Capítulo Cuatro: Negada
El joven se cruzó de brazos un tanto perturbado y otro tanto confundido. Esta situación sí era demasiado extraña, porque siempre, con cualquiera de sus personalidades, las características físicas de Raven se mantuvieron.
Lo que generalmente cambiaba era el color de su capa, posiblemente la tonalidad estaba enlazada con sus emociones.
Pero ahora... ¿Negro?
Su capa, su cabello liso, el tono de sus ojos, las hermosas y místicas piedras con las que suele acompañar su vestimenta, sus zapatos.
- ¿Raven? - preguntó Beast Boy intrigado ante la fémina quien levantó su mirada y le dedicó una cálida sonrisa.
- He deseado fervientemente este instante - declaró con firmeza sin dejar a un lado la sonrisa suave que le encantaba mostrar - Y en lo más profundo de mí todo lo veía tan fugaz e irreal.... -
Beast Boy se rascó la nuca en señal de análisis de esta personalidad de Raven.
«¿Será poetiza? ¿O filosófica?»
-... ¿Será esto una cruel broma de mis profundos anhelos? - Sus ojos no pudieron mantenerse más observándolo tan directamente.
Esta joven era notablemente diferente a las demás. Más bien... era una mezcla de algunas facetas que él conocía de Raven.
- ¿Por qué el negro? - preguntó Beast Boy.
- Yo tampoco me siento a gusto con este tono. No creo que exprese con claridad lo que soy -
- ¿Y quién se supone que eres? - indagó Beast Boy arqueando una ceja y cruzándose de brazos.
- Me sorprenden tus palabras. Sabes perfectamente que sigo siendo Raven - Los ojos le brillaron con notable intensidad - Ahora si te refieres a qué papel exactamente desempeño en esta mente, podría decirse que estoy enlazada a ti -
- ¿A mí? - repitió Beast Boy para cerciorarse que había escuchado bien.
- A mí tampoco me quieren con vida - le aclaró Raven acomodando hacia atrás un mechón negro que se había apegado a su rostro .
- ¿La descendiente? -
Raven asintió y luego, con tan sólo dos pasos hacia adelante y un fuerte suspiro, se colocó frente a Beast Boy y le tomó la mano.
- Quiero que sepas todo, Beast Boy. No quiero más secretos para ti, así ello implique mi propio sacrificio -
- Esto te parecerá rutinario, pero.... ¿Me puedes decir a qué te refieres? -
- La descendiente trata con todas sus fuerzas dominar sobre todas las emociones. Siempre ha sido así. Y a este paso puede conseguirlo en cualquier momento. Pero sé que puedes detenerla -
- Yo la enfrenté una vez, pero no pude hacer nada en contra de ella -
- Y ella tampoco pudo contra ti -
Beast Boy retrocedió mentalmente a un acontecimiento anterior, a cuando estaba enfrentando por primera vez a esa etapa de Raven. Y sino hubiera sido por la fuerza de voluntad de la propia Raven, en la actualidad él no estaría ahí, encerrado en su mente.
- No, no, no. Fuiste tú quien la venciste. ¿No lo recuerdas? Llamaste a todas tus personalidades.... -
- Tomando como base lo que dijiste - le interrumpió Raven - Cada una de las que existimos en la mente somos parte de Raven. Aunque en la actualidad pocas concordamos con este concepto -
Raven quedó unos instantes con la mirada perdida en la nada, luego sonrió levemente mientras negaba con la cabeza. Beast Boy la interrogó por décima vez, pero en esta ocasión no utilizó las palabras.
- Estado Intelectual insiste en que tiene que analizarme con mayor objetividad para dar una explicación lógica de mi presencia - Ella se acercó más y le golpeó suavemente con el codo las costillas, adoptando una posición de contarle un gran secreto - La verdad le caigo terriblemente mal, creo que casi tan mal como a la descendiente -
- Pero seguro que muerta no te querrá - murmuró con pesadez Beast Boy recordando por breves instantes la ira que emanaban los dos pares de ojos rojizos de la descendiente cuando su objetivo era él.
