Este es mi regalo de Navidad para todos ustedes :D

Espero que les guste (y dejen sus comentarios si les ha gustado)

Y.... Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2005

Besos miles

Una visita muy especial

(By: Lady Lily)

….

Era Nochebuena,

la víspera de Navidad,

y todos en la tierra piden paz

en esa noche especial

En una casa,

en las afueras de la ciudad,

no se oía un ruido,

ni siquiera un ratón chillar.

Junto al fuego

mecidos por un leve viento

calcetines vacíos se encontraban,

esperando la pronta venida

de un bonachón de color rojo

Santa Claus también llamado.

Y en las camas,

acurrucaditos y bien abrigaditos,

los niños profundamente dormían:

caramelos, dulces y bombones

danzaban alegres entre sus sueños.

En la cama los padres, se miraban sin hablar

recordando sus años de colegio y de amistad

y todo lo pasado hasta ese momento

en que se encontraban tan felices y dichosos

Con la familia al completo

Las horas fueron pasando.

Los minutos cayendo.

Y la madre se durmió

entre dulces palabras de amor

Él se acercó a ella

y un mechón rojo le recogió

aquel que había caído

encima de una de sus mejillas

Al acercarse a rozarle con un beso

en el exterior creyó escuchar un gran alboroto

campanillas y cascabeles se oían por doquier,

y, queriendo proteger a sus hijos, a su familia tan querida

saltó de la cama y fue corriendo a ver qué pasaba.

Voló como un rayo hasta la ventana,

tiró de la cortina y tiró del postigo.

Asomándose por ella, quiso saber que era

lo que tanto ruido hacia

Blanca y suave era la nieve,

dulce el brillo de la luna;

parecía el mediodía,

en esa casita tranquila.

Cuando, para su asombro,

vio pasar, a lo lejos,

ocho pequeños renos

y un diminuto trineo.

Se restregó los ojos,

incrédulo por lo que veía,

era imposible que eso fuera real

se ajustó y se limpió las gafas,

y observó más detenidamente

lo que en el cielo surcaba…

Si, era eso exactamente lo que pasaba

En el trineo había un viejecito,

vivaracho y veloz,

de colores rojo y blanco

tal y como debía ser Santa Claus, pensó.

Más rápido que las águilas,

los renos volaban,

y él silbaba y gritaba,

a sus renos llamando:

"¡Vamos Bailarín, Saltador!

¡Adelante, Zalamero y Bromista!

¡Lleguen lejos Alegre y Veloz!

¡Guíanos a todos Rodolfo!

¡A la cima del techo!

¡A la cima del mundo!

¡Deprisa, deprisa,

que los niños me esperan!

Que hay que repartir los regalos

Que hay que repartir la ilusión"

Dijo las dos últimas frases despacito

y en plan confidente,

después de la exaltación del principio.

Como hojas secas de un árbol,

remontan el cielo

vuelan entre las nubes

y bailan con las estrellas.

Volaron así, un instante

hasta posarse en el tejado de la casa

Santa Claus y los renos,

y el trineo con juguetes.

En un parpadear,

el hombrecillo saltó de su trineo

y se dirigió a la chimenea

Al intuir lo que pasaba

Harry corrió rápidamente al comedor,

escuchando sobre el techo

los pequeños cascos de los renos patear.

un andar decidido

y un saco siendo arrastrado.

Al entrar al lugar,

un gran estruendo escuchó

entre cenizas y troncos,

por la chimenea,

Santa Claus descendió.

Abrigado con pieles,

de la cabeza a los pies,

Santa Claus se encontraba

todo sucio de hollín.

Con un gran saco a la espalda.

limpiaba su traje

y admiraba la decoración

"Ginny" y "Harry"

"James" y "Lily"

y más dos pequeños calcetines

los traviesos gemelos.

Cuatro niños eran

y uno más que seria

dentro de unos pocos meses

Cerca de ellos, más nombres

"Sirius", "Remus"

y "Hermione"y "Ron"

y los nombres de sus hijos

que, a la mañana siguiente

vendría a saludarles todos felices.

El hombrecillo rojo,

tras observar la gran familia formada

por hermanos y amigos,

descargó su equipaje

sacó los regalos

y los depositó en cada uno

de los lugares asignados

Y, al estar repartiendo los regalos,

una snitch plateada encontró

y se puso a jugar como un niño

persiguiéndola y cogiéndola

por la vacía habitación.

¡Cómo brillaban sus ojos!

¡Cómo sus labios sonreían!

Se veía tan gracioso:

su nariz una cereza parecía,

sus mejillas estaban rosadas,

Y su barba, tan blanca,

recordaba la nieve inmaculada.

Apretaba entre los dientes

el mango de una pipa,

y en círculo el humo,

coronaba su cabeza.

Su cara era amplia,

y cuando reía,

temblaba su redonda tripa.

Al verlo jugando,

gordinflón y rollizo,

como un duende gracioso,

Harry dio una carcajada sincera

era tan gracioso de ver

la niñez no perdida.

Santa Claus girándose

le guiñó el ojo

y sacudió la cabeza

se sabia observado

y no se molestaba en absoluto.

De esa forma Harry supo

que no había nada qué temer

que le invitaba, si quería,

a jugar con él.

La snitch llegó

al silencioso observante

y enseguida la cazó

como siempre lo hacia

en cada partido

en el colegio y en la selección

No se habló ni una palabra

y Santa Claus volvió a su trabajo:

llenó bien los calcetines,

inclinó la cabeza, arrugó la nariz,

y después con un brinco

por la chimenea salió.

La única huella que de él quedó

fue unas pocas cenizas

que en el suelo quedaron

un leve rastro

de un dulce recuerdo

Corriendo a la ventana Harry se asomó

llegó a tiempo para ver como Santa Claus

a su trineo saltaba y silbaba a sus renos,

que arrancaron rápidamente volando,

cual hojas de un árbol que el viendo arrastraba

y pudo distinguir, entre el viento que silbaba

como el hombrecillo rojo exclamaba

"¡Feliz navidad!

¡A todo el mundo les deseo una muy Feliz Navidad!"

Regresó a su habitación

sorprendido por lo que había visto,

siempre había creído en Santa Claus

pero nunca antes lo había visto

Hoy había tenido oportunidad

y no le había defraudado

era tal y como siempre

se lo había imaginado:

juguetón y amigable,

mágico y rechoncho,

blanco y rojo…

Así eran los colores de la ilusión

Al meterse en la cama

oyó risas en el comedor

"Los niños ya se han despertado

han escuchado que Santa Claus

ya se ha marchado

y quieren ver sus regalos"

dijo Ginny en cuando se acostó a su lado

y supo que ella ya antes le había visto

y por eso no se había levantado

cuando le oyó a él hacerlo.

Acurrucándose a su lado

supo que su vida

no podía ser mejor:

paz y amor…

y una gran familia a su alrededor

Nunca había imaginado

que su futuro

fuera tan hermoso

con dulces pensamientos

cayó en los brazos del sueño

sabiendo que la vida era bella

y la Navidad la época más mágica

en el mundo entero…