PERDON!!!!!!!!!!! Disculpen la demora, es que estaba falta de imaginación, y con todo eso del fin de año y los examenes, pues ustedes saben. No importa, aun así estoy feliz de que se tomen la molestia de leerlo. Bueno como no sabía cómo continuarlo tal vez no esté muy bueno, acepto reclamos, tomatazos, opiniones de todo :D
Advertencia: Gundam Wing no me pertenece y mucho menos sus personajes, solo me los robé un ratito para divertirme y divertirlos con ellos, este fic es yaoi y contiene escenas lemon asi q si no les gustan pues no lean (creo q devi poner eso en el primer capitulo no? :P)
Dedicado: este fic va dedicado a mi nueva amiga ichia que me ha hecho muy feliz el conocerla (mandale saludos a tu sabes quien de mi parte jeje) y a todas las personas que esperaron pacientemente la continuación de este fic, espero me disculpen por la terrible demora y esto va para uds. como un regalo de navidad de mi parte. Espero lo disfruten tanto como yo y que me dejen reviews para conocer sus opiniones que eso me hace muy feliz como a cualquier escritor, bueno me despido, disfrútenlo:
En el capítulo anterior:
-Heero... –Duo llamó la atención del aludido, mientras una ola estallaba en frente de ambos. Los labios de Duo comenzaron a temblar y rodeó sus piernas con sus brazos- lo... lo... Heero yo lo sien... –pero al darle la cara a su compañero se encontró que este estaba de pie y daba un paso atrás- ¿Heero, adónde vas?
No recibió respuesta mientras el chico de cabello alborotado se alejaba de él dejándolo solo, sentado en aquel risco apartado.
-Ya veo... –acomodó su cabeza entre sus brazos doblados mirando hacia el oscuro océano- no quieres saber nada... –dijo mientras los suaves pasos de Heero se iban alejando por la playa-
Capítulo 3- Todo se aclara
Se quedó ahí un bueno rato, pensando. ¿Ahora qué haría? Heero no lo quería escuchar y no sabía cómo explicarle lo sucedido, aunque aquello no tenía gran explicación. Desde el momento en que Heero se le escapó y se metió al baño sabía que sus acciones no habían sido las mejores.
Decidió volver al hotel; desde que Heero se había separado de él en aquel risco había pasado cerca de una hora, ya era tarde y el frío se estaba haciendo insufrible.
Al abrir la puerta de la habitación, se sorprendió de que todas las luces estaban apagadas y las camas estaban intactas, tal y como las había dejado cuando se marchó a buscar a Heero, eso quería decir que no había regresado aun. Duo suspiró, era de esperarse, el estoico muchacho de seguro querría pasar el menor tiempo posible cerca de él. Volvió a suspirar, ni modo no podía salir a buscarlo otra vez a esas horas, además su último intento para hablar con él no había salido del todo bien, y si lo llegaba a encontrar no tenía idea de cómo podría hablarle.
Suspiró extenuado, había sido un día largo, no obstante el cansancio que sentía no era un cansancio físico, sino más bien psicológico. Decidió acostarse, se quitó la polera y los pantalones, caminó hasta el baño, se puso delante del espejo y se cepilló los dientes, después de enjuagarse la boca, tomó su larga trenza castaña y comenzó a desatarla, pronto su cabello castaño claro resbalaba por su espalda acariciándola dócilmente, comenzó a cepillarse el cabello y luego se lo volvió a amarrar, terminado eso regresó a la habitación y se metió en su cama, se volteó y vio la cama vacía y perfectamente ordenada de Heero, suspiró, ¿y ahora qué demonios iba ha hacer?
Flash back
Punto de vista de Duo:
Heero se metió en el baño y Duo se quedó solo en la habitación, estaba cansado, haberle hecho eso a Heero lo había agotado, pero ¿por qué lo había hecho? No sabía cuál era la respuesta definitiva, pero al menos tenía una idea, borrosa pero algo era algo.
