CAPÍTULO 7: SE ACABÓ LA FIESTA
A la mañana siguiente el museo estuvo cerrado por las preparaciones para el baile de esa noche, así que Isis pudo dormir todo lo que quiso, y levantarse hasta tarde.
-Buenos días- dijo Marik, entrando al cuarto de su hermana con una charola con el desayuno- ¿dormiste bien?-
-Como un bebé- respondió Isis con un fuerte bostezo.
-Toma- dijo Marik- dejando la charola- hice el desayuno para ti y Rishid, porque supuse que estarían cansados...-
-Gracias- dijo Isis- por cierto, ¿irás al baile de esta noche en el museo?-
-No lo sé- dijo Marik- ese Kaiba no me quiere ahí...-
-No importa- dijo Isis- yo te quiero ahí-
Marik lo meditó unos segundos y asintió.
-De acuerdo- dijo Marik- supongo que Kaiba no tendrá ninguna objeción, después de todo...-
-¿Después de todo que?- preguntó Isis.
-Después de todo le gustas...-
Isis se ruborizó.
-¿De qué estás hablando?-
-Vamos, hermanita- dijo Marik- se ve en sus ojos... y en tus ojos...-
-Dices tonterías- dijo Isis con la cara aún roja.
Marik solo sonrió. Isis estaba nerviosa, pero luego pensó que no era tan malo decirle a su hermano, y sonrió también.
-El es un... em... chico muy guapo, no lo sé...- Isis dijo, y volvió a mirar la sonrisa de su hermano- ah, de acuerdo, sí me gusta un poco, pero no le digas a nadie, ¿de acuerdo?- Marik acentuó su sonrisa- y si abres la boca te añadiré como ingrediente de mi Omhari...-
- De acuerdo, de acuerdo- dijo Marik- no hagas tanto escándalo, no le diré a nadie...-
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-¡Esta noche es la noche!- exclamó Tea. Mai y Serenity sonrieron. Ellas estaban emocionadas también por el baile.
-¿Y que van a usar?- preguntó Mai.
-¡No lo sé!- exclamó Tea- chicas, estamos en problemas...-
-¿Y que significa eso?- preguntó Serenity.
-Oh, Dios- dijo Mai- ¿no sabes que significa? Deja explicarte...- sonrió- ¡tenemos que ir de compras!-
-¿De compras?- dijo Joey- ¡de ninguna manera!-
-Claro que sí- dijo Mai- no podemos ir a un baile como el de esta noche sin algo bonito para usar...-
Joey estaba a punto de gritar '¡De ninguna manera!' otra vez, pero vio el rostro alegre de su hermana y se detuvo.
-De acuerdo, de acuerdo- dijo Joey- pero solo traten de no gastar mucho dinero, por favor...-
-Claro- dijo Mai cerrando un ojo.
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-¿Ya está todo listo, Seto?- preguntó Mokuba.
-Todo- dijo Seto- espero que todo salga bien-
-¿Algo anda mal, Seto?- preguntó Mokuba- te ves... raro...-
-No es nada- dijo él- estoy preocupado por el baile, es todo-
-Si tu lo dices- dijo Mokuba, dejando a su hermano solo con sus pensamientos. Una vez solo, Seto entró al baño y se lavó la cara. Miró su reflejo en el espejo del baño.
-Debo decírselo- dijo para sí mismo- esta noche...-
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-¡Mujeres!- dijo Joey, enfadado. Tea, Mai y Serenity habían gastado las últimas cinco horas probándose cientos de vestidos para la fiesta.
-Acostúmbrate, Joey- dijo Tristán- así son las mujeres...-
-Me recuerda un viejo poema que escuché cuando era pequeño- dijo Duke- 'Abran los ojos un poco, hombres confiados, y miren a estas mujeres, miren lo que son. Son sirenas que cantan para hacernos ahogar, son estrellas que brillan para hacernos cegar, son cometas que se encienden para quemarnos. Son rosas con espinas, son lobos con...-
-¿Lobos con qué?- dijo Mai de pronto, frunciendo el entrecejo. Duke se sorprendió. No esperaba que lo estuvieran escuchando.
