encontramos y lo controlamos como a todos los demás, entonces tendremos la victoria asegurada.

- No hay tiempo, además ya no nos conviene que despierte. Es uno de los más poderosos y si ellos lo encuentran primero, pueden hacernos mucho daño. Por ahora la distracción serán ellos - dijo el sujeto mostrando la pantalla.

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Las estrellas brillaban en el cielo, pero su brillo se veía opacado por nubes grises. Un viento frío recorría la ciudad, haciendo que los árboles y plantas bailaran. Pasaba de la media noche y la ciudad estaba en aparente calma. Sakura estaba recargada el balcón de su departamento viendo hacia el cielo. Hacía ya horas que Tomoyo había conciliado el sueño.

Yukito, Fuu se alojaron en el departamento de Yukito que se encontraba cerca al de Sakura. Tomoyo, Sakura y Kero se quedaron en el departamento de la chica. Mientras Ieran, Shaoran, Fiang, Hannia y Mei se fueron a la mansión que ocuparían los Li. Por su parte y gracias a los ofrecimientos de la familia Li, Eriol se alojo en la mansión. Todos estaban contentos de reunirse.

Pero ella se encontraba con una confusión de sentimientos. Sabía que la batalla se acercaba, por una parte tenia miedo, no todos los días sabes que tienes en tus manos el futuro. Y sabía que en esa batalla su destino sería morir. Nadie se lo había dicho, pero sus sueños se lo mostraban. Por otro lado se sentía bien de tener a todas las personas que ella quería apoyándola, aunque no estuvieran cerca. Sus padres de habían enviado muchos saludos y apoyo para la batalla. Entre lo que más destacó fue una carta, que le entrego su hermano.

En donde le hacían saber que confiaban en ella y a pesar de lo que dijera el destino ellos confiaban en ella por sobre todo. Con emotivas palabras la apoyaron. Adjunto a la carta le enviaron lo que parecía ser un pequeño llavero color violeta, era un circulo con pequeños diamantes a los lados y una esfera negra al centro. Ella lo reconoció inmediatamente, era el mismo símbolo del báculo de Zeshin. Al parecer lo encontraron y pensaron que sería un recuerdo para ella. Era precioso. Y con las luces se veían los pequeños diamantes brillar de color verde.

- Sakurita - la voz del guardián parecía adormilada. El pequeño Kero se acercaba tallándose sus pequeños y negros ojitos.

- ¿Estas bien? - dijo una vez que estaba más cerca.

Sakura le sonrió y asintió.

Kero se acerco y sentó en su hombro.

- ¿Te preocupa la batalla?

Sakura lo miro.

- ¿Crees que pueda hacerlo?

- Claro que lo harás - dijo con toda confianza Kero.

- Gracias - dijo Sakura.

- ¿Están bien? - una voz fría llamo su atención, pero ambos sabían de quien se trataba, habían sentido su aura acercándose.

- Hola Yue, ¿no deberías estar descansando? - pregunto Sakura mientras el guardián de la Luna aterrizaba en el balcón.

- Es lo que yo debería preguntar - dijo con su misma voz.

- Sólo necesitaba tomar un poco de aire - dijo Sakura - me iré a descansar, buenas noches chicos.

- Buenas noches - respondieron.

Kero miro a Yue.

- ¿Crees que lo sepa? - dijo hablando bajito.

- Ya lo sabe, por eso esta un distraída.

Ambos escucharon como Sakura cerraba con cuidado la puerta de la habitación que compartía con Tomoyo.

- ¡Demonios! ¿Qué podemos hacer? - Kero esta alterado

- Por ahora, tratar de protegerla y apoyarla. Ella tendrá la decisión final - aunque Yue también se sentía mal por no hacer más - Sus poderes han rebasado por mucho a los nuestros, pero aún podemos ayudar.

- Espero que con la ayuda del mocoso y compañía, se pueda evitar.

- Eso espero- por primera vez en mucho tiempo Yue pareció muy preocupado y su rostro lo demostró.

Dentro del cuarto de Sakura.