Se tendió de espaldas en la cama, cerró sus manos en puños y cruzando las muñecas sobre sus ojos los cerró. ¿Por qué había hecho aquello? Había obligado a Heero a hacer algo que él no quería... pero por qué lo había hecho, por una parte estaba satisfecho, había cumplido el mayor de sus deseos en la vida pero no estaba conforme con la forma en que lo había logrado, una violación no era lo que había querido pero en ese momento sus deseos lo dominaron por completo, la oportunidad se dio y él la aprovechó pero... no había tomado en cuenta las consecuencias de sus actos y ahora debería aceptarlas tal y como se presentaran.
Toda su vida había soñado con ese momento, el momento en que pudiera tener a Heero para él solo, entre sus brazos para hacerlo suyo y de nadie más, entonces ¿por qué se sentía tan mal consigo mismo? No tenía caso preguntase eso, ya sabía la respuesta, Heero era muy autoritario y de seguro que después de eso sentiría como su orgullo había sido humillado, eso era a lo que le temía, temía al rencor de la persona que más amaba, temía que por sus actos esa persona no lo volviera a ver a los ojos, temía que Heero se apartara de su lado, para así jamás volver a verlo. Este pensamiento lo angustió aún más, ¿por qué pensaba en cosas que lo afligían tanto? Suspiró, esa respuesta también la sabía, porque era cierto, la posibilidad de que cualquiera de esas cosa pasara no era muy lejana y temía que se convirtieran en realidad.
Miró la puerta del baño con ojos tristes y de sus labios salió un inaudible susurro, más bien solo sus labios se movieron tratando de pronunciar un...
-Lo siento...
El chico de ojos violetas se volteó y miró hacia el otro lado de la habitación, nuevamente a la cama de Heero, suspiró tristemente y cerró fuertemente los ojos para que las lágrimas de culpabilidad no se le escaparan, su mente era toda confusa, la sola idea de que Heero se apartara de cualquier manera de su lado, ya sea que se fuese o que ya no lo mirase nunca más, y toda la angustia que eso le producía, pronto lo agotaron y se quedó profundamente dormido.
De pronto la puerta del baño se abrió y dejó paso al chico que se había encerrado allí, este miró confundido a Duo, se dirigió a su cama y se vistió, después se volteó a Duo y lo tapó con algunas frazadas y sin más salió de la habitación.
Punto de vista de Heero:
Salió de la habitación y el frío viento costero lo recibió pero su mente estaba en otra parte por lo que no se dio cuenta del frío que empezaba a sentirse.
Su corazón estaba de cabeza, no podía entender ese extraño sentimiento, cuando recordaba a Duo se sentía muy feliz aún después de lo sucedido, pero aún así sentía algo en su pecho, ¿por qué aceptaba tan dócilmente las acciones del trenzado?, ¿no debería de estar furioso con él?, mas solo sentía un pequeño enojo, pero... por qué. Caminó largo rato buscando dentro de su corazón, pero no encontró la respuesta.
Sintió los pasos de alguien acercarse detrás suyo, pero no les dio importancia, ahora solo le importaba encontrar respuestas a las preguntas que lo estaban volviendo loco. Decidió ir a un risco para poder pensar un poco mejor. Ya en él una voz lo interrumpió, era Duo, ¿qué hacía él ahí? Este comenzó a hablar pero no lo quiso escuchar y se puso de pie, notó como el trenzado lo miraba confundido.
Retrocedió y dejó al chico de ojos violetas solo en el risco. Caminó por la desolada playa y volvió a preguntarse ¿por qué Duo lo había ido a buscar? Eso era sencillo, una disculpa, él había ido a buscarlo para disculparse, lo sabía, había oído lo suficiente como para deducirlo "yo... lo... lo sien..." eso había dicho él antes de que se pusiera de pie y huyera de su lado. Suspiró, había sido un cobarde, por qué no simplemente se había quedado ahí para escucharla, resopló enfadado consigo mismo, porque no sabía cómo podía reaccionar, lo más seguro fuese que lo perdonara ¿no? Pero...
-¡¡FUI UN ESTÚPIDO!! –gritó, estaba furioso con él mismo, si solo hubiera escuchado a Duo, talvez todo ya se habría arreglado-
Pronto otra pregunta lo asaltó, ¿por qué el trenzado se había ido a disculpar? Conociendo a Heero como lo conocía de seguro sabría que no lo perdonaría o lo mataría, por eso ¿por qué se había arriesgado? El corazón de Heero dio un brinco, ¿será acaso que el piloto del Deathscythe sentía algo por él, que no había sido solo deseo por su cuerpo uno de los motivos por los cuales actuó se esa forma? Una sonrisa cruzó los labios del chico moreno y sus ojos azules brillaron de esperanza, si así era tenía una oportunidad de ser feliz, de tener algo que lo hiciera sentir humano, como lo hacía Duo.
