Capítulo Sexto: Entre provocaciones y sorpresas


La joven sonrió levemente, los ojos le brillaban con una extraña mezcla de felicidad y nervios.

«Él quiere seguir... ¿Lo oyen?»

Beast Boy le miraba decidido e intrigado. Parecía que silenciosamente le decía 'No más demoras. Quiero verla YA!'

La joven enlazó nerviosamente sus dedos entre los del chico verde. Sentía tantas cosas al mismo tiempo, tantas emociones revolviéndose dentro de ella.

El cuerpo de Raven desprendió una tenue luz plateada, la misma que envolvió por segunda vez a Beast Boy, quien se dejó llevar por sus instintos y cerró los ojos.

Las imágenes volvieron a desaparecer, según su perspectiva. Pero desde otro punto de vista el cuerpo de ambos jóvenes se disolvían lentamente. Los instantes de viaje en la nada fue algo que llevó menos de tres segundos.

Beast Boy, antes de abrir los ojos, supo que habían llegado a su nuevo destino. Se sentía una extraña tensión en el ambiente.

Los orbes verdes se abrieron con cautela, y parpadeó algunas veces sin poder acostumbrarse a la poca luz del sitio. Bueno, sí se veía bien, pero el haber pasado de una zona totalmente blanca a una de variados tonos provocaba que las pupilas vieran todo distorsionado.

Lo primero que Beast Boy distinguió fue a una delgada joven, de capa del color de la sangre de los terrícolas, como seguramente ella anhelaba derramar. La capucha la tenía levantada, pero entre las sombras de su rostro se lograba distinguir 4 pares de ojos brillantes y rojizos.

Los sentimiento de la descendiente parecían haber aumentado intensamente. Si ella pudiera fulminarlo con la mirada sin duda lo haría.

De inmediato buscó a más de sus personalidades, pues no le agradaba esa forma de mirar que le daba la descendiente. Más allá del fastidio estaba lo mucho que le dolía. Beast Boy no podía hacer nada a cambio, simplemente no aguantaba que existan esos sentimientos de Raven hacia él.

Más allá, al otro extremo de la descendiente, Beast Boy distinguió a su personalidad feliz, quien estaba de espaldas a él y seguramente no lo había visto, y a la chica gris, que en esos instantes deslizaba el dorso de su mano por sus azules ojos y le brindaba una tímida sonrisa. De inmediato los ojos de la tímida Raven se posaron en la descendiente (seguramente atenta a si esta última intentaba atacarlo)

En medio de ambas personalidades se hallaba una a la que Beast Boy había visto en una anterior ocasión: la valiente Raven, de capa verde, quien en esos momentos tenía una clara pose de guardia. Y ella no era la única que vigilaba a la descendiente. También estaba una Raven con una capa tan naranja como su expresión de aburrimiento total (Un perfecto contraste para la chica feliz)

Beast Boy estuvo a punto de seguir observando con detalle a cada una de las variadas personalidades de Raven, pero abruptamente lo detuvo un grito que denotaba felicidad absoluta.

- ¡¡Has estado aquí!! - exclamó la chica púrpura mientras se abría paso entre las diferentes personalidades. Era espectacular verle el cabello liso dejándose llevar por el viento mientras ella corría hacia él con los brazos abiertos. - ¡¡Te eché tanto de menos!! -

¡¡Vaya recibimiento!! Esto es realmente alentador.

Beast Boy se preparó para el abrazo.... que en realidad nunca llegó. Raven saltó sobre él en un ágil movimiento, y se guindó a su espalda, para que él la cargara.

- ¡¡Caballito!! ¡¡Caballito!! - decía totalmente feliz mientras recostaba su barbilla en el hombro derecho del joven.

Tanta alegría que ella transmitía le dieron ganas de transmutar solamente para complacerla, para quizá descubrir si podía irradiar más felicidad.

