Rosas en la habitación

Capítulo XXV

El nacimiento de venus

La gente ya te conoce
Dicen que eres malo y no sé
Estoy esperando las doce
Ansiosa por sentir el roce.

La noche avanzaba, miro el reloj 11:00 de la noche, busco con la mirada a la mujer que le había prometido materializar sus sueños y parecía haberse esfumado, sintió una mano tomar su brazo, voltio y se encontró con la mirada amarilla que reconocía bien, sintió un hueco en el corazón al ver que aquella mujer, la más fiel sirviente de Galaxia no vestía de animal print, su ser se llenó de vergüenza, una vez más había sido humillada ante aquella elite; Nyanko quien sabía perfectamente lo que la chica sentía al verla pues la rubia indiscretamente había pasado su mirada por todo su cuerpo como buscando indicios de alguna mancha de leopardo, le sonrió gentilmente.

-Te están esperando- dijo mientras dirigía a Minako a una habitación, ahí se encontraban dos mujeres platicando, ambas chicas entraron, las miradas de las mujeres se posaron en Minako.

-No seas tímida mi pequeña aprendiz, ella es Nehereina, trabaja para Laurel Dewitt y además es una muy buena amiga-hablo Galaxia mientras sonreía.

-Espero que la velada sea de su agrado- Minako quería gritar, correr y abrazar a esa mujer frente a ella, a pesar de que sus ingresos aumentaban considerablemente había caprichos que aún no podía costearse y lucir un diseño de Laurel era algo que aún no se encontraba dentro de sus posibilidades.

- ¡Vaya! realmente no te equivocaste es muy parecida a...- Minako rogaba por no escuchar ese nombre una vez más, no quería ser comparada de nuevo con aquella aguamarina que todos parecían alabar, pues más de uno durante la noche la había mencionado.

-Lo sé, pero no es como ella, no... Mina...mejor dicho Venus es mucho más y esta noche lo va a demostrar ¿verdad? -Minako asintió y agradeció las palabras de Galaxia tan exactas y precisas al evitar escuchar una vez más ese nombre.

Lo que no sabía la rubia es que su oportunidad de vengarse o redimirse a tantas humillaciones estaba tan cerca que podía palparla con sus manos.

XXX

-Se dice que cuando morimos la luz al final del túnel es solo el inicio de nuestra nueva vida, cierras los ojos y en un par de segundos los abres y lloras porque estas asustado, no sabes cómo llegaste ahí y no recuerdas nada, sientes impotencia y después simplemente no sabes nada, ni siquiera cómo te llamas... personas con cubrebocas y gorros graciosos te toman en brazos y te acercan a una mujer la que te presentan como tu madre, entonces tu alma se conecta rápidamente con ella por que probablemente es un alma con la que tienes historia y por eso llega la calma- Haruka sonrió al ver a la chica tan melancólica incluso estando triste, en trance o contando aquellos disparates seguía viéndose hermosa y seguía inspirando esa confianza de creer en todo lo que ella dijera.

-Tal vez nosotras... somos almas destinadas a encontrarse- Michiru la miro y sus ojos volvieron a tintinear como si de dos estrellas se trataran.

-Imagina que tal vez en otra vida fuimos justicieras, luchábamos contra ladrones y esas cosas...para proteger a todos- dijo Michiru sonriendo, Haruka negó con la cabeza y miro hacia el cielo, suspiro y cerro sus ojos acomodando sus ideas.

-eso es muy irreal, pero qué tal si éramos un par de detectives en donde tú eras la estrella y yo solo tu aprendiz y terminamos enredándonos una noche de borrachera -sonrió y fijo sus ojos en los de Michiru- después comenzamos una relación y todos en la policía estaban en desacuerdo, pero al final... después de tantos golpes de la vida… terminamos juntas superando cada obstáculo...-La rubia hizo una seña como si su mano fuera una pistola, dio un tiro al aire y soplo el humo, volvió a mirar a Michiru y le guiño el ojo- ¡me gustan los detectives!–

-Haruka... muchas gracias, por todo lo que has hecho por mí en esta y otras vidas, gracias por estar para mí siempre...-susurro la chica frente a Haruka, la rubia sonrió, se acercó lo suficiente a Michiru quien seguía bajo aquella peluca negra, el parque donde cenaban se detuvo, parecían solo estar ellas solas o eso creían, entre los arbustos un lente con dificultad trataba de tomar la fotografía que podía darle la portada de la revista de farándula en donde trabajaba, su amigo editor haría la mejor nota con un escandaloso titular, pondría sus fotos lo suficientemente grandes y juntos alcanzarían la cima ese mes.

