Capitulo 28

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- ¿Sorprendida? - preguntó con voz espectral.

- ¿Cómo puede tener tanto poder negativo? - se preguntaba, se concentro para sentir hasta donde podía llegar esa aura. Pero pronto su rostro cambio - Las auras de los pilares han desaparecido y las de mis amigos, están débiles - dijo bajito.

- Y decían que la pequeña Sakura era despistada - dijo el representante del mal, atrayendo de nuevo la atención de la Card Master - ha logrado que sus cartas tengan una magia casi propia, tanto que ahora la protegen sin que ella lo ordene - decía el hombre.

- Así es Flor de cerezo, los tontos pilares fueron derrotados por tus amiguitos, pero la verdadera batalla que se librará no era con el inútil de Samui o con ellos, sino conmigo. Y es ahora que debes cumplir con tu destino o morir en el intento.

- Ésta es la verdadera pelea que enfrentaras y absolutamente nadie te ayudará, lo escuchas?

Sakura respiró profundo, la voz de ese hombre le producía escalofríos y su cuerpo resentía tanta maldad. De nuevo tomo posición de defensa.

- NO, no tienes por que ponerte así, así no será la batalla - dijo el hombre.

Sakura sólo esperaba, mientras su respiración empezaba a agitarse.

- ¿Estas lista?

- Como nunca en la vida - dijo viéndolo.

- Comenzaré entonces... - dijo caminando un poco hacia ella, mientras Sakura daba unos pasos atrás - por presentarme.

- Soy... - dijo levantando las manos - quien ha decidido portar a la energía negativa... - tomo la capucha que le tapaba el rostro - quien cambiara el destino a mi favor... - con lentitud se descubría la cabeza - él único que puede derrotarte.

Por fin su rostro se vio descubierto y con la luz de la luna, aún rojiza, Sakura lo reconoció.

- No es posible - dijo sorprendida.

- Si lo es, pequeña Sakura.

Con terror Sakura veía al que sería su rival más grande. Era el mismo que por años había convivido, quien la había apoyado, enseñado miles de cosas y una de las personas a la que ella admiraba - Señor Gakusha... - ahogo un grito de sorpresa.

- Si lo es, pequeña Sakura.

De la nada y sin que Sakura pudiera verlo, el señor Gakusha se acercó a ella y le sonrió. Se veía mucho más alto que antes, sus facciones eran más duras y los ojos violetas amables que Sakura había conocido, habían cambiado a otros indiferentes.

- ¡No es cierto! - gritó enojada - no puedes ser el señor Gakusha.

- Claro que lo soy, recuerdas como entrenábamos en Hikaru. Mientras tus padres se encargaban de algunos asuntos y tu hermano vigilaba a los habitantes, y Fuu siempre te apoyaba cuando fallabas en un hechizo muy fácil. Recuerdas cuando llegaste por primera vez a Hikaru.

Sakura dio un paso atrás.

- Recuerdas que jugabas con el pequeño Kero en los jardines. Y cuando yo iba a verte muy triste bajo el árbol de Cerezo, mientras sufrías por el chico Li.

Sakura no lo creía realmente era el señor Gakusha, sólo él podría saber todo eso. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Como era posible que aquella persona en la que había confiado desde hace ya mucho tiempo era quien los había traicionado.

- No puede ser - retrocedió unos pasos más atrás - no lo puedo creer.

- Lo siento mucho mi querida Sakura, pero he decidido que así sea. Ha llegado la hora y como puedes darte cuenta he cambiado las condiciones, la batalla estaba prevista en unos días, pero sé que si esperaba había más probabilidades de que cumplieras con tu destino. Así que adelante todo, para asegurar mi victoria - una sonrisa apareció en su rostro.

- ¿Por qué? - se preguntaba Sakura, mientras trataba de no llorar.

- Fácil, - dijo él - nunca estuve de su lado, sólo los utilice.

- ¡NO ES CIERTO! - grito exaltaba, mientras las lágrimas por fin salían - me enseño casi todo lo que sé - dijo un poco más calmada.

- Pequeña Sakura - dijo con voz casi paternal - no crees que es más fácil derrotar a alguien cuando conoces todo sobre esa persona, cuáles son sus fortalezas y debilidades. Sólo me aseguré de conocerte lo suficiente para derrotarte.

Sakura no lo comprendía, aún no lo hacía.

- Entonces ¿por qué me enseño todo?

- Como te lo dije antes, si no supieras nada, entonces este combate no sería divertido.

- ¿Por qué? - se preguntaba un y otra vez.

- La razón... - dijo cambiando un poco la expresión del rostro, como si estuviera a punto de explicarla - no, no te interesa.

-Ahora Sakura Kinomoto, prepárate para cambiar el destino. Para morir peleando, sin salvar a la tierra.

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- Amo.

- Rubi Moon, ¿estas bien?

- Sí sólo un poco cansada - dijo soltándose del apoyo de la señora Ieran.

- ¿Se encuentra bien? - preguntó a la madre de Li.

Ella asintió - ¿y usted? - preguntó al ver el rostro de la reencarnación de Clow, era como si estuviera desconcertado e incluso en sus ojos había algo de inseguridad.

- Si, estoy bien - notó la mirada de Ieran y trato de cambiar su rostro para que no se preocupara.

- Vamos, los otros están heridos, debemos ayudarlos.

Los tres se encaminaron alrededor de la burbuja, buscando a los heridos.

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Su cuerpo comenzaba a cansarse, no tardaría en ceder. El poder negativo era demasiado y a cada momento se incrementaba aún más, así que decidió tomar un segundo de descanso para reiniciar con más fuerza. Muy lentamente bajo al suelo, donde la esperaban su esposo e hijo.

Cuando puso sus pies, casi cae, de no ser por su esposo que la sostenía.

- ¡Nadeshico!

- ¡Madre!

- ¿Estas bien? - preguntaron angustiados.

Ella les sonrió - estoy bien, sólo necesito descansar un momento - cerró los ojos e inevitablemente se quedo profundamente dormida. Estaba ya muy cansada y su energía estaba disminuyendo.

Padre e hijo se miraron interrogativamente. Fijutaka la llevo con cuidado a su habitación, seguido de Touya. La dejaron descansar mientras ellos salieron.

Cuando se encontraban en los pasillos

- ¿Qué podemos hacer? - dijo ya desesperado Touya.

- Todo lo que podemos hacer es seguir reforzando las barreras y esperar.

- ¿Qué? ¿Cómo es posible que sólo podamos esperar? - dijo levantando la voz.

- Lo lamento hijo, pero...

- ¡Señor Kinomoto! - interrumpió cuando llego casi sin poder controlar su respiración.

- ¿Qué pasa? – preguntó a la pequeña Alei.

- ¡Las barreras! las barreras...

- ¿Qué pasa con ellas? - Touya frunció el ceño presintiendo lo que ocurría.

- Se están rompiendo.

- ¡¿Qué?! - casi se les va el aliento.

- Los habitantes están tratando de mantenerlas, pero la oscuridad esta más fuerte y las están rompiendo.

Los tres salieron corriendo.

Al llegar ahí, pudieron darse cuenta de que efectivamente se estaban rompiendo, la cuarteaduras iban creciendo, mientras los seres oscuros no paraban de atacar.

Yue estaba al frente tratando de contener. A su alrededor muchos de los habitantes también ayudaban con hechizos más pequeños.

Eran personas que no estaban acostumbradas a pelear o cosas así, tenían magia, pero jamás la habían usado para pelear con alguien o defenderse, en ese sentido era demasiado inocentes. En caso de que las barreras se rompieran no sabían como defenderse, por eso eran tan importantes.

Ahí también se encontraban los padres de la pequeña Alei. La mayoría era como ellos, personas altas, con miradas dulces que ahora eran de asombro. Y otros seres mágicos de distintas formas y tamaños, todos ellos maravillosos seres.

Pero ahora luchaban por mantener la barrera.

Fujitaka llego muy sorprendido, era cuestión de minutos para que cediera. Las cartas también ayudaban, pero debido a que ellas habían comenzado hacía ya mucho la defensa, estaban debilitándose.

- No podemos seguir así.

- ¿Qué podemos hacer? - pregunto uno de los habitantes, sus ojos negros mostraba mucha preocupación.

Viendo una preocupación en sus ojos que jamás pensó ver. Dio otro vistazo a la situación.

Entonces bajo Yue a verlos.

- En todos los límites esta igual, la barrera no tardará en ceder.

La magia de la madre de Sakura era la más importante y poderosa de todas y sin ella era cuestión de minutos antes de que la barrera se rompiera.

- Será mejor retroceder - dijo el padre de Touya.

- ¿Qué?

- Levantaremos un escudo alrededor del palacio, ahí nos concentraremos todos, si las barreras se rompen ahí estaremos a salvo.

- ¿Qué pasará con lo demás?

- No lo sé, pero es todo lo que podemos hacer, seguir defendiendo todo el territorio será imposible. Touya y Yue, por favor convoquen a todos al palacio.

No muy convencidos Yue y Touya asintieron y lo hicieron.

- ¿Esta bien? - preguntó Alei al ver el rostro de Fujitaka.

- Sí - dijo sonriendo, aunque en realidad esta muy preocupado.

Si el poder del lado oscuro de Hikaru había subido, eso era una señal de que en la tierra también se había incrementado...

- Sakura - dijo levemente, seguramente era el momento del enfrentamiento - confió en ti, sé que lo lograrás.

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En la tierra la situación era como peor de lo que Fujitaka imaginaba. Había una gran cantidad de destrucción, peleas. Unos humanos estaban siendo infectados, mientras otros peleaban, otros más huían como podían. Muchos ya estaban siendo protegidos por lo círculos del mundo, pero no podían resguardar a todos. Generando una enorme cantidad de energía negativa que ahora era enviada directo a Hikaru, reforzando a los seres oscuros y a el señor Gakusha.

La noche parecía eterna, la luna aún brillaba con el mismo color carmín. Iluminando todo.

- Vamos Sakura, no me digas que no lo soportas - el señor Gakusha se inclino frente a ella y con algo de delicadeza le acarició el castaño cabello.

Sakura estaba arrodillada, apretaba con fuerza las manos sobre sus oídos, quería del modo que fuera dejar de escuchar. Sus ojos estaban fuertemente cerrados.

Escuchaba todo, el señor Gakusha la había engañado y le hizo un hechizo, lo que ella escuchaba era gemidos, quejas, gritos pidiendo auxilio, llantos de niños pequeños, suplicas entre otros horribles sonidos.

