Reto semanal (13-12 al 20-12)
Os pido perversión. Eso hago, sí. Lo quiero, lo deseo y lo necesito. Mecagüenlaostia. Bueno, que quede claro que es más una petición personal que otra cosa. ¿De que tiene que ir el reto de esta semana? Bueno, tiene que salir esta frase: "Aquí y ahora".
Reto de Miiina – Sin título
Siempre había pensado que la biblioteca era el lugar menos romántico de todo el colegio. Los libros viejos, las estanterías polvorientas, alumnos empollones, y la siempre atenta señora Pince no conseguían convencerme de lo contrario. Fue otro argumento lo que me convenció, una afirmación que decía algo como "no importa dónde ni cuando, tan solo quién y cómo". Bueno, la he hecho yo misma, en realidad, después del reciente incidente. Uno de esos incidentes que no se olvidan. De los que se cuentan a los nietos... Er... No, casi que no.
Recuerdo como si fuera hoy (de hecho, fue ayer) a Anthony leyendo su libro, concentrado. Pensé que sería otra tarde aburrida malgastada en aquél rincón que tanto odiaba. Me equivoqué. Gracias a Merlín.
Intenté animar a mi futuro novio (lo presentía) dándole golpecitos que pretendían ser sexys (y que por lo que vino a continuación, supongo que lo fueron) con mi pierna entre las suyas. Ni se inmutó (esperad, esperad), simplemente dejó de leer el libro, y, sin mirarme, se levantó y se fue hacia un rincón aún más olvidado y mugriento. ¿Qué se supone qué hace? Pensé. Esperé unos minutos. En realidad fueron segundos, pero me pasaron muy lentos. Al final, decidida, me acerqué dónde había visto desaparecer a Anthony. Lo busqué entre estornudos. Nada.
Me quedé suspirando, como dándome cuenta de que me hacía ilusiones. Inocente. Porque de pronto noté un calor, un cuerpo cerca de mi espalda. Y después, una risa. La risa de él.
-Me gustan tus apuntes... Bonito... corazón.
Me giré de golpe. Tampoco eso era lo que esperaba. Anthony con mi pergamino de Historia de la Magia.
Le cogí los apuntes de un manotazo, guardándomelos en el bolsillo de la túnica.
-No es mi culpa que la asignatura esa sea una mierda...
Él sonrió.
-Pues tus apuntes son interesantes.
Sonreí falsamente.
-Lo que ponía dentro del corazón era Anthony, ¿verdad?
Oh, perfecto, pensé, soy la inteligencia personificada. Y no es que me molestara que él supiera que me gusta, qué va, eso ya lo sabe desde hace siglos. Pero es que iba a pensar que era infantil. ¿A quién se le ocurre hacer eso? Lo hace mi prima de 10 años y pasa, pero yo...
En definitiva, que lo único que hice fue enrojecer y decir incoherencias del palo de "no era un corazón, era una ballena", o "¿Quién es Anthony?".
Tampoco pareció importarle, porque sonrió más.
Le miré fijamente, porque era lo único que se me ocurría. Bueno, y morderme el labio, porque según las estadísticas un 60 de los chicos lo encuentra sexy. Claro que me enfrentaba al 40 que lo encuentra desagradable, pero la suerte estaba de mi parte. Merlín comprendía la necesidad de mi escena y me ayudó.
La sonrisa de Anthony daba miedo y yo ya no sabía qué hacer. Está loco, pensé, y es peligroso, (recordemos que entre sus posesiones tenía una varita y otras cosas como peligrosas plumas).
Decidí que si seguía mucho rato más sonriendo me iba a dormir, porque aquella noche no había dormido mucho. Pero él decidió romper el hielo.
-Ya sé que te gusto –aquí cambié de opinión, y decidí que su plan era avergonzarme de mi misma y hacerme sentir patética. Simplemente me mordí el labio un poco más- Y, ¿sabes qué?
Alcé las cejas, esperando la respuesta.
Él se acercó a mí. Como en mis sueños. Y no es que yo sueñe con él, eso es patético. Lo que decía, que acercó sus labios a mi oído. Susurró algo que no entendí, pero que me pareció igual (o más, quien sabe), sexy que si lo hubiera hecho.
-¿Qué? –dije.
Él no contestó, y yo me di cuenta de que estaba demasiado ocupado bajando su mano por mi espalda.
-¿Quieres ser mía? –susurró esa vez.
Mi plan era decirle que no, que no en el sentido estricto, vaya. Que la construcción de esa frase era tremendamente machista, y que, además de por los derechos de la mujer, también lucho por el derecho a la libertad, por lo que nadie es de nadie... Lo que decía, ese era el plan. Pero en vez de eso estuve demasiado concentrada desmordiéndome el labio.
El beso no fue como lo había imaginado. Fue mejor.
Y muy largo.
