DISCLAIMER: Nada de este mundo de fantasía me pertenece. Todo es propiedad de JK Rowling y sus asociados.
CAPÍTULO 2:
-Despierta! Son las 9:00. Báñate y ve a lo de la Sra. Figg. -dijo Petunia asomándose a su habitación como todas las mañanas.
-Si, si. Ya voy. -dijo Harry desganado.
Pero en cuanto su tía dejó la habitación, saltó de la cama y se metió al baño. Eligió unos jeans oscuros, con una remera blanca y roja, que hacía juego con sus zapatillas del mismo color. A las 9.50 ya se iba a lo de su vecina, muy contento y esperando su sorpresa.
Tocó la puerta, pero no fue la Sra. Figg la que apareció. Una nube roja le tapó la visión, mientras dos brazos le rodeaban el cuello.
-Feliz c u m p l e a ñ o s, mi amor! -dijo Ginny tímidamente en su oído, antes de soltarse un poco y plantarle un suave beso en los labios.
-Ejem, ejem.....-Ron se aclaró la garganta.
Ginny y Harry dejaron de besarse algo incómodos y muy sonrojados. De hecho, tenían el mismo color en sus rostros que el de las cabelleras Weasleys, lo cual es mucho decir.
-Feliz c u m p l e a ñ o s Harry!!! -dijeron todos los presentes a coro.
Luego de saludar a Katie, Ron, Hermione, Lupin y Tonks, Harry vio a la Sra Figg acercarse con una enorme torta de chocolate, decorada con estrellas titilantes y 17 velitas encendidas. Después de pedir sus 3 deseos correspondientes, Harry apagó las velas de un soplido.
-Los regalos! -exclamó Katie, y le entregó un paquete bastante grande, de forma rectangular -espero que te guste.
Era un libro enorme. Harry lo miró algo desilusionado, pero en cuanto leyó el título y vio la cara de Remus se echó a reír. "Como jugarle bromas pesadas a sus amigos...o enemigos" era el título del libro, escrito en letras doradas, sobre la superficie azul. En la primera página había una dedicatoria, que lo hizo reír aún mas: "No lo uses son Malfoy delante de mí o tendré que quitarte puntos"
-Era de nuestros padres, de aquí sacaron buenas ideas para molestar a Snape. Imaginé que te gustaría tenerlo.
-Me encanta Katie, gracias.
-Creo...-dijo Remus -que deberías haberme pedido permiso para regalárselo, no? Ese libro era mío también.
-Lo siento tío -dijo Katie con una sonrisa hasta sus orejas -pero mi papá me lo regaló cuando fue a verme, así que ya no era tuyo, y ahora es de Harry, y si quieres agarrártelas con alguien, tendrás que esperar a que vuelva.
Luego abrió el de Ron y Hermione. Un gran paquete color violeta, atado con un moño azul. Al abrirlo encontró un conjunto de túnicas de Quidditch, de los Chuddley Cannons, el equipo favorito de Ron. Hermione se excusó y le dijo que hubiera preferido otro regalo, pero que Ron había insistido en comprarle eso. Harry les agradeció y tranquilizó a su amiga diciéndole que le encantaba.
Lupin le entregó un paquete pequeño, adentro de él había una caja. Se apresuró a abrirla y encontró una cámara de fotos mágica. Era mas de lo que podía pedir. Sabía perfectamente que Remus no estaba en una situación de abundancia económica y que esas cámaras eran caras, por lo que lo recompensó con un abrazo y un "no deberías haberlo hecho".
Por último, llegó el turno de Ginny. Todos se hicieron los distraídos y se alejaron un poco de la pareja de novios. La pelirroja le dio un paquetito muy pequeño. Era un anillo de plata, en su interior tenía grabada la fecha y "TA". Harry no necesitó mucho para descifrar esas letras. Abrazó a Ginny con mucha fuerza, la miró a los ojos, y antes de besarla le dijo:
-Yo también te amo, y eres lo mejor que me ha pasado en la vida.
-Eh...siento interrumpir la romántica escena, pero debemos irnos -informó Katie con una gran sonrisa.
-Y...a dónde vamos?
-Ah!!! Sorpresa hermoso! -dijo Ginny tomándolo de la mano. -Pero te aseguro que la pasarás muy bien.
Los chicos salieron de la casa con Katie a la cabeza y subieron a un automóvil verde oscuro, muy grande que había en la puerta. Viajaron por aproximadamente 40 minutos, en los cuales Katie y Ginny chusmeaban de los últimos modelos de túnicas, Ron y Hermione se hacían caricias y Harry....se aburría.