- Eso es algo relativo - contestó Raven - En mi caso reprimir es sinónimo de muerte. Existo pero no vivo. Dudo que se parezca en algo a lo que mencionas -
- ¿Reprimirte? - repitió Beast Boy para cerciorarse de que no había escuchado mal - Nadie puede vivir eternamente reprimiendo sus sentimientos. Tarde o temprano.... -
- .... explotaría - completó Raven con una triste sonrisa - O en este caso perdería la conciencia y el control sobre su cuerpo. Entonces el más poderoso sentimiento se apoderaría de Raven -
Beast Boy imaginó por unos instantes a Raven, actuando a imagen y semejanza de su padre. Y él, junto a los demás titanes, enfrentándola, intentando detenerla, tratando de que vuelva a ser aquella mística joven que él alguna vez conoció. De inmediato negó con la cabeza. No creía poder soportarlo.
- Sé que soy una intensa parte de Raven, aunque otras no lo quieran aceptar - continuó ella deslizando un mechón azabache atrás de su oreja derecha - Aún así no quiero apoderarme de su cuerpo, sólo quiero ser parte de ella -
En estos instantes, y como es característico de su personalidad tímida, la chica alzó su capucha negra, aparentemente intentando desaparecer por ahí.
Para Beast Boy era como ver a la joven que él conocía, en un estado melancólico y confundido. Una situación nada agradable en realidad. Prefería a Raven misteriosa, enigmática, consejera, decidida y emprendedora.
Y si existe la forma en que él pueda ayudarla, lo haría sin dudar un sólo instante.
- Llévame con Raven - le pidió tomándola de la mano. El rosa inundó la piel de Raven. Beast Boy no supo interpretar esa repentina timidez, muy diferente a la anterior - ¿Acaso no puedes? -
- Claro que puedo. Estoy completamente segura que sí - El sonrojo no desaparecía de su rostro y cuando Beast Boy acercó su otra mano, para tomarle la temperatura, sólo provocó que el rosa se volviera rojo.
- ¿Estás enferma? ¿Necesitas descansar? ¿Te sientes débil? - Era notable la desesperación que lo había invadido.
Los ojos azabaches brillaron con mayor intensidad. Y en vez de responderle a alguna de sus preguntas sólo lanzó otra cuestión más:
- ¿Por qué lo haces? -
A la mente del chico llegaron otras preguntas muy similares, las que anteriormente les había dicho sus otras personalidades. («¿¿Por qué demonios te comportas así??» «¿Por qué haces eso?» «¿Por qué sigues aquí?» ) Le golpeaban la mente y haciendo eco se perdían entre sus recuerdos.
La pregunta principal era esa: ¿Por qué?
Y la verdad era algo que ni él mismo podía responderse.
Ella negó con la cabeza. Luego adoptó una actitud tranquila antes de hablar con firmeza.
- Vamos por Raven. Te ayudaré en todo lo posible, si es necesario ataca sin piedad. - A Beast Boy no le agradaba en nada esas advertencias.
Ella cerró brevemente sus ojos azabaches y sonrió al mismo tiempo que dos lágrimas escapaban de su rostro. Una extraña mezcla de felicidad y tristeza.
- Gracias - le musitó perfectamente entendible, en un tono que sólo él escucharía.
Continuará....
Notas finales: Je, je... no me tomo a mal nada de lo que me escriben, es más, es un buen incentivo XP Espero tardar menos en actualizar, y espero que la idea no se me escape de la mente. Un abrazo a todos los que le siguen a este fict, nos vemos en el siguiente capítulo en el cual prometo ponerle más emoción y romance.
Y me metí tanto entre estos dos que los otros dos no aparecen por nada del mundo!! Espero arreglar eso muy pronto, pero échenle la culpa a la loca de mi inspiración! Se la toma con ellos y yo no puedo hacer nada!!
