DISCLAIMER: Nada de este mundo de fantasía me pertenece. Todo es propiedad de JK Rowling y sus asociados.

CAPÍTULO 9:

El lunes por la mañana, todos los alumnos se reunieron a desayunar en el Gran Salón. Mientras las lechuzas ingresaban, trayendo el correo, Harry no pudo evitar sentirse mal por Marva. Seguía sola, como la noche anterior y nadie le hablaba. Toda la mesa de slytherin parecía estar cuchicheando sobre ella, porque murmuraban y la miraban de reojo.

Snape recorrió la mesa de Slytherin repartiendo los horarios. Estaba casi llegando a Marva cuando la tensión se hizo notar. Katie tenía sus ojos color miel fijos en el profesor de Pociones, ante el mínimo desplante lo iba a hacer volar por los aires. Harry y compañía contenían la respiración esperando un maltrato de los que él ya estaba acostumbado. Incluso Animius parecía preocupada, desde la mesa de Profesores.

Pero nada pasó. Snape simplemente le entregó el pergamino en sus manos y le sonrió por la comisura de sus labios. Marva respondió al gesto con una resplandeciente sonrisa, mostrando su agradecimiento. Katie dejó caer el vaso de jugo que tenía en sus manos. Snape sonriendo a su hermana?? Harry mirába a Snape incrédulo, eso sí que no era posible, tenía que haberlo imaginado. Dumbledore, en cambio, estaba encantado. Al fin iban a terminarse las discrepancias entre las dos familias.

-No puede ser! -dijo Ron, sacando de su ensimismamiento a Harry -Hoy es horrible!

-No!! Por qué?? Doble Pociones, doble Adivinación y doble Historia de la Magia! -exclamó Harry simulando llorar.

-Bueno, por lo menos estaremos con Marva en Pociones, no? -dijo Hermione intentando levantarles el ánimo.

-Es verdad. Mejor nos apuramos, porque no quiero darle la satisfacción de llegar tarde. -dijo Harry levantandose y haciendole señas a Marva para que los siga.

-Tenemos Pociones juntos, no? -preguntó Marva al alcanzarlos afuera del Gran Salón.

-Si. Con Snape -dijo ron haciendo una mueca de asco.

-No parece tan malo. Ayer me dio la bienvenida a Slytherin, me mostró toda la Torre y me invitó a tomar el té com él cuando quiera.

-Perdón? -dijo Hermione, que fue la única que pudo hablaro, porque Harry y ron se habían quedado de piedra al oír el relato tan extraño de Marva.

-Snape? -preguntó Harry al fin -Dandole la cordial bienvenida a la hija de Sirius Black? No imagino lo que debe haber hecho Dumbledore para logarlo.

-No entiendo qué tiene de extraño-

-Verás. Snape odiaba mi papá, tanto como odia Sirius y Remus. Y, por lo general, su odio se traslada también a sus hijos. Ya sabes que me odia a mi y a Katie.

Marva levantó los hombros en señal de no saber por qué lo había hecho entonces. Snape no parecía muy normal que digamos, pero tenía algo en él que le decía que no estaba fingiendo ser cordial y amable con ella. Al entrar al aula, Los cuatro se sentaron juntos, uno al lado del otro. Neville se sentó junto a Marva, que prometió ayudarlo con sus pociones. Poco a poco, los demás fueron llegando. Los alumnos de Slytherin miraban a Marva con aires de superioridad y reproche.

-Buenos días. -dijo Snape al entrar.

-Buenos días profesor Snape -contestaron todos los alumnos.

-Antes de comenzar con la clase, voy a decirles que este año va a ser el mas difícil de todos. Tienen que prepararse para los EXTASIS y, realmente, aún no entiendo cómo algunos de ustedes están en esta clase. -Neville tembló al sentir que Snape lo miraba con odio -Por supuesto que la mayoría de ustedes no va a pasar sus exámenes, ya que ni siquiera deberían estar en esta clase, pero parece que el nivel fue tan bajo que decidieron subirles las notas de las MHB. Ahora comenzaremos con la Poción de...-Snape se detuvo al percatarse de algo que no le agradó -Srta. Black, por qué no está sentada con sus compañeros de casa?

