Summary: Harry muy enfermo. ¿Cómo hará para poder seguir adelante? Después de OotP (lOdF).
Disclaimer: Nada mío. Sólo Trama. Dinero no. Entretenimiento si.-
Atención: Spoilers LOdF (OotP).-
¡¡Espero que lo disfruten!!
¡¡No quiero seguir escribiendo, buaaahhh!! ¿¿Me
ayudan??
(No se hagan ilusiones, los reviews son muchos, por eso es que el cap es tan largo)
[Harry Potter en su sexto año de Hogwarts]
~O.O.O--.o.--O.O.O~
Capítulo cuatro – Descubrimientos
"¡Harry! ¿Qué te pasa?" Gritó desesperadamente una voz muy diferente a la de Sirius. "¡Despierta de una buena vez! ¡Ha sido una pesadilla, despierta!" De pronto, Harry abrió los ojos sólo para encontrarse nada más y nada menos que a…
"¿Profesor Lupin?" Preguntó confundido Harry. No tenía las gafas puestas y se le hacía muy raro que pudiera ver bien. Se sentía afiebrado y su corazón latía a mil por hora, tan furiosamente que parecía que pudiera colisionar en cualquier momento. El pijama se le pegaba al cuerpo como si quisiera absorber hasta la última gota de transpiración que soltaba Harry. Se dio cuenta que su respiración era de alguien que había hecho un esfuerzo inhumano.
"Que bueno que despertaste, ya me empezaba a preocupar." Harry frunció el ceño ante ese comentario. "La señora Figg salió a hacer algunas compras. El irresponsable de Mundungus fue a hacer otro de sus negocios, dijo algo de una oferta que no podía desechar. Así que yo soy el encargado de esta casa por el momento." Le informó Remus Lupin ya más tranquilo.
"¿Qué pasó?" Dijo Harry esperando una respuesta inmediata, pero, como no la recibía, añadió: "¿Por qué dice que estaba preocupado?"
"Ah… Lo que pasa es que decías algo de que te querían matar. Luego dejaste de respirar. Me preocupó mucho. Parecía como si alguien te estuviera ahorcando." Dijo con falsa tranquilidad.
Harry se preguntó que más había dicho entre sueños. Se preguntó también si Remus era completamente sincero con él. Pero no pudo hacerse más preguntas por que se dio la vuelta dándole la espalda a su ex profesor. No quería que viera las lágrimas silenciosas que estaba negando a que salieran. Negando los sentimientos que querían salir a luz. Pero el comentario del profesor Lupin espantó el silencio que se había instalado en ese momento…
"Harry, has sido envenenado." Y se marchó del cuarto visiblemente incómodo por la situación.
Luego de que ésa información fuese procesada correctamente, se sintió estúpido por haber llorado como un niño.
* * *
Estaba de vuelta en su cuarto de Privet Drive acostado, mirando al techo, mientras hablaba con Matt. Le comentaba sobre noticias importantes que habían acontecido hacía un tiempo ("Escuché en las noticias que tres jóvenes se intoxicaron al comer una carne mal cocinada, por eso están diciendo ahora que no coman carne cruda. Les puede hacer mal a las personas.").
Aunque se la pasaba muy bien con él, no podía evitar el hecho que le gustara que Matt le trajera golosinas, que por cierto estaban muy buenas. Mientras hablaban, en algún momento se llevaba a la boca algún bombón, que lo saboreaba por largos ratos hasta que se le deshacía el chocolate en la boca.
Sabía que no se podía tomar el lujo de comer las cosas que le daba Matt, pero ya había probado uno, sólo para saber si era él el que lo estaba envenenando. Aunque estuvo esperando a que le pasara algo, durante por lo menos una semana, no había sufrido trastornos alimenticios o de algún otro tipo. Ni siquiera un ligero mareo, nada. Y eso le había puesto contento por primera vez desde hace tres meses. Tenía a alguien en quién confiar, pero aún no sabía hasta qué punto podría llegar ese vínculo que se formó entre los dos.
Ya habían pasado varios días desde que había estado enfermo. Ahora se sentía otra vez con fuerzas. Y es que le habían obligado a comer tres veces al día, por lo menos. No podía creer que se había perdido casi la mitad del verano tan estúpidamente. Y lo pensaba así, por que su salud pasó a un plano secundario para dar lugar a su prioridad: acabar con Bellatrix.
Pero ahora último se había estado confundiendo mucho; nunca sacó de su cabeza la idea de librarse de ese mundo tan cruel. Había disfrazado su personalidad con la de un adolescente feliz y sin preocupaciones. Pero le duraba poco. En las noches no podía hacer más que romper cosas para liberar su furia. A veces salía de Privet Drive en la noche para juntarse otra vez con sus amigos de otros barrios.
