DISCLAIMER: Nada de este mundo de fantasía me pertenece. Todo es propiedad de JK Rowling y sus asociados.

CAPITULO 16.

Harry salió al día siguiente de la enfermería, con un sentimiento extraño dentro de su corazón. Por algún motivo, lo que le había sucedido no le gustaba en absoluto. Y no era solo porque el dolor de su cicatriz era signo de que algo andaba mal, sino porque tenía el extraño presentimiento de que tenía que ver con Sirius. Su padrino estaba en mayores problemas o.....NO! No debía pensar en la muerte de Sirius. Él no lo iba a dejar sólo nuevamente.

Durante los siguientes días, Katie lo ignoraba, pasaba de él de una manera asombrosa. No la veía en los pasillos, ni en la Sala común, ni en el Gran Salón. Por un momento creyó que la guardiana se había ido pero, averiguando un poco, notó que todos, menos él, la veían y hablaban con ella. Furioso, y dispuesto a no dejar pasar mas tiempo, Harry bajó a la Sala Común durante la mitad de la noche.

-Harry! Qué haces levantado? –exclamó Katie al verlo aparecer por las escaleras –No habrás soñado con Él, verdad?

-No. Es sólo que....Se puede saber por qué demonios me esquivas?

-Bien. –dijo Katie sonriendo como atrapada haciendo una travesura –Supongo que mereces una explicación. Sientate.

Durante unos segundos, ninguno de los dos habló. El silencio no era tenso, sino mas bien, cómodo. Ambos sabían que se estaban preparando para lo que venía. Katie tendría que decirle a Harry lo que había pasado, y él tendría que escuchar algo que no iba a ser de su agrado.

-Tuviste una visión el otro día –dijo Katie rompiendo el silencio –No me interrumpas todavía. Verás.....La Occulmancia funciona, y Voldemort no puede entrar en tu mente, pero...siguen conectados. Es algo que no se puede evitar. Cuando sus emociones sean extremadamente fuertes, te llegarán imágenes de lo que está sucediendo en ese momento. No puedes verlas, porque has cerrado completamente tu mente, pero sí sentirlas.

-Pero por qué tu me dijiste que vaya hacia ti cuando me pase?

-Porque hay algunas personas, como yo, que somos capaces de aliviar el dolor y romper el nexo. –Katie tomó aire –Mira Harry, se que no es fácil entender esto. Pero si la conexión, se mantiene por demasiado tiempo.....no sobrevivirías.

-Puedo morir por una simple visión? –preguntó Harry extrañado.

-Si, porque no es una simple visión. Tu mente se funde con la de Voldemort, son una por ese momento. Y la mas fuerte sobrevive.

-Entonces podría ser él el que...

-Ni lo pienses. –dijo Katie sin mirarlo –Es demasiado fuerte mentalmente. Tu también lo eres, pero no a su nivel. Entiende que es un mago muy experimentado y tiene la ayuda de sus poderes, poderes mas oscuros de los que puedas imaginar.

-Y...tu ves lo que pasa?

-Solo imágenes sin sentido, no muy claras.

-Era de Sirius. Estoy seguro que tenía que ver con él.

-Lo sé. Era papá, pero no te preocupes, él está....bien. Fue...una sesión de tortura por lo poco que pude ver.

-Ah..

Otra vez el silencio, pero esta vez sí era incómodo. Harry había confirmado sus sospechas, algo estaba mal con Sirius, además de estar en poder de ese monstruo. Katie intentaba contener las lágrimas ante las imágenes que se sucedían una y otra vez en su mente, preguntándose si hacía bien en no decirle la verdad a Harry. Ella lo había visto todo, no sólo imágenes borrosas.

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Las palabras de Grisselle retumbaban en la cabeza de Marva, "por la forma en que te mira, me parece que ese chico te quiere...". Era imposible que Malfoy sintiera algo por ella, o por alguien, a decir verdad. El chico era mas frío que un témpano de hielo, excepto las dos veces que la había besado...en esos momentos parecía una hoguera, dispuesto a que Marva se derrita a sus pies.