Katie se salió de la ruta y comenzó a manejar por un camino de tierra algo roto. Al final del camino, había una tranquera y un hombre unos metros adelante. La conductora bajó la ventanilla y saludó al hombre.
-Buenos días.
-Buenos días señorita. Tiene sus entradas?
-Ah! Si! -buscó dentro de su cartera por unos instantes y se las dio -aquí tiene.
-Todo está en orden...sí. Pueden entrar, sabe cómo, verdad?
-Si, si, gracias.
Katie reanudó la marcha, estaba a punto de chocarse la tranquera. Harry cerró los ojos, pero el choque no se produjo. Al abrirlos nuevamente, se encontró en un estacionamiento enorme, donde cientos de autos estaban parados uno al lado del otro y muchos niños, jóvenes y adultos bajaban de ellos. Al fondo de todo Harry leyó el cartel luminoso que decía: "Parque Mágico de Diversiones Madbury".
Por lo que había oído de ese lugar, era fantástico. Había montañas rusas que se movían sin necesidad de rieles ni electricidad y los carritos siempre estaban a punto de chocar entre ellos. Luego había un tren del terror, con fantasmas de verdad, que atravesaban a la gente y los asustaban lo mas que podían. Además de esos, había por lo menos 30 juegos diferentes y muy divertidos.
Pasaron un día genial, entraron a todos los juegos y algunos los repitieron. Almorzaron en uno de los restaurantes del lugar y luego siguieron corriendo de un lado para el otro. En el carrito de los enamorados, hadas y duendes cantaban serenatas a los jóvenes que entraban y les regalaban chocolates y flores a las mujeres que veían verdaderamente enamoradas. Ginny y Hermione salieron con tres cajas de chocolates cada una y Katie no aguantó la risa al ver la cara de Ron cuando le contó que un duende le pegó en la cabeza por no ser romántico con su novia.
Al anochecer, se quedaron a apreciar los fuegos artificiales. Katie desapareció un momento y volvió con su característica sonrisa, tan grande que parecía que iba de oreja a oreja. Los fuegos iluminaban los rostros de felicidad de todos los presentes y armaban figuras en el cielo. Casi al finalizar el show, letras rojas y doradas mostraban una dedicatoria muy especial: FELIZ CUMPLEAÑOS HARRY!!!!
Harry no sabía como agradecerle a Katie por todo lo que estaba haciendo por él. Durante todo ese día ni siquiera estuvo triste un minuto, lo cual era todo un logro, porque siempre que recordaba donde se encontraba su padrino se sentía muy mal y la furia lo invadía.
Cuando el día llegó a su fin, Harry no tenía tiempo para sentirse triste, porque estaba exhausto. Volvieron al automóvil y emprendieron el regreso a casa. Claro que esta vez, Harry iba abrazado a Ginny, que dormía plácidamente en sus brazos, y algo parecido sucedía con Ron y Hermione. En el asiento del acompañante iban todos los regalos y cosas que habían ganado en los juegos.
Luego de que Ron, Hermione y Ginny se fueran por la chimenea de la Sra Figg (Hermione iba a casa de Ron y después iría a su casa), Katie se despidió de la dueña de casa y acompañó a Harry a lo de sus tíos.
-Harry, antes de irme debo decirte algo.
-Qué?
-Ve a tu habitación, arma tu baúl que vamos a pasar el resto de las vacaciones juntos.
-En serio? -preguntó Harry lleno de alegría.
-Si. Salvo que prefieras quedarte con el bebé ballena y sus padres.
-En 2 minutos vuelvo.
Harry corrió a su habitación y guardó todas sus cosas en el baúl a una velocidad supersónica. Tomó la jaula de Hedwig y les dijo a sus tíos que se iba con su prima Katie, la hija de Sirius. Ellos se alegraron y se despidieron con un gran "al fin" del tío Vernon.
Harry metió lo más rápido que pudo todas las cosas en el baúl del auto, soltó a Hedwig para que vaya volando, se despidió de la Sra Figg, que hablaba animadamente con Katie y se subió al asiento del acompañante.
Estaba ansioso por volver a lo de Remus, al fin y al cabo era un tío para él. Quería vivir con Katie para conocerla más, y estaba seguro de que tendría mas visitas de Ginny. Lo que no sabía era lo que iba a pasar después.
POR CADA CAPITULO QUE ALCANZO A PONER, NOS ACERCAMOS MAS A DONDE LO DEJAMOS EN EL FORO.
BESOS PARA TODOS Y GRACIAS POR SEGUIRME ACA.
BARBY
