PARTE VIII
Inuyasha simplemente no podía entender la actitud de ese bouzu. ¿Qué bicho le había picado? Mira que besar así como así a cualquier aldeana… Y él sabia perfectamente como era Miroku, pero esto rayaba en lo absurdo.
Además, ¿no se suponía que sentía 'algo' por Sango?
Feh. No se iba a preocupar por asuntos de esa índole, lo que ahora llamaba su atención era lo que no hacia mucho (antes de aquella escena extraña) el patriarca de la aldea, les había dicho.
Un oni había estado acudiendo a la aldea para secuestrar hombres y la gente, ya tenia el presentimiento de que no volverían a verlos. Eso explicaba porque había tantas mujeres en relación a los varones.
Lo extraño no era que un oni atacase la aldea, ya que de ser así, continuarían con la búsqueda en algún otro lugar (aunque con sinceridad, sabia que de una u otra forma, terminarían por ayudarlos). Lo extraño era que así como se lo describían, ese oni parecía ser más grande y fuerte que cualquiera con el que el se hubiese enfrentado antes.
Además… Kagome le había dicho que podía percibir cierta energía no muy lejos y que parecía pertenecer a la shikon no tama.
Inuyasha trono sus dedos. ¡Ni hablar mas! Esperaría a ese oni y lo derrotaría fácilmente, quizás ni siquiera necesitaría a Tetsusaiga. Un momento ¿Por qué no buscarlo? Seria más fácil hacer eso que…
FLASHBACK
-¿Un oni ha dicho?- pregunto el de atuendo negro con verde
-Así es jovencito-
-¡Feh! ¿Y esa tonta sonrisa Ikki?-
-Soy un taiji Inuyasha y mi instinto me dice que será mejor esperarlo aquí.-
-¿A que te refieres?- interrogo Kagome con curiosidad
-Cuando algún youkai, oni o cualquier otro ser sobrenatural ataca una aldea es porque sabe que no tendrá algún tipo de resistencia, por lo tanto es mas probable que aparezca confiado. Por otro lado, si vamos hasta su territorio, encontraremos a un oni totalmente preparado para batalla, forzosamente debe estar alerta.- explico Ikki sin dejar de mostrar su amplia sonrisa.
Inuyasha se cruzo de brazos y ladeo el rostro –Para mi da totalmente lo mismo, solo es un Oni. Yo opino que…-
Kagome y el taiji dirigieron su mirada hacia el hanyou
-Me parece una idea excelente Ikki-kun.- exclamo la joven sacerdotisa sin dejar de ver a Inuyasha.
-Pero…-
-A mi también me agrada su estrategia, joven taiji.- apoyo el patriarca de la aldea –Si gustan, mientras esperan podemos alojarlos y brindarles todo lo que necesiten.-
-Pero…-
-¡Excelente!- grito Kagome juntando sus manos –Escuchaste Inuyasha, nos quedaremos aquí hasta que el oni venga.-
-Pero…-
La chica alzo una ceja -¿Quieres decir algo Inuyasha?- pregunto con algo de recelo mientras Shippou que estaba en los brazos de Kagome movía el dedo de un lado a otro, indicándole al hanyou que no hablara.
-¡Feh!-
Kagome sonrió -Eso supuse.-
FIN DEL FLASHBACK
Si… ahora recordaba porque debían esperar. Miro hacia donde hacia unos momentos un alboroto se había comenzado a armar. No se trataba más que del Houshi, tratando de salir del lio en el que se había metido. Quizá él podía soportar la idea de estar un tiempo en esa aldea, pero no estaba seguro de que el monje o su amiga taiji quien ahora se encontraba con Ikki, lo hicieran.
OoOoOoO
Sango suspiro pesadamente.
Mientras Ikki le hablaba de lo que el patriarca de la aldea les había contado, ella intentaba deshacerse de aquella engorrosa escena.
Ya antes había visto a Miroku siendo atrevido con las mujeres, pero esto ultimo había excedido los limites. Lo peor era que, aunque lo intentaba, no dejaba de sentir ganas de llorar. ¡Mas no lo haría!
El porque hizo aquello, estaba fuera de su comprensión. Y lo había hecho justo en el momento en que ella…
-Sango-chan ¿escuchaste lo que te dije?-
-¿Eh?-
Ikki le sonrió amistosamente –Entiendo.-
-¿Entiendes?- pregunto Sango algo confundida
El taiji asintió y tomo de las manos a la chica, tal como lo había hecho después de que Miroku besara a la aldeana –Haré que se te olvide, ya lo veras.- murmuro mientras se acercaba a ella.
Sango se sonrojo al ver tan próximo el rostro del joven Namura -¿Nos quedaremos en la aldea, verdad? Será mejor que vaya con Kagome, quizás me necesite.- dijo rápidamente mientras eludía la mirada de Ikki.