- ¡¡Déjate de niñerías!! - reprochó una voz en cortante manera - ¡¡Ante una crisis como esta sigues con tus estupideces!! -

Esas palabras cortaron abruptamente los ánimos de Beast Boy. No era que su estado intelectual fuera malvada, sino seca y directa, utilizando siempre la cabeza fría.

Definitivamente Raven fácilmente podía levantarle el ánimo o tirárselo por los pisos.

¿Y eso era malo?

- Ja! - exclamó su estado feliz - ¡Lo que sucede es que estás muerta de celos! -

- Jamás se me pasaría por la cabeza.... -

- Pero me viste a mí haciéndolo y te preguntas, muy molesta, cómo no se te ocurrió a ti primero, siendo lo cerebrito que eres -

- Estoy demasiado ocupada con los problemas reales... -

- Beast Boy también es real, y lo mejor de todo es que no es ningún problema - dijo la chica con una amplia sonrisa y un suave tono, seguramente consciente de que estaba bien apegada a él, porque Beast Boy sintió un total susurro en esas palabras.

La otra no respondió, sólo atinó a enviar una reprochable mirada a la chica de negro, quien emitía una pequeña risita.

La descendiente se acercó entonces a la chica intelectual, con cierta cautela y precaución.

- Estoy de acuerdo contigo - afirmó duramente con su extraña mezcla de voces y mirando con desprecio a Beast Boy quien en esos instantes sintió que la chica púrpura apretaba con fuerzas sus hombros - Este imbécil y patético payaso no tiene por qué estar aquí.... -

- No dije eso - La intelectual miró suspicaz a la descendiente.

- Es lo que piensas, yo lo sé - le recalcó la otra con una mueca de fastidio.

- No importa lo que yo piense o desee. Aquí quien siempre debe tener el control es Raven -

- ¿Y quién crees que soy? ¿Starfire? - le replicó con sarcasmo - Por si acaso esta es mi capa, no mi cabello -

- Somos sólo estados de Raven. Nunca llegaremos a ser totalmente ella - dijo secamente la chica intelectual en un tono que no admitía réplicas.

- Ese es tu problema - rugió la chica desprendiendo un aura helado de su cuerpo - ¡¡¡Ese es el problema de todas ustedes!!! -

La de naranja no se inmutó ante sus palabras, seguía tan aburrida como siempre. La chica gris apretó sus manos nerviosamente dando un leve paso hacia delante, como si repentinamente la atacaría, pero esto apenas fue un movimiento casi imperceptible; a diferencia de la valiente joven verde que dio algunas vueltas en el aire hasta la descendiente.

- Ten cuidado con tus palabras - le dijo poniendo sus manos en guardia - Estoy lista para enfrentarte en cualquier instante -

La descendiente iluminó sus dos pares de ojos y el aura que desprendió fue más intenso, incluso parecía neblina de una helada mañana.

Beast Boy bajó de su lomo a la fémina púrpura, a regañadientes por parte de ella, y se dirigió con total decisión hacia la descendiente, para horror de la chica de negro y la de gris, quien no hacía nada por secar las lágrimas de sus azules ojos.

- Detente... - le pedía con voz temblorosa.

- ¿Te osas a enfrentarme? - preguntó la descendiente calmándose y deleitándose al mismo tiempo con la presencia del verde joven - ¿Aún sabiendo que no puedes contra mí? -

- No se te ocurra... - objetó la verde lanzando una patada cerca del rostro de la descendiente, causándole una ligera herida.

La otra ni se inmutó, apenas atinó a deslizar el dorso por el raspón de su rostro y luego lamió su propia sangre.

- ¡Qué asco! - exclamó la chica naranja cubriéndose las manos. Muchas de las presentes la miraron extrañadas. Miren quién hablando de asquerosidades.

- No te acerques más... - murmuraba la chica gris entre los gritos de la verde acerca de que la próxima vez no falla.

- Ni lo pienses - dijo la de negro colocándose delante de Beast Boy, en clara señal de defenderlo.

- Él mismo lo está buscando - objetó la descendiente al ver cómo Beast Boy apartaba a la chica de negro de su camino.

