DISCLAIMER: Nada de este mundo de fantasía me pertenece. Todo es propiedad de JK Rowling y sus asociados.

CAPITULO 17:

Snape abrió la puerta de su despacho. Su dura expresión se suavizó al ver a Marva, pero no le gustó nada su acompañante. Esos dos juntos no presagiaban nada bueno. Seguramente iba a recibir reclamos de parte de Malfoy para que saque a la chica del equipo de Quidditch.

-Señor Malfoy, Señorita Black. Pasen.

-Señor, me llamó por algo en especial? –preguntó Marva.

-Si. Podría decirme por qué dejó el campo de juego?

-Fue mi culpa –dijo rápidamente Draco.

-Disculpe Señor Malfoy, pero creo que el año pasado estuvo a punto de perder su puesto de Capitán. Le di una nueva posibilidad este año, si no gana el próximo partido voy a verme obligado a prescindir de usted como Buscador.

-Usted no puede hacer eso! –exclamó Marva.

-Puedo Black, puedo.

-Pero...es mi culpa que perdieramos el partio. Usted lo dijo, YO dejé mi puesto, abandonando el equipo.

-Los dos están a punto de colmar mi paciencia. –dijo Snape –O se comportan como perro y gato, o se defienden entre ustedes. Podrían ponerse de acuerdo?

-Una cosa es nuestra relación de compañeros de casa –aclaró Marva –la cual, no es muy buena. Y otra muy diferente es el equipo de Quidditch. Malfoy es el Capitán y yo una jugadora. Él da las órdenes y yo obedezco, salvo esta tarde, que no lo hice.

La conversación siguió sin rumbo hasta que Snape se cansó de escuchar al menor de los Malfoy y tuvo que despedirlos a los dos de su despacho. Hubiera peferido quedarse y hablar un poco con Marva, pero sabía que eso no era posible.

Cuando se quedó solo, se dispuso a organizar algunos ingredientes de Pociones, pero otro llamado a la puerta lo interrumpió. Con un "adelante" muy poco amistoso, autorizó el paso de la persona que menos le apetecía ver en ese momento Grisselle Cytril. La rubia caminó con seguridad hasta estar frente a él.

-Profesor, me gustaría pedirle un favor.

-Hable rápido y váyase –gruñó Severus.

-Necesito que..mmm...uhm....

-Elocuencia, Cytril.

-Bien. Necesito que lance un Avada Kedavra. –Snape la miró alzando una ceja –No le estoy pidiendo que me mate, aunque sé que lo disfrutaría. Estoy probando algo...un nuevo hechizo.

-Y supongo que usted es "demasiado pura" para hacerlo usted misma, verdad?

-Cómo pretende que lance el hechizo y el contra-hechizo a la vez?

-Qué le hace suponer que voy a ayudarla? –preguntó Snape nuevamente. –Su "adorable hermano no puede hacerlo?

-No meta a Leyton en esto! –exclamó Grisselle –Usted me odia a MI. No lo involucre porque no respondo Snape.

-Yo no lo involucraría si él no me hubiese atacado hace un tiempo.

-Y qué se supone que tendría que haber hecho? USTED ME ESTABA AGREDIENDO EN UN LUGAR PÚBLICO! Y SIN MOTIVOS! YO SÓLO LO HABÍA SALUDADO!

-De todos modos, eso no tiene lugar en este momento. Vaya a pedirle ayuda a alguien mas, porque yo no pienso hacerlo –otro golpe en la puerta y Snape parecía a punto de explotar de furia –ADELANTE!

-Eh! Qué mal humor! Cualquiera diría que hoy es el peor día de su vida! –dijo Katie riendo mientras entraba –Interrumpo algo interesante? –preguntó al ver los ocupantes del despacho.

-Ya me iba –anunció Grisselle –Págame.

-Ok. Aquí tienes –dijo Katie entregándole algunos Galleons, ante la mirada incrédula de su tío.