- ¿Sakura pasa algo? - el frágil sueño de Tomoyo había sido interrumpido por el sonido de la puerta.

- No pasa nada - la voz de Sakura parecía tranquila.

Tomoyo vio como su sombra se acercaba a la cama y sentaba después con cuidado abrió el cajón del pequeño buró y guardó algo para luego acostarse. Decidieron dormir juntas, ya que Tomoyo se negó rotundamente a que Sakura durmiera en el sofá, alegando que si ella lo hacía Tomoyo dormiría en el suelo. Así que ambas se quedaron en la cama.

Después escucho suspirar a Sakura, mientras poco a poco su respiración indicaba que estaba dormida. Sin embargo la joven Daidouji tardo en conciliar el sueño, aún preocupada por su amiga. Recordando la conversación que sostuvo con Mei.

Ambas habían acordado verse en una pequeña nevería. Mei con un delicioso helado de chocolate y Tomoyo con uno de fresa, ambas platicaban animadamente. Sakura se encontraba investigando información que les pudiera ser útil. Tomoyo tenía muchas preguntas que hacerle a su excompañera de la primaria. Después de una alegre conversación sobre algunos detalles sin importancia Tomoyo decidió entrar en lo que realmente le interesaba.

Después de algunos recuerdos ambas se quedaron calladas un momento

- ¿Puedo hacerte unas preguntas? - preguntó Tomoyo clavándole la mirada a Mei, cosa que la asombro un poco.

- Claro ¿qué pasa?

Tomoyo bajo un poco la cabeza.

- Sé que puedo sonar muy entrometida, pero creéme que si no tuviera un presentimiento y que tus respuestas pueden ser muy importantes para una persona, no las haría.

- Hablas como si fuera un asunto muy importante - Mei estaba más que preocupada por las palabras de Tomoyo, ¿pero qué podía saber ella que fuera tan importante?

- Lo es - Tomoyo levanto la cabeza y la miro de frente - se trata de la felicidad de nuestra amiga.

- ¿Sakura?

Tomoyo asintió.

- Mei, estoy segura que conoces muy bien a tu primo y por lo que veo también a la señorita Tabura.

Mei comenzó a sospechar el rumbo de la conversación.

- Se podría decir que sí, hemos sido muy buenos amigos.

Tomoyo sonrió, luego suspiro y preguntó.

- ¿Crees que se amen...?

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- ¿Qué? - Shaoran estaba sorprendido.

- Lo único que haremos es adelantar la fecha de la boda.

- ¿Aquí y ahora? - frunció el ceño. No era precisamente el momento adecuado para una boda.

- Joven Li, no tiene caso esperar. Ya hemos esperado demasiado, ambos tienen 19 años, cuando la boda sería a los 18 años.

La señora Tabura había insistido mucho en hablar a solas con el Jefe del Clan Li. Auque era ya tarde, no dejaría pasar más tiempo. Ambos estaban en una oficina de la mansión, Shaoran sentado sin perder en ningún momento la compostura. Mientras la señora Tabura se paseaba de un lado a otro, exponiéndole todas sus razones, diciéndole que era precisa la boda, sin importar las ceremonias del círculo, que se harían después. Todo, y todas las ventajas, Shaoran sólo escuchaba atentamente.

Ambos se quedaron callados unos momentos.

- Joven Li, entienda por favor - rogaba la señora Tabura.

- ¿Ella esta de acuerdo? - preguntó con voz algo áspera.

- Ella esta dispuesta a todo, si usted lo esta.

- Por favor píenselo bien - rogó de nuevo - buenas noches - dijo finalmente, hizo una reverencia y se marcho. Dejando a un muy pensativo Shaoran

Unos minutos después tocaron la puerta.

Shaoran suspiro, ¿y ahora qué?

- Adelante - después que vio a la figura entrar él se levantó y camino hacia ella.

- ¿Pasa algo madre?

- Supongo que Tabura te lo ha dicho.

Shaoran puso su rostro serio y asintió.

- Hijo... - el chico la miro con interés - yo creo que deberías aceptar.

Los ojos ámbar de Shaoran dejaron ver su impresión, Ieran lo noto.

- Sé que es algo apresurado, pero creo que mucho de lo que dice Tabura es cierto. Tal vez si te casarás...

Shaoran dio media vuelta y se sentó de nuevo con su rostro serio, pero con atención a lo que su madre decía.

- ... entonces...

- ¿Esta de acuerdo? - Shaoran interrumpió.

- Creo que a pesar de todo, estaba planeado desde hace tiempo. Hannia es una buena chica con poderes muy superiores, digna de ser la esposa del Jefe del Clan Li.

Shaoran escuchaba sin expresar nada. Ieran finalmente concluyó.

- Sí, estoy de acuerdo. Pero lo que importa es tu decisión.

Esas palabras retumbaban en la cabeza del Jefe del Clan Li.

- Es tu decisión - repitió para sí. Mientras con las manos en el pantalón caminaba por los oscuros jardines de su nueva mansión, pasaban de las 2 de la mañana, pero no podía conciliar el sueño. El Hikaru era todo lo contrario, pero ahora tenía muchas cosas en la cabeza.

- Mi decisión - dijo muy bajito.

- Sé que la tomarás bien - escucho una voz.

- ¿Eriol?

- No deberías estar descansando.

- Creo que como tu, hay cosas que ocupan nuestra mente y nos impiden descansar - Eriol caminaba a su lado.

- Creo que ya extraño a Hikaru - dijo sonriendo Shaoran, recordando como en aquel lugar no sentía toda esa presión sobre sí. Levanto su mano y en un movimiento vio como el símbolo de Hikaru grabado en el anillo que Sakura le dio brillo con luz tenue y delicada.

- Sin duda es un lugar precioso, además de que son pocas personas las que tienen el honor de estar allá.

- ¿Quiénes?

- Aquellos que tienen un gran poder dentro de sí, personas muy especiales, con un corazón puro y que aman a la humanidad y la ayudan. Son pocos los humanos que tienen acceso a él, pero algunos tienen la facultad de conocerlo por medio de sueños.

- ¿Sueños? - esa palabra le recordó lo que paso en el bosque y en sus supuesto sueño.

- ¿Cómo saber si un sueño es una premonición? - preguntó Shaoran.

Eriol sonrió.

- Deberías saberlo, eres un gran hechicero - dijo en tono medio burlón, que obviamente sólo dejo un poco molesto a Shaoran.

- Buenas noches - sin más, se alejo rumbo a su habitación.

Cuando Eriol lo vio alejarse sólo susurro.

- Eso debes resolverlo por ti mismo, amigo.

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Al día siguiente en el departamento de Sakura.

- Buenos días - saludo educadamente Tomoyo.

- Buenos días Tomoyo - un poco adormilada Sakura caminaba rumbo a la ducha.

Daidouji ya estaba arreglada y lista para salir, llevaba un traje azul cielo, un pantalón recto y un saco de manga larga, ya que afuera estaba nublado y algunos truenos amenazaban con lluvia.

Un poco rápido Sakura se ducho y salió, ahora vestida con uno de tantos trajes que le compraron sus amigas. Era un vestido un que le llegaba un poco más abajo de las rodillas de manga de tres cuartos verde claro con algunos detalles en el pecho.

Ambas comenzaron a desayunar. Sakura parecía estar mucho mejor desde la llegada de todos, ahora su rostro se mostraba más sereno y tranquilo.

- Quiero desayunar - una vocecita muy conocida se escucho en el estrecho departamento. Kero volaba rumbo al pequeño comedor.

- Aquí esta lo tuyo Kero - dijo Tomoyo con una sonrisa mientras le ponía enfrente su desayuno, que consistía en unos deliciosos hot cakes cubiertos de miel.

Ni tardo ni perezoso el pequeño guardián comenzó de devorar el desayuno.

- Estan delipciopsos - con la boca repleta y con más en las manitas.

La prima de Sakura sólo le sonreía. ¿Cómo olvidar el apetito tan singular del pequeño Kero? A su ama sólo le salía una gota en la cabeza, ese Kero- chan nunca cambiaría.

