CAPITULO 2: UNA DULCE MELODIA
Mientras tanto, en el recinto de las amazonas, una nueva guerrera acababa de llegar. June y Shaina la recibieron. Era una chica con un cosmo extraordinariamente poderoso, pero se veía muy frágil. Era de la edad de June. Sus cabellos eran de un color azulado claro, que a las chicas les recordaban los de Afrodita de Piscis; y sus ojos eran de un color rosado.
-Pero Shaina...-
-Ya dije que no, June- exclamó la amazona peliverde- no importa quien sea, hará el mismo entrenamiento que las demás amazonas.
-¡Shaina!- reclamó June de nuevo.
-No importa, June- dijo la chica nueva- Shaina tiene razón, me hará bien entrenar-
June la miró. Dudaba mucho que la chica fuera a resistir ese entrenamiento, pero asintió.
-Una cosa más- dijo Shaina- tendrás que usar una máscara de estas, al menos cuando pelees...-
La chica recibió una máscara de plata. Titubeó un poco. Para tranquilizarla, June le puso una mano en el hombro.
-Es la regla de las amazonas, Melody- dijo June.
-Pero si la uso- dijo Melody- ¿cómo podré...?-
-No tienes que usarla todo el tiempo si no quieres- dijo June- solo cuando pelees-
-Y cuando pases cerca de esos idiotas de los guardias...- agregó Shaina.
-Está bien- dijo la chica.
-¿Lista para comenzar tu entrenamiento?- preguntó Shaina. La chica asintió.
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Touma estaba sentado en el pasto, junto con su hermana, y se sentía totalmente derrotado. El ángel de Artemisa no estaba muy entusiasmado con el Santuario de Atena: el Olimpo era mil veces mejor. Ahí no había caballeros dorados con mayor rango, sino los únicos mayores que los ángeles eran solo los dioses. Y el solo hecho de pensar que podría ser que nunca volviera al Olimpo por culpa de Zeus le daba náuseas.
Marín notó esa sombra en los ojos de su hermano.
-No te preocupes, Touma- dijo Marín- estoy segura de que Artemisa los convencerá de dejarte volver al Olimpo-
-Eso espero- dijo él- no me gustaría quedarme en este sitio para siempre-
-Vamos, no es tan malo- dijo Marín. Touma emitió un sonido de incredulidad. Claro que jamás le gustaría ese sitio.
-Bromeas- dijo Touma- si aquí ni siquiera puedo ver el rostro de mi propia hermana...-
-No seas exagerado, Touma- dijo Marín- esa es una regla de las amazonas, pero a ti se te perdona porque eres mi hermano...-
-A propósito- dijo Touma, recordando de pronto- ¿qué rayos es el recinto de las amazonas?-
Marín rió en voz baja.
-Pues es una zona del Santuario donde vivimos y entrenamos las amazonas- dijo Marín- y a donde los hombres, todos los hombres- agregó poniendo énfasis en la palabra 'todos'- tienen prohibido entrar-
-Vaya, más prohibiciones...-
-¡Eh, tú!¡El nuevo!- gritó una voz gruesa. Marín y Touma se volvieron, para encontrarse con el gran Aldebarán.
-¿Qué pasa, grandulón?- dijo Touma con una sonrisa astuta; el enorme caballero le había agradado desde que lo vio en la casa de Aries con el resto de los caballeros dorados.
-No soy 'grandulón', soy Aldebarán o simplemente Alde- dijo el enorme caballero con una cálida sonrisa.
-Y yo no soy 'el nuevo', soy Touma-
Aldebarán notó el tono amistoso en la voz del ángel, y marcó su sonrisa.