Todos esos días, Marva había estudiado las actitudes de su compañero de casa. Se sorprendió al notar que ya no la insultaba todo el tiempo, como solía hacerlo, y que sólo lo hacía cuando ella defendía a alguno de sus amigos. Por otra parte, en sus clases de Pociones, siempre se mostraba neutral, ni atento ni odioso. Dividían las tareas a realizar y trabajaban en el mas completo silencio.

Durante los entrenamientos de Quidditch era cuando se hablaban con mas naturalidad. Malfoy era el Capitán del equipo, así que debía obedecerle, responder a sus preguntas y dar opiniones sobre nuevas tácticas para mejorar su rendimiento. Era soprendente notar que todos los demás miembros del equipo la miraban con superioridad y burla, por ser la única mujer entre ellos. Salvo Malfoy, él la trataba como si fuera otro mas, sin importarle demasiado el hecho de que era la primer mujer en el equipo desde que se fundó el Colegio. Tal vez fuera porque, sin lugar a dudas, era la única con algo de cerebro entre tantos idiotas, o porque Snape lo obligaba, no lo sabía.

Cuando terminó el entrenamiento de esa tarde, el último antes del enfrentamiento con Gryffindor, en lo que era el inicio de la temporada de Quidditch, Pansy Parkinson pasó como un rayo junto a Marva, tirándola al suelo de un empujón. Cuando se puso de pie y fue a gritarle a la estúpida que se fijara por dónde caminaba, vio que la chica estaba colgando del cuello de Malfoy, besándolo como si se le fuera la vida en ello.

-PARKINSON! –le gritó Marva –Fíjate por donde caminas!!! Por mas que estés "necesitada", intenta controlar tus impulsos y meterte en una habitación!!! No den espectáculos!

-Oh...miren nada mas –dijo Pansy sonriendo despectivamente –la muy idiota dando órdenes. Tienes envidia? Finnigan no besa bien?

-Primero –dijo Marva acercándose peligrosamente a la pareja –besa muuuuuuy bien. Y, segundo, dan asco! Parecen dos perros alzados. Es una muy pobre conducta para alguien que dice ser tan "fina y distinguida" como tu, Pansy.

Marva cargó al hombro su Saeta de Fuego y se metió en su parte del vestuario, intentando calmar la ira que había sentido al ver que Pansy besaba a Malfoy...NO!!! Al sentir que caía al suelo por culpa de Pansy....si, eso era...la caida. Draco, que ni siquiera había podido reaccionar ante la repentina aparición de Pansy, se la quitó de encima en cuanto Marva entró a las duchas.

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Katie seguía debatiendo internamente entre hacer lo que debía o lo que sentía. Su corazón y su mente eran un manojo de dudas y sentimientos encontrados. Quería irse, pero no podía. Las imágenes en su cabeza, no habían salido por mas que usara las pociones mas fuertes para dormir sin sueños. Éstas, junto a las que había presenciado en el pasado, le formaban un nudo en el pecho, cortándole la respiración frecuentemente, deseando no haber recibido nunca ese "don".

En lugar de vigilar la sala común, había cambiado sus tareas con Sean, y pasaba sus noches caminando sin rumbo por el castillo, simulando hacer rondas de vigilancia. Pero bien podía pasarle un hipogrifo por delante, que ella no iba a notarlo. No era sólo su vida la que estaba en juego. Su padre, su hermana, Harry...tanta gente. Tal vez...tal vez era hora de c u mplir con su destino. O tal vez no.

-Black –dijo snape detrás de ella –Lamento interrumpir su patética ronda (en la que ha pasado junto a cinco estudiantes levantados sin darles un castigo) y decirle que me acompañe.

-Para qué? Déjeme tranquila. Ya tengo suficiente como para que usted....

-Le prometo que no habrá agresiones. –dijo Snape tendiéndole la mano –Una tregua, por esta noche.

-No tengo otro remedio, verdad? –al ver que el hombre negaba, Katie estrechó la mano –A dónde se supone que vamos?

-A mi despacho. Hay unas cuantas cosas que quiero discutir con usted.

