Bleach no me pertenece es obra de Tite Kubo, solo tomo sus personajes y algunos acontecimientos para fines recreativos, darles un poco más de protagonismo a otros personajes. Además de dar rienda a mi imaginación yurista y satisfacer mi necesidad intrínseca de YoruSoi.
Cursiva- Flash Back
Cursiva negrita - Pensamientos.
CAPITULO No 1
PROLOGO
La batalla en contra Aizen había pasado hace un tiempo, los heridos en ese entonces fueron muchos y su recuperación tomo un tiempo prudente, especialmente para aquellos de gravedad como Momo Hinamori, Rangiku Matsumoto, algunos Vizards como Hiyori Sarugaki, Love, Rose, Mashiro y el mismo Hirako, Tōshirō Hitsugaya, Yoruichi Shihōin, Soi Fong y hasta para el comandante Yamamoto, Ichigo Kurosaki fue en esa ocasión el salvador, pero con esa victoria tuvo como consecuencia la perdida de sus poderes.
Como era de esperar la vida continuo para todos y lo quisieran o no hubo algunos cambios, quizá poco perceptibles, aun así al pasar el tiempo siempre hubo algo más porque pelear, como la situación con los Bount, después de llegar a un tiempo de calma y tranquilidad el cual podrían llamar paz, el Gotei junto al Seireitei habían cambiado más un poco más de lo esperado, además de la estructura conocida por siglos en el Gotei 13, se pensó en agregar una especie de base en el mundo de los vivos donde los encargados de monitorear y verificar cualquier actividad extraña que atentaran con el mundo de los vivos y la sociedad de almas eran los capitanes Yoruichi Shihōin, Urahara Kisuke y junto a ellos el Ryoka o Shinigami sustituto que fue recompensado con el regreso de sus poderes como Shinigami.
Pero los tiempos de paz nunca fueron eternos ya que después de un agradable tiempo de crecimiento, estabilidad y armonía en la Sociedad de almas. Un nuevo conflicto llego con fuerza dejando tras de sí una estela de cambios y muerte. La guerra sangrienta de mil años como se había denominado al conflicto entre Quincys y Shinigamis transformo la vida en el Gotei 13 de una manera que nadie creyó posible. Esta es la historia que cuenta un antes y un después de la terrible guerra, un nuevo Gotei que se construye poco a poco con aquellos sobrevivientes que cargan sobre si la responsabilidad de reconstruir el lugar que defendieron con sus vidas, así como dejar atrás el dolor de saber cómo compañeros, amigos y personas amadas dieron su vida para que muchos vivieran.
Tiempo después de la guerra de invierno
La vida en el Seireitei parecía transcurrir de la misma manera para aquellos que son miembros de los 13 escuadrones de protección, siempre sumidos en su vida de deber y responsabilidad, tanto para aquellos con altos rangos como los Shinigamis en general que vivían dedicados a los entrenamientos diarios, las patrullas en los diferentes distritos del Rungokai, la eliminación de huecos en la sociedad de almas así como en el mundo humano, aun cuando se cuenta con una pequeña división anexa que se encargaba de monitorear toda actividad extraña que represente peligro para el mundo viviente.
Pero si se miraba más de cerca no todo era igual, después de la traición de Aizen Sōsuke, Ichimaru Gin, Kaname Tōsen y toda la lucha encarnecida por la que pasaron en hueco mundo y la falsa Karakura para llegar al encarcelamiento del traidor y la muerte de los que le siguieron fue un punto y aparte, al final se supo que Gin Ichimaru tenía una agenda propia que consistía en acabar con Aizen por venganza. Todos aquellos que habían sido tachados de traidores hace cien años y en todos los que recaía una sentencia de muerte a los cuales se les dio el nombre de Vizards fueron absueltos de todo cargo y se les brindo nuevamente la bienvenida al Gotei si deseaban regresar, además de eso se volvió a reestablecer la central 46 aunque ya no poseía el mismo poder e injerencia en asuntos Shinigamis.
Yamamoto después de un consenso entre algunos capitanes y miembros de la nobleza, llegaron a la sabia decisión de qué central 46 no tendría poder sobre los escuadrones de la corte, ciertamente darían sus opiniones y valoraciones pero no tendría injerencia directa de peso en asuntos Shinigamis, no era primera vez que hacían cambios en esa cámara, porque hace un siglo cuando se dio la deserción de Kisuke y todos los demás era en ese lugar donde se llevaba a los Shinigamis para recibir su sentencia, pero luego de la invasión perfecta de Shihōin Yoruichi que conocía todo en seguridad y era una Shinigami de alto rango, optaron porque las sentencias serian por anuncios directos de la cámara 46, al final eso fue una ventaja que utilizo Aizen para conseguir el Hōgyoku y ahora solo sería un voz a tomar en cuenta pero que no era definitiva, según Yamamoto lo mejor sería que el Shinigami juzgara al Shinigami.
Entre los Vizards que aceptaron volver el primero en aceptar fue Shinji Hirako y le siguió Rōjūrō Otoribashi conocido como Rose, Mashiro Kuna y Kensei Muguruma que para beneplácito fueron tomados nuevamente como capitanes. Los restantes como Lisa Yadōmaru, Hiyori Sarugaki, Hachigen Ushōda y Love Aikawa decidieron quedarse en la tierra siendo de ayuda para la nueva unidad terrestre que pese tener a dos personas bastante poderosas e inteligentes algunas veces necesitaban de una mano, más cuando Yoruichi iba de visita a la sociedad de almas por algunos asuntos familiares. La morena al volver al Seireitei luego de los 100 años que estuvo tachada como traidora tuvo que ajustarse a ciertos cambios, lo primero fue su guarda espalda y casi mano derecha Soi Fong quien había asumido sus cargos en su huida, segundo su hermano Yūshirō Shihōin que era un bebe cuando abandono la sociedad de almas ya había crecido y era todo un adolescente.
Al principio Yoruichi tuvo cierta dificultad para retomar la interacción con su subalterna por el hecho de que todo se había roto desde su abandono, hubo rencor y odio por parte de Soi Fong a su persona que no sabía por dónde empezar, luego de unos meses la relación pareció volver de maestra y sirviente posiblemente por la relación entre el clan Shihōin y Fong. Aun cuando sabía que sobre la menor pesaba un cargo que le daba cierto estatus y poder político el cual ella no podía dejar de lado, fue así como con el tiempo su relación cambio a una totalmente cordial, respetuosa, aun cuando la morena siempre tuvo cierto cariño especial por la peli azul. Quienes conocieron a Yoruichi hace cien años y vieron en su regreso a la sociedad de almas como con el paso del tiempo fue cambiando, primero empezó por acercarse a su hermano que había abandonado por más de un siglo, por Yūshirō y su madre fue que decidió limar asperezas con su familia para luego retomar su puesto como cabeza del clan.
Otro cambio que fue poco notable y se trataba sobre las pequeñas interacciones que la capitana del segundo escuadrón mostro a otros miembros del Gotei, empezando con Retsu Unohana y con algunas tenientes como Ise Nanao, Isane Kotetsu y Rangiku Matsumoto. Así como con algunos capitanes como Ukitake Jūshirō que siempre le considero un hombre amable y recto, Kyōraku Shunsui que algunas actitudes no eran de su agrado pero que él en cierta manera se las arreglaba para ser divertido, además de eso en todas esas veces que tuvo que acudir a reuniones con nobles pudo tener en Byakuya Kuchiki una plática cordial de la cual los dos se beneficiaban, en general trato de llevar relaciones respetuosas por el beneficio del Seireitei. Aun así, Soi Fong siempre llevaba sobre si la fama de una implacable y fiel seguidora de las reglas, una capitana cruel y sádica que maltrataba a su teniente inútil con cierta razón.
Con el pasar del tiempo los escuadrones mantenían un nivel de entrenamiento relajado pero no se les podía culpar, no había amenazas fuertes o preocupantes que les hicieran cambiar el ritmo aun cuando sabían que el segundo escuadrón era el que más tiempo y dedicación ponía a sus entrenamientos, también su capitana tomo tiempo para mejorar la técnica secreta del Shunkō, por supuesto que Yoruichi Shihōin ayudo en un principio para que la peli azul llegara a tener un control optimo del mismo, después ella misma tomo de su tiempo personal de entrenamiento para un mayor perfeccionamiento de la técnica.
Yamamoto se mostró complacido con todos esos cambios y el funcionamiento del Gotei que iba mejor que nunca, desde la traición de Aizen y sus secuaces central 46 no tenía mucha incidencia en el actuar de los escuadrones y el sōtaichō solo se preocupaba que todo se mantuviese en paz, además de recibir y enviar los informes requeridos por el escuadrón cero. Entre esos informes había algunos especialmente requeridos que eran de suma importancia y bastante detallados sobre algunos capitanes en específicos de los cuales solo él, su teniente Sasakibe y Unohana Retsu sabían, la última por el hecho de que siempre se les efectuaba un examen físico a todos los capitanes y tenientes cada cierto tiempo.
Yoruichi Shihōin ayudaba con el entrenamiento de su hermano que crecía en edad y Reiatsu, a veces pasaba mucho tiempo en el Seireitei del cual aprovechaba para ir a las reuniones de la Sociedad de mujeres Shinigamis, ir la segunda división explícitamente a visitar a su capitana que siempre se mostraba ceremoniosa en sus visitas aun cuando la morena desde siempre le había pedido dejar de lado esos títulos, pero que se puede esperar de la formación del clan Fong y su pequeña abeja. Desde que Soi era muy joven vio la casi veneración a su persona por ser la vigésimo segunda cabeza del clan Shihōin y la comandante de Onmitsukidō.
