DISCLAIMER: Nada de este mundo de fantasía me pertenece. Todo es propiedad de JK Rowling y sus asociados.

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CAPITULO 31.

Harry inspiró todo el aire que pudo, miró a los ojos a sus dos tutores y asintió. Sabía que este momento llegaría. Voldemort o él. Él o Voldemort. Uno de los dos iba a morir hoy, y Harry esperaba de todo corazón no ser él.

Frente a él, se esparcía un escenario que nunca creyó poder ver. Todos los jardines de hogwarts, su amado Hogwarts estaban impregnados con muerte, odio y dolor.

Los cuerpos yacían ensangrentados y pálidos, salvo por las manchas rojas de sangre que podían verse por todos lados. No importaba de quien era, o que tipo de sangre.... Todos, absolutamente todos los que estaban muertos tenían algo de sangre ajena.

Irónico. Los mortífagos no deseaban mezclas de sangre y es justamente lo que había sucedido en ese momento y lugar. Mestizos, nacidos de muggles y puros. No había diferencias ahora que estaban muertos.

Caminó con una seguridad que no poseía ni sentía. Pero era cierto qu tener a Grisselle y Leyton a su lado era un bonus. Sabía que ellos eran su apoyo en ese momento tan difícil que le tocaba vivir.

Se aseguró de que sus amigos, novia y familia estuviesen en buenas condiciones y juntos, esperando por los pocos mortífagos que habían sobrevivido, antes de centrar toda su energía en Voldemort.

El mago oscuro lo esperaba con una sonrisa socarrona y la varita levantada, como retándolo a acercarse, y es justamente lo que Harry hizo. Se acercó a él sin quitarle los ojos de encima, pero sin perder de vista ningún movimiento que fuera peligroso, aunque cuidar su espalda fuera trabajo de los medio-veela.

Pronto estuvieron frente a frente, aun ambos sin dejar de mirarse y aun con sus profesores junto a él.

-Tienes niñera, Potter? -preguntó Voldemort mirando por el rabillo del ojo a Grisselle.

-Hoy se termina esto Tom. -dijo Harry con intenciones de enfurecerlo. -Hoy uno de los dos va a morir.

-Eso ya lo sabíamos Potter. -Voldemort rió ante el descaro del Niño que vivió. -Siempre supe que iba a matarte. Yo tengo ese derecho y sentiré el placer de terminar con tu vida.

-Veremos....

Harry se puso en posición de duelo y Voldemort lo imitó, aun sonriendo malignamente, convencido de que ese mocoso no iba a hacer mas que morir en el intento de derrotarlo.

No muchos podían tener el "privilegio" de ver el duelo, solo los hermanos Cytril. La mayoría de los miembros de la Orden que no se hallaban heridos o muertos, estaban encargándose de terminar con lo poco que quedaba de los gigantes, trolls y mortífagos.

Ambos se movían con destreza, esquivando los maleficios del otro. Harry tenía que cumplir el plan al pie de la letra. Tenía que lograr que voldemort encegueciera de ira y furia, para poder acabar con el. Al parecer, lo estaba logrando.

Los ojos rojos, tan parcidos y a la vez tan diferentes a los de una serpiente, destellaban. Podían verse mas brillantes que nunca, y Harry hubiera jurado que eran dos manchas de sangre si no fuera porque ya había visto demasiadas veces a Voldemort cara a cara.

El mayor de los dos estaba desesperando. Alguien había enseñado a Potter conjurar poderosos escudos y a moverse como una gacela. Sus maleficios a penas lo rozaban, y eso si tenía suerte, porque Potter parecía adivinar sus próximos movimientos.

Harry no estaba tan de acuerdo con los pensamientos de Voldemort. Era muy dificl soportar los escudos, para que no sean rotos por los maleficios, y mucho mas difícil era moverse sin cesar, esquivando los rayos de colores que abandonaban la varita del mago oscuro.

El problema se presentó cuando Voldemort ideó un plan en su mente. Y se concretó cuando el plan fue llevado a cabo. Un maleficio menor lanzado a Potter y luego dos exactamente iguales hacia ambos lados del menos, para embestirlo, sea cual fuere el lugar hacia donde lo esquivaría.