Las infidelidades eran muy bien pagadas y estaba capturando una en ese momento.

-No...-la detuvo Michiru sintiendo de nuevo aquella corazonada, la rubia maldijo en su interior, aclaro su garganta y tomo una servilleta para justificar su acercamiento.

-Lo siento... pero te prometo que esto va a terminar pronto, sobre esos mails, si los eh estado recibiendo, analizando e incluso tentada a contestar, tengo una ligera sospecha y si es esa persona...me alegraría de saber que en mi circulo al menos había alguien sincero... pero bueno el caso es que recibí un mail de Taiki- Haruka arqueo una ceja y fijo su mirada a Michiru.

- ¿y si es una trampa? - Michiru negó con la cabeza.

-Taiki me propone un trato, regresarles todas sus propiedades, a mi nombre hay departamentos, dos estudios de grabación y algunos inmuebles más, además que hay contratos que nos atan como grupo musical, Taiki quiere disponer de esas cosas y vender para pagar las multas de los contratos que no cumplimos y no pensamos cumplir a cambio de mi carta de libertad, ya que yo estoy firmada bajo su sello musical a nombre de Taiki Kou, me regresarían mis derechos de autor y el uso libre de mi nombre comercialmente esto último no serviría de mucho en fin, ofreceríamos una conferencia de prensa en donde nos separemos en son de paz, promete también llevarse a Yaten lejos y si estoy dispuesta me ayudara a que me silencien de una manera piadosa ya que salir del mundo del espectáculo es una cosa, pero del planeta del fuego es algo más complicado...- La rubia se rasco la cabeza mientras meditaba las palabras de su acompañante, encendió un cigarrillo, Michiru suspiro, odiaba que fumaran, no soportaba estar ni un segundo al lado de Yaten cuando fumaba, pero extrañamente en Haruka ese vicio la hacía verse atractiva, realmente estaba enamorada de la rubia. Haruka exhalo el humo y suspiro.

-Para mí suena como una trampa, ¿Qué va a ganar ese tal Taiki al dejarte ir? - Michiru miro al cielo, la noche ya estaba ahí, hacia un rato se despojó de los lentes de sol y mantenía aquel cabello sintético cerca de su rostro.

-El ya no quiere cantar, nunca le gusto, a decir verdad, pero Yaten siempre soñó en hacerlo y ellos como hermanos decidieron apoyarlo, no creo que al salir del grupo Taiki, Seiya y Yaten sigan con esto y tampoco creo que Yaten vaya a querer remar solo... realmente confió en Taiki, pero dentro de mí, si existe miedo de enfrentarme a Yaten… ya quiero terminar con todo y esta es la señal que eh estado pidiendo- Haruka la miro y pudo notar como aquellos ojos azules rogaban llenos de esperanza.

- ¿Quieres que te acompañe? - Michiru asintió levemente.

-Pero solo hasta la puerta, ellos tienen rentada una oficina en un edificio compartido, le pedí que fuera en un lugar donde no estemos solos. -

- ¿A qué se refiere con silenciarte? - Michiru suspiro y bajo la cabeza.

-Del planeta del fuego no se sale al menos que sea directo en espíritu, alguien como yo que se vio involucrada en tantas cosas y que alguna vez fui... hay cosas que aún no sabes de mi Haru y me da miedo que al saberlo te alejes, no siempre quise alejarme sabes... algunos años atrás lo que más deseaba era el poder, ser intocable y entonces me vi envuelta en una serie de rituales que comenzaron inofensivos y...-Haruka apago el cigarrillo y exhalo la última bocanada de humo, comenzó a tomar las bolsas.

-Vamos a casa, abramos esa ridículamente costosa botella de Vino y me cuentas de ti, solo quiero dejar en claro que nada de lo que hayas hecho atrás me importara, porque esa Michiru ya no existe, la mujer que esta aquí es muy diferente a ella, esta arrepentida y estoy segura que eso vale mucho- Michiru sonrió, quería correr a sus brazos, llorar y agradecerle, pero aún no era el momento así que solo se limitó a dar las gracias.