-Qué se supone que estoy presenciando?

-Apostamos –dijo simplemente Katie –Yo le dije que ibas a ayudarla y ella me dijo que no. Evidentemente ganó.

-Pero que actitud mas adulta! –ironizó Snape –Dejense de idioteces.

-Hasta luego Katie –dijo Grisselle dejando el despacho –Gracias por nada, Profesor.

-Se puede saber por qué no la soportas?

-Porque....no lo se.

-Siempre tan amigable –dijo Katie riendo. –Dónde está Marva?

-Vino con Draco Malfoy a verme, así que la dejé ir hace un rato.

-CON MALFOY? QUE QUERÍA ESE IMBÉCIL CERCA DE MI HERMANA?

-Siempre tan amigable –la imitó Snape.

-Ese chico es el hijo de un mortífago, tengo mis motivos para que no me agrade. En cambio, tu no puedes decir lo mismo de Grisselle.

-Ok, ok, cambiemos de tema.

-Sabes algo de mi papá? –preguntó Katie.

-Está bien. Deja de preocuparte.

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Harry había pasado varios días de un humor insoportable. Ron y Hermione lo aguantaban lo mejor que podían, pero se irritaba ante cualquier comentario o interrupción a sus pensamientos. Pero Ginny era la que mas sufría de todos. Sentía como su novio la alejaba y no le permitía ayudarlo con lo que fuera que estaba en su mente.

Una de esas tardes, antes de la clase con Leyton, Ron lo obligó a sentarse en un rincón alejado de la Sala común, con la excusa de contarle un problema que estaba teniendo con Hermione. Pero antes de que empiece a hablar la chica de pelo enmarañado se reunió con ellos.

-Hola.

-Ah...Hermione –dijo Harry algo incómodo –Qué...haces aquí?

-Bueno, por empezar, esta es mi sala común también –respondió sonriendo y sentándose junto a Ron –Y, en segundo lugar, Ron no quería hablarte de ningún problema nuestro. Queremos saber qué es lo que te sucede.

-A mi? Nada.

-Harry –esta vez fue el turno de Ron –Desde que tuviste ese....ataque, o lo que haya sido, estas diferente.

-No entiendo.

-Estás insoportable –le aclaró Hermione –No se te puede hablar, estás como...ausente.

-Y Ginny está preocupada –agregó Ron con furia.

-Ah...es que...no es nada malo. –Aclaró Harry –Sólo estuve pensando un poco, ya saben, sobre Sirius.

-Harry...qué fue lo que pasó el otro día? Por qué no nos dijiste nada?

-No es algo fácil de explicar, Hermione. Tuve una conexión con Voldemort y...

-QUE? –exclamó una voz en su espalda.

-Ginny? –dijo Harry dándose vuelta y notando los llorosos ojos de su novia. –Por eso no quería decir nada...no quiero que te preocupes amor...

-Pero Harry..tienes que confiar en nosotros. Si no confías en mi, esto no va a funcionar nunca.

-Lo sé. Bueno...qué quieren saber? –se rindió Harry haciendo lugar junto a él para que se siente su novia.

-Todo. –dijo Ron.

-Bueno...fue una conexión, pero por la Occulmancia no pude ver lo que él estaba haciendo en ese momento.

-Pero Katie lo vió, verdad? –preguntó Hermione.

-Si. Ella sí.

-Y? –lo animó Ginny.

-Sirius. Y no me pregunten mas, porque no se y no quiero hablar de esto.

-Está bien –dijo Ginny dándole un beso en la mejilla –Sirius va a salir de ahí. Todos vamos a salir de esta...

Ron y Hermione los dejaron solos, pensaron que lo mejor era que se tranquilicen mutuamente. Después de todo, ellos dos eran los únicos que le habían visto la cara a Lord Voldemort personalmente. Ellos dos eran los que habían estado al borde de la muerte el año anterior.