Caminaron en silencio, sin mirarse uno al otro. El mayor llevaba la mirada despierta, esperando encontrar algún otro alumno para castigar. La chica, los ojos clavados en el suelo, sabiendo lo que eran esas "cuantas cosas" que Snape quería hablar con ella. Definitivamente iba a ser una larga noche. Demasiadas palabras por decir, todas terriblemente aterradoras, como cualquier otra verdad. Sin darse cuenta, estuvieron dentro del despacho de Snape quien, amablemente, invitó a Katie a sentarse en uno de los sillones, acomodándose él en el situado justo en frente.

-Va a decirme qué es lo que vió? –exigió Snape

-Eso ya lo dije –le contestó Katie, utilizando el mismo tono desafiante del profesor.

-Quiero detalles.

-Ufff –resopló Katie –Una celda, bastante pequeña, oscura y sucia, sin una línea de luz natural.

-Una mazmorra, tal vez?

-Si. Exactamente. Mi papá estaba en el centro, malherido, cortes, sangre seca y sangre líquida. –la voz de Katie se cortó, pero se obligó a continuar, Snape no la iba a humillar nuevamente –Voldemort....él lo estaba torturando, se retorcía en el suelo, víctima de los Cruciatus que recibía. El muy maldito estaba disfrutando como nunca, se reía....se reía de él...lo insultaba...

Katie ya no se contuvo y comenzó a temblar frenéticamente, llorando sin control, abrazándose a sí misma. Las imágenes se repetían una y otra vez en su cabeza. Su padre estaba sufriendo y ella no hacía nada por evitarlo. De nada servía que esté encerrada en Hogwarts, mientras al hombre que le había dado la vida lo torturaban de esa forma.

Snape mantuvo su pose durante unos momentos. Sabía perfectamente que la chica tenía un gran auto control de sus emociones. Si estaba llorando de esa manera, la visión definitivamente había sido mas de lo que podía soportar. Temiendo ganarse un golpe o maleficio, se acercó con cuidado, midiendo cada uno de sus movimientos y se arrodilló en la alfombra, frente a la hija de su rival. Extendió una mano hacia la cabeza de la jóven, que no hizo ningún movimiento para alejarlo. Viendo esto, Severus tomó confianza y la guió hasta su pecho, permitiéndole llorar sobre él, mientras le acariciaba el cabello y la espalda, protectivamente.

-Lo cortaban, con dagas...

-Sh....está bien...ya pasó....

-Lo golpeaban....lo insultaban.... –Snape intentaba que deje de hablar, pero la chica parecía estar en un trance, porque no se inmutaba ante sus palabras, solo lloraba y transmitía lo visto –traidor.....lo llamaban traidor....sólo por ser un Black y no seguir los patrones de su familia...un golpe...otro...la daga dibujando figuras en su pecho...un latigazo...gritos, mas gritos....insultos...lágrimas....más Cruciatus..Y luego...lo dejó, así como llegó se fue...riendose del moribundo prisionero...ordenando que lo mantengan vivo hasta la próxima sesión de torura....pero él no habló....no dijo nada....

-Sh.....ya cálmate....ya pasó. Él va a estar bien, es un gran mago, es muy fuerte...tranquila....

-No puedo estar tranquila –dijo Katie saliendo de su relato –yo estoy aquí si hacer nada. Yo tendría que estar en su lugar.

-Ni se te ocurra! –exclamó Snape tomándole el rostro entre sus dos manos y mirándola directamente a los ojos. –Tu no vas a ir ahí. Es demasiado peligroso.

-Lléveme con usted la próxima vez que lo llame, por favor. Quiero sacar a mi papá de ahí.

-No puedo Katie –dijo Snape rehuyéndole a su mirada –Sólo quienes tiene la Marca pueden atravesar las barreras protectoras.

-Pero...debe haber alguna manera de entrar..

-Aunque la hubiera, no lo permitiría. –Snape sonaba fuerte, decidido y resuelto –tienes una tarea aquí. Cuidar de Marva y de Potter....no puedes irte.

