SummaryHarry muy enfermo. ¿Cómo hará para poder seguir adelante? Después de OotP (lOdF).

Disclaimer Nada mío. Sólo Trama. Dinero no. Entretenimiento gratis si.-

Atención: Spoilers LOdF (OotP).-

Harry Potter en su sexto año de Hogwarts

Preview"¡Claro que eres mago! Cuando quisieron ayudarte para que pararas de perder tanta sangre, no pudimos ayudarte hasta que vino el mismísimo Albus Dumbledore para desactivar el escudo que activaste. ¡Uno muy poderoso, por cierto!" se notaba que el doctor estaba excitadísimo al darle esa noticia. ¿Albus Dumbledore? ¿El vejete Dumbledore? Sintió una punzada en el estómago. Él era mas listo de lo que muchos pensaban tenía que ir con cuidado para que él no se diera cuenta de lo que tramaba Harry. Una vez más no pudo con sus pensamientos por que en ese momento se abría otra vez la puerta, dejando entrar a nada más y nada menos a Albus Dumbledore.

O.O.O--.o.--O.O.O

Capítulo seis – Los Longbottoms

"Buenas tardes, quería saber como estaba el joven mago."

"Sí, está en muy buen estado y no ha sufrido ningún traumatismo en el cerebro cuando se pegó al caer desmayado, sólo fue un corte que sólo llegó a rozar el cráneo. Va a estar débil algunos días hasta que reponga toda la sangre que perdió." Le respondió el médico. Justo cuando terminó de decir todo esto, llegó una enfermera, indicándole al doctor que otro paciente lo estaba esperando. "Los tengo que dejar ahora… voy a volver para darle de alta." Y se fue, dejándolos a los dos solos en el cuarto.

"Podríamos empezar por conocernos. Yo soy Albus Dumbledore" Sonrió, pero al ver que no respondía, sacó un caramelo de limón de su bolsillo "¿Quiere uno?"

"No, gracias" No iba a aceptar nada de él. "Yo soy Ewan" Ése fue el primer nombre que se le vino a la cabeza, además no lo iba a usar más. Esta identidad iba a desaparecer dentro de muy poco.

"Muy bien," dijo, mientras saboreaba ese sabroso caramelo" ¿recuerda lo que le pasó hace algunos momentos? Hace como media semana, más o menos."

"Sí, recuerdo que el Innombrable me hirió." Hizo como si sollozaba. Tenía que reconocer que como actor no era nada malo. Miraba hacia abajo constantemente para no tener que lidiar con esos ojos que tanto le molestaban.

"¿Eso es todo lo que recuerda?" Harry asintió,"Pues bien, hace exactamente tres días atrás, después de que haya recibido ese golpe, se desmayó por que había perdido mucha sangre. La gente quería acercarse para ayudarle pero algo se los impedía, usted se autoprotegió con un escudo de impenetrabilidad por que su magia si vio amenazada ante la multitud. Cuando los del ministerio llegaron para limpiar todo, la gente ya se estaba dispersando cuando yo llegué justo a tiempo para evitar que entrara en coma." Iba diciendo todo muy despacio, tranquilamente, para que Harry entendiera todo sin perderse. "Ahora la pregunta es: ¿Qué conexión tiene con Harry Potter?" Esta pregunta había dejado en blanco a Harry. ¿Lo había descubierto? No entendía por qué le hacía esa pregunta y qué lo había delatado.

"¿A-a qué se refiere, señor?" No cabía en su asombro, podía ser astuto este viejo, pero nunca se imaginó que llegara a estas dimensiones.

"A mi me parece que usted lo sabe muy bien." Al ver esa reacción, estaba seguro que había algo entre ellos dos.

"Estoy seguro a que no sé a qué se refiere." Harry recobró la compostura. Pero no escuchó lo que le dijo Dumbledore por que de pronto le llegaron unas voces y unas imágenes a su mente. Estaba confundido, no tenía idea de lo que podía ser, llegaban todas muy deprisa confundiéndolo terriblemente. Trató de despachar las imágenes, consiguiéndolo muy trabajosamente. Cerró los ojos para concentrarse mejor, pero se detuvo al ver las imágenes que le llegaron a continuación: ahí estaba él, Harry de ocho años, protegido por un campo de energía que no podía ver pero sí sentirlo. Los paramédicos trataban de acercarse, pero era como una pared invisible que no los dejaban pasar. Harry estaba en un charco de sangre, inconsciente, cada vez más pálido. Uno de los que reconoció como medimago, desesperado, cuando lo vio observando la situación, se acercó apresurado para pedirle ayuda.

"¡Señor Albus Dumbledore! ¡Qué bueno que usted llega! ¡Está en un campo de fuerza en el que no podemos sacarlo!" Se refería a Harry-niño, ¿Así que éste era el recuerdo de Albus Dumbledore?

"Calma, ya lo resolveremos. Necesito que me diga qué fue lo que causó el campo de energía." Se escuchó decir él mismo.

"Fue él señor, el niño." Dumbledore quedó totalmente paralizado al escuchar eso, aunque no lo aparentó.

"¿Me lo puede explicar?"

"Lo que pasa es que nosotros queríamos aplicarle una inyección de morfina, para que no le doliera si es que despertaba. A juzgar por el hechizo, era una maldición que causa mucho dolor. Pero cuando le apliqué la inyección, él activó su sistema de defensa inconscientemente. Nunca nos había pasado esto, quizás pensó que nosotros queríamos hacerle daño. Tenemos a dos doctores heridos, yo estoy ileso por que uno de nuestros refuerzos alcanzó a parar mi caída." Trataba de explicarle el doctor muy rápido mientras se refregaba las manos una contra otra en un acto frenético por calmar su nerviosismo.

"Está bien, déjemelo todo a mi." Tenía que bloquear la magia de ese pequeño antes de que se matara a sí mismo en un intento de estar a salvo.

Se acercó cuidadosamente y trató de entrar en la mente del herido, sin tener éxito. El escudo era a prueba de oclumencia también. Pero quizás no podría con magia antigua. Se concentró, cerrando los ojos. Calló todos los sonidos de la calle, para poder escuchar solamente los signos vitales. Escuchó los latidos de su corazón, latía bien pero con cierta desesperación cuando se dio cuenta que la presión de la sangre bajaba. Estaba respirando entrecortadamente. Pero escuchó algo más… Algo que no se lo esperaba.

"H-Harry Potter… llámenlo… y… n-no vendrá… Jamás…" Murmuraba pequeño.

Eso, a Albus Dumbledore, lo dejó en blanco. ¿A qué se refería este chico? ¡Quizás era un espía del mismísimo Lord Voldemort! Escuchó con atención a lo que decía, pero no daba más información de la que había escuchado la primera vez. Así que conjuró un hechizo absorbente, en el que toda la energía era pasada a Dumbledore.

Al principio funcionó, pero luego, ¡el poderoso Albus Dumbledore, estaba sufriendo una sobrecarga de poder! Estaba absorbiendo mucha energía que tenía que ser liberada inmediatamente. Las cosas a su alrededor empezaron a levitar, tratando de que eso sea suficiente para no colapsar ahí mismo. Cuando ya no daba más, el escudo se hizo suficientemente débil para que el mago adulto le pudiera susurrar al niño:

"No pelees más, estas personas están para ayudarte. No pelees, no pelees…"

Parecía que el infante le había escuchado por que esta vez ya no oponía resistencia, pero Albus no conseguía entrar en la mente. "¿Por qué?" Se preguntaba… No encontraba la respuesta en ningún lado.

"Muchas gracias, señor. Sin usted no lo habríamos logrado." Le dijo el mismo medimago que ahora estaba atendiendo a Harry.

Las imágenes acallaron dejando a un Harry totalmente confundido. Si podía leer la mente… Y… Dumbledore no pudo leer su mente… Entonces… no lo había descubierto. "Pero tengo que actuar rápido, no sé cuanto tiempo estuve en trance."

"Yo he escuchado hablar de él… pero… nunca lo he visto" Y rompió en un sollozo lastimero utilizando sus manos para fregarse los ojos y así tenerlos rojos, aunque no haya llorado. De sus manos salieron gotas de agua como acudiendo en su ayuda para poder completar su actuación perfecta. Ahora… su teoría era: Si no pudo haberle leído la mente cuando estaba inconsciente, ahora tampoco. Tenía que concentrarse en inventar algo. Se imaginó a sí mismo escribiendo en algún papel en el que quería ser rescatado por su héroe: Harry Potter. Un pobre huérfano el cual había encontrado muchas historias sobre el-niño-que-vivió.

Ya tenía el recuerdo completo, levantó la mirada y clavó los ojos rojos y llorosos en los ojos azules y viejos del señor director. Sentía cómo era escudriñado pero no podía llegar a fondo. Sabía que lo único que podía era ver ese ridículo recuerdo.

Parece que el Director quedó satisfecho, por que se levantó y le puso una mano en el hombro.

"Espero que te recuperes pronto." Le dijo a modo de despedida antes de salir de la habitación. Luego de un momento Harry se dio cuenta de lo que realmente había pasado. Y sonrió, sincera y extremadamente feliz.

Lo único que le faltaba por lograr, era escapar del hospital. No soportaba estar en un lugar donde era todo molesta y extremadamente blanco. Así que tomó la ropa, de la cual no quedaba rastro alguno de sangre.