-Te tengo dos noticias, una buena y una mala-
-¿La buena es que mi señora Artemisa ya logró convencer a Zeus y no tengo que quedarme aquí?- preguntó Touma, esperanzado. Aldebarán sacudió la cabeza, y Marín dejó escapar una risita- ¿qué? Se vale soñar...-
-Mira el lado positivo- dijo Aldebarán- la buena noticia es que te tocó la mejor habitación de todo el Santuario, exceptuando la de Atena-
-Vaya, algo bueno- dijo Touma, sonriendo. Al parecer las cosas iban a mejorar, pero tenía que preguntar- ¿y la mala noticia?-
-Que la tendrás que compartir- dijo Aldebarán. Touma frunció el entrecejo. La habitación era demasiado buena para ser verdad.
-¿Con quién?- preguntó el ángel.
Aldebarán titubeó antes de responder.
-Con Seiya-
Touma se dejó caer hacia atrás, quedando acostado en el césped.
-Mátenme, y me harían un gran favor- dijo Touma, derrotado. Marín y Aldebarán se miraron entre ellos, y decidieron dejarlo solo un rato.
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Aioria seguía de mal humor, cortesía de Touma y, últimamente, de Milo, pues el caballero de Escorpión no paraba de repetirle que debería solucionar su 'problema' con Touma para poder acercarse a Marín. Aioros también trató de convencerlo.
-Vamos, hermano- le dijo Aioros- nada ganas poniéndote así-
-Exacto- dijo Milo- no deberías enojarte por culpa de que ese mocoso haya estropeado tu momento...-
-No ayudas mucho, Milo- dijo Aioros, aclarándose la garganta.
-Milo tiene razón- dijo Aioria- no dejaré que ese mocoso me gane- apretó un puño- le diré a Marín lo que siento o dejo de llamarme Aioria-
Y diciendo esto, salió de su casa para ir a buscar a Marín. Aioros y Milo se miraron entre sí.
-Bueno, 'Aioria' nunca me pareció un nombre muy original...-comentó Milo, encogiéndose de hombros. Aioros puso los ojos en blanco.
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-¡Ya basta, Shaina!- exclamó June, deteniendo a su compañera. La pequeña Melody tenía un par de rasguños en sus brazos y otro en su abdomen, que sangraban abundantemente. La máscara se le había caído de un golpe que Shaina le propició, y sus ojos tenían un brillo extraño, que no tardaría en convertirse en un par de lágrimas; y además se podía notar una gran palidez en su rostro.
-¿Porqué me detienes, June?- dijo Shaina, enfadada- si esta chica no es capaz de defenderse así, entonces no sirve para amazona...-
-¡Shaina!- exclamó June con desaprobación.
Los ojos de Melody se llenaron de lágrimas y ésta salió del recinto, triste y avergonzada de no haber logrado nada en su primer intento.
-Shaina, ¿ves lo que hiciste?- dijo June, cruzando los brazos- no tenías que ser tan dura con ella...-
Shaina guardó silencio por unos segundos.
-Esa chica tiene un cosmo muy poderoso- dijo Shaina- pero dudo mucho que su cuerpo tan frágil pueda soportarlo, y además tiene un talento muy especial...por eso debe entrenar tan duro-
-Lo sé- dijo June- pero debería ser poco a poco...-
-Si te molesta, entrénala tú, June- dijo Shaina- si no, ya no me molestes...-
-Shaina- dijo June- sabes bien que Sorreto solo confía en ti para entrenarla-
-Entonces ya no fastidies- dijo Shaina- mañana continuará su entrenamiento- bajó la mirada- descansará por hoy-
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Marín estaba sentada en lo alto de una pequeña colina, mirando desde ahí a Touma. Estaba preocupada por la felicidad de su hermano menor, pero sabía muy bien que no podía hacer nada más que esperar que todo salga bien y que sea aceptado de nuevo en el Olimpo.
Después de un rato, sintió una presencia detrás de ella, y sonrió al ver que se trataba de Aioria.
-Hola- dijo Aioria- ¿qué tal, las cosas con...tu hermano?-
-Regular- dijo Marín, dejando escapar un suspiro- estoy preocupada por él-
-¿Y eso porqué?-
-Touma está muy triste aquí- dijo Marín- lleva apenas un par de horas y ya está totalmente deprimido-
Aioria alzó una ceja. La verdad Touma no le importaba, pero Marín sí.
