DISCLAIMER: Nada de este mundo de fantasía me pertenece. Todo es propiedad de JK Rowling y sus asociados.
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EPILOGO.
Diez años habían pasado desde aquella tarde en la que Harry y compañía habían forjado el destino del mundo mágico y la paz había regresado. Esta iba a ser la décima navidad en completa tranquildad.... o eso creían.
-JAMES POTTER! BAJA DE ESA ESCOBA INMEDIATAMENTE!
Una mujer pelirroja reñía a un niño de cuatro años, con las manos en la cintura, desde la puerta trasera de su casa en el Valle Godric.
Pronto, dos brazos se posaron en su abultado vientre, que cargaba ya con seis meses, y un cuepo conocido se pegaba a su espalda, permitiéndole descansar en él.
-Déjalo. -susurró Harry en su oído. -No va a hacerse daño. Dobby no dejaría que toque el suelo si se cae.
-De todos modos, Harry. -dijo Ginny evidentemente molesta. -Tiene que bañarse y vestirse. Todos van a estar aquí en cualquier momento.
-Esta bien. -coincidió Harry -Ve a prepararte, yo me encargo de James.
-La última vez que dijiste eso, montaste tu escoba y tuve que fingir dolores en mi abdomen para que pises tierra. -dijo Ginny con el seño fruncido, mientras giraba, sin soltarse y lo miraba a los ojos.
-Hermosa, simplemente hermosa. -susurró Harry, y la besó suavemente en los labios.
-No hagan eso!!!! -exclamó el enfurruñado James a su lado. -No hagan eso!!!
-Y por qué no? -preguntó Harry mientras Ginny apoyaba su cabeza en su torso.
-Porque mi hermanita es muy chiquita y no puede ver eso. -dijo altaneramente el niño, moviendo su cabellera negra.
-Es un buen motivo. -dijo Harry soltándose de Ginny y arrodillándose hasta poder hablarle a su vientre. -Lo siento pequeña, no quise incomodarte. -el bebé se movió dentro de su habitáculo y Ginny rió.
-A bañarse, James. -declaró la pelirroja.
-Pero.....
-Vamos hijo. -dijo Harry cargándolo en brazos, ante el disgusto del pequeño -No querrás que el profesor Snape te vea sucio, verdad?
-BÁJAME! BÁJAME! -James se movió en sus brazos hasta que su papá lo depositó en el suelo y salió corriendo hacia el baño.
-Harry......
-Es divertido Ginny. Y lo sabes. -dijo Harry tomándole la mano. -Además, es cierto que Severus no tardaría en hacer algún comentario sobre su estado.
-Pero...
-Vamos adentro.... te ayudo con algo?
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Media hora mas tarde, la campana sonaba en la casa del matrimonio Potter. Harry abrió la puerta, para encontrarse con Severus y Grisselle Snape, quien llevaba de la mano una niña tan rubia como ella, pero con los ojos negros de su padre.
-Buenas nches, pasen. -dijo Harry haciéndose a un lado.
-Y James? -preguntó la pequeña Mirth, tirándo de la túnica de Harry.
-Arriba, su mamá estaba obligándolo a ponerse su túnica nueva. -Respondió el moreno sonriendo. -Ya bajará.
-MIRTHY!!!! -se escuchó un grito desde arriba y luego el cuerpito de James apareció y bajó las escaleras a los saltos, casi lanzándose sobre su amiga.
-Hola James. -dijo Snape romipendo el momento, y el niño se detuvo, enderezó su postura y lo miró a los ojos.
-Buenas noches profesor Snape. -dijo ceremonialmente. -Puedo jugar con Mirth?
-Mmmmm...
-Claro que sí. -dijo Grisselle pegándole un codazo a su esposo, y los niños desaparecieron escaleras arriba.
-Qué tal Hogwarts? -preguntó Harry con aire melancólico.
-Como siempre. -respondió el profesor. -Montones de niñatos revoloteando e intentado recorrer el castillo por las noches.
-Es bueno saberlo. -dijo Harry riendo.
-Grisselle, Severus. -los saludó Ginny desde la entrada de la sala. -No te molestes Severus. -dijo cuando vio que el mago mayor iba a dejarle su asiento y se sentó sobre las piernas de su esposo.