Cuando Yoruichi era la capitana mostro ser meticulosa con el entrenamiento de su división y sus subalternos, fue de esa manera como un día descubrió a la joven Fong y vio el potencial, la dedicación en ella aun cuando era demasiado joven a comparación con otros Shinigamis, por ese motivo le llamo para ser parte de su guardia resultando ser una joven acartonada y hasta ahora seguía siéndolo. Lo que nunca espero la despreocupada y seria Yoruichi Shihōin que en todo el tiempo que tomo para ser una maestra para Soi Fong, tuviesen un acercamiento tanto que ella se vio reflejada en esa chica dedicada para ser mejor, quien manifestaba querer dar su vida por su Gundanchō y estar a su lado protegiéndole por siempre. Pero eso había cambiado en su partida, ya que tuvo un efecto en la joven el cual solo pudo evidenciar a su regreso.
De la niña inocente que se sonrojaba, le admiraba y casi le veneraba como a una diosa no había rastro alguno, porque cuando regreso encontró a una mujer fría, intransigente, implacable y bastante aislada de los demás. Obviamente había ganado fuerza, poder que le ayudo a descubrir el Shunkō. Algo bastante sorprendente ya que ella había guardado en secreto esa técnica por ser peligrosa en sí misma, si lo pensaba bien después de más de 100 años la morena podía afirmar que había cosas que ahora desconocía de su ex pupila, las únicas veces que podía decir la había visto tal cual fue cuando había hecho una promesa de siempre estar con ella protegiéndola, la otra en su regreso a la sociedad de almas, con las emociones a flor de piel después de su enfrentamiento. Después todo solo se reducía a una máscara impenetrable, pero sabía que no podía pedir más ya que ella también tenía esa formación y característica de no mostrar sentimientos o dejarse llevar por ellos.
Por otro lado, Soi Fong había encontrado cierto alivio en su alma desde el regreso de Yoruichi, el darse a conocer la traición de Sōsuke Aizen y sus aliados. El dolor, la decepción y rencor de algún modo lo traslado hacia aquel que había sido la mente maestra de todo un siglo de dolor, por supuesto que no fue tan indulgente con Urahara Kisuke, pero por respeto a su maestra guardo su deseo de desquitarse y lo expreso abiertamente solo a Hachigen Ushōda cuando lucho a su lado en la batalla de la falsa Karakura. Fue extraño su comportamiento al regreso de la que había sido su ex mentora y capitana pues lo quisiera o no su intrincada formación hizo que se comportara como si seguía siendo una subordinada, a pesar de que ella había heredado los cargos y fungido como sucesora de Yoruichi Shihōin.
Para la capitana del segundo escuadrón había sido una debilidad dejarse llevar por sus emociones al final del enfrentamiento con Yoruichi, eso le hizo sentir vulnerable y avergonzada, por lo que tomo un tiempo en aislarse de los demás, vivía en su oficina, los entrenamientos de su división y asistía a las reuniones del comandante en jefe. Para ella había sido una fortuna entrar de lleno en la planificación de la guerra de invierno y los enfrentamientos con los Arrancar para terminar con la batalla en la falsa Karakura, luego paso un tiempo en la cuarta división a regañadientes pues Unohana no le permitió abandonar el lugar hasta su completa recuperación, que también consistió en el regreso de su brazo a manos de la Ryoka Orihime Inoue que poseía poderes curativos un tanto extraordinarios.
Pasado el tiempo vio cómo su ex maestra llego a ser parte de la nueva división en el mundo de los vivos junto a ese innombrable de Urahara Kisuke, lo que no se esperaba era que con el tiempo retomara la relación con su familia, tomando así las riendas de su clan y sobre todo el acompañar la educación de su hermano haciendo que su interacción fuese más seguida. Soi Fong con el tiempo y la sabia ayuda de Unohana aprendió a desprenderse de algunas emociones dañinas, con la excusa de la terapia de su nuevo brazo, esta misma lo aprovecho para implementar un régimen de conversaciones para tratar con su carácter, eso contribuyó a la peli azul a exteriorizar algunas dudas con respecto a sus emociones y sentimientos, ayudando de esa manera la relación con su Zanpakutō.
Retsu con más confianza le insto amablemente (por no decir obligo) a reunirse con un grupo de mujeres Shinigamis que habían formado una asociación, la primera vez la visito a regañadientes por curiosidad, luego pensando de una manera profesional noto que era una forma diferente de enterarse sobre algunas cosas del Seireitei. Después de un tiempo había un leve placer culposo el ser parte de esas reuniones, al final ella se había acostumbrado a las excentricidades del grupo y sus personalidades, ahí encontró en Nanao Ise una persona capaz y de confianza, Isane y Rangiku que eran respetables como tenientes, aunque la ultima un poco irresponsable, extrañamente esta se había ganado su paciencia con un regalo del mundo de los vivos que consistía en una gato negro de peluche, dejando entrever que aun con todo la fría capitana de la segunda división aún era una joven, la pelirroja sabía que Soi Fong- taichō solo era unos pocos años mayor que su capitán por lo que no le costó saberle llevar.
Con el pasar del tiempo Soi fue un poco más tranquila en su carácter, aunque solo lo dejaba entrever con muy pocos, eso había traído un poco más de confianza a su persona, la única molestia o cosa que le llenaba a la frustración y resultaba ser un inconveniente era la forma de conducirse y actuar cuando Yoruichi Shihōin le visitaba o aparecía junto a otros. Algunas veces sentía ese impulso de volver al rol de maestra y alumna, cuando podría decirse que estaban casi a la misma altura, hasta había sido tomada en cuenta por el consejo Shihōin para instruir al joven Shihōin, luego estaba la vergüenza de todas esas veces que ella se había mostrado débil y presa de sus emociones, en el fondo la capitana del segundo escuadrón siempre supo que no se podía arreglar el pasado y aun cuando la morena lo intentara, las cosas entre ellas se habían roto y no podrían volver a ser igual que antes, era más saludable mantener cierta distancia. Al final siempre iba estar el respeto para la princesa del clan Shihōin y aun cuando la morena siempre le pedía dejar las formalidades ella nunca desistió del "sama".
Tiempo Actual
En el amplio salón de la primera división un serio Kyōraku Shunsui se encontraba sentado frente un pequeño escritorio, a su lado Nanao Ise suspiro cansinamente frente a la persona que se encontraba de pie, con un semblante serio y acongojado. El silencio reinaba en la enorme habitación luego de que Isane Kotetsu diera un informe médico un poco detallado de los heridos de gravedad y los que están más próximos de recuperarse, además de las pérdidas que justamente el día de mañana se les daría honor aun cuando el dolor por los amigos y compañeros caídos en batalla era reciente.
El informe fue alentador en cierta manera, pero por otro lado el Gotei 13 había perdido mucho desde el inicio de la guerra y cuando se pensaban que la muerte de Yamamoto Genryūsai y Sasakibe Chōjirō había sido un punto de quiebre para cada Shinigami y el Seireitei, el final de la guerra con la salvación del mundo de los vivos, hueco mundo, la sociedad de almas y el palacio del rey junto al rey mismo, dejó entrever que habían tenido que pagar un precio demasiado alto según Shunsui otros opinarían de la misma manera, las pérdidas en Shinigamis rasos, aquellos de clase capitán y vice capitán eran un problema implícito, pero lo doloroso de todo era saber que algunos de estos eran amigos irremplazables que no verían nunca más. Sin contar todas esas reconstrucciones que debían atravesar, quien hubiese pensado que el cuarto escuadrón ahora estaría entre los campos del treceavo escuadrón, era una locura y por eso mismo fue de los primeros que empezaron a reconstruirse.
— Gracias por el informe y su tiempo Kotetsu-tacho — dijo Nanao al ver que Shunsui quedaba en total silencio con un semblante pensativo — puedes retirarte— indico la pelinegra con una leve sonrisa.
— Hay algo que deseo saber— expreso el castaño rompiendo el silencio y las dos mujeres le miraron con curiosidad— ¿Shihōin Yoruichi ya reacciono? — Cuestiono el comandante.
La mujer alta hizo una mueca de molestia, cosa rara en ella, pero con lo que iba a decir era entendible — despertó ayer por la tarde — señalo al instante — pero no sabemos cómo y cuándo fue que abandono su habitación pues a la hora de su revisión rutinaria no se encontró en su cama, decidí que alguien le buscara, pero el capitán Kuchiki señalo que era algo inútil y un desperdicio de recursos.
— Muy razonable e inteligente de su parte — señalo Kyōraku al momento— ¿su diagnóstico médico al despertar cual era? — Pregunto.
— Sus heridas fueron de poca consideración, pero el veneno hizo mucho daño interno, su Reiatsu estaba bajo, aunque no representaba un peligro a su condición. Lo extraño fue que tuvo un despunte de energía — explico — ya antes he tratado a Shihōin-san, su capacidad de curación es muy buena, quizá se deba a su alta presión espiritual y un talento innato que parece ser una constante en los capitanes de la segunda división, Soi Fong-taichō también era… — la voz se fue apagando y el silencio llego de pronto.
— Entiendo el punto — expreso Kyōraku con calma — un buen trabajo Kotetsu-san, espero se nos informe cualquier novedad con los casos graves y el trabajo cotidiano con las recuperaciones.
—Solo una cosa más — comento la mujer alta, que ahora ostentaba el Haori de capitán de la cuarta división. Kyōraku alzo una de sus cejas en curiosidad— el capitán Hitsugaya ha pedido el alta esta mañana ya que sus heridas han sanado por completo, él deseaba hacerse cargo de su división lo más pronto posible, dado que la teniente Matsumoto tendrá un tiempo poco más largo de recuperación.
Nanao miro al Shunsui quien suspiro largamente — ¿no hay algún peligro en su salud, su recuperación ha sido completa? — Cuestiono el castaño.
— Ninguno comandante — respondió al instante — el capitán Hitsugaya ha tenido un desarrollo físico-espiritual notable desde que fue llevado a la división cero, como lo exprese en el informe anterior, él junto al capitán Kuchiki son los que muestran notables mejorías a comparación con los demás, que su recuperación es de manera paulatina.
— Pero según el informe el capitán Kuchiki fue uno de los heridos graves—señalo Nanao.
— Su presión espiritual está aumentando y no negare que su voluntad de recuperación es asombrosa — suspiro cansinamente — manifestó su deseo de estar en la ceremonia de los caídos el día de mañana, sea que se lo permita o no.