- ¡Basta! ¡Basta! - gritaba.

- Escúchalos bien querida, todos ellos están sufriendo, son humanos. Y tú no has hecho nada, para este momento casi todos los humanos de este mundo han sido infectados. Y falta muy poco para que sean todos.

Sakura quito la mano del señor Gakusha con un movimiento brusco, luego se levantó y trato de no oírlas.

- Es inútil Sakura, los escucharás durante todo este tiempo, eso te ayudará a recordar a quienes estas decepcionando.

- ¡Calla! - dijo conteniendo la terrible sensación en su cabeza, sentía que si seguía escuchando a las voces la volverían loca.

- Bien, empecemos esto, aún tengo mucha energía que reunir y sólo me has quitado tiempo.

Los gritos en la cabeza de Sakura seguían no la dejaban concentrarse.

- Déjame mostrarte algo.

En el suelo el señor Gakusha trazo un círculo, pronunció unas palabras. Entonces el círculo se convirtió en una especie de pantalla.

Era la tierra.

- Mira lo que pasa aquí - en la pantalla se vio como los humanos eran atacados por los infectados, algunos que se resistían mucho incluso eran asesinados de las formas más crueles.

- No es posible - dijo Sakura.

- Pero aún hay más - dijo cruelmente, hizo un movimiento con la mano y las escenas cambiaron - los reconoces.

Aparecieron ahora varias imágenes. Misaki mal herido junto a Spinnel, Hannia junto a Fiang bañados en un charco de sangre, Kero inconsciente con sangre saliendo de su hocico, Fuu también mal herido.

- Amigos - las lágrimas salieron de sus ojos sin pensarlo.

- Por cierto, - dijo de manera sádica - no te había dicho que toda la energía negativa ahora esta siendo canalizada a Hikaru. Me he encargado personalmente de que los habitantes del lado oscuro de Hikaru ataquen el lado positivo, para este momento es seguro que las barreras están rotas y ya invadieron tu querido Hikaru.

- ¿Qué?

- Entonces mi Mamá, papá, hermano, Yue y los demás están...

- Oh! pero claro, seguramente ya ha terminado la batalla, sabes que no saben defenderse, ni tienen la capacidad suficiente.

- No es cierto.

- Así que no me crees, bien, puedes verlo por ti misma.

De nuevo las imágenes cambiaron, poco a poco las imágenes aparecían con los terribles seres oscuros, destrozaban los escudos fácilmente. Invadiendo el territorio de Hikaru, a su paso todo lo que había se destruía, las plantas quedaban muertas bajos sus pies, el suelo quedaba infértil y erosionado, simplemente la vida dejaba de existir. Lentamente toda la barrera cayó.

- ¡NO! - grito angustiada.

- Mamá, papá, Touya, Yukito, amigos - cayo de rodillas, mientras las voces en su cabeza se escuchaban más fuerte.

- Haz tardado demasiado. Ríndete y puede ser que te mate rápido, sino lo haré lo más doloroso posible.

- Mamá, papá, Touya, Yue, Yukito, Kero, Hikaru...

- Me estas mintiendo, no es cierto?, sólo me estas engañando, todo lo que he visto es un engaño - de pronto en sus ojos se vio una pequeña esperanza se levanto esperando que el rostro de Gakusha le demostrará que mentía.

Él sólo sonrió de manera burlona.

- No me crees. Bien, te daré una última lección.

- Cierra los ojos y concéntrate, trata de sentir las auras de tus seres queridos, se paciente tarda un poco, busca y reconoce.

Sakura no hacía caso.

- Es tu única oportunidad de saber si lo que digo es cierto.

Sakura dio un suspiro y lo obedeció, claro que no bajo la guardia.

- Para sentir las auras de todos debes concentrarte y hacerte una con el universo, primero harmonízate con sus vibraciones. Tranquilízate y baja tu aura hasta llegar a un nivel de equilibrio.

Tardo unos segundos para que Sakura pudiera hacerlo.

- Bien, ahora busca las auras, de todos. La negativa y la positiva - su voz de nuevo sonaba como la del señor Gakusha que ella había conocido.

Tardo unos segundos más.

- Y ahora abre tu aura, expándela. Si lo haces podrás sentir todas las auras, tanto positivas como negativas, de la tierra y de Hikaru.

Sakura lo hizo, y lo que encontró hizo que casi desfalleciera hay mismo.

La energía negativa había invadido Hikaru, había ya muy poca positiva, y las auras de su familia y amigos estaba a la defensiva, pero baja, y a cada momento bajaba más. Era exactamente lo que pasaba en la tierra, la energía negativa fluía y derrotaba a la positiva, sus amigos estaban ya demasiado débiles como para seguir luchando.

Los gritos en su cabeza se hicieron más intensos.

- ¡No! no.

De nuevo el señor Gakusha se acercó a ella.

- Puedo solucionarlo, puedo hacerlo, puedo retirar todo el dolor.

El corazón de Sakura estaba casi destrozado, cómo era posible todo aquello.

- Sólo déjame quitarte todo el dolor - dijo con voz consoladora y comprensiva.

- ¡No! - grito y se aparto de él - yo, yo... - decía titubeante - te derrotaré.

- ¿Para qué? ¿Para qué mi querida Sakura? no lo ves, pronto estarán muertos, déjame reunirte con ellos.

- No, ellos confían en mí, yo podré salvarlos a todos.

- ¿Por qué tú? ¿Por qué sacrificar tu vida por ellos? Cuándo tú mereces felicidad. Yo te la daré, sólo déjate llevar, serás feliz.

- No, yo pelearé - controló por un momento las voces en su cabeza y sacó el báculo. De él salió un enorme poder directo hacia el señor Gakusha.

Pero antes de poder acercársele siquiera él el poder se estrelló contra algo invisible frente al señor Gakusha y se destruyó. Gakusha se alejó un poco de ella.

- Así que deseas pelear, bien complaceré tu última voluntad.

- Poder de la luz, escúchame, ayúdame a destruir la sombra que te quiere opacar ¡LUZ!

En la punta de su báculo se encendió una pequeña llama que se hizo enorme en un segundo - Hikaru, ayuda a una de tus hijas a protegerte - pronunció lo más concentrada que pudo, su anillo brillo deslumbrante y salió de él un humo rozado que de inmediato se fusiono con el que flotaba en la punta del báculo, acrecentando su poder - Cartas -llamo, y de sus bolsillos salieron las dos cartas - ayúdenme con un poco de su energía, ambas brillaron y una a pesar de estar agujerada soltó un poco de poder - gracias les susurró.

El señor Gakusha sólo la observaba.

Él sabía que era algo como un ataque desesperado, usaría todo su poder.

Todo iba en ese ataque, su dolor crecía en su corazón mientras las voces no la dejaban concentrarse más.

- ¡LUZ! - gritó y todo ese poder se dirigió justo a donde estaba él.

Gakusha sólo extendió la mano y pronunció - Oscuridad.

Ambos poderes chocaron.

Se mantenían a la mitad de Sakura y su exmaestro. Cuando parecía que una tomaba ventaja inmediatamente la otra le hacía contrapeso. En un juego en donde la balanza se inclinaba por segundos hacía un lado y luego al otro, ambos mantenían su poder con toda la magia que poseían.

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- ¿Qué es eso? - dijo Rubi Moon, viendo a lo lejos una sombras que se deslizaban con lentitud entre las calles alrededor de la burbuja.

- Deben ser infectados - se contesto ella misma, mientras era ayudada por su amo, trato de apartarse de él para poder defenderlos.

Ieran iba en silencio.

- Espera - la sostuvo Eriol, para que no fuese. Con una mueca ella lo obedeció y se quedaron quietos esperando.

Las sombras se acercaron sigilosamente hacia ellos. Con algo de inseguridad y torpeza se acercaron más. No había luces en las calles, estaba oscuro, sólo iluminado por la luz rojiza de la luna. Pero era suficiente para ellos. Las sombras se escondieron tras una esquina a unos cuantos metros de ellos.

- ¿Qué hacen aquí? - dijo con voz fuerte Ieran que reconoció a las sombras.

- Salgan, sabemos que son ustedes - dijo ahora Eriol.

Rubi Moon los veía a uno y otra, ¿acaso ellos sabían quienes eran?

- Mei Ling Li - dijo algo enfadada la señora Li - qué están haciendo aquí.

Las sombras salieron de su escondite.

- Yo..., yo... - tartamudeaba Mei, nunca pensó encontrarse con su tía.

- Lo lamentamos - dijo la voz suave de Tomoyo y con la cabeza abajo - pero no nos íbamos a quedar esperando, sin ayudar - por fin levantó el rostro - sólo esperando que alguno de ustedes les suceda algo.

Sus ojos hinchados mostraban que había estado llorando, su piel estaba muy pálida a pesar de traer un grueso suéter. No resistió más y salió corriendo sin saber porqué o cómo llego al refugio en los brazos de Eriol, soltándose a llorar.

Él no se lo esperaba, y después de unos segundos la abrazó. Rubi Moon estaba más que sorprendida al igual que Mei. Eriol comprendió todo en ese instante.

Mientras Tomoyo había hallado refugio en los brazos de él, sollozando de nuevo sin poderse controlar.

- ¿Vieron lo que paso con Sakura? - preguntó Eriol a Mei que aún los miraba.

Mei sólo asintió y camino hacia ellos, su mirada se volvió triste.

Con cuidado Eriol tomo a Tomoyo de los hombros y la alejó un momento. Su corazón se estrujó de verla, sus ojos eran tristes y lloraba, su pequeño cuerpo temblaba sin cesar.

- Tomoyo... - la llamo, pero ella estaba aún llorando - escúchame por favor - dijo suavemente - Sakura esta bien.

Entonces Tomoyo si puso atención. Y el brillo que en sus ojos había desaparecido.

- ¿Es cierto? Sakura esta bien - dijo esperando haber escuchado bien.

La mirada y una tierna sonrisa de Eriol se lo confirmaron. El rostro de Tomoyo se iluminó y sintió que las fuerzas regresaban a ella.

- ¡Sakura esta bien! - casi grita.

Tan emocionada estaba que le dio un fuerte abrazo a Eriol y fue corriendo donde Mei.

- Lo has escuchado, Sakura esta bien - dijo abrazando a Mei y de nuevo las lágrimas salían de sus ojos, pero ahora de felicidad.