Salió del cuarto sigilosamente. Se veían enfermeras que iban y venían por el pasillo el largo pasillo, donde llevaban y traían enfermos en camillas flotantes. ¡Así no podría escapar nunca!

Esta vez se concentró en cambiar su apariencia en un joven moreno de ojos miel. Sintió cómo crecía unos cuantos centímetros y ajustó la ropa para que no pareciera muy chica. Ahora sí estaba listo.

Abrió la puerta del cuarto, pero se tuvo que apartar en seguida por que un grupo de enfermeras traían a un herido. Tenía múltiples laceraciones por los brazos y cara. Pero no podía quedarse a ver cómo lo atendían, por que una enfermera se dio cuenta de que el pequeño paciente no estaba. Así que Harry no esperó más y salió del cuarto antes de que lo notaran.

Una vez afuera, lo más sensato que se le pudo ocurrir fue seguir a una de las enfermeras, por que… ¿la verdad? Es que… ¡No tenía idea de dónde estaba! Así que apuró el paso por que la enfermera caminaba apresurada con algunos utensilios en la mano.

Pero no esperaba en ir al lugar en que la enfermera se dirigía: "tratamiento de heridas incurables". ¿Ése no era el lugar en que Lockhart estaba? Picado por la curiosidad, entró y ahí los vio: los Longbottom estaban sentados en su respectiva camilla. La madre de Neville estaba balanceándose para adelante y atrás repetitivamente y su padre estaba acostado, mirando hacia el techo, sin indicios de vida.

Simplemente se le oprimió el corazón. Como nunca lo había hecho antes, al ver lo que Voldemort había hecho y era capaz.

Se acercó a la madre y la tomó por los hombros. Inmediatamente cesó todo movimiento por parte de ella y enfocó sus ojos en los ojos, ahora mieles, de Harry. El joven sintió toda la angustia que emanaba la madre, todos los horrores que reprimía tratando de olvidarlos hasta el estado de la locura. Una silenciosa lágrima salió del profundo de su ser. Pero esa lágrima no era de él. Era la lágrima que nunca pudo derramar la mujer. Le estaba transmitiendo los pensamientos, tenían una conexión en el que él podía sentir todo lo que ella había querido expresar desde hacía mucho.

"Mujer, ¿Qué es lo que te oprime?" Le dijo Harry por la mirada.

"Horror" Le contestó.

"¿Qué es lo que te oprime?" volvió a preguntar Harry, muy despacio y calmadamente…

"Sufrimiento." Le volvió a contestar, esta vez con un estremecimiento.

"¿Qué es lo que te oprime?" le preguntó Harry con un tono seco, reprochador,

"Miedo… Miedo… Miedo. MIEDO… MIEDO. ¡MIEDO!" Se puso a gritar desgarradoramente esa palabra que la asustaba tanto. Sus dedos se crisparon y agarraron los brazos de Harry dolorosamente. Gritaba como si su vida dependiese en ello. Los otros enfermos gritaban, en respuesta. Esa palabra encerraba todos los horrores de los cuales ella era presa. Miedo… qué palabra sabia. Pero no duró mucho, por que volvió a su posición inicial, mirando fijamente a Harry, aunque aún agarraba los brazos de Harry con brusquedad.

"Lucha." Le respondió Harry.

"No tengo por qué."

"Tienes un hijo a quien cuidar."

"¿Un hijo?"

"Neville Longbottom" Pero no respondió a ese nombre, por que una lágrima recorrió solitaria por sus pómulos. Esta vez era ella quien lloraba. "Lucha."

"y-yo… y-yo…" Pero no pudo terminar la frase por que su cuerpo empezó a convulsionarse violentamente, sin soltar a Harry. Él no podía controlarla, pero logró zafar un brazo para ponerlo en su cabeza, ahora recostada en la camilla.

"Lucha, yo te ayudo." Bruscamente, se dejó de mover para poner los ojos en blanco. Harry sintió como todo los males que habitaban en su cuerpo traspasaban al cuerpo de él, lentamente, envenenando su esencia.

Pero no duró mucho, por que ella pareció despertar de un sueño muy largo. Sus ojos ya no eran vacíos. Al contrario, eran hermosos grises, llenos de vida. Se dio cuenta de un agonizante Harry que tosía y tenía su mano derecha a la altura del corazón, tratando de controlar los latidos que ahora se habían hecho muy irregulares y débiles.