Realizaba una larga caminata para sacar su angustia destrozando lo que encontraba. Pero siempre fue en un basurero municipal donde se localizaban sus juntas. Ahí podía destrozar lo que quisiera sin que nadie lo viera. Más de una vez había terminado con todos sus músculos agarrotados y doloridos de tanto ejercicio que hacía la noche anterior. Pero los adultos no se preocupaban por que dormía de más. Decían que era un efecto secundario de todas las pociones que le subministraron para que el veneno no lo matara. Al igual que pasara el día entero echado por culpa de los músculos que le dolían demasiado como para moverse. Ésa era una ventaja.
Todavía recordaba la conversación que tubo con el Director de Hogwarts, que tanto aborrecía, unos días atrás. Y se dirigía a él como "Señor Director", no de otra forma. Le había perdido todo el respeto que le había reservado tan ingenuamente desde su primer año en el colegio de magia.
El día en que había tenido ésa charla tan interesante, estaba todavía acostado (como siempre) en la habitación que le había cedido tan gentilmente la señora Figg. Estaba aburrido, mirando con interés las arrugas que tenía el techo. Algunas hasta tenían formas… Sí, esa, la de la esquina, tenía forma de serpiente. Le mostraba sus colmillos amenazadoramente. Aunque igual era deforme y, girando la cabeza, tenía la forma de un zapato muy raro. Pues bien, en el momento en que contaba la arruga número veinte, entró silenciosamente Albus Dumbledore.
Se le veía cansado… Si que lo estaba. Podría decirse que en ése momento el vejete tenía por lo menos mil años. Y de repente sintió ganas de reírse. Reírse por que el anciano no la estaba pasando tan bien como Harry pensaba. Trató de que su cara no revelase ninguna emoción y se negó a mirarlo a los ojos. Por un descuido, casi esbozó una sonrisa. Tenía que tener cuidado, el vejestorio era muy listo.
"Harry, vengo a aclararte cualquier duda que tengas, sólo pregúntame." Dijo Dumbledore.
Harry no dijo nada. No iba a mostrar ningún signo de cooperación hacia ése hipócrita. Se cruzó de brazos aún mirando a algún lado de la cama. Frunció ligeramente el ceño para que el viejo se diera cuenta de que Harry no quería hablar con él.
"Está bien." Soltó Dumbledore en un suspiro desenfadado. Sabía que Harry estaba enojado con él. Había cometido un grave error y Harry no se lo iba a perdonar así de fácil. "Con respecto a ese asunto del envenenamiento, señor Potter, debe saber que alguien lo ha estado subministrando de a dosis pequeñas todos los días. Ha sido casi un milagro que usted haya sobrevivido. No conozco a nadie que haya sido capaz de resistir a un veneno tan potente por tanto tiempo." Dejó escapar otro suspiro. "Cuando sus defensas habían sido debilitadas por el veneno, tomó un resfriado. Gracias a ésa enfermedad pudimos saber que usted estaba mal."
El involucrado miraba a un punto indefinido, indiferente. Hacía que no escuchaba nada, pero le interesaba lo que estaba hablando el vejete. O sea que él, Harry, había sido fuerte y había sobrevivido a un veneno potente… ¿Eso significaba que era fuerte? ¡Claro que lo era! No sabía por qué lo había dudado en algún momento.
Harry sabía que los humos de grandeza se le estaban subiendo a la cabeza. Demasiado para el gusto de él. Aunque no era tan malo después de todo sentirse seguro de si mismo. Nunca se había sentido así. Le gustaba sentirse superior a los demás. Había sido un tonto en reprimir ése sentimiento por tantos años. Se sentía a gusto, poderoso.
Se miró las manos… Estaba emitiendo una suave luz. Se sorprendió muchísimo ante ese descubrimiento. Pero se acordó de que el vejete estaba ahí y rápidamente las escondió debajo de sus sábanas, fingiendo que tenía frío, lo más disimuladamente que había podido.
"Harry… ¿Qué fue eso?" Preguntó el director dejando de lado las formalidades.
"¿Qué cosa?" Preguntó Harry con su mayor cara de inocencia, aún negándose a mirarlo a los ojos.
"Esa luz… Esa luz que salía de tus manos." Dijo Dumbledore calmadamente. Pero había algo en su actuar que delataban lo contrario.
