Rosas en la habitación
Capítulo XXVI
Desavenencia
Creías sin pensar que seguiría igual,
Con cada golpe me rompí por dentro,
Tan solo contigo, despierta en mi interior,
La rabia que va superando el miedo.
El sonido de las notificaciones del celular inundaban aquella recamara, abrió los ojos y agradeció que las cortinas estuvieran cerradas, sentía como si su cabeza fuera a explotar, tentaba con sus manos para encontrar aquel aparato tan ruidoso.
¿Cómo había llegado hasta ahí?, volteo su cabeza y vio aquel hombre a su lado, tenía un montón de imágenes dando vueltas por su mente, se reincorporo y vio a su alrededor, la resolana que hábilmente se colaba por aquellas cortinas color vino le permitían al menos tener un poco de visión, el cuarto estaba deshecho, su ropa regada por el suelo junto con la de su acompañante.
No era la primera vez que se encontraba en aquella situación, sonrió un poco al ver que esta ocasión las cosas se habían puesto más salvajes de lo acostumbrado, su cuerpo dolía, su espalda y brazos ardían, el dolor de cabeza se intensificaba aún más, sus ojos azules se abrieron sorprendidos a medida que algunas imágenes comenzaban a regresar a su cabeza.
XXX
Todos los ojos estaban sobre ella, en sus manos descansaba aquella daga de oro que solo pocos podían tocar, un divino artefacto que debía ser manejado con delicadeza y nunca tocar el piso, en medio de todo y todos estaba ella vestida de blanco, se estaba tomando más tiempo del que debía, los susurros se escuchaban aun debajo de los berridos del animal que se encontraba frente a ella, el blanco cordero hizo contacto visual con la aguamarina que tenía la daga levantada con sus dos manos, solo tenía que cortar al animal, tomar su sangre y beber un poco, a través de ella la princesa bebería su ofrenda, solo un paso la separaba de obtener todo lo que deseaba, dinero, fiesta, excesos y el reconocimiento de todos los que alguna vez dudaron de su talento.
El animal volvió a balar esta vez desesperado y juraría que pudo ver una lagrima caer de aquel ser.
-¡vamos mich!- le dijo al oído su novio mientras sonreía al público que comenzaba a desesperarse, La violinista del año, un talento innato que había estado escondido por tanto tiempo en Japón, muchos la llamaban la revelación, aquella aguamarina había tocado el cielo con las manos, sus caprichos y berrinches eran cumplidos por todos los que la rodeaban, pero algo en su corazón comenzaba a hacerla dudar, ¿Era esta la vida que quería? ¿Era ella tan importante para decidir si la vida de ese animal seguía o no?, sus manos comenzaron a temblar, las dudas no dejaban de dar vueltas por su cabeza, el miedo comenzó a recorrer su cuerpo, los susurros inaudibles llegan hasta sus oídos y entonces dejo caer aquella reliquia, pero el sonido del utensilio topando en el piso nunca llego, pasaron algunos segundos sus ojos se abrieron impresionados al ver como un líquido inundaba su cara y el sonido ensordecedor del animal gritando fue lo último que escucho.
-¡No por favor no!- grito Michiru mientras se reincorporaba rápidamente, su corazón latía tan rápido, una presión en su cuello hacia que el respirar fuera complicando, abría su boca tratando de tomar aire, la rubia a su lado quien despertó al unísono del grito de la aguamarina trato de tocar su hombro pero la chica solo la alejo mientras manoteaba.
Llevo las manos a su pecho, en su cabeza seguían de nuevo aquellos murmullos, aquellas risas, aquellas imágenes donde ella se encontraba bañada en sangre, esa mujer de cabellos rojos como el atardecer, bebiendo la sangre del animal que escurría por la comisura de sus labios, no podía distinguir si se encontraba de nuevo en aquel lugar, sentía que el aire no pasaba por su fosas nasales, intentaba gritar pero a pesar del esfuerzo en su garganta el sonido no salía.
Entonces sintió como algo se apoderaba de su cuerpo inmovilizándola, lejos de sentirse aprisionada el aire comenzó a fluir de manera normal, aquel olor a rosas comenzó a tranquilizarla, como si de rebobinar se tratara las voces en su cabeza se iban apagando, sentía sus parpados pesados, solo escuchaba aquella tenue voz que la llamaba.