-Yo... Yo... quise decir, eh...-
-No importa- dijo Mai, mirándolo aún molesta, y luego sonrió- ya terminamos...-
-Ya era hora- dijo Joey, bostezando.
-¿Acaso nos tardamos mucho?- preguntó Serenity. Ni Tristán ni Duke pudieron decir que sí. Yugi sintió una gota de sudor. Cuando los chicos se enamoran... se enamoran.
-Vamonos, chicos- dijo Tea- volvamos, que vamos a llegar tarde a la fiesta-
-Si- dijo Joey a Yugi en voz muy baja- y considerando lo mucho que se tardan estas chicas en arreglarse, es un hecho que vamos a llegar tarde...-
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-¿Ya estás lista, Isis?- preguntó Marik
-Sip- dijo ella- ¿y tú?-
-Desde hace siglos- dijo Marik.
-¿Los dos van a ir a la fiesta?- preguntó Rishid.
-¿Y tu no vienes con nosotros?- preguntó Isis. Rishid sacudió su cabeza.
-Las fiestas no son para mí- dijo Rishid- vayan y diviértanse...-
-¿Estás seguro?- preguntó Marik- quiero decir, Shadi también irá, y él no parece tan...sociable, ¿o sí?-
-Oye, cuidado, Marik- dijo Isis- no hables así de Shadi-
-Como sea- dijo Marik- entonces, ¿vienes, Rishid?-
-Bueno, de acuerdo...- aceptó Rishid después de pensarlo un momento- pero solo por una hora, y luego regreso, ¿de acuerdo?-
-Suficiente- dijo Marik- vamos-
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En las afueras del museo, dos hombres se encontraron con un tercero.
-Todo está de acuerdo al plan- dijo uno de los hombres que ya estaban ahí- ¿están los hombres listos en Karnak?-
-Sí, señor- respondió el recién llegado.
-Perfecto- dijo él- y necesitaré un par de hombres que se queden a ayudarme aquí-
-Aquí están, señor-
-Bien, bien- dijo él, y se volvió a su compañero-todo va bien-
-Sí...- dijo el otro hombre- solo nos falta una cosa... la carnada-
-Lo sé... y sé exactamente dónde encontrarla- miró hacia el iluminado museo, y sonrió- lástima que tendré que arruinar la fiesta...-
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Isis, Marik y Rishid llegaron a la fiesta cuando ésta ya había empezado.
-Oye, Marik, ¿qué los retrasó tanto?- preguntó Bakura.
-Mujeres- dijo él- se tardan siglos en arreglarse...-
-Te oí, Marik- dijo Isis, dándole un ligero codazo.
-¿Qué?- dijo Marik- es cierto...-
-Bueno, pero valió la pena- dijo Bakura- tu hermana se ve más hermosa de lo usual...-
-Hola, Isis- dijo Mokuba- ¿les gustó la fiesta?-
-Acabamos de llegar- dijo Isis, mirando a su alrededor- ¿dónde está tu hermano?-
-No sé- dijo Mokuba- pero lo encontrarás pronto- y se escabulló entre la multitud.
-Aquí estoy- dijo Seto Kaiba detrás de ella, y sonriendo- te ves... hermosa esta noche-
Isis se sonrojó ligeramente.
-Gracias-
Mientras tanto, en otro lugar de la fiesta.
-Vaya, esta sí que es una fiesta- dijo Tea, mirando alrededor.
-Sip- dijo Yugi- hay muchas personas importantes...-
-Como nosotros- dijo Joey. Mai y Tea sintieron una gota de sudor.
-Yo me refería a esta gente- dijo Yugi.
-Sí claro- dijo Joey cruzando los brazos. Marik sonrió.
-Yugi tiene razón- dijo Marik, señalando a un hombre- ese es Mustafa Karsat, el primer ministro de Egipto-
-Y ese- añadió Bakura- es Marcel des Champs, el embajador de Francia-
-Y...- Joel estuvo a punto de decir que le importaba un cacahuate, pero alguien llegó y le robó el aliento. Yugi y los otros también miraron a la persona que acababa de llegar. Y no fueron los únicos. Prácticamente todos los invitados hicieron lo mismo.
