Una gran empresa la cual era muy importante para el país y el dueño era el señor Inu no Taisho, él era muy respetado por todos igual que sus 2 hijos. El mayor se llamaba Sesshomaru, tenía un rostro que aparentaba estar siempre tranquilo, le gustaba la soledad por eso ignoraba a muchas chicas de la empresa que se acercaban queriendo tener algo con él. El hijo menor era Inuyasha quien era todo lo contrario a su hermano mayor, le gustaba mucho la compañía de sus amigos y si entre ellos habían chicas lindas mucho mejor.

Como a todos los seres humanos la vida en algún momento llegaba su fin y esto se lo planteaba el señor Inu en varios momentos por eso quería que sus hijos se casaran y así iban a tener su empresa y cuando ya no estuviera, pudieran tener a alguien apoyándolos, cómo le pasó a él. Pero esta idea no les gustó en lo absoluto a ninguno de los hermanos, ellos solo querían ser dueños de la empresa, como estos 2 eran demasiados tercos el padre les hizo un trato y este consistía que el primero en casarse, él le dejaría la empresa, entonces aceptaron sin tener más opción.

Un día en la fría mañana una muchacha llamada Rin se apuraba en su departamento ya que le había cogido tarde para irse al trabajo, cogió un pantalón negro, una blusa larga amarilla que tenía pequeñas cerezas dibujadas por varias zonas y las botas de tacón negras que siempre amaba usar, peinó su cabello y preparó su bolso y recogió su abrigo, ya lista para irse.

Al llegar se apura a coger el ascensor que estaba abierto en ese momento, pero cuando ya estaba dentro de aquel se había dado cuenta de que allí se encontraba el señor Inu no Taisho, o sea su jefe junto a sus hijos y después de despertar de su despiste los saluda con una linda sonrisa que detrás ocultaba un poco de vergüenza por ser tan distraída y al llegar a su piso se despide otra vez con su sonrisa de antes.

-Esa chica me agrada- Dijo Inu no Taisho a sus hijos cuando cerró el elevador.

-Es la primera vez que la veo y por la oficina que abrió parece ser la nueva directora comercial de la empresa- Dijo Inuyasha.

-Exactamente- Le contesta su padre.

-Es una chica muy linda intentaré acercarme a ella- Dijo coqueto el hermano menor.

-Y a ti Sesshomaru que te pareció la chica- Pregunta su padre.

-Parece ser tonta y distraída- Contesta solamente con su fría voz.

-Acaso no te gusta ninguna mujer- Exclama Inuyasha para después se abrieran las puertas del ascensor y caminara rápidamente frente a ellos una linda joven de cabello oscuro y con unos papeles en su mano, Inuyasha la siguió con la vista hasta no verla, cuando su trance pasó, se dio cuenta de que lo habían dejado solo.

Muchas horas después:

Ya eran las 11:00PM y la empresa Taisho se veía totalmente vacía, a excepción de Rin que se había quedado hasta tarde para poder quedarse en casa al día siguiente.

-Por fin pude terminar!- Exclamó feliz Rin recogiendo sus cosas- Me imagino que esté sola en toda la empresa porque no escucho ningún sonido.

En realidad no estaba sola en la empresa también se encontraba Sesshomaru que siempre se quedaba hasta tarde para poder irse solo sin que nadie lo molestara.

Ambos caminaban por diferentes pasillos pensando que estaban solos, no se sabe cómo pero al final se encontraron en la sala donde se encontraban los ascensores, ambos tomaron el mismo.

-Wow, pensaba que a esta hora todos se encontraban en sus casas descansando- Dijo Rin.

-Desgraciadamente tú estás aquí- Suspiró Sesshomaru.

Emma... Dijiste algo- Pregunta la joven mirándolo, este solo la ignora.

Unos segundos después:

Todo estaba en un profundo silencio hasta que un raro e inesperado sonido movió al ascensor, haciendo que quienes se encontraban se aguantarán de unas barandas que tenían cerca.

-Qué pasó- Pregunta la chica, el hombre solamente la ignora otra vez, molestándola un poco, entonces él se acerca a los botones del ascensor, toca el último número que era el piso a dónde iban pero el elevador no se movió, tocó esta vez el botón que habría las puertas pero tampoco funcionó. Se estaba empezando a molestar y empezó a tocar varios botones a la vez, después de unos segundos Rin lo detuvo, cogiéndole del brazo.

-Cálmate, tal vez si esperas un poco vuelva a funcionar, se habrá parado unos minutos- Le dijo intentando sonar lo más positiva posible, pero en realidad ella misma se estaba estresando por la situación.

-No creo- Dijo Sesshomaru sentándose en el suelo para respirar un poco- Espero que ella tenga razón y esto sea por unos minutos porque sino...- Pensó.

-Oye!, No seas tan negativo con eso no vas a solucionar nada- Exclama para después sentarse en una esquina a esperar unos minutos.

Pasado esos minutos Sesshomaru se levantó a volver a tocar el botón que iba para el último piso.

-Y funcionó- Preguntó Rin, acercándose a él.

-No.

Esta respuesta que le había dado había asustado mucho a la chica- Eso significa que vamos a estar encerrados aquí y no sabemos hasta cuándo- Pensó Rin, ella se alejó del hombre y se sentó en la esquina donde estaba antes, se llevó sus rodillas al pecho y se tapó el rostro con sus manos para que no la viera llorar.

-Por qué me pasó esto a mí..., tal vez... si hubiera hecho solamente el trabajo de hoy,... ya estuviera en mi casa- Tartamudeaba bajo la joven, el hombre seguía tocando botones hasta escuchar las palabras tristes que decía la chica, se giró y la vio como si fuera una niña que habían regañado sus padres, de repente sintió lástima hacia ella.

-Intentaré llamar a mi padre que él es el único que nos puede sacar de aquí a estas horas- Dijo Sesshomaru, ella se secó las lágrimas para poder mirarlo, él revisó su bolsillo sacando su teléfono pero cuando lo intentó encender no respondía,- Revisa tu teléfono, tal vez tengas carga.

Rápidamente Rin revisó su bolso y sacó su móvil, tenía muy poca carga pero al menos creía que podía hacer una llamada, se levantó y le entregó su teléfono al hombre, este marcó el número de su padre pero justamente cuando estaba marcando, se apagó el celular.

-Se apagó- Le dijo entregándole el móvil a la chica.

-Genial, justamente hoy tenía que pasarme todo lo malo- Dijo Rin guardando su teléfono en su bolso y en un momento inesperado le da un fuerte golpe a la pared del ascensor, mostrando lo que sentía en esos momentos.

Iba a dar otro golpe y quería que fuera más fuerte que el anterior pero la mano de Sesshomaru la detuvo.

-Te vas a lastimar, mejor descansa, es muy tarde y por eso estás empezando a hacer estupideces.

-Como quieres que descanse, estoy encerrada en un ascensor, sin saber cuándo me sacarán de aquí, estoy asustada nunca he estado en este tipo de situaciones- Dijo Rin pegando su cabeza a la pared y sacando otra vez sus lágrimas, su cabello castaño le ocultaba el rostro.

Sin saber que decirle, la dejó llorar hasta que se calmara y descansara y así fue, unos minutos después la chica se sentó en el suelo e intentó calmarse y cerró sus ojos para caer en un profundo sueño.


Continuará...