Y así estuvieron, horas y horas abrazados, sin hablar, respetando el silencio del otro, pero sabiendo que estaban ahí, apoyándose y amándose mutuamente. Caricias suaves y reconfortantes, sin otra intención que animarse el uno al otro.

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Mientras tanto, Marva estaba bajo un árbol con Grisselle. Leyton y ella la ayudaron mucho a controlar sus emociones y su magia. Solía tener demasiados incidentes de magia accidental, y la gota que colmó el vaso fue cuando explotó los vidrios de la clase de Historia de la Magia, porque la profesora la castigó injustamente.

Ahora, no sólo controlaba su magia sino que también podía hacer hechizos sin necesidad de la varita. Pero, por alguna extraña razón, entre Katie y su mamá, la habían convencido de que sólo la utilice cuando verdaderamente lo necesite, para tener una ventaja sobre los demás: que nadie sepa que podía hacerlo. Katie y su mamá también podían hacerlo y eran el verdadero ejemplo de lo que le habían enseñado, porque ella NUNCA las había visto hacer magia de ese modo.

-Y...no deberías estar estudiando? –le preguntó Grisselle.

-Si...pero no tengo ganas.

-Por qué? Te pasa algo? Tenés algún problema?

-No –la tranquilizó Marva –Es sólo que...estuve pensando mucho en lo que dijiste el otro día en tu habitación.

-Draco Malfoy? –preguntó Grisselle –Te gusta?

-Algo así. Pero...no se...uff! por qué todo siempre es tan complicado?

-Qué pasa? Qué es lo complicado? A tu edad todo es, o debería ser, fácil.

-Pero no lo es Gri. Es hijo de una prima de papá, su padre es un mortífago y, por lo que sé, tiene los mismos ideales estúpidos que ellos. Además...

-Tenés miedo de que pase lo mismo otra vez? –le preguntó Grisselle.

-Yo lo quería mucho, y él...

-Es un terrible idiota que no sabe lo que se perdió. Los hombres son un misterio querida –le dijo Grisselle sonriendo y señalándola con un dedo acusador, a lo que Marva respondió con una carcajada.

-Pareces una abuela!!! Qué horror!!!

Estuvieron riéndose por un largo rato, hasta que una figura alta e imponente, vestida completamente de negro se detuvo frente a ellas. El profesor Snape se acercó al oír las risas de Marva, y se sorprendió bastante cuando la vio con la media veela. Pero lo mejor era solucionar el tema con la rubia de una vez.

-Lamento la interrupción, pero necesitaría hablar con usted, Cytril.

-Claro...ahora?

-Si es posible.

-Yo me voy –dijo Marva sonriendole a Grisselle –Dile a Leyton que después paso por la habitación. Hasta luego profesor.

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Marva volvía al castillo, pero fue interceptada por Pansy Parkinson. No conocía el motivo, pero la chica parecía estar fuera de sí misma, furiosa. Además, respiraba con dificultad y le estaba regalando su peor cara de odio.

-No te atrevas a acercarte a Draco.

-De qué hablas Parkinson?

-NO TE HAGAS LA IDIOTA! –chilló Pansy, llamando la atención de Ron y Hermione, que estaban por entrar al castillo -Te escuché cuando hablabas con esa......esa....veela.

-Primero, no es una veela. –le dijo Marva divertida –Y, segundo...no me interesa estar con Malfoy. Aunque, tal vez, lo haría, sólo para molestarte. Adios –y pasó junto a ella, sonriéndole a sus amigos, que se le acercaban preocupados.

-BLACK! TE ESTOY HABLANDO! –volvió a gritar Pansy.

-Tuberculus! –dijo Marva con la varita por encima de su hombro, sin voltear.

-VOY A MATARTE BLACK! LO JURO! –la amenazó Pansy cuando notó los desagradables granos que se estaban formando en su rostro.