Harry cayó al suelo de espaldas, impulsado por el hechizo de su enemigo, pero casi sin daños. Su varita estaba fuera de su alcance, y deseaba recobrarla, aunque no la necesitara, pues no quería que voldemort supiese de sus nuevas habilidades aún.

Cuando sus dedos rozaron la madera de su instrumento mágico, Voldemort estaba de pie junto a él, pronunciando una de las maldiciones imperdonables. La visión de Harry se volvió borrosa debido al dolor.

El Cruciatus hacía que sus nervios envíen demasiadas señales dolorosas a todos sus músculos y pensó que iba a morir. Nunca en su vida había recibido un Cruciatus tan doloroso como ese.

Sabía que Leyton y Grisselle no podían entrometerse en el duelo, y no deseaba que lo hicieran tampoco. Necesitaba probarse a sí mismoq ue podía hacrlo, que podía derrotar a Voldemort.

Entonces fue cuando, en medio de su angustia, escuchó una suave y armoniosa voz que le decía que hacer. Recordó el momento en el que Dumbledore, Grisselle y snape habían discutido con él el plan a llevar a cabo.

Sólo tenía una oportunidad de lograrlo, y había muchas posibilidades de quedar convertido en un squib despues de tanto despliegue de energía. Pero no le importaba. Sólo quería terminar con ese martirio de una buena vez.

Como pudo, y tratando de bloquear el dolor del maleficio que Voldemort seguía aplicando en él, miró directamente a los ojos de su oponente. Parecía que Voldemort hubiera notado lo que sucedía, porque levantó el Cruciatus y se dispuso a terminar con todo.

-Avada Kedavra! -gritó Voldemort, mirando embelezado al rayo de luz verde que se acercaba a Potter, sin darle tiempo a nada.

Harry cerró los ojos. Otra vez había vencido Voldemort. Pero esta vez para siempre. Esta vez lo mataría y cubriría al mundo de sus oscuridad.

Cuando el impacto no llegó a él, abrió los ojos, para ver a Grisselle en el suelo, frente a él, protegiéndolo y recibiendo la maldición.

-NOOOOOOOOOOO! -gritaron Harry, Leyton y Voldemort a la vez, pero ya estaba hecho y Grisselle cayó al suelo inmóvil.

-LA MATASTE! -gritó Harry fuera de si -LA MATASTE Y AHORA VAS A PAGAR POR ESO!

Furioso y con lágrimas en todo su rostro, Harry no reparó en lo que estaba haciendo ni en las consecuencias. simplemente, levantó su mano y dijo dos fatídicas palabras.

-VICTUS NEX!!!

El rayo dorado que se deprendió de su mano pegó en el pecho de Voldemort, que estaba demasiado impresionado con lo que Potter había dicho como para moverse. Todos parecieron detenerse en sus duelos para observar que sucedía y el grito desgarrador del mago oscuro fue suficiente para saber que la batalla tenía un ganador, y ese era Harry Potter.

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Tres días después de la batalla, la enfermería de Hogwarts aún era una catástrofe. Si bien la mayoría de los heridos había sido rápidamente curados por Madame Pomfrey y algunos medi magos de San Mungo, los mas graves pacientes permanecían allí hasta que puedieran valerse por si mismos.

No era nada extraño ver una orda de pelirrojos entrar y salir, dirigiendose a la cama del Héroe, cama en la que descansaba en un coma tan profundo que nadie sabía si podría lograr despertar jamás.

También era moneda corriente ver un hombre completamente vestido de negro, con el rostro mas pálido que nunca y oscuras ojeras bajo sus ojos, intentando darle fuerzas a una asombrosa bruja que alcanzó otro récord, siendo la segunda persona en evitar la muerte después de una maldición asesina.

-Snape -dijo Leyton acercándose a la cama de su hermana. -Hace tres días que no come nada. Vaya a descansar. Prometo avisarle si despierta.

-No.

-Cuando mi hermana despierte y vea el estado en el que encuentra, va a enfurecer. No va a gustarle que se haya quedado aquí, sentado en esa silla, todos estos días.