Ya no podía esperar más, tenía que saberlo ahora, así que corrió y corrió hasta llegar de regreso al hotel donde se hospedaban, era el momento, el momento de aclarar sus sentimientos hacia su compañero.
Fin Flash Back
Cerró los ojos, se disponía a dormir cuando sintió la puerta abrirse, entreabrió los ojos y pudo distinguir la silueta de Heero contrastar con la luz, proveniente del pasillo, en el marco de la puerta, de pronto se sintió muy nervioso y cerró fuertemente los ojos. La puerta se cerró y el chico de ojos cobalto entró en la habitación, Duo no quería hablar con él, se encontraba muy nervioso para ello.
Heero entró en la habitación y vio la figura de Duo entre las sábanas, cerró la puerta y se le quedó viendo con ternura en los ojos, ya era hora de aclarar todo esto...
-No tienes por qué fingir, sé que estás despierto, Duo –le dijo mientras se quitaba la chaqueta y la dejaba sobre una silla. Duo se vio vencido y se incorporó en la cama lentamente pero no dijo nada, se quedó viendo las sábanas, no tenía valor para ver a Heero a los ojos-
El silencio entre ambos se empezó a volver incómodo, eso no le agradaba a Duo por lo que decidió cortarlo, por mucho que le apenara pero era mejor decir algo a que quedarse a escuchar al silencio.
-Heero... yo... quería disculparme... Lo siento... –dijo en un susurro casi inaudible-
-No te preocupes –fue la simple respuesta del ojiazul mientras se quitaba la polera que llevaba. Duo quedó desconcertado no esperaba tal contestación-
-¿¿De... de verdad?? –sus ojos violáceos estaban muy abiertos fijos en su compañero-
-Hn. –se metió al baño. Duo estaba más que extrañado, no entendía nada de lo que pasaba. Escuchó el agua del lavamanos correr y luego ver salir a Heero del baño, solo con sus boxers puestos, Duo se sonrojó- No quise dejarte solo en el risco... es solo que estaba algo confundido, –comenzó Heero mientras caminaba hacia su cama y le sacaba las maletas de encima- pero dime... –volvió sus ojos a los violetas- ¿por qué lo hiciste? –las mejillas de Duo ardieron ante la pregunta-
-Es que... –miró nuevamente las sábanas- Desde hace mucho tiempo tú... que tú... me...
-¿Gustas? –trató de adivinar Heero, ya que veía que el joven trenzado se iba a tomar su tiempo en decirlo-
-¿Eh...? S..sí. –respondió al fin sintiendo como los colores se le empezaban a ir a las orejas-
-Heero se volteó a mirarlo- Así que te gusto –afirmó, el trenzado no dijo nada, Heero vio esa reacción y se le acercó, lo tomó por una muñeca jalándola y lo que lo obligó a salir de la cama, separándolo de ella y guiándolo hacia una pared- Eso es bueno... –le susurró al oído sensualmente- porque... he decidido que... también me gustas... –Duo abrió grande los ojos al escucharlo-
-¿C..cómo? –Heero solo lo miró y una pequeña sonrisa se atravesó fugazmente por sus labios-
Los labios de Heero de encontraban a milímetros del oído de Duo, este podía sentir su cálido aliento hacerle cosquillas en la oreja, un pequeño escalofrío cruzó su espalda al sentir como las manos de Heero comenzaban a bajar y a subir por su pecho apenas tocándolo con la yema de los dedos, provocándole más escalofríos. Después sintió como Heero acercaba más su rostro a su oreja, de pronto algo cálido la acarició provocándole unas cosquillas placenteras al instante, Heero había comenzado al lamer delicadamente el lóbulo de la oreja izquierda del chico trenzado que dejó escapar algunos gemidos de placer, al escucharlos el mayor de ambos se sintió complacido, ese sonido lo excitaba, quería escuchar más, mucho más de él, así que bajó su lengua por la tersa piel del cuello de Duo lamiendo, saboreando, besando cada parte, haciendo que el pequeño expulsara pequeños gemidos a cada contacto, pero no se quedó conforme con eso, empezó al mordisquear levemente el cuello, amenguando el dolor con las caricias de su lengua, mientras que sus manos viajaban apenas tocando la espalda y pecho de Duo, este se había comenzado a excitar y también a desesperar por los leves roces que le deba Heero a su necesitado cuerpo que pedía a gritos las atenciones del más alto pero que este ignoraba por completo.