El joven simplemente se limito a sonreír divertido, mientras observaba como Sango se alejaba.
-Será difícil, pero nada es imposible.- murmuro para si
Sango podía sentir el rápido palpitar de su acelerado corazón. ¿Qué había sido esa sensación? Por un momento pensó que él la besaría y… por su mente paso la idea de que eso no seria nada desagradable.
La taiji movió bruscamente su cabeza de un lado a otro. No, sus ideas estaban desordenadas, eso era lo que seguro debía estar pasando. Era imposible que de un momento a otro cambiara de parecer, era imposible que en un instante olvidara que había tomado la decisión de confesarle a Ikki que no podía casarse con él, porque amaba a…
-¿Qué esta pasando aquí?- pregunto en voz alta a cualquiera, cuando se dio cuenta de que había un alboroto en la aldea.
-¿No lo sabe? Hace unos momentos se anuncio una unión matrimonial.-
Sango parpadeo un par de veces y sintió un hueco en su estomago -¿De… verdad?-
La aldeana asintió alegremente –Un momento, usted debe ser acompañante del Houshi-sama ¿verdad?- interrogo al darse cuenta de la vestimenta de la chica -¿Acaso se perdió de algo? El Houshi beso a Mutsumi-chan y como antes le había pedido un hijo, ella ni tarda ni perezosa anuncio su próximo matrimonio con él.-
La taiji retrocedió un paso, sintiendo que una corriente de aire helado pasaba por todos sus huesos -¿Y él, estuvo de acuerdo?-
La mujer sonrió picaramente –En honor a la verdad, aun no hemos podido encontrarlo. Pero es lógico que no puede hacer tal barbaridad como ir besando a las chicas en las aldeas, así que será mejor que lo haga.- termino de decir medio en broma, medio en serio.
Sango también sonrió, aunque de forma fingida –Tiene razón, ¿Qué clase de ecchi haría eso?-
Sin decir más, la aldeana continuo con sus deberes mientras Sango permanecía en ese mismo lugar, inmóvil. ¡ERA UN IMBECIL!
Su rostro miro hacia el piso y después de algún tiempo, algunas gotas mojaron la seca tierra de aquel sitio.
OoOoOoO
Ni bien Mutsumi había anunciado que próximamente tendría marido, Miroku desapareció del lugar como si de Kouga se tratara.
Se recargo contra un árbol pesadamente y dejo caer su cuerpo hasta que su espalda baja dio con el piso. ¡Por Buda que pensaría al menos cuatro veces las cosas antes de hacerlas de ahora en adelante!
Miro de reojo hacia la aldea y suspiro. Parecía que nadie le había visto cuando salio huyendo, para suerte suya. Aun podía observar un pequeño alboroto justo en el lugar que momentos antes estuviera y al menos hasta que las cosas se calmaran un poco, no pensaba regresar, con suerte pronto vería pasar a sus amigos por ahí dirigiéndose a alguna otra aldea, cualquier lugar seria bueno mientras estuviera lejos de ahí.
Se suponía que esto no debía pasar…
Miroku vislumbro entre mil imágenes que pasaban por su mente, un par de ojos castaños que estaban a punto de desbordarse en lágrimas… y no habían sido su imaginación.
-Sango quería llorar.- susurro para después enterrar su cabeza entre sus brazos.
¿Por qué había besado a aquella niña? (Ya que eso era aquella aldeana, seguro no pasaba de los 13 años)
Solo quería un pretexto para que Sango lo odiara, para que ella eligiera a Ikki de inmediato… pero no quería hacerla llorar… no quería lastimarla. No se suponía que eso pasara.
Así, aun con su cabeza entre sus brazos, observo por un momento su mano derecha, aquella en la que tenia la maldición, el kazaana…
Él solo quería alejarla, porque sabía que no podía ofrecerle nada seguro, ni siquiera sabia lo que de él seria en un futuro. Jamás permitiría que la mujer que más amaba, sufriera al verlo desaparecer tragado por un agujero negro.
-Ella… ella solo debía gritarme hentai como siempre lo hace, solo debía ponerme una bofetada e ir con Namura-san…- volvió a susurrar mientras una melancólica sonrisa se formaba en su rostro –No se suponía que la haría llorar.-
Una mano había tomado la de la taiji, eso era lo último que había podido observar al seguir con la mirada a sango, antes de que 'su nueva prometida' comenzara a gritar a los cuatro vientos que pronto contraería nupcias.
Los latidos de su corazón se habían acelerado y sintió como si la cabeza le hirviera, justo como aquella vez que viera a Ikki con Sango en brazos la primera ocasión que se encontraron con él, fuera de la cabaña de Kaede-baba; justo como cuando vio el beso que los dos Taiji se dieron; justo como sentía cada vez que los veía sonreírse mutuamente…
De pronto Miroku alzo su cabeza y miro nuevamente hacia la aldea. había sentido un extraño zumbido en sus oídos… al menos pudo observar que el alboroto en aquel lugar había cesado. Regreso su vista al frente y parpadeo un par de veces.
-Un momento.- siseo -Se suponía que Sango me gritaría.- parpadeo –SE SUPONIA que se enfadaría y no le importaría más lo que yo hiciera.- volvió a parpadear y en su rostro comenzó a formarse media sonrisa -¿Por qué reacciono así entonces? ¿Por qué estaba a punto de llorar? ¿Es que acaso… fue por… mi?-
FLASHBACK
-Solo digo, que aunque Sango sea mi prometida, luchare por obtener su corazón. Creo que es justo, que los dos peleemos por lo que amamos.- Ikki encogió los hombros -Aunque si es tu decisión dejarme el camino libre, por mi… no hay ninguna réplica.-
-"…"-
-¿Nada que decir Miroku-san?-
Miroku lo pensó unos segundos, ¿por que el chico se empecinaba tanto en competir con él? -¿Por qué?- pregunto casi sin notarlo.
-¿Por qué? Es simple, si Sango aun me amara, se hubiese alegrado al escuchar que su padre nos comprometió desde antes de su nacimiento.-
FIN DEL FLASHBACK
El monje volvió a observar su Kazaana y como si de algo planeado se tratara, tras de esa imagen, la figura de una bella flor pudo verse de fondo… una flor igual a la que días antes de que Ikki apareciera, él le había regalado a la taiji.
La sonrisa que se había comenzado a formar en su rostro, finalmente se completo.
-¡Feh! Imagine que te habías escondido bouzou.- Miroku giro su rostro para encontrarse a Inuyasha cruzado de brazos y con los ojos entrecerrados.
-Yo no me escondí, solo… solo quería meditar un poco.- respondió el Houshi sonriendo nerviosamente
-Si, claro.- dijo Inuyasha imprimiendo sarcasmo –En ese caso tu 'meditacion' deberá prolongarse algunos días, a menos que desees ir a ver a tu prometida.- agrego intentando reprimir una carcajada
Pero que rápido se corrían los rumores -¿De que hablas? ¿A que te refieres con unos días?-
El hanyou entorno los ojos y alzo los hombros –A Ikki se le ocurrió la 'maginifica' idea de quedarnos unos días en la aldea, ya que un oni ha estado atacando y al parecer trae un fragmento de la perla.-
Miroku alzo una ceja en el momento en que escucho el nombre del taiji -¿Y que no podemos ir a buscarlo?- interrogo con molestia, ya que sin duda, esa opción no podía haber sido la peor para él.
-¡Feh! Kagome estuvo de acuerdo, y bien sabes que cuando a esa mujer se le mete algo en la cabeza, es mejor no darle vuelta.-
-Pero…- hasta ese momento, fue que Miroku pensó en las consecuencias de su acción -¿Y ahora que haré?- pregunto casi para si.
Inuyasha sonrió traviesamente –No lo sé, pero tengo el presentimiento de que pronto se cumplirá tu deseo.- el hanyou imito a Miroku –OH bella dama ¿seria usted tan amable de tener un hijo conmigo?-
::BOINK::
Miroku que ya se había levantado de su lugar, dio media vuelta y comenzó a caminar lentamente, MUY lentamente hacia la aldea, mientras Inuyasha contaba las avecillas que volaban alrededor de su cabeza.
-Te daré gusto Namura-san, habrá una pelea justa.- el Houshi miro al cielo, sonrió y después soltó un LARGO suspiro –Pero antes, deberé pensar que hacer con 'mi prometida'.-
OoOoOoOoO
El pequeño Shippou se encontraba mucho, muy aburrido. Su cola se movía de un lado a otro, mientras con sus ojos seguía los movimientos de la gente de la aldea, que parecían bastante apurados. Y sin duda debían estarlo, después de todo, pronto habría boda según lo que había escuchado de al menos siete personas.
De pronto vio a lo lejos a Ikki. El kitsune fijo su vista en el taiji, quien se movía sigilosamente, parecía que se dirigía hacia las afueras de la aldea.
Shippou alzo una ceja y pensó en seguir al joven Namura, después de todo, no tenia nada más que hacer. Giro su rostro a donde había dejado a Kagome con Sango, quizás si les avisaba que regresaba en unos momentos…
No, si no se daba prisa, pronto perdería de vista a Ikki y además, las dos chicas parecían bastante ocupadas conversando…
Shippou bajo de un salto de la cerca en la que estaba sentado y corrió lo mas rápido que pudo para darle alcance al taiji.
Nota de la autora: Esta bien, no me golpeen, sé que quieren que actualice mas rápido, pero creadme al menos no me tarde un año, como cierto fic que tengo por ahí y… ahem… espero que les haya gustado y si no, ya saben que pueden decírmelo en un review o a mi correo:
