CAPITULO 11: FIN DEL ASUNTO OLIMPO
Santuario de Atena
-¿Dónde demonios habían estado todos ustedes?- rugió Saori tan pronto como aparecieron en las Doce Casas.
Milo, Mu y Aioria sintieron una gruesa gota de sudor. Con la prisa, se habían olvidado por completo de avisarle a Saori o Shion de su salida.
-¡Tres caballeros dorados!- bramó Saori- ¡sin avisar nada!¡quiero explicaciones!-
Los tres respiraron muy hondo. Mu tomó la palabra y habló tranquilamente de lo que había ocurrido desde que sintieron ese extraño cosmo en el recinto de las amazonas, sin mencionar que Shaina había atrapado a Touma en el recinto.
-Así que Melody volvió con Sorreto- dijo Saori, ya más tranquila- menos mal, un problema menos... aunque creo que mañana la traerá de nuevo...-
-Em...¿Atena?- dijo Shion en voz baja.
-¿Sí?-
-Debería dejar que los caballeros, Marín y Touma vayan a dormir, ya casi amanece y no han dormido nada en toda la noche-
-Tienes razón, Shion- dijo Saori, y se volvió a los caballeros- váyanse a dormir, y si alguna vez vuelva a suceder algo parecido y tienen que salir, avisen, por favor...-
Los tres caballeros asintieron y volvieron a sus respectivas casas. Aldebarán acompañó a Marín y Touma al recinto de las amazonas y a la habitación de Seiya, respectivamente.
-¿Touma?- exclamó Seiya al verlo llegar- ¿qué...?-
-Larga historia, Seiya- dijo Touma- te la contaré mañana, estoy muerto...-
Y así nada más, sin cambiarse, se tendió sobre la cama y se quedó dormido.
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A la mañana siguiente, Aioria despertó con una enorme sonrisa. No había sido un sueño. Había salvado a Marín de un malvado mercenario y de dos parientes lejanos de los dinosaurios llamados Sandie y Maggie. La idea aún le daba risa.
Después de bañarse y vestirse, fue a asegurarse de que Milo estuviera bien. El caballero de Escorpión dormía plácidamente a pierna suelta, lo cual Aioria interpretó como una buena señal.
Ya había pasado el mediodía, y Aioria salió a buscar a Marín. La encontró fuera del recinto de las amazonas, hablando con Touma.
-Hola, Aioria- sonrió Marín al verlo. Aioria no pudo ver su sonrisa, escondida como estaba tras la máscara de plata.
-Buenos días- dijo el caballero. Touma sonrió.
-Bueno, hermanita, te veré más tarde- dijo Touma- prometí a Seiya y los otros que los vería...-
Aioria sonrió. Sabía que no era cierto, y estaba feliz de que el ángel mantuviera su promesa a pesar de que Melody ya no estaba en el Santuario.
-Extraña amistad tiene mi hermano con Seiya- comentó Marín- yo creí que no lo podía ni ver...-
-Muy extraña- agregó Aioria sin dejar de sonreír.
-Oye, Aioria- dijo Marín- quería agradecerte por lo de ayer... no lo hubiera contado de no ser por ti-
-Exageras- dijo Aioria- de todas maneras, Milo y los otros me ayudaron bastante-
Marín se quitó la máscara, sonrió y dejó un leve beso en la mejilla del caballero de Leo, quien lo recibió sonrojado.
-Te veré luego- dijo Marín, volviendo al recinto.
-Oye, Marín- la detuvo Aioria, tomándola del brazo- ¿quieres salir conmigo... otra vez?¿esta tarde?-
Marín sonrió.
-Me encantaría-
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-Anímate, Touma- dijo Seiya, dando una palmada en la espalda del ángel. Touma parecía deprimido.
-Hola, Touma- dijo una voz femenina. Touma se dio la vuelta, incrédulo. Era Melody, acompañada de Sorreto, quien estaba ahora frente a él, sonriéndole.
-¿Me...me... Melody?- tartamudeó- ¿volviste?-
-Así es- dijo Melody, levantando la vista hacia su hermano mayor.
-He venido a agradecerles lo que han hecho por mi hermana- dijo Sorreto- no hubiera podido sacarla de ahí sin su ayuda...-
-No hay nada que agradecer, Sorreto- dijo Touma.
