Capítulo 10: En la penumbra de la luz.

Levanté la vista de la palangana repleta de cristalina agua al ver como una hoja caía e enturbiaba la superficie. El otoño había llegado. Otra hoja dorada bailaba al son del viento, danzando hasta llegar a mi mano estirada. Miré fijamente como los nervios, antes verdes, se cruzaban y se volvían a alejar, adelgazándose conforme llegaban a los extremos, como si perdieran fuerza.

-No lo consigo...- murmuré para mi misma. Puse la hoja cuidadosamente encima del agua, intentando que quedara estática, y incliné otra vez mi cabeza para ver mejor el fondo de la palangana de plata.

Concentré todo mi pensamiento en traspasar la barrera de la luz, aspirando a ver lo que acontecía más allá de esas fronteras. Intenté dejar mi mente en blanco, concentrando todo en el deseo puro.

El agua se había vuelto negra, niebla de pesadilla. Los relampagueos cortaban la oscuridad creciente. Chispas que encendían los bordes. Las llamas azules brotaron, envolviendo su cabeza más sin quemarla, consumiéndose hasta envolver solamente la plata del objeto.

Un rojo abrasador se apoderó de la imagen dentro del agua, obstruyendo mi avance. Moví la mano, extendiendo las marinas llamas hasta el interior, domando así lo abrasador con mis heladas luces.

Ví una luz, mi propia esencia me contestaba desde el otro lado, el ser que la llevaba se llevó una mano a ella. Enviándome una plegaria de protección....

De golpe todo se nubló, una figura oscura intentaba verme desde ese lado. Le di de lado. Más volvió a buscarme... Volví a enviar mis llamas azules, intentando hacerlo retroceder. Me contestó con una ráfaga de oscuro silencio que impacto de lleno en mis defensas, haciéndome perder el contacto visual y haciéndome volar lejos de la palangana, que se apagó de golpe dejando, de entre la de nuevo agua, una hoja podrida.

-¡Maldita sea!- me sentía frustrada. Habían pasado tres años desde que conseguí poner mi poder al límite al intentar proteger a mi Irima, desde ese día quería hacer algo más que estar ahí esperando que los otros la protegieran, odiaba ver como la lástima se apoderaba de los ojos de los elfos al creer que era débil y frágil. Solo porque nunca había salido de estos bosques. Quería ser más. Quería controlar el destino. Quería deshacer sus fallos... Quería hacer cumplir la promesa que le habían hecho aquella mañana, al irrumpir el alba su sueño.

-¡No!- Me levanté, sintiendo el mareo que le ocasionó el golpe, pero lo ignoré cogiendo el pequeño cuchillo para cortar plantas que traía.

Fui decidida otra vez a la palangana. Arrojé lejos la podrida hoja, limpiando de nuevo el agua. Cogí fuertemente el puñal con la derecha, haciendo que el filo se adentrara un poco en la carne de mi mano, dejando una pulsante y roja herida de la que goteaba un hilillo de sangre. Dejé el cuchillo a un lado, cogiendo la palangana con la mano no herida e dejándola delante de mí, mientras aproximaba el regalimante hilillo de sangre a la pureza de agua.

Una mano salió de la palangana, cogiendo fuertemente mi muñeca. Una mano hecha del mismo material que el líquido del objeto del cual había salido.

-Para, eso no es momento de hacerlo...- una voz me habló directamente a mi interior. Miré con horror la palangana, donde ahora se veían dos ojos en el fondo, dos orbes cristalinas y claras.- Confía en mi, te guiaré, más no es el momento.- Mi vista comenzó a nublarse, sentí como la mano que me aferraba se disolvía, como si nunca hubiera existido. Caí como una muñeca encima de la hierba. Seguía consciente.

Las manchas oscuras y borrosas aumentaban a cada instante... hasta que mis párpados pesaron demasiado para mantenerse abiertos. Caí en el sueño profundo. ¿Qué había sido eso?...

Veía un desierto, una flor entre la arena, una caravana a lo lejos. ¿Hombres? ¿Elfos? No se distinguían. Solo dos vestidos completamente con unas togas y capas azules eran reconocibles, dos Istari.

La flor a sus pies se empezó a mover, era desmesuradamente grande, demasiado verde y colora para ser propia de un desierto. La caravana se acercaba.

Se escuchó un llanto. La flor se volvió a mover, un pequeño brazo salió de entre esta. La caravana se aproximaba. Un ejercito venía persiguiéndola, pero le llevaba tres jornadas de ventaja...

La flor se abrió, la oscuridad la rodeó y una fuerte luz salió, siendo opacada con facilidad y volviendo a cobrar fuerza, como si no hubiera un equilibrio entre las dos fuerzas...

...Elaëar...

Intentó aproximarse más, quería saber qué era eso.

...¡Elaëar!...

La caravana ya estaba a tocar, pero seguía viéndose borrosa.

-¡¡Elaëar!!- abrí los ojos asustada por el grito. Amarië fue lo que encontré delante de mi- ¿Has vuelto a intentar ver más allá?- preguntó con cara de preocupación y reproche mezcladas.-¡¡Dime!!- me zarandeó, demostrándome lo mareada que me sentía al moverme totalmente como una muñeca de trapo.

-Amarië...- encontré fuerzas para susurrar.- por favor, déjame de nuevo en el suelo...- arrastré mi mano hasta mi frente, donde sentía presión y calor. El contacto con mi fría mano me alivió un tanto. Intenté recordar el sueño, ponerle orden...

Un desierto, una flor, alguien al horizonte... ¿Se suponía que eso era parte de la guianza?...

Intenté incorporarme para encontrarme sin fuerzas para alzarme del lecho de hierba y de confusiones.

-¿Te encuentras bien?..- la preocupación de Amarië no tardó en volver a la superficie al verme sin fuerzas.

-Sí... solo que... estoy cansada....- mis párpados no aguantaban abiertos, cada vez más fatigados a cada segundo que seguían aguantando la mirada al cielo- Siento... preocuparte... tanto- Un suspiro.

Simplemente me dejé caer.

Y unos brazos me sujetaron dulce y amorosamente. Me levantaron, anduvieron aguantando mi peso y andando y acunándome cual niña y apretándome contra ese corazón que latía en mi oído.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Una niña corría detrás de los caballos blancos de los huéspedes de Imladris, era la primera vez que los veía. Una chica de cabellos dorados y ajos azules la levantó, para que pudiera tocar el cabello del cuello de los cuadrúpedos, cosa que la pequeña hizo extasiada, observando cada una de las hebras plateadas brillar con la luz que reflejaban del sol mañanero.

-... Amarie... ¿De dónde són?..- pregunté aun con la mano en la crin y con una sonrisa adornando su rostro.

-Són de Imladris, Elaëar del otro lado de las montañas, hacía el oeste.- Sonrió delante de mi curiosidad.

-¿Y es bonito aquello?- pregunté al caballo. Este solo continuó pastando, moviendo la cola.

-Claro que sí que es bonito...Cuando se entra la luz del sol te da la bienvenida iluminando, entre las nubes, el valle. En medio de este, una gran cascada de agua cristalina y plateada lo divide, dejando a un lado un hermoso bosque compuesto de llanas y arbustos de todas las clases. Al otro lado una magnifica población compuesta de muchos habitajes que parecen un solo palacio se integra en el paisaje, como si siempre hubiera estado ahí y nunca se hubiera construido por hábiles manos...

-¿Me llevarás algún día?- pregunté llena de ilusión, quería ver esos mundos que habían visto el caballo. Pero Amarië desvió la mirada, demorándose en contestar.

-¿Te gusta el caballo pequeña?- De entre los árboles apareció un elfo de cabellos negros que se nos acercó sin ninguna prisa y riendo cariñosamente.- ¿Te gustaría subir?- Ahora se inclinó a la vez que me hacía la pregunta. No tardé ni dos segundos a contestar.

-¡Claro que sí! ¿Podría dar una vuelta? ¿Puedo Amarië? ¿Puedo?- Miré directamente a los ojos azulados, encontrando un poco de duda dirigida al caballo.

Finalmente asintió lentamente.

-Si, pero...- se giró hasta encararse al elfo visitante- No traspaséis las fronteras, ni os acerquéis a ellas, si lo llegarais a hacer la dama Galadriel se disgustaría...

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Sentí como era depositada en un blando colchón, llegando a mi olfato aromas de rocío secándose entre las hojas más altas. Una mano me acarició el pelo mientras me volteaba para encarar a mi compañera, a mi hermana, desde hace tanto tiempo como memoria tenía. Ella sonrió. Me regaló una sonrisa que muy pocos lograban ver en ella, una dulce, brillante pero simple y galán, llena de una ternura imposible.

-¿Quieres que te cante?... – preguntó, recordándome cuando era niña otra vez, cuando sus cantos me tranquilizaban.

-Por favor... Amarië...- Me acurruqué con mis pocas fuerzas hacía ella, que se había medio echado también encima del colchón. Y una suave melodía empezó a inundar esa estancia, no hacía falta música, con las solas notas de la garganta de la elfa de mi lado bastaba:

- Vine aquí, sé què estàs cansada, els ulls s'et fan petits, deixem abraçar-te, tendrement i calla, que és molt tard i ha arribat l'hora de dormir

Posa el cap a la meva falda i deix la meva mà espantar els fantasmes que t'emoïnen i t'espanten, tanca els ulls, que jo et vigilo des de aquí

Dorm tranquila i diguem bona nit deix que et porti en braços fisn els llit jeu ven a la vora saps que no estàs sola mentre et dic a cau d'orella bona nit

Pel balcó, la lluna t'esguarda i sé que et fa un petó, res no té importancia fins demà a trenc d'alba quan, de sobte, t'acaroni la claror

Dorm tranquila i diguem bona nit, deix que et porti en braços fisn els llit, jeu ven a la vora, saps que no estàs sola mentre et dic a cau d'orella bona nit....

Escuché su voz calar dentro de mi, pero un susurro salido de mis labios me traicionó. Diciendo lo que había pensado durante mucho tiempo:

-...¿Por què.... no... se me permite.... salir... de este... bosque?...

- Molt bona nit.


Bueno, aquí otro capítulo. Por cierto la canción que canta Amarië se titula "Bona nit" (¡ Obvio?) y es una de las canciones del grupo de Rock Catalán "Els Pets" (la traducción al castellano seria mas o menos "Los pedos" U), si nunca la habéis escuchado os recomendaría que lo hicieseis, ya que es como una canción de cuna pero para grandes, incluso a mi me hace dormitar cuando la escucho en el ordenador...

Por cierto, la traducción de la canción:

Vine aquí / Ven aquí

Sé què estàs cansada / Se que estas cansada

Els ulls s'et fan petits / Los ojos se te hacen pequeños

Deixem abraçar-te / Déjame abrazarte

Tendrement I calla / Tiernamente y calla

Que és molt tard / Que es muy tarde

I ha arribat l'hora de dormir / Y ha llegado la hora de dormir

Posa el cap / Pon la cabeza

A la meva falda / En mi falda

I deix la meva mà / Y deja mi mano

Espantar els fantasmes / Espantar los fantasmas

Que t'emoïnen i t'espanten / Que te preocupan y te espantan

Tanca els ulls / Cierra los ojos

Que jo et vigilo des de aquí / Que yo te vigilo desde aquí

Dorm tranquila / Duerme tranquila

I diguem bona nit / Y dime buenas noches

Deix que et porti / Deja que te lleve

En braços fisn els llit / En brazos hasta la cama

Jeu ven a la vora / Échate bien cerca

Saps que no estàs sola / Sabes que no estas sola

Mentre et dic a cau d'orella bona nit / Mientras te digo en la oreja buenas noches

Pel balcó / Por el balcón

La lluna t'esguarda / La luna te observa

I sé que et fa un petó / Y se que te da un beso

Res no té importancia / Nada tiene importancia

Fins demà a trenc d'alba / Hasta mañana al romper el alba

Quan, de sobte, t'acaroni la claror / Cuando, de golpe, te acaricie claror

Dorm tranquila / Duerme tranquila

I diguem bona nit / Y dime buenas noches

Deix que et porti / Deja que te lleve

En braços fisn els llit / En brazos hasta la cama

Jeu ven a la vora / Échate bien cerca

Saps que no estàs sola / Sabes que no estas sola

Mentre et dic a cau d'orella bona nit / Mientras te digo en la oreja buenas noches

Molt bona nit. / Muy buenas noches.

"A cau" es una expresión catalana que suele significar estar muy cerca de una cosa, "a cau d'orella" es más como estar susurrando en la oreja, por que normalmente no se grita, y si es ese el caso se utiliza la palabra que significa "grito": va cridar a cau d'orella. ( :D yo y mis clases de lengua catalana.... U.U)

Puede que en próximos capítulos ponga una de este mismo grupo que se llama "Sebastià", si la conocéis puede que ya podáis observar hacía donde irá la historia.