Estaba tan feliz que no se dio cuenta ni como le plantó un beso a Eriol y luego casi estrangula a Mei de lo feliz que estaba. Saber que su prima estaba bien la hacía recobrar toda su felicidad y esperanzas.

Eriol la miraba sonriente, Ieran sólo observaba seria y Rubi Moon tenía cara de sorpresa y Mei casi no respiraba, pero también estaba feliz.

Y mientras aún Tomoyo celebraba.

Una cegante luz brillo dentro de la burbuja, llamando la atención de todos.

- ¿Qué es eso?

- La batalla final comenzó - dijo Eriol sintiendo todo, luego miro a Tomoyo, no quería opacar su alegría pero era mejor que supiera la verdad.

- Sakura esta peleando - dijo.

Tomoyo y Mei lejos de entristecerse por la noticia, también miraron a la burbuja.

- Ella vencerá - dijo llena de esperanza Tomoyo.

- Estará bien - acompaño Mei.

Las miradas de Ieran, Eriol y Rubi Moon se posaron en ellas. Tal vez lo que decían era algo ingenuo, sin sentir la magia no sabían que el lado negativo ganaba, no sabían que el aura de Sakura después de ese resplandor bajaba de nivel.

- Vamos, debemos ayudar a los heridos - dijo Eriol.

- ¿Qué es eso?

- La batalla final comenzó - dijo Eriol sintiendo todo, luego miro a Tomoyo, no quería opacar su alegría pero era mejor que supiera la verdad.

- Sakura esta peleando - dijo.

Tomoyo y Mei lejos de entristecerse por la noticia también miraron a la burbuja.

- Ella vencerá - dijo llena de esperanza Tomoyo.

- Estará bien - acompaño Mei.

Las miradas de Ieran, Eriol y Rubi Moon se posaron en ellas. Tal vez lo que decían era algo ingenuo, sin sentir la magia no sabían que el lado negativo ganaba, no sabían que el aura de Sakura después de ese resplandor bajaba de nivel.

- Vamos, debemos ayudar a los heridos - dijo Eriol sin querer decir nada más sobre el tema.

Así los cinco se encaminaron a buscar a los demás.

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Abrió los ojos con lentitud, se sentí mareada. Apenas distinguía algo rojo brillando en el cielo, se sentía también un poco adolorida. Pero extrañamente se sentía mejor. Mientras sus ojos se acostumbraban a la extraña oscuridad y recordaba donde estaba, sintió una presencia muy extraña. Lejos de ser tenebrosa y negativa como la que hasta donde recordaba, ahora era muy suave y gentil. ¿Acaso había muerto ya?

Luego unas imágenes vinieron a su cabeza, entonces rápidamente se levanto buscando a alguien. Lo que vio la dejo impresionada.

Frente a si estaba una pequeña silueta. Parecía estar agachado sobre algo o alguien, pero la presencia que sentía provenía de ese lugar.

Como pudo se levanto y se acerco, sus ojos ya podían ver mejor y vio lo que sucedía, pero el aura la reconoció de inmediato.

Frente a ella, había un pequeño niño. Era Hotaru, el último pilar estaba hincado al lado de Fiang, al parecer curándolo. Sin querer interrumpir se miró a si misma, estaba ya sana, sin ningún rastro de la batalla.

- Me alegro que estés bien - al escuchar el dulce e infantil sonido de su voz se alegró, confirmando su sospecha.

Poco a poco Fiang también abrió los ojos encontrándose con la dulce mirada del pequeño y cubierto con su aura.

- Gracias - le dijo.

El pequeño sólo sonrió.

- ¿Eres el último pilar? - quiso confirmar Hannia.

El pequeño ayudo a levantarse a Fiang, quien ya se sentía mucho mejor. Hotaru asintió.

- Vamos, ayudaremos a los demás - dijo adelantándose.

Fiang y Hannia se vieron entre sí, notaron que ambos estaban mejor y sonrieron, luego fueron tras el pequeño.

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El resplandor de luz cesó.

El cansancio era muy evidente en su respiración, era agitada. Ese ataque la había debilitado mucho, permanecía de pie, pero sentía que no podía mover ninguna parte de su cuerpo, sentía todo el cuerpo entumecido, a penas notaba como poco a poco todos los residuos de poder se desvanecían. A su alrededor no había casi nada, todo había sido arrasado con el poder de la explosión.

Cómo una ola una repentina y extraña sensación recorrió todo su cuerpo, eran tan intenso que recobró de inmediato toda la sensibilidad, sólo para verse sentirse aún peor, sentí como la mayor parte de su cuerpo estaba adolorida y sentía salir líquido espeso y calido por muchas partes. Se dio cuenta que tenía decenas de cortadas en todo el cuerpo, sus ropas blancas teñidas con rastros rojos de sangre. Pero lo que realmente la alarmo fue que después de despejarse todo, ahí estaba el señor Gakusha, permanecía con el mismo semblante oscuro y el mismo nivel de energía, mientras el de ella estaba siendo consumido.

- Ríndete - dijo mientras se acercaba a ella - lo siento pero fue lo que tu decidiste.

La vista de Sakura comenzó a fallar y de pronto todo lo que veía se tiño de rojo, tenía una herida en la frente y la sangre que escurría le impedía ver mejor. Trato de moverse, pero fue aún peor, cuando lo hizo sólo logro caer de rodillas.

De nuevo Gakusha se acercó y le sonrió.

Sakura estaba en su límite, aunque ella lo deseará su cuerpo no aguantaría más, ahora resentía los efectos de la batalla anterior. Después de ver como lentamente los pies de Gakusha se acercaban a ella quedo inconsciente en el suelo.

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- ¡Dios mío! Kero - corrió Tomoyo en ayuda del pequeño guardián.

Al sentir el contacto, el pequeño Kero levantó un poco la cabeza y cambio a su forma falsa.

- Oh Kero - le decía Tomoyo que rápidamente lo llevo con Eriol.

Al sentirse en las manos de Eriol, Kero le sonrió un poco.

- ¿Qué diría Sakura si lo viera así? - pensaba angustiada Tomoyo.

- Estarás bien, amigo - le dijo al pequeño Kero, mientras hacía un conjuro para curar sus heridas.

Tomoyo lo tomo en sus manos para después se encaminarán hacia los demás lugares.

- ¿Fuu? - preguntó Tomoyo al acercarse a una figura que yacía en el suelo.

El guardián solar se trato de levantar.

- Aún estas débil, es mejor que descanses - le dijo Eriol. De nuevo el pequeño Kero se recostó en los brazos de Tomoyo.

Eriol se acercó a él, su aura era baja. Al revisarlo se alegro de ver que sus heridas no eran tan graves y aún más al saber que...

- ¿Esta bien? - preguntó Tomoyo acercándose más.

- Sí, sólo esta dormido.

- ¡¿Qué?! - las energía de Kero parecían haber vuelto - es chico es un flojo sin remedio - comentó enojado.

- No Kerberos, esta bajo un hechizo.

- ¿Cómo podemos despertarlo?

- No lo sé - contestó sinceramente, no sabía mucho de la magia que manejaban los pilares, bueno, en realidad no sabía nada de la magia que manejaban.

En ese instante sintieron algo muy extraño, todos se pusieron alerta.

Tomoyo lo notó de inmediato.

- ¿Qué pasa? - le preguntó a Kero.

- Alguien se acerca.

- ¿Es un pilar negro?

- Creo que es todo lo contrario - contestó ahora Eriol.

De entre las sombras vieron acercarse a 4 figuras.

La primera era muy pequeña seguida de otras tres.

- ¿Hotaru? - preguntó Tomoyo al reconocerlo.

Los demás los vieron un tanto asombrados, tras el pequeño venían Hannia, Fiang, Misaki y en sus brazos un inconsciente Suppy, todos parecían un poco débiles, pero estaban bien.

- ¡Hannia!, Fiang y Misaki - dijo feliz Mei mientras la iba a abrazar a su amiga - me alegro que estén bien.

Ieran sólo les regalo una pequeña sonrisa, que les decía que se alegraba por ellos.

El pequeño saludo con un pequeño movimiento de cabeza. Luego sin decir nada se dirigió hacia Fuu, se inclino junto a él. Puso una de sus pequeñas manos sobre su frente y cerró los ojos.

Segundos después, todos veían asombrados como Fuu abría lentamente los ojos. Eriol lo ayudo a ponerse de pie.

- ¿Estas bien?

- Eso creo - dijo un poco mareado.

Todos miraban con curiosidad al pequeño. Él les sonrió a todos.

- Mi nombre es Hotaru Bruida - dijo a todos - soy el último pilar.

Casi todos lo vieron impresionados. Un pequeño niño.

- ¿Cómo es que no eres cómo los otros? - preguntó Kero.

- Tiene muy poco que despertó mi poder y pude mantenerme escondido hasta ahora. Fue escrito que yo naciera después que los otros, para cumplir con mi misión y ayudarles a ustedes. Pero se supone sería hasta dentro de unos días y no ahora - dijo observando a la burbuja - el representante del mal ha decidido adelantarlo para asegurar su victoria.

- ¿Qué? - dijeron algunos asombrados

- ¿Por qué? - quiso saber Fuu.

- El sabía sobre la señorita Kinomoto, sabía que su destino era morir en la batalla... - al escuchar estas palabras todos sintieron pesar y temor - y que su nivel mayor de energía negativa la alcanzaría en unos días, pero adelantar todo le daría ventaja, ya que la señorita Kinomoto no esta en condiciones de pelear. Quiso cambiar el destino a su favor, pero también sabe que puede ser en su contra. Ahora que los pilares negros han sido derrotados hará lo imposible por acabar con toda la tierra. Ella esta peleando.

- ¿Dónde esta? - preguntó angustiado Fuu, mientras entre toda la energía negativa que predominaba buscaba el aura de Sakura.

- Esta... se esta - apenas podía decir, estaba aterrado por el aura de Sakura

- Se esta extinguiendo - dijo Ieran.

- No es posible - dijo Tomoyo cuando sentía de nuevo que quería llorar.

- Les ayudaré a entrar - dijo el pilar llamando la atención de todos.

- Tal vez, el poder del representante del mal, sea enorme, pero también lo es el mío.

Ieran se paró frente al pequeño, queriendo aclarar una duda que realmente afectaba su corazón.

- ¿Sabes dónde esta mi hijo?