-Michiru… michi… Michiru- era como un susurro que iba tomando intensidad, dejo que sus pesados parpados perdieran la batalla y entonces aquel pequeño grito la hizo despertar de nuevo.
-¡Michiru!- miro a su alrededor y vio aquella habitación que le daba la bienvenida a un nuevo día, intento moverse pero se encontraba aprisionada por los brazos de una aterrada Haruka.
Una voz lejana rompió aquel silencio que parecía para la aguamarina haber durado horas.
-Haruka ¿despertó?, ¿esta consiente?- la aguamarina podía reconocerla, sonrió aliviada mientras relajaba su cuerpo.
-Sí, creo que ya paso- la rubia lentamente fue deshaciendo el abrazo a medida que sentía que Michiru regresaba a la realidad, sus ojos se encontraron, los azules solo pudieron bajar sintiendo vergüenza mientras que los verdes seguían ahí preocupados analizando cada movimiento.
-yo, creo que...tuve una pesadilla- Dijo casi en susurro la de cabellos de olas de mar mientras cerraba los ojos.
-Otra crisis, Mich… debes comenzar a tratarte, yo puedo buscar a alguien discreto que pueda ayudarte…- la aguamarina negó y suspiro, busco el celular de donde provenía la voz.
-Agradezco mucho de tu ayuda, Pronto terminara todo y nunca podré terminar de disculparme contigo Amy, tu vida cambio solo por mi imprudencia, pero te prometo que pronto terminara esto y podrás regresar-
-No te preocupes Michiru, además Osaka es lindo… ¿lograron saber quién era la persona?
-Al parecer un investigador privado que contrato Yaten, Pero estoy a punto de cerrar un trato con ellos así que… voy a condicionar mi firma a cambio de la información que puedan tener, tu descuida que destruiremos todo y que sigo sin intenciones de que descubran la identidad de Sirena-
-¿Lograron encontrarte? ¿Logro dar contigo?- Hablo la voz de Amy tras el auricular un tanto asustada
-No, a decir verdad yo estuve revisando mails… tenia uno en spam, al parecer lo enviaron buscando tener suerte, lo conteste y me propusieron un trato… que al firmarlo sería mi carta de libertad.
-Tu voz me dice que estas feliz, Michiru, por favor una vez fuera de todo esto tienes que ir terapia… prométemelo-
-tal vez…-
-No tal vez, promételo-
-está bien, está bien, voy a confiar toda mi vida a un desconocido-
-Eso quería escuchar, en fin. Saluden a Setsuna de mi parte
-Claro…- Dijo la rubia quien se había mantenido callada y después colgó la llamada
-¿Estas segura de querer volverlos a ver?- la aguamarina la miro y suspiro perdiéndose en su mirada.
-de lo único que estoy segura es de querer terminar con todo esto-
XXX
Llevaba más de 10 minutos tallando sus brazos, la piel se enrojecía pero la mancha seguía ahí, miro hacia el espejo que tenía frente a ella, aun no comprendía aquel gusto tan peculiar de Yaten. Un espejo de cuerpo completo frente a la tina era algo estrafalario, realmente era todo un narciso, recogió su cabello y con esfuerzo miro su espalda.
-mierda… no son manchas de sangre, son… marcas-
-y se te ven muy bien… Venus- la voz del hombre que la miraba desde la puerta la hizo estremecerse.
-me gustaría darte el tiempo que necesites para seguir intentando quitar esas marcas de tu piel, pero siendo la 1:00 de la tarde, nos han convocado a una junta y necesitas estar presente, la cita es en el estudio de Taiki en media hora.- el hombre se acercó hasta la rubia y beso su cuello.
-¿Qué me has hecho? inclusive la estoy olvidando- le susurro y se alejó.
Llego hasta aquel estudio de la planta alta 10 minutos antes como su hermano se lo había pedido, se sentó y observo al mayor de sus hermanos.
-¿pasa algo serio verdad?- Yaten tomo lugar, Taiki salió de sus pensamientos y enfoco su mirada en peliblanco
-Yaten, el tiempo límite ya paso, me voy a tomar una oportunidad que me eh negado solo por cumplir tu capricho de ser super estrellas, el cual por cierto todo iba tan bien hasta que sumamos a Kaioh. Por cierto ¿Qué sientes el día de hoy por ella?- aquella pregunta descoloco al ojiverde quien solo seseo un poco.