La ansiedad se apoderaba de su cuerpo al saber que tendría que desnudar su alma ante la rubia, temía que después de esta noche Haruka huyera al enterarse del asco de persona que a su opinión era la violinista Michiru Kaioh.

-como veo que ya decidiste aceptar el trato con Taiki, mientras tus firmas esos papeles, yo terminare las cosas con Minako, así que solo espero que puedas soportar los berrinches que obviamente dará en entrevistas y esas cosas, por que ahora su pasatiempo favorito es que sepan cada detalle de su vida-Haruka busco con la mirada alrededor del parque, Michiru solo asintió con la cabeza, no quería mostrar su felicidad por la desdicha de alguien, aquella chica al parecer amaba a Haruka; Se sentía tan mal porque ni siquiera sería capaz de detener a la rubia, al contrario soñaba con poder abrazar a Haruka en cualquier momento sin sentir el miedo de ser juzgada, de ser vista.

-Pedí un Uber, yo iré detrás de ti en la moto, por que no podemos ir las dos con estas compras, esta a mi nombre tu solo sube. - Termino la rubia mientras veía estacionarse el auto frente a ellas.

XXX

Ahí estaba frente a ella aquel vestido que solo había visto en fotos, en vivo se veía mucho más que hermoso, paso sus manos por la tela de saten, era tan suave al tacto, al fin obtenía algo que ella no, aquel atuendo se vería mucho mejor en sus voluptuosas caderas que en su insípido cuerpo, ahí estaba el vestido o túnica de diosa que Michiru no pudo ni podrá usar, porque ahora le pertenecía, ¿acaso debería agradecer a la aguamarina?, después de todo el que sus caminos se cruzaran a ella le estaba beneficiando al por mayor, estaba tan deslumbrada por el vestido que no estaba prestando la atención a la plática que comenzaba, Nyanko sintió pena al saber que el plan de su jefa estaba comenzando, suspiro sabiendo que su investigación sería participe y no le hubiera importado a no ser que ella realmente se había encariñado genuinamente de la aguamarina.

-Oh claro, recuerdas la foto que me enviaste, jamás voy a olvidar ese rostro, la primera vez que lo vi fue cuando conocí a Michiru, ella se la pasaba en el celular texteando y le enviaron una selfie, fue un accidente que tomara su móvil en ese momento...aunque ver aquel rostro fue una bendición, recuerdo que a Michiru se le ilumino la cara. -Nehereina tomo un poco del té que se encontraba en una pequeña mesa central en medio de las dos mujeres. Minako rodo los ojos y siguió mirando lo que aquella diseñadora había dejado para ella.

-Tienes razón, por eso me parecía tan familiar, ¿Cómo pude olvidarlo? Es "inspiración"- hablo Galaxia mirando disimuladamente a Minako quien parecía no prestar atención.

-Nosotros solíamos llamarla "Su musa", yo siempre note esa conexión pero cuando Michiru se enredó con Yaten perdí todas las esperanzas de conocerle, hubiera matado por hacerlo-Galaxia sonrió al comentario de su cómplice quien no sabía que había dicho las palabras exactas, tal vez ese era un talento propio de la pelirroja, siempre llevaba a las personas a donde ella quería, así fuera hasta sus límites, ella era una viuda negra y todos los demás sus moscas, por ese motivo había escalado tan rápido dentro de aquella sociedad hasta que llegaron los Kou.

- ¡pues te tengo noticias!, la primera "inspiración" ¡es una chica! y la segunda yo la conocí y las fotos no hacen justicia, una apetecible figura, unos ojos a los que les dirías que si a todo...-Nehereina rio y negó con la cabeza a las actitudes de su amiga, Minako llena de curiosidad, se acercó más a ellas con la excusa de comenzar a medirse los zapatos que descansaban sobre el piso.

-Espero que Michiru le haya dicho que si a esos ojos, por que nosotras sabemos que no es la santa que todos creen...- Minako sonrió discretamente, al fin alguien entendía que aquella mujer no podía ser la inocente mártir, estaba ahora más interesada de saber sobre que eran aquellos pecados que Michiru había cometido, tal vez una campaña de verdades a la prensa la harían salir de su ratonera.