-Eh...yo....no sabía que no podía sentare aquí Profesor. -contestó Marva bajando la mirada -Nadie me lo dijo.

-Sólo voy a aceptarlo porque es la primer clase. Luego sientese con la gente de Slytherin.

-Si Profesor.

La clase terminó. Harry rompió su propio récord perdiendo 10 puntos en la primer clase del año. Neville pudo terminar su poción, gracias a la ayuda de Marva, y slytherin salió con 20 puntos mas porque la menor de las Black había terminado la suya antes y mejor que nadie.

El resto del día fue horrible para Harry y Ron. Tuvieron que soportar que la Profesora Trelawney les diga con lágrimas en los ojos que pronto llegaba el turno de pasar al mas alla. Pero lo peor era soportar las miradas fulminantes que le enviaban Lavender y Parvati cada vez que se reían de las estúpidas predicciones que la profesora hacía. Con Historia de la Magia no les fue nada mejor, pero por lo menos, pudieron dormir un rato, y hubieran descansado mas si no fuera porque Hermione los codeaba cada cinco minutos.

Al salir de la última clase, Hemione pasó junto a Ron y Harry como una bala y ni siquiera los miró. Ron miró a Harry y salió tras ella. Qué había hecho ahora para que se enoje con él? Mientras la seguía recordaba todo lo que había hecho en el día. Hasta que llegó a la última conversación que habían tenido durante la clase de historia. "Ron...deja de dormir. Presta atención o reprobarás" "No voy a reprobar porque tu me vas a dar tus apuntes" "Ah no! Ya estoy cansada de esto. No voy a estar todo el año detrás tuyo diciendote que estudies, no soy tu mama." "Menos mal". Antes de que Hermione consiga pasar por el retrato de la Dama Gorda, Ron la tomó de un brazo y la metió en un salón vacío.

-Qué quieres? -le preguntó Hermione mirando el suelo.

-Hermione....que te pasa? Por qué siempre te enojas conmigo por todo lo que hago?

-Porque te comportas como un idiota. Me haces sentir mal.

-Lo siento, pero si me hubieras dejado terminar la frase, sabrías que no era para hacerte sentir mal. Yo te iba a decir, que menos mal que no eres mi mamá, gracias a Dios eres mi novia. Y después te iba a dar un beso, pero te fuiste tan enojada que...

Ron nunca pudo terminar de completar la frase porque Hermione se le había lanzado encima y lo estaba besando. Aunque ninguno lo reconociera, sus peleas le ponían mas emoción a su noviazgo, porque las reconciliaciones eran cada vez mejores. Ya hacía casi un año que estaban de novios y se querían cada vez mas. Se besaban tan apasionadamente que se dejaban sin respiración mutuamente, Ron comenzó a buscar la piel de Hermione, ya no era suficiente con los besos. Ella respondió acercándose mas a él y subiendo sus manos a su cabello, revolviéndoselo.

-Vamos a otro lado -dijo Ron, apoyando su frente en la de Hermione.

-Como quieras.

Ron se debatía entre dos lugares para ir con Hermione. Podía ser su cuarto, estaba seguro de que no había nadie, la mayoría ya estaba cenando. Pero si a alguien se le ocurría entrar iban a estar en serios problemas. El segundo lugar era mas seguro. Hemione iba en silencio caminando con Ron, se dejaba guiar por el castillo sin pensar en nada. Ella también necesitaba estar con él, ya era hora de vivir un poco mas y dejar de preocuparse tanto por las normas. Cuando se dio cuenta estaba adentro del baño de Prefectos. Antes que pudiera decir algo, Ron ya la estaba besando de nuevo. Qué mas daba? Estaba tan enamorada de Ron que le daba igual que fuera ahí, en una cama o sobre el techo.

Despacio y con mucho cuidado, Ron se tumbó en el suelo sobre Hermione. Sus respiraciones agitadas se juntaban en el aire, mientras torpemente se quitaban la ropa. Ambos estaban nerviosos, ninguno había estado tan cerca de otra persona nunca. Pero debía ser así. Siempre lo soñaron así. El primer beso juntos, el primer noviazgo juntos y, ahora, su primera vez juntos.