- ¿Estás loco? - le reprochó la púrpura sin el mínimo signo de burla en sus palabras.

- Ya me tiene harto esta situación - objetó el chico verde en su defensa. Ni siquiera pareció intimidarse cuando la descendiente creció en tamaño y amenazó silenciosamente en envolverlo en su energía fría.

Beast Boy levantó la mirada para enfrentarla directamente.

- Tú mismo lo has pedido - le respondió con deleite - Le pondremos fin a esto... y a tu vida también -

La energía comenzó a deslizarse con terrible sutileza alrededor del delgado cuerpo del chico pero, antes de que él pudiera hacer algún movimiento o comentario, la descendiente volvió a su tamaño normal y cayó a algunos metros lejos de Beast Boy.

Y en el sitio en donde estaba la descendiente se encontraba ahora la chica nerviosa, con los ojos llenos de lágrimas y hechos furia al mismo tiempo, los puños apretados con fuerza y el cuerpo temblándole sin cesar. Unos mechones azules le cruzaban por el rostro dándole un aire de fiereza finalmente descubierta.

Su traje emitía un suave fulgor que no ocultaba las tonalidades que ahora tenía. La vestimenta de la joven nerviosa, generalmente gris, ahora estaba envuelta en algunos colores: verde principalmente, también rojo y azul, zonas totalmente transparentes y otras púrpuras, el amarillo no asomaba por ningún lado y el plateado apenas era perceptible.

- ¿¿¿Cómo demonios te atreviste??? - reclamó la descendiente incorporándose de golpe y limpiándose la espalda, en donde aún se notaba la marca del pie de la chica nerviosa.

- ¡¡¡Te-dije-que-te-detuvieras!!! - la chica inhalaba y exhalaba grandes cantidades de aire entre cada palabra, no tartamudeaba, sino que soltaba sus palabras de corrido - ¡¡¡Te-dije-que-no-te-acercaras-más!!! -

- ¿Qué mier.... -

- ¡¡¡A-él-no-lo-tocas!!! -

La descendiente emanaba furia intensa con su mirada, chascó la lengua en señal de fastidio y luego cerró sus 4 pares de ojos. Al instante un pequeño abismo debajo de sus pies la absorbió.

Se había marchado.

La chica comenzó a temblar con mayor fuerza y luego pareció reaccionar en lo que había hecho, las lágrimas fluyeron y ni siquiera se molestó en secarlas. Su traje dejó de desprender energía y volvió a su habitual gris.

- ¡¡Eso estuvo sensacional!! - le dijo la chica púrpura dando algunos saltos como una porrista.

- Sorprendente - exclamó admirada la de negro con una amplia sonrisa.

- Yo... no debí - dijo con timidez mientras alzaba su capucha para ocultar su sonrojado rostro en ella, pues no se sentía capaz de ver, y al mismo tiempo no quería ver, la reacción de Beast Boy - Es que... no pude contenerme -

- La próxima vez te escucharé detenidamente - bromeó la joven feliz mientras se iba a la tímida personalidad y le tomaba la cabeza para despeinarle juguetonamente el cabello - No sea que me salgas con esos arrebatos -

- ¿Y qué explicación le das a esto? - indagó el estado valeroso de Raven pasando su mirada de la chica gris a la chica intelectual.

- Muchas emociones de Raven se fusionaron en ella - contestó la joven mientras hacía desaparecer unas hojas, en las cuales siempre anotaba datos que ella consideraba interesantes - Por ello el verde, que es el tuyo. Incluso denoté el azul, de la propia Raven -

Beast Boy arqueó una ceja extrañado.

- Todas ustedes son parte de Raven - insistió por enésima vez - Y tengo que hablar seriamente con ella, así que quiero saber en dónde está -

La joven de amarillo miró brevemente a sus otras personalidades, luego volvió sus ojos azules a Beast Boy. Apenas abrió la boca para contestarle, pero otra se le adelantó.