-Por qué? –preguntó Katie, recibiendo una mirada confundida –Por qué tantas atenciones con mi hermana? Por qué de pronto actúa como si fuera amigo de mi padre? Como si le importara lo que pueda pasarle a un manojo de Blacks?

-No lo entenderías. –dijo Snape poniéndose de pie, y abriendo un armario, del que sacó algunas bebidas. –Qué bebes?

-Whisky de Fuego. –Snape la miró dubitativo, pero notó que era necesario pasar con algo el mal momento y le extendió un vaso -Hasta hace un tiempo, insultaba a toda mi familia, por poco nos matamos en Navidad y ahora resulta que se comporta como si nos quisiera. No debería ver un psicólogo?

-Un qué? –preguntó Snape confundido.

-No importa....una profesión muggle. –Katie se interrumpió a sí misma para beber un trago. Hizo una mueca al sentir la fuerte bebida atravesar su garganta y continuó –El caso es que usted me desconcierta. Evidentemente hay algo mas, y necesito saber qué es.

-Tan sólo...no creo que sea el momento adecuado. Puede no gustarle lo que vaya a decirle.

-Oh! Por Merlín! Con ese cuento a otra parte! –exclamó Katie, harta de las evasivas del profesor –He crecido viendo las imágenes mas terribles que se le puedan ocurrir. De hecho, creo que si usted hubiera visto lo que yo en mi madre desde que tengo memoria, estaría internado en San Mungo, junto al inútil de Lockhart. Dígame qué es lo que está pasando!

-Es....personal, Black.

-Me importa tanto como la salud de Pettigrew cuan personal sea! –le gritó Katie perdiendo la poca paciencia que le quedaba -Marva es mi hermana! Y usted estuvo a punto de maldecirme hace poco! No me diga esa estupidez!

-Yo....su madre no era Española.

-Ya lo se. –dijo Katie –Sé mas de mi madre de lo que cualquier persona en este mundo puede llegar a sospechar.

-Pero hay algo que de seguro no tienes idea.

-Sorpréndame.

-Mi madre nos abandonó, a mi padre y a mí. –comenzó Snape –No es que la culpe, probablemente sea lo mejor que pudo haber hecho. El caso es que años después, buscándola, me enteré que tenía una hermana. Yo...la busqué, pero nunca dí con ella, no contaba con que se había casado muy jóven y había cambiado el apellido. Pero durante las vacaciones, cuando fui a llevar la poción a Lupin, me fijé en algunas de las fotografías que habían en la sala de Grimmauld Place y la vi. Estaba junto a sus dos hijas.

-Usted.....quiere decir que...usted...

-Tu madre era mi hermana, Katie.

-Está seguro? –preguntó Katie después de tomarse de un trago la bebida que le quedaba –no puede haber un error?

-Estoy seguro. –dijo Snape, maldiciéndose a sí mismo por haberlo dicho, y preparándose para recibir el peor rechazo de su vida –Lo lamento. Entiendo que no es una buena noticia, pero le prometo que nadie va a saberlo.

-Yo.....

-No tiene que decir nada. Comprendo. –Snape estaba de espaldas, ocultando su rostro. Sabía que Katie no lo iba a tomar de buena manera, así que, mejor no verle el asco en el rostro.

-Profesor –dijo tentativamente Katie –tiene algo que pruebe lo que acaba de decir?

Con un movimiento de la varita, Snape atrajo algunos papeles y fotografías a la mesa ratona del salón. Katie los desparramó y se acomodó mejor en el sofá, intentando comprender lo que le estaba sucediendo. Ese hombre era su...tio? Entre los papeles estaba la partida de nacimiento de su madre y la de Snape, ambos hijos de la misma mujer, su abuela. Algunas fotografías de su abuela, junto a él. Una carta de la misma mujer, que había dejado por si Snape la buscaba algún día, informándole que tenía una hermana menor.

-De dónde sacó esta? –preguntó Katie viéndose a sí misma, con tres años, en el suelo, a causa de las cosquillas que le hacía su padre, mientras su madre acunaba a su hermana.

