Capítulo Tres: Batallas internas
Beast Boy miraba atónito a la chica, pero no era porque por primera vez la veía en ese estado temeroso', (como seguramente 'estado intelectual' le hubiese dicho) sino porque aún no asimilaba lo que estaba pasando.
«Primero estaba la de amarillo» pensó rascándose la nuca en señal de intentar captar hasta el último detalle y darle sentido a su situación «Y la tenía tomada de la mano, ella se evaporó dejando en su lugar... a... ella... Entonces... ¿No pueden estar en el mismo sitio?... ¿Acaso este es el cuerpo de Raven?»
La cabeza de Beast Boy le daba demasiadas vueltas mentales. Si comprender a una Raven le resultaba casi imposible, peor era su situación al lidiar con todas sus personalidades.
Y cada es una más especial que la otra.
Raven enlazó sus manos y apretó contra sí. Poco le faltaba para abrazarse a sí misma y salir corriendo a cualquier lugar, menos frente a él. La respiración de ella era superficial y rápida, como si recuperase el aire luego de una gran maratón.
- En verdad... en verdad lo lamento - le dijo Raven en un suave y casi imperceptible tono al instante en que daba dos pasos hacia atrás.
Para concepto de Beast Boy, ella estaba huyendo.
Pero... ¿Por qué Raven huiría de él, como si fuera su enemigo mortal? Si él nunca le ha hecho daño.
- No... no fue tu culpa - le respondió Beast Boy con sencillez, tratando que el tono de su voz sonara normal y sereno. Él sabía perfectamente que el primer signo de enfado alterarían más su nerviosismo.
Raven deslizó el dorso de su mano sobre sus azules y brillantes ojos.
Beast Boy miró disimuladamente su alrededor, como esperando a que mágicamente viniera una Raven, envuelta en una capa azulada, a reclamarle por estar en una zona que ella miles de veces anteriores le había recalcado que estaba pro-hi-bi-da.
- También.... también siento el haberte gritado - Raven se llevó una mano al pecho y se recogió más en sí misma - Fueron muchas veces, y lo lamento mucho. Es que simplemente no lograba dominarme. Y también siento... siento mucho.... el n.... no haberme reído nun... nunca... nunca de tus bromas... aunque en el fondo.... -
- Tranquila, no te alteres - Beast Boy agitó sus manos frente al rostro de ella - No tienes que disculparte por nada. Todo queda en el pasado. -
Dos gruesas y traicioneras lágrimas humedecieron el fino rostro de Raven. El corazón le latía con intensidad.
- No lo comprendes - musitó Raven ocultando su rostro entre sus manos.
Y ella tenía toda la razón del mundo.
- Es verdad, no te comprendo - Beast Boy se acercó hacia la chica en cuestión de dos pasos y le posó una mano en el hombro - Pero eso es lo que te hace especial y valiosa -
Con cierta fuerza la obligó a darle la cara, y con sus verdes manos quitó las lágrimas que empapaban su rostro suave y...
«¿Sonrojado?»
Raven suspiró profundamente sollozando en el proceso borrando cualquier otra palabra que cruzara por la mente de Beast Boy.
- Nunca... nunca me lo hubiese perdonado - dijo inesperadamente Raven alzando más su capucha gris, intentando con ello ocultar su rostro lo más posible.
- ¿Qué cosa? - preguntó Beast Boy intrigado.
- Si te hubieras... - Raven sintió escalofríos recorrerle la médula - Si tú.... hubieses... muerto -
Beast Boy parpadeó dos veces intentando adivinar el rumbo de sus palabras. ¿Acaso era por el ataque de una de sus personalidades? ¿O se refería a la batalla que tuvieron en la mañana contra Slade? ¿Qué ocurrió después?
«¡¡Demonios!! ¿Por qué tuve que quedar inconsciente?»
Beast Boy sacudió la cabeza, si algo detestaba era sacar conclusiones sin tener la certeza de cuán cerca está de la realidad, más aún cuando alguien puede darle respuestas claras y no las quiere dar.
