DISCLAIMER: Nada de este mundo de fantasía me pertenece. Todo es propiedad de JK Rowling y sus asociados.

CAPITULO 26.

Los días pasaron con lentitud, tanto para los que estaban dentro de la Enfermería, como lo que estaban fuera.

Después del enojo de Madame Pomfrey, sólo unos pocos se animaban a ingresar al recinto. Marva, Draco, Sirius, Harry y Leyton. Pero sólo de a uno y sin hablar demasiado fuerte.

Katie y Snape fueron las primeras en salir, dos días después. Mientras que Grisselle demoró cuatro días mas, ya que debía recuperar todo su caudal de magia.

El entierro de Krum fue realizado en Bulgaria y Katie concurrió, junto a Charlie, Fleur, Bill y Marva. Allí se encontraron con los amigos y familiares del muchacho. Pasaron la mayoría del tiempo haciendo compañía a Avon, la madre de Viktor, quien se mostraba deshecha y sin consuelo.

Al regresar, Inglaterra seguía absolutamente igual. No había sucedido ningún ataque ni misteriosa desaparición. Harry seguía entrenando con Grisselle y Leyton, mientras que Sirius había dejado las clases de Pociones, devolviéndole su puesto a Snape.

Marva, poco a poco, comenzaba a hacerse a la idea de que Severus Snape, Jefe de Slytherin y Profesor de Pociones era su tío, el hermano de su madre. Solían mantener conversaciones después de las clases a las que, a veces, se unía Draco.

Ron y Hermione pasaban todo su tiempo juntos. La Prefecta estaba completamente desolada y necesitaba del apoyo del pelirrojo mas que de cualquier otra persona. Y Ron, dejó de lado su orgullo y la seguía, acompañaba, estudiaba, hacía todo con ella.

Ginny y Harry, a falta de amigos con quien estar, pasaban también su mayor parte del tiempo juntos. Los dos parecían haberse dado cuenta de que estaban en medio de una guerra cruel y que cualquiera podía ser el último día.

Ese día, como muchos otros, estaban en el Salón del Requerimiento, solos, descansando uno en brazos de otro, en un sillón, frente al fuego.

Harry estaba sentado y Ginny acostada, con la cabeza en su regazo, permitiéndole acariciarle los cabellos rojos.

-Cuándo terminará esto? –preguntó después de un largo silencio Ginny.

-Nadie puede saberlo amor. –respondió Harry sin quitar su vista del fuego –Sólo sé que voy a hacer lo posible para que termine bien.

-Tengo miedo Harry. Tengo miedo de que te haga daño. Y no me importa por el resultado de la guerra, me importa porque no se que haría sin ti.

-Shh –susurró Harry obligándola a sentarse en su regazo, mientras la abrazaba –Estoy aquí Ginny. No tienes por que pensar esas cosas.

-Buenas tardes tórtolos –dijo Sirius jovialmente cuando ingresó, sin previo aviso, junto a Leyton, y Harry se arrepintió de no haberle pedido al cuarto que no deje ingresar a nadie.

-No es que me moleste –dijo Harry con fingida amabilidad –Pero... Qué hacen aquí?

-Bueno –dijo Leyton tan sonriente como Sirius –Tu padrino y yo queríamos un lugar para conversar un poco y optamos por este, claro que ya se nos unirán mas personas.

-De qué están hablando? –gimió Harry.

-Verás..... es un regalo que queremos hacerle a Sna... Severus –dijo Sirius.

-No, no, no –dijo Katie ingresando con Marva y Draco –Ustedes dos no van a hacerle nada a Severus.

-Pero Katie, lindura –dijo Leyton sonriendo conspiradoramente –Es simplemente un regalo, y nos lo va a agradecer en algún momento de su vida...

-Aunque sea a nivel inconsciente –agregó Sirius.

-Por qué tengo el presentimiento de que va a ser desastroso? –preguntó Draco.

-Todos ustedes, guarden las felicitaciones para mas tarde –dijo Sirius sonriendo como cuando era un pequeño estudiante de Hogwarts.

Poco después ingresó Severus Snape al Salón, sorprendiéndose de encontrar tanta gente allí reunida. Claro, nunca ninguno de ellos lo notó, bueno, tal vez Katie supo lo que pasaba por la mente de su tío.

-Para que me llamaste, Bla.... Sirius? –se le hacía bastante difícil ser cordial y amable con el animago, pero era necesario.

-Oh... bueno... Verás..... –Snape murmuró algo que sonó como "Elocuencia Gryffindor" y que produjo la risa de Marva y Draco.

-A mi no me mire –dijo Harry levantando las manos en señal de paz, cuando Severus se fijó en él. –Yo sólo estaba aquí y llegaron todos ellos.