-Tu obsesión hacia ella bajo al conocer a Minako, ¿Estás seguro de que era amor? O simplemente ¿Miedo de lo que pudiera decir?… yo lo tenía, pero reflexionando ¿Quién le va a creer?, ¿Cuántas personas nos han expuesto, en fotografías, vídeos y foros de Internet? ¿Y qué pasa?, los mismos fans los acusan de crear conspiraciones en nuestra contra, los llaman locos… por qué temer a algo que sabemos que por más que intentan exteriorizar nunca se realizara… escuchando esto, Yaten ¿Qué sientes por Michiru Kaioh?- el silencio duro por al menos 3 minutos, Yaten intentaba responder aquella pregunta, pero su mente se encontraba en blanco. Taiki se levantó de su silla y se acercó a su hermano, tomo sus manos y encajo su mirada con la de él.
-Debes poner atención a tu alrededor hermanito. La corona está siendo colocada sobre la cabeza de Minako ¿no te quedo claro ayer?, yo me iré, Seiya está enamorado y no va a seguir de tu mano. Minako es tu única escalinata si quieres seguir subiendo. Está bien ya no serás el rey pero puedes convertirte en el esposo de la Reyna. No es un secreto que tu humor mejoro gracias a los acostones que llevas con Minako desde que llegamos aquí. Yaten quiero que mis dos hermanitos cumplan su sueño, como yo cumpliré el mío.- El peliblanco suspiro dispuesto a dejar salir aquellas palabras si no fuera por la interrupción de la puerta de aquel estudio abriéndose y dejando entrar a Seiya Y Minako quienes sin llamar antes entraron tensionando el ambiente a su paso.
Ambos tomaron lugar tan separados como pudieron, acto que no pasó desapercibido para los dos hermanos que ya se encontraban en el lugar.
-Bueno, sé que todos estamos cansados por el evento de ayer y un poco-Taiki dudo un poco mientras regresaba a su lugar-anonadados por la sorpresa que Minako y Galaxia prepararon para nosotros ayer, nos tomó un poco desprevenidos. Sé que era sorpresa pero vaya Minako…creo que merecíamos saber que Venus nacería precisamente esa noche.- la rubia fijo su mirada en el castaño, frunció un poco su frente y arrugo su nariz-
¿Es acaso un regaño Taiki? No hice nada más que seguir tu consejo… ¿no lo recuerdas?- Era muy normal la insolencia y descaro en las nuevas aspirantes a pop stars sobre todo si habían sido creadas por Galaxia, para llegar hasta donde Venus la nueva protegida de Galaxia aspiraba había que tener talento, carisma, carácter y sobre todo avaricia; por que para lograr sus objetivos aquella pelirroja ponía en riesgo todo y a todos, desprendía almas y corazones de los cuerpos que se convertían en polillas atraídas por la luz y hambrientas de atención.
Algo que Michiru Kaioh no había logrado era deshumanizarse cosa que Minako demostró en segundos cuando sus brazos enterraron la daga dorada en aquel borrego que había sido sacrificado dentro de aquella gala. Arrancar la vida de un ser hacia que las personas se sintieran superiores y traspasaran aquella línea delgada entre lo moral e inmoral socialmente aceptable que se acostumbraba en aquella sociedad secreta del fuego.
-No soy tu padre, ni nadie con autoridad para brindarte un regaño, pero nos hubiera gustado estar preparados para el performance, tal vez incluso hubiéramos participado- el castaño miro a sus hermanos, Yaten sonrió y Seiya solo bufo-
-Nos hubiera gustado saber que destrozarías un violín evaluado en millones de dólares, subastar esa cosa nos podría haber sacado de los problemas que tenemos ahora- Minako solo sonrió al recordar cómo había roto aquel instrumento.
-A veces el arte… nos posee y no hacemos nada más que rendirle tributo con ofrendas y Euterpe se le ofrece lo mejor- el sonido de la mano de Taiki golpeando el escritorio llamo la atención de todos, el hombre miro a los presentes y les sonrió.