Nanao suspiro y Kyōraku sonrió con un dejo de diversión— debes hacer valer tu rango Isane-san — aconsejo el comandante— sé que es difícil dado que con Retsu no se daban esas situaciones, pero en algunas ocasiones debes dejar la amabilidad a un lado para mostrar tu autoridad.
— Lo intentare comandante — dijo Isane con seriedad y vio que Shunsui le miraba serio — hare lo mejor en mis manos.
— Puedes retirarte — ordeno Shunsui y vio como Isane asentía dando una leve inclinación y buscando la salida del lugar.
Kyōraku se recostó en su silla y bufo largamente mientras se estiraba— estoy más que seguro que este no es el trabajo que me esperaba, ¿pero cuando uno obtiene lo que quiere? —se quejó y Nanao alzo una de sus cejas curiosa por el comentario — esta vez, aunque hemos ganado la guerra se siente como si hubiésemos perdido y lo peor de todo es que no sabemos qué fue lo que sucedió y como termino de esa manera.
— ¿Cómo saberlo? —Cuestiono — cuando los únicos que quedaron al final fueron el capitán Kuchiki, Hitsugaya y Soi Fong — soltó la pelinegra — aunque lo hubiésemos querido nuestra condición no permitía quedarnos ahí y ellos se encargaron de seguir la lucha contra el enemigo.
Shunsui lanzo un suspiro de frustración — lo peor de todo es que después de una semana no hay ningún indicio del escuadrón cero que pueda vislumbrar todo este asunto y menos de saber cómo está todo arriba, aunque es seguro el rey alma aún vive o no estaríamos teniendo esta charla, al parecer ellos fueron sorprendidos en capacidad por parte de los Quincys.
Nanao le miro con seriedad — los únicos que pueden aclarar todo lo sucedido en el palacio del Rey son el capitán Kuchiki y el capitán Hitsugaya, pero hasta este momento ni uno ni otro han enviado algún mensaje o informe dado que su recuperación parece ir viento en popa.
— Lo que sea que haya sucedido lo sabremos cuando estén listos para informarlo Nanao-chan, no quiero presionarlos con eso en su recuperación — espeto el castaño.
Después de un leve silencio la pelinegra hablo — le recuerdo que es de suma urgencia que empiece a pensar en qué se hará con respectó a todas las vacantes de capitán y vicecapitán — señalo Nanao abordando el asunto que al parecer el sōtaichō trataba de obviar por el momento.
— No hay que pensar tanto Nanao-chan solo hay que llenar esas plazas — respondió con seriedad— pero eso no me preocupa demasiado — la pelinegra le lanzo una mirada curiosa y confusa — sé que hay por ahí algunas personas talentosas y poderosas para ser tomadas en cuenta e investirlas con esos rangos.
— ¿Pero? — Pregunto sabiendo que había algo más.
— No parece que haya una adecuada para la segunda división — señalo — Ōmaeda Marechiyo nunca fue muy virtuoso en su cargo y si esa división era un éxito fue por mérito propio de Soi Fong-taichō — expreso con seriedad — el Onmitsukidō no es una tarea para cualquiera con algunos nobles aspirando retomar el control y hacer posibles sus influencias — suspiro — aunque podamos encontrar un capitán apto no puede aspirar a hacerse cargo de la segunda división, ya que su jerarquía y reglamentos son mucho más complejos de lo que cualquiera pudiese imaginar, sin olvidar que nadie parece tener el nivel de sus antecesoras, que fueron notables en Shunpo, Kidō, Hohō, Hakuda y únicas en utilizar una técnica tan poderosa y difícil como Shunkō.
Nanao suspiro — si lo dice de esa manera creo que no hay nadie en la sociedad de almas con esas habilidades además de Shihōin-dono — indico al instante — tampoco creo que la capitana Soi Fong haya pensado en una recomendación para alguno de sus oficiales sentados.
— Conociéndola no creo que pensara en dejar la división y el Onmitsukidō a largo plazo— señalo con una leve sonrisa que se apagó de a poco.
— Entiendo lo delicado del asunto, pero no podemos esperar que eso se resuelva con el pasar de los días — indico la pelinegra — si dejamos que pase el tiempo, central 46 y los nobles querrán involucrarse en todo el asunto, al final todo se convertirá en una lucha de poder político como usted mismo lo dijo.
— ¡La política! —Exclamo Kyōraku— puedo esperar que el clan Shihōin tendrá la decencia de esperar y ver como solucionamos el problema por respeto a la memoria de Soi Fong que les salvo de una vergüenza mayor hace un siglo — expreso serio — por hoy me vendría bien hablar con Unohana, por favor envía un mensajero — pidió al instante.
— Lo enviare al momento— dijo Nanao saliendo del lugar.
Kyōraku se puso de pie al instante en que quedó solo, quería estirar sus piernas después de un largo momento con Kotetsu informando sobre los heridos, aquellos que perdieron en batalla y los que tenían un largo proceso de recuperación. Por acto reflejo llevo su mano a su ojo derecho donde ahora llevaba un parche, él sabía que había tenido mucha suerte, solo la pérdida de un ojo y justo en el momento que las cosas se habían puesto malas, con Zaraki en malas condiciones, Nanao, Kisuke, los Shihōin y el mismo heridos de consideración. Soi Fong, Byakuya y Tōshirō habían llegado para salvar la situación y finiquitar la batalla con resultados inesperados y con mucha desinformación al respecto.
Una presión espiritual violenta se dejó sentir y el castaño supo que ya no estaba solo con sus recuerdos y pensamientos, la puerta fue abierta y la imagen de una mujer con cabello negro largo que ondeaba impetuoso con el viento y una cicatriz medio visible en su pecho de la cual debía acostumbrarse a ver, entraba al salón con paso firme hasta llegar frente a él — ¿en qué puedo servir al comandante?— Cuestiono dando una inclinación acompañada de una sonrisa sádica en su rostro, muy diferente a la conocida por todos y esa era una de las otras cosas a la cual también todos debían acostumbrarse.
— Por favor Unohana, no es necesario el uso del protocolo en estos momentos ya que estamos solos— señalo el castaño con un tono amigable —si te llame es porque hay cuestiones de las cuales deseo hablar con alguien que entienda lo delicado del asunto para que pueda darme su punto de vista basada en la experiencia y amistad.
Retsu le miro con seriedad, desde que la guerra término había percibido un cambio en el relajado y despreocupado Shunsui Kyōraku, no solo era ese parche que lo hacía ver temerario, era el hecho de tantas muertes, como el propio Yamamoto y Sasakibe, el de su amigo incondicional Jūshirō Ukitake y todas esas pérdidas irreparables de las cuales aún adolecían como Gotei, unas más importantes que otras, pero aun con todo, hoy por hoy él era el responsable y la cabeza del Gotei. Por su parte el comándate justo pensaba en que desearía poder ver esa sonrisa amable de la antigua Retsu, esa que no sabías si era una sutil amenaza o una de compasión, llena amabilidad, empatía y comprensión.
— ¿Entonces, de que trata ese asunto delicado que mencionas? — Pregunto suavemente y de a poco el ambiente cargado de su Reiatsu fue menguando.
— Sacaría una lista con tanto asunto que resolver, pero la más importante a mencionar sería la segunda división — expreso con seriedad.
Unohana no pudo evitar una sonrisa divertida ante las palabras sutiles utilizadas por Shunsui, ese no era un tema delicado según su pensamiento. Era un tema complicado, político y aunque no se diría en voz alta un tema espinoso para ser tratado con simple ligereza— me imagino que la falta de liderazgo de su teniente no ayuda en lo más mínimo — señalo al instante — pero si en estos momentos necesitas alguien que ayude a entrenarlos estos días puedo hacerme cargo.
Shunsui sonrió ante la oferta — según los informes de Nanao-chan la capitana Soi Fong tenía una programación mensual de entrenamientos que todos en su escuadrón conocen y siguen al pie de la letra hasta Ōmaeda, por lo que justo ahora tenemos con nosotros 2 semanas de ventaja para ver como solucionamos el asunto de entrenamientos y encontrar a alguien que sea apto para dicho cargo.
— No creo que en 3 semanas encuentres alguien capaz de tomar esa responsabilidad con plena capacidad y que sea aceptado así por así, no olvidemos que lo que queda del el Onmitsukidō y la misma segunda división son totalmente leales a Soi Fong más con lo sucedido en la primer incursión Quincy y no debes olvidar a los nobles que querrán meter mano en todo — señalo Retsu.
— Lo sé, pero creo que tú y yo conocemos muy bien de alguien que cumple con todos los requisitos y sabe de antemano cómo se maneja políticamente la segunda división y el Onmitsukidō con los nobles y central 46, no tomarle en cuenta para esto sería un total desperdicio y creo que deberíamos agotar el mejor recurso — indico el castaño.
— Aun así, no lo veo factible en estos momentos –— señalo la pelinegra— según tengo entendido Shihōin-san se ha escabullido de la cuarta división, Kūkaku Shiba y Urahara Kisuke le han estado buscado todo el día y hasta ahora no ha dado señales de aparecer.
— Te doy la razón, pero estoy seguro que no dejara de asistir a la ceremonia en memoria de los caídos, tiene que honrar la memoria de Soi Fong y Ukitake ya que era muy cercana a ellos — expreso Shunsui— el anuncio ha sido en general para todos y los nobles, sería una deshonra para la ex Gundanchō no enterarse de lo que ocurre en el Seireitei.
— Aunque ella apareciera no me parece el momento y el lugar indicado para abordarle con ese asunto delicado — indico Retsu — todo está reciente para platicar sobre algo de esa envergadura.
— Por ahora no hare movimiento, pero con los días creo que no perderíamos nada en intentarlo — indico Shunsui.
—No es una garantía que acepte— soltó Unohana — desde su regreso a la sociedad de almas nunca dio señales de retomar el lugar que dejo y que por derecho le pertenecía.