Me costó reaccionar, pero parecía que él tenía muy claro lo que hacía. Yo no me di cuenta hasta que no escuché el ruido de mi túnica cayendo al suelo. Me separé por el ruido (quizá había llegado alguien, y claro, quería saber quien me había visto en mi momento de gloria y si sería capaz de hacerlo correr por todo Hogwarts).
El caso es que me encontré sin túnica. Pero aún con el uniforme. Bueno, casi todo el uniforme.
-Anthony...
Se separó un poco y me miró.
-¿Qué?
-Esto... estamos en la biblioteca –dije, mientras intentaba sacarle el jersey.
-¿Y?
-Creo que no es un buen momento –y le volví a poner parte del jersey.
-¿Cómo? –iba a explicárselo más detalladamente (en plan "no.es.un.buen.mo-men-to") pero él siguió- ¿Qué mejor momento? Aquí y ahora. Aunque si quieres lo dejamos para... otro día, quizá en Pascua encontramos un momento, sólo quedan tres meses.
Y lo dijo pasándose una mano (la que no tenía en mi culo) por el pelo que yo (sin querer) había despeinado.
Decidí quitarle el jersey.
(Y todo lo que venía detrás).
Reto de Tastatur – El Weasley, la Fleur y el armario (Slash)
Fleur abrió la puerta del armario y se encontró con su cuñado.
- ¿Chaglie? ¿Qué asés aquí?
- …err…¿cazando polillas? A uno de mis dragones le gustan mucho.
Fleur se volvió hacia su novio.
- ¿Bill?
- No es lo que parece, cariño.
- Clago, es pegfectamente gasonablué que tu egmanó esté en pelota picadá en nuestgo agmario cuando yo vuelvo del ministegio después de tomagte tú el dia libgre por un cataggó más falso que un knut de madega.
- Hombre…no…mira, deja que te explique…
Pero Charlie, mohíno, salió del armario y agarró a Bill de un brazo, ignorando la mirada desorbitada de Fleur hacia sus partes pubendas:
- Bill, ya no aguanto más esta situación. Explícaselo y hazlo bien. Quiero que se lo cuentes todo aquí y ahora.
- Bueno yo…
Fleur puso cara de espanto.
- ¿No queggás convertir nuestra gguelasión en un menage a trois?
- ¿Cómo?
Bill se puso pálido. Charlie terminó de exasperarse.
- Mira niña, que mi hermano se ha hartado del francés y se viene conmigo a aprender rumano, ¿lo captas o te hago un diagrama? – y los señaló uno por uno- Bill, Charlie- y a ella – y tres son multitud.
- Lo siento, Fleur, pensaba decírtelo algún día pero…
- ¡Sois unos guaggos!
Dio una torta a cada uno y se fue.
- Mira que eres calzonazos, Bill.
- Y a ti se te comieron la delicadeza los dragones.
- No, me enseñaron a ser libre. Y a que nadie me esconda en el armario por vergüenza o por indecisión nunca más. Me tomas o me dejas, Bill: seré el segundo hermano, pero nunca seré segundo plato.
Bill se encogió de hombros y luego se acercó a abrazar a Charlie:
- Nunca me gustó demasiado la comida francesa. Ahora sí que todo queda en familia…
- Como en los viejos tiempos…
- Y por muchos años más.
- Eso dijiste la última vez – Charlie lo apretó con mucha fuerza.
- Y te fuiste a Rumanía a cumplir tu sueño.
- Y tú a Egipto.
- Ahora ya estamos en la Orden.
- Ahora ya estás en mis brazos, y no te pienso soltar. Y si no fuera porque te queda bien la coleta, te la cortaría para que no fueras tan nenaza.
- Cuando quieras te la regalo. Aún no he encontrado nada que compense el colmillo de dragón que me regalaste aquella vez y que no me quito ni en el baño.
- Pues regálame una vida libre de flores exóticas y llena de Bill Weasley.
- ¿Y qué dirá mamá?
- Dirá que eres gay. Y ya vamos…¿cuatro hijos? No está mal. Entre los gemelos y nosotros vamos a ahorrarles muchas sillas alrededor de la mesa en Navidad.
- No va a llevar bien lo de Fleur…
- Llevó bien la ruptura de Percy con Penélope, ¿no?. Aunque a Percy le perdonaría cualquier cosa con tal de que volviera…
- ¿Crees que Percy…?
- Algún día lo averiguaremos. De momento, Bill, machote, yo me he encargado de tu novia tapadera: ahora te toca a ti hablar con mamá y papá.
- ¡Mierda!
Reto de Griet – Aún no (Slash)- Quiero hacerlo aquí y ahora, Draco- dice mientras se quita la camisa con torpeza.
- Estoy estudiando, Goyle. Por favor, cúbrete. Además, aún no ha llegado Harry con la nata y las esposas, hombre...
-Fin-
Por ahora aquí se acaban los retos. ¿Queréis más? Entonces no lo dudéis ni un segundo más y venid a El Gremio. Somos una comunidad dedicada al fanfiction de Harry Potter. Escribimos, debatimos y todo lo que queráis proponer.
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