Después de que su pancita parecía que en cualquier momento reventaría por lo esponjada que estaba, tenía una enorme sonrisa en su pequeño rostro.

- Estuvo delicioso, aún conservas tu toque con la comida.

- Cocinas tan delicioso, tan exquisito, tan rico - decía con estrellitas en sus ojitos.

- Gracias Kero-chan.

Sakura se levanto a asomarse por la ventana viendo las nubes muy grises amenazantes.

- Es mejor ver los pronósticos del tiempo, parece que lloverá y es mejor llevar abrigo si es así - Tomoyo la observo y un poco adivinándole el pensamiento tomo el control de la televisión que se encontraba en la pequeña salita del departamento de Sakura.

Al encender la televisión una reportera informaba.

- Extraños sucesos se presentan en Japón. Desde anoche se han reportado diferentes incidentes en distintos lugares. Los habitantes denuncian a extrañas criaturas que los atacan.

Por la pantalla de la televisión se observaba a personas que eran entrevistadas, manifestando lo que habían visto.

- Las autoridades dicen que se trata de alucinaciones colectivas, ya que hasta ahora no se ha comprobado nada, pero investigan el origen.

- En otras noticias, se han reportado más de 20 desapariciones en las últimas 12 horas, la policía esta investigando la causa de ello.

- ¿Qué estará pasando? - preguntó Tomoyo.

Sakura observaba el televisor y seguía viendo las imágenes. Tuvo un mal presentimiento al igual que Kero. Pero se limitaron a mirarse entre sí.

Los tres estaban listos para partir, así que Kero se metió en el bolso de su ama en donde viajaría. Y se dirigieron a la mansión que los Li ocupaban. Y de camino a la mansión ambas e incluso Kero que después del presentimiento viajaba con la cabecita de fuera, pero como si fuera peluche, pudieron notar que las personas actuaban raro. Algunas de las personas caminaban con la mirada perdida en la nada, más adelante encontraron a dos jovencitas discutiendo con palabras muy fuertes. Tomoyo y Sakura sólo las miraron, y aunque pasaron por el otro lado de la calle Sakura y Kero sintieron una magia extraña en ellas, pero era tan leve que ninguno menciono nada, pensando que estaban imaginando cosas.

Llegaron puntuales a la enorme mansión, que a comparación de las otras era mucho más pequeña y modesta. Fueron recibidas con mucha alegría por parte de Mei que las invito a pasar.

- Las estábamos esperando - decía Mei mientras las guiaba por algunos pasillos.

- ¿Quieres decir que todos ya han llegado?

- Síp, todos.

Las guió hasta entrar a un gran salón con pocos muebles. Todos los presentes se levantaron para darles la bienvenida. Al fondo y en el lugar principal se encontraba Shaoran, ahora tenía una apariencia muy seria y vestido muy elegantemente. Y cuando las chicas entraron él pareció no notarlo, hasta que escucho a todos saludándolas.

La mirada de Sakura era diferente era mucho más tranquila y todos lo notaron. Tomoyo por su lado no perdía detalle de los comportamientos de todos los que estaban presentes.

Shaoran saludo muy educado e invito a sentarse. En aquel especie de salón que tenía pocos muebles debido a que hacía unos días que había llegado a habitarla, estaba ubicados estratégicamente unos enormes sillones y sofás, todos nuevos y de estilo oriental. Al frente en el más imponente se encontraba la figura seria y poderosa de Shaoran Li, líder del Clan y próximo a ocupar el mayor cargo del círculo de oriente, vestido con enorme elegancia y sobriedad. A su izquierda en otro lugar un poco menos sobresaliente su madre, prometida y su futura suegra, todas vestidas de manera occidental muy elegantes, con mirada seria.