-Eh? –Snape salió de sus pensamientos para observar a Katie, que tenía una fotografía en sus manos, pero no se la mostraba.

-Cómo consiguió esta fotografía? –insistió Katie, pero sin mostrársela, para que se acerque.

-Ah...me la dio Dumbledore. –dijo Snape sentándose a su lado –Cuando yo le conté lo que sucedía. A él también le extrañó mi actitud hacia Marva.

-Me había olvidado de ese día –dijo Katie en un suspiro, mas para ella que para Snape, con los ojos llenos de lágrimas, apoyando la cabeza en el hombro del hombre a su lado.

-Mmmm –fue todo lo que obtuvo de respuesta, ya que Severus no podía con la impresión.

-Mamá siempre se quejaba por no tener hermanos. –continuó Katie, como si las palabras salieran solas de su boca –Teníamos al tío Remus, a los Potter y a la rata, pero...no teníamos familia de sangre. Los Blacks no querían saber nada de nosotros y mi abuela murió muy jóven, incluso antes de que Marva naciera.

-Y..su abuelo?

-Al parecer, la abuela no tenía un buen gusto con los hombres. Mi abuelo es una porquería de persona. Mejor perderlo que encontrarlo. La abandonó al poco tiempo de nacer mi mamá.

-Ah....

-Cómo es que el profesor mas temido de Hogwarts se ha quedado sin palabras? –preguntó Katie sonriendo, pero sin moverse.

-No se que decir. –asumió Snape –Estaba esperando una maldición, un golpe, gritos...

-Severus...puedo llamarlo así, no? –el hombre asintió –Esto es...demasiado extraño, pero no piense ni por un segundo que le vamos a hacer lo que los Black nos hicieron a nosotros. Marva le tiene mucho aprecio y no me caben dudas de que será la que mejor tome la noticia. Pero....él no debe saberlo.

-Tu padre? –dijo Severus –En algún momento habrá que...

-Voldemort –dijo Katie interrumpiéndolo –Él es quien no debe saberlo. Papá va a entender... eventualmente y luego de intentar asesinarlo unas cuantas veces.

Ambos sonrieron, y Snape se atrevió a pasar un brazo por el hombro de su sobrina mayor, mientras seguían sentados en el sofá. Luego de mucho hablar sobre su vida con su madre y Marva en España, Katie se durmió, con su cabeza dascansando en el regazo de Snape. Él la observó por unos minutos, agradecido de que haya tomado tan bien la noticia, y considerando las opciones. Despertarla para que se valla a dormir, dejarla en el sofá o acostarla en su cama. Con decisión la cargó hasta su cuarto y la tapó con una manta, luego de quitarle los zapatos. Después de observarla dormir un rato mas, Severus se fue al sofá, donde terminó de pasar la noche.

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El sábado se hizo presente en Hogwarts, acompañado del entusiasmo de los alumnos y profesores. Comenzaba el campeonato de quidditch y el primer partido era el más esperado por todos: Gryffindor vs Slytherin. La mayoría de los integrantes de Ravenclaw y Hufflepuff daban su apoyo a los leones, mientras que los demás se mantenían neutrales.

Marva tomó su desayuno en la mesa de Gryffindor. Definitivamente era insoportable estar rodeada de idiotas que no podían pensar por su cuenta. Cuando estaban terminando, Lavender se acercó con una revista en su mano derecha. Dando un vistazo a la mayoría de las mujeres del colegio, los chicos notaron que todas leían con interés y desaprobación un artículo de "Corazón de Bruja".

-Se puede saber qué es tan importante para que todas estés chismoseando con esa revista? –preguntó Hermione asqueada.

-No te has enterado? –exclamó Lavender como si fuera un insulto.

-No. Me parece que eso es obvio. –fue la simple respuesta de Hermione.

-En la conferencia de prenas que dio "Magia Kamikaze" desde algún rincón, la exnovia de Sucho, el cantante, se aplicó un "sonorus" y le gritó que deje de molestarla, que no iba a volver con él ni por todo el oro del mundo y que no quería seguir escuchándo sus patéticas súplicas.

-QUÉ? –exclamó la prefecta de Gryffindor.

-Era importante Hermione –dijo Lavender antes de dirigirse a su sitio en la mesa.

-Qué estupidez! –dijo Marva –A quién le importa lo que dice la exnovia de un cantante de rock?

-Tienes razón. Pero nadie se merece algo así. Además –Hermione bajó el tono de voz para que sólo ella pueda escucharla –no puedes negar que es hermoso.

-Harry....atrapa la Snitch, por favor –dijo Marva levantandose de la mesa sin hacer caso al comentario de Hermione.

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Los dos equipos estaban en sus respectivos vestuarios, alistándose para salir a jugar el partido mas importante del año. Los nervios estaban presentes en todos los nuevos jugadores, y también en los viejos, ya que era el honor de las casas rivales lo que se estaba poniendo en juego. Marva estaba lista para reunirse con el resto, pero cuando salió de su espacio privado, Malfoy la estaba esperando.

-Quiero creer que harás todo lo posible por ganar, verdad? –le dijo en el tono mas amenazante que encontró.

-Qué crees idiota?!?! Que voy a perder a propósito? No me conoces Malfoy! Puede no gustarme jugar contra Harry, pero dejarme ganar es algo completamente diferente. Estoy aquí para convertir tantos, y es lo que haré.

-Está bien –dijo Malfoy levantando las manos en señal de que no iba a dudar mas ed ella como jugadora –Sólo quería asegurarme y decirte que...terminé con Pansy.

-Qué pena! –dijo Marva con ironía –las dos vivoritas se veían tan bien juntas...Además, se puede saber a mi que me importa con quien salgas o dejes de salir?

-Yo, sólo...

-Podemos ir a jugar, Capitán?

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Harry terminó de dar su discurso de aliento en el vestuario de Gryffindor. Repasaron algunas jugadas y técnicas que habían practicado especialmente para ese día, y le recordó a Ron que tuviese extremo cuidado con Marva. Según Katie, era tan buena como ella jugando al Quidditch.

Los alaridos de los espectadores inundaron los oídos de los catorce jugadores cuando salieron al campo de juego. Desde lejos, Harry pudo ver a Luna dandole instrucciones a un león enorme, que se paseaba por las gradas, asustando a los alumnos. No pudo mas que sonreír. Luna era una de las personas mas extrañas del planeta, pero una gran bruja, pues la ilusión era perfecta, parecía un león real.

-BIENVENIDOS AL PRIMER PARTIDO DE LA TEMPORADA DE QUIDDITCH –la voz de Neville resonó por todos los rincones del colegio, nombrando a cada jugador –LOS JUGADORES EMPRENDEN VUELO, MADAMME HOOCH SUELTA LA QUAFFLE EL JUEGO!

Marva fue la primera en tomar posesión de la pelota roja, la colocó bajó su brazo y voló entre Bludgers y jugadores, sin pasarla, pues sabía que era lo que Gryffindor necesitaba para tomar la ofensiva. Llegó frente a Ron, hizo un amague, y cuando el pelirrojo se dirigía al aro de la derecha, Marva envió la bola a la izquierda.

-ANOTACION DE SLYTHERIN –dijo Neville desganado –LAS SERPIENTES GANAN 10 A 0. Y AHORA LA QUAFFLE LA TIENE GINNY WEASLEY, QUE CO UN PASE EXTRAORDINARIO SE LA DA A COLLIN CREEVEY Y...ANOTACION DE GRYFFINDOR!! EL TANTEADOR ESTA IGUALADO SEÑORES!

Marva volvió a anotar y, desde las gradas de Slytherin comenzó a bajar un sonido, como de una canción...Por un momento no le prestó atención, pero al ver el rostro de los jugadores de Gryffindor, paró el oído. La furia que llenó cara poro de su cuerpo fue tal que casi salta de la escoba.Cambió la dirección de su escoba y se situó junto a ginny, entregándole la Quaffle, como si fuera lo mas normal del mundo.

