Capítulo 13
"Días de espera"
Genesis tomó agradecido el pañuelo de que Prompto le ofreció para limpiarse sus lágrimas, sorbe un poco su nariz y da un par de respiraciones hasta calmarse, el rubio estuvo todo este tiempo a su lado frotando su espalda en consuelo. Luego, en voz baja le dijo:
— Amigo… Parece que acabas de tener una pesadilla…¿Qué fue?
— Solo… — se detuvo, recordando vívidamente las imágenes de Zack y su muerte — Soñé con alguien.
— ¿Alguien que conoces? — preguntó el rubio, Genesis, duda un par de segundos, antes de asentir lentamente — ¿Te gustaría compartir? — otra vez duda, aunque asiente nuevamente y más lento.
— Fue… Un estudiante, de mi mejor amigo. — contesta el pelirrojo — Tuve, un sueño, más bien fue una visión, donde él… Bueno…
El silencio se acomodó triste entre ambos, al parecer entendiendo el mensaje.
— Bueno, no puedes estar seguro si de verdad lo está ¿Quizás solo esté por ahí?
— No, él lo está. Él ya fue reclamado por el planeta — Genesis frunció el ceño — Está muerto… Al menos, está con el planeta…. Será… feliz ahí — se limpió nuevamente las lágrimas en sus ojos con el pañuelo ofrecido antes de regresarlo finalmente.
— Bueno de ser así, ¡hay que empezar un nuevo día! — Exclama el rubio con renovada energía — Sí él se encuentra feliz, entonces hay que hacerte feliz a ti también — Genesis lo miró con absoluta confusión. ¿De dónde saca tanta felicidad? Y de solo verlo le hace recordar a Zack, era igual a él… Prompto entonces le quita las sábanas de encima y lo levanta para que venga a desayunar. No le importó si el pelirrojo tenía el cabello largo arrastrando y sin peinar, mucho menos le importó que estuviera solamente vestido con su camisa roja y sus calzoncillos prestados. Lo hizo bajar las escaleras para ver la mirada avergonzada de Iris, además escuchar el resoplido de Noctis.
Prompto simplemente no lo iba a dejar en paz… Al menos hasta que Gladio vuelva.
Hablando de Gladio, ahora que no está, puede notar la tristeza en el aire, pero tanto Ignis como Noctis lo ocultan bastante bien, sin embargo, la muchachita, Iris, se ve decaída. Supuso que apenas ver a su hermano después de la tragedia solo que se vaya de nuevo debió afectarla en cierta medida. Los dos guardias reales estaban en la mesa para desayunar mientras que el niño, Talcott, tiene un diario en sus manos.
— Buenos días — dice Prompto con habitual sonrisa brillante.
— Te tomó bastante tiempo — dice Noctis levantando la vista de su teléfono, a lo que prompto da una palmada a la espalda del pelirrojo.
— Oh, es que la bella durmiente de aquí tuvo una pesadilla — contestó, ganándose una mirada de reproche del pelirrojo — ¿Qué? — se volteó para ver a Genesis — Solo decía.
— Bueno, si ya estas lo suficientemente despierto, les sugiero que desayunen mientras aún está caliente. — Ignis sirvió un tazón de comida hacia los guardaespaldas Mónica y Dustin. El rubio se sentó en la silla libre mientras Genesis se sienta a su lado, mirando su comida aún humeante.
Todos agradecieron para comenzar a comer.
Luego del desayuno, el pelirrojo salió de la cabaña para hacer un recorrido por la zona. Sinceramente, era más pequeño de lo que esperaba, la playa era un territorio medianamente agradable para nadar y sin monstruos a la vista, por ahora, pinchó en su mente el poner barreras para pasar desapercibidos, un rato de explorar la costa más tarde, el propio Ignis fue al faro para entregar el desayuno a Cid, el consejero le ofreció llevarlo a conocer al mecánico, sin embargo, rechaza la oferta por el momento para continuar explorando el poco terreno… Continuando… Había a un pocos metros lo que parece ser un huerto sin utilizar, la tierra sin arar y la maleza ocupando gran parte de esta hizo que su nervio agricultor se retorciera desagradablemente.
Se ve claramente que no ha tenido el cuidado que se merece, aunque es lo que podía esperar de un terreno abandonado por el estado de la cabaña en donde se hospedan. Y a lo lejos vio una tumba, además reciente, donde hay un solo nombre grabado en la piedra y una bonita corona de flores reposando tranquilamente.
"Jared Hester"
El abuelo del muchacho. Oh…
Inmediatamente sintió la necesidad de irse, no debería estar en un lugar tan privado como este, retrocedió un par de pasos y se alejó para regresar a la cabaña. El único lugar que quedaba era el faro… Genesis no quería involucrarse demasiado con estas personas, se sentía extrañamente fuera de lugar en muchas situaciones a menos que fuera combate, vigilancia o reconocimiento de terreno… o cualquier otra situación que sea meramente militar.
