-Adiós-
El pelo rubio le cubría los ojos, le era imposible apartar sus pensamientos de lo sucedido… de ella… No había querido aceptar y ahora lo pagaba.
El aire frío lo envolvía ocupando el lugar de calida manta que pedía su cuerpo. Estaba enfadado consigo mismo, apenas contenía los gritos de rabia que lanzaría cuando se encontrara solo, completamente solo sin que nadie pudiera compadecerse de el.
Echo una ojeada por última vez. Las cosas habían cambiado y ya no era el de antes, no era aquel niño que disfrutaba cada momento haciendo gamberradas por llamar la atención. Ya no lo era…
Pero, las había echo por ella, para pedirle a sus ojos que se posaran en el unos instantes.
Era inútil. ¿Para que negarse una verdad que vio frente así? ¿Por qué seguir intentando engañarse?
Esa noche, fui a tu casa con la intención de una vez más de recibir una palabra amable tuya. No como aquellos gritos que solías regalarme tan modestamente, los gritos que me hacían reír por dentro y saber que solamente yo podía ver esta parte de ti.
¡Que tonto fui!
Otro paso y otro mas, mi ultimo caminar cerca tuyo, mi ultimo caminar con sentido.
Quizás todos los de la aldea tuviesen razón. No merecía ser feliz, alguien como el que llevaba un demonio dentro. Que resguardaba a la muerte, quien la mantenía dormida.
Deje sin más mis últimas palabras. Escondí el pergamino donde solo ella lo encontraría. No hubiera aguantado la vergüenza ni un dolor como aquel por segunda vez.
Diré adiós a quienes quise
A quienes considere
Y ame.
Diré adiós a quienes quise ver,
Querer y entender.
Diré adiós a todos aquellos
Que me rechazaron en la niñez.
Diré adiós
Prometiendo no volver…
Pronto llegue a la línea que marcaba mi desaparición. Pronto sería una imagen borrosa en las mentes de todos aquellos que me conocieron y lograron verme.
Les daré el placer de cumplir el deseo, su deseo de no volver a verme.
Tan pronto como se formaron estos pensamientos en su cabeza. El, el joven quien era la prisión del demonio zorro, se alejaba para no volver a ser visto. Ningún humano debería haber sido poseedor de aquel destino con el que el cargaba. Pero, aquel tejedor que crea los caminos de cada uno decidió o quizás por un descuido marco la vida y la tristeza del joven que en muchos momentos logro ocultar, evadir para al final aceptar que siempre estaría allí.
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Bueno, por fin me decido a publicar algo. No quede satisfecha con esto pero lo encontré algo aceptable para publicarlo. Como suelo decir cuando muestro lo que escribo (xD cosa que no me agrada mucho) espero que halla sido de su agrado.
Quiero aclarar que no conozco muy bien la serie de naruto, conozco un poco de su historia inicial gracias a algunos amigos que me iniciaron en este anime.
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