-¿Y no hay nada que podamos hacer para que se sienta mejor?-
-Si lo supiera, ya lo habría hecho- dijo Marín.
Mientras tanto, Touma levantó la vista y vio a su hermana platicando con un caballero dorado. Y no cualquier caballero dorado, sino el que le había lanzado una mirada furiosa más temprano.
Al principio, el ángel sintió verdaderas ganas de ir a romperle la cara al caballero, pero desistió en su idea, ya que había prometido a su señora Artemisa y a Atena que se comportaría y no buscaría pelea con los caballeros. Una sonrisa astuta y maliciosa se dibujó en los labios de Touma al ver en los ojos del caballero y el ligero rubor en sus mejillas... así que Aioria estaba enamorado de su hermana.
Marín miraba distraída el horizonte mientras Aioria trataba de entablar conversación con ella.
-Oye Marín- dijo Aioria. La chica levantó el rostro para darle a entender que lo estaba escuchando- hay algo que quisiera decirte... -pero una voz lo interrumpió.
-¡Marín!- gritó Touma.
-¿Qué pasa, Touma?- preguntó Marín.
-Antes de que lo olvide- dijo Touma- ¿podrías decirme dónde voy a dormir?-
-Claro- dijo Marín- tu habitación está cerca de las Doce Casas-
-¿No podrías hablar con Atena? No quiero compartir la habitación con Seiya...- dijo Touma. Marín se encogió de hombros y sacudió la cabeza. Luego se aclaró la garganta- perdón, Aioria, ¿qué me decías?-
Touma se volvió con una sonrisa maliciosa hacia Aioria, quien ahora estaba tan rojo como un tomate, pero ahora de furia. Furioso era poco para describir a Aioria porque al parecer Touma no tenía intenciones de irse.
-Nada...- dijo Aioria entre dientes- no es nada importante-
-Bueno...- dijo Marín.
Aioria le lanzó una mirada de franco odio a Touma, quien le devolvió una similar, pero con una sonrisa de triunfo. En esta guerra de miradas ganó el pelirrojo, haciendo que el caballero aparte la vista fastidiado.
-Tengo que volver a la casa de Leo- dijo Aioria- te veré luego, Marín-
Marín asintió. Touma sonrió mientras Aioria se alejaba de mal humor. Ya había encontrado algo interesante que hacer. Le haría la vida imposible al caballero, y no dejaría que se acerque a su hermana.
-Bueno, Touma- dijo Marín- yo tengo que volver al recinto de las amazonas. Te veré luego...-
Lo anterior Marín lo dijo con un tono de amargura en su voz. Touma la miró interrogante, pero ella sacudió la cabeza y se fue. El ángel se rascó la cabeza y se encogió de hombros.
'Maldita máscara' pensó, 'ni siquiera puedo ver que le sucede a mi hermana...'
Pero un sonido interrumpió sus pensamientos. La música de una flauta. Pero esa hermosa flauta tenía que tener algún poder sobrenatural, o ser tocada por un ser verdaderamente divino.
Atraído por el dulce sonido, Touma comenzó a acercarse a la entrada del recinto de las amazonas. No entró, sino pasó muy cerca de la entrada y siguió la música hasta una colina. Al fondo, había un pequeño valle lleno de flores. Y ahí la vio.
Había una chica sentada en el pasto, dándole la espalda, y mirando hacia el sol de media tarde. Llevaba la ropa de una amazona, y sus largos cabellos azules bailaban con el viento. En sus manos tenía una flauta de plata, y sus dedos se movían con rapidez y delicadeza para ejecutar la hermosa melodía.
Touma se sentó cerca de ella, embelesado, a escucharla sin interrupción. La chica no se percató de la presencia del ángel detrás de ella, tal vez porque Touma sabía esconder su cosmo muy bien.