Lo que vinimos a tratar aquí es muy simple, Los Three Ligths se separan, Minako nos ayudará a preparar todo lo necesario para nuestro retiro; como saben tenemos contratos que debemos cumplir como grupo o enfrentar cuotas de incumplimiento de contrato muy altas, no podemos disponer de algunos bienes ya que aunque nos pertenecen no están a nombre de ninguno de los de aquí presentes. Mientras ustedes jugaban a ser el Gato cazando ratones, la cortesana del gato o a enamorar damiselas en situaciones precarias, yo estuve solucionando el gran problema que nos trajo aquí. Hasta que al fin pude rastrear a ese problema color turquesa- Las miradas de todos se llenaron de sorpresa, Yaten miro instintivamente a la puerta esperando que fuera abierta por aquella mujer que le había hecho perder la cordura, Seiya siguió la mirada de su hermano y Minako solo sonrió negando con la cabeza.
-al saber que Yaten había perdido el control de todas sus cuentas, decidí enviarle un mail, un mail que contesto apenas hace algunos días. Fue tan ridículamente fácil que puedo entender por qué a ninguno se le ocurrió. En fin Kaioh y yo llegamos a un acuerdo.
XXX
Vio aquella notificación y entro sin pensarlo, estaba dispuesta a preguntar quién estaba detrás de aquellos mails pero esta vez conocía perfectamente el remitente, sonrió al recordar aquella chica de cabellos negros y ojos amarillos, ella fue la única que la instruyo de manera noble en todo lo que tenía que hacer, fue la única que mostró compasión cuando aquella noche no pudo acabar con la vida del cordero; No se había equivocado, Nyanko era la única amiga dentro de esa industria que no había fingido agrado hacia ella y ahora se lo demostraba con aquel e-mail.
-Sabía que lo nuestro fue real- murmuro mientras abría aquel correo electrónico, dio clic en el archivo adjunto y sus ojos azules se abrieron asombrados al ver a aquella persona burlarse de ella, claro que entendía que estaba siendo desterrada y aunque el vídeo no tenía la mejor calidad el mensaje era claro, debía quedarse callada.
Moría por ver aquel rostro nitidito, quien había sido capaz de caer tan bajo como para humillarla de esa manera, pero su sorpresa fue más grande al ver como levantaba aquel instrumento, un acercamiento abrupto y acelerado del vídeo la dejaron ver el rostro de quien tenía su posesión física más valiosa en sus manos.
-No te atrevas, rubia oxigenada- murmuro con rabia pero era imposible detener lo que había pasado en ese escenario, el instrumento cayo y el vídeo se cortó, el cuerpo del correo le dejaba claro que aunque era un mensaje para ella no lo tomara a personal del remitente y que deseaba que se encontrara bien, pero que no respondiera.
El cólera invadía sus venas, quería gritar y aventar el móvil, salir corriendo hasta donde aquella chiquilla estúpida estaba, jalar ese horrible cabello mientras caía al piso y la arrastraba por todo el edificio, quería salir con ella a la calle y que las cámaras de paparazis inmortalizaran aquella escena, deseaba que las revistas se llenaran de burlas hacia ella y entendieran que con Michiru Kaioh nadie se metía; Pero no podía dejarse dominar por esos bajos instintos, había un plan que seguir, el destino le había brindado la oportunidad que tanto pidió y no podía desaprovecharla.
-Michiru tienes que tranquilizarte y ser inteligente… en parte no fuiste tan santa…es decir en la primera oportunidad caíste ante los brazos de Tenoh…uff y que brazos Haruka... sí, Haruka la novia de Minako, has mantenido una relación traicionando a esa mujercita entonces aunque ese violín costaba más que el karma que acumulaste podría decirse que están a mano… tengo que terminar con esto ya- La aguamarina y se sentó en aquel pequeño espacio que había adecuado cerca de la ventana donde con la luz natural Sirena poseía su cuerpo y plasmaba obras que eran subastadas en aquella pequeña galería. Mientras seguía regañándose así misma coloco el móvil en su oído y dio la espalda a la puerta de la recamara.
Su respiración comenzó a agitarse, sentía que su corazón en cualquier momento dejaría de latir al sentir que iba más rápido de lo común, trago saliva y pudo escuchar como la llamaba conectaba.
XXX
¿Qué te parece si en lugar de culparme, mejor me agradeces por la noviecita que te conseguí? Si no fuera por mí no hubiéramos llegado a ese hotelucho donde te reencontraste con ella. Gracias Yaten- Hablo el peliblanco sin moverse de su lugar, lo que había comenzado como una plática se había transformado rápidamente en una discusión en donde Seiya y Yaten luchaban por ser el vencedor.