Los demás estaban atentos a la respuesta del pequeño.

- El joven Li, él esta dentro - dijo señalando a la burbuja - notando la preocupación en los ojos de su madre se apresuro a decir - él esta inconsciente, pero esta bien.

Los rostros de todos parecían asombrados.

El pequeño les sonrió y camino hasta llegar frente a la burbuja. Su cuerpecito comenzó a brillar levantó una mano para tocar la burbuja.

Para sorpresa de todos, no fue rechazado. Y se abrió una especie de puerta.

- Lo lamentó - dijo mientras brillaba - no puedo entrar, pero ustedes lo pueden hacer.

- Tomoyo, Mei, señora Li, Kero, señorita Hannia y Rubi Moon - es mejor que ustedes se queden será muy peligroso, dijo Eriol.

- ¿Qué? No, yo iré - dijo enojado Kero.

- Yo también - dijo Rubi Moon.

- No Rubi Moon, tienes que cuidar de Spinnel Sun - la miró de frente y le sonrió - además también estas débil.

- Pero amo... - protestaba.

- Lo lamento Rubi, pero es una orden - dijo con voz seria.

Jamás, nunca, Eriol le había dado a su guardiana una orden. No tuvo opción que quedarse.

- Lo siento Kero - le dijo acercándose al pequeño guardián, pero creo que es mejor que te quedes con ellos, también estas débil y alguien tiene que cuidarlas.

- Pero...

- Sakura lo hubiera querido así.

Y con esas palabras lo contuvo.

- Esta bien, pero protejan a Sakura.

- Lo haremos - dijeron al unísono.

- Yo también - dijo Hannia - no me quedaré aquí - dijo decidida.

Eriol no dijo nada y con un movimiento de cabeza acepto, no la podía obligar.

- Hannia, ¿qué estas diciendo? - preguntó algo indignado Fiang.

- Lo lamento Fiang, así lo he decidido y nada de lo que digan, puede hacerme cambiar de opinión - dijo viendo a todos y en especial a Ieran quien no dijo nada. Se sentía obligada por un lado el hecho de ser la más poderosa del círculo de oriente y por otro lado en ayudar a su prometido que estaba dentro.

Hannia, Fuu, Eriol, Misaki, Fiang comenzaron a entrar.

- Cuídense mucho - dijo Tomoyo viéndolos a todos.

- Tengan cuidado - dijo Ieran con un aire de preocupación.

- Sólo confíen - dijo el pequeño antes de cerrar de nuevo la burbuja.

Dentro la sensación era diferente.

Sí afuera se sentía el predominio de la energía negativa, dentro era aún mayor. El frío llegaba a los huesos y el ambiente era pesado, una especie de mareo llegaba a sus cabezas y su cuerpo era algo difícil de mover.

- Están allá - dijo Eriol apuntando el edificio alto, en el centro de la burbuja, en cuya punta estaba concentrándose una gran cantidad de energía negra.

Todos comenzaron a seguirlo con un poco de dificultad para llegar hacia allá.

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- Es lo que decidiste pequeña Sakura - dijo Gakusha, mientras la observaba.

La unas gotas de sangre se estrellaban en suelo, formando un charco. Estaba colgada de las manos, inconsciente, sangrando, estaba agonizando, en lo alto de una torre construída por el mismo Gakusha.

- Sólo esperaré a que mueras por completo. No te preocupes te haré un hermoso ataúd de cristal – rió estruendosamente - Mientras tanto seguiré alimentándome - floto de nuevo hacia lo alto.

El pulso de Sakura era muy débil, su corazón casi no latía, la pérdida de sangre era demasiada, su piel más pálida de lo normal, sus labios casi morados.

- Lo siento, les falle - abrió un poco los ojos, sintiendo como las fuerzas la abandonaban, recordando a todas aquellas personas que amaba y que había conocido, - a todos.

- Lo lamento, los amo... - y con su último suspiro, unas lágrimas salieron de sus ojos, resbalaron por sus mejillas frías y cayeron reuniéndose con la sangre en el suelo. Un último latido del corazón y su pulso desapareció.

- He ganado - sonrió el señor Gakusha.

Una increíble y terrible sensación en el pecho. Una presión y una tristeza, un vacío inexplicable llego a los corazones de todos.

- ¡Sakura! - Nadeshico se levantó muy agitada, sentía algo horrible dentro de sí, sentía que había perdido una parte suya. Sus ojos se humedecieron. Su instinto de madre le decía que algo muy malo le había pasado a su hija.

- ¿Qué pasa? - le preguntó Touya a Fujitaka que de pronto se veía algo distraído.

- Estoy bien, será mejor continuar - le dijo a su hijo.

- Así que también lo sintió - pensó Touya - Cuídate por favor Sakura - pensó para sí mismo.

Estaban todos refugiados en el palacio, no tardarían mucho en llegar los seres oscuros así que lo protegían con vallas y algunos hechizos.

- ¿Todo esta bien? - preguntó Nadeshico sorprendiéndolos.

- Sí - al voltear a verla se dieron cuenta de que sus hermosos ojos estaban tristes.

- ¿Creen que ella este peleando? – comenzó a decir Fujitaka, notando que su hijo y su esposa lo sentían.

- Ella estará bien - dijo secamente y muy convencido Touya.

- Así es, hijo - le dio un abrazo consolador.

- Continuaré - dijo ella, sin esperar nada su aura comenzó a incrementarse, y como las otras veces comenzó a flotar mientras decía el conjuro, reforzando la seguridad en el palacio. Pero no sólo hacía eso, también comenzó a tratar de comunicarse con Sakura.

- Sakura - dijo casi inaudible Eriol - ¡dense prisa! - dijo a los demás y corrió hacia la torre.

- ¡Sakura! - dijo Tomoyo, miró alrededor.

- Pasa algo - preguntó Mei cuando la vio acercarse a la burbuja.

- No - le dijo - ella estará bien - pensó, aunque su corazón decía que no.

Ieran también lo sintió.

- Ellos estarán bien - dijo el pequeño sacándola de sus pensamientos, ella sólo asintió. Pero Hotaru lo sabía, así que decidió intervenir con un poco de ayuda, sin que nadie lo notara hizo un pequeño hechizo, susurró algunas palabras y en su manita se formó una pequeña esfera blanca que luego desapreció.

- Ayúdala por favor - pensó el pequeño. Era todo lo que podía hacer por ahora.

El pequeño Kero que también estaba muy débil y se había quedado inconsciente también repetía.

- Sakurita...

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- ¿Dónde estoy? - se preguntaba, hace instantes estaba en otro lugar.

Vio a su alrededor, era escabroso. Colinas enormes de tierra erosionada, oscuridad casi absoluta. A lo lejos comenzó a escuchar algo, se acercó con cuidado a una enorme piedra. Se asomo y lo que vio no lo podía creer.

Al otro lado había unas filas enormes de sombras que caminaban. No tenían forma definida, sólo parecían ser humanos encorvados que caminaban lamentándose, formados en perfectas filas.

- ¿Qué es esto?

- Estas en el reino de los muertos - escucho una voz.

- El reino de los muertos, Thanatos?... - pensó.

- Así es, debes encontrarla y salvarla. Date prisa.

- ¿A quién? - preguntó, pero no recibió respuesta alguna.

- ¿Quién eres? - esa voz le resulto conocida.

Nada.

Así que con cuidado se acerco. Las filas eran enormes y todos se lamentaban. Según sabía, después de que un humano moría era enviado a ese lugar y de acuerdo a sus acciones era consignado a otro plano.

Subió a la roca y a lo lejos vio como centenares de sombras caminaban hacia un acantilado, que era el único lugar con un poco de luz rojiza que salía de él. Entonces recordó que según los relatos si se caía en ese abismo no había posibilidad de regresar de la muerte.

- Pero a quién se refería la voz - pensaba.

Siguió recorriendo con la vista el lugar, mientras más y más sombras caían.

Pero su vista se fijó en algo a lo lejos, una luz, alguien de las personas que se dirigían a ella emitía una intensa luz que se le hizo conocida. Trato de sentir el aura, y al reconocerla salió corriendo hacia ella.

- ¡Sakura! - gritaba mientras corría entre las sombras que eran prácticamente arrastradas al abismo.

- ¡Sakura! - gritaba con todo lo que daba su voz.

Con mucha dificultad logro verla de espaldas, mientras aún caminaba al abismo.

- ¡Sakura! - la llamo tomándola del hombro, pero ella no volteo a verlo, siguió caminando.

Shaoran de nuevo corrió hasta alcanzarla y se paró frente a ella. Su aura rosada lo cubría por completo.

Grande fue su asombro al verla. Estaba vestida con la misma ropa con que la vio en el supuesto sueño el hermoso vestido blanco. Pero su rostro no tenía expresión alguna, sus ojos estaban abiertos, pero no había brillo en ellos, estaban vacíos.

Sakura sólo le dio la vuelta y siguió caminando, acercándose peligrosamente al abismo.

- ¡Sakura! - ahora la retuvo en sus brazos, mientras ella dejo de moverse - reacciona - la sacudió levemente.

Pero ella seguía en el mismo estado.

Shaoran sintió con temor que se movían, pero no porque ellos caminaban sino porque estaban tan cerca de la orilla que el mismo abismo los comenzaba a llevar contra su voluntad.

- Sakura por favor - la tomo por la cara y la sacudió un poco - reacciona, debemos salir de aquí, sino moriremos.

Ella estaba igual.

Era desesperante, ella no reaccionaba. Aparentemente estaba bajo un hechizo o algo así, no se le ocurría otra razón. Comenzó a elevar su aura, tratando de que esa manera reaccionara, llamándola constantemente.

Pero dentro de Sakura ocurrían otras cosas

Estaba en una oscuridad total, sentada en el suelo se abrazaba a sí misma, temblaba y lloraba tristemente.

- Tengo miedo - decía una y otra vez.

- Sakura - se escucho a lo lejos - Sakura - grito de nuevo, pero ella estaba tan sumida en su tristeza que no la escuchaba.

- ¡Sakura! - se escucho más fuerte.

Aún con miedo levantó la cabeza. Sus ojos eran igual de vacíos.

- ¿Quién me llama?

- Soy yo Sakura, por favor escúchame.

- ¿Zeshin eres tu?

- Así es pequeña.

Ella se levanto buscándolo.

- ¿Donde estas?