-¿Tashat?- Yugi dijo, impresionado. Ella sonrió. El vestido que Isis le había prestado le sentaba perfectamente. No estaba sola, sino había llegado del brazo de Shadi, quien no parecía estar bajo el mismo hechizo que los demás.
-Se ve diferente- dijo Isis a Seto- parece... aliviada-
-¿Aliviada?- preguntó Seto.
-Sí- dijo Isis- ayer, ella parecía algo preocupada...-
-Tal vez solo estaba nerviosa...- dijo Seto.
-Señor Kaiba- interrumpió el primer ministro- estoy encantado de finalmente conocerlo-
-Igualmente- dijo Seto, aunque no lo parecía.
-¿Y quien es esta hermosa dama?- preguntó el ministro.
-Ella es Isis Ishtar, la directora del museo- dijo Seto. El ministro sonrió.
-Encantado, señorita Ishtar- dijo- ¿y supongo que usted fue quien tradujo los jeroglíficos que se presentarán en esta fiesta usted sola?-
-Oh, no- dijo Isis con una sonrisa- la mayor parte del trabajo la hizo Tashat Ramose-
-¿Esa encantadora chica de allá?- dijo el ministro, al mismo tiempo que Isis y Seto asentían- ya veo-
-Bien, bien, Seto Kaiba... que agradable sorpresa- dijo una fuerte voz.
Kaiba se volvió. Lo mismo hicieron Yugi y los otros, horrorizados al reconocer al dueño de la voz.
-Oh, Dios- dijo el primer ministro- lo siento, señor Kaiba, pero tomé la libertad de invitar a mi buen amigo Maximilian Pegasus...-
-Bienvenido- dijo Kaiba, de ninguna manera contento de ver a Pegasus.
-Gracias- dijo Pegasus. Miró a Isis- bueno, veo que encontraste a una hermosa joya del desierto...-
Isis se ruborizó un poco, y sintió la mano de Kaiba apretar la suya. Tan pronto como pudo, Seto la alejó de Pegasus.
-Ten cuidado, Isis- dijo Kaiba- él es un hombre malo.
Isis levantó la vista, y vio a Pegasus hablando con otro hombre: un egipcio con su rostro cubierto por un turbante. A pesar de todo, sus ojos le parecieron familiares. Luego, vio a Yugi y los otros aún sorprendidos de ver ahí a Pegasus. Vio que también Tashat estaba asustada de ver a Pegasus y al egipcio.
La fiesta continuó sin que sucediera nada nuevo. Isis vio que Tashat se preparaba para irse.
-¿Te vas?-
-Sí- dijo Tashat- estoy cansada... ¿podrías decirle a Shadi?-
-Claro- dijo Isis- te veré mañana...-
-Hasta luego-
Tashat salió del edificio, mirando hacia todos lados, como si temiera que alguien la siguiera. Luego, se encontró con el egipcio y con Pegasus, que al parecer la estaban esperando.
-¡Creí que se iría ayer, Pegasus!- exclamó ella.
-Cambié de opinión acerca de todo este asunto, preciosa- dijo Pegasus- y espero que tú también hayas cambiado de opinión y me ayudes...-
-No, no he cambiado de opinión- dijo ella firmemente.
-Muy mal, muñeca- dijo el egipcio- porque tendrás que ayudarnos, aunque no quieras...-
Dos hombres se acercaron y la atraparon por detrás.
-¿Qué?¡No!- exclamó Tashat, forcejeando para librarse de ellos, pero eran demasiado fuertes para ella.
-Lo siento- dijo Pegasus- pero se acabó la fiesta...-
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-¿Dónde está?- preguntó Yugi.
-¿Quién?- preguntó Joey- ¿esa rata Pegasus? Ni idea-
-Y no quiero saber- agregó Tristán.
-¿Qué hace aquí, de todas maneras?- preguntó Tea.
-Negocios- dijo Kaiba, llegando con ellos junto con Isis- el primer ministro me dijo que fue a pedir otra licencia para excabar-
-¿Licencia para excabar?- preguntó Yugi.
-Eso suena a otro de sus planes malignos- dijo Joel.