A su derecha Fiang, Eriol y Fuu. Fiang muy elegante que lo hacía ver más apuesto. Mientras Eriol y Fuu llevaban una ropa un poco más juvenil y moderna, pero elegante, gracias a un hechizo de Eriol y como siempre bastante atractivos. Fiang tenía el rostro serio y pensativo, Fuu tenía cara un poco desconcertada y tenía una mirada verdaderamente inocente en sus ojos violetas. Eriol con su eterna sonrisa y mirada enigmática. Touya se encontraba más alejado, al lado de Yukito con ropa un poco más seria. Touya tenía cara de fastidio con los brazos cruzados, Yukito sonreía también con su mirada tan tranquila de siempre.

Kero-chan salió de su escondite y cambio a su forma real, lo mismo hizo Yue.

Todos sentados cómodamente y servidos con una taza de té, que Mei había llevado, ya que Wei no fue por el peligro que corría.

- Es mejor empezar - anuncio Shaoran. No parecía el chico que estaba en Hikaru, se veía mucho más maduro y serio, su pose era de autoridad y poder. Así era como lo recordaban, antes de la llegada de Sakura.

Tomoyo estaba muy atenta. Y no paso desapercibido que en cuanto llego Sakura, Shaoran la seguía con la mirada mientras saludaba a todos. Sólo que Tomoyo no sabía que habían otras dos personas que también lo habían notado.

- La información que tenemos es muy escasa, por lo que propongo que es mejor hablar - Shaoran sabía que cada momento que pasaba era valioso.

Eriol comenzó a hablar.

- Supongo que ya saben que regresamos de Hikaru y que saben algo del problema - dijo Eriol suponiendo que Sakura ya les había informado información general sobre el problema - así que no se detuvo en explicarlo y dijo lo que había investigado por medio del hechizo.

- Los pilares de la tierra han sido manipulados, al parecer los pilares fueron despojados de su cuerpo humano, transformados en un una especie de cristales, para que después su poder se implantara en un ser de oscuridad. De esa manera las cualidades de cada pilar fueron transformadas en su opuesto - A medida que Eriol avanzaba en su relato en sus ojos negro- azulados se notaba la seriedad del problema.

- No estoy seguro, pero al parecer todo fue hecho por alguien con un poder muy superior a cualquiera que yo conociera, un poder que sólo pudo haber sido traído de vuelta con un hechizo muy antiguo. Ese poder debía estar sellado en la parte oscura de Hikaru, pero alguien la invoco y ahora es quien maneja toda esa maldad. Estuvo siendo ayudado por otras dos energías muy poderosas, entre ellas el antiguo amigo de Sakura.

A la mención de su amigo Sakura no pudo evitar que su mirada se entristeciera, pero siguió escuchando la narración de Eriol. Tomoyo, Shaoran y Fuu fueron quienes lo notaron fácilmente en el semblante de la chica de ojos verdes.

- Según pude rastrear, no tienen a todos los pilares. Si a eso le podemos decir buena noticia. No pueden destruirnos totalmente si no poseen todos lo pilares. Y nuestra esperanza es encontrar al último pilar y protegerlo. Es la única manera de evitar la destrucción, por lo menos tendremos tiempo de buscar otra manera de derrotarlos, planear algo para contraatacar, reuniendo toda la energía positiva. Pero debemos apresurarnos, la tierra cada vez es contaminada más.

Al terminar de hablar Eriol todos se quedaron pensativos, la única esperanza que les daban era encontrar al pilar antes que los otros.

- ¿Cómo podemos encontrarlo? - Shaoran estaba un poco impaciente.

- Aún no lo sabemos bien - Touya puso una cara un más enfadada.

- Pero... - dijo Eriol reflexionando - es muy posible que el pilar aún no haya despertado por completo.

- ¿Cómo? - Sakura ahora ponía más atención.

Eriol la vio y le sonrió un momento.

- Si fuera así, ¿no creen que ya estaría manipulado? El último pilar debe ser especial, para que hasta ahora no lo hayan encontrado.

- ¿Entonces cómo lo encontraremos? - el rostro de Yue estaba más serio de lo normal.

- Necesitamos buscar información que nos ayude a encontrarlo y para salvar a Hikaru - dijo Eriol.

- ¿Dónde?

Eriol se dirigió a Shaoran.