— Sabes bien que si no lo hizo fue porque Soi Fong se había ganado con creces los cargos que ella abandono a su suerte y sus hombres no habrían tomado para bien ese cambio, hay personas que aún recuerdan su deserción hace más de cien años — afirmo Kyōraku — hubiese sido un escándalo y una lucha tonta de poder político si hubiese reclamado sus antiguos cargos, sin contar que tampoco hizo algo inmediato para volver a retomar su poder en el clan.
— Si ya tienes la decisión tomada con respecto a ese asunto no veo que es lo que deseas de mí— se quejó Retsu con un tono molesto.
Shunsui suspiro — el otro asunto es que el día de ayer envié un mensajero al clan Fong para que un familiar viniese por sus objetos personales — hizo una mueca molesta — el nuevo jefe del clan al parecer no está interesado ya que según indico no es un familiar directo.
— Es de esperarse, todos los familiares directos murieron en combate y misiones hace un tiempo — explico Retsu— además Soi Fong abandono su deber como jefa de su clan mucho antes que fue llamada por la división cero y eso posiblemente fue tomado como una afrenta para ellos.
— Algo tonto a mi parecer, desmeritar todos los logros que seguramente nadie podrá igualar ni en sus sueños, más cuando fue un factor importante para que obtuviéramos la victoria en la última guerra, el clan Fong debería recordar que los registros y la historia señalaran que Soi-chan fue la primera en tomar los títulos de la segunda división y Onmitsukidō sin ser miembro del clan Shihōin, algo que solo a ellos les pertenecen por tradición, alguien de la baja nobleza que provenía de las entrañas del Onmitsukidō, siendo la más joven en tomar esos títulos, tres años menor que Yoruichi-san y mira todo lo que logro — Kyōraku señalo serio, suspiro largamente — sé que en cierta manera tú con Yoruichi eran las más personas más cercanas, sé que te tenía en estima — expreso y pudo ver como los rasgos duros de su rostro menguaban un poco — me agradaría que te encargues de recoger sus posesiones personales en sus aposentos, así como en la oficina, talvez por casualidad encuentres alguna recomendación, aunque lo dudo mucho.
— Sera un honor el hacerlo, pero si no te importa esperare a que pase lo de la ceremonia para ir — señalo Retsu y Shunsui asintió —si tienes un poco de razón en lo que dices y Yoruichi-san aparece en la ceremonia quizá pida de su ayuda para la tarea.
Shunsui sonrió un poco divertido — esa no era mi idea desde un principio Unohana, pero agradezco mucho tu aportación en estos momentos un poco inciertos.
— Eres consciente de que será difícil abordarle con ese asunto, tengo entendido que no estuvo de acuerdo en que Soi Fong-taichō fuera parte de los que irían al entrenamiento con la división cero — señalo Unohana.
Kyōraku suspiro, todo eso era cierto y por ello se sentía responsable— quizá Yoruichi tenía razón, si no le hubiese permitido ir a ese entrenamiento, las cosas serían diferentes.
Unohana rio haciendo que el comandante le mirara curioso — por favor, estoy segura que nada hubiese detenido su decisión de ir y si se lo hubieses impedido como dicen que lo intento Yoruichi-san, hubieses perdido el respeto que te tenía — apunto — Soi Fong taichō nunca iba permitir que algo se interpusiera en su deber, recuerda que somos segadores de almas y con ello hay una responsabilidad, como capitanes sabemos que hay sacrificios que hacer y estamos orgullosos de cargar con esa responsabilidad, sobre todo en una guerra — sentencio — Yamamoto lo sabía muy bien por eso mismo nos escogió a cada uno de nosotros, el mismo Jūshirō en su momento no dudo en lo que debía hacer, aun yo he vuelto a ser la Kenpachi y por eso mismo se te escogió a ti para el puesto.
El comandante bufo ante estas inteligentes declaraciones, parecía un discurso enérgico de Yamamoto en aquellos tiempos que formo el Gotei 13, aun así, sabia la veracidad de esas palabras y en eso no había nada que refutar — luego de la ceremonia de mañana, llamare a una reunión urgente a todos los escuadrones con sus respectivos capitanes y tenientes a primeras horas del siguiente día — señalo Shunsui — hay informes de capitanes que no han sido dados y por obvias razones el Seireitei es un hervidero de rumores.
— Lo de la reunión es importante — apoyo Retsu — pero no puedes esperar que todos los capitanes den su informe pronto por mucho que se necesite esclarecer como sucedió el final de la guerra y la perdida de la capitana, sé que el capitán Kuchiki resulto herido de gravedad, no creo que sea conveniente que asista a la reunión.
—Te equivocas, él estará en la ceremonia para honrar a los caídos, por lo tanto, espero que asista a la reunión— señalo, vio las facciones molestas de la Kenpachi que sugerían inconformidad — ya aconseje a Kotetsu hacer valer su cargo, aun así, no creo que sea bueno evitar que Byakuya esté presente en la ceremonia cuando él y Hitsugaya fueron los únicos que permanecieron hasta el final de la batalla.
Unohana suspiro — cuando estén listos hablaran de lo que haya pasado en el palacio del rey — expreso la Kenpachi y el castaño asintió —si no hay más cosas importantes de las cuales hablar, regresare a mi división— señalo Retsu — aún hay mucho que arreglar ahí, el perder al capitán y su teniente a la misma vez no ha sido visto de buena manera.
— Estoy seguro que sabrás como motivarlos — indico el castaño y lo único que recibió fue una mueca de sonrisa y luego de unos instantes estaba solo.
En un lugar en el Seireitei Yoruichi emergía desnuda de una fuente termal, tomando una bata se cubre un poco para luego inspeccionar su cuerpo y verificar que sus heridas han sido sanadas completamente. Suspiro cansinamente decidiendo tomar asiento junto a un futón que se encontraba en el lugar, de un escondite saco una botella de sake y da un largo sorbo. Inspecciona con su mirar el lugar que es un desastre sin entender porque, ayer no lo había notado al llegar a un convaleciente con sus heridas. Imprudentemente sin esperar un tiempo adecuado de recuperación había abandonado el cuarto escuadrón sigilosamente como su condición se lo había permitido, aun cuando ese esfuerzo que hizo para llegar a su destino provoco que cayera en la inconsciencia casi de inmediato, al despertar esa mañana fue directamente al Onsen y permaneció ahí hasta sentir que se recuperaba de sus heridas.
La morena sintió su garganta calentarse con la bebida mientras sus dorados ojos se nublaban, para luego sentir que algo húmedo resbalaba en su rostro — esto es… — dijo con un poco de asombro y limpiándose la lagrima al instante. Ella nunca lloraba o había dejado que sus sentimientos o lo que fuera le afectaran pues había sido entrenada para ser una princesa noble, guerrera y capitana, pero esta vez sabía que no podía evitarlos por mucho que quisiera, bebió un trago más largo de sake, tanto que se bebió casi todo al instante y cerró los ojos con fuerza tratando de borrar alguno de sus recuerdos borrosos.
******************************Flash Back*******************************
Habían corrido lo más rápido que podían, pasaron a los que estaban en plena lucha que parecía ser a muerte, por un momento dudo el haber traído consigo a su hermano pero ahora ya no había vuelta atrás, la pelea se tornó muy difícil tanto que pensó en usar el último recurso el cual hace más de un siglo no utilizaba pero al final ni eso pudo hacer, no recordaba mucho más ya que el idiota de Kisuke acciono Shunkō: Raiju Senkei: Shunryū Kokubyō Senkeiuna, una técnica inventada a partir del Shunkō de la morena donde perdía la noción total de la realidad y de su persona para ser una combinación entre su animal de transformación y ella misma como humana combinada con Shunkō, que resultaba ser muy cambiante y voluble.
El único recuerdo más claro era haber visto a su hermano tirado en un lugar dentro de esa maldita esfera tras pelear con el Sternritter Askin Nakk Le Vaar. Tenía el leve noción de que alguien le había tomado en brazos para colocarle en algo cómodo aun cuando sus sentidos parecían encontrarse en una especie de sopor, podía escuchar la voz de alguien pidiendo llevarse a los heridos y los cuerpos. Después de eso escucho unas voces lejanas que al parecer discutían acerca de algo.
Luego de un momento prolongado de discusión hubo un extraño silencio. Yoruichi sintió que sus sentidos estaban volviendo de a poco, fue ahí cuando le envolvió ese Reiatsu tan familiar y poderoso que reconocía demasiado bien. "Todo va estar bien, perdón por todo, pero esto es algo que debo hacer" sintió un cálido contacto en la mejilla, después de eso había despertado en una camilla de la cuarta división. No le costó mucho averiguar lo que había sucedido aun cuando los detalles no los sabía con exactitud, pero en el momento en que Isane Kotetsu leía lo que parecía un informe de los heridos y los caídos, fui en ese instante donde escucho… que el nombre de su abeja era mencionado como uno de ellos.
***************************Final Flash Back****************************
Estaba por terminar la tarde cuando Kūkaku Shiba había llegado al lugar indicado por Kisuke, una cueva secreta que al parecer ocupaban como lugar de entrenamiento. Desde ayer por la noche Urahara había esperado por la morena luego de haber recibido un mensajero de la cuarta división enviado por su capitana para preguntar por el paradero de la misma. Al principio se pensó que la morena había ido al mundo de los vivos por lo cual decidió marcharse de la doceava división donde estaba colaborando, pero luego de una búsqueda por los lugares comunes frecuentados por la gata decidió volver y pedir ayuda a Shiba. Cuando Kisuke apareció en su puerta era medio día, le pidió su ayuda para buscar a la morena en un lugar en específico pues este temía no poder controlar el genio de la morena luego de posiblemente saber cómo había terminado la guerra con los Quincys.
Miro el lugar y noto el arbusto que el miedoso de Urahara le había indicado, donde justo se encontraba la entrada— bien, será mejor que estés en lo correcto— índico a lo que parecía ser nadie.
