Como todos sabemos, la preciosa y fiel señorita Swann se quedó en una isla perdida con el capitán Sparrow durante un día y una noche.. Bueno pues aquí tenemos la verdadera historia de los cuernos del Turner.

Todo empieza en una calurosa tarde de verano, en una isla llamada Tortuga. Las gaviotas revolotean por el cielo abrasador, las palmeras abarrotan la isla, y he aquí a nuestros dos protagonistas, la señorita Swann y el capitán Sparrow. Se encuentran recién llegados a la isla, muertos de calor, por lo que nada más llegar a la isla deciden darse un refrescante baño en aguas saladas junto a las tortugas... �. Como es de imaginar sin ropa, porque necesitaban tenerla seca el resto de los días.

Y bueno, una vez terminado el apetitoso baño, la pareja se sentó a orillas del mar, viendo nadar los patos –porque en el Caribe hay patos-. Entonces fue el capitán el que rompió el hielo:

Realmente, ¿creéis que aguantaremos mucho tiempo en esta isla?

Por supuesto, estoy con el audaz Capitán Sparrow que una vez ya escapó de la isla.

Se podría decir, que salí de la isla, bueno.. el caso es que vamos a morir de todas formas, sea en la isla o no. Y lo más normal sería que un tiburón llegase esta noche y nos comiese a los dos, entonces ¿quieres morir sola o con un hombre a tu lado dándote calor?

… por favor, capitán Sparrow, soy una dama.

Por eso se lo digo, si fuese el eunuco ese del Turner no le estaría proponiendo nada..

Elizabeth contempló durante unos segundos los ojos de Jack, después hábilmente se fue acercando a los hombros de Sparrow, pero no necesitó demasiado por. La pareja se fundió en un profundo beso, y el resto... es de imaginar.

Después optaron por el ron y todas esas cosas que salen en la película...

… yo-ho, yo-ho un gran pirata soy.