- ¿Recuerdas Sakura?, yo estoy atrapado entre la vida y la muerte. Por haber traicionado al representante del mal me condeno a vagar aquí, hasta que él sea derrotado.

- Lo siento Zeshin, perdí - dijo y de nuevo comenzó a querer llorar.

- NO, aún no, tu alma esta siendo guiada al abismo de la muerte pero aún no has caído. Aún tiene probabilidad de salvarte.

- Pero ¿para qué? no puedo derrotar a el señor Gakusha, es muy poderoso - se entristeció su rostro.

- Sakura... - dijo con voz comprensiva - el poder no es la mejor arma para triunfar.

- Debes regresar y luchar por los que quieres, por todos, recuerda que tienes en tus manos el destino de Hikaru y de la tierra. Si no regresas, todo lo que conoces desaparecerá, el sufrimiento, el dolor, la muerte y oscuridad reinarán para siempre. Confió en ti y no soy el único, en la tierra y en Hikaru muchas personas están luchando ahora, están dando lo mejor de sí.

- Mamá - dijo recordando a todos - Papá, Touya, Yukito, Tomoyo, Eriol, Hannia, Mei, Shaoran... - recordó.

- Sí, si no haces algo ellos morirán. Sakura tu debes... - su voz comenzó a desvanecerse.

- ¿Zeshin?

Nada.

- ¿Zeshin? - nadie le contestó.

- ¿Cómo puedo salir de aquí? – comenzó a moverse entre la oscuridad pero no había nada ni nadie, excepto ella.

- Sólo con desearlo con todo el corazón - escucho una dulce voz, muy conocida para ella.

- ¿Mamá?

- Sólo deséalo querida hija, y regresarás con nosotros.

- Mamá...

- Sakura - a lo lejos le pareció escuchar la voz de su padre.

- Sakura - la voz de su hermano por otro lugar.

- ¡Sakura! - la voz de Tomoyo por otro.

- Sakura - la voz de Eriol.

- ¡Sakura! - la voz de Kero, de Yue, de Ieran.

- Señorita Sakura - una voz infantil que le pareció conocida. Era el pilar.

- ¡Sakura! - la voz de Shaoran.

- ¿Shaoran?

- Sólo deséalo, confiamos en ti - decía su madre mientras su voz se desvanecía, su energía estaba bajando.

- Lo haré mamá - sus ojos cambiaron - gracias a todos.

- ¡Sakura! por favor - seguía escuchando la voz cada vez más cerca de Shaoran.

- Lo deseo - concentró la fuerza que pudo - deseo regresar - dijo mientras aún escuchaba la voz angustiada de Shaoran. Su cuerpo brillo con fuerza y despareció del oscuro lugar.

Los ojos de Sakura que habían estado vacíos de pronto comenzaron a parpadear, sintiendo que se movía.

- Me alegro que ya estés mejor - lo primero que vio fue unos hermosos ojos ámbar y una sonrisa de alegría muy cerca de ella.

Después de unos segundos de estar perdida en esa sonrisa y esos ojos recordó todo.

- ¿Dónde estamos? – dijo volteando a todos lados.

- Salvando nuestras vidas - dijo él. La tenía cargada, mientras corría tratando de salir del alcance del abismo.

Más adelante se detuvo, ambos vieron hacia atrás. Miles de personas todavía caían a ese abismo.

- ¿Qué es este lugar?

- Es el preludio a una muerte segura.

Entonces todas esas personas están muriendo.

- Desafortunadamente, así es.

- Gracias - le dijo.

Él sólo contesto con una sonrisa.

- ¿Cómo salimos de aquí? - dijo recordando que para evitar todas esas muertes, debía regresar a luchar.

- No lo sé.

- ¿Qué? ¿Cómo llegaste aquí? si... - iba a decirle que como estaba hay, si ella lo había dejado inconsciente en el edificio, pero no dijo más, él parecía no recordarlo o por lo menos eso pensaba ella.

Él comenzó a ver a todos lados, buscando una salida.

- Lo tengo - dijo ella - si lo que me dijo mi madre es verdad...

Muy decidida tomo la mano de Shaoran, éste sólo la miró un poco rojo.

- Pero qué estoy pensado - se recrimino a si mismo, mientras veía que ella cerraba los ojos para concentrarse.

- No me sueltes - le dijo - saldremos de aquí.

- Sakura yo quería... - decía bajito Shaoran - pero ella estaba tan concentrada que no lo escuchaba. Y en un movimiento rápido lo abrazo, para poder llevarlo con ella era necesario que estuvieran juntos. Sintió la magia correr de nuevo por ella. Deseando regresar para saldar cuentas pendientes ambos desaparecieron del lugar.

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El corazón brincó, como si le acabaran de aplicar un electroshock, su pulso lentamente comenzó a regresar, la sangre comenzó a fluir por todo su cuerpo, empezó a respirar de golpe, jalando aire por la boca.

Tardo unos segundos para recobrar la conciencia y lo primero que sintió fue el dolor. Un dolor intenso en todas y cada una de sus heridas de donde se escapaba su sangre. En sus manos y pies, en su cuello.

Dolor, gracias a él sabía que estaba viva.

Abrió los ojos con lentitud, primero vio todo borroso, pero poco a poco la luz rojiza de la luna le permitió ver todo.

Después de ver lo que había a su alrededor y se arrepintió de haberlo hecho.

A su alrededor yacían los cuerpos de sus amigos.

Hannia inconsciente casi bajo sus pies, a su lado Fiang herido y sin sentido, más allá estaba Fuu aún de pie, conteniendo una hemorragia en su estomago y frente a él Eriol que parecía ser el menos herido. Sosteniendo con dificultad la batalla con Gakusha. A le vez que protegía a Fuu con su cuerpo.

Sólo ver las escenas la hicieron enojar, no le importaba cómo es que habían logrado llegar ahí, o como debía derrotarlo, pero ahora estaba más que decidida.

- Así que regresaste - pensó Gakusha sin tomarle importancia.

Llamo de nuevo a que su energía se reúna en su cuerpo, no era mucha, pero era la suficiente. Su cuerpo comenzó a brillar de nuevo.

- ¿Sakura? - volteo Fuu buscándola con la esperanza en su corazón. Al llegar a aquel lugar, su corazón se rompió y sintió una sensación horrible al verla colgada de aquel lugar, mientras aún las gotas formaban un gran charco de sangre en el suelo.

Ella en un movimiento se soltó de su prisión.

- ¿Sakura? - se sorprendió Eriol al sentir su aura. Ese momento lo aprovecho Gakusha para envestirlo con un ataque, pero mientras Eriol se defendía como podía, en un engaño, Gakusha golpeo fuertemente sus ojos con un hechizo.

El cuerpo de Eriol salió volando.

- ¡Eriol! - gritó Sakura. Y se apresuró a ir a verlo, por el golpe sus ojos sangraban y había quedado inconsciente.

- ¿Están bien? - preguntó Fuu acercándoseles con dificultad.

- Debes llevártelo de aquí - dijo Sakura - aún vive.

- ¿Ellos están bien? - preguntó señalando a Hannia y Fiang.

- Están vivos, sólo mal heridos.

- ¿Y tú? - dijo notando que salía sangre en su cuerpo.

- No es nada - dijo para no preocuparla.

- Ya terminaron, o aún tengo que esperarlos - dijo enojado Gakusha. Esos chicos débiles que llegaron, lo habían hecho interrumpir su alimento y estaba comenzando a enojarse.

- Escucha Fuu, llévatelos de aquí.

- Sakura, pero estás herida.

Ella se levanto del lado de Eriol.

- Por favor, sólo hazlo - Fuu no había escuchado hablar así a Sakura nunca antes. Así que por el momento decidió obedecerla, cargo el cuerpo de Eriol para llevárselo a un lugar seguro.

Sakura tenía la vista fija en Gakusha.

- Oh no, no lo harás - dijo el hombre y lanzó un hechizo hacia Fuu, quien no pudo hacer nada por cargar a Eriol.

Sakura se dirigió a detenerlo, pero sus movimientos eran lentos y no llegaría.

Con sorpresa Gakusha vio como era desviado su poder.

- ¡Shaoran! – dijo Sakura.

Él estaba protegiendo a Fuu, con su espada en la mano. Al parecer al sacarlo de Thanatos, también se había despertado.

- Por fin - dijo Gakusha - por fin apareces, estaba comenzando a pensar que eras un cobarde.

- Si no aparecí antes, fue por otra causa - dijo viendo de reojo a Sakura.

Ella no quería que él participara en esa batalla, que no peleará, pero eso no era lo que él deseaba. Sabía que Shaoran pelearía hasta la muerte si era necesario, eso le daba mucho temor.

- Confía en mí – le dijo Shaoran, sin verla - Lo derrotaremos.

Él era así, era parte de él. Una de las muchas cualidades por las que aún lo amaba. Pensó que no había otra opción, así que se resigno a pelear con él. Pero no a perderlo en la batalla.

Fuu lo vio al jefe del Clan Li y le agradeció con una mirada y luego se marcho para dejar a Eriol en un lugar seguro.

Shaoran volteo para sonreírle a Sakura, pero al verla con más detenimiento sintió que el corazón se le rompía. Ella estaba cubierta de sangre, sus ropas estaban llenas de sangre y eso en verdad lo preocupo. Con cuidado y sin perder de vista a Gakusha se acercó a ella.

- Debes irte de aquí, estas muy herida.

- Lo lamento Shaoran, pero esta es mi pelea y no pienso abandonarla.

- Sólo... sólo ve con Fuu, para que te cure las heridas mientras tanto yo me ocuparé de él.

- No conoces su poder.

- ¡Que lindo! - dijo Gakusha - déjense de cursilerías y peleen. Y esta vez no seré tan considerado.

La pelea comenzó de nuevo y esta vez era mucho más fuerte, a pesar de ser dos los que atacaban, simplemente no lo dañaban. Y él en cambio había logrado herir en algunas ocasiones a Shaoran que se interponía cuando veía que iba hacia Sakura.

Fuu regreso, tratando de no llamar la atención y se llevó a Fiang, que estaba más cercano. No tenía demasiada fuerza, así que no podía sanarlos, sólo ponerlos en un lugar a salvo hasta abajo del edificio. Apenas regresaba por Hannia cuando.

- ¡Fuu cuidado! - le grito Shaoran, pero era demasiado tarde, antes de que pudiera siquiera voltear, ya había sido atacado por un poder de Gakusha, mientras este sonreía.