Ron y Hermione la observaban acercarse a ellos sonriendo maliciosamente. Sus rostros estaban pálidos y Hermione gesticulaba algo con los labios, abriendo los ojos cada vez mas. Antes de girarse para ver que era lo que provocaba esas reacciones en sus amigos, Marva escuchó la clara voz del Profesor Snape a sus espaldas.

-QUÉ SUCEDIÓ AQUÍ?

-Profesor Snape –exclamó Pansy con un llanto fingido –Marva me hechizó sin motivo!

-Sin motivo? –dijo Marva guiñándole un ojo a sus amigos y apuntándose con su propia varita –Me golpeó! Mire mi rostro! –Efectivamente, al voltearse, Snape pudo ver una mano marcada en la mejilla izquierda de Marva y el labio roto.

-PANSY PARKINSON! Una semana de detención! Limpiarás con el celador –dijo Snape furioso –Y tu, ven conmigo Black. La enfermera te curará eso.

-Gracias profesor, usted es muy bueno –le dijo Marva sonriendo angelicalmente al pasar junto a Ron y Hermione, que la miraban demasiado sorprendidos como para hablar.

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-Vamos Harry! Mas arriba!

-No...puedo...

-Levanta esa pierna!

Harry y Leyton llevaban casi dos horas peleando cuerpo a cuerpo, poniéndo en práctica las nociones de Defensa Personal que estaba aprendiendo. Según el rubio, ese tipo de entrenamiento era muy bueno para ejercitar todos los músculos del cuerpo y liberar energía. Claro que a Harry se le hacía bastante agotador lanzar patadas y puños a Leyton, ya que él parecía que siempre sabía a dónde iban a ir dirigidos sus golpes.

-Es todo por hoy. –dijo Leyton sonriendo a su pupilo –Estiremos los músculos y podrás ir a ducharte.

-Al fin....

Durante quince minutos estiraron y elongaron, con una suave música que salía de vaya uno a saber dónde, pero que c u mplía con su propósito de colaborar en la relajación. Cuando estaban a punto de salir, la puerta del salón se abrió de par en par, para dar paso a dos agitados Ron y Hermione.

-Qué pasó!?!?!

-No sabes lo que acabamos de ver! –le dijo Ron.

-Marva...

-QUE LE SUCEDIÓ? –gritó Leyton.

-Nada, nada. Pero...se estaba peleando con Pansy Parkinson, y la hechizó, sin siquiera mirarla, y después, como apareció Snape, -Hermione hizo una pausa en su relato, para respirar y continuó -se hechizó sola para que parezca que estaba golpeada!

-Marva? –preguntó Harry incrédulo.

Leyton la miró mientras asentía y se rió como siempre, con una carcajada estruendosa y contagiosa. Pero esta vez, los otros tres lo miraban seriamente, porque el comportamiento de Marva era...era....demasiado...Slytherin.

-Por qué esas caras de velorio? –preguntó Leyton cuando dejó de reírse –Creí que sabían la clase de persona que es Marva.

-Justamente –dijo Harry –No parece algo que ella haría.

-Harry, Harry, Harry –dijo Leyton pasando un braso por los hombros de su alumno –Marva es la última persona que elegiría como enemiga. Es muy tramposa. Sino, pregúntenle a Katie, que siempre la castigaban a ella cuando era chica.

-Pero...ella no le haría daño a Parkinson, verdad? –preguntó temblorosa Hermione.

-No! Claro que no! Es una buena chica, pero...tiene ese "problema". No soporta que la traten mal.

-Pobre Parkinson! –dijo Ron riendo –no me gustaría estar en su lugar!

-A mi tampoco –dijo Leyton –Lo mejor es que se vayan ahora. Harry tiene que darse un baño antes de que se le enfríe el cuerpo.

POR CADA CAPITULO QUE ALCANZO A PONER, NOS ACERCAMOS MAS A DONDE LO DEJAMOS EN EL FORO.

BESOS PARA TODOS Y GRACIAS POR SEGUIRME ACA.

BARBY