- Ten cuidado con negarte, si haces enfurecer a nuestra amiguita, te dará una buena paliza - la joven púrpura le dio un par de palmadas a la nerviosa y le bajó la capucha gris - Oye, seguro que le copiaste a Starfire, eso de '¡No me hagas enojar!' -

La otra intentó ocultar más su rostro, como respuesta.

- Yo no iba a negarme a nada. - dijo su estado intelectual notablemente ofendida - Sólo quiero aclarar desde ya que en el instante en que Raven despierte no quiero verme involucrada en esto. -

- Oh! Vamos! Si Raven se enfada contigo, se enfada consigo misma - dijo la púrpura mientras le bajaba la capucha a la chica que estaba junto a ella quien de inmediato se la volvía a subir.

- ¿Y crees que eso nunca pasa? -

- Ya deja de pensar en consecuencias que no sabes si ocurrirá - Por una última vez la púrpura le bajó la capucha gris a su otra personalidad. Luego se volvió a Beast Boy y le tomó la mano para halarlo brincando por el sitio - Ven, vamos, te llevaré con Raven -

Se abrieron paso entre las personalidades de Raven, y justo antes de llegar al final, el estado intelectual les detuvo.

- Que conste que yo no apoyo a esta teoría tramada entre ustedes dos -

Beast Boy estuvo a punto de replicar que él no ha tramado nada, pero pronto se percató que la joven no se refería a él, sino a la de negro, que estaba cerca.

- Por supuesto que no - dijo la púrpura aguantando una risita - Jamás planearías algo tan grandioso -

- Haré como que no escuché eso -

- Es que no escucharás en este asunto. ¿No lo entiendes? - dijo con una amplia sonrisa señalando a la de negro - No, no lo entiendes y no lo harás -

La intelectual se apartó del camino del trío. Hizo aparecer unas páginas y comenzó a escribir en ellas algunas cosas. Pronto sintió una ráfaga que le alzó las páginas al pasar por su lado.

- Lo siento - escuchó la voz de la joven verde quien corría sin cesar para darle alcance a Beast Boy.

Con mayor delicadeza y cuidado, la joven gris también les acompañaba., guardando cierta distancia. Y finalmente la curiosidad natural de la chica intelectual pudo más. Ella no podía estar parada, alejada de los acontecimientos, cuando algo importante está por ocurrir.

- Bien - dijo la joven púrpura deteniéndose repentinamente, y luego ondeó su capa un par de veces para hacer aparecer una inmensa energía de su color predilecto, la misma que envolvía a una delgada chica, cuya capa azul delataba que era la misma Raven que tanto él ha estado pidiendo ver.

- ¡Raven! - exclamó abruptamente y se acercó con cautela a esa energía.

- Aquí estamos - le respondió la personalidad feliz.

Sin embargo Beast Boy no se rió, y esto provocó que la chica hiciera un puchero de niña resentida.

- ¿Por qué está envuelta en esta energía? - indagó Beast Boy palpando con cuidado la brillante tonalidad púrpura.

A la chica feliz se le iluminaron los ojos azules.

- Es como una guarida de cristal, para proteger a Raven - dijo tratando de sonar lo más seria posible - Lo que pasa es que Raven ha caído en un profundo sueño, y sólo un beso de amor logrará sacarla de ese hechizo -

La chica gris sintió que sus mejillas enrojecían abruptamente. La joven de traje verde casi se cae de la impresión ante tales palabras. La de amarillo ocultó el rostro entre sus manos mientras murmuraba apenas entendible un 'Por favor' desganado. La de negro no sabía si alegrarse o imitar a la de gris.

Y Beast Boy sentía que el corazón estuvo por salir de su cuerpo por la boca, pero se quedó estancado en su garganta.