— Si no está ahí, no sé dónde más podría estar — respondió la voz suave de Urahara Kisuke que se encontraba ataviado con un traje extraño que según había dicho a la Shiba ocultaba supresión espiritual, no quería ser detectado dadas las circunstancias sabía que Yoruichi no estaría muy feliz luego de como termino la guerra, aun hasta hoy era tan protectora con su pequeña estudiante por mucho que tenía un poder que podía competir con el de ella.
— Sera mejor que te quedes aquí, no quiero que tenses más la situación — señalo Kūkaku, luego busco la entrada al lugar.
Cuando ingreso vio el lugar ampliamente con curiosidad no era la gran cosa, pero no cabía duda que el lugar había servido a su cometido dado que el rubio desalineado había dicho que era como un patio de juegos y entrenamiento. Se apresuró al lugar cuando sintió ese despunte de Reiatsu. Kūkaku Shiba no era una mujer que se escandalizaba por cualquier cosa, más bien la excentricidad y el escándalo le eran tan común en su vida, pero al ver la escena frente a sus ojos verdes todo rastro de diversión, desinterés y despreocupación se borraron al instante. En un estado un poco deplorable que denotaba que la morena había estado bebiendo pues observo una botella de sake tirada en el suelo, sin contar la destrucción bastante visible en el lugar. Yoruichi noto a su amiga frente a ella y espero lo que tenía que decir, aunque al final no le interesara en lo más mínimo.
— Dejaste la cuarta división sin aviso, Kisuke y yo hemos estado preocupados por ti y que no aparecieras por ningún lado— señalo la mayor de los Shiba.
— Ya estoy bien, no vi necesario permanecer ahí habiendo tantos otros que necesitan ser atendidos — expreso la morena.
— ¿Bien? — Cuestiono con un dejo de sarcasmo — encontrarte en este estado no me parece lo más correcto en estos momentos Yoruichi, tú hermano se recupera en la mansión y el consejo espera que hagas lo mismo — la morena parecía indiferente ante su amiga que tomo una seriedad que pocas veces mostrada — no te veo bien, podría señalar que sería un escándalo para la noble casa Shihōin al ver el estado en que se encuentra la princesa, es que ese Quincy te pateo tan fuerte que te dejo sin cerebro.
La morena lanzo una mirada molesta, luego se encogió de hombros — no sería la primera vez que la deshonra cae sobre el noble apellido Shihōin — señalo Yoruichi con sarcasmo — aun así, la noble familia Shihōin siempre permanece firme, lo ha hecho en todos estos siglos.
Kūkaku Shiba suspiro, eso era cierto y no había forma de refutarlo, pero entonces pensó en replantear el asunto de una manera que hiciera reaccionar a su amiga — seguramente Soi Fong reprobaría tu conducta si te viera en estos momentos — ya estaba hecho, lo había soltado así nada más y no tardó mucho en notar el efecto de sus palabras.
Yoruichi en silencio apretó su puño y un leve rayo escapo de su mano sin ella poder evitarlo, eso hizo retroceder un poco a su amiga que mantuvo su vista en la morena que ante la situación parecía mostrar cierta falta de control en sus habilidades, aunque dadas las circunstancias le parecía entendible — el Gundanchō ya no está aquí para hacer hincapié al protocolo y las reglas de la nobleza— señalo al instante.
Kūkaku suspiro, no tenia deseos de echar más sal en la herida, de reñirle o entrar en una discusión que sería por demás infructuosa, en cierta manera entendía por lo que la morena estaba pasando, pero el anestesiar la realidad con sake no era la solución aun cuando ella era conocida por su inclinación a la bebida, pero esta vez debía informarle algo importante — mañana a las 5 de la tarde el Gotei hará una pequeña ceremonia para los caídos.
Yoruichi alzo su mirada enarcando una ceja con una leve curiosidad— desde cuando estás tan pendiente del Gotei y lo que sucede con los escuadrones cuando siempre has mostrado una actitud desdeñosa hacia los Shinigamis.
Kūkaku guardo silencio, no podía negar que eso era cierto — debo recordarte que el haber perdido mi hermano y a su esposa fue un duro golpe y no solo para mí, porque también lo fue para nuestro clan que termino de caer en la deshonra — recordó la mujer alta — no voy a negar que en cierta manera tenía cierto resentimiento hacia el Gotei y los Shinigamis por eso.
Yoruichi hizo un gesto molesto — entendiendo muy bien esa actitud tuya contra todo el Seireitei.
Kūkaku suspiro — hasta el día que sucedió lo de Aizen pude entender que había otros factores que había olvidado en todo esto, Kaien y Miyako murieron por algo que creían bueno y digno, así mismo como lo creía Soi Fong — la morena alzo la vista dorada con esas últimas palabras dichas con total seriedad por Kūkaku, algo bastante raro en ella y a la vez sensato. Shiba busco la salida del lugar, pero antes de marcharle debía decirle algo que le hiciera reaccionar — las casas nobles han sido informados y se espera que asistan a rendir su respeto y honor por el arduo trabajo todos estos años a la capitana de la Segunda División y la comandante en jefe del Onmitsukidō — dicho esto último se marchó sin esperar replicas o lo que fuera.
Cuando la Shiba salió del lugar Kisuke le esperaba curioso y al notar que venía sola no pudo evitar preocuparse — ¿Yoruichi estaba ahí, no viene? —Cuestiono haciendo un movimiento de ir al interior de la cueva pues había sentido su Reiatsu, pero la Shiba le detuvo.
—Justo en estos momentos ella necesita estar a solas para pensar — indico Kūkaku y Urahara detuvo sus pasos para mirarle de manera curioso — por hoy no quiere ver a nadie.
Kisuke bajo su sombrero verde sucio y suspiro —entonces será mejor regresar al 12, estoy ayudando a reparar algunas cosas —índico con seriedad pensando que era lo mejor — ¿tú que harás? — Pregunto.
— Ayer empecé a preparar algo para la ceremonia— señalo con seriedad — la niña, merece algo más que un insípido adiós junto a unos estirados nobles que seguramente empezaran a frotarse las manos al pensar en ir como buitres tras el poder de la segunda división y el Onmitsukidō.
Urahara asintió con seriedad lo que decía Kūkaku no era mentira, Yoruichi en su tiempo como capitana logro que el Onmitsukidō y la segunda división fueran puestas como una sola entidad bajo su mando, logrando que la lucha de poder entre nobles, central 46 y Gotei llegase a un punto y aparte. Aunque en su deserción todo eso quizá se tambaleo y estuvo a punto de ser un problema, la joven Fong al parecer fue quien logro mantener las cosas como estaban y a su vez las consolido para hacer de esas dos instituciones algo más que funcionales y respetables, fuera de todo ambiente político noble.
En la cueva la morena observaba el lugar detenidamente, según recordaba la última vez que estuvo entrenando con la peli azul el lugar no estaba en ese estado maltrecho pues parecía que una batalla campal se había suscitado en el lugar, aunque recordaba que al llegar el día de ayer su presión espiritual era inestable y se había disparado como el de un novato con un poder soberbio que había golpeado el lugar, pero no lo suficiente para ser el causante del mal estado del lugar.
Yoruichi miro su mano curiosa, hace poco cuando Kūkaku hablaba tuvo un momento difícil para controlar su Reiatsu, cerró los ojos sintiéndose frustrada recordando que sus emociones nunca fueron problema, pero ahora podía dudar de eso, la gran Shunshin Yoruichi notable por guardar el temple, la máscara perfecta e impenetrable se estaba resquebrajando, esa que funcionaba como una segunda piel, siempre en control, buena mostrando indiferencia y diestra en toda clase de manipulación. Desde hace un tiempo fue experimentando un cambio inevitable, más específicamente desde hace unas cuantas semanas cuándo empezó una montaña rusa que le tomó por sorpresa.
Si era sincera jamás espero encontrar una persona que no le fuese indiferente, aunque quizá el sentimiento siempre estuvo ahí, pero lo disfrazo muy bien. Con cariño, simpatía y hermandad, pero quien diría que eso era amor, uno que nunca creyó experimentar o sentir por alguien. Yoruichi entendió que, así como su máscara se había resquebrajado, así había sucedido con su corazón, cerro sus dorados ojos fuertemente tratando de ahogar el reproche a sí misma que una vez más cruzaba por su cabeza "si tan solo hubiese sabido"
Yoruichi miro hacia del lugar por donde hace unos minutos Kūkaku se había marchado, miro hacia su alrededor notando la botella vacía y lo deplorable que se miraba todo a su alrededor, así como el día de ayer no pudo evitar que una lagrima resbalar por su rostro, esta vez no hizo nada para limpiarla. Kūkaku tenía razón los nobles debían asistir para rendir sus respetos a la memoria del Gundanchō kakka. La morena se puso de pie y estiro sus músculos para ver si podría sentir alguna molestia, pero no fue así, el agua termal había hecho su trabajo y ella ya se encontraba físicamente bien, ahora debía regresar a la mansión Shihōin, la 22ª líder del clan Shihōin debía prepararse para la ceremonia de mañana y dar el respectivo honor a los caídos en batalla, especialmente a su abeja.
La morena regreso entrada la noche a los terrenos de los Shihōin, nadie supo de su llegada excepto su hermano que descansaba en su habitación y en la cual ella irrumpió luego de ponerse presentable. Aunque el joven moreno parecía descansar el Reiatsu perceptible de su hermana se dejó sentir despertándolo. Fue cuando la vio mirando por la amplia ventana de su habitación con una expresión que le pareció denotar tristeza.
— ¡Yoru-chan, estas en casa! — Exclamo el joven haciendo que la morena mirara hacia su hermano con una sonrisa que podía decirse que no era completa.
Yoruichi se acercó hasta la cama de joven y tomo su mano apretándola un poco — me alegra saber te encuentras bien después de todo lo sucedido — expreso con una leve sonrisa— no fue un buen juicio de mi parte que nos acompañaras, debí negarme cuando Kisuke lo sugirió, aun eres joven para haber participado en una guerra de ese calibre.
Yūshirō hizo una mueca inconforme— no hubiera podido estar en paz si te veía marchar sola hacia la lucha, tú me has entrenado mucho y Soi Fong-san también.