El cuerpo de Fuu salió despedido, por unos centímetros más y hubiera caído por la orilla del edificio.

- ¡Fuu! - se apresuró Sakura a verlo. Estaba inconsciente, el golpe le abrió aún más la herida del estomago. Y golpeo una de sus piernas gravemente.

Sakura rompió su gabardina, que hora era casi rosa por la sangre, hizo unas tiras y amarró como pudo la herida para evitar que una hemorragia mayor.

- Eres... - dijo volteando a ver a Gakusha.

Gakusha sólo rió a carcajadas.

- ¿Crees que los dejaría ir tan fácil? Me gusto jugar con ustedes, pero hay un mundo que conquistar.

- Y ahora, le toca al joven Li - dijo viéndolo.

Sin más, lanzó un hechizo contra él. Una bola de poder que sin dificultades Shaoran desvió, Gakusha sonrió. Luego el poder se dividió no en dos, sino en 20 del mismo tamaño, que comenzaron a arremeterlo sin piedad. Él las esquivaba y las cortaba con su espada, pero para su sorpresa al cortarlas, sólo lograba que se crearan más.

- ¡Shaoran! - corrió Sakura en su ayuda.

- También ahí para ti, querida.

De la sombra de Gakusha comenzaron a salir varias más, con forma de personas mitad águilas. Tres en total que comenzaron a atacarla con bolas de fuego que salían por la boca.

- ¡Sakura! - gritó Shaoran, y aunque deseaba ayudarla, él tenía sus propios problemas. Al descuidarse le dieron 5 bolas en los brazos y piernas.

- Dios del fuego ven a mí - gritó.

Su hechizo no funcionó. Llamo entonces al viento, al aire, pero nada, sólo las alejaba por unos instantes pero de inmediato regresaban. Esos hechizos habían sido perfeccionados por años y años de práctica y a esas cosas no les hacía nada. Eran sus ataques más poderosos.

- Dios del agua, ven a mí - de nuevo.

Esta vez logró acabar con unas cuantas, así que siguió repitiendo el mismo hechizo.

Mientras Sakura había tenido que utilizar sus alas, tratando de alejarse de aquellas cosas que la seguían y atacaban.

Y de fondo sólo se escuchaba la risa de Gakusha.

Shaoran ahora sólo tenía que acabar con 5 más. Pero mientras se defendía, esquivaba y atacaba- Apareció frente a él, repentinamente el señor Gakusha.

- Eres bueno, creo que te enseñe bien – rió - te ofrezco algo - dijo deteniendo las bolas que venían contra Li - únete a nosotros, tendrás vida eterna y todo lo que desees.

- Jamás - dijo serio y con la mirada enfurecida.

- Te estoy dando la oportunidad de vivir a mi mando.

- Prefiero morir luchando por la tierra, que vivir siendo tu esclavo.

- Si así lo deseas... - dijo Gakusha.

Desapareció en ese momento.

- así será - lo escucho decir cuando ya se encontraba detrás de él.

Lo agarró por el cuello sin dificultades con un mano y con la otra le quitó la espada y la tiro, cayendo del edificio.

Sakura que aún volaba, no perdió detalle.

- ¡Shaoran! - se lanzó en su ayuda.

Pero la interceptaron las tres figuras. Estaba tan preocupada y angustiada que su báculo brillo y se transformo en espada y en un sólo corte extermino a las tres.

- ¡Detente! - grito Gakusha - o deseas verlo morir.

Shaoran se retorcía y conjuraba hechizos para poder soltarse, pero ninguno funcionada y cada vez le daba más trabajo respirar.

- Quieto - le dijo Gakusha y lo cubrió con un polvo negro que le impidió moverse más.

Sakura no tuvo remedio que obedecer, estaba muy lejos de ellos como para poder atacarlo de sorpresa.

- ¡Suéltalo! - ordenó angustiada al ver el cuerpo casi flácido de Shaoran.

Shaoran sintió como le dejaba respirar un momento y luego de nuevo le apretaba el cuello.

- ¿Qué te parece? ahora no puedes darme ordenes. Sí te acercas un poco, sólo un poco lo mataré. ¿Sabes cuan frágil es la vida humana? Sí sigo haciendo presión en su cuello, morirá de asfixia, si presionó más, su cuello se romperá, es muy fácil matarlo.

Sakura lo veía con furia en sus ojos.

- ¿Que puedo hacer? - pensaba.

- Vamos Sakura, con él en mis manos puedo hacer que tu hagas lo que yo quiera. Y es qué ¿quieres verlo muerto?

Sakura dio un paso al frente.

- Ah, ah, ha, sé que no deseas verlo morir, conozco tus sentimientos.

- Maldito - dijo llena de impotencia de no poder hacer nada.

Sakura comenzó a elevar su aura ¿Qué iba a hacer? ni ella misma lo sabía, pero intentaría algo.

- Así que vas a intentar algo, bien. Dejaré escuchar las últimas palabras de la persona que más quieres - soltó levemente el cuello de Shaoran para que pudiera hablar.

- Sakura - dijo con dificultad - pelea. Que no te importe lo que pase conmigo, sólo derrotarlo. Recuerda que no es por mi por quien peleas, sino por toda la tierra y por Hikaru, por todas las personas que amas y las que te amam...

- Es suficiente - dijo apretando de nuevo - Con él en mis manos, puedo obligarte a pasarte a mi lado, puedo obligarte a hacer lo que yo quiera, sólo por no verlo muerto.

- Pero - dijo - sé cuanto lo amas y mi último regalo para ti será que ambos mueran juntos - lanzó a Shaoran hasta donde se encontraba ella.

Su cuerpo cayó pesadamente.

- ¡Shaoran! - Sakura se acercó a verlo - ¿estas bien?

Él le sonrió, lo que la tranquilizó mucho.

- Sólo no puedo mover ninguna parte de mi cuerpo, pero estoy bien.

- Gracias al cielo.

- No se preocupen se harán compañía en el infierno - grito Gakusha y comenzó a reír.

Sakura no le hizo caso.

- Intentaré una cosa más - dijo enseriando su cara.

- ¿De qué hablas? - le preguntó alarmado Shaoran.

- Es la única forma de eliminarlo - dijo ella.

- ¿Qué vas a hacer? - preguntó cada vez más angustiado.

- Esta - dijo mostrándole una carta que Shaoran no pudo distinguir - es mi esperanza.

- ¿Sakura? - la llamo comenzando a temer e imaginar de que se trataba.

Ella le sonrió de manera dulce. Se acercó a él, sólo para depositar un dulce y tierno beso en su frente.

- Quiero que seas feliz - luego se levantó y camino unos pasos adelante y encendió a toda su potencia.

Shaoran se quedo descontrolado, aquella parecía haber sido una despedida. Trato desesperadamente de moverse, pero el hechizo seguía haciendo efecto.

- Demonios - mascullaba intentando moverse - ¡Sakura no lo hagas!

Pero ella ya no lo escuchaba había entrado en una concentración profunda. Transformó su báculo a su forma cristalina y comenzó.

Gakusha la vio confundido ¿Que estaba planeando esa chiquilla? Acaso un hechizo desesperado o un hechizo suicida? Cómo sea, no le dio mucha importancia y dejo que siga, porque por muy fuerte que sea su poder, el de él era muy superior.

La carta Sakura flotaba frente a su ama, con luz propia.

Segundos después, mientras Shaoran seguía sin poder moverse. La frente de Sakura estaba cubierta de sudor, ese hechizo realmente le estaba consumiendo energía. La carta brillaba como nunca, pero el hechizo estaba funcionando, la carta comenzó a dar vueltas en su eje.

- Por favor - rogó Sakura.

Repentinamente la carta brillo, luego cesó, para asombro de Gakusha y Shaoran ya no había una carta sino dos, con el mismo brillo rozado.

Sakura les sonrió.

- Gracias les dijo a ambas.

Luego tomo una y la invocó.

- ¡Vació! - la envió en contra de Gakusha.

- ¿Vacío? – pensó Shaoran,

Sakura había separado a la carta Esperanza en dos. Una de ellas era Vacío, que tenía el poder de todas las cartas en una sola, sólo que ahora estaba bajo el mando de Sakura. Ella era muy inteligente en utilizarla, tal vez de esa manera podría acabar con Gakusha.

La carta comenzó a atacar a Gakusha sin piedad. Y como la vez anterior todo lo que tocaba desaparecía. A Gakusha lo tomo por sorpresa, en realidad era lo que menos se esperaba, así que sólo se dedico a esquivarla, mientras pensaba como terminarla.

- ¡Muy bien Sakura! - le gritó Shaoran desde el suelo.

Pero para su sorpresa cuando la vio, ella no estaba atenta a lo que pasaba frente a ella, seguía en una profunda concentración. Y entre sus manos la otra carta brillaba con resplandor propio.

- ¿Sakura? - la llamo, en ese momento sintió como si algo lo llamará.

Trato de concentrarse en el llamado.

- ... por favor, sólo necesito que crean en mi, ayúdenme enviando energía positiva. Recuerden sus sueños, recuerden lo hermoso que es vivir, recuerden a las personas que aman y que las aman. Escuchen su corazón, dentro de él se encuentra la verdad, sólo deben escucharlo y les dará las respuestas. No más dolor, no más sufrimiento, sólo felicidad, sólo amor, sólo... - seguía diciendo.

Era la voz de Sakura, estaba convocando a todos, llamando directamente a su corazón. El llamado ya había llegado a algunos lugares cercanos aunque Sakura se esforzaba mucho.

Estaba haciendo lo que Gakusha le había enseñado, al dispersar su aura esta llevaba el mensaje, pero estaba débil y apenas llegaba a unas cuantas personas. Y algunas al sentirla la rechazaba y a su mensaje, mientras otras pocas lo aceptaban y le enviaban un poco de energía.

Ella recordó lo que Zeshin dijo: el poder no es el arma más poderosa. Eran los sentimientos, la esperanza, la bondad, el amor..., así que trataba de llamar a todos esos sentimientos en las personas.

- ¡Basta! - gritó Gakusha muy enfadado.

Ahora se dirigió directo a la carta, esquivo unos cuantos golpes y logro golpearla, la carta se resistía y se ponía en pie. Pero Gakusha le dio otro golpe tan fuerte que logro que la carta volviera a su estado original.