- ¡¡Nah!! - le replicó tratando de sonar lo más alegre y despreocupado posible - Aún hay Beast Boy para largo, así que no te librarás de mí tan fácilmente -
Y a sus palabras le agregó un ligero codazo en las costillas de Raven quien parecía que nunca saldría de ese estado nervioso y melancólico.
- Estuviste a punto... - Raven cerró con fuerza los ojos, intentando contener sus lágrimas y al mismo tiempo no tener aquella voz quebradiza.
- Oye, no sé qué pasó después, pero sigo aquí. - Beast Boy volvió sus manos hacia los finos brazos de Raven, y en un segundo de total desesperación le recalcó con fuerza - ¡¡Mírame!! -
Segundos de silencio mientras Beast Boy admiraba, como nunca antes, la intensidad y belleza que existían en aquellos orbes azules.
- Eres un estúpido - replicó Raven. Abruptamente ella se lleva las manos a la boca y niega varias veces con la cabeza - Eso no lo dije yo, sólo repetí lo que escuché -
- ¿De dónde lo escuchaste? -
- Hace unos instantes intenté llevarte hasta lo más profundo de mi mente, sin conseguirlo - Beast Boy se percató lo extraño que resultaba la situación hasta en las palabras. Se podría decir que aquella joven que le hablaba jamás hizo lo que aseguraba, sin embargo... cada sílaba pronunciada estaba llena de pura verdad.
Raven aprisionó más su capucha, como si de ahí repentinamente abrirá un portal para escaparse por ahí. Beast Boy se dio cuenta que seguía aprisionando sus brazos con más fuerza que lo usual, y dejó de presionarla sin dejarla ir, al instante Raven se relajó notablemente.
- Todas estamos reunidas en lo profundo de mi mente, incluso a la aún no descifrada -
- ¿Quién? - preguntó Beast Boy anotando otro detalle más a la larga lista mental de 'Cosas que no entiendo de Raven'.
- Es una forma de denominarla. Mi personalidad anterior insistía en que debía hacer un análisis objetivo antes de declararla como una personalidad. Es tan ciega ante lo obvio - Raven respiró profundamente antes de seguir hablando - Todas estamos conscientes de quien es y de lo que significa, sólo hace falta que Raven..... -
En este preciso instante ella volvió su mirada al piso.
- ¿Qué pasó con Raven? - Beast Boy buscó su mirada sin éxito alguno - Tú sí me lo dirás, ¿Verdad? -
Raven asintió tímidamente al momento que se recogía más en sí misma, dando la impresión de que alguien le estaba gritando.
- Raven está totalmente inconsciente.... Durante la batalla contra Slade volvimos a separarnos... Entonces la descendiente quiso ocupar su lugar... Raven trató de retenerla, ni siquiera podía invocarnos para volver a ser una sola.... Después... después Raven perdió el conocimiento. La descendiente aprovechó para tomar su lugar, pero no podíamos permitirlo.... La verdad yo no ayudé en nada, todas las demás trataron de regresarla hasta que Raven despierte y tome su lugar... pero la ira es una de las emociones más fuertes que existen -
Raven aspiró grandes cantidades de aire y presionó con más fuerza la tela gris que la envolvía. Beast Boy, ignorante de estos gestos, trataba de enlazar ese relato con lo que él vivió anteriormente.
- ¿Y cómo la detuvieron? -
Raven intentó apartarse más de él, sin conseguirlo en realidad, porque Beast Boy la sostenía firmemente. Ella simplemente era su prisionera.
- No debería seguir hablando - murmuró ella casi sin voz - Casi todas me quieren callar -
- ¡¡Pero no me puedes dejar así!! - reclamó Beast Boy sosteniéndola con una sola mano mientras que con la que estaba ahora libre apretaba fuertemente.
- Dicen que Raven nunca permitiría que te involucraras en esto - Dos traicioneras lágrimas le humedecieron las mejillas - Aunque yo también creo que estás totalmente envuelto en esto -
- Pues quiero escucharlo de la propia Raven - replicó Beast Boy - Quiero escuchar sus gritos, reclamos y reproches - Raven deslizó el dorso de su mano intentando detener sus lágrimas - Quiero que me lleves donde está Raven -
- Tengo tanto miedo - admitió casi en un susurro al instante en que dirigía sus propias manos hacia sus delgados brazos, en su claro y eterno gesto de abrazarse a sí misma.