La morena soltó la mano de su hermano con suavidad poniéndose de pie, su sola mención le causaba cierto pesar — no dudo de tus capacidades hermano, pero te falta aprender mucho más, por ahora debes descansar y recuperarte por completo.
El moreno suspiro, mencionar a la capitana no había sido prudente, pero merecía saber lo que Soi-chan había hecho por ellos — ella nos salvó Yoru-chan, llego a tiempo junto a Byakuya-kun y Tōshirō-kun. Los vi cuando nos metieron en unas capsulas, parecían discutir de algo entre ellos, pero estaba herido para ponerles atención.
Yoruichi se tensó ante lo que su hermano le confesaba y a la vez le daba sentido a esos recuerdos que había tenido entre sueños el día de hoy, seguramente las capsulas de las que Yūshirō hablaba eran las que Kurotsuchi había inventado para curar y transportar a los heridos de gravedad o en todo caso mantenerlos con vida — mañana debemos ir a presentar nuestros respetos al Gotei 13 — informo la morena camino hacia la puerta shōji
El joven Shihōin se quedó en silencio — ¿al final son ciertos los rumores? —Pregunto y vio cómo su hermana detenía su camino frente a la puerta y le miraba curiosa, el dudo en seguir hablando.
— ¿Qué rumores? — Cuestiono la morena con total calma y seriedad.
El joven se auto regaño internamente y recordó lo que Soi le había dicho una vez hace ya un tiempo "debes pensar muy bien es si es conveniente el dar cierta información" justo ahora lo entendía — son solo algunas cosas que he escuchado — señalo con calma.
La morena le miro más seria — Yūshirō Shihōin, será mejor que me hables claro.
El bajo sus ojos dorados con cierta timidez — dicen que la capitana del segundo escuadrón murió salvando al alma rey y toda la sociedad de almas, además de que los consejeros del clan pasan de reunión en reunión evaluando la situación y que central 46 junto algunos nobles están preocupados por el vacío dejado por Fong-san.
Yoruichi apretó sus puños y tuvo que poner mucho de su esfuerzo en contener su presión espiritual, sobre todo que no se activara el Shunkō como ya antes le había sucedido con Kūkaku, por un momento se había olvidado de la importancia que tenía la segunda división no solo en el Gotei, también en la política y la lucha de poder entre los nobles, sobre todo en su clan — ¿cómo es que sabes de eso? — Pregunto la morena.
— Papá lo hablo con mamá ayer, justo aquí en mi habitación — la morena le miro de manera incrédula de que eso haya pasado — ellos pensaron que estaba dormido y cuando empezaron la charla pensé que sería bueno no interrumpir y dejarlos hablar porque papá parecía molesto.
La morena enarco una de sus cejas asombrada del actuar de su hermano que había utilizado sus heridas a su conveniencia— supiste al final después de escuchar la conversación el porqué estaba molesto.
El joven suspiro — estaba molesto y se quejaba de que no había pasado ni un día de que la noticia de la muerte de la capitana se diera a conocer cuando muchos nobles parecían saltar como buitres al querer tomar el botín dejado por ella, eso último no lo entendí bien.
La morena suspiro — hablaban de la segunda división y el Onmitsukidō — el joven abrió su boca con una expresión de "O" — ¿qué más escuchaste? — Cuestiono.
Yūshirō suspiro con un dejo de frustración — nada más — respondió y aun cuando la morena le lanzo esa mirada incrédula el sostuvo sus palabras y solo agrego algo que sabía no sería doloroso de escuchar — papá dijo que la muerte de la capitana significaba una gran pérdida para el Gotei y para nosotros.
Yoruichi sintió que su vista se nublaba y lo odiaba, en esos momentos era mejor irse y estar sola antes que sus lágrimas delataran su dolor — si lo es, una gran pérdida — soltó suavemente — descansa hermano mañana será un día largo.
El joven Shihōin le vio cerrar la puerta Shōji tras de ella y el soltó un largo suspiro, quizá aún no era el momento de decirle todo lo dicho por su padre, cuando nunca había visto a su hermana como ahora. Sabía que había tomado una buena elección porque si Yoruichi supiera que sus padres habían hablado sobre lo agradecidos que estaban de que Soi Fong cumpliera la misión de proteger a los Shihōin a costa de su vida, seguramente se haría un gran lio. Aunque Yūshirō era joven, hace un tiempo había notado que entre Soi Fong y su hermana había algo más profundo que una simple relación maestra y alumna, capitana y guardaespaldas, una más allá de la amistad.
La morena llego a su habitación y así mismo como lo había hecho en la habitación de su hermano miro a través de la ventana la noche oscura, si se concentraba lo suficiente podía sentir el Reiatsu de los 4 miembros del escuadrón de protección que Soi siempre enviaba para vigilar la mansión Shihōin. Seguramente en esos momentos estarían sintiéndose confundidos o notablemente sorprendidos de detectar fácilmente su presión espiritual, aceptaba que tenía problemas para disfrazarlo en esas circunstancias. Era mejor descansar mañana iba ser un día difícil, aun cuando sabía que no se perdería esa ceremonia por nada del mundo.
El día había iniciado con un ritmo lento y al trascurso del mismo el movimiento pareció arreciar conforme la hora de la ceremonia se acercaba, según las instrucciones del comandante en jefe la ceremonia seria situada en unos amplios jardines al sur oeste del Seireitei cerca de la academia Shinō, uno de los pocos lugares de los cuales la destrucción había sido mínima y su reconstrucción había iniciado de inmediato. Nanao se había encargado por completo de armar todo a pedido del capitán comandante. Justo se encontraba en el lugar cuando Kūkaku Shiba a apareció con varias carretas tras de sí y de pronto los Shinigamis que resguardaban el orden del lugar empezaron a discutir con ella.
— ¿Qué es lo que sucede para que tengan tanto escándalo? — Pregunto la teniente con una evidente seriedad y molestia.
La oji verde sonrió al verle — soy Kūkaku Shiba, líder y miembro del clan Shiba expertos en… bueno da igual — soltó de manera relajada — según tengo entendido la ceremonia a los caídos se efectuara en unas pocas horas, por lo que solicito el permiso de honrarles con el equipo que traigo.
Nanao le miro seria y vio todo lo que traía, al instante ajusto sus gafas — ese equipo al cual se refiere me imagino que consiste en pólvora.
— Puedo ver que eres una chica inteligente — señalo Kūkaku — es de la mejor pólvora, fabricada especialmente para homenajear a los caídos.
Nanao le miro con seriedad — el comandante en jefe pidió que fuese una ceremonia serena — informo la pelinegra — no sé si sería conveniente el que se disparen fuegos artificiales en una ocasión de tal envergadura, con algunos líderes y representantes de la nobleza y la central 46.
Kūkaku bufo — no me importa la conveniencia teniente y mucho menos los honorables invitados, mi hermano y su esposa murieron bajo las órdenes de Jūshirō Ukitake, conocí a la capitana Soi Fong desde que era una mocosa subordinada y nadie me impedirá rendirles el honor que se merecen de la manera que mejor puedo hacerlo.
La pelinegra no puedo evitar una leve sonrisa, le había dado un punto importante y ella tenía que darle la razón Jūshirō Ukitake y Soi Fong taichō merecían más que unas caras largas y altivas de los nobles y central 46 — con el protocolo el final de la ceremonia será casi al oscurecer, me parece que eso serviría a sus propósitos Shiba-san, confió en que sea un buen detalle.
Kūkaku sonrió — los rumores tienen razón, el vago de Shunsui se ganó la lotería contigo de teniente.
Nanao puso los ojos ante tal comentario — dejen que la señorita Shiba instale su equipo al final del campo en el área más remota a la izquierda — los Shinigamis siguieron las órdenes y Kūkaku con su equipo fueron hacia el lugar indicado por la teniente de la primera división. Según la pelinegra la tarde pintaba interesante y la ceremonia le parecía a cada momento más significativa.
Rukia se dirigía donde se había instalado la cuarta división con Renji a su lado aun cuando sabía muy bien que al llegar él se marcharía hacia el Senkaimon para ir por Ichigo Kurosaki que había pedido asistir a la ceremonia. En sus manos llevaba el Haori de su hermano y su ropa de gala que explícitamente había pedido para esa ocasión.
Las heridas de Rukia habían sido graves en el primer enfrentamiento, pero Byakuya se había encargado de que en el segundo ataque ella no participara tan activamente, a pesar de que ya había despertado su Bankai que según su hermano era asombroso, aun así, su escuadrón había perdido a su capitán, otros escuadrones también habían tenido pérdidas considerables. Cuando la pelinegra ingresó a la cuarta división a lo lejos pudo ver al capitán Hitsugaya saliendo del lugar, posiblemente de visitar a Rangiku fukutaichō quien aún estaba en recuperación por sus heridas que fueron de gravedad, al pasar se detuvo un poco cuando el teniente Ōmaeda parecía informar algo importante a Isane, luego prosiguió su camino.
Al llegar a la habitación Byakuya parecía pensativo, tanto que le preocupo — Nii-sama, ¿sucede algo? — Cuestiono la pelinegra.
— No exactamente, solo pensaba un poco — respondió el pelinegro, la verdad es que había sentido el Reiatsu del capitán de la décima división, desde que salió del lugar no había podido hablar con él correctamente, aun cuando antes de ser dado de alta los dos habían llegado a un acuerdo al final sobre cosas importantes que debían cumplir.
La pelinegra sonrió — traje lo que me pediste — indico al instante — ¿estás seguro que te encuentras en condiciones para asistir a la ceremonia? — Cuestiono dudosa.
— Por supuesto, por nada del mundo pienso dejar de asistir, somos una de las cuatro familias nobles más importantes y debemos honrar a la capitana de la segunda división y a nuestros compañeros — soltó Byakuya.