La pelirroja se quedó estática, no podía creer lo que veía, entonces Marva le hizo señas para que anotara y, con la parte trasera de su escoba, apartó una bludger del camino de su amiga. Malfoy tardó dos segundos en llegar a ella para encontrarse con que lo estaba esperando con los brazos cruzados, suspendida en el aire y sonriendo de lado.

-QUÉ DEMONIOS CREES QUE HACES?

-Mira Malfoy...o le dices a tus amiguitos que dejen de cantar esa estúpida canción sobre Ron, o esta va a ser la peor derrota que Slytherin haya soportado en su vida. Está claro?

-Podemos jugar sin ti, Black.

-Oh si? Eso quiero verlo.

Marva voló hacia las gradas de Gryffindor y se quedó suspendida en el aire, con cara de aburrimiento, mientras observaba el partido. Hermione se acercó a ella con Lavender y Parvati, que no se perdían un mínimo chisme, así sea sobre el Quidditch.

-Qué estás haciendo Marva? –preguntó la prefecta atónita.

-Ah...Malfoy dijo que podían jugar sin mi...y quiero tener un buen ángulo para verlos perder –dijo sonriendo.

-Por qué? Si estabas jugando bien?

-Hermione! Esa estúpida canción me sacó de mis casillas! A ti no?

-Si –concedió ella –Pero a Ron ya no le importa...lo atormentaba antes, ya no.

-Es eso te equivocas –le dijo seriamente Marva mientras veía a Ginny anotar otro punto, llevando a su equipo a los 80 sobre los 30 de Slytherin. –No puede detener mis Quaffles, y la canción le está afectando. Eso es jugar sucio y no pienso anotar hasta que dejen de cantar. Deberías haber visto su rostro....

Slytherin seguía perdiendo estrepitosamente, los alumnos y profesores ya no sabían que pensar cuando vieron a Marva haciéndose una manicura sobre la escoba, y mirando socarronamente a Malfoy, que se le acercaba derrotado.

-Ganaste Black. –le dijo cuando llegó a su lado –Vuelve al juego, los haré callar.

-Bien.

Malfoy fue a las gradas de Slytherin y c u mplió con su parte, mientras Marva se hacía cargo de la ofensiva de Slytherin nuevamente. El partido volvía a ponerse interesante, los Gryffindor tenían un excelente juego de equipo y se movían a la perfección. Marva había logrado que Crabbe la siguiera a todas partes para evitar que la golpeen las Bludgers de Dean y Seamus, mientras que Zabini parecía haber comprendido su manera de jugar y ahora anotaba también.

Pronto las serpientes colcieron a liderar el marcador y Harry se desesperó. De la única forma en que podían ganar el encuentro era atrapando la Snitch, pero no la encontraba por ningún lado, la pequeña dorada no había aparecido aún. Los Slytherins estaban tan confundidos que no sabían si aplaudir a Marva cuando anotaba o abuchearla.

Pero entonces, todo el estadio se sumió en una sola exclamación. La Snitch flotaba despreocupada en el centro del campo de juego y Malfoy y Potter volaban hacia ella a toda velocidad, frente a frente. Cuando se acercaron lo suficiente, la pequeña bolita comezó a moverse, guiándolos en una de las carreras mas asombrosas que cualquiera hubiera visto. De arriba a abajo, giros bruscos, de izquierda a derecha, se movía demasiado rápido y los dos buscadores la seguían de cerca.

Draco Malfoy estiró el brazo, la snitch había girado en su dirección y tenía ventaja sobre Potter, que itentaba acercarse. La rozó, pero cuando iba a cerrar la mano alrededor de ella, una Bludger golpeó la parte trasera de su Nimbus 2001 y lo hizo tambalear. Harry aprovechó el momento y atrapó la Snitch, dándole la vistoria a Gryffindor.

Tanta era su alegría, que no notó que Malfoy había caído de su escoba y se mantenía agarrado solo por su mano derecha, con el cuerpo colgándo. Marva fue la primera en reaccionar y voló hacia él con Zabini. Al llegar, cada uno se colocó a un lado del rubio y lo abrazaron por la cintura, volando hasta aterrizar en el campo de juego.