-Vamos, chicos- dijo Duke- ¿no creen que lo están juzgando mal?-
-Mmm... deja pensarlo...- dijo Joey- ¡No!-
En ese momento, la música se detuvo. Las luces en todo el edificio y en las calles vecinas se apagaron de pronto, y algunas mujeres gritaron asustadas.
-¿Qué demonios...?- comenzó Joey.
-¡No puedo ver nada!- gritó Mai.
-No eres la única- dijo Tristán.
Isis sintió que Seto la abrazaba y la atraía hacia sí mismo.
-No sé que sucede- le dijo Seto- pero no te asustes-
Escucharon el ruido de varios vidrios quebrándose detrás de ellos.
-¿Qué fue eso?- dijo Tea, ahora más asustada.
-¡Auch!- exclamó Yugi- ¿quién?-
-¡Auch!- exclamó a su vez Bakura.
-Yugi, Bakura, ¿están bien?- preguntó Joey.
-Sip- dijeron los dos.
-Hey- dijo Marik de pronto- ¿quién me empujó?-
Las luces volvieron de pronto, tan insidiosamente como se habían ido.
-¡Hey!- exclamó Yugi- el rompecabezas del milenio ha desaparecido- revisó su bolsillo- y el collar del milenio...-
-También el anillo y el ojo del milenio- dijo Bakura.
-Y el cetro- dijo Marik.
-Y la balanza también- dijo Isis, señalando a un estante con el vidrio roto, el cual había alojado el artículo del milenio.
-¿Todos los artículos del milenio?- preguntó Tristán- ¿y la llave?-
-Esta segura aquí- dijo Shadi, mostrándoselas y frunciendo el entrecejo.
-Siento arruinar tu linda fiesta, Kaiba- dijo Pegasus, sosteniendo los artículos del milenio que habían desaparecido y colocándolos en una bolsa- el rompecabezas, el cetro, el collar, el anillo, el ojo y la balanza...- mientras hablaba, ponía los artículos en su bolsa.
-¡Devuélvelos!- exclamó Yugi, molesto.
-Pero aún necesito la llave del milenio para completer mi colección- dijo Pegasus- y también necesitaré la ayuda de su dueño...-
-¿Y si me niego?- dijo Shadi sin inmutarse.
-Bueno, tu linda amiguita de la infancia tendrá problemas...-
Pegasus hizo sonar sus dedos. El egipcio trajo a Tashat, sosteniéndola con fuerza. Shadi frunció el entrecejo de nuevo.
-Déjala ir-
-Claro- dijo Pegasus- si me das la llave del milenio y vienes con nosotros...-
En ese momento, Tashat morió la mano del egipcio, haciéndolo que la soltara por unos segundos.
-¡Shadi, no lo hagas!- gritó como pudo- ¡es una trampa!¡El es mi a...!- pero el egipcio le impidió seguir.
-Lo haré- dijo Shadi- pero tienes que prometer que no la lastimarás...-
-Prometido- dijo Pegasus.
Los dos hombres que iban con Pegasus tomaron a Shadi, mientras el líder tomaba la llave del milenio y la colocaba en la bolsa.
-Al fin tengo lo que quería... y hora- dijo Pegasus- una promesa es una promesa...-
-Por cierto- dijo el egipcio, descubriéndose su rostro- ¿me recuerdas, Shadi?-
-¡Tú!- dijo Shadi, abriendo los ojos sorprendido.
-¿Quién es?- preguntó Isis. Rishid frunció el entrecejo.
-Eres Ramose- dijo Rishid.
-Bingo, Rishid- dijo Ramose- y esta linda chica es mi nieta... ha estado trabajando para nosotros todo el tiempo...-
-¡No! No es cierto- dijo Tashat- él me...-
-Tú... tú fuiste el que se llevó a mi hermana hace dieciséis años-
-Así es- dijo Ramose, y se volvió hacia Tashat- Pegasus prometió que te dejaría libre, muñeca, así qué- la empujó hacia delante- aquí tienen...-
La habitación se llenó de humo, al explotar algunas bombas. Cuando el humo se dispersó, Pegasus, Ramose y los dos hombres habían desaparecido, llevándose a Shadi con ellos.
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CONTINUARÁ...
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Abby L. / Nona