-Ahh... Heero... mmmh... No... Heero... me duele –reclamaba de vez en cuando, cuando sentía que las mordidas eran más profundas y por tanto más dolorosas, pero Heero ignoraba cualquier comentario de su parte, esta noche no iba a aceptar reclamaciones por su forma de actuar, él era el que tenía el mando ahora-
Los labios de Heero empezaron a recorrer el pecho, besando, lamiendo, succionando, mordisqueando cada centímetro de la blanca piel de Duo, llegó al los pezones y lamió en forma circular las aureolas pero no tocó nada que le brindara mayor placer al chico que tenía entre su cuerpo y la pared. Volvió a subir con una sola lamida hasta el mentón del de ojos violetas, sus manos acariciaban sutilmente el pecho, luego el estómago, bajando lentamente por la cintura solo produciéndole a Duo un aumento en su excitación, temperatura corporal y el deseo de matar a Heero si no lo tocaba como debía de una vez por todas. Heero se percató de ello, y sonrió para sus adentros, haría que su chiquillo sufriera por habérsele adelantado.
El soldado volvió a besar el cuello del pequeño, pero esta vez por el lado derecho, sacándole suspiros a Duo, sus manos tocaban delicadamente las caderas y los muslos de este. Ya era hora, sintió que debía hacerlo y sin más ni más de un solo tiró le bajó la única prenda que poseía el perfecto cuerpo del joven de ojos violetas.
-¡Heero...! –Duo se sorprendió pero fue callado por un dolor proveniente de su garganta, Heero lo había mordido justo en la nuez cual perro de caza se lanza sobre el cuello de su presa, lo mordía bastante fuerte como si ver el dolor de Duo fuera su gran placer- ¡Ahh...! ¡Heero, eso duele! –al instante cambió el lugar en que se encontraban su boca para unirla con la de su amante. El beso tomó desprevenido a Duo quien no atinó a corresponderlo, sino hasta que sintió como la lengua del soldado perfecto trataba de separar sus labios y entrar en su boca; deseo concedido, entreabrió su boca y dejó que la húmeda lengua de su amante invadiera esas paredes acuosas, dejó que las inspeccionara, que jugara dentro de ella, permitió que sus lenguas se entrelazaran y se fundieran en un apasionado y fogoso beso-
Al separarse sus respiraciones eran agitadas, se miraban mutuamente perdiéndose en los ojos del otro, una diminuta sonrisa se posó en los labios de Heero por un segundo, haciendo que Duo lo mirase extrañado nuevamente, jamás había visto tal cosa, era hermosa, pequeña y fugaz pero hermosa al fin, el de ojos azules volvió a acercar sus labios a los de Duo y le susurró.
-Besas muy bien... pequeño –sacó su lengua y lamió provocativamente la superficie de labios de su 'pequeño' incitándolo a besar pero no dejando que lo hiciera, Duo no soportó más ese juego y atrapó el labio inferior de su provocador entre sus dientes, lamiéndolo dentro de su boca, luego lo soltó-
Los besos en su cuello continuaron y las cosquillas sobre sus muslos no cesaron ni un segundo en todo el tiempo que estuvieron jugando con sus lenguas, las manos de Heero rozaban la cintura y las caderas del pequeño, después las bajaba por los muslos y las deslizaba siguiendo la forma de las nalgas de Duo, todo era muy sutil, ninguna de sus caricias saciaban el cuerpo de Duo, solo lo incitaban, solo estaba jugando con él, excitándolo, hasta que llegara el momento apropiado.