-Claro, Gracias Yaten por llevarnos a la ruina, Gracias Yaten por poner a todo el planeta del fuego en nuestra contra ¿acaso no lo ves?, Galaxia no te quiere y nunca lo hizo, estaba al pendiente de Michiru no de ti- el sonido de un celular llamo la atención de todos, Minako quien se encontraba disfrutando por primera vez una pelea miro hacia donde provenía el sonido, Taiki frunció el ceño al ver en la pantalla de su celular la leyenda de numero privado.
-Enserio ¿piensas contestar? Estamos en medio de un asunto importante- hablo Seiya mirando a su hermano;
-Contraté a un investigador privado, malísimo por cierto y de seguro es el…creo que seguiré su ejemplo y le daré las gracias- el castaño coloco el auricular en su oído pero aquella voz del otro lado de la línea no era lo que esperaba.
-Kaioh…-pero el intento de susurrar fue en vano, el trió que ocupaba junto al aquella habitación había escuchado fuerte y claro aquel nombre, Taiki solo asintió.
-estoy bien, muy bien, inclusive mi piel es más blanca, soy más delgada y mi cabello largo y abundante y todo gracias a ustedes, pero en fin ¿está todo listo? ¿Todos estuvieron de acuerdo?, quiero firmar todo eso lo más pronto posible que necesito salir de esto y de ustedes.- sin despegar el teléfono de su oreja Taiki miro a los presentes mientras hacia una señal de silencio.
-También estamos de maravilla, Michiru muchas gracias por preguntar. Tu llamada vaya que es una bendición de la princesa, precisamente estamos reunidos mis hermanos y yo y estaba intentando explicar el trato al que habíamos llegado. ¿Quieres acompañarnos?- Taiki coloco el celular en altavoz y lo deposito en el escritorio frente a él, el silencio era incómodo. Se escuchó el carraspeo de una garganta salir del móvil, afino su garganta y tomo aire-
-¡Hola a todos! Supongo que esperaban con ansias volver a escuchar mi voz- dijo en tono sarcástico, no había rastro de aquella voz dulce que ellos conocían, tampoco del miedo que creían que la aguamarina les tenia, tal vez se había escondido por el simple hecho de fastidiarlos, tal vez no quería abandonar nada simplemente abandonarlos a ellos, tal vez Minako tenía razón cada que le decía que Michiru no podía ser una santa y que solo era una perra disfrazada de buena persona.
Los ojos verdes del chico seguían fijos en aquel auricular, como si pudiera ver a través de él, como si tratara de descifrar que estaba escondiendo aquella chica bajo su frialdad.
-Les decía que aceptaste firmar las propiedades a mi nombre, las cuales se venderán y con el dinero pagaremos las amonestaciones de los contratos. Dentro del acuerdo decidí dejarle a Kaioh la casa de playa que compraron ella y Yaten, la que está a nombre de Yaten la cual pasaremos a su nombre, la liberaremos de su relación profesional con nosotros y podrá hacer uso de su nombre comercial sin estar obligada a cedernos regalías, prácticamente se queda sin disquera y representantes. Todo lo que ya fue publicado, se repartirá en partes iguales siempre y cuando ya se hayan cubierto las deudas que el trio y Michiru han acarreado al incumplir los contratos.- explicaba Taiki mientras miraba los documentos en cuestión.
-Suena muy favorecedor para Michiru ¿No lo crees Seiya?- Yaten sonrió y saco un cigarrillo dispuesto a fumar.- Ella está obteniendo todo lo que quiere ¿y nosotros que obtenemos? Que el nombre de los Three Ligths sea manchado en asuntos legales y que la agrupación se desintegre… no me parece Justo.- el peliblanco encendió el cigarrillo y fijo la mirada en su Seiya quien solo respondió con una mueca de desagrado.
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Aquella voz hizo que su piel se enchinara, se había privado tanto de ella que casi la olvidaba, suspiro tratando de calmarse, un pánico comenzaba a recorrerla pero no podía ir hacia atrás, se había decidido a ya no ser aquella niña a la que podían manipular a su antojo, la esperanza de terminar con esto la hacía sentirse fuerte, la promesa de alejarse junto a su ángel rubio y desaparecer de todos le daba el valor suficiente de enfrentarlos.