- ¿Es por eso... que me querían aquí? - preguntó con el rostro comenzando a enrojecer amenazando así a sobrepasar el de la chica nerviosa - ¿Quieren que la bese para que salga de ese.... - Beast Boy distinguió que la personalidad tímida ocultaba su rostro en su capucha mientras negaba lentamente. Esto pareció aclararle la mente al chico. - Un momento ¿Quién hechizaría a Raven de tal manera? -

La joven púrpura le lanzó una mirada acusadora a la nerviosa.

- Pero... ibas a hacerlo, no?? - indagó esperanzadamente volviendo su atención a Beast Boy.

- Pues... es que.... -

- S...sino.... sino... quieres... - tartamudeó la chica gris - n... n.. no debes hacerlo -

- ¿Quieres hacer el favor de no meterte? - reprochó la personalidad púrpura - La verdad estás estropeándolo -

Beast Boy miró la decepción y desesperación que invadía a su personalidad feliz. Por unos instantes llegó a la conclusión de que esa parte de Raven le había solicitado un beso. ¿Raven sería feliz si él la besara?

No. No era posible. Seguro que otra de sus pesadas bromas.

Por otro lado su parte temeroso le daba la opción de no besarla. Tartamudeando como siempre, llena de dudas y temores. ¿Raven temía que él no quisiera hacerlo?

Beast Boy desconocía totalmente a Raven en esas contradicciones de sus personalidades. ¿Acaso Raven, para cada situación, estará así de confundida? Él no hubiera podido imaginarlo hasta ahora. Siempre la veía firme en sus ideas, segura de lo que dice y piensa, sin dudas ni temores. Jamás imaginó que ella tuviera esos conflictos internos.

- Opino que debes quitar esa barrera y dejar que Beast Boy actúe por sí mismo - dijo su personalidad intelectual en un solemne tono - Sea lo que suceda después -

Los ojos azules de la chica de capa púrpura miraron brevemente una a una sus otras personalidades. Y cada una le asintió como respuesta. Entonces hizo desaparecer la barrera.

Beast Boy sacudió la cabeza olvidándose en esos instantes de cualquier pregunta, solicitud o un centésimo intento de comprender a Raven.

Se acercó a ella, verificó la temperatura de su cuerpo, y luego se sentó cerca de su cabeza mientras la tomaba del hombro.

- Raven - le dijo en voz baja - Al fin estoy aquí -

No pudo evitar soltar una risita, para liberar la tensión. Había sido demasiado lo que tuvo que pasar para finalmente hallarla. Enfrentar su ira, espontaneidad, enigmas, miedo. Tanta protección para llegar hasta lo más profundo de ella.

Y estaba allí, sano y salvo. Y sobre todo dispuesto a poner muchas cosas en claro entre los dos. Y vaya que tenía mucho que decirle.

- Raven.... - le susurraba sutilmente con el miedo y las ansias atacándolo al mismo instante. El discurso que estaba imaginando soltarle se borró de su mente al pensar en cómo reaccionará ella cuando vea que él otra vez estaba dentro de su mente, llegando incluso más allá de lo que nadie hubiera sospechado.

Y sus palabras parecieron llegar a ella. Lentamente, con pesadez y dificultad, Raven abría sus ojos.

Su semblante lucía cansado. Por unos instantes parecía que estaba desorientada de lo que había ocurrido luego de la batalla contra Slade. Raven tenía la sensación de que era la primera vez que lo veía desde aquel fatal instante en que el cretino de Slade lo lanzó contra la pared.

Raven le sonrió débilmente.

Continuará....


Notas finales: Ahora sí, declarado abiertamente el siguiente es el capítulo final así se me vayan 50 páginas de Front Page redactándolo nn

Quiero agradecerles mucho su apoyo, no me lo esperaba en verdad. Casi no ando en este fandom y la verdad me llevo un inesperado y grato recuerdo.

Sé que no hay mucho R-S en este fict, pero créanme, la caprichosa inspiración titánica se las agarró con BB-R y no puedo hacer nada, pero ya tengo en mente otro fict, quizá así de cortito, en el cual prometo mucho R-S (me encantan, no puedo negarlo, aunque voy a hacer sufrir a Starfire)