Sin embargo, las manos de Raven quedaron en el pecho de Beast Boy.
Por supuesto que no fue algo que ella quiso hacer, de hecho las mejillas de la chica estaban tan rojas como las cerezas por la situación que Beast Boy provocó.
Él la estaba abrazando.
- Tranquila - le murmuró acariciándole la espalda con una mano y con la otra obligándola a recostar su cabeza en el hombro de él.
Cuando Raven terminó de procesar por completo la situación, su primer impulso fue intentar alejarse de él y desaparecer a como dé lugar.
Claro, todo quedó en el intento.
- No te alteres - le insistía Beast Boy forcejeando con Raven quien insistía en huir. Repentinamente ella dejó de forcejear. Beast Boy la sostenía con firmeza y no dejaba de pedirle que se calmara ni tampoco dejaba de sobarle la espalda.
- Ella quiere matarte - Raven dijo abruptamente.
Esas tres palabras se clavaron, como daga, en el alma de Beast Boy. Una parte de Raven en verdad lo detesta. Una parte de ella lo desprecia tanto a tal punto de querer quitarle la vida con sus propias manos.
Raven apretó con fuerza la camisa del chico antes de hundir más su cabeza en el hombro de él. - Pero yo no quiero... yo no quiero que nada malo te pase -
El chico verde sintió que su hombro se humedecía con mayor rapidez. Entonces Raven lo apartó con brusquedad sin esfuerzo alguno, porque Beast Boy parecía haber entrado en un trance.
- ¡¡¡Ya sé que no debí decirle nada!!! - gritó ella apretando los puños - Pero yo tampoco quiero verlo... -
No pudo terminar sus palabras. Se ocultó el rostro y tembló fuertemente dejándose caer en el piso.
- Raven - le llamó Beast Boy acercándose a la chica en un intento de volver a aprisionarla entre sus brazos.
- No!! - replicó ella esquivando sus brazos - Tienes... Debes.... irte -
- No, no me iré!! - le contestó con firmeza - Uno: No sé cómo hacerlo, y Dos: No-quiero-hacerlo -
- ¿Por qué? - preguntó Raven con sus brillantes ojos azules - ¿Por qué haces esto? ¿Por qué sigues aquí, a pesar de los gritos y del peligro que enfrentas? -
- Porque no quiero que sigas así - respondió Beast Boy - Enfrentando todo esto.... sola -
- Es mi asunto -
- Es nuestro asunto - replicó él mientras secaba sus lágrimas - De alguna forma estoy envuelto en esto - Raven sollozó un par de veces antes de asentir con timidez. Beast Boy le sonrió débilmente - Quiero ayudarte, quiero que de una vez por todas comprendas y aceptes que no voy a dejarte -
El color de la cereza volvió al rostro de Raven.
- Entonces... sé de alguien que te llevará con Raven - Ella bajó la mirada con notable tristeza - Pero prométeme que te cuidarás -
Beast Boy analizó su petición. Si su anterior personalidad le había dicho que en lo profundo de su mente estaban reunidas todas... esta reunión implicaba a la descendiente. Por ello Raven, la que ya de por sí es temerosa y llorosa, estaba más alterada que de costumbre.
- Te prometo que todo estará bien - le contestó tratando de transmitirle algo de energía positiva.
Raven sonrió creyendo firmemente en sus palabras. Entonces su cuerpo comenzó a brillar, pero fueron milésimas de segundos, el fulgor se perdió y todo se volvió en negro. Un negro que se concentraba con intensidad en la capa de Raven, tan negro como sus ojos y su lacio cabello.
- ¿Eh? -
Continuará....
Notas finales: Oh, lamento que en este capítulo no haya logrado incluir ni un pequeño fragmento de lo que me solicitaron, prometo arreglar ese detalle en los siguientes capítulos.
Críticas constructivas y comentarios positivos en el review, cuídense y no se pierdan!