-La investigue un poco, a su musa-hablo burlonamente- ¿Sabes que es uno de mis hobbies verdad? Bueno como ya se su nombre indague hasta en su expediente escolar-la pelirroja miro de reojo a la rubia quien parecía muy ocupada colocando aquellas botas doradas en sus pies y sonrió- Fueron juntas a Mugen Gakuen e inclusive se rumoraba en los pasillos que esas dos tenían algo más, muchas veces se quedaban hasta tarde en el salón de música pero nunca nadie se atrevió a ver qué era lo que pasaba ahí adentro, supongo que no querían problemas, ya que la chica es hija de dos grandes hoteleros japoneses, ¿Estas hospedada en Tokio de cristal no? De los Meioh -Nehereina asintió divertida al relato de su amiga-bueno estas en su territorio, tal vez puedas encontrarla por casualidad. –

-Galaxia las casualidades no existen y lo sabes, así que mejor… dame el nombre que necesito ver con mis propios ojos quien traía babeando a la señorita Kaioh-rio un poco burlándose de aquel sobrenombre- que descarada... escribiendo canciones de amor, grabándolas incluso, todos creyendo que eran para Kou... aunque, a decir verdad, ahora que lo recuerdo, Michiru de un día a otro dejo su adicción a textear y comenzó a mostrar más devoción por Yatencito, supuse que la chica había entendido que le convenia más-

-yo nunca vi que se escondiera de él, incluso creía que tenían un acuerdo de esos que son tan comunes, fingir una relación ante las cámaras, pero detrás cada quien se enreda con quien quiera, pero frente a ellos nunca bromeamos de tal manera... mucho menos al saber que Yaten si se encontraba completamente enamorado de ella, no sé qué tiene esa mujer que los pone locos, pero mientras Yaten daba todo por ella y su carrera-Sonrió maliciosa- estoy segura que tenían una relación a distancia y un día simplemente causaron un Tsunami, -Nehereina afino su garganta.

-"Desde que te fuiste baby, tu ausencia me arrastro como un Tsunami, yo tomando más y no encuentro como olvidarte, cuando se unían nuestros cuerpos eran arte"- canto la de pelo negro mientras negaba con la cabeza- y pensar que en el momento en que grabo esa canción su actual novio estaba ahí, realmente debo admirar esa desfachatez y nosotros pensábamos que ellos estaban peleados y esa canción era su forma de pedirle disculpas… ¡Espera! –se sobre salto la de cabellos negros y pensó un poco, una sonrisa se dibujó en sus labios-ahora que sabemos todo esto, seguramente cuando llego a japón lo primero que hizo fue correr a sus brazos ¿no? En sus palabras, cuando sus cuerpos se unían era arte… claro que vino hasta acá a montar toda una exposición de "arte", es mas de seguro debe estar poniéndole los cuernos al pequeño Yaten dime ya por favor su nombre, Galaxia, gran sacerdotisa por favor apiádate de esta humilde diseñadora- La pelirroja sonrió era momento de hacer explotar a Minako pero sin perder su confianza, necesitaba probar la devoción de la rubia hacia ella y la única manera de hacerlo era descolocándola y siendo su salvación al mismo tiempo-

-Bueno cuando yo la vi, ya estaba al lado de una chica, se veían muy enamoradas-Hablo galaxia mientras miraba a Nehereina fijamente.

-¡Si claro!, como se veían Michiru de Yaten ¿no? aja, puedo apostar que desde que Kaioh se escapó, esa mujercita se convirtió en la sra. Venado, mientras que la violinista debe estar degustando ese pastelito aunque no sea la chica del cumpleaños, pero eso no me importa, quiero el nombre del bombón rubio...puede que aun tenga espacio en su cama para una más-Galaxia afino su garganta

-Se llama Haruka Tenoh pero… yo vi en sus ojos el amor que sentía por su hermosa novia que por cierto...es nuestra Venus.-Pero Minako ya no había escuchado esto último, calmo su respiración pero su cuerpo ardía, ¿cuántas veces le pregunto a Haruka sobre Michiru?, la rubia le había mentido diciendo que solo era una amiga, tantas veces la llamo loca cuando explotando en celos la acuso de estar enamorada de la aguamarina, ¿Sus padres dueños del hotel Tokyo de Crystal?, la competencia directa del hotel de su amiga, ¿Cuánto más ocultaba su novia? maldito sea el día en que la zorra de Michiru regreso, pensaba mientras sus ojos estaban encajados en aquella pared gris, Nehereina llevo sus manos a la boca y negó con la cabeza.

