Hola de nuevo!

Siento haberos tenido abandonadas tanto tiempo... ;; Paula mala... Paula ha hecho daño a sus lectoras... Paula debe castigarse... xDD

Vale: Muchísimas gracias por tu apoyo incondicional xDD Espero de veras que este capítulo te guste (pese a lo mal que me parece el regalo ¬¬ xD)

Amyaleka: Mil gracias también por tu review. Ahora ya deja menos intriga...

Lewelinehechicera: Me halaga mucho que te parezca original y divertido ñ. A ver este capi. Thanks for all!

Claudix Black: Gracias, ya sigo . Siento la tardanza, pero que sepáis que ya tengo el cinco escrito y el seis en mente u.u

Sarah-Keyko: Pues ya verás el regalo. Espero que no te decepcione tanto como a mí misma... ¬¬U

Hala, besos a todas, y hasta la próxima.

See you soon, dears! xD

Capítulo 4.

Era un aula espaciosa. Llena de pupitres llenos de polvo a causa del desuso, con una estantería vacía al fondo.

-Hermione, abre bien los ojos.

-Porque este regalo, no se ve todos los días.

-¿Qué es? No lo veo... -Dijo Hermione algo inquieta.

-Exacto. Es un producto nuevo de Sortilegios Weasley. Es una Jarra Plegable.

-¿¡Queréis que sólo le regale una jarrita que ni siquiera se ve?!

-No –Dijeron los dos gemelos con una tranquilidad pasmosa.- No es sólo una jarrita. Es una jarra para guardar recuerdos. Como un pensadero, pero plegable y... algo diferente.

-No me convence demasiado, eh... -Contestó Hermione, mirando por todo el aula, sin poder ver la jarra.- Además, ¿Qué tiene de diferente a un pensadero?

-Bueno, pues... -Empezó titubeando Fred.

-Se... se pueden guardar besos... Tiene un... un compartimiento para cada recuerdo, y...- Continuó George, mirando de reojo a su hermano.

-Y puedes grabar sonidos. Nos dio la idea un aparato que papá trajo a casa... ¿Cómo se llamaba? ¿Tragadora?

-Una grabadora. –Corrigió Hermione.

-Bueno, pues eso. Que puedes grabar sonidos, recuerdos y besos. (N/A: .U no se me ocurrió otra cosa...)

-Está bien, se lo regalaré, pero ¿si no le gusta? –Dijo ella algo insegura.

-Le gustará. Sobretodo si guardas un beso tuyo... -Dijo George dándole un codazo.

-Mñññ... Vale, vale... ¿Qué hay que hacer?

-Le das a este botón (después de desplegarla, claro), dices el hechizo que te diremos luego.

-Es que sino se acciona ahora. –Aclaró Fred.

-Y le das un beso a la jarra.

-Estará limpia al menos, ¿no? –Dijo Hermione escéptica.

-Si, si... Cuando termines le das al mismo botón de antes, y la vuelves a plegar.

-De a cuerdo. –Dijo Hermione. Cogió la jarra, siguió los pasos para guardar el beso, y la volvió a cerrar.

-¿Ya? –Preguntaron George y Fred. La chica del cabello enmarañado asintió, se despidió y se apresuró a ir a la enfermería.

Cuando llegó, Ginny estaba sentada en la cama de Ron, haciendo gestos con las manos, al parecer, representando su caída.

-...Y de repente, la quaffle pasó... ¡¡Hola Hermione!! –Saludó Ginny efusiva, lanzándose al cuello de su amiga.

-Hola, hola... Qué efusividad, Gin... Hola Ron.

-Hola, me lanzaría a tu cuello también, pero tengo la pierna rota. –Dijo Ron con un tono sarcástico. Hermione y el pelirrojo se pusieron colorados, al encontrar un "doble sentido" en las inocentes palabras. (N/A: que no es muy doble, pero....)

-Quiero decir... que...que... Hola. –Dijo finalmente Ron.

-Bueno, yo me tengo que ir, chicos. –Dijo Ginny guiñándoles un ojo pícaramente a los dos.

-Eh, vale... -Dijo Ron rascándose la pierna.- Esta pomada reconstructora de huesos pica mucho...

-Mmm... Pues no deberías rascarte, segura que Madame Pomfrey no te deja...

-¿Ya estás con las prohibiciones, Doña Perfecta? –Dijo Ron airado.

-No lo hago por molestar, ¿sabes? Es por tu propio bien. Porque me preocupo por un cabeza hueca que tengo por amigo...

-¿Yo cabeza hueca? ¿yo? Oh, vamos Hermione. ¿No se te ocurre nada mejor...?

-¿Siempre eres así de insolente o te propones serlo solo conmigo?

-Soy así siempre que estoy con la persona a la que quiero. –Dijo el chico pelirrojo sin pensar.

-¿Qué...? ¿Qué acabas de decir? –Dijo Hermione esperando haber oído mal (N/A: Niña tontaaa, todos lo leímos bien)

-Pues lo que oíste. Qué me gustas, Doña Perfecta...

-¿Estás seguro? Es decir...

-No te gusto, ¿no? –Dijo Ron con un tono de voz apagado.- Me lo imaginaba. Soy poco para ti. No te merezco... Te gusta Harry.

-No, Ron... -Intentó decir Hermione. Pero una persona se asomó por la puerta. Era Harry.

-Hola. ¿Interrumpo?

-No sabes cuanto –Pensaron Ron y Hermione. Pero ninguno dijo nada. Se produjo un silencio incomodo, hasta que Ron rompió el hielo.

-No, para nada. Es más, te echábamos en falta. Unas más que otros. –Dijo con ironía.

-Lo que Ronald quiere decir es que... Bueno, traía un regalo para él. Y se ha puesto a pelear. –Dijo sacando el paquete en el que estaba la jarra. No tenía pensado dársela ahora, pero la oportunidad que se le había presentado era bastante buena...

-¿Un regalo? –Dijo Ron incrédulo.

-Si, tonto. Un regalo para ti. Pero COMO SIEMPRE, has empezado a pelear.

Viendo que Ron iba a replicar, Harry habló.- Chicos, mejor os dejos solos, ¿no?

-NOOO. –Dijeron a la vez.

-Es decir, por mi... A mi me da igual. –Dijo Ron.

-A mi también.

-Pues... os espero en la Sala Común. –Dijo el chico de la cicatriz.