Pronto los suspiros y gemidos de la pareja llenaron el aire del baño. Sus cuerpos sudorosos parecían hervir bajo las manos del otro. Ron no quería apresurar nada, pero Hermione le susurró al oído que necesitaba sentirlo con ella. Y así lo hizo, con mucha suavidad y delicadeza, esperando que el dolor de su amada terminara para aumentar el ritmo.

Desnudos y felices, se metieron en la piscina luego del acto. Se besaban sin parar, como si tuvieran miedo de despertar de ese hermoso sueño que habían vivido juntos. Ese sueño que marcaba un antes y un después en sus vidas.

-Estás bien? -preguntó Ron de repente, hablando por primera vez.

-Perfectamente. Y tu?

-Cómo quieres que esté? Fue perfecto, fue hermoso. Te amo Hermi.

-Yo también.

Se abrazaron por un largo tiempo, hasta que se dieron cuenta de que debían volver a sus deberes de Prefectos. Si se ausentaban por un período mas largo, alguien saldría en su búsqueda y el resultado podría ser catastrófico. Se vistieron lentamente, aun besándose y se fueron a la Sala Común, donde los esperaban Harry y Ginny seguramente.

Luego de cenar, Dumbledore dijo que debía hacer un anuncio especial. Las pruebas de Quidditch para aquellos equipos que las necesitaran iban a ser durante esa semana. En unos días iban a recibir exactamente que días para cada casa.

Balde de agua fría para Marva, que casi había olvidado su deporte favorito. Ahora no iba a poder jugar. Por qué todo tenía que salirle mal?? Por qué no había entrado a Gryffindor? Sin darse cuenta, sus ojos se llenaron de saladas lágrimas y dejó casi corriendo el Gran Salón. Corrió hasta su sala común, y se desplomó en un sillón, sin darse cuenta de que había alguien mas ahí.

Draco Malfoy estaba leyendo una carta que le había enviado su padre, muy atentamente y con una sonrisa en el rostro, cuando vio pasar a la nueva integrante de su casa llorando y tirarse en un sillón, tapándose el rostro con las manos. La dejó por un rato, pero luego, su lectura se hacía imposible con esos sollozos a su lado.

-Por qué lloras, Black? -le preguntó desde su lugar.

-No te interesa Malfoy! Dejame en paz.

-Es verdad, no me interesa, pero no puedo leer contigo llorando, así que...o me dices por qué lloras o te vas a otro lado.

-No hablaré contigo! Y me quiero quedar aquí!

-Ok. -dijo Malfoy levantándose de su sillón y acercándose a ella -empecemos de nuevo. Por qué lloras? Alguien te hizo algo?

-Dejame tranquila.

-Marva...los Slytherin no lloramos. -le dijo suavemente retirándole las manos del rostro -Nunca. Si estás llorando es por algo....grave.

-Yo no soy como tu! No se por qué ese Sombrero de porquería me mandó a esta casa cuando yo quería estar en Gryffindor! Y jugar al Quidditch! Como mi papá!

-Ah...Si todo este espamento es por el Quidditch....hay vacantes en el equipo. Puedes presentarte a las pruebas. No es muy común que las chicas jueguen en Slytherin, pero si eres buena, puedo hacer una excepción. Yo soy el Capitán, sabías?

-Eres un idiota Malfoy! No es solo por el equipo! Yo no pienso montarme a mi escoba para jugar junto a ti! -luego de gritarle en la cara, Marva se levantó del sillón y se encerró en su habitación.

El martes por la mañana tuvieron clases de Cuidado de Criaturas Mágicas con Hagrid. Hermione le hizo señas a Marva para que se acerque a ellos, mientras caminaban hacia el semigigante, que se veía muy alegre, junto a un extraño animal.

-No puedo estar con ustedes en clases, ya escucharon a Snape –dijo Marva al acercárseles.

-Mmmm, no –dijo Hermione -No puedes estar con nosotros en Pociones, pero Hagrid no es así. El no tendrá problemas.

La clase transcurrió normalmente, con los ya usuales comentarios de Malfoy sobre la inutilidad de Hagrid como profesor, y alguna que otra alusión a la estupidez de Harry. Cuando iban a ingresar al Castillo, para dirigirse al Gran Salón, Malfoy volvió a sacar de sus casillas a Harry y compañía.