De pronto, la chica dejó de tocar. Touma escuchó un sollozo y vio que la chica lanzó su flauta lejos y luego se dejó caer hacia delante, escondiendo su rostro entre sus brazos y entre las flores que había, para llorar amargamente.
Touma sintió un vuelco en su corazón. No pudo soportar solo mirar a esa criatura llorar. Recogió la flauta de plata y puso su mano sobre la cabeza de la chica. Ella levantó la vista, asustada, y Touma admiró sus hermosos ojos color rosado. La sonrisa de Touma pareció tranquilizar a la chica.
-No deberías tirar esto- le dijo Touma, entregándole la flauta de plata- eres muy buena para esto-
-Gracias- dijo ella tomando la flauta, ligeramente sonrojada, tal vez porque había estado llorando.
-No es nada- dijo Touma- ¿y porqué llorabas?-
-Yo... es que mi hermano me envió a este sitio, para convertirme en amazona- explicó la chica- pero Shaina me dijo que soy muy débil y que no sirvo para amazona...-
-No llores- dijo Touma, limpiándole una lágrima con su índice- apuesto a que te ves más bonita sin lágrimas...-
En ese momento, la chica se asustó de nuevo, cayendo en cuenta de que no tenía su máscara, y que un hombre había visto su rostro, así que lo escondió bajo sus manos.
-¿Qué pasa?- preguntó Touma.
-Es que... se supone que no debes ver mi rostro...- dijo la chica- ningún caballero o guardia del Santuario puede hacerlo... soy una amazona, ¿sabes?-
-Lo sé- dijo él- pero no importa esa tonta regla de las amazonas. Mi hermana también es amazona, y he visto muchas veces su rostro. Además, yo no soy ni un caballero ni un guardia del Santuario- agregó Touma algo indignado.
-¿Ah, no?- dijo ella, descubriéndose el rostro- ¿entonces quién eres?-
-Un ángel- dijo Touma- me llamo Touma de Icaro, y sirvo a la diosa Artemisa... ¿y tú como te llamas?-
-Yo soy Melody- dijo la chica.
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CONTINUARÁ...
Megu-chan: parece que tienes poderes de clarividencia, porque es precisamente lo que planeo para esos dos chicos... ¡gracias por tu review!
Misao CG: Mil gracias!
Shadir: exacto! Gracias por tu review!
Remsie: eso mismo va a pasar... ya sabes como son los hombres jeje (perdón a todos los hombres) gracias por tu review!
Naomi: pues verás... el final... pues, em... es un poco... o sea... pues la verdad no sé, está bien extraño... espero que pronto salga la saga de Zeus para saber que demonios sucede (cabe mencionar que vi la película sin subtítulos) jajaja no es cierto, gracias por tu review!!!
Marín: hola! Supuestamente actualizo los lunes y jueves, salvo que tenga algo que me lo impida (guardia o examen) pero fuera de eso, esos son mis días... tal vez con este fic me tarde un poquillo más... gracias por tu review!
Atalanta: hola! Mmm bueno, ya te dije que no me llegaron los mails, pero ni modo, gracias de todas maneras. Mis saludos a Shaina y Kasu. La verdad no estoy segura cual es cual (teseo y odiseo) pero ni modo, luego arreglo eso. Espero que tú tmb actualices pronto. Gracias por tu review!!!
Crystal-dono: mil gracias por tu review, también a mí me encanta esa parejita...
Fenixgirl: yo tmb los veía desde chiquilla, jeje, gracias por tu review y los ánimos que me das! La verdad no me siento vieja, aunque lo sea jeje...
Lady Grayson: gracias por tu review!!!
Sadick-chan Ligott: lamento decepcionarte, pero no será así... claro que leeré tu fic (cuando tenga tiempo, porque ahorita apenas sí puedo actualizar) y gracias por tu review!!
A los demás: gracias por seguir leyendo, y manden reviews!!!!
Abby L. / Nona