-Entiendo que te parezca injusto, primero yo no decidí disolver a la banda, bien saben que ni siquiera quería formar parte de ella, pero su insistencia me hizo firmar cosas en las que ahora estoy envuelta y segundo a mí también me pareció muy injusto que mi cara estuviera en todos los medios con el titular de enferma mental, Yaten… este acuerdo lo ha redactado Taiki y si yo puedo firmar y olvidarme de todo, creo que también puedes hacerlo tú-
-Mi preciosa ratoncita, ¿Qué te costaba salir a declarar que todo lo que decía no era verdad? Que estabas estresada y huiste a casa pero que habías pensado las cosas y regresabas a mi…pero no preferiste esconderte como una rata.- de nuevo aquella voz que quería olvidar salía del teléfono a retarla.
-Prácticamente le pusiste precio a mi cabeza Yaten, y si salía y me encerraban en un manicomio ¿por mi bien? Además sabemos perfectamente que no solo Uds. estarían buscándome, lo siento si no te parece justo, quédate con tu estúpida casa en la playa, sigamos respetando los acuerdos de lo que ya fue publicado, creo que te hace más falta…- pero la aguamarina no pudo terminar su frase ya que un grito llamo su atención.
¡Michiru esto es importante!- la puerta de la habitación donde la aguamarina mantenía la llamada en altavoz fue abierta de golpe, la rubia se acercó gritando su nombre alarmada y paro en seco al ver como la aguamarina apuntaba su celular y hacia una señal de silencio.
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La rubia quien se había mantenido callada en todo momento levanto su mirada, conocía perfectamente la tesitura de aquella voz, ese tono áspero pero femenino solo le pertenecía a aquella persona que tantas veces había compartido la cama con ella, a esa chica que había jurado amarla y que a la primera oportunidad huyo hacia los brazos de aquella perfecta desconocida, tantas veces la llamo loca y ahora el tiempo le daba la razón.
Yaten pudo notar el sobresalto de su rubia amante, el silencio volvió a la habitación, se escuchó como la aguamarina silenciaba su micrófono.
-creo…que estaba ocupada- murmuro Seiya burlonamente
-Lo siento… esta llamada se está convirtiendo en una visita social así que ¿firmaremos o no?- regreso la voz de la aguamarina la cual comenzaba a escucharse un poco fastidiada.
-Quiero agregar algo… no es mucho la verdad, Taiki nos mencionó que hay un concierto que no se pudo cancelar y que la multa es ridículamente costosa, debemos cumplir con al menos este contrato; Así que como nosotros nos despediremos de los escenarios creo que es nuestra oportunidad de hacerlo- comenzó Yaten mientras apoyaba los codos en sus rodillas y entrelazaba sus manos para recargar su mentón.
-El contrato incluye a Kaioh- Hablo Taiki mirando a su hermano retadoramente, bastante había costado en localizar a la peliverde para que su torpe hermano lo estropeara.
-Taiki, podemos decir a los medios que Michiru y yo terminamos, que nos es imposible seguir trabajando juntos, ellos lo entenderán, Michiru siempre fue… celosa y caprichosa… si damos una mala imagen de ella los medios la odiaran y no se le acercarán ¿Es lo que quieres no? Y entonces podemos reemplazar la nula calidad vocal de Kaioh con mi nueva estrella en ascenso… Venus, claro que aún seguimos necesitando de mi adorable Michiru; mi propuesta es la siguiente, todas las canciones que compusiste que nunca sacamos pasan a mi propiedad con licencia de distribución y obvio interpretación por Venus, por cierto que mal educados fuimos, Venus está aquí con nosotros.- Yaten hizo una seña a Minako para que pudiera presentarse, esta se negó un par de veces.
-¿Venus? Yaten este acuerdo me está dando solo lo que merezco, suficientemente me han robado como para ceder mis composiciones a alguien que apenas está iniciando… lo siento pero soy más que eso y si quieren suplantarme con ella no hay problema pero mis canciones se quedan conmigo. Ah y dile a la prensa lo que quieras… a mí ya no me preocupa.- La voz de la aguamarina tras el teléfono comenzaba a subir su volumen, las palabras de Yaten al parecer la habían lastimado.
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-Lo siento, siento interrumpirlos Mucho gusto Señorita Michiru soy Venus… bueno realmente me llamo Minako, Aino Minako…- Haruka quien se había mantenido en silencio y sentada frente a Michiru se levanto de golpe y cubrió su boca.
-mierda…-susurro Haruka alejándose de Michiru quien mantenía su mirada fija en el móvil, de nuevo el recuerdo de aquella chica en el escenario burlándose de ella volvió a envolverla en cólera aunado el sentimiento de que las palabras de Yaten habían provocado, suplantarla con esa y decirle al mundo que Michiru no era una artista completa, le había pegado un poco en el orgullo.
-Minako… realmente no es nada contra ti, es solo que me cansé de no interpretar mis composiciones, pero hablando de esa multa que al parecer es impagable, al igual que Yaten tengo una propuesta- una sonrisa se dibujó en los labios de la aguamarina- Tenemos artículos por los cuales pagarían cantidades obscenas de dinero y si anuncian su retiro se volverán más valiosas, yo anunciare el mío también, el cual ya se encontraba pactado en el acuerdo con Taiki, podemos hacer una subasta, sus distintivos trajes, rojo, azul y amarillo, la primer maqueta de su sencillo search for you love, sus instrumentos y obvio la joya de la corona mi Carrodus, aunque es una réplica del original, el que sea el primer violín con el que di un concierto y los detalles labrados a mano lo hacen valer mucho más, además alguna vez me llamaron la nueva Paganini, así que si subastamos todo eso podemos pagar esa dichosa multa y nos libramos de todo.
-Tu Carrodus, Michiru no está disponible para venta, me lo cediste alguna vez y cuando te fuiste me deshice de él, así que el trato es Mi firma por tus canciones.- La voz de Yaten era firma y no permitiría indagar más en aquel suceso.
-quiero el 30% de las ganancias y ser mencionada como la compositora de la letra- Yaten soltó una carcajada y no respondió a la petición de la chica.
-50% de las ganancias, compositora de la letra, yo grabo la maqueta inicial y mi Carrodus- replico la voz detrás del teléfono molesta.
-Me gustaría seguir con esta batalla pero creo que están olvidando que si no llegamos a un acuerdo, nos vamos a pudrir en la cárcel y eso te incluye a ti Michiru por que los cuatro firmamos ese contrato- la aguamarina se sentía acorralada, miro a la rubia quien se encontraba escuchando atentamente, Haruka la miro y sonrió, se acercó hasta ella y la abrazo por la espalda mientras apoyaba su cabeza en la de ella.
De nuevo aquella fragancia a rosas le brindaba tranquilidad, que más daba perder lo material si Haruka había prometido escapar junto a ella.
Minako podía quedarse con las canciones que quisiera, romper los violines más importantes e inclusive quemar toda la ropa que alguna vez fue suya, nada de eso igualaba el valor de tener a Haruka a su lado.
-Incluye el cancionero en el acuerdo Taiki, la firma sería como lo habíamos pactado, la semana entrante. Envía una copia a mi mail con la versión final, ah… una cosa más, Yaten… despide a ese investigador privado que contrataste, solo te tomo el pelo, fue tan fácil esconderme de el- la aguamarina corto la llamada y miro hacia la ventana, su libertad se encontraba a escasos días y no veía la hora en salir a despedirse del mundo para comenzar a vivir su vida soñada.
No hay mucho más que contar,
Busco la fuerza porque sé que al final
Lloraras.
Notas de la autora:
DOBLE CAPITULO POR QUE QUIERO TENER TODOS LOS PORTALES ACTUALIZADOS... Se acuerdan que les dije que se acercaba el final… pues bueno, este capítulo me ha dado guerra, creí que ser desempleada me llenaría de ideas pero no fue así, me siento naufrago en este océano.
Quería meter una escena soft, algo bonito para que no hubiera tanta tensión pero Yaten y Michiru comenzaron a escribirse solos y no pude hacer nada más que observar, tienen muchas cosas pendientes por arreglar y no voy a ser quien se interponga en ellos.
El Guarneri Carrodus se describe como "uno de los mejores violines" hechos por el famoso fabricante de violines Guarneri, este instrumento se dice le perteneció a Paganini y que mejor referencia a el que Michiru quien era "poseída" por el espíritu de la princesa al tocar su violín.
Dice mi beta digitalwaifu que por cierto tienen fanfics preciosos que deben leer! Dice que se viene el enfrentamiento más esperado de Latinoamérica ahahahaha, aquí solo calentamos motores amigos, agárrense porque Michiru de Santita no tiene nada…
Intentare no tardar tanto con la siguiente actualización, espero sus comentarios realmente son los que me animan a seguir escribiendo, eh ahí el por qué a veces me ausento de más.
¡Los espero en el próximo capítulo!
Con Amor Michiru Asami