- En realidad pensaba que los archivos de la familia Li nos ayudarían con ello.

- Lo lamento, pero la mayor parte de la biblioteca del círculo fue destruida el día del ataque - dijo un poco acongojada Ieran.

- Pero esa no era la sede del círculo - afirmó Shaoran.

- Aún así, lo que quedo en la sede es muy poco.

- Pero debemos buscar en todas partes. Aún en su círculo la existencia de Hikaru se conocía como un mito, quiere decir que debe haber algún documento en donde exista información - reflexiono Shaoran.

- Mientras tanto es mejor buscar.

- ¿Pero dónde?

- En los templos, en Tokio hay una gran cantidad de templos y si tenemos suerte podemos encontrar algo, después de todo es un punto con gran cantidad de magia.

- Para asegurarnos de cubrir una mayor área en el menor tiempo nos dividiremos - Shaoran actuaba como todo un líder.

Todos asintieron y se dispusieron a salir en busca de información.

Sakura fue con Kero, Shaoran con Hannia, Eriol, Fiang al igual que Fuu se fueron solos y Touya se fue con Yukito. Todos estuvieron de acuerdo en verse en el mismo lugar al anochecer para comunicarse lo que habían encontrado.

Por otro lado a regañadientes se quedaron en la casa Mei y Tomoyo.

Todos salieron del salón. Casi nadie dijo nada después de la reunión. Sólo Tomoyo notó que Shaoran estaba muy distraído.

La señora Ieran se levantó.

- Si me disculpan, tengo cosas que hacer - se despidió y salio.

- Tengo cosas que hacer, con su permiso - la madre de Hannia también salió.

Tomoyo miró a Mei.

- ¿Qué le pasa a Shaoran?

Mei la vio un poco extrañada.

- Bien, creo que es mejor que lo sepas.

- ¿Pasa algo?

- La madre de Hannia quiere adelantar la boda.

Los ojos de Tomoyo se abrieron a más no poder.

- ¿Qué?

- Al parecer quiere que estén casados antes de que empiece la batalla.

- Oh dios mío - eso dejaba a Tomoyo muy preocupada, si se casaban no había marcha atrás. Se quedo muy pensativa, pensaba que tendría más tiempo para planear todo.

- ¿Qué piensas hacer? - preguntó Mei.

- Debo hacer algo - después de un rato de silencio.

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No muy lejos en el departamento de Sakura.

- Apresúrate Kero-chan.

El pequeño guardián guardaba como podía en el pequeño bolso de su ama la mayor cantidad de dulces que podía.

- No pienso irme sin mis dulces - decía mientras la bolsa de Sakura parecía una enorme pelota.

- Pero si le sigues echando más no podrás caber dentro.

- No importa - decía mientras que con muchos esfuerzos pudo cerrar la bolsa.

- ¡Listo! - dijo emocionado.

- Vamos Kero nos están esperando.

- No sé para qué, de todas maneras nos separaremos.

En la salita los esperaban Touya, Yukito y Fuu.

- Peluche glotón - maldecía Touya con gesto enfadado.

- No te enojes Touya ya lo conoces - decía Yukito con su cara sonriente.

- Listo ¿nos vamos?

Así todos bajaron y se dispusieron a separarse.

- Kero, por favor cuida mucho a Sakura - decía Fuu muy bajito al guardián que en ese momento se hacía pasar por peluche.

Kero asintió levemente. Aquí esta, dijo entregándoselo.

- Monstruo no te metas en problemas y sí lo haces llámanos - con su habitual "delicadeza" y cariño de hermano mayor.

- No te preocupes ¿qué me puede suceder? - dijo con una sonrisa y acariciando al pequeño guardián del sol agregó - además el gran guardián de ojos dorados de las cartas Sakura me protege - con una sonrisita y muy bajito.

- Al pequeño peluche le brillaron los ojitos y levantó la cabeza levemente. Mientras a los demás les salía una gota en la cabeza.

- Nos veremos al anochecer, cuídense mucho - agrego Yukito.

Todos se despidieron y tomaron un rumbo diferente. Fuu por un lado y Yukito y Touya por otro.