-Seguro Potter –dijo incrédulamente.

-Siento el retraso –dijo la voz de Grisselle desde la puerta –Pero estaba conversando con Albus. Puedo saber el motivo de esta reunión?

-Claro hermanita.... Sirius, aquí presente quería conocerte formalmente, por eso te hemos invitado.

Harry miró incrédulamente a Sirius y Leyton. No tenía sentido nada de lo que decían y parecían dos locos salidos de San Mungo. Katie, negaba con la cabeza, mientras fulminaba con la mirada a su amigo Leyton, considerando si aún debería llamarlo amigo.

-Seguro... yo... Es un placer, Señor Black. –dijo Grisselle confundida.

-El placer es mío –dijo Sirius tomándole y besándole la mano –Y puedes llamarme Sirius.

-Cla... claro –Estaba equivocada o el padre de su amiga estaba coqueteando con ella?

-Ten cuidado Black –dijo Snape con voz áspera –Cytril se dedica a ir por la vida valiéndose de su parte veela para atraer a todos los hombres que le pasan por delante.

-Eso no es cierto! –dijo Grisselle enfrentándolo, mientras Leyton hacía señas a todos los demás para que no intentaran evitar la discusión.

-Si lo es Cytril. Lo hizo siempre.

-Sólo era una broma para mis compañeros Slytherin durante la clase de Pociones. –dijo ella furiosa –Pero no duraba mas de tres o cuatro segundos y no la utilizaba por completo. Además, nunca la usé fuera de allí.

-Está intentando decirme que no lo hizo NUNCA en el Gran Salón, en el Campo de Quidditch, en los pasillos, en Hogsmeade o en cualquier otro lugar? –preguntó Snape incrédulamente.

-Si. Eso estoy diciéndole. Por qué iba a hacerlo?

-No me engaña Cytril –los ojos de Snape parecían dos líneas negras.

-No será que usted encontraba atractiva a mi hermana y se lo atribuyó a su encanto veela para justificarse? –preguntó Leyton haciéndose el distraído.

Todos guardaron silencio, y posaron sus miradas en la pareja que discutía. Sería posible que fuera verdad lo que Leyton había dicho? O era tan sólo una broma de mal gusto?

-Sé diferenciar el encanto veela de una simple atracción –dijo Snape finalmente, pero no sonaba demasiado convencido.

-Está seguro? –dijo Grisselle y cerró los ojos.

Poco a poco, la fue rodeando un aura irresistible y sus ojos se convirtieron en el atrapante plata que hubiera existido nunca. Todo en ella era imposible de renegar y tanto Harry como Sirius y Draco, no podían quitar sus ojos de la rubia.

Severus era otro tema, pues su mirada se había clavado en la de Grisselle y no podía hacer otra cosa. Ella avanzó hacia él y acercó lentamente sus rostro hacia el suyo, sólo para pasar de largo y llegar a su oído.

-Esta es mi parte veela Snape, y no creo que la hayas visto antes.

Dos segundos después, Grisselle volvía a la normalidad y abandonaba el Salón del Requerimiento furiosa y golpeando la puerta.

Snape sacudió la cabeza, saliendo de su hipnosis, justo a tiempo para darse cuenta de que Grisselle estaba saliendo del cuarto y que todos los demás lo miraban expectantes.

Furia era lo que sentía hacia Black. Estaba haciendo lo posible para ser civil con él, pero evidentemente al animago le gustaba demasiado humillarlo.

Justo cuando iba a decirle todo lo que pensaba de él, Katie tomó la iniciativa.

-Eso fue lo mas bajo que podrías haber hecho papá.

-Pero Katie....

-Tiene razón –dijo Marva –No tenías ningún derecho.

-Oh vamos que...

-Cállate Leyton, porque no respondo de mi. –dijo Katie sacando su varita. –No puedo creer que hayas hecho algo así. Puede que no te caiga bien Severus, pero Grisselle es tu hermana. EN QUE DEMONIOS ESTABAS PENSANDO!?!?!?!

-No piensan Katie –dijo Snape controlando su ira –Cada vez estoy mas convencido de que no tienen cerebro.

Severus dio media vuelta y salió del cuatro furioso, mientras el silencio tras él parecía una bomba a punto de estallar.

Draco, Marva y Katie miraban a Leyton y Sirius como si quisiesen rebanarlos en pedacitos ahí mismo.

Sirius buscó apoyo en su ahijado, pero sólo recibió una negación de él y su novia. Parecía que nadie se había dado cuenta de que él lo había hecho en favor de Snape.

Después de lo que pareció una eternidad, Sirius logró que sus hijas comprendieran sus intenciones.