Había una intransigencia en las palabras dichas por el mayor de los Kuchiki que hizo que Rukia soltara un suspiro — hermano — dudo un poco— ¿qué fue lo que sucedió en el palacio del alma rey? —Cuestiono Rukia sin poder evitarlo — hay varios rumores en todo el Seireitei sobre lo sucedido, pero solo es eso y no hay nada claro para saber cómo es que la capitana Soi Fong termino perdiendo la batalla.
Byakuya apretó un poco su puño derecho— Soi Fong taichō, no perdió la batalla porque al final todos estamos vivos — señalo firme y luego soltó un suspiro — ¿Tōshirō... el capitán Hitsugaya acaso ha dicho algo? — Pregunto.
— No— respondió Rukia — según dicen desde ayer se la pasa trabajando en su división que resultó destruida casi en un 60% y al parecer hoy vino a ver a Rangiku.
— ¿Cómo está manejando Abarai el escuadrón? — Cuestiono el heredero Kuchiki, para cambiar de tema. Rukia sonrió levemente justamente ahí estaba de nuevo su hermano responsable.
— Bien, ya termino con la limpieza de los escombros y en estos días esperaba traerte los planos de reconstrucción del escuadrón — informo — justo ahora fue por Ichigo al Senkaimon.
El pelinegro suspiro — ¿viene para la ceremonia? — Pregunto.
— Por supuesto, aunque aún está un poco molesto porque se le dejo de lado en toda la guerra y no se le permitió ingresar a la sociedad de almas en ese lapso—indico — no te extrañe nada si se pone de idiota.
Byakuya no pudo evitar una leve sonrisa satisfecha que borro al instante— ¿cómo va todo con tu escuadrón? — Cuestiono — ¿el comandante no ha llamado a reunión o ha nombrado reemplazos?
Rukia se puso seria — aún no lo ha hecho, muchos creen que dado lo grave de la situación y las muchas pérdidas ha significado problemas en buscar reemplazos idóneos para los capitanes.
El pelinegro frunció el ceño Kyōraku no era un tonto y lo había demostrado muy bien en esta guerra, muy a pesar que todos pudiesen pensar lo contrario. Seguramente había algo más cociéndose en la primera división porque si no ya hubiese enviado por él y Hitsugaya para saber de primera mano todo lo que había sucedido para terminar con la guerra. Miro hacia la bufanda bajo su almohada, había pedido a Rukia traerla desde el primer día antes que Hitsugaya-taichō saliera de alta ya que ahí guardaba algo de suma importancia qué le había sido entregado y que se había tornado un poco curioso.
— ¿Te sientes bien Nii-sama? — Cuestiono Rukia al ver que este se quedaba en silencio y pensativo de nuevo.
Byakuya salió de sus pensamientos — estoy bien, solo pensaba en lo que decías del comandante en jefe — expreso — seguramente cuando convoque a reunión nos dará una que otra sorpresa.
Rukia le miro extrañada — ¿en verdad crees eso? — Pregunto dudosa.
— Por supuesto Rukia, Yamamoto sōtaichō no se equivocó al recomendar a Kyōraku para el cargo de comandante en jefe por más que parezca extraño — acepto con confianza el Kuchiki y luego de un breve momento pregunto — ¿has sabido algo sobre Shihōin Yoruichi?
Rukia suspiro — hay rumores de que Yoruichi-dono se encuentra en los campos de Shihōin manor desde ayer.
— ¿De dónde sacas todos esos rumores? — Cuestiono el pelinegro.
— De Ōmaeda Fukutaichō, justamente escuche cuando le informaba a Isane al entrar, según reportes de miembros del Onmitsukidō sintieron su Reiatsu en el lugar — señalo la pelinegra.
Byakuya frunció el ceño con un dejo de confusión, Shihōin era una experta en ocultar su presión espiritual y si lo que decía el idiota del teniente de Soi era veraz solo podía significar que esa guerra había afectado más de lo que todos creían a la despreocupada Yoruichi Shihōin — entiendo.
— Debo regresar a mi división para colaborar, justo se está organizando la limpieza de los escombros, hoy haremos el informe de lo que se reconstruirá — informo Rukia soltando un suspiro — entonces, ¿vengo por ti para la ceremonia?
Byakuya dejó entrever una leve sonrisa — lo agradecería, por favor ven temprano para llegar antes que todos se encuentren ahí.
— Lo hare Nii-sama — expreso Rukia y luego de la despedida se fue hacia el 13º escuadrón.
Byakuya se recostó en la cama y soltó un suspiro que había contenido, tenía que hablar de lo extraño que había pasado anoche, el único en quien ahora podía confiar para hablar de eso era Tōshirō. Aun así, se preguntaba cómo iba a hacer eso sin que otros se cuestionaran el secretismo y falta de información, porque al final ninguno de ellos habían hablado de lo ocurrido en los últimos momentos de batalla en el palacio del alma rey. Además, estaba el asunto de Yoruichi, puesto que tenía que ser una de las personas que merecían saber lo ocurrido y sobre todo debía entregarle lo que Soi Fong había dejado atrás. El líder del clan Kuchiki apretó su puño fuertemente, una parte del sentía culpa por lo sucedido y se preguntaba cuanto más tendría que meditar sobre lo correcto de sus decisiones porque aún hasta ahora la decisión de seguir las reglas y cuidar sus afectos le ponían en conflicto, si Soi aun estuviese viva seguramente se desquitaría con ella por ponerle en esa situación.
*******************************Flash Back*****************************
Aizen Sōsuke luchaba contra Yhwach y los tres capitanes se había reunido para plantear una estrategia que debía terminar con esa confrontación en la brevedad posible ya que con cada minuto que seguían en la pelea podían prever que perderían de manera irremediable y el último ataque fue muestra de ello, si no fuese por el Shunkō de Soi Fong los tres hubiesen resultado heridos gravemente o en un caso más trágico, muertos.
— No creo que Sōsuke pueda retenerlo mucho tiempo — señalo la peli azul, Byakuya y Tōshirō se encontraban golpeados como ella y en este punto aceptaba que ninguno de sus ataques había hecho la diferencia hasta ahora.
Byakuya apretó el agarre de su puño en su Zanpakutō — Sembozakura no se acerca a su objetivo, es como si supiera donde lanzare los ataques.
Hitsugaya frunció el ceño — creo que todos hemos intentado darle el golpe, pero ciertamente es como si supiera de ante mano lo que vamos a hacer — indico, él había intentado golpear al Yhwach con su Bankia y había visto como Kuchiki y Soi Fong habían intentado lo mismo cada uno, pero ese sujeto parecía conocer lo que harían y sabia como repeler cada ataque — tenemos que acabarlo, aunque sea lo último que hagamos.
Hubo un leve silencio y de pronto Soi Fong se despojó de su Zanpakutō y se acercó a Kuchiki para colocarle su espada con su funda en su cintura — no creo que en este punto Suzumebachi sea útil — señalo con seriedad ante la leve sorpresa de Hitsugaya y Byakuya por el gesto — Shunkō funciono hace unos instantes y creo que con la nueva técnica tendremos una oportunidad.
Kuchiki parpadeo, pero fue el capitán del décimo quien hablo — quedamos en que combatiríamos juntos, además nunca has utilizado esa nueva técnica en combate y puede ser peligroso.
Soi sonrió levemente con esa sonrisa característica confiada que mostraba en el campo de combate — no digo que lo hare sola, Yhwach estaba por absorber la mano derecha del rey antes que apareciéramos y Sōsuke ha sido una buena distracción, seguramente quería evitar su regeneración — apunto — tu trabajo será hacer dos barreras una alrededor del Rey Alma y otra alrededor de nosotros encerrándonos contra el enemigo.
Kuchiki frunció el ceño — resguardar al Rey Alma es importante, pero ¿cómo le haremos para eliminar al Quincy? — Cuestiono.
— Que Hitsugaya lance su Bankai completo y le ataque, mientras eso sucede yo utilizare mi nueva técnica y tu lanzas tu Bankai hacia mi técnica para que vaya directamente a Yhwach — explico con seriedad.
— Ichibē dijo que la técnica era peligrosa, si lanzo mi Bankai hacia tu técnica puede resultar contra producente al tener que sostener todo ese Reiatsu de una vez — apunto Byakuya.
Hitsugaya pensó en la estrategia — si pretendes que los pétalos de sakura pasen por tu técnica deberás usar el máximo de tu poder para poder contener el poder del Bankai y Kuchiki deberá mantener un control absoluto para que los dos poderes en conjunto no choquen entre si — dedujo serio.
Soi suspiro — es nuestra única oportunidad para vencer al enemigo y creo que no tenemos más tiempo — dijo suavemente al notar que Aizen parecía sucumbir ante el enemigo, miro hacia sus dos compañeros — confió en ustedes y su capacidad para que este plan funcione — puso su mano hacia delante — ¿están conmigo? — Cuestiono.
Tōshirō se acercó y puso su mano sobre la de la peli azul, sus ojos turquesas mostraban determinación — estoy dentro — expreso y miro hacia el noble que asintió y se acercó para poner su mano sobre las otras dos — vamos a derrotar al enemigo — confirmo Kuchiki al instante los tres asintieron y se separaron,
— Iniciare con las barreras — indico el capitán del décimo.
Kuchiki miro hacia la peli azul — Ichibē dijo que era peligro mantener mucho tiempo la técnica y usar el máximo de tu poder en ello — le recordó.
Soi le miro con una sonrisa — según recuerdo me debes un favor Byakuya Kuchiki y hace unos días prometiste por tu honor que cuando llegara el momento saldarías esa deuda — apunto.
Byakuya frunció el ceño — no acosta de tu vida — refuto.
— No pienso morir Kuchiki — aclaro — pero en este punto debemos arriesgar todo de nuestra parte para ganar y sabes que esta es una gran oportunidad, si no es que la única que tendremos — señalo — confío en ti.
No hubo más que decir pues sintieron las barreras de hielo alzarse y de pronto el Reiatsu de Sōsuke Aizen desaparecía al ser derrotado por Yhwach. Al instante los tres capitanes supieron que este era el momento decisivo y se pusieron en guardia.