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Mientras en otro lugar.

Hannia y Shaoran iban en el auto de él quien iba muy pensativo.

- ¿Pasa algo Shaoran? - preguntó Hannia viéndolo mientras él conducía.

El chico de cabello marrón noto el timbre de voz de la chica que sin duda era de preocupación.

- ¿Estas de acuerdo? - preguntó mientras sólo un segundo volteo a verla para luego dirigir su mirada al camino.

Hannia no entendió al instante pero después lo comprendió.

- Te refieres a adelantar la boda - ella lo vio asentir sin verla.

- Yo... no lo sé - dijo bajando la mirada.

Después lo vio con mirada penetrante y atenta.

- ¿Y tú?

- Sabes que no es el momento para una boda.

- Mi madre dice que será sencilla, después de que pase todo se confirmará como debe ser.

- No me importa mucho lo que piense tu madre, sino lo que piensas tu - dijo con una voz algo severa.

Hannia se quedo callada unos momentos.

- Yo aceptó si tu lo haces - dijo finalmente Hannia.

El chico quedo aún más confundido, qué debía hacer. No estaba muy seguro de sus sentimientos por Hannia, ¿la quería? la respuesta era sí. Ella estuvo cuando su prima se caso y él se sentía muy sólo, le estaba profundamente agradecido. Pero ¿la amaba como para casarse con ella? para esa pregunta no tenía clara la respuesta. Pues aunque lo quisiera negar tenía en la mente el supuesto sueño, y el recuerdo de esa sensación en su pecho recordando a Sakura Kinomoto.

Pero extrañamente a medida que pasaba más tiempo de haber regresado de Hikaru, parecía que aquello sólo fue un hermoso sueño y que ahora se encontraba frente a la cruda realidad.

- Yo... - comenzó a decir, quererlo o no debía tomar una decisión.

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Samui tenía instrucciones de esperar, pero no desperdiciaría por nada una oportunidad como esa. Las auras de sus enemigos de dispersaban, seguramente querían cubrir mayor terreno para encontrar al séptimo pilar.

Con cuidado de no mostrar en ningún momento su aura seguía muy de cerca al aura de la Card master. Y entre más se alejaba de sus amigos, Samui planeaba como acorralarla sin que nadie de sus molestos amigos pudiera hacer nada por ella.

Mientras Sakura había salido de un gran templo que se encontraba un poco alejado de la ciudad y Kero iba dormido cansado por comer tantos dulces.

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¡Hola! Esta vez no tarde en publicar - (estoy orgullosa, aunque sea la única)

Sakura Wen: ¿Qué tal? Ya llegaron todos. Espero te siga gustando igual o más - Ahora si me apresure a actualizar. Gracias por el review.

Celina Sosa: Ji, ji, no te enojes por eso de la boda. Pero hay cosas que deben pasar. Además es sólo una probadita de lo que vendrá. Mil gracias por el review.

Perla: ¡Hola! Gracias por escribir, creo que enrede aún más las cosas ¿no? Y ¿era el mismo presentimiento? Muchas gracias por los deseos, espero que tú y tus seres queridos se encuentren bien también. Yo creo que todos están muy bien - ya que cuentan con una persona tan optimista como tú, y eso créeme que es un gran a apoyo para todos. Y para corresponder a tus hermosas frases:

"Mantén tu mirada hacia los rayos del sol y no contemplarás sombras" - Helen Keller

Ciakaira: ¿Verdad que Shaoran es casi igual que despistado que Sakura? Ji, ji, pense mucho en eso de que te saldrían ojeras por esperar la actualización por eso lo actualice tan rápido. Espero que tus ojitos no estén arruinados y muy despiertos para leer lo que sigue.

Mimi-chan: lo siento se me olvido agradecerte en el anterior. Muchas gracias por molestarte en leer la otra historia HOPE. Me alegra que te haya gustado y espero escribir otra corta pronto.

Creo que es todo si me falta alguien avísenme. Soy igual o más despistada que Sakura.

HASTA PRONTO