Tuvo que admitir que su plan no era tan bueno como había pensado y que debería haber considerado que Snape se iba a sentir humillado mas que agradecido.

Iba a tener que pedirle disculpas. Parecía que la vida se empeñaba en que le salieran las cosas mal.

Golpeó la puerta del despacho del profesor de Pociones, mientras se mordía el labio inferior. Sólo esperaba que no lo maldiga antes de que tenga la posibilidad de hablar.

Severus suspiró pesadamente cuando supo que Black estaba tras la puerta. Debería enviarlo lejos, sin posibilidad de nada, pero también le había prometido a Katie que al menos iba a escucharlo.

Con un movimiento de su varita, abrió la puerta y se acomodó en su sillón, detrás de su escritorio.

-Tienes un minuto, Black. –dijo antes de que el animago pudiera comenzar.

-Bien. Yo.... Lo siento. De verdad no era mi intención humillarte ni nada por el estilo.

-Debo creer eso? –preguntó Severus levantando una ceja.

-Mira, no debes creerme si no quieres. Pero debes saber que lo hicimos con buenas intenciones. Leyton sabía que Grisselle se sentía... mmm... atraída hacia ti y bueno, pensamos que tal vez tu....

-Cuando necesite alguien que me organice la vida te lo diré Black.

-No vas a hacérmelo fácil, verdad? –preguntó Sirius sonriendo tristemente.

-Por qué debería hacerlo?

-Por mis hijas. Pero está bien. Yo solo... de verdad lo siento Severus.

-Está bien Black. Sólo nunca mas te metas en mi vida.

-Gracias.

Cuando Sirius abandonó el despacho, se encontró con una preocupada Grisselle en el pasillo. Lo miró con enojo y vergüenza y se asomó al despacho.

-Profesor...

-Váyase Cytril.

-No.

-Disculpe?

-Que no me voy hasta que no me haya escuchado –dijo Grisselle ingresando y cerrando la puerta tras ella.

-Qué quiere Cytril? No le bastó con humillarme frente a mis sobrinas?

-Yo no sabía lo que Leyton y Sirius querían hacer, lo juro. –dijo Grisselle acercándose al escritorio.

-Pero eso no le impidió hacer una "demostración" de su parte veela, verdad?

-Es que usted estaba tan convencido de que yo la había utilizado siempre.... Tan sólo... tan sólo quería demostrarle que no era así. Yo nunca me aprovecho de eso.

-Está bien Cytril. Ahora váyase.

-Lo siento. –Grisselle caminó hasta la puerta, pero antes de abrirla, y sin darse vuelta, volvió a hablar –Leyton y Sirius están equivocados, verdad?

-No se a que se refiere. Podría ser mas específica? Porque Black por lo general se equivoca.

-A que usted me encuentra... atractiva? –esta vez, Grisselle se volteó, para poder ver el rostro de Snape.

-No tiente a su suerte Cytril.

-Por favor –la súplica de Grisselle sonó bastante parecido a un sollozo.

-Váyase.

-Dígame que no y nunca volveré a acercarme a usted.

-No entiendo por qué le interesa tanto...

-NO SE DA CUENTA? –gritó Grisselle furiosa, mientras sus ojos brillaban por las lágrimas contenidas –TAN CIEGO ES QUE NO SE DA CUENTA QUE ESTOY ENAMORADA DE USTED DESDE MI SÉPTIMO AÑO AQUÍ?

-No.... No sabe lo que dice. –de pronto, la estabilidad de su mundo desapareció.

-NO ME DIGA LO QUE SE Y LO QUE NO SE!! Y RESPONDAME LA MALDITA PREGUNTA!!

-Váyase Cytril. Y no regrese jamás a este lugar.

Grisselle lo miró directamente a los ojos, mostrándole el dolor que sentía por su rechazo y se volvió.

Cuando estaba abriendo la puerta, sintió a Snape tomarle el brazo, hacerla girar y se pedió en la profundidad de esos ojos negros.

-Shhh... –susurró Severus, secándole las lágrimas suavemente con sus dedos. –No llores por favor.

-Lo... lo siento. Yo no....

Pero la frase de Grisselle quedó inconclusa, pues los labios de Severus se apoderaron de su boca, en el beso mas tierno de su vida.

El beso tomó a Grisselle por sorpresa, pues era lo último que esperaba que Snape hiciera. De hecho, se había ido preparada para recibir unos cuantos maleficios, pero nunca un beso.

Aún con los ojos cerrados, sintió como Snape separaba sus bocas, y clavaba su mirada en ella. Pero no podía, ni quería hacerle frente a la situación en ese momento. Escuchó a Snape tomar aire, como si estuviera cargándose de valor.