Al voltear a ver a Sakura y como su aura comenzaba a incrementarse un poco y sintió miedo, por un momento sintió que si la dejaba continuar, ella ganaría, así que decidió dejar de jugar y matarlo a todos.

Shaoran lo vio acercarse, la furia de sus ojos le dijo todo.

Sakura aún estaba concentrada en el hechizo y no lo veía acercarse.

- ... escuchen su corazón. Tengan esperanza, sé que pueden hacerlo sólo crean en ustedes mismos y crean en mi... - se esforzaba lo más que podía, pero su aura era muy débil.

A pesar de todo, su voz llegaba muy fuerte y claro a Hikaru.

- ¡Es la señorita Sakura! - grito emocionada Alei.

- Sakura - dijo Nadeshico- sé que puedes lograrlo sólo debes tener esperanza y...

Ellos estaban siendo sitiados por los seres oscuros.

- Adiós, mi querida pupila - Gakusha se detuvo y comenzó a formar un ataque.

- Demonios - dijo enfadado Shaoran tratando de moverse y no lo lograba - ¡Sakura! ¡Sakura cuidado!

Pero ella estaba en la más absoluta concentración, sin escucharlo siquiera.

La energía esta lista para ser disparada y Gakusha no dudo un segundo.

- Adiós- dijo y lo lanzó.

Lo siguiente pasó en segundos.

Con un esfuerzo salido del corazón, Shaoran se levantó, se puso delante de Sakura y la abrazó, protegiendo con su cuerpo el de Sakura que seguía en concentración. No había tiempo de un escudo, así que el escudo sería él.

El ataque fue directamente contra ellos impactándolo.

- ¡Ah! - fue se alcanzó a escuchar.

Desconcertado por no sentir nada Shaoran volteo, para darse cuenta de quien había recibido el golpe. Para su sorpresa, quien lo había hecho era su prometida. Hannia que permaneció de pie unos segundos, mientras lo observaba fijamente, le sonrió.

- ¿Hannia?

Ella sólo cerró los ojos y cayo inconsciente, al ir a verla, con horror se dio cuenta de que el poder había dado justo en la espalda. Se había sacrificado por él.

- ¡Eres un maldito! - le grito furioso.

- No te quejes, es un bicho menos - se burló - no te preocupes pronto le harán compañía.

Shaoran se lanzó al ataque con ira. Gakusha sólo preparó otro golpe igual.

Esta vez, tampoco llego. Shaoran sólo vio a alguien que se interponía frente a él, recibiendo de igual manera el golpe.

Y al poder distinguirlo.

- ¿Fuu?

- Ayuda..., ayuda a Sakura - le dijo mientras aún se mantenía de pie de frente a Gakusha.

- Fuu...

- Otro bicho más - dijo Gakusha - pensé que ya los había matado. No importa los mataré las veces que sea necesario.

Fuu había despertado, al sentir el aura de Sakura. A decir verdad había perdido completamente la esperanza al verla muerta, colgada de aquella torre. Su corazón se había roto por completo y su esperanza murió con ella. Al sentir el llamado de Sakura, pareció que regreso a la vida y al abrir los ojos y encontrarse con la escena que muchas veces había visto en sus premoniciones, utilizo la fuerza de su corazón para poder ayudar.

- Hazlo por favor - le dijo a Shaoran sin voltearlo a ver.

Un poco renuente Shaoran regreso, pero antes de llegar con Sakura paso a ver a Hannia que para su alegría aún estaba viva.

Sakura permanecía en concentración.

Un golpe más fue interceptado por un muy mal herido Fuu.

- Has mejorado bastante mi querido Fuu - dijo Gakusha, luego vio a Sakura y lanzó varios ataques - no podrás con todos -Fuu no podría bloquear todos.

Para cuando Shaoran se dio cuenta uno iba directo a ella, por más que trato no alcanzó a detenerlo.

El golpe le dio a Sakura, quien perdió el equilibrio y casi cae, pero Shaoran llego a sostenerla y ella trato de seguir concentrada. Sus pies ya no le respondían, ese ataque logró sacarle el aire y ahora era difícil respirar.

- Sakura - dijo aún sosteniéndola. Ella se aferraba a su carta y al báculo que brillaba.

Fuu se había encargado de desviar los demás ataques.

- ¡Ayúdala! - Shaoran escucho casi desfalleciente la voz de Fuu.

No sabía que hacer así que lo único que se le ocurrió fue pasarle un poco de energía, y mientras con una mano la sostenía, con la otra también tomo la carta que Sakura tenía en sus manos y la logro ver.

- ¿Qué? - nunca había visto esa carta, ni siquiera recodaba que existía. Sabía que Esperanza se había unido con otra, pero no sabía cual.

Al contacto con Shaoran la carta brillo aún más deslumbrante.

Al ver esto Gakusha le dio aún más temor. Dejo de jugar y simplemente mando un poder a la pierna herido de Fuu, que no pudo desviar y cayó muy mal herido.

Se dirigió hacia ellos a toda velocidad.

La carta había alcanzado su punto de mayor poder. Shaoran sintió como una nueva energía corría por su cuerpo al igual que Sakura. De pronto a la mente de Sakura llegaron unas palabras abrió los ojos y comenzó a recitar.

- Verdad, Inteligencia, Principio, Espíritu, Unidad, Vida, Amor - eran los verdaderos nombres de los pilares - Leyes del lado positivo, elementos en equilibrio con el universo que rigen la tierra y el cielo, escuchen mi llamado y cumplan su misión - de nuevo cerró los ojos y unió las manos con las de un asombrado Shaoran.

Los diferentes pilares derrotados, que yacían alrededor de la burbuja incluyendo al pequeño Hotaru. Se levantaron, su apariencia cambio de manera radical, ahora no eran ángeles negros, sino blancos, que brillaban con esplendor intenso. Al decir su nombre cada uno, se fueron transformando.

El báculo de Sakura floto entre ella y Shaoran. La parte superior, donde se encontraba la estrella de 7 picos brillo y se desprendió. Trazo de manera perfecta una estrella de 7 picos, en cada pico se encontraba ubicado un pilar. Y en el centro estaban Sakura y Shaoran con las manos y las frentes unidas, ambos con los ojos cerrados. En sus pies brillaba intensamente el símbolo de Hikaru las dos "s" § con toda su intensidad. Las mentes y corazones de Sakura y Shaoran se armonizaron.

Gakusha se dirigió hacia ellos. Con desesperación comenzó a lanzar cientos de ataques. Para desgracia de Sakura y Shaoran estos si les llegaban y los herían pues su energía se incrementaba pero no había llegado al máximo.

- Los tengo – dijo Gakusha. Y mientras atacaba comenzó a extender su aura alrededor del mundo, provocando en las personas miedo, sufrimiento, convocándolas de igual manera, para robarles la energía.

- Escúchenme - decía Sakura, que ya había sentido las intenciones de Gakusha - todos los habitantes del mundo y de Hikaru, abran sus corazones y dejen salir el poder esta en sus corazones y la fe en ustedes mismos. No tengan miedo, enfréntenlo. Busquen sus tesoros dentro de ustedes, no teman encontrase a ustedes mismo y a su misión. Sólo si ustedes hacen eso, podremos ganar... - tuvo que callar cuando un enorme poder le pego en la espalda.

Una de las muchas personas que escuchaban el llamado era por fuera era una horrible gárgola, como había sido infectado había adoptado esa forma. Pero su alma parecía encontrarse en lo que parecía un lugar muy agradable, con varias personas a su alrededor con quienes conversaba y reía, un campo con flores y árboles. Escucho el llamado y se alejo un poco de los demás, vio formarse un agujero negro cerca de él.

- Vean la verdad en sus corazones – decía el llamado - no se dejen manipular por los engaños.

La persona vio tras de sí, las otras personas lo llamaban una y otra vez, para que regrese a divertirse, pero algo dentro de sí lo llamaba a ese agujero. Era el mundo que Gakusha les había prometido a cambio de sus almas, una vida tranquila, donde no tenían que preocuparse de nada.

- No lo hagan, quieren sufrir – también escuchaba otra voz masculina, que lo llamaba.

Eso mismo pasaban todas las personas infectadas que los escuchaban estaban desconcertadas, sin saber que creer o pensar. Dos auras los convocaban, una con sentimientos negativos y otra con positivos.

Los círculos del mundo, también enviaban energía a la Card Master y abrían su corazón. Lo mismo que Tomoyo, Ieran, Mei y todos los demás que podían escuchar todo.

Shaoran no abrió los ojos al sentirse atacado, pero para proteger a Sakura la rodeo con su cuerpo lo más que pudo y continuo, mientras Sakura se recuperaba.

- Escuchen, miren dentro de sí. Sé que es difícil pensar que hay algo maravilloso dentro de nosotros. Pero así es, yo necesite que alguien más me lo enseñará lo qué puedo llegar a ser - dijo abrazando más fuerte a Sakura - pero ustedes no necesitan a nadie más, el problema, la esperanza, la solución, el amor esta en ustedes mismos. Sólo abran su corazón y el mundo completo cambiará.

No tengas miedo de ser débil

No estés orgulloso de ser fuerte

Simplemente mira dentro de tu corazón, amigo mío

Ese será el regreso a la inocencia

Las personas seguían siendo atacadas por Gakusha, pero las palabras de Shaoran sonaron tan llenas de un sentimiento tan especial que muchas se dejaron llevar por esas palabras ignorando las de Gakusha y entrando al oscuro portal.

En segundos la energía de Gakusha era rechazada por los humanos y su energía disminuía de manera radical. Las personas estaban abriendo sus corazones. Pero otras se resistían.

- ¿En verdad quieren volver a sufrir? – preguntaba Gakusha, mientras su aura bajaba de intensidad y trataba desesperadamente de convencerlos.

- No quiero sufrir más – decían. – No más dolor, estoy muy bien aquí – decían otras

- Es una ilusión, están siendo manipulados, es una mentira. Todo lo que necesitan, la felicidad, la tranquilidad, el amor, esta dentro de ustedes. Nadie excepto ustedes mismos, pueden ofrecerse y darse. No busquen fuera lo que siempre ha estado dentro.

- Tengo miedo – decían otras.

- No tengan miedo de descubrirse a ustedes mismos y conocerse, no teman ver.

Más y más personas se convencían y a pesar de los llamados, entraron. Una vez dentro se encontraron bañados en una luz muy tranquilizadora, luego se materializaba un espejo, donde se reflejaban ellos, tocaban los espejos y...