"¿Qué luz?" Dijo Harry sintiendo una sacudida del estómago. Poniendo su mayor cara de incredulidad, volvió a mostrar las manos fingiendo mirarlas con gran interés. Ya no emitían ninguna luz, habían vuelto a la normalidad.
"¿No lo viste?" Frunció el ceño. Estaba buscando la mirada de Harry pero no la encontraba. Decidió no darle importancia e investigarlo por su propia cuenta más tarde. No fue una treta de su vejez, había visto la cara de asombro que había puesto Harry. Con ése gesto ahora sabía que Harry no le contaría nada más de lo que le pasara. Debía estar alerta de todo lo que le pasara al susodicho, no cometería otro error otra vez, estaba decidido. "Ahora, volviendo a lo del tema del veneno…" Dijo Dumbledore antes de ser interrumpido por la señora Figg.
"Albus, hay problemas. Es tu-sabes-quién. Ha atacado de nuevo." Dijo alterada.
"Ya voy…" Dijo Dumbledore con un suspiro de resignación, no le había dicho lo más importante de esa charla. Sabía que se iba a reprochar más tarde por no haberlo hecho. Salió apresuradamente de la habitación para dejar a un Harry curioso, que se miraba las manos con gran interés.
Y eso era lo que había pasado en la charla. Nunca más habían brillado sus manos. Fue la única vez. Volvió a repasar lo que había pasado días atrás. La señora Figg mencionó que Voldemort había atacado. ¿Cómo no se había dado cuenta? Y la razón era que no compraba más el profeta desde que lo habían pintado de loco. Quizás tenía que subscribirse de nuevo para no sentirse tan alejado del mundo mágico. Pero ahora que lo pensaba, ya le daba lo mismo.
Ésa era la nueva personalidad que desarrolló Harry, la del chico indiferente, lejano. Claro que los demás no lo sabían, por que él no había querido enseñarles su nueva faceta… No le era conveniente. Mejor mantener a los demás tranquilos, ignorantes a lo que él tramaba. Encerrado en su nuevo mundo, en el que veía todo como tenía que verlo: un mundo cruel donde nadie vale la pena por la cual vivir.
Deseando a volver al colegio para volver a usar magia, estaba sentado en su patio, mirando a un punto indefinido, reflexionando de todo lo que le había pasado en su vida. Saltando olímpicamente la muerte de sus padres, la de Cedric y la de Sirius.
Pensando y pensando, llegó a uno muy particular. El de ser animago. Ésa era la solución para escapar cuando ya no diera más: convertirse en un animal. ¿Cuál sería su forma? Pero no quería ser el único en poder hacerlo. Necesitaba compañía, y no podía negarlo.
Como un llamado mental, entró Hedwig con noticias de Ron y Hermione. En el pergamino decía:
Querido Harry:
Estamos otra vez en la casa del can. El lugar está más limpio que nunca, ahora sí podemos vivir bien. Te van a ir a buscar, no te preocupes, ya vas a saber cuando. ¡Espero que nos veamos pronto!
Sinceramente tuyos,
Ron y Hermione.
Era corta la carta pero, por primera vez, era todo lo que necesitaba saber. Estaban en Grimmauld place, eso era obvio. Un sentimiento de tristeza cruzó por su mente. Pero haciéndole caso omiso, lo sacó rápidamente de su cabeza.
Agarró un pedazo de pergamino y escribió la respuesta en él:
Queridos Ron y Hermione:
He pasado las vacaciones más aburridas de toda mi vida.
Paró de escribir y soltó una risa amarga.
Mis tíos casi ya no me hablan: soy un mueble más de la casa. Espero ansioso de ir con ustedes. Estoy seguro que "pronto" es realmente pronto. Los espero.
Saludos,
Harry
Releyó su carta una y otra vez, no sabía qué mas ponerle. Aunque no quería contarles lo del envenenamiento. Sabía que la carta sonaba un poco seca, pero no sabía como maquillarla para que no se notara su estado de ánimo. Así que con tanto pensar, ya era de noche y no había hecho las tareas. ¡Las tareas! ¡¿Cómo se le pudo olvidar?!
Sin perder tiempo, sacó todas sus cosas para hacer las tareas. Estaba seguro que en Grimmauld place no iba a poder hacer sus tareas. Y aunque pudiera, no le hacía gracia hacerlas ahí.
Pero un ruido extraño sacó sus intenciones de trabajar de su mente. Era un maullido. Un maullido lastimero que imploraba comida. Bajó las escaleras para rescatar a ése animal abandonado. Realmente le vendría bien una compañía que no le traicionase. Aunque había oído que los gatos (que era eso lo que lo estaba llamando) eran bastante traicioneros, él no lo creía así.