-Yo estaba bromeando Minako, ósea si Tenoh es un bombón, pero…- Minako movió su cabeza en forma negativa, miro su reflejo, esa chica frente a ella vistiendo de blanco, lista para salir a gritarle a todos los que la habían creído una tonta esclava que estaba avanzando rápidamente a la cima, que tenia el apoyo de los más grandes dentro de aquella secta, si tal vez perdería algunas cosas en el camino, pero por soñar… siempre un precio hay que pagar.

-Al final de todo la que salió en la prensa como su novia oficial soy yo y si algún día se comprueba que hay alguien más… la zorra será ella y yo tal vez parezca que tenga un enorme par de cuernos en mi cabeza, pero es solo la sombra de la corona de nuestra princesa. - Los ojos de la rubia seguían sobre su reflejo, su luz se había apagado, algo dentro de ella comenzaba a cambiar, la rabia no había desaparecido ni siquiera con imaginar la carrera que pudiera tener frente a ella, se sentía herida, traicionada y los haría pagar a cada uno de ellos, comenzaría demostrando que el trono tenía una nueva heredera, la pupila de galaxia ahora era rubia.

Las luces del escenario se apagaron cosa que llamo la atención de los invitados que concentraron las miradas en aquel punto, Taiki, Yaten y Seiya se mantenían sentados en los tronos como Nyanko se los había pedido tiempo atrás, una suave música de violín comenzó a sonar, todos los presentes murmuraban y miraban atentos, una figura apareció entre las penumbras, unas tenues luces de por debajo del escenario hacían notar aquel blanco vestido estilo griego.

Debajo de la mascara del macho cabrío los ojos verdes de Yaten se abrieron, aunque las luces eran tenues podía ver en aquellas sombras aquel cabello rizado ¿Esa era acaso la sorpresa de Galaxia? ¿Había traído a la prodigio del violín de nuevo a casa?, las luces iban subiendo a medida que la música del violín se volvía más agresiva, el escenario se ilumino por completo y una ráfaga de humo impidió ver de nuevo el rostro de la persona que estaba ahí.

Benedictio Principissae Kakyuu super vos incidat, testes nativitatis novae haeredis ad thronum planetae ignis Veneris...-Aquella voz resonó en por todo el lugar, una especie de tono doble como si más de una persona hablara al mismo tiempo con retraso de segundos, como si de eco se tratara, todos habían vivido ya algunas veces aquel fenómeno, incluyendo a la aguamarina en el escenario.

El Humo se disipo y ahí estaba Minako con aquel atuendo diseñado para Michiru con una peluca aguamarina sonriendo maliciosamente, haciendo mofa de aquella violinista descaradamente. Se quedó algunos segundos parada en medio del escenario en silencio y alzo una mano, saludo a todos mientras sonreía inocentemente, como fingiendo ser la violinista que todos los presentes conocian, tomo la peluca con gran fuerza y la arranco de su cabeza dejando caer su largo cabello dorado, dejo caer el vestido que llevaba, todos la miraban concentrados el acto, algunos murmullos se hicieron escuchar, todos entendieron el mensaje, la rubia frente a ellos estaba arrancando de su imagen la sombra de la violinista, estaba acallando todos aquellos titulares de farándula que burlonamente la llamaron "La nueva Michiru" y ridiculizaron más de una vez comparándola con la chica en cuestión.

De nuevo su cuerpo se encontraba expuesto con un diminuto body de una pieza que parecía más una armadura, el tacón de aquellas botas doradas que llegaban hasta sus muslos pisotearon con fuerza el atuendo en el piso, salto un poco sobre él, demostrando que ella ahora estaba a cargo y luego pateo la prenda y la peluca haciendo que cayeran del escenario, las risas de algunos invitados se hicieron sonar, coloco una corona a modo de halo que en sus puntas tenia algunos rubies los cuales combinaban con el cinturón que llevaba en sus caderas, pequeñas cadenas con pequeñas piedras preciosas en color rojo, con un micrófono en su mano izquierda termino su transformación, suspiro y acerco el aparato de transmisión a su boca.

-La música clásica ya paso de moda, es aburrida y antiguada, además es cobarde y traicionera- La rubia se acerco a una pequeña mesa y tomo un instrumento levantándolo para que todos pudieran verlo, ahí estaba aquel violín que todos conocían, el primero con el que la aguamarina había dado un concierto, inconfundible por aquellas olas de mar talladas debajo de las Fs, la firma de Michiru descansaba por algún costado del instrumento.