Se agachó un poco bajando los besos de los pezones al ombligo, lamiéndolo por el rededor de este, introduciendo su lengua en él, escuchando los gemidos de placer de Duo que cada vez se hacían más fuertes, sus manos las tenía en las caderas del chico que estaba de pie, él se encontraba de rodillas en el suelo, sus dedos viajaron nuevamente por los muslos, recorriéndolos, memorizándolos, saciándose de la perfección que el cuerpo de ese chico poseía, poco a poco fue deslizando una de sus manos por el interior de los muslos, y la otra por las nalgas, sintió el escalofrío que le produjo a Duo estas caricias y volvió a sonreír, podía sentir su excitación y la suya propia, estaba seguro que Duo querría matarlo por su demora, pero él estaba disfrutando viendo como se retorcía del deseo, podía sentir el miembro palpitante de Duo bajo su mentón, esa posición se lo permitía. Quitó la mano que había puesto entre las piernas de sus compañero y con el dedo índice presionó sutilmente la punta del miembro de Duo quien al instante se estremeció y gimió fuertemente de placer.
Eso le gustó, tener a Duo bajo su control y poder brindarle o prohibirle lo que más anhelaba su cuerpo enardecido por el deseo de que lo hiciera suyo, comenzó a hacer pequeños círculos con su dedo en la cabeza del erecto miembro, haciendo que expulsara un poco de semen.
-Ahhh... Hee-chan... ah... ahh... por... favor... –Duo gimió al contacto, Heero cambió la dirección de sus caricias e hizo que su compañero se estremeciera más- Aahhh... Heero no juegues... –pero el otro no tenía intenciones de obedecerlo, solo sonrió-
Dejó su tarea con el dedo y empezó a besar la parte más baja del abdomen del trenzado, lamió y besó dejando un rastro húmedo y brillante, bajó y lamió los muslos y alrededor del miembro que pedía desesperadamente atención por parte del soldado, pero este lo quería hacer sufrir de deseo, a él y a su dueño, con la mano libre (la otra estaba todavía acariciando por detrás) le separó las piernas y hundió su cabeza para poder lamer entre ellas sin problema, lamió el interior de los muslos y el pequeño espacio de piel que había entre la entrada y los genitales de Duo.
-Aaahhhh... mmm... Heerooo... aaaahhhh... –el otro chico solo se dedicaba a disfrutar del placer que le proporcionaba su amante-
Heero sacó la cabeza de entre las piernas del trenzado y posó su atención en el rojo y punzante miembro, lentamente acercó sus labios y lamió la base, lamía lentamente para desesperar lo más posible a Duo, quería ver cuánto resistía antes de suplicarle que lo tomara o antes de que su propia necesidad lo venciera, por otra parte esta comenzó a dolerle, los boxers eran un impedimento a su erección y pronto se los quitó dejándolos olvidados en el suelo junto a ellos.
Siguió con sus deberes y lamió los testículos, volviendo a la base, lentamente empezó a subir, lamía todo, nada quedaba sin ser saboreado y registrado en su memoria, llegó al final y con apenas la punta de su lengua tocó la parte más sensible, disfrutando al máximo los gemidos de extremo placer que emitía Duo, movió su lengua imitando a un pequeño gusano y con ese movimiento se mantuvo un rato en la punta de un miembro que ardía con gran fuerza. Por otra parte deslizó la mano que tenía atrás, sobre las nalgas de Duo, por entre ellas, llegando así a un lugar en el que introdujo de frentón y sin ninguna consideración dos de sus dedos. Duo solo pudo gritar de dolor y placer ante la invasión repentina, Heero por otro lado no dejó de hacer sus tareas, su lengua acariciaba con gozo el miembro de Duo, mientras que sus dedos se movían a compás dentro de Duo.
-Ahh... Hee... Heero... aaahh... auch... eso... duele... aaahhh... –como si fuese un delicioso caramelo que no quería compartir con nadie, Heero se introdujo el miembro entero en su boca- ¡AAAHHH! ¡Heero! Mmmhh... Hee-chan... mmm... ahh... –Duo olvidó el dolor al momento y el placer se apoderó de su cuerpo haciendo que moviese sus caderas coordinando con las succiones que le daba Heero haciendo que todo fuera más placentero-
De pronto Heero sintió con sus dedos cómo los músculos del trenzado se comprimían, señal inequívoca de que estaba por terminar, pero él no tenía planeado terminar tan pronto por lo que sacó inmediatamente el miembro de su boca y los dedos de la entrada de Duo, este cesó todo movimiento y sonido, lo quedó mirando con enfado, Heero solo lo miró divertido y se puso de pie.