-La verdad es que no me sorprende en absoluto la preferencia del guardabosques –dijo arrastrando las palabras, y en tono elevado, para que Harry pueda oírlo. –Parece que le gustan los fracasados como él. Era de esperarse...sus alumnos preferidos son el "cabeza rajada", el "pobretón" y la "sangre sucia".

-Cállate Malfoy! –le dijo Marva enfrentándolo.

-Hablo todo lo que quiero, tengo derecho, sabes, Black? Y tu....eres de la peor clase...juntándote con ellos, cuando perteneces a Slytherin.

-Déjala en paz, Malfoy! –dijo Harry –Te lo advierto, como la molestes nuevamente te juro que te acordarás de mi por el resto de tu vida.

-Oh!! San Potter defendiendo a pobres e inocentes....-dijo Malfoy irónicamente, despertando la risa de sus compañeros de casa.

-Eres un idiota Malfoy! La peor clase de este colegio eres tu! Me das lástima...nadie está contigo porque de verdad te aprecian, no tienes amigos ni nadie que se preocupe por ti. El único motivo por el que esos dos gorilas estúpidos te siguen es porque sus padres le tienen miedo al tuyo!

-Black! –dijo una voz femenina de repente –Eso no es cierto. Draco tiene quien se preocupe por él. No hables de lo que no sabes!

-Oh!!! Pansy Parkinson está enamorada de Malfoy!! –dijo Marva riéndose –Que mal gusto tienes.....

Todos los alumnos de Gryffindor largaron una estruendosa carcajada al ver como Pansy se sonrojaba, aunque intentaba no hacerlo. Draco los miró con odio, le hizo una seña a Crabbe y Goyle y se fue hacia el Gran Salón. Poco a poco, todos ingresaron, salvo Harry y sus amigos, que seguían riéndose de la cara de Malfoy.

-Marva...tu haces Aritmancia, verdad? –preguntó Hermione.

-Si, pero me parece que voy a dejarla, hay algunas cosas que no entiendo y francamente, no tengo ganas de estudiarlas...

-Cómo vas a dejarla! Es la mejor materia de todas!

-Bueno Hermi –dijo Ron –Tranquila. Hay dos clases de personas. Las que aman estudiar, como tu, y las que prefieres estudiar lo justo para pasar de año, como todos nosotros. Es normal, si Marva quiere dejar la materia, dejala.

-No. Tengo una idea mejor. Por qué no nos juntamos en la Sala Común, después de clases y estudiamos juntas? Te explico lo que no entiendes y se te va a hacer mas fácil.

-Claro –respondió Marva –pero yo no puedo entrar a la Torre de Gryffindor.

-Si –dijo Harry –todas las semanas cambian las contraseñas, pero te las daremos. Así no tienes que pasar tu tiempo libre con las serpientes.

-Pero...eso no puede traerles problemas?

-No! –dijo Ron –Hermione y yo somos los Prefectos y tu hermana es la guardiana. Qué problemas puede causarnos?

-Bueno, está bien. Ahora me voy a almorzar. Gracias chicos, de verdad.

Al terminar las clases del día, Hermione llevó a Marva a la Sala Común de Gryffindor. Harry, Ron y Ginny estaban ahí, esperándolas en los sillones. Algunos de los alumnos que se encontraban en el lugar miraban a Marva de mala forma. No era muy común ver alguien con el uniforme de Slytherin dentro de la Sala Común de Gryffindor. Mas que extraño era...insultante.

-Creo que la próxima vez que venga me voy a sacar el uniforme antes de entrar.

-Ah...no les hagas caso. Ya cambiarán de opinión cuando te conozcan. –dijo Ginny sonriendo mientras abrazaba a Harry.

-Eh...puedo hacerte una pregunta? –dijo tímidamente Harry.

-Si. Qué sucede?

-Por qué llorabas anoche? No es que quiera meterme en tus cosas, pero vi que te levantaste de la mesa y te fuiste muy apurada y.....

-Es que yo quería jugar al Quidditch y bueno, cuando Dumbledore anunció las pruebas recordé que no iba a poder hacerlo, y que estaba en Slytherin y que cuando mi papá se entere se iba a poner triste y después empecé a pensar en él y me puse peor.

-No te pongas mal, lo sacarán. Sirius es muy fuerte, el va a estar con nosotros de nuevo, ya verás. –dijo Harry intentando subirle el ánimo.