Se encontró con un gato raquítico y en pésimo estado. Era un gato bebé todavía. Sí, podría cuidarlo y hacerlo dócil ya que por lo menos tendría un mes de edad. Realmente era muy chico. Fue a buscar leche para darle. En la heladera de los Dursleys había leche dietética… Pero por ahora le daría eso para que no se muriera de hambre.
Notó que una vez dentro de la casa, el gato miró a todas partes con atención. Parecía que no había visto a Harry. Se extrañó mucho al ver que, cuando se movió, el gatito apuntó sus orejas hacia donde venían los ruidos y no sus ojos.
Harry se agachó y le dio la leche en uno de esos posillos desechables. Estaba seguro de que se iban a hacer grandes amigos ellos dos.
~O.O.O--.FIN CAPÍTULO CUATRO.--O.O.O~
Reviews: (Perdón por no poner las contestaciones en el capi anterior. Se me olvidó… jejeje)
Herms Malfoy: Te puedo dar todas las excusas que existen en el mundo para explicar mi atraso… pero, ¡no puedo! La verdad es que no me inspira el cuento y no puedo seguir… lo siento tanto!! Bueno… espero los capis entonces!!!
Snivelly: Qué bueno que te guste. A mí también… casi me dio un ataque cuando supe que era Sirius el que moría. ¡NO SE LO MERECE! Sip... en efecto es Remus… como ya dije, creo que fue muy obvio eso. Un beso para ti también. ¡Grax por el Review!
Danilo: ¡Hola! ¿Te parece que es bueno? ¡Gracias! Sí, sí…ya sé que son muy cortos… pero es que si lo hacía más largo, se le iba toda la gracia. Con este suspenso que le di, ¡conseguí más Reviews de los que esperaba! ¡Grax por el review!
Slayer Sephiroth: ¿Te gustó? Nada de pobre… todo tiene una razón… ¡Gracias por el review!
Civenus: Aquí tienes este capi… ¿Qué te pareció? ¿Emocionante? ¿En serio? ¡Qué gusto! Voy a tratar que sean más largos… lo que pasa es que mi hna y su amiga esa no me dejaban escribir. No tenía ni un momento de paz… Si, si… ya sé que no es una excusa… ¡pero me molesta que estén hablando a las 3 de la mañana, mi momento favorito para escribir! ¡Se me ocurrió algo! Si tus reviews son más largos, mis capítulos serán mas largos y más trabajados… ¿Oki? ¡Gracias por el review!
.: ¿Por qué así de anónimo? ¡Gracias igual por escribirme y darme ánimos!
Prongs: ¡Gracias! ¡Qué lindo tu nick!
Fenyx: ¡¡Holash!! ¿Qué taaaaaaaaaaal? Me encantó tu ffic! No es nada… la dedicatoria te la merecías… ¡Gracias por todo el apoyo! ¡Escríbeme reviews más largos ;o)! Grashias por el revieww
Cristal Melody: ¿Pobre Harry? ¡JAJAJAJAJA! Yo diría: "¡Pobre de los demás!" ¡No sabes lo que va a pasar! Ojalá se queden todos ¡Plop!... Creo que va a ser así… ¡Es algo que parece que nadie se imagina! Y me da mucho gusto, por que nadie me ha comentado nada... :oP Aunque tú no lo creas, yo tengo sueños así… ¿Un Sirius de verdad? Jajaja… ¡igual es buena idea! ¿Tú crees que no es capaz? ¿Y en el libro tres? No lo trató muy bien que digamos… No es Voldie-pooh-mi-amor-por-la-eternidad el que le está jugando una mala pasada… es ooootra personita n_n jajajaja…. Éste capítulo es mas largo… ¿te gusta así? ¡Saludos! ¡Grax por el Review!
Ursula: ¿Aburrido? Sólo un sueño… lamento decepcionarte, pero no fue sólo un sueño… o_ó ¡Gracias por el review!
Zekhen-angel and Zekhen: Jajajaja… ¿Escribes ffics? No, no es Sirius… ¿Harry se echó a un amigo? Pues… se podría decir que sí… ¡Grax por el review!
Bellatrix_013: gracias!
Marla: es lo que yo deseo también, gracias!
¡¡Gracias a todos por gastar su preciado tiempo en dejarme un review!!
¡¡Gracias a todos por los que leyeron y no dejaron review!!
(Espero que la próxima vez se atrevan a dejarme reviews… realmente estoy pensando en dejar de escribir. Soy muy mala para esto.)
Kisses,
Ñorita Consuelo.