- Abran sus corazones a la esperanza, a la paz, a la confianza, al amor, al conocimiento de ustedes mismos - dijeron al unísono Sakura y Shaoran.

No te preocupes por lo que la gente diga

Solo sigue tu propio camino

No te rindas y aprovecha tu suerte

para regresar a la inocencia

Sus auras se combinaron, haciendo que la carta adquiriera más poder, la estrella que estaba abajo de ellos comenzó a parpadear. Los pilares comenzaron a emanar energía. Y con ayuda de todos y cada uno de ellos el poder de la carta se comenzó a incrementar y comenzó a cubrir la tierra entera.

Las personas tanto infectadas como las que no, escucharon las voces y abrieron sus corazones, permitiendo que todos los sentimientos positivos aflorarán, dejando a un lado el miedo, el resentimiento, el sufrimiento, todo lo negativo, sumergiéndose en ellos mismos, para verse por primera vez como eran en realidad y la luz que había dentro de ellos por fin resplandeció con toda su fuerza.

Ese no es el principio del fin

Ese es el regreso a ti mismo

El regreso a la inocencia.

A la vez la energía comenzaba a emerger en los cuerpos de Sakura y Shaoran. Ambos recibían la energía positiva, pero también ellos la emitían. El poder de la carta llegó a su punto máximo y se esparció por el mundo entero, borrando con facilidad la energía de Gakusha.

Sakura y Shaoran abrieron los ojos de golpe, sus ojos eran distintos, ambos eran de color plateado vieron de frente a Gakusha tomados de la mano. Y de esa manera comenzaron a formar un poder frente a ellos.

- ¡NO! – gritó Gakusha, su poder disminuía, con algo de temor en sus ojos, tendió una trampa cuando vio el poder que se formaba frente a ellos.

Cuando ellos lo lanzaron, él lo esquivo desapareciendo y reapareciendo tras ellos. Ellos no se movieron y vieron regresar a su poder, sólo se dieron vuelta para verlo pero no se quitaron. Para sorpresa de Gakusha, el poder los atravesó y le dio a él.

Pero no era un hechizo de destrucción o de muerte como pensaba, era aún peor, era un hechizo de amor y esperanza, que fue a atacar directamente a su conciencia, a la parte humana que tenía. La barrera que a pesar de todo aún protegía al lugar se desvaneció por completo.

Se retorcía de dolor y desesperación, viendo todo el mal que había hecho. No soporto más y cayo desfalleciente, de su cuerpo salió una sombra negra. Que huyo hacia la parte más recóndita de Hikaru. Mientras su cuerpo se hizo polvo, que el viento se llevó.

La batalla había terminado.

Todas las personas infectadas volvieron a la normalidad, caían exhaustas habían tenido una lucha, una verdadera y más importante lucha que de magia o cuerpo a cuerpo. Había sido una lucha con ellos mismos, en la que se encontraron a si mismos.

El poder de la carta cubría la tierra entera, dándole un aspecto casi rozado. Los pilares dejaron de brillar y el poder de la carta comenzó a desvanecerse. Todos los humanos de la tierra en aquel momento estaban inconscientes, había sido un gran esfuerzo.

La estrella desapareció y volvió a su lugar en el báculo de Sakura. Los pilares se dirigieron hacia donde se encontraba Sakura y Shaoran.

Los ojos de Sakura y Shaoran volvieron a la normalidad. Ambos vieron descender a los pilares frente a ellos. Maravillosos ángeles con luz propia. Para su sorpresa se inclinaron frente a ellos. Hermosos ángeles, cuyas alas brillaban con luz propia, sus ojos estaban llenos de bondad y amor, eran muy altos, vestidos con sencillas togas blanquecinas que también brillaban.

- Les queremos agradecer - dijo con voz angelical uno - por habernos liberado del hechizo.

- ¿Qué podemos hacer para agradecerles? - preguntó otro.

- ¿Qué pasará ahora? - Shaoran aún tenía dudas.

- No se preocupen, todos estarán bien. Para cuando despierten no recodará nada de lo que paso.

El rostro de Sakura cambio.

- ¿Quiere decir que todo esto fue en vano? Ninguno cambiará - dijo desilusionada – seguirán emitiendo la energía negativa.

- No podemos obligarlos, una parte de ellos siempre tenderá hacia lo negativo y otra a lo positivo. Es su decisión, ellos sabrán que camino tomar – dijo otro pilar.

- ¿Fue en vano...? – dijo desilusionada.

Shaoran vio sus ojos tristes y sólo apretó un poco su mano. Ella, que ni recordaba que estaba tomados de las manos, le agradeció con una mirada.

- No es así - dijo otro - Aunque no lo recuerden como lo harán los que tienen más desarrollada su magia, han despertado dentro de ellos la esperanza. Y eso es algo que jamás podrán olvidar, su mente lo olvidará, pero su corazón nunca lo hará.

Escuchar esas palabras hicieron que Sakura se sintiera mucho mejor.

- ¿Qué pasará con ustedes?

- La mayoría de nosotros ha perdido su cuerpo, así que buscaremos nuevos para seguir cumpliendo nuestra labor.

- Los otros continuaremos. Pero gracias a ustedes ya no estaremos solos.

- ¿A qué se refieren?

- El corazón de todos despertó, y eso hace que ellos puedan ser pilares. No con tanto poder como nosotros, pero con pequeñas cantidades harán la misma función. Ya no somos tan indispensables para la energía positiva.

- Ya veo.

- Nos debemos retirar, debemos continuar - todos se despidieron con una reverencia y se marcharon a diferentes partes del mundo, unos a sus cuerpos que los esperaban. Y los que ya no lo tenían, buscando un nuevo cuerpo con las cualidades necesarias para portarlos.

- Un final feliz - dijo Sakura.

- ¿Qué? - preguntó Shaoran.

Ella le señaló al horizonte, donde lentamente los rayos del sol comenzaron a colarse entre las nubes. Y la luna regresaba a ser plateada, algunos pajarillos comenzaron a cantar a lo lejos y finalmente el sol salió.

Shaoran sintió repentinamente como la mano de Sakura se zafaba. Gracias a su rapidez pudo atraparla antes de caer al suelo.

- ¿Sakura? -le habló y revisó sus signos vitales. Para su alegría sólo se había desmayado, estaba muy cansada. Temía que hubiera utilizado todo su poder y que ahora el destino se cumpliera.

- Muy bien – escucho una dulce voz dentro de si, mientras perdía el conocimiento – haz cambiado el destino. Recuerda el destino no esta escrito, sólo el camino.

- Sakura - le pareció escuchó la voz de Shaoran, se sentía extrañamente bien en aquellos brazos.

- Sakura...

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La canción se llama "Return to inocence" de Enigma. Es preciosa y me pareció excelente para esta parte.

Los elementos Vida, Amor, Verdad, Inteligencia, Principio, Espíritu y Unidad, no son de mi invención lo saque de un libro de metafísica que dice que son los principios que rigen el universo.

Thanatos, ji, ji, ji, no estoy segura, pero sé que se refiere a la muerte. Sólo que no recuerdo bien cómo se llama ese lugar. Según los mitos.

Por cierto, ¿alguno de ustedes es portador de un pilar?, ¿Han visto su corazón? Seguro es hermoso.

¡Oh! nn Esta vez si me gusto mucho el capitulo. EStoy muy contenta.

Me alagaría mucho que ustedes me den su opinión, por favor. Necesito saber si a ustedes les gusto o si tienen alguna duda o desean mandarme a volar con mi historia (espero que no).

Bien, estoy tan contesta que les diré lo que viene en el último capitulo. ¡Siiiiiii! adivinaron matrimonio, propuesta de matrimonio, atenciones agradecidas, despertar de algo, descubrimiento de otro. Y no todos salieron bien librados de la batalla, dejo muchas desgracias que los afectarán.

Lo que ya esta decidido, es lo que pasará con SS desde el principio de esta historia estaba previsto así (sólo espero que nadie me mate) Me esforzaré en que me quede bien.

Ahora sólo quiero agradecer a: -nena05000, sip fue el primer r&r, me legra que por fin hayas pasado por esa tortura (alias exámenes) Espero que este capitulo te guste mucho, porque me esforce en hacerlo, y en cuanto a lo que pides, emmm, mejor lee el siguiente capi. Cuídate mucho, saludos y hasta prontito.-Jaina, hola, ji, ji, ji, muchas gracias por tus palabras y te mando muchos saludos (también soy de México)-Serenity Kaiou, muchas gracias en verdad estoy muy contenta de que te guste mucho, gracias por escribir no sabes cuanto significa para mi-Asuka, hay que linda, me hiciste sentir bien, me alegra que piensen eso de mi historia, gracias por tu comprensión, muchos saludos y hasta pronto-Celina Sosa, je, je, je creo que con este capitulo quedaron muchas preguntas resueltas, bueno casi todas, espero que este capitulo te guste mucho, gracias por escribir.-Sakura Wen, me alegro que te hayan gustado las batallas, aunque a mi no me convencieron del todo, pero estoy satisfecha si te gustaron, gracias por la información. Y esperamos ansiosos tu actualización nn.-Victor, me has hecho pasar un buen susto, cuando leí eso de tu crítica, pensé que me ibas a enumerar mis errores (BUAAA) pero cuando leí lo siguiente, me hiciste feliz nn. Bueno, actualice lo más rapido que pude, y hasta ahora no ha llegado la muchedumbre queriéndome matar, pero después del siguiente capitulo, tendré que mudarme de país para no ser linchada. ji, ji, ji, y antes de que eso pase, te agradezco mucho tus palabras, me alientan mucho, cuídate y hasta pronto.-Perla, muchas gracias por tus palabras, espero que este capi también te agrade, y puse en práctica tus consejos, nn. Tus reviews siempre me animan y son muy importantes, cuídate y hasta pronto.-aomesango1, Hola, hola, te agradezco mucho que te tomes el tiempo de leerla, gracias por escribir y ahora no tarde tanto en publicar. Gracias y hasta pronto.

Siento mucho contestarles así, pero corren rumores de no sé qué.

Las frases para la colección de Perla:

"El hombre es un pedazo del universo hecho vida"

- Emerson

"Nuestra humanidad sería una cosa deplorable si no existiera la divinidad dentro de nosotros"

- Bacon

Y...

"La vida sólo tiene valor sólo cuando hacemos que valga la pena"

- Hegel

Cuídense mucho y hasta pronto.