Seiya y Taiki se levantaron al mismo tiempo al ver aquella pieza que además de costar una fortuna era invaluable para Michiru, los ojos desconcertados de aquellos dos hermanos alarmados de pie vislumbraron como el violín caía desde lo alto hasta el suelo del escenario, el silencio que había en la sala se interrumpió por el golpe seguido de pequeños golpecitos y de nuevo los tacones de aquellas botas doradas se hacían presentes destrozando lo que quedaba de aquel triste instrumento de cuerdas.

Unos acordes comenzaron a sonar, esta vez parecía el inicio de una canción, la chica solo sonrió y alejo los pedazos del violín despejando el escenario, levanto el micrófono en señal de victoria y luego lo coloco en su boca.

-Ay, dime si tú, Te vas hasta abajo conmigo, Cuando se apaga la luz, No quiero que haya testigos-

Movía sus caderas al ritmo de la música, caminaba en el escenario como si llevara tiempo haciéndolo, su publico se encontraba entregándose a ella entre chiflidos y alborotó, los reflectores la iluminaban y aquella diosa dorada podía sentir aquella energía recorriendo su cuerpo, aquel poder del que tanto le habían hablado fluía en su interior al mismo tiempo que sentía que las ultimas chispas de Minako iban desapareciendo poco a poco y daban paso al nacimiento de la nueva diosa.

El nacimiento de Venus- susurro galaxia mientras miraba detrás del escenario a Minako quien sensualmente bajaba al ritmo de la canción.

Tenías razón, después de todo no es para nada como Michiru- Hablo Nehereina quien acompañaba a su amiga- pero por favor dime que fue una réplica lo del violín- Galaxia sonrió y miro como Nyanko grababa cada momento que estaba pasando en el escenario, si bien los celulares no se encontraban permitidos en aquellas fiestas, la chica se las había ingeniado por órdenes de su superior a colocar pequeñas cámaras en una simple mascara rojo con dorado que llevaba, se mantenía en el publico mirando el espectáculo, sin moverse y tratando de que capturar los mejores ángulos.

- ¿Tú crees acaso que nosotros tenemos compasión con los desertores, los traidores?, espero que el mensaje llegue a sus oídos y entienda que aquí ya no es bienvenida y que debe cuidar lo que salga de su boca. - La pelirroja volvió su mirada a la rubia quien ahora apuntaba a Yaten al cantar, claro algo normal en los espectáculos, pero la letra de aquella canción le hizo entender a Galaxia que había encontrado la forma perfecta de destruir a los Kou.

-Tú me tienes presa, cuando tú me besas, Te tengo todo el día dando vuelta' en mi cabeza, Me encanta que seas malo lo demás no me interesa, Si no llegamos a la cama, resolvemo' encima de la mesa- Nehereina miraba como la coqueta Venus bajaba de aquel escenario y llegaba hasta el chico con mascara de bestia, pego su cuerpo al de el y comenzó a bailar sensualmente, el publico gritaba eufórico.

- ¡Vaya!, le robo el título, despedazo su instrumento favorito, se quedo con el bombón rubio y ahora le quitará el novio, pero si realmente es una perra- Nehereina miro como su acompañante sonreía entusiasmada al ver el espectáculo que Venus montaba.

-Si yo fuera Kaioh, el suicidio sería mi única y más digna opción, iré a prepararme para el final de esta hermosa noche- Galaxia se retiro del lugar y Nehereina suspiro.

Notas de la autora:

Seré muy sincera este capitulo sería mucho más largo y tenía un montón de cosas que quería describir aquí, confieso que la inspiración me esta abandonando así que antes de entrar en hiatus decidí plasmar todo lo que ya tenia en mi cabeza, inclusive ya estaba terminado pero no quede satisfecha así que decidí no subirlo, omití algunas cosas que me hubieran gustado que estuvieran aquí pero creo que podre retomarlas como flashback.

Hoy más que nunca necesito inspiración y apoyo... estoy tan cerca de bajarme del barco!

Si quieren imaginar a Venus cantando y bailando la canción es Delito y si quieren escuchar un poco sobre lo que Michiru sentía en esos momentos cuando Haruka dejo de comunicarse con ella Tsunami es la canción, ambas inspiraron este capitulo y le pertenecen a Kenia Os, Bueno sin más por el momento me despido y prometo no abandonarlos más.

Con Amor Michiru Asami