-Cytril... esto no está bien.

-Por favor, no digas nada. –Grisselle escondió su rostro en el cuello de Snape, haciéndole cosquillas con la respiración. –Y mi nombre es Grisselle.

-Escúchame –Severus la tomó por los hombros y la separó de su cuerpo, permitiéndose verla en el rostro –No podemos. No puedo hacer esto.

-Por qué? Dime una buena razón.

-Grisselle.... Eres hermosa, inteligente, poderosa y joven. No tienes nada que hacer junto a alguien como yo.

-A qué te refieres con alguien como tu?

-Seguramente sabes a lo que me refiero –dijo Snape desviando su mirada.

-Hablas de esto? –dijo Grisselle acariciándole el antebrazo izquierdo, por encima de la túnica. –No me importa lo que hayas sido. Eso quedó en el pasado y no es motivo para seguir odiándote a ti mismo.

-Grisselle por favor vete.

-Si de verdad quieres que me vaya, entonces dímelo mirándome a los ojos y suéltame.

-Encuentras todo esto divertido? –dijo Severus alejándose de ella abruptamente.

-No. No es divertido. Cómo crees que me sentí cuando me di cuenta que estaba enamorada de ti y que me odiabas? –preguntó Grisselle buscando su mirada –Sabías que Albus me ofreció el puesto de Defensa hace unos años y que me negué? No podía estar cerca de ti y que me desprecies. Sabes lo difícil que ha sido volver y ver el odio que me profesabas?

-No lo hagas mas difícil.

-Tanto te desprecias que no puedes darte una oportunidad para ser feliz? -Grisselle se acercó a él y le acarició el rostro con ternura –Ahora tienes una familia. Las chicas te adoran, pero ellas también harán su vida y volverás a estar solo. Eso es lo que quieres?

-Es lo que merezco.

-No. No lo es. Mereces tener tu propia vida. Mereces mucho mas que lo que crees. Sabes cuántas vidas se salvaron gracias a ti? Sabes cuántos planes de Voldemort se han frustrado gracias a ti? No te niegues esto Severus...

-No me conoces.

-Entonces déjame hacerlo. Dame una oportunidad para conocerte. Déjame intentarlo. Acaso no sabes que las veelas mujeres solo nos enamoramos una vez en nuestra vida? Así sea medio-veela, no voy a amar a nadie mas que a ti.

-Tu no me...

-Te amo –susurró Grisselle casi sobre sus labios. –Por favor, no me niegues mi única oportunidad de ser feliz. Y, lo que es mas importante, no te la niegues a ti.

-Tu padre va a matarme –aunque seguía poniendo excusas, Severus ya había abrazado su cintura nuevamente.

-No lo hará. –dijo Grisselle sonriendo –Él sabe que estoy enamorada de ti. Estuvo muy desilusionado de mi cuando no quise regresar a Hogwarts a dar clases de Defensa. Dijo que era la mujer mas cobarde que había conocido jamás. Leyton aún está enojado con él.

-Pero si en tu graduación no dejaba de mirarme con odio.

-Sólo porque creía que yo te odiaba, y que mis detenciones eran injustas. No supo la verdad hasta que me negué a venir como Profesora.

-Y por qué regresaste ahora a enseñarle a Potter? –la curiosidad era genuina.

-Porque Harry nos necesita, y porque ya no podía estar sin verte. Estaba volviéndome loca. Cada noche soñaba contigo y cuando despertaba y regresaba a la realidad... –los ojos de Grisselle se llenaron de lágrimas al recordar el infierno que vivió todo ese tiempo sin ver a Severus. –Además de que Leyton me "arrastró" hasta aquí.

-Estás segura de esto? –preguntó Snape muy seriamente.

-Nunca he estado tan segura de algo en mi vida. Te amo Severus.

-Pero yo no puedo... El amor no es....

-Podemos ir despacio –dijo Grisselle silenciándolo al poner un dedo sobre sus labios. –Déjame demostrarte que puedes confiar en mi.

-Y Albus...? –Gisselle solo sonrió.

-Albus siempre supo que estaba enamorada de ti. Creo que lo supo antes que yo. Él me envió a hablar contigo hoy.

-Es un viejo entrometido. –curiosamente, los labios de Snape parecían estar reprimiendo una sonrisa.

-Si, pero... No te alegras de eso?

-Espero que no te arrepientas de esto. –dijo Snape antes de besarla nuevamente.

POR CADA CAPITULO QUE ALCANZO A PONER, NOS ACERCAMOS MAS A DONDE LO DEJAMOS EN EL FORO.

BESOS PARA TODOS Y GRACIAS POR SEGUIRME ACA.

BARBY