-¿Por qué... de detienes? –inquirió el más bajo frunciendo el entrecejo-
-¿Acaso nunca te han dejado con ganas? –preguntó divertido Heero, Duo solo lo miró enfadado, puso sus manos en el pecho de Heero y lo empujó- ¿Acaso tanto lo deseabas? –le preguntó cuando el pequeño pasó a su lado, al no recibir una respuesta lo tomó por la cintura y lo lanzó sobre una de las camas-
-¡Bájate, tú solo querías jugar conmigo! –protestó Duo tratando de quitarse a Heero de encima-
-Tal vez, pero... ahora podemos jugar los dos... –susurró y le lamió nuevamente la oreja, lo tomó por la cintura y rodando media vuelta lo obligó a quedar sobre sus caderas, pero aun así no sentado sobre ellas, Duo solo estaba sujetado por los fuertes brazos de Heero y sus propias rodillas- Ahora te daré todo lo que quieras, solo tienes que sentarte –le sonrió pícaramente y Duo se sonrojó-
-¿No quieres... tomarme tú? –preguntó incrédulo-
-Sí quiero, pero... quiero que tú seas el que me introduzca dentro de ti. –Duo se sonrojó más aun- Solo tienes que sentarte –volvió a sonreír burlonamente y se lamió los labios- ¿o prefieres que te tome por fuerza?
-No... no, está bien, pero... –se quedó callado, Heero estaba sentado sobre la cama, lo sujetaba de las caderas dejando un pequeño espacio que era ocupado por su miembro erecto que estaba posicionado perfectamente bajo su entrada para que cuando Duo se sentara sobre él fuera penetrado al instante- ¿Esto... me va a doler?
-Mmm... –sonrió más abiertamente- nunca lo he probado, creo que debes averiguarlo por ti mismo –Duo suspiró resignado, se sentía nervioso, antes cuando él se lo había hecho a Heero no había sido por amor, solo por deseo, o eso pensaba en ese momento, pero ahora que sabía lo que sentían el uno por el otro, no era lo mismo y sentía como si esa fuera a ser su primera vez juntos-
Decidido, tomó aire y con un movimiento rápido se sentó sobre su amado, el grito no se hizo esperar.
-¡¡¡AAAAAAAAHHHHHH!!! ¡¡Heero!! –Duo gritó con todas sus fuerzas y arqueó la espalda dejando al descubierto su blanco cuello (ya no tan blanco por los 'besitos' de Heero jeje), eso había sido doloroso, pero muy pronto se acostumbro, además de que Heero lo acariciaba por la espalda en un intento por calmar su dolor-
-¿Estás bien? –preguntó preocupado-
-Sí... sí, estoy bien –gimoteó un poco con pequeñas lágrimas de dolor en los ojos, Heero lo miró interrogante, esa mirada Duo la interpretó como que Heero esperaba la señal para comenzar a moverse, así que le contestó- Ya puedes comenzar.
-¿Seguro? ¿No quieres esperar un poco? –preguntó al pensar que había lastimado al niño que tenía en sus brazos-
-No, esta forma de entrar no es tan dolorosa y uno se acostumbra rápidamente –le sonrió Duo y abrazó a Heero por el cuello a lo que él respondió abrazándole más fuerte la cintura-
Pronto Heero comenzó a moverse, lento muy lento al sentir las pequeñas exclamaciones y muecas de dolor que mostraba Duo, pero cada vez aumentando más la velocidad, ambos cuerpos se movían con frenesís sobre el otro, los gemidos y jadeos de placer llenaban el aire de la habitación.
-Hee... Heero... ahhhh... así... así... mmm... Heero... –gemía Duo en su oído, a cada envestida proporcionada por el chico de ojos cobalto-
-Duo... Duo... sigue moviéndote... mmm... ahhh... Duo... –Heero abrazaba a Duo fuertemente, lo besaba por el cuello y de vez en cuando lo mordía por acto reflejo que le producía el placer de estar dentro de ese hermoso cuerpo- ahhh... Duo...