Cosas como momentos amistosos, familiares o meramente mundanos no le sentaban bien… Bueno qué podía esperar cuando había sido un soldado, había crecido con la guerra y él mismo causó una. Tuvo que regresar a la cabaña para comenzar a preparar un nuevo hechizo.
El segundo día que Gladio se fue, Genesis se levantó temprano para comenzar a hacer nuevos hechizos en el terreno y evitar ser atacados por monstruos, colocando barreras mágicas alrededor, la magia de color rojo se adhiere al terreno como fuego y hace su propósito de proteger dicho lugar. El ex soldado no pudo evitar sentirse ligeramente satisfecho de su trabajo.
Luego del desayuno, el pelirrojo se preparó para trabajar en el huerto, atando lo mejor que puede su cabello para no estorbar y conseguir las herramientas en el cobertizo cercano.
Al regresar, vio al niño frente al huerto, Talcott, analizando el espacio para sembrar. Este, se dio cuenta de la presencia de Genesis y lo saluda con una sonrisa:
— Buenos días, señor Genesis — Oh Minerva… ¿acaba de llamarlo señor? Ni siquiera era tan viejo… Al menos no se sentía viejo, siendo los años que el mundo ha cambiado.
— Buenos… días — responde suavemente el pelirrojo, el chico nota las herramientas que trajo y pregunta:
— ¿Vas a sembrar algo?
— No, por ahora… — dice, bajando las cosas — Solo arreglar.
— ¡Oh! He visto esto en los libros de agricultura — dice el niño, Genesis se sorprende ante ese hecho, hasta ahora solo se guiaba del diario de su abuelo, supone que no debe subestimar los conocimientos de un niño de su edad — Mi abuelo sirvió durante muchos años a la familia Amicitia, entonces yo iba a ser el siguiente, así que estuve leyendo muchas cosas para poder ser de ayuda…
El pelirrojo mientras se deshace de las malas hierbas escuchó al muchacho, había algo extrañamente familiar en escucharle mientras se encargaba del huerto, le trajo un breve recuerdo en Banora cuando solía cultivar sus manzanas y crear dicho jugo.
El tercer día, finalmente tomó valor para ir a conocer a Cid, arreglando un poco mejor su largo cabello, siendo ahora una larga y gruesa trenza para que no le estorbase. Entonces acompañó a Ignis a conocer dicho mecánico. Sinceramente no sabía que esperar, pero, no estaba preparado para el ascensor que daba a una base subterránea. O más bien una cueva y sigue siendo una base secreta.
Ahí pudo ver a los Glaives Mónica y Dustin, ayudando a un hombre, al parecer ESE es Cid. Un hombre viejo, barba larga, usando su chaqueta roja y gorra con el logo de "Hammerhead" (su taller), a pesar de su evidente edad, daba un aire de sabiduría que solo un anciano te puede proporcionar. Si Genesis ponía atención en detalles, notaba entre las arrugas unas pequeñas cicatrices, si especula, podría decirse que son de batalla.
— Buenos días, Cid — dice Ignis, entregando el desayuno tanto a los Glaives como al anciano — Madrugador como siempre.
— ¿Qué más puedo hacer aparte de arreglar esta chatarra vieja? — dice el anciano, aceptando dicho plato de comida, y da una mirada rápida al pelirrojo detrás de Ignis. Dejando su plato en la pequeña mesita, para mirar con mayor detalle al ex soldado — Así que tú debes de ser el nuevo… — lo mira de pies a cabeza — Eres más flacucho de lo que esperaba, con esos brazos ni siquiera podrías levantar un arma.
Solo 30 segundos de conocer al mecánico ya se siente insultado.
— Genesis Rhapsodos. Un… gusto conocerlo, señor Cid… — el pelirrojo hizo una sonrisa suave en favor de ignorar el insulto de anciano y presentarse como es debido, dándole la mano a modo de saludo.
— Y un acento raro… — remarca nuevamente Cid — No te ofendas, chico.
— Ninguno, de verdad — contesta aun sonriendo.
— Al menos es alguien educado aparte de ti, Ignis — dice el anciano. Al menos Cid parece complacido con su respuesta, invitándolo a hacerle compañía mientras desayuna. Genesis, aceptó por cortesía, preparándose por si comienzan a surgir preguntas invasivas. Ignis regresó
El cuarto día, Genesis finalmente recibe un poco de información de lo que sucede actualmente en el mundo, así como también da clases de su propia historia:
— ¿Entonces, qué sucede? — pregunta el pelirrojo al consejero, este lo miró por un par de segundos, sin saber que responder a ello, sin embargo, recuerda lo que le prometió hace varios días atrás.
