CAPÍTULO No 38
El año nuevo llego en un abrir y cerrar de ojos para todos, exactamente dos semanas y media habían pasado desde el cumpleaños de Yoruichi el cual lo celebro en casa de los Fong, con su prometida y su futura nueva familia porque una cosa era segura desde que Lian fue dada de alta y regreso a su casa la morena estaba más cercana a los Fong aun cuando todavía no se había efiectuado la boda y para cierta molestia de la peli azul aún no había indicios de que ese evento seria pronto, algo que de de alguna manera le amargaba la existencia, pero no tanto como ver las terapias de su madre que empezaban a ser más físicas y difíciles, desde su salida del hospital hasta el final del año el fisioterapeuta comenzó con hacer terapias leves de masajes y poner en movimiento los músculos de las piernas del paciente,algo que le pareció bien pero desde que había comenzado el año iniciaron con terapias un poco más físicas o mentalmente cansadas, al hacer que Lian fuera quien hiciera pequeños movimientos con sus dedos, sus pies y luego las piernas, para luego fortalecer con una máquina de piernas
Las primeras semanas de terapia su madre término mental y físicamente cansada, pues siempre que llagaba Soi del trabajo ya se encontraba lista para dormir. Desde ahí las cosas se volvieron más duras en sus terapias diarias. Shaolin por otra parte había estimado que era mejor que su amigo y mano derecha llegara para el mes de febrero. En ese punto la rutina inicio para la pareja y se fue asentando poco a poco entre las dos, la morena volvió a su trabajo en la Universidad, pero a la tercera semana del mes decidió que era mejor renunciar cosa que le encantó a su novia, lo cierto es que sintió que así podría tener un poco más de tiempo libre para ayudar a los Fong o más bien pasarlo con Lian, que de alguna manera se sintió un poco prisionera en casa.
Para cuando llego el mes febrero Yoruichi estaba un poco animada, el cumpleaños de su amada estaba cerca y según sus planes pensaba en la mejor manera de darle un día muy especial e inolvidable. Lian por su parte también había pensado en su regalo del cual siempre acostumbraba, más uno que era significativo y que de alguna forma le había costado mucho su esfuerzo, pero viendo el resultado pensado que valía la pena. Para el cumpleaños de Yoruichi todo había sido un poco familiar y sin tanta algarabía ya que de alguna manera el día anterior había sido el último día del año, obviamente Soi había comprado un regalo especial y significativo para su amada y por la noche tuvieron una cena familiar y eso habia sido todo. Esta vez Yoruichi había pensado en darle un cumpleaños un poco más íntimo y de pareja,
Eso no fue impedimento para que Lisa y Nanao llegaran a la empresa de los Fong con sus propios regalos a la hora del almuerzo, sin olvidar el regalo que había enviado Rangiku días antes. Ese mismo día Lyu le había pedido a su hermana llegar temprano ya que habían preparado una pequeña cena familiar aun con las negativas de Soi Fong quien de alguna manera creía que no debía hacer mucha algarabía al respecto. Yoruichi lo había notado ese mismo día cuando Lian por primera vez y con mucho trabajo se había puesto de pie por si sola, habían sido unos pequeños segundos y un gran esfuerzo de la matriarca dejando una esperanza de que la recuperación completa estaba en camino, pero para Ryu Fong había sido un sobre esfuerzo de su esposa que no le parecía prudente,
La cena familiar y el pequeño postre que compartieron lograron que el momento un poco tenso después de que Lian se había puesto de pie era más ligero, la morena entrego su presente de cumpleaños a su novia que consistía en una cadena de oro con un dije pequeño de corazón que de alguna manera se complementaba al que Soi le había regalado para su cumpleaños, prometiéndole que el día de mañana le daría una pequeña sorpresa. El día siguiente fue un poco inverosímil para Vanessa y Jazmín el ver que Soi Fong tenía cierto apuro con el trabajo, lo cierto es que de alguna manera se encontró un poco ansiosa por saber qué es lo que para Yoruichi sería darle una sorpresa.
Cuando la peli azul llego a los condominios de apartamentos donde la morena vivía se sorprendió de ver que ya se encontraba en casa, ella había salido a la hora y había metido un poco el acelerador al auto siendo que era la hora donde había más tráfico, aun asi, sentió que no le tomo mucho en llegar a su destino. Lo cierto era que Yoruichi había pedido salir media hora antes para tener todo arreglado cuando llegara su novia, además de que deseaba ducharse y estar completamente lista para pasar un buen momento de pareja. Ayer había ido a comprar algunas cosas y de alguna manera desestimo comprar decoración alusiva al cumpleaños, Soi no era del tipo que se fijara en esas cosas, pero sabía que con la cena le daría un buen detalle.
La peli azul suspiro antes de tocar la puerta, en cierta manera no sabía que le esperaría ahí adentro toco y no tuvo que esperar mucho ya que la puerta se abrió dejando mostrar a una morena que vestía con la bata de baño — llega justo a tiempo — dijo al instante y noto que Soi se quedó ahí con la boca abierta, entonces le tomo del brazo y halo hacia dentro con rapidez cerrando la puerta — iré a cambiarme, puedes relajarte un poco la comida esta lista en la mesita — le señalo con su mano y luego dio media vuelta hacia la habitación.
Soi parpadeo saliendo de sus pensamientos, esperando que la puerta se abriera imagino mil y una situación de como Yoruichi le recibiría, pero nunca pensó que lo hiciera con la bata de baño, aunque quizás ese no era su plan ya que iba a cambiarse, soltó un suspiro y miro hacia la pequeña sala, se acerco con una sonrisa al notar como todo estaba listo. Una bandeja que se encontró tapada, dos platos, dos copas, una botella de vino colocada en una hielera y un par de velas que ya se encontraron encendidas, la peli azul se inclino un poco para ver que había de comida pues olía demasiado bien que hasta podria confundir el olor con la comida de su restaurante favorito.
— Te dije que te relajaras, no que fueras curiosa — regaño la morena al ver que Soi aún estaba parada frente a la mesita curioseando.
Soi le miro y parecía que su mente daba un cortocircuito, Yoruichi ya no vestía su bata y de alguna manera supuso que se pondría su característica pans y camiseta, como era su costumbre señalando que esa vestimenta era muy cómoda. Pero para su sorpresa llevaba un pequeño vestido color lila suave que le llevaba arriba de las rodillas, con tirantes y que flotaba hacia abajo libremente, se había hecho una cola de caballo.
La peli azul abrió la boca para decir algo —te ves…— la morena sonrío complacida al notar que su novia quedó sin palabras y eso era lindo, pero de alguna manera Soi se recuperó y la atrajo en un beso apasionado.
Yoruichi suspiro al término del beso y pudo notar que la peli azul tenía esa cara de querer saltarse la cena y pasar al postre, pero ella tenía otros planes y no iba a ceder, por eso de manera calma aparto a su novia de su lado — hay que cenar, la comida es de tu restaurante preferido y no seria buena idea dejar que se enfrie.
Soi suspiro — bien — acepto con una leve sonrisa — ya decía yo que el olor me parecía familiar.
— Siéntate, voy a servir — señalo con calma y vio que la peli azul rápidamente hizo caso mientras ella empezó a servir — el gerente me dijo cuál era tu plato preferido.
La peli azul sonrío — ¿fuiste hasta el restaurante? —Pregunto.
Yoruichi suspiro y entrego el plato de filete de pescado con papas y guarnición, así como destapo los panes con ajo — Lian-san me dio el teléfono del gerente, dijo que el ayudaría con lo que necesitara sin necesidad de ir hasta el lugar — explico — que solo debía decir que era tu prometida.
Soi sonrío enormemente — parece que estas aprendiendo de las mañas de mamá — dijo un poco divertido y se sigue el primer bocado a la boca soltando un suspiro de satisfacción porque ya tenía un tiempo de no comer en ese lugar — esto sigue siendo igual de bueno .
La morena sonrío de alguna manera su novia parecía una niña con su comida preferida y entonces cayo en cuenta que, desde lo sucedido en la fiesta de la empresa, Soi de alguna manera había cambiado su rutina y ahora solo era del trabajo a la casa, a su casa y de ahí no iba a ningún otro lugar si no era necesario, era como si no se permitía tener una vida más allá de las paredes de la casa y el trabajo. Aun recordaba las quejas de Lisa por no poder celebrar el cumpleaños de Soi como acostumbraban cada año desde que se había conocido, es más hasta casi no las visitaba si las Yadōmaru no lo hacían.
Soi Fong notó que Yoruichi se quedó un poco pensativa — gracias por esto — dijo al momento haciendo que su novia le sonriera.
— Me alegra que te gustara — señalo la morena con una sonrisa — también compre un poco de helado de tu sabor preferido.
Soi suspiro — pensé que… — lo dejo en el aire, sabiendo que la morena lo entendería.
Yoruichi sonrío con suficiencia y coquetería — por supuesto, no compren este vestido y fui por un conjunto nuevo de lencería para no darte gusto — dijo, notando la leve sonrisa pícara de la peli azul.
Con eso volvieron a disfrutar de la comida entre conversaciones ligeras sobre trabajo y chismes que siempre compartían entre ellas, brindaron con sus copas sin olvidar lanzarse de vez en cuando miradas y coqueteos. Luego de que terminaron con la cena la morena al instante fue por el postre, si la peli azul pensaba que aparecería con un vaso de sorbete y una cuchara, pero se llevó una pequeña y agradable sorpresa al ver que no era nada de lo que imaginaba, la morena había puesto el helado en unos pequeños recipientes, le había puesto un poco de crema batida, echado crispí alrededor y una cereza como para darle un toque bastante elegante.
— ¡Sorpresa! — exclamo suavemente la morena.
Soi Fong sonrío y agarro su tazón — ¿cómo es que los hiciste? — Cuestiono.
Yoruichi suspiro y sonrío levemente — cuando tenía como trece años, mamá nos los preparaba a Yūshirō le encantaba — explico suavemente — de ella lo aprendí, hace mucho que no preparaba uno.
Soi se acercó y le dio un pequeño beso en los labios — gracias por esto, te amo.
La morena suspiro complacida por la linda respuesta de su novia, luego negó al ver como esta degustaba su postre. Soi algunas veces se comportaba como una adolescente y otras solo lo hacía para provocarle, lo cierto es que en su relación como pareja era amorosa, protectora y tierna, muy distinta a como era normalmente con sus amigas, la familia y con las personas en general. Cuando terminaron con el postre llevaron los trastes al lavabo, regresaron a la sala y trataron de ver un poco de televisión, pero todo fue en vano porque la pareja inicio con sus muestras de cariño que iban entre caricias, pequeños besos y en este punto la morena sugirió moverse a la habitación.
Al instante de pasar la puerta Soi aprovecho el momento para tomar a la morena en un beso apasionado e impetuoso, empujándole contra la pared y sin perder tiempo una de sus manos la coló bajo el corto vestido y la llevo hacia la braga de la moena queriendo quitársela de una vez mientras tocaba su piel desnuda, pero se llevó una sorpresa al ser empujada por la morena como si hubiese hecho algo malo y en su rostro extrañado denoto eso.
— Compre este conjunto de lencería para ti y sin verlo ya quