Salutaciones y sean bienvenidos a esta historia donde oficialmente la manejaremos entre mi amigo Demon y su servidor aunque claro recibiremos la ayuda ocasional de Izanagiomega.
Pero ya vasta de charla iniciemos con el cap.
Dos semanas habían pasado desde la excursión a Forever Fall. Dos semanas que nuestro héroe había pasado en el hospital, tratando de recuperarse de lo que fuese que le paso tras calmar su ansia asesina dirigida al Team CRDL.
Según los médicos, perdió el conocimiento debido a una mezcla de estrés mental junto a un desgaste físico extremo que ellos no sabían cómo explicar. Pero además de eso poseía una excelente salud, calmando los nervios de sus amigos.
Excepto por dos de ellos que ni siquiera fueron al hospital para ver el estado del castaño. Esas eran Weiss y Blake, ellas estaban más concentradas pensando en lo aterrador que se vio en el bosque, además de haber notado que ahora poseía otro guantelete y claro está el hecho de que lanzó fuego de su boca… ¿Cómo era eso posible?
Pero volviendo con Issei, este estaba tumbado en la cama mirando al techo, pensando en lo que pasó cuando despertó en el hospital.
Flashback_
Los ojos de Issei se abrieron mientras se levantaba lentamente de la cama. Lo primero que hizo el Sekiryuutei fue inclinarse sobre el costado de la barandilla de la cama del hospital y tosió violentamente. Nunca se había sentido tan agotado en su vida. Sus brazos temblaban, tratando de sostener su peso mientras seguía tosiendo. Ugh, siente como si lo hubiera atropellado un camión de carga seguido de un desfile completo.
-'Me siento hecho mierda'.
Lentamente se arrastró hasta quedar sentado. Sentía la garganta seca y en carne viva, además que la cabeza le daba vueltas. Se la agarró por el dolor punzante que le dio. Sentía como si lo golpearan con un martillo… Se pregunta si esto es lo que se sentirá una resaca.
-(Vale chico, no te muevas tan rápido.) – reprendió Ddraig.
-¿Qué sucedió? – Issei gimió, sin importarle hablar en voz alta.
-Diría que mucho, Sr. Hyoudou. – Ozpin fue quien respondió. Issei no pareció sorprendido cuando se volteó para encontrarse con el Director junto a la puerta. – Gracias a ti, todo un equipo de primer año ha sido puesto en cuidados intensivos. – Podía notar tono de reproche en la voz del director, pero él no se vio afectado en lo más mínimo y solo le devolvió una mirada de reto.
-Tch, tienen suerte que solo sea eso. – Issei se recostó en la almohada y cerró los ojos. – Quería hacerlo mucho peor. Pyrrha, Ruby y Yang son la única razón por la que no están en la morgue.
-¿Qué hubiera logrado eso, Sr. Hyoudou? – Cuestiono Ozpin tratando de mostrarse lo más autoritario posible, cosa que solo se ganó una risa burlona del castaño.
-Te habrías librado de unos estudiantes más que problemáticos. Nadie aquí los habría extrañado.
-Eso es-.
La protesta de Ozpin murió antes de completarse cuando el castaño se sentó de golpe mientras le lanzaba una mirada que demandaba silencio, mientras un leve destello verde se dejaba ver en ellos.
-Ahórrate tu mierda de santurrón, Ozpin. – gruñó Issei. – No me importa lo que digas. El comportamiento del Team CRDL se debe a TÚ error. Los maestros no los reprenden, una decisión que sé que es tuya porque los he visto castigar a otros. Cometieron el error de llevarme a mi límite al atacar a mi compañera y tomé las cosas en mis manos. La pregunta es, ¿Porqué tú, el director de la academia, los dejaste ir continuamente?
Ozpin se quedó en silencio por un momento. Era tanto el silencio que hubiera sido capaz de escuchar el sonido de un alfiler caer.
-Tú no entiendes. – Finalmente Ozpin decidió volver a hablar y su respuesta fue una que no le gusto al castaño. Ya parecía a nada de levantarse y golpearlo en la cara.
-¿¡Entender qué por la puta madre!? – Issei casi parecía rugir estas palabras, pero al momento de terminar volvió a tomarse la garganta con dolor. – Es fácil entender que lo que hace Cardin está mal. Y el hecho de que continuamente no hagas nada al respecto es lo que lo hace hacer lo que hizo.
-Su padre está en el consejo. – Ozpin finalmente dijo antes de soltar un suspiro cansado.
-¿¡Que mierda de explicación es esa!? – Issei gritó y volvió a caer en la cama con un gruñido. Su dolor de cabeza era peor ahora. – Esa es una excusa de mierda, Ozpin. Hasta donde sé TÚ también tienes un puesto en el consejo con él. Eres el director de la mejor academia de cazadores del mundo. Tu trabajo es entrenar protectores, no matones. ¿A quién mierda le importa un carajo de quién es hijo ese imbécil? Lo que debería importarte es proteger a las personas, no estupideces de nepotismo.
-¿¡Realmente crees que es tan fácil como eso, Issei!? – Ozpin preguntó con enojo, el estrés finalmente se filtró a través de su máscara. Sus anteojos se deslizaron por el puente de su nariz y sus fosas nasales se abrieron mostrando los primeros signos de que no todo estaba bajo control.
-Claro que no lo sé, por qué cierto imbécil se ha empeñado en mantenerme a oscuras. Así que iluminame Ozpin. – Respondió Issei. El sarcasmo y la molestia eran claros en sus palabras. Los ojos de Ozpin se abrieron y el chico continuó. – Dios dijo que eras una pieza importante para salvar este mundo. Él dijo que habló directamente contigo. No con Glynda, no con Port, no con Oobleck y no con cualquiera de mis amigos. Habló directamente contigo y sin embargo, ellos se han tomado la lucha contra los Grimm con mucha más proactividad que tú. Desde que llegué aquí, no has hecho nada más que sentarte tras tu escritorio y jugar al director mientras los Grimm continúan atacando y matando a más personas. Te sentaste en esa torre y empujaste mi entrenamiento a los maestros que tal vez ni siquiera saben de la amenaza de la cual ni yo sé. – Issei volvio a incorporarse y vio de nuevo a Ozpin directamente. – Con el poco liderazgo que demuestran, los maestros parecen ser los que dirigen la escuela y apenas se las han arreglado. Si se permite que personas como Cardin y sus compañeros se salgan con la suya o siquiera se les permitiera entrar en primer lugar, demuestra lo incompetente que eres. – Issei suspiró y secó el sudor que se había formado en su frente. – Cualquier confianza que Dios te haya dado, ya no existe para mí.
Hubo un breve silencio. Uno que se sintió como una eternidad para el anciano. Quiso decir algo, pero no pudo. Las palabras de Issei, las palabras de un niño, estaban llenas de razón. No había hecho nada durante años más que enviar a cazadores y cazadoras a pelear y morir, pensando que lo que estaban haciendo estaba ayudando. Incluso había dejado de enseñar personalmente a los estudiantes cómo ser un verdadero Cazador. Y, lo peor de todo, para los que murieron, solo lo usó como combustible para continuar una guerra sin fin. En lugar de tratar de encontrar una manera de detenerla… Todo este tiempo, estuvo jugando a la defensiva cuando no tuvo que hacerlo.
Issei dejó salir todo el aire de sus pulmones y volvió a enfocar su mirada en el hombre mayor frente de él y continuó.
-Fui enviado aquí para ayudar, Ozpin. En mi mundo, actué como un adolecente tonto, pervertido y torpe, cuyo único objetivo era tener tener un harén. Fue porque no sabía del poder que poseía, que fui asesinado y llevo a mi mundo a la destrucción. Todo debido a que yo no hice mi parte. Es debido a la falta de conocimiento y secretos en mi mundo que inevitablemente fue destruido. – Issei tomó un respiro muy tembloroso, conteniendo las lágrimas. No era momento de llorar. – No cometas el mismo error de los que estaban en el poder en mi mundo, y no cometas el error de darme alguna falsa esperanza de permitirme seguir viviendo este sueño ingenuo de un niño. Fue esa ingenuidad la que me mató en mi vida pasada y me dejó pudrirme en un parque como un miserable animal abandonado. Esa parte de lo que una vez fui murió con el cadáver que quedó en mi mundo. Así que sí, tengo bastantes motivos para estar enojado.
Ozpin no supo cómo reaccionar ante eso. Así que por eso su mundo fue destruido… Je, visto de cierta manera, es bastante gracioso como todo se desarrolló porque nadie dijo nada… Y ese era el destino que le esperaba a su mundo por su culpa.
-Mi amiga… No, mi familia casi muere Ozpin. Mientras tu estabas con esa taza de café tuya, ella podría haber muerto… No voy a volver a perder más amigos y familia. Primero eliminaré a aquellos que representen alguna amenaza y eso te incluye a ti y a los que te sigan ciegamente. – Ozpin se quedó en estado de shock. Puro shock sin filtrar. Un déjà vu lo había golpeado de lleno en la mandíbula y los ojos que vio clavados en él ahora le resultaban demasiado familiares. No creía que quedará mucho que pudiera sorprenderlo, y mucho menos impactar.
-[Viste a mi compañero como otro de tus alumnos y peones ciegos. Tal arrogancia ha regresado para patearte en la cara, estupido mago.] – Ddraig habló, haciendo que Ozpin se congelara en su lugar. Su corazón casi se detuvo y la sangre en sus venas se había enfriado hasta el punto que casi parecía hielo picado.
-Espera, ¿Ustedes dos se conocen? – Preguntó Issei con los ojos aún cerrados, pero con notoria sorpresa en su voz.
-[Solo fue una pequeña introducción poco antes de que despertaras.]
-Mmm…
-[No somos de tu mundo, mago. Lo que podemos hacer va más allá de lo que tu o cualquiera consideraría posible.] – Reprendió Ddraig. Era como un adulto explicándole cosas a un niño. Que, en retrospectiva, tiene bastante sentido teniendo en cuenta la edad de Ddraig. – [Incluso ahora, mi compañero ya se ha vuelto más fuerte que la mayoría de tus estudiantes aquí y continuará fortaleciéndose hasta que nadie pueda hacerle frente. Yo que tu no volvería a dejarlo al margen de nuevo, para que no pierdas la esperanza de un mañana mejor.]
Ozpin cerró los ojos y suspiró. Realmente había pasado mucho tiempo desde que recibió una reprimenda. Y parecía ser una que había necesitado desesperadamente. La realidad se estaba imponiendo y el cuento de hadas que quería vivir se estaba desmoronando. Todavía quedaba mucho por hacer y las señales recientes mostraban que había poco tiempo para hacerlo. Fue un fracaso hace tanto tiempo y aún hoy en día lo era.
-Tienes razón. – Ozpin admitió su derrota.
-Nunca dude en tenerla. – Dijo Issei mientras se cruzaba de brazos mirando severamente al director de Beacon, quien lo fulminó con la mirada. Pero solo momentáneamente.
-¿Qué más quieres de mí? – Preguntó genuinamente. Si ellos tienen un mejor plan de acción, realmente quiere oírlo.
-En primer lugar, no más secretos. Si ayudaré a salvar este mundo, necesito saber de qué o quién. – Respondió Issei sin dudarlo. Ozpin asintió. – También te quiero ver tomando un papel más activo. No solo para salvar el mundo, si no como director de la academia. Haz valer tu autoridad. Demuestra el por qué tienes el cargo. No estamos ni a mitad de semestre, así que aprovecha ese tiempo para empezar a mejorar.
-Bien… ¿Algo más?
-Un poco más de confianza en mí no vendría mal.
-Yo confío-.
-No, no lo haces en lo más mínimo Ozpin. Fui enviado por un dios que nada tiene que ver con vosotros para ayudarte. Además, ¿Acaso no he mostrado mi determinación para evitar que lo que le pasó a mi mundo le pase al tuyo? – Comentó mostrándose totalmente serio. Su mirada era una que ningún adolecente debería tener, ni siquiera un estudiante en su academia. Está ardía como un incendio sin control, representando su determinación. También notaba un deje de dolor, pero que parecía avivar más su resolución de no fallar. Una gota de sudor se deslizó por un lado de Las mejillas de Ozpin.
-Ciertamente…
-Bien. – Issei asintió. – Cuento con que tu palabra valga en algo Ozpin.
-Eso no lo dudes. – Él respondió. El castaño pudo notar como sus ojos parecían ganar un nuevo brillo… No, era más como si pareciera recuperar el brillo que una vez tuvieron.
Fin flashback_
-Ugh, ¿Cuánto más tengo que estar en este lugar?
-[Según el doctor Octavius, hoy te daban el alta.] – Respondió Ddraig casualmente.
-Cierto… Todavía me sorprende.
-[¿Qué cosa?]
-Que un faunus sea doctor. Digo, por todo el tema racista y demás pensé que solo habían doctores y doctoras humanos.
-[Si bien tienes razón, te recuerdo que lo mismo pasaba en nuestro mundo. El hecho de que sea un médico muestra que hay esperanza para que las cosas mejoren.] – Ddraig tenía razón. Parece que las cosas no están tan mal en este mundo como él pensó en un inicio. – [Además, el hecho de tener "brazos" extra debe ser de mucha ayuda.]
-Cierto… Todavía me avergüenzo de lo defensivo que me mostré en un inicio. Pero tampoco es como si alguien pudiera culparme. He visto suficiente hentai para saber cómo acaban las cosas relacionadas con tentáculos.
-[Eso es cierto. Hasta yo tengo que decir que no se ve todos los días a alguien con más de dos brazos. Habían criaturas en nuestro mundo así, pero no eran muy comunes… Y de nuevo ¿Por qué eres tan raro como para que eso sea lo primero que se te venga a la cabeza?] – El ser antiguo no recibió respuesta alguna más allá de un silbido nervioso. – [En verdad que eres-.]
Ambos fueron interrumpidos de su charla cuando escucharon la puerta abriéndose. De esta apareció un hombre que ya parecia estar en su cuarenta, de cabello negro corto y unas gafas de proteccion cubrian sus ojos. Tenia puesto una bata blanca inpecable que le llegaba hasta las rodillas y unos pantalones negros con zapatos a juego. Pero lo que más llamaba la atención de él eran esos cuatro tentáculos color azabache que parecían salirle de la espalda. Señoras y señores, con todos ustedes, el Doctor Otto Octavius.
-Bien Sr. Hyoudou, vengo a informarle que ya puede irse. Solo tengo un par de recomendaciones: La primera es que se tome las cosas con calma durante las siguientes semanas. Si bien parece contar de un buen estado físico, no es aconsejable que se sobreesfuerce. Aún no pudimos hallar la causa exacta de su desmayo. – Dijo el Dr. Octavius mientras miraba los resultados de los análisis del castaño en un portapapeles. – La segunda es que le aconsejo buscar ayuda profesional con esos ataques de ira. Su maestra no me dio detalles, pero en mi experiencia puedo ver que tiene como raíz un evento realmente traumático. ¿O me equivoco?
El castaño se tenso ante esa pregunta, pero asintió con la cabeza no confiando en su propia voz. El doctor dejó escapar un suspiro para luego verlo con una sonrisa de entendimiento. El era un faunus, asi que mas o menos se podía hacer una idea como la sociedad lo tuvo que haber tratado.
-También debo decir que su caso me impresiona Sr. Hyoudou.
-¿A que se refiere? – Pregunto el castaño confundido.
-Bueno, no es raro ver a un faunus que sufra de una mutación genética en sus apéndices animales. Pero por lo general, estos suelen tener una vida algo… Complicada por decirlo suavemente.
-Oh… Eso… – Desde la cita con Yang, estuvo estudiando en secreto todo lo que pudo sobre la anatomía faunus, ya que debía encontrar una forma lógica de poder explicar el aspecto de sus alas. Es decir, no existen reptiles con alas en cuanto a animales normales se refiere.
-Sin embargo, como bien dije, su caso es realmente particular, ya que esto no se parece nada a lo que haya visto antes, lo que es fascinante… Pero bueno, dudo que a un joven le interese escuchar los parloteos de un viejo médico, así que dejaré que se cambie para que pueda regresar a su academia. ¿Desea que llamemos al director para que alguien venga por usted?
-No es necesario doctor, pero gracias por el ofrecimiento.
-Como guste. Solo recuerde mis consejos. Tómese las cosas con calma y no olvide que está bien pedir ayuda. Que tenga un buen día y espero no verlo pronto Sr. Hyoudou.
-Jejeje, claro doctor. Oh y dele recuerdos a su alumno de mi parte.
-Estoy seguro que Peter apreciará eso. Nos vemos. – Dijo mientras desaparecía de nuevo por la puerta, cerrando esta detrás de él con uno de sus tentáculos. Si, la verdad es que parecen útiles esas cosas.
-Bueno, hora de irse de aquí… Aún tengo que pensar cómo explicarle todo esto a los demás… Además Ddraig, ¿Cómo es posible que escupa fuego?
-[Se puede explicar con el simple hecho de que estás ganando más características de dragón. Es algo normal en los usuarios de Sacred Gear de tipo dragón. Eventualmente pasan a tener ciertos rasgos de estos. Es una fortuna para nosotros que en este mundo no exista ningún objeto Dragon Slayer o estaríamos en problemas.]
-De acuerdo, acepto eso. ¿Pero y ese segundo guantelete extra? ¿Tiene que ver con eso que me dijiste de la Booster Gear?
-[No tengo ni la menor idea.] – Issei casi se va de espaldas ante lo dicho por su compañero. ¿¡Como que no tiene idea!? – [Es la primera vez que escucho de ese comando. Además que también es la primera vez que escucho esa voz robótica que lo dijo.]
-¿Crees que Dios tenga algo que ver con esto? – Pregunto el castaño al dragón de la Sacred Gear, quien parecía meditar un momento su respuesta.
-[Es una posibilidad. Pero no me preocuparía por eso ahora. Deberías hacer algo con la princesa de las nieves y la lectora ninja de ese grupo amigo tuyo. De entre todos los más cercanos a ti, ellas dos parecen estar empezando a tenerte algo de miedo.]
-……¿Es mucho pedir un respiro? – Exclamó el castaño mientras se llevaba una mano al rostro. Apenas lleva poco más de un mes en este mundo y ya tiene mucho que explicar… – ¿Sabes? Tenía pensado contarle la verdad a los demás.
-[¿Lo harás?]
-No… Después de lo que dijiste sobre Blake y Weiss, creo que lo mejor será continuar con la farsa hasta que en algún momento sienta que puedo confiar en ellas…
-[Creo que es la decisión correcta.] – Comentó Ddraig, imaginandose el cómo ese par de chicas podría llegar a llevarse a su compañero personalmente hasta el manicomio… Si bien la idea es un poco graciosa, lo mejor será ganarse la confianza de esas dos.
Con eso el castaño salió del hospital, pensando en cómo explicar lo del bosque. No duda que todos quieran una respuesta, es decir… Escupió fuego, claro que eso no es normal.
-'Debo pensar en algo que suene más o menos creíble'. – Susurraba para el mismo mientras miraba al suelo pensativo.
-¡Oye tu!
Una voz desconocida llamó su atención. Cuando levantó la mirada, se encontró con una de más o menos su edad, tal vez un poco más mayor. Tiene la piel blanca, el pelo corto de color marrón oscuro y sobre su cabeza había una boina de color marrón más oscuro. No podía ver sus ojos dado que estaban ocultos tras unas gafas de sol. Su ropa se compone de camisa larga de color moca con un corsé de color gris, unos pantalones largos de color marrón oscuro con cintas en la parte izquierda y un cinturón negro con un pico de oro. Por encima de este, ella usa otro cinturón de balas color crema con una hebilla dorada y lo que parece ser una cortina de falda negro sobre su lado derecho. Ella lleva un par de botas de cuero marrón de tacón alto negro con hebillas. También usa algunos accesorios, como un chal gris y pulsera con rosas negras como decoración, guantes negros y collares. Ella se ve sosteniendo un bolso negro con tachuelas de oro como decoraciones y balas como su correa.
-Ammm……¿Te refieres a mí? – Pregunto el castaño mientras se señalaba torpemente a sí mismo.
-¿Ves a alguien más cerca de aquí? – La chica le respondió con otra interrogante mientras se ajustaba sus gafas de sol. - ¿Tú eres Issei Hyoudou, el que le dio la paliza de sus vidas al Team CDRL?
Ante la mención de ese grupo de idiotas, Issei afiló la mirada al mismo tiempo que sus ojos destellaron en verde por un momento, cosa que sorprendió a la chica.
-¿Qué pasa si así fuera? ¿Tienes algún problema con eso? – Preguntó mientras se alistaba para una posible pelea. No le sorprendería que ese maldito de Cardin tuviera "fans".
-Pues de hecho si, tengo un problema. – Respondió ella mientras lo encaraba, dejando ver sus ojos ámbar sobre sus gafas de sol. – Que me hubiera encantado patearle las bolas a esos idiotas primero.
Ante ese comentario, Issei dejó atrás su guardia y solo pudo parpadear un par de veces… ¿Acaso escuchó bien? Por la sonrisa de lado que le está dando indica que así es… ¿Alguien le puede explicar lo que está pasando?
-¿Ese es el chico Coco? – Preguntó una voz masculina profunda detrás de ella.
Cuando ambos vieron a quien pregunto, se encontraron con tres personas más y una de ellas era reconocible para el castaño.
-Tu eres…
-Ho-hola de nuevo. – Dijo tímidamente la faunus conejo que Issei había ayudado durante el incidente de la cafetería.
Esta se veía diferente a cómo la recuerda. Ahora ya no usaba el uniforme de la academia y en su lugar llevaba puesto una chaqueta marrón recortada con una fina cremallera dorada sobre un top negro delgado y pantalones cortos marrones que decoraban el borde de metal junto con medias negras con zapatos planos de metal dorado. Acentuando su atuendo hay un par de hombreras doradas, puños, un cinturón, que tienen patrones decorativos.
Tiempo, tiempo. Que alguien le expliqué qué es lo que está pasando ¿Quiénes son ellos? ¿Serán el equipo de la chica conejo?
-Por tu expresión debes de estar pensando ¿Qué carajos está pasando? ¿Quiénes son estas personas? Y sobre todo, ¿Cómo es que la chica de la boina luce tan genial y a la moda? Pues déjame presentarnos. Yo soy Coco Adel. El grandulón se llama Yatsuhashi Daichi.
El mencionado era un joven alto y de aspecto atlético y robusto, con el pelo negro afeitado y piel ligeramente bronceada. Lleva un abrigo de manga corta de color verde pálido, que está fijado por una faja de color marrón y tiene los pantalones marrones y botas negras y verdes. Su brazo izquierdo se pone un sode que se extiende hasta más allá de su hombro.Su arma está pegada en la espalda con una correa marrón colgada del hombro. También lleva un par de guantes de color negro con placas verdes sobre los nudillos, así como un par de brazaletes verdes.
-Es un placer conocerlo en persona. – Dio un saludo cordial junto a una ligera reverencia. Parece un tipo educado.
-El tipo con aspecto despreocupado es Fox Alistair.
El mencionado tenía la piel color canela oscuro y el pelo de color naranja oscuro con una larga franja. Sus ojos son completamente blancos, por lo que quizás era ciego. Él viste una camisa sin mangas de color marrón con un cuello alto, un par de pantalones vaqueros negros y un par de zapatos con cordones marrones. Sus brazos están cubiertos con cicatrices y además tiene una cicatriz vertical sobre sus labios. También lleva un par de guantes negros largos y tiene varios bolsillos atados a su cinturón.
El mencionado solo le dio un saludo ligero con la cabeza. Tipo de pocas palabras por lo visto.
-Y creo que ya conoces a mi super linda compañera, Velvet Scarlatina.
-¡Po-por favor, para con eso Coco! – Dijo Velvet mientras sus mejillas adquirían un tinte carmesí. Vaya, pues sí que es linda.
-¿Ves? Es tan linda que te dan ganas de corromperla. Pero regresando a lo que importa, todos juntos somos el Team CFVY y somos de los mejores del segundo año en mí para nada humilde opinión.
-Así que… ¿En que los puedo ayudar? – El castaño tenía que decir que parecen ser un grupo singular… Uno parece ser un gigante amable, otro ser de pocas palabras, la llamada Velvet parecía ser un manojo de nervios… ¿Por qué desvía la mirada de él? Y al final está la identificada como la líder, Coco, que parecía superar a Yang en confianza y con eso se refiere a que le parece que tiene un mayor ego. Cosa que creyó imposible.
-Más bien la pregunta sería, ¿En qué te podemos ayudar nosotros a ti? – Coco noto cómo el castaño la vio con una ceja alzada, señal de que no entendió. – Verás mi estimado senior. No sé si te habrás enterado, dado que estuviste en el hospital, pero el Team CRDL fue expulsado hace una semana.
-¿¿En serio?? – La sorpresa en el tono de Issei era palpable y no era para menos. Parece que al final Ozpin supo hacer lo correcto.
-Cómo lo oyes. Y resulta que cierta personita. – Esto lo dijo mientras miraba a Velvet, quien agachó la mirada. – No se atrevió a decirme en ningún momento que estaba siendo acosada por ese desgraciado y sus minions hasta hace unos días.
-N-no quería que te metieras en-.
-¡¡ME IMPORTA UNA MIERDA TENER QUE METERME EN PROBLEMAS SI ESO SIGNIFICA DEFENDER A MI EQUIPO!! – Coco gritó, asustando a todos los que estaban en la calle. Vaya pulmones que se gasta.
-Puedo decir que si bien Coco fue muy… Ofensiva, puedo decir que tanto Fox como yo pensamos igual. No nos hubiera importado pasar unas horas de detención si eso significaba ayudar a una compañera.
El nombrado como Yatsuhashi hablo, siempre manteniendo un semblante tranquilo y formal. Le recordaba un poco a Ren y el nombrado como Fox solo volvió a asentir con la cabeza. Si que es silencioso.
-¡Exacto! Pero bueno, tu nos hiciste el favor de encargarte de esos idiotas. Así que lo menos que puedo hacer es darte las gracias de alguna forma.
-Oh, ya veo. Bueno realmente no necesitas darme las gracias. Lo hice porque me pareció lo correcto. – Contestó Issei mientras se rascaba la parte de atrás de la cabeza.
-¿Quién dijo qué tienes opción? Vinimos aquí a agradecerte y ya sé cómo lo haremos. – Por alguna razón la sonrisa que Coco le dio le puso de los nervios y sus instintos le decían que corriera.
-Creo que… Mejor me voy. – Trató de salir corriendo. Pero parece que ella ya tenía previsto este escenario, pues no tardó en lanzarsele encima y llevárselo a rastras agarrándolo por el brazo. – ¡¡Ayuuudaaaaaa!!
-¡¡Deja de quejarte!! ¡¡Me lo agradecerás al final!!
Los varones del equipo solo negaron con la cabeza mientras que Velvet tenía su rostro oculto detrás de sus manos por la escena que estaba armando su amiga y el chico que la ayudó… Tierra por favor tragatela.
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De vuelta en Beacon, podemos ver como las hermanas del Team RWBY se preparaban para salir. Mientras la rubia se terminaba de dar los últimos retoques en el pelo, Ruby parecía estar debatiéndose en sí llevarle o no algo castaño unas galletas que había comprado para él… Esta chica parece el monstruo de las galletas.
El sonido de la puerta llamó la atención de ambas y Yang fue a abrirla al estar más cerca.
-Hola chicas. ¿Están listas? – Pyrrha preguntó desde el otro lado de la puerta.
-Todo listo. Se que a Issei le gustará que lo vayamos a ver todos juntos. – La pequeña caperucita dijo con alegría mientras apretaba una bolsa de galletas en su pecho. Al final si se las llevará.
-Solo espero que no vuelva a ponerse a llorar como hace una semanas. – Dijo Ren mientras miraba a su compañera y amiga de toda la vida, quien pareció apenarse por el recuerdo.
Cuando ella fue a verlo al hospital, ni tiempo tuvo de hablar ya que su líder la envolvió en sus brazos y se puso a llorar mientras agradecia de que ella estuviera bien. Esto fue más que suficiente para que ella también rompiera en llanto y lo abrazase con fuerza. Una escena realmente conmovedora.
-……Realmente le afectó más de lo que pudimos imaginar. – Fueron las palabras de la espartana, quien se sujetaba su brazo derecho con su mano izquierda.
-Al parecer es alguien bastante sentimental, aunque no lo parezca. – Dijo Yang mientras recordaba lo que le contó en su "cita". – Bueno vámonos ya.
-¿Ellas no vienen? – Nora preguntó mientras señalaba a las otras dos integrantes del Team RWBY.
Weiss parecía estar haciendo su tarea mientras que Blake leía en su cama. Fue con esta mención que Yang frunció el ceño, cosa que confundió a los demás miembros del Team HVNL.
-Déjalas. Parece que tienen cosas más importantes que hacer como para perder el tiempo visitando a un amigo hospitalizado. – Yang habló con cierto enojo. Cosa que no pareció gustarle a la heredera.
-¿¡Acaso Blake y yo somos las únicas que piensan en cómo masacro al Team CRDL y de paso acabó él solo con un Ursa Majors!? Y claro lo más importante, ¿¡Escupir fuego de la boca!?
-¿Y cuál es el problema con eso? ¡Te recuerdo que prácticamente me vuelvo una antorcha humana cuando me enojo! – Para dar más veracidad a esa declaración, el cabello de Yang comenzaba a expulsar humo junto que sus ojos cambiaron de su lila habitual a un rojo intenso mientras miraba intensamente a la heredera.
-¿¡Y qué me dices de todo lo demás!? El aspecto de sus alas, ese guantelete rojo que parece haberse multiplicado, que no pueda invocar su Aura para curarse. ¡Todo lo que rodea a ese faunus no es normal! ¡De hecho, empiezo a dudar que sea un faunus!
-¡¿Y qué crees tú que es?! – Nora parecía a punto de lanzarse al cuello de la peliblanca. Una sola palabra ofensiva dirigida a su hermano de vínculo y jura que la manda al hospital de por vida.
-Tienen que admitir que Weiss tiene un punto. – Blake despegó su vista del libro y se unió a la discusión, donde ahora era blanco de la vista de casi todos en la habitación. Sobre todo de la mirada de sus compañeras de equipo que afiliaron la mirada. – Ese chico es un verdadero misterio. Y el hecho de que no haya dado ni una sola explicación sólo lo hace verse más sospechoso.
-¡Esto es grandioso! ¡Me esperaba esa actitud de Weiss, no solo por ser una niñita rica! ¡Si no por ser una Schnee, quienes son el enemigo número uno de todos los Faunus en Renmant! – Esa última declaración provocó que la peliblanca comenzará a gruñir mientras la fulminaba con la mirada. – ¡Pero nunca me espere venir eso de ti Blake! ¡Pensaba que eras mejor que eso!
-¡¡No te atrevas a decir que lo estoy haciendo de lado por eso, porque no tiene nada que ver!!
Decir que su grito los tomó por sorpresa era un eufemismo. Era la primera vez que veían a Blake reaccionar de esa manera. Es más, se levantó de golpe y lanzó su libro. Sin duda parece que se tocó un nervio sensible.
-¡¿Entonces por qué?!
-¡¡Por qué no nos dice nada!! ¡¡Apenas sabemos algo de él más allá de su nombre!!
-¿¡Y qué hay de ti señorita misteriosa!? ¿Alguna vez te hemos preguntado algo como: De donde eres, que hacías antes de llegar a Beacon? Pues déjame responder por ti. ¡No, no lo hicimos! ¿¡Acaso nos ves hacerte a un lado o verte con miedo!?
Aquellas palabras parecieron darle donde duele a la pelinegra.
-¡¡Pero el definitivamente no parece normal!! ¡¡Solo mira esas explosiones de rabia que tiene!!
-¡¡TU TAMBIÉN ESTARÍAS LLENA DE FURIA SI PERDIERAS A CADA UNA DE LAS PERSONAS QUE AMAS!! – Esa declaración sorprendió a las tres miembros del Team RWBY pues no se esperaban eso. Yang tardó medio segundo en darse cuenta que en su enojo reveló lo que el castaño le contó cuando pasaron la noche en la ciudad. Rápidamente se tapó la boca con horror.
-¿De qué estás hablando Yang? – Ruby pasó a ver a su hermana con cierto miedo.
-Yo… – La rubia parecía estar a punto de sufrir un ataque de pánico. ¡Está no era la forma en la que ellas debían de saber!
-Issei perdió a su familia. – Todos pasaron a ver a Pyrrha, quien continuó. – No dio detalles, pero nos dijo que está solo en el mundo y que nosotros somos lo único que le queda. – Ante esas palabras, tanto Weiss y Blake no supieron qué cara poner. De todas las posibilidades nunca se imaginaron eso. Por su lado Ruby estaba dividida entre una gran tristeza por lo que le tocó vivir a su amigo y un deje de dolor al ver que él no confió en ella para decirle algo tan delicado.
Cosa que fue notada por la espartana quien soltó un suspiro y trató de poner la mejor sonrisa en una situación como está.
-Yo presione a Issei para que nos dijera de lo que hablo con Yang. Si vas a culpar a alguien, que sea a mí y mi egoísmo.
-O-oh… Entiendo… – Respondió Ruby viéndose un poquito menos triste. Pero solo un poquito.
Después de eso un incómodo silencio cayó en la habitación, con Weiss y Blake aún no sabiendo cómo reaccionar ante esa declaración.
-Creo que lo mejor será irnos ya. Si nos descuidamos, puede que se nos pase el horario de visitas. – Ren informó, sabiendo que si esto continúa como hasta ahora de seguro alguien más dirá algo que no quiera.
-Bien… – Yang dijo mientras salía de la habitación seguida por su hermanita.
Cuando él grupo empezó a marcharse, notaron que las dos miembros restantes del Team RWBY también salieron de la habitación y parecían ir con ellos. Manteniendo su distancia claro está.
--
-Odio mi vida. – Fue todo lo que dijo Issei, el cual había sido despojado de su camisa y ahora se encontraba siendo medido por la modista del Team CFYV.
-Oh por favor, no seas tan exagerado.
-¿¡Llamas mi reacción exagerada!? ¡Estás toqueteando mi cuerpo más que los doctores durante mis exámenes! – Exclamó el castaño mientras Coco solo se encogia de hombros y continuaba con su labor.
-Oh vamos, no es como si te molestará que una sexy y despampanante chica esté tan cerca de ti, ¿Verdad?
-¡Có-Coco, deja de molestarlo! – Velvet grito viéndose apenada por el comportamiento de su amiga, junto por ver el torso desnudo del castaño. La pobre chica parecía una señal de Alto de lo roja que estaba.
-¿Prefieres hacerlo tu Velvet? – La castaña preguntó mientras tomaba la medida de los brazos del chico. Vaya, tiene buenos músculos.
La pobre coneja solo atino a balbucear mientras el rojo se extendía por su rostro y hasta sus orejas parecían tomar una tonalidad rojiza. Es más, si se le ve de cerca se puede ver vapor salir de su cabeza.
-Solo termina de una vez. Tengo bastante tarea atrasada y no quiero que la Profesora Goodwich me mate.
-Oh cierto. Quizás no lo sepas, pero ella fue la que se encargó de callar al padre de Cardin cuando vino a quejarse por "trauma" a su hijo. Ese tipo salió como sacó de boxeo de Beacon jajaja.
¿En serio Glynda lo defendió de las quejas del padre de Cardin?... Ok, esa no se la esperaba. Después de todo la relación que han tenido ha sido algo… Complicada. Parece que tendrá que agradecerle más tarde y de paso disculparse por todos los problemas que le ha causado.
-Y… ¡Terminé! Vaya, tienes buenas medidas amigos.
-Eso sonó mal. Pero que muy mal.- Dijo el castaño mientras se ponía su camisa.
-Tu eres el mal pensado. – Ella dijo mientras le daba un guiño.
El castaño pasó a ver a los otros chicos en el grupo. Ellos parecían acostumbrados a esto. Luego su vista pasó a Velvet y la pobre parecía que en cualquier momento se desmayaría… ¿Y eso es sangre saliendo de su nariz?
-Ahora vuelvo, no tardó. – Coco salió disparada a dónde estaba la ropa de hombre tras decir eso.
-Y… ¿Ella es así todo todo el tiempo o solo cuando está de buen humor? – Pregunto al grandulón del grupo quien seguía con su semblante calmado.
-De hecho lo es y también es verdad que está de buen humor al saber que alguien, además de nosotros, defendió a nuestra compañera. Así que permíteme agradecerte de nuevo por ello. – Y una vez más le dio una pequeña reverencia. Por su apariencia y esa espada que lleva, Issei no pudo evitar relacionarlo con un samurai.
-Ya dije que no fue nada, simplemente actúe como me pareció correcto… Aunque eso no quita que sienta que termine exagerando las cosas. No me mal entiendan, Cardin y su equipo eran cretinos que nadie extrañara pero… No estuvo bien llevar las cosas a tal punto.
-Es posible. Pero acabaste haciendo un bien.
Para sorpresa de Issei, Fox finalmente habló después de todo el tiempo que estaba aquí. Y debe reconocer que tiene una voz… Única por así decirlo.
-Y-Yo realmente agradezco tu ayuda. – Ahora era Velvet quien se unía a la conversación. – Honestamente no pensé que nadie me ayudaría. Ni humano ni fauno, para no meterse en problemas o por que les daba igual. Pero tú fuiste a ayudarme, aunque dabas algo de miedo. – Auch, que la chica a la que ayudó le diga eso es un golpe crítico. – Se que solo querías ayudar a alguien en apuros y eso me parece muy amable de tu parte.
Ver a esa chica tan linda sonreírle de manera tan tierna le hizo pensar a Issei que aquel encontronazo con Cardin valió la pena. Pero ver como la chica apartaba la mirada cuando él le sonrió lo hizo suspirar. Vaya chica más tímida.
-He vuelto.
-Ok, veamos que-. ¡La madre del…! – Issei no supo qué pensar. Cuando se volvió para ver a Coco, lo único que encontró fue una pila de ropa andante. – Si que trajiste ropa.
-Lo sé, pero esto es todo lo que conseguí en el poco tiempo que tenemos. Pero descuida, si quieres puedo buscar más a fondo. – No sabe si está bromeando o lo dice en serio. Solo pasaron unos 10 minutos y regresa con todo eso y dice que le faltó buscar más a fondo… ¿Es una broma? – Bueno, empieza a probarte cosas. Espero que el rojo no sea el único color que te quede bien.
Lo que le siguió fueron como unos 30 minutos probándose diferentes conjuntos, con Coco sirviendo como juez para ver qué le quedaba y que no. Mientras eso pasaba, tanto Fox como Yatsuhashi solo se fueron a sentar a un lugar cercano… Oigan, no lo dejen atrás. En cuanto a Velvet, por momentos apartaba la mirada para luego verlo un momento y volver a apartar la mirada… Esa chica es rara.
Pero bueno, ya todos estaban saliendo del establecimiento. Pero ahora Issei cargaba con cuatro bolsas llenas hasta arriba. Vaya y el que pensaba que cuando fuera de compras con una chica, el solo sería una mula de carga.
-De acuerdo, debo decir que este fue un día productivo.
-Si tu lo dices… Por cierto, me gusta el sombrero.
-Es un fedora. – La modista reprendió al castaño, quien sólo atinó a asentir con la cabeza.
-Pues como se llame me gusta y gracias… Aunque sigo diciendo que no debiste molestarte, solo actúe como creí correcto.
-Eres un bonachón, ¿Nunca te lo han dicho?
-Más de las que puedo contar. – Issei contestó con algo de gracia.
Fue ahí que Issei pudo notar a un grupo más que conocido caminando por la calle. Se podía ver que el ambiente entre ellos era tenso y puede darse una idea del por qué. Soltó un suspiro que llamó la atención de los otros 4 adolescentes, que pasaron a ver a la dirección en la que el castaño estaba viendo.
-Veo que tus amigos llegaron para verte.
-Así es. Supongo que aquí nos separamos. Gracias una vez más por la ropa.
-Sin problema amigo. Si nos ves por la academia, no dudes en saludarnos. Ahora somos amigos. – Dijo Coco mientras le daba una nalgada antes de alejarse con su grupo… Chica atrevida.
Bien, es hora de tomar al toro por los cuernos. Con eso en mente el castaño apresuró el paso hasta llegar a donde estaban sus amigos quienes se sorprendieron de verlo ahí. Aún les faltaba un poco para llegar al hospital, pero la que salió primero de su asombro fue cierta bombardera pelirroja quien corrió a su encuentro.
-¡Líder intrépido! – Nora abrazo sin dudar a su líder de equipo. – ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Y de dónde sacaste todas esas bolsas? ¿Y ese sombrero tan genial?
-Yo también me alegro de verte Nora. – Dijo mientras dejaba las bolsas en el suelo. – Hoy me dieron el alta, así que decidí ir de vuelta a la academia… Pero fui interceptado por los miembros del equipo de Velvet.
-¿Quién? – Preguntaron Ruby, Yang y Pyrrha viendo con el ceño fruncido al castaño. Oigan, traten de no ser evidentes señoritas.
-La chica a la que ayudé en la cafetería hace unas semanas. Y puedo decir que son un grupo muy… Colorido. En especial su líder. Esa chica si que no acepta un no como respuesta. – Soltó un suspiro de rendición. Al parecer está destinado a toparse con chicas que saben imponerse.
-Oh ya, Coco Adel. Oí hablar de ella. Supongo entonces que toda esa ropa es su forma de agradecerte por ayudar a su compañera.
-Así es Yang. – El castaño la vio con una sonrisa, cosa que la apeno un poco y más por el sombrero que lleva ya que en su opinión le quedaba muy bien. – En fin, puedo notar cierta tensión en el grupo y creo saber a qué se debe… Regresemos a Beacon y les contaré más sobre mi, no entraré en detalles ya que aún hay cosas que están frescas. Espero que lo entiendan.
-Entendemos Issei, yo… Ten, te compre esto, espero que te gusten. – Ruby le entregó la bolsa de galletas y éste las recibió con gusto, cosa que alegró a la caperucita. Al parecer si fue buena idea traerlas.
Con eso, el grupo de adolescentes comenzó su viaje de regreso a Beacon, donde el ambiente era más que incómodo. Todo el camino hasta el Aero Bus estuvo pensando en todos y cada uno de los detalles que formarían su historia. Lo último que desea es que el grupo se venga abajo por su culpa.
-Issei. – La voz de Ruby sacó al castaño de sus pensamientos. – ¿Puedo preguntar algo antes de que lleguemos?
-Claro Ruby. ¿De qué se trata?
-Tu… ¿Me consideras una buena amiga?
Issei pasó a verla con una ceja alzada. ¿Qué clase de pregunta es esa?
-Claro que te considero una buena amiga. La mejor del mundo. – Contestó el castaño con la mayor de las convicciones, pero esa respuesta pareció hacer que la caperucita se sintiera peor. ¿Pero por qué?
-Ya veo… 'Ya veo'…
-¿Ruby?
Ver a la chica tan triste le hizo sentirse horrible, más aún sabiendo que podía ser por su culpa. Dios, ¿Por qué las cosas no pueden irle bien por una vez?
