Cuando Harry Potter volvió la noche después del partido a la Torre Gryffindor, ya todos sus compañeros estaban acostados. Silenciosamente para despertar a ninguno, se puso su pijama, y se dispuso a abrir la cama para dormir, pero al hacerlo, vio que encima de la almohada había una nota con un poema, como los que Draco Malfoy le solía mandar para concertar una cita entre ellos. Tuvo el impulso de arrugarlo y tirarlo a la papelera, ya que en su último poema, Draco Malfoy le había dejado muy claro que nunca lo amó. Estaba harto de esa relación de sumisión a la que lo obligó desde un principio Malfoy, en la que siempre le tocó perder, y de la que no sacaba nada a cambio.

Recordó como empezó todo. Como Malfoy no paraba de escribirle poemas desagradables deseándole la muerte, y como, en un momento de lucidez, vio el verdadero contenido del poema que estaba leyendo: Era una cita amorosa.

No podía creerlo. El chico que siempre le había demostrado el odio más acérrimo, lo amaba. Lo amaba en secreto. Eso fue suficiente como para sentirse feliz y agradecido, las semillas de las que nació un amor liberador al principio, y que ahora lo torturaba hasta la desdicha.

Se dio cuenta muy tarde que todo había sido un engaño de Malfoy, y que ahora estaba en sus manos.

Pero era difícil cambiar lo que ya se había convertido en una costumbre, así que, se metió en la cama, ya a la luz de la varita, comenzó a leer el poema, para después descifrarlo:


Mi nombre en tu boca

Sereno instante durante el cual mi nombre vas a mencionar

onírico y eterno momento en el que mi alma se desplaza

ysiguiendo la estela que sólo tú eres capaz de crear

yo, mi cuerpo y todo mi ser con tu voz siento que abrazas.

Obediente y sumiso esa voz yo siempre escucharía

resuelto sin que me lo pidas al fin del mundo la seguía

original sonido de tu boca que ni en sueños podré besar

nítida música a mis oídos, si me nombre te oigo mencionar.

Dolorosamente hasta la tortura sufro porque feliz ya no eres

impasible renunciaría a mi dicha por verte feliz con quien quieres

mi única felicidad es mi nombre en tus labios escuchar

inquebrantable estaría dispuesto a no oírlo, si te pudiera consolar.

No aspiro al amor que sé que por otro tú sientes

ojalá de verdad él te quisiera, pero estoy seguro que te miente.

Malfoy y yo no lomos dignos de nuestros nombres oír mencionar

boca que ahora solo dice su nombre, y que ni en sueños podré besar

Resignado estoy a tu sombra ser para siempre contigo estar

en tu boca amor mío, mi nombre, es lo único que deseo escuchar.


Harry terminó de leerlo y de descifrarlo. Se incorporó en la cama. Ahora sabía por fin que era lo que él más ansiaba. Siempre lo tuvo al lado y no se había dado cuenta.

Sonrió y dijo solamente:

- Ron

Y en el otro lado del dormitorio, Ron feliz también sonrió.


FIN, (posíblemente sea el último)

Un beso

Florence Rose