-Déjame en paz. -siseó Snape levantando la vista.

-No... discutan. -dijo una voz rasposa desde la cama.

-Grisselle? -preguntó Severus dirigiéndo la vista a su rubia, y viendo como abría los ojos lentamente.

-Hola. -respondió ella sonriendo. -Te ves fatal.

-Tu también. -replicó Snape.

-Si ya terminaron con su no romántico reencuentro. -dijo Leyton, interrumpiéndolos. -Debo decir, hermanita, que papá está furioso.

-Por que?

-Porque eres una inconsciente y una.... cuál fue la expresión? Ah! Si! Inconsciente e insensata por interceptar esa maldición.

-Leyton.... -susurró Grisselle.

-Ya lo sé. Le dije que lo habías logrado, pero sigue pensando que fue un acto estúpido.

-Logrado? -inquirió Snape.

-El contrahechizo. -explicó Grisselle con esfuerzo. -Pude descubrir el contrahechizo para detener el avada y...

-Sh... -la silenció Snape poniendo un dedo sobre sus labios resecos. -Después. ahora tienes que descansar.

-Sin contar que Poppy nos va a prohibir la entrada a la Enfermería si se entera que te hicimos hablar. -dijo Leyton guiñándole un ojo y abandonando el lugar.

-Estás bien? -preguntó Grisselle y Snape asintió, sintiéndose muy cansado y liberando al fin la tensión.

-Voy a avisarle a Poppy que ya estas despierta.

-No es necesario Severus -dijo la Enfermera corriendo una cortina -ya me dijo Leyton. Jovencita, bebe esto.

Luego de pruebas y pociones, Poppy volvió a dejarlos solos. Grisselle no tardó demasiado en sentirse abrumada por el sueño nuevamente y se estaba quedando dormida cuando sintió a Severus levantarse para dejar la enfermería, tal como le había ordenado la Enfermera.

-Quedate conmigo. -susurró haciéndose a un lado.

-Grisselle... -Snape intentó contradecirla, pero la mirada que le envió ella fue suficiente para que desista.

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Una semana después, fue el turno de Harry Potter de despertar de su coma, de manera diferente y dolorosa, pues sus músculos estaban entumecidos, y su magia luchaba por no desaparecer.

-POPPY! POPPY! -gritó un desesperado Sirius, al ver que su ahijado abría los ojos, pero de su boca no salían mas que gemidos lastimeros.

-Ya era hora de que despertara, Señor Potter. -dijo la enfermera colocándo un frasco en su boca.

La poción sabía a hígado de sapo, según Harry, pero sirvió para que pudiera expresar lo que pensaba.

-Voldemort?

-Está muerto, Harry. -dijo Sirius acariciándole la frente, donde la cicatriz en forma de rayo permanecía como un recuerdo de los oscuros tiempos que habían vivido. -El hechizo funcionó.

-Muerto? -preguntó confundido -pero...

-Tom Riddle está ahora en Azkaban, en una celda oscura, sin magia, si consciencia y sin recuerdos. -dijo Dumbledore desde los pies de la cama. -Ahí permanecerá hasta que su cuerpo abandone esta mundo.

-Bien. -dijo Harry antes de sucumbir al sueño.

-Poppy? Qué sucede? Porqué se volvió a dormir?

-Sirius, cálmate. -pidió la enfermera. -Su cuerpo está agotado y necesita repararse. Va a dormir mucho estos días, hasta que esté en perfectas condiciones nuevamente.

-Y... su magia? -preguntó Dumbledore.

-No lo sé. -dijo la enfermera negando con la cabeza.

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TRADUCCION AL LATIN:

Muerto viviente: "victus nex"

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ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO Y QUE ME DEJEN SUS COMENTARIOS, YA QUE ES UN CAPITULO ESTRENO.

FELIZ NAVIDAD Y QUE EMPIECEN BIEN EL AÑO NUEVO!!!!

GRACIAS A: Jesus, titaniagranger, ojitosbellos, Mariblack, Sandy0329, Ophelia Dakker, Irethel, ale, micaela, galindezlmp y palfuriana (por sus reviews en el capitulo 30)

BESOS

BARBY