— Al parecer, no se puede retrasar lo inevitable. — contesta el rubio con lentes — ¿Qué te gustaría saber? Lo explicaré lo mejor que pueda.
Genesis miró al consejero, luego miró la mesa de madera, ordenando sus preguntas, entonces pregunta lo obvio:
— La guerra… primero — el pelirrojo dice — ¿Por qué los persiguen?
— Para entrar en contexto, los reinos de Lucis y Niflheim han estado en guerra por mucho tiempo, estos años lograron conquistar varios terrenos, y no han logrado entrar en la capital, Insomnia, gracias a un muro mágico que el abuelo de Noctis levantó… y fue protegida la gente en la capital… al menos hasta hace unas semanas.
— ¿Entonces?... — Genesis alza una ceja.
— La familia de Noctis ha gobernado Lucis por generaciones — dice Ignis — Su padre, desafortunadamente murió durante el ataque de Niflheim a la capital. Lo que convierte ahora a Noctis como legitimo al trono. Más, también tiene un deber como Rey.
El ex soldado no tardó en conectar puntos:
— Las espadas… — señala él, ignis asiente — Y los, pactos… — Nuevamente asiente.
— Es una norma, para completar tu ascensión como rey.— le explica — Es por ello que Niflheim nos persigue, siendo lo que queda de Insomnia. — Genesis asiente lentamente comprendiendo ahora todo este embrollo con los soldados, naves o todo intento de ataque.
— Los dioses… ¿Por qué solamente a Lucis? — pregunta entonces — Si son dioses, ¿no deberían estar al servicio del mundo?
— … La verdad, no tengo idea. Pero ellos al parecer siguen una profecía, un "rey elegido" para purgar la oscuridad de Eos. — contesta Ignis — Quizás es por eso que sirven a la familia, o al menos, el draconiano lo hace.
— Eso es ambiguo, Nibelheim también es… reino. — dice el pelirrojo, a lo que Ignis niega con su cabeza.
— Es un imperio, Niflheim, tiene un emperador. Además, de alguna manera lograron matar a una diosa, La Glaciana. Una razón menos para que los dioses no quieran estar bajo su mando…
— … Claro. — por supuesto, le trajo recuerdos de Godo, emperador de Wutai, luego Genesis piensa en su siguiente pregunta. — ¿Ardyn? ¿El… canciller?
— Me temo que no puedo responder mucho. No hay mucha información del canciller, pero tenía una cierta fama incluso antes de conocerlo en persona, hasta ahora sigo sin confiar en él, y tu pareces consciente de que algo anda mal con él.
— … Solo… No me gusta. Algo, solo me da mala espina si me acerco a él.
— ¿Tienes más preguntas? — pregunta el consejero.
— … ¿La prometida de Noctis?
— ¿La oráculo?... Ella es de Tenebrae. Al igual que la familia real, ellos también poseen magia. Una larga línea matriarcal dedicada a curar a los enfermos de "la plaga de las estrellas", también tienen la habilidad de hablar con los dioses. Siempre hubo buenas relaciones entre Lucis y Tenebrae, por cada generación, hay un rey y por tanto, tiene su oráculo.
Hubo un silencio, el pelirrojo reflexionó ante lo dicho por el consejero, aún no tiene muy en claro cuánto tiempo ha estado dormido en esa cueva, sin embargo, de lo comentado por Ignis, eso quiere decir ya fueron unos buenos años.
— Si no tienes más preguntas, es justo para mí y los demás recibir un par de respuestas — dice el consejero, acomodando el marco de sus lentes — ¿Te parece?
Genesis suspira, bueno, él tampoco puede retrasar lo inevitable. Especialmente cuando conoce esa mirada, solo verla le recordó a su amigo Angeal. El ex soldado asiente y sus ojos verde mako lo miran directamente:
— ¿Qué te gustaría saber?
El quinto día, acompaña a Dustin y a Mónica a hacer inspección del terreno del lago Vesper. Confirmando que efectivamente era territorio Imperial, habiendo un par de naves en la zona, suponiendo para hacer vigilancia. Desde las alturas, trazó un boceto para Ignis una vez que regrese a la cabaña…
Otro dato del día, es que ambos glaives se espantaron al ver su ala.
No volvió a mostrarla el resto del día…
El sexto fue a Lestallum para comprar provisiones con Noctis y Prompto. No sucedió nada interesante…
El séptimo era el decisivo, Noctis decidió esperar al regreso de Gladio, sin embargo, ya era una semana completa y aún no vuelve, fue solamente cuestión de tiempo en que les pidió a prompto, ignis y a Genesis a que fueran al lago Vesper.
Pasaron toda la noche sorteando sus provisiones para conseguir el mythril.
Finalmente, los cuatro suben al auto y se dirigen al lago.