-Estás pesada para hacer eso, Ginny. -susurró Harry.
-Es tu culpa. -dijo ella levantándo los hombros.
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Una hora mas tarde, casi todos los invitados estaban sentados en sus lugares. Las dos mesas estaban repletas. Los dos hijos de Katie y Charlie (Viktor y Natalie) conversaban animadamente con James y Mirth, mientras que los gemelos de Ron y Hermione (Luz y Lionel) secreteaban con Kallie (la única hija de Bill y Fleur) y Morgan (el heredero Malfoy).
Severus y Grisselle, Sirius y Margot, Animius y Remus, Arthur y Molly, Percy y Penélope, Katie y Charlie, Bill y Fleur, Ron y Hermione, Marva y Draco, Harry y Ginny.... todos en la mesa, esperando por la llegada de los gemelos Fred y George con sus esposas Katie y Angelina, y sus seis hijos en total.
Cuando ya todos estadan por empezar a comer sin esperar a que llegaran, cientos de luces iluminaron el patio trasero y todos los niños se pusieron de pie y corrieron hacia allí, para presenciar los fuegos artificiales que anunciaban el arribo de los bromistas.
Dragones, estrellas, hadas y miles de puntos de colores adornaban el cielo, mientras que los gemelos sonreían satisfechos y sus esposas los regañaban por haber interrumpido la paz del lugar.
Con el último fuego artificial, un polvo rosa se estendió sobre todos los niños, provocándo risas de los mas pequeños. Cuando al fin regresaron a la mesa, todos los padres los miraron seriamente.
-James? -dijo Ginny intentando contener su risa. -Qué le hiciste a tu cabello?
-Nada. Mamá... sabes que nunca se queda en su lugar.
-Hablo del color de tu cabello James.
-Nada. -dijo el niño sin entender y mirando a sus amigos, que todos tenían la misma expresión de no saber que sucedía.
-Accio espejo! -dijo Sirius, levantandose de la mesa. -Mirense.
Todos los niños se miraron y vieron, horrorizados, que sus cabellos lucían azules, rosas, verdes, violetas y turquesas. Los mas pequeños reían divertidos, mientars los mas grandes comenzaron a molestarse.
-NO ES JUSTO! -gritó Morgan -Mamá estuvo media hora arreglándome y tengo el cabello rosa!
-Ven pequeño. -dijo Marva riendo y, con un movimiento de la varita, lo volvió a su color rubio natural.
-MAMÁ! -gritó James, al ver que todos los demás padres habían hecho lo mismo y que todos lucían sus colores habituales, menos él.
-Lo mereces por haberte levantado de la mesa sin permiso. -dijo Ginny sin preocuparse por mirarlo y sin borrar la sonrisa del rostro.
-Pero...
-Ya escuchaste a tu mamá, James. -dijo Harry. -A la mesa y a seguir comiendo.
-Papi... por favor..... dile a mamá que me cambie el pelo.... si?
-Está bien... -dijo Harr enternecido por las casi lágrimas de los ojos de su hijo. -Ven.
-Harry... no. -le advirtió Ginny.
-No voy a dejarlo con el cabello verde. -dijo Harry, y, con un movimiento de su mano, el cabello de su hijo volvió a ser negro e incontrolable.
-GRACIAS! -dijo James y corrió hacia la mesa.
-Magia sin varita, Harry? -preguntó Marva sonriendo.
-Estoy completamente recuperado. -dijo satisfecho.
-Es una excelente noticia! -exclamó Sirius.
Todos brindaron por eso. Aún recordaban los difíciles años que tuvo que pasar Harry para dominar su magia por completo sin que se descontrole. Preo, como siempre, Harry Potter era un mago excepcional y venció todas las barreras que se interpusieron en su camino.
FIN
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COMO VEN, UN FINAL MUY ACORDE A ESTAS FECHAS. ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO Y QUE HAYAN DISFRUTADO DE ESTA HISTORIA TANTO COMO YO.
LOS QUIERO MUCHO Y MUCHISIMAS GRACAIS POR SU APOYO DE SIEMPRE.
BESOS
BARBY