*****************************Fin Flash Back*****************************
Yoruichi había tenido una mañana ocupada para su propio bien mental, el consejo Shihōin había pedido su presencia en la reunión de ese día donde pudo comprobar por enésima vez que la política es la peor de las cosas en la vida de la sociedad de almas más aun cuando eres miembro de una de las cuatro familias nobles si no es que una de las mejores. El tema principal había sido los efectos políticos que traería la muerte de la capitana de la segunda división, así como lo complejo y difícil que sería el encontrar alguien que diera ese equilibrio que la joven Fong había traído con su liderazgo a las dos entidades. Una cosa era segura para Yoruichi, fue un alivio para los nobles que ella se encontrara a salvo, tampoco podía negar que el consejo de su clan había sido respetuoso y agradecido del manejo que la capitana había dado en todos estos años a los asuntos políticos y nobles en el Seireitei.
Aun así, no pudo evitar notar que ciertos familiares habían intentado hablar sobre el futuro de la segunda división, dejando entrever sus ansias de poder y control sobre la misma. Con total agrado y asombro Yoruichi vio cómo su padre esquivo entrar en esa discusión y sobre todo abordar ese tema. Ya en familia la morena hablo un poco con su madre y su padre sobre su recuperación, de cómo se sentía anímicamente. Yūshirō a media mañana apareció en el comedor y se mostraba casi recuperado en su totalidad, la morena no pudo evitar pensar que Yūshirō se mostraba un poco convaleciente para evitar las responsabilidades diarias y no le culpaba en absoluto.
Los Shihōin se encontraba almorzando en silencio cuando Minako, la madre de Yoruichi hablo — recuerden que esta tarde iremos todos como familia a la ceremonia del Gotei en honor a los caídos.
Shiro Shihōin, padre de la morena suspiro— aunque la invitación es para los líderes de las casas nobles, Yoruichi no ira sola a la ceremonia. Como familia debemos mostrar nuestro respeto y honor a quienes lucharon para salvar de una aniquilación a los tres mundos — señalo — ayer envié un pésame al clan Fong por la pérdida de su líder y fue una sorpresa saber que ella había renunciado hace más de un mes a ese cargo, al parecer un familiar en segundo grado fue elegido para ser la cabeza del clan Fong así que debes estar pendiente de ese detalle cuando se presente a dar sus respetos y ponerse a la orden.
Yoruichi apretó levemente su cubierto ante esa información, eso ultimo le había tomado por total sorpresa, pero sobre todo no le sentó bien, Minako lo noto — creo que para todos es una sorpresa, Shaolin siempre fue tan dedicada a su clan — remarco la señora Shihōin, luego miro hacia el frente — espero que no pienses en ir con la típica vestimenta casual hija, Shaolin se merece por esta vez un poco de formalismo de tu parte y también va para ti hijo, vestimenta formal es obligación este día.
El joven hizo denotar un leve puchero, pero asintió, por su parte la morena solo bajo su rostro con seriedad— no te preocupes mamá, ya tengo todo listo y seguramente sorprenderé a uno que otro noble.
Cualquiera podría pensar que era mentira, pero contrario a lo que se esperaba, la morena después de su reunión con los consejeros del clan se encerró en su habitación para matar el tiempo en algo provechoso, por lo que decidió ver en su armario que podía usar para la ceremonia. Justo en su cama tenía un kimono de dos piezas uno color negro y un interior color blanco con líneas doradas en su orilla, el obi del mismo color blanco y para adornar su cabello que llevaría recogió con un Kanzashi de oro, todo parecía de lo más normal para un noble, pero ir vestida de esa manera era una forma de honrar a la capitana, recordando una conversación en específico que habían tenido con la peli azul cuando se recuperaba de las heridas después de la batalla contra los espíritus de las Zanpakutō.
******************************Flash Back*******************************
Yoruichi tras sentir una presión espiritual muy familiar menguar se dirigió hacia ese lugar y al llegar noto que Soi acababa de derrota al espíritu de su propia espada, ya antes había estado luchando con otros espíritus más, pero al parecer Suzumebachi siendo un reflejo de su alumna no dudo en demostrar su poder contra su propia ama mostrándose un poco intransigente en el proceso. Noto que la capitana tenía un poco de molestias para estar en pie, por lo que la cargo en brazos aun cuando esta protesto un poco y se sintió avergonzada. Cuando estaban llegando a los campos de la segunda división Soi pidió que la pusiese en el suelo para no mostrarse débil frente a sus hombres. Yoruichi sonrió y le concedió eso con la condición de que fuese al cuarto escuadrón para curarse, tercamente Soi Fong se negó.
Al final a regañadientes al Gundanchō no le quedo más que ir a sus aposentos para que Yoruichi usara Kidō de curación en ella. La morena aprovecho eso para inspeccionar el lugar donde antes había vivido por tanto tiempo y extrañamente se sintió un poco extrañada, Soi se había deshecho del todo el lujo y comodidades que ella tenía en los aposentos, todo parecía más sencillo. Aunque era sabido Ōmaeda había utilizado un poco de la fortuna de su familia para remodelar la oficina de los oficiales con alto rango y construir una fuente termal, claro que Soi tenía su propia cámara para ella sola, adema que los pisos de las oficinas tenían calefacción.
Pero algo en el futón de la capitana llamo la atención de la morena — ¿qué es eso que tienes ahí? — Cuestiono y la peli azul no pudo evitar mirar hacia donde el dedo color moka señalaba.
Soi suspiro sabía que no había manera de hacerse la desentendida o el tonto — un gato de peluche— respondió.
— Eso es evidente — indico Yoruichi con una sonrisa — pero como es que tienes algo así, tú casi nunca vas al mundo de los vivos.
— Fue un presente de Matsumoto-san — respondió, la morena enarco una de sus cejas un poco curiosa, al mismo tiempo dejo entrever una leve sonrisa y Soi supo que estaba suponiendo cosas —no es lo que piensa Yoruichi-sama.
La morena le miro divertida — ¿en verdad, sabes lo que pienso? — Pregunto.
Soi empezó a explicarle la situación —hace un tiempo ingrese a la asociación de mujeres Shinigami por pedido de Retsu, un día hubo un intercambio de regalos y Rangiku-san me dio ese gato de peluche.
— ¿Tú que regalaste? — Cuestiono — ¿a quién?
Soi frunció el ceño, no entendía el punto de ser interrogada igual contesto — Ise Nanao, es muy buena en Kidō así que pensé que un libro de Kidō avanzado le vendría bien.
La morena sonrió un poco — ¡vaya! Yo que pensé que le darías unos kunai o algo por el estilo.
— Soy la capitana del Onmitsukidō, no saber algunas cosas de altos mando del Gotei sería una vergüenza— expreso con calma.
La morena sonrió — seguramente también te sabes algunos chismes jugosos — señalo y luego se puso seria ante la indiferencia de su interlocutora — aun así, no entiendo cómo es que a Rangiku se le ocurrió darte un juguete de peluche y más que todo que tú lo aceptases.
— No sé, pero me pareció un bonito detalle — expreso la capitana y luego carraspeo.
Yoruichi guardo silencio y su mirada estaba dirigida al juguete en cuestión, meditando la situación, recordó que Soi Fong no había tenido una infancia normal si se podía decir de esa manera. Recordaba haber escuchado las explicaciones de su padre y del consejo Shihōin al hablar de los clanes afiliados la casa noble, específicamente el clan Fong explicando que eran fieles sirvientes subordinados a su clan y desde temprana edad se les inculcaba la obediencia junto con un entrenamiento físico estricto dejando afuera una infancia normal. Quizá por ello la mortal capitana de la segunda división acepto el regalo y le pareció "bonito" la morena suspiro sintiendo cierta curiosidad al respecto — hay algo de tú infancia que recuerdes como algo que fuese sorprendente y memorable que vale la pena recordar hasta el día de hoy.
Soi se sonrojo de una manera salvaje que le llego a las orejas haciendo que la morena sonriese divertida pensando que sería eso — si la hay — la morena tuvo que guardar las ganas de molestarle, la peli azul suspiro y dijo — solo puedo pensar en uno.
— ¿Cuál? — Cuestiono la morena con curiosidad.
— El día en el cual paso el desfile de la princesa Tenshi Heisouban, al ser presentada a los nobles en la ceremonia oficial, yo apenas era una niña y verle vestida de gala, con sus adornos fue impactante — respondió suavemente la peli azul. La morena tuvo un momento de vergüenza que supo disfrazar muy bien.
Recordaba ese día en que se había visto obligada a vestirse de manera formal, cosa que odiaba pues las sentía restrictivas y nada cómodas, después de su presentación ante la nobleza y al Gotei se vio obligada a desfilar ante los clanes menores que según sus padres estaban obligados a servirle en cuerpo y alma. Nunca pensó sobre eso y menos imaginar que Soi Fong fuese parte de esa multitud y menos a su corta edad —espero en un futuro puedas tener más momentos memorables.
La capitana del segundo escuadrón no entendía de dónde venía eso y porque la morena lo decía, aun así, solo asintió y decidió que era mejor volver a la batalla — será mejor regresar, seguramente aún siguen las batallas.
— Como ordene Gundanchō— expreso la morena de manera burlona y las dos salieron de los aposentos de la capitana, tomando cada una diferente rumbo.
**************************Final Flash Back****************************
La morena suspiro ante ese recuerdo, fue en esa pequeña charla que se dio cuenta que el destino había tenido una extraña manera de entrelazar la vida de la capitana con suya, aunque también podría ser al revés. Una cosa había comprendido ese mismo día, desde siempre ella había sido un precedente en la vida de Soi Fong, primero cuando esta le vio por primera vez y unos años más tarde cuando le abandono dejándole atrás. Yoruichi miro al cielo notando que parecía limpio y calmo, sonrió amargamente al comprender que con el tiempo y hasta el final, sus destinos colisionaron una y otra vez, acercándolas de una manera que le mantuvo desconociendo de sus verdaderos sentimientos. Pero cuando la realización por fin le llego ya había sido demasiado tarde y eso era algo con lo que cargaría por el resto de su vida.
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