-Te veré luego, Melody- dijo Sorreto. Melody abrazó a su hermano, y éste desapareció.
-¿Y bien?- dijo Melody-¿Marín está bien?-
-Muy bien- dijo Touma- me da gusto volver a verte...-
-Sí, a mi también...- sonrió Melody.
En ese momento llegaron Odiseo y Teseo, los otros dos ángeles de la diosa Artemisa. Ambos estaban muy serios, y tenían una mirada muy sombría.
-¿Ustedes?- preguntó Touma, palideciendo.
-Touma, Zeus ya ha tomado su decisión, y ordena que nos acompañes para que la escuches- dijo Odiseo.
-De...de acuerdo- dijo Touma, algo nervioso. Se volvió a Melody- te veré luego- y vio que Seiya le sonrió con los pulgares arriba.
-Suerte- le dijo Melody en voz baja, aunque un poco triste.
Touma siguió a sus dos compañeros hacia el Olimpo. Antes de llegar, los dos ángeles le lanzaron una mirada de tristeza.
-¿Porqué lo hiciste?- preguntó Teseo.
-¿Hice que?- preguntó Touma, aunque ya tenía la idea.
-No rompiste el vínculo humano que tienes- dijo Teseo- lo aumentaste, al ir a salvar a tu hermana y a esa chica... a pesar de que te lo advertimos...-
-Supongo que... soy humano, después de todo, y por más servicio que preste a la señora Artemisa, sigo sintiendo compasión, piedad y amor...-
Teseo y Odiseo guardaron silencio, pero siguieron mirándolo con tristeza. Cuando por fin llegaron al Olimpo, se dirigieron a la cámara de Zeus.
Touma entró en la enorme sala del trono, la cual estabha rodeada de columnas que parecían sostener el mismo cielo. Zeus estaba sentado en su trono dorado. Era un hombre joven, de cabellos blancos y profundos ojos azules, que parecían penetrar hasta las mismas almans. A su lado derecho, de pie, estaba la diosa Hera, acariciando sus largos cabellos castaños y ondulados. Al lado izquierdo del rey de los dioses estaba Artemisa, también de pie, con una mirada llena de preocupación.
Touma llegó frente a Zeus y se arrodilló junto con sus compañeros.
-Levántate- dijo Zeus con voz autoritaria y un poco molesta. Touma obedeció, pero siguió con la vista clavada en el suelo.
-Touma de Icaro- comenzó Zeus- tu señora me pidió que te permitiera continuar en su servicio y viviendo en el Olimpo a pesar de tu origen mortal y humano, así que decidí ponerte a prueba...-
Hera y Artemisa se miraron entre ellas, pero sin pronunciar palabra. Zeus continuó.
-Tu prueba consistió en mantener la esencia divina que habías conseguido, viviendo en la Tierra como humano. Hiciste bien en guardar fielmente los secretos de los dioses. Pero dejaste que algo creciera en ti... un vínculo humano...-
El corazón de Touma dio un vuelco. Sabía que hablaba del mismo vínculo que tenía con Marín, del cual Mu le había hablado.
-Sin querer formaste más vínculos: con tu hermana, con una chica y con los caballeros, aumentando así tu esencia humana...-
Artemisa hizo el ademán de decir algo, pero Zeus continuó.
-Sin embargo- dijo Zeus- sabías eso y sacrificaste tu oportunidad de volver aquí para salvar a tu hermana. Y estás muy equivocado si crees que el amor es un sentimiento exclusivo de los humanos...-
Touma levantó la vista.
-Demostraste tu valor y pasaste la prueba- dijo Zeus- así que puedes volver al Olimpo y al servicio de mi hija Artemisa- se volvió hacia ella- no puedo privarte de un guerrero tan valioso, hija mía-
Artemisa sonrió.
-Gracias, padre- dijo la diosa.
Touma sonrió también, pero su alegría desapareció pronto al recordar el Santuario y a Melody.
-Mi señor- dijo Touma- agradezco su generosidad, pero mi lugar está en la tierra-
Zeus y Artemisa lo miraron sorprendidos.
-Quiero decir- continuó Touma- que no dejaré de servir a mi señora Artemisa pero, con su permiso, quisiera seguir viviendo en la tierra-
Zeus asintió con una sonrisa.
-Es lo justo- dijo.
Touma sonrió, se despidió de su señora y de los otros dos ángeles y volvió al Santuario, donde Melody lo esperaba.
-¿Qué sucedió?- preguntó la chica- ¿te expulsaron?-
-No- dijo Touma- solo vine por mis cosas...-
Melody puso cara de tristeza, y Touma se echó a reír.
-¡Mentira!- dijo Touma, abrazándola- sigo al servicio de mi señora, pero me quedaré aquí-
-Malvado- exclamó Melody molesta.
-No te enojes- dijo Touma, abrazándola más fuerte- me quedaré porque te quiero...-
Melody lo miró con los ojos bien abiertos. Touma la besó juguetonamente en los labios, y la chica se sonrojó.
-¡Touma!- llegó Seiya de pronto- ¿qué sucedió?-
-Sigo en el servicio de mi señora- dijo Touma con una enorme sonrisa, sin soltar a Melody- pero me quedaré a vivir aquí-
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-¿Lista?- preguntó Aioria.
-Lista- dijo Marín- ¿a dónde iremos?-
-Dudo mucho que quieras volver al café alemán-
-Oh, no- dijo Marín, haciendo un gesto de disgusto- el sitio es hermoso, pero no quiero escuchar una sola palabra en alemán en toda mi vida-
-Como quieras- dijo Aioria.
Decidieron ir por un helado, y luego fueron a caminar a la playa, dejando que las pequeñas olas bañen sus pies, mientras Marín cargaba con sus sandalias en la mano izquierda y Aioria con sus zapatos.
Ya había anochecido, pero la luna los iluminaba lo suficiente.
-Que hermosa noche- comentó Marín- no hay nubes, y la luna y las estrellas se ven muy bien...-
-Muy hermosa- dijo Aioria- oye, Marín, hay algo que tengo que decirte-
-¿Sí?- dijo Marín.
-Verás...- comenzó Aioria, pero una voz los interrumpió. Era Seiya.
-¡Marín!¡Marín!-
-¿Qué pasa, Seiya?- preguntó ella.
-¡Touma se quedará en el Santuario!- exclamó el caballero de bronce.
-¿Qué dices?- dijo Marín- ¿lo expulsaron?-
-¡Zeus le permitió quedarse, pero él decidió quedarse con nosotros!-
-Eso es genial, Seiya- dijo Marín- luego iré a verlo...-
-Nos veremos al rato, Seiya- dijo Aioria.
Pero Seiya no captó la indirecta ni parecía dispuesto a moverse de su sitio. Aioria puso los ojos en blanco. Milo y Touma llegaron en ese momento.
-Hola, Marín. Hola, Aioria- dijeron los dos a coro. Touma golpeó a Seiya en la cabeza y Milo se lo llevó arrastrando de ahí, seguido por el ángel, y murmurando algo como 'nos vemos luego'.
-¿Qué les sucede?- preguntó Marín, algo confundida.
-Ni idea- sonrió Aioria.
-¿Y que me ibas a decir antes de que Seiya llegara gritando como loco?- preguntó Marín, recordando la anterior conversación.
-Marín- dijo Aioria, tomando la mano libre de Marín ente las suyas- te amo-
Marín abrió los ojos desmesuradamente y dejó caer sus sandalias a la arena.
-¿Qué dijiste?- dijo ella, tomando las manos de Aioria.
-Que te amo- dijo Aioria. Marín dejó escapar un grito de alegría y abrazó a Aioria.
-¡Yo también a ti!- exclamó ella- ¡creí que nunca lo dirías!-
Milo y Touma observaron la escena desde lejos, con una enorme sonrisa, mientras esperaban a que Seiya recuperara la conciencia.
-Misión cumplida- dijo Milo con una sonrisa.
-Me alegra que este asunto haya terminado por fin- dijo Touma.
-¿Acabado?- dijo Milo- ni hablar... tú y Aioria me deben una noche en el Gypsy Moon-
-Oh, no- exclamó Touma.
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FIN
A todos: Espero que hayan pasado una muy Feliz Navidad, mil gracias por todos sus reviews, y estén al pendiente, el miércoles voy a publicar la segunda historia de la serie, que se trata de Milo. Espero que terminen el año con el pie derecho, y que en el próximo todos sus sueños se hagan realidad.
Abby L. / Nona