-Y...por qué no puedes jugar? –preguntó Ron –Malfoy no te deja hacer las pruebas? Porque si es así...podemos "convencerlo".

-No..él me ofreció que haga las pruebas anoche. Pero yo no quiero. No quiero jugar contra ustedes.

-No seas ridícula Marva! –dijo Ginny –Ninguno de nosotros va a odiarte por jugar al Quidditch! Es un juego, nada mas.

-Igual, no quiero.

-Bueno, ya dejen eso. –dijo Hermione -Mejor estudiemos antes de que te tengas que ir.

Hermione y Marva se sentaron en una mesa bastante grande y desplegaron sus libros, pergaminos, plumas y tinteros. Al principio, parecía que Marva estaba muy perdida, pero luego de algunas explicaciones, comenzó a hacer todos los ejercicios. Ron se sentó junto a Hermione y comenzó a hacer una tarea de Adivinación, inventando las cosas mas fantasiosas posibles, si se c u m p l í a n, su vida iba a ser un verdadero desastre.

Harry y Ginny encontraron algo mejor que hacer. Se fueron a los jardines del colegio a dar un paseo antes de que se haga de noche. Caminaban de la mano, uno junto al otro y de vez en cuando paraban la marcha para darse algunos besos. Se acercaron al lago y se sentaron en el césped abrazados.

-Harry....qué piensas?

-En Sirius. Cada día que pasa veo mas difícil que vuelva.

-No pienses así. Ya se solucionará....

-Es que....no puedo dejar de pensar que lo deben estar torturando para que le digan la Profesía y él es capaz de dejarse matar antes que decírsela.

-Eh....puedo saber que dice la Profesía? –preguntó Ginny –Ron y Hermione me dijeron que no saben.

-Nadie sabe. Yo no se los dije. No quiero que corran peligro.

-Y si yo te pido que me digas? Quiero saber Harry, por favor.

-Resumidamente, dice que uno de nosotros debe morir en las manos del otro. Que no hay lugar para los dos. Soy yo o él.

Ginny se tapó la boca con las manos y sus ojos azules se llenaron de lágrimas. Hubiera preferido nunca saber lo que decía. Ahora sabía que Harry tenía que matar a Voldemort o morir en sus manos. Harry tenía que enfrentarse a él, eso era demasiado peligroso. Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos y recorrer sus mejillas. Harry se arrepintió de habérselo dicho, no soportaba ver que Ginny lloraba.

-No llores, por favor. No va a pasar nada.

-Me da mucho miedo Harry. Y si no puedes con él? Y si te ma...?

-No digas eso. Él no va a matarme. De alguna manera vamos a salir de todo esto, y vamos a salir todos juntos. No voy a dejarte Ginny, nunca.

-Yo no voy a dejar que te mueras. Prefiero morir yo....

-Ginny! –dijo Harry tomando el rostro de su novia entre sus manos –No voy a morirme, y tu no vas a dar tu vida por mi. Ni se te ocurra hacer algo así. Entendiste? Yo no voy a dejar que nada malo te pase. Te amo mas que nada en este mundo.

-Yo también, por eso es que....

Harry se cansó de la conversación, que los llevaba a pensamientos que no tenía ganas de enfrentar. No quería que Ginny sufra, pero sabía que él podía morir, sabía que habían posibilidades de que no sea lo suficientemente fuerte como para matar a Voldemort. Como ya no quería seguir hablando de eso le tapó la boca de un beso. Ginny le correspondió, la verdad era que estaban pensando cosas demasiado tristes.

Se besaron por un largo tiempo, y luego se quedaron abrazados a la orilla del lago, viendo como se ocultaba el sol. Una vez que oscureció, entraron al Castillo de nuevo. Cuando preguntaron por Marva, Hermione les dijo que Katie había entrado corriendo a la Sala Común de Gryffindor, diciendo que alguien le había hecho algo a sus cosas, así que ella había salido corriendo y no la habían visto desde entonces.

POR CADA CAPITULO QUE ALCANZO A PONER, NOS ACERCAMOS MAS A DONDE LO DEJAMOS EN EL FORO.

BESOS PARA TODOS Y GRACIAS POR SEGUIRME ACA.

BARBY