Duo empezó a embestir a Heero, haciendo que el placer aumentara, haciéndolos gritar hasta quedar sin aire, sus jadeos se hacían más fuertes con el paso de los minutos, Heero embestía con fuerza a Duo y este lo embestía a su vez para que el placer fuese mayor, Heero tomó el miembro de Duo y con el pulgar lo empezó a masturbar, los gemidos del trenzado en su oído lo hacían excitarse más y más, y penetraba aún más hondo cada vez que el pequeño gritaba su nombre. Sintió como los músculos de Duo nuevamente se apretaban, pero no tenía intenciones de detenerse, no sin antes él terminar. Pronto Duo se vino sobre sus abdómenes y la mano de Heero que lo masturbaba, este gritaba de placer no podía más ya había terminado y solo quería descansar, el placer era demasiado, pero Heero no se detendría hasta él también terminar.
Las embestidas seguían y el cuerpo de Duo ya no lo soportaba, la mano de Heero tampoco había detenido su trabajo y el miembro de Duo no dejaba de estallar una vez tras otra.
-Hee... Heero... ahhh... ya no... más... aahhh... Heero... ¡AAHHH...! –su cuerpo sudoroso no se dejaba de mover sobre el de Heero que aun no llegaba al climax, lo sentía cerca pero aun no, Duo lo supuso y lo trató de ayudar aunque no le quedaba mucha conciencia como para ello, la visión se le había nublado por el placer y su cuerpo estaba agotado de tanta acción, aun así comprimió los músculos internos, oprimiendo el miembro de Heero, haciendo que llegase más rápido, con un fuerte orgasmo llegó y se tendió hacia atrás a lo que Duo cayó recostado sobre su pecho. Sus respiraciones eran agitadas y sus cuerpos estaban bañados en sudor- ¿Hee... Hee-chan?
-¿Hn...? –jadeó, estaba muy cansado como para hablar-
-¿Podrías salir... por favor? –sonrojado tímidamente le pidió, Heero lo miró extrañado y vio como Duo estaba acostado sobre él con las piernas totalmente abiertas pues su miembro aun seguía dentro suyo-
-¡Ah... lo siento...! –se avergonzó y sonrojó un poco, luego de sacarlo del interior de Duo-
-Ah... gracias... –acomodó su cabeza en el pecho de su amante, Heero lo abrazó y acarició su suave cabello- Dime... –Heero lo miró- ¿podríamos... –se sonrojó más de lo que estaba por tanto 'ejercicio'- volver a hacerlo?
-¿Ahora? –en tono de burla-
-¡No...! ¡claro que no! Yo digo... –bajó un poco el rostro-
-Cuando quieras, -lo tomó de la barbilla y lo besó suavemente- pero la próxima vez practicaremos otra posición ¿de acuerdo? –Duo le sonrió sonrojado y besó de regreso a Heero, introduciendo su lengua en la boca de su amado e inspeccionado lo que tanto le gustaba desde la primera vez-
-¿Qué te parece la posición de perrito? –le dijo traviesamente-
-Si tú eres el perrito no hay problema –ambos rieron- Creo que podríamos repetir esto en cada misión.
-No.
-Hn. –levantó una ceja en forma interrogativa-
-Mejor cada vez que estemos juntos ¿trato? –le tendió su dedo meñique-
-sonrió complacido de los deseos de su amante- Trato –y estrechó su dedo meñique con el del trenzado- Mañana tenemos una misión, así que quiero dormir ¿te parece?
-Solo si tú eres mi colchón –lo besó nuevamente y se abrazó con fuerza de su pecho, así se quedaron dormidos para luego comenzar otro día, otra misión y otras noches de pasión-
FIN.
Tatán, que tal? Espero que hayan disfrutado su regalo de navidad, no es mucho pero al fin lo termine, si no están conformes háganmelo saber a darkangel02shinigamihotamilcom si? :D bueno espero con ansias sus comentarios ya que me esmeré mucho en continuarlo y terminarlo por eso quiero sus opiniones, no les cuesta nada apretar el botoncito para dejar un review verdadddddd? XD Muchos bechos y abrachotes de oso para uds. les deseo una feliz navidad y prospero año nuevo para todos!!!! :D espero que nos veamos el proximo año jeje XD si es posible antes XD bien me despido bye bye!!!!!!!