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Los gritos eufóricos de los vencedores se colaban en los vestuarios del equipo contrario. Gryffindor era una fiesta. Para algunos, como Ron, Harry, Seamus y Dean, tenía el agregado de ser el último partido contra las serpientes en su vida, por lo que Malfoy no iba a poder superarlos jamás.

Uno a uno fueron dejando la zona, para dirigirse a la Sala común, donde el festejo iba a continuar con el resto de los integrantes de la Casa, y algunos invitados de Hufflepuff y Ravenclaw. La única Slytherin admitida era Marva, pero se había excusado de antemano, diciendo que no le gustaba perder, y por eso no iba a festejar una victoria ajena.

Snape le había dicho a Marva que la esperaba en su despacho al finalizar el partido. La reprimenda por haber abandonado el campo de juego iba a ser dura, probablemente la iban a expulsar del equipo. No era un gran día para ella, sabía que si no hubiera dejado de jugar por ese lapso, Slytherin habría obtenido la vistoria por puntos, sin importar que Harry atrapara la Snitch.

Hacía una hora que estaba sentada en un sillón esperando que Malfoy, como Capitán que era, se dignara a ir a cambiar la contraseña de la entrada para que nadie pudiese entrar, tal como debía hacerlo después de cada encuentro. Pero el rubio no aparecía, por lo que Marva fue al sector del resto de sus compañeros. Al recibir un gruñido como respuesta a su llamado a la puerta, supuso que lo mejor era entrar a ver si Malfoy no se estaba suicidando, o algo así.

Lo que encontró no fue muy alegre. El rubio estaba en un estado deplorable, todo despeinado, aún con el uniforme de Quidditch puesto, su Nimbus 2001 tirada a lo lejos y con un bate se daba pequeños golpes en las rodillas. Ni siquiera reparó en mirar quien había entrado.

-Malfoy...deja el bate, te vas a hacer daño.

-Y a ti que te importa? –le contestó Draco furioso.

-Tienes razón. Vine a decirte que renuncio al equipo.

-No puedes hacer eso.

-Si puedo –dijo Marva –de todos modos, Snape iba a correrme. Fue mi culpa que perdieramos el partido.

-No...fue mía....POR QUÉ DEMONIOS NUNCA PUEDO GANARLE?!?!?!

-Tranquilizate Draco, quieres? Es sólo un juego, nada mas. No puede afectarte tanto.

-Me llamaste Draco –dijo el rubio levantando la cabeza.

-Eh...yo...mmm...

-Nunca vas a darme una oportunidad por él, no? –Malfoy se acercó a Marva.

-No, yo....tan sólo no está bien.

-Por qué? Quién dice que está bien y qué no? Me gustas, Marva, y sé que yo te gusto a ti también.

-Creo –dijo Marva sonriendo –que tu autoestima está un poco elevada...

-Estás de novia con Finnigan? –preguntó Draco escupiendo el nombre de su compañero.

-No.

-Pero si le dijiste a Pansy que...

-La idiota de Parkinson estaba agrediendo a uno de mis amigos sin motivo alguno y yo sólo lo defendí.

-Ah...entonces es por Potter. Tengo razón, es por él.

-Harry es sólo uno de los motivos Malfoy. –dijo Marva dispuesta a terminar co el tema –No me gustan los mortífagos, ni sus hijos, y no tengo intenciones de relacionarme con gente que pertenece a mi familia. Porque tu madre es una Black también, no?

-Entonces...si sabes que somos familia por qué me tratas así?

-AGHR!!!!! –gruñó Marva sabiendo que esa conversación no iba a llegar a ningún lado –Está bien. Voy a dejar de insultarte! Contento?

-Por ahora.

-Bien. Vamos que Snape me espera.

-No vas a renunciar, o si?

-No. No voy a renunciar. Si Snape me quiere sacar, que lo haga él.

POR CADA CAPITULO QUE ALCANZO A PONER, NOS ACERCAMOS MAS A DONDE LO DEJAMOS EN EL FORO.

BESOS PARA TODOS Y GRACIAS POR SEGUIRME ACA.

BARBY