"Tranquilo... Acuéstate aquí, al lado mío." Harry obedeció tratando de olvidar el dolor que le oprimía el pecho y sus sentimientos al borde de la locura. Todos lo horrores que había vivido la señora, habían sido vil mente traspasados a su cuerpo. Revivía momentos de gran sufrimiento. Pero por lo que más sufría era por el miedo de que cediera a Voldemort y le diera información que pusiera en peligro a millones de personas, incluyendo a su hijito Neville, de apenas un año de edad. El corazón no le daba para tanto sufrimiento. Quería que todo terminara de una vez, quería morir. Dejarse llevar por la oscuridad. Pero no pudo hacerlo, por que una voz suave y unas caricias en el pelo le daban fuerzas para luchar y estabilizar el mal con el bien.

La señora Longbottom tenía una sonrisa tierna y comprensiva, sabía lo que era lidiar con todos esos sentimientos a la vez. Lo único que tenía que hacer era darle esperanzas a ese joven, a su salvador y todo estaría bien. Luego podría recuperarse solito, sin ayuda de nadie. Además era un joven fuerte y con grandes poderes, él no iba a caer en el abismo. Su alma era… ¿Cómo decirlo? Era pura. Con ese don, lo único que tenía que hacer era purificar el mal que tenía en su sistema con sus poderes y luego estaría estabilizado. En efecto, dejó de toser para dar paso a una respiración agitada y su cuerpo más relajado. Estaba empapado de sudor y ya no daba para más.

Aunque le hubiera gustado charlar un poco con su salvador de ojos mieles, no tuvo tiempo ni de verlo bien por que justo apareció una enfermera, que chequeaba de tanto en tanto a los enfermos.

"¡Pero qué Demó-!" Gritó la enfermera.

"No se preocupe, ya está bien."

"¿S-señora Longbottom? ¿U-usted e-es usted?" Preguntó, todavía más sorprendida de que ella pudiera formar una oración coherente.

"Si, y gracias a él." Luego de un momento de shock por parte de la enfermera, salió corriendo, a buscar al doctor urgentemente.

"Estoy bien, señora. Ahora me tengo que ir. Procure ayudar a su marido. Él la necesita." Le dijo Harry. Se paró de la camilla agarrándose el costado, tenía una puntada que lo estaba matando. Tenía que salir de ahí rápido antes de que lo viera alguien. No quería pasar más tiempo del que debía en el hospital. Además corría el riesgo de ser descubierto.

Fue a un cubículo próximo, que estaba vacío. Ahora cambió de un joven de ojos miel a un joven muy robusto, ojos marrones y pelo cobrizo. No le había dolido para nada da transformación, pero el dolor en el costado se había intensificado.

Salió del cubículo y se dirigió a la puerta por donde había entrado minutos antes. Esta vez no se perdería. Venía la misma enfermera que los había encontrado, pero esta vez acompañada por un doctor. La enfermera estaba explicándole lo que había pasado muy rápido, pero el doctor no le entendía y por eso trataba de calmarla. Una vez que se entendieron lo suficiente, la enfermera lo guió corriendo hacia los Longbottom.

Harry se alegraba, en parte, por haberla liberado. Nadie se merecía estar tanto tiempo encerrado en su propia mente, tratando de salir y menos alguien inocente. Pero no se sentía bien, como cuando uno hace una buena obra, por que se sentía deteriorado, cansado, demacrado. Así que, cuando vio a la enfermera más cercana y le preguntó dónde era la salida, ella le preguntó si se sentía bien. Él le dijo que sí, que tenía que tomar un poco de aire fresco nada más. Inventó que le tenía fobia a los hospitales. Ella se apresuró a decirle que había un área reservada para aparecerse y desaparecerse.

"Si quiere, le puedo mostrar dónde es."

"Muchas gracias."

"Sígame."

Lo guió por diferentes pasillos y llegaron a un espacio abierto, donde se veía el claro color negro del cielo nocturno.

"Gracias, adiós."

"No hay de qué… que se mejore pronto, señor." Y con esa despedida, Harry se desvaneció, en medio de esa noche tan fría.

O.O.O--.FIN CAPÍTULO SEIS.--O.O.O

Está interesante, eh?? Y no saben lo que le espera a Harry… jojojo…. Ya tengo todo planeado!! Estoy tan feliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiizzzzzz

Reviews:

Bethap: No entiendo lo que no entiendes… (irónico) no dudes en preguntarme… Y gracias por el review!

Kittychan: pues no puedo dejarlo mucho tiempo como niño.. este es una continuación del5 libro.. así que tengo que enviarlo a hogwarts pronto!!! :S… hay mucho por escribir todavía.. uu' Grax por el review!

remus-lupin-black-darkg: Pues muchas gracias… Harry se pudo tranfromar porque… ups! Casi revelo el futuro del ffic!! Grax por el review!

Gracias multijugos3, Aidee e Indira x sus reviews!!

Si tienen alguna pregunta, no duden en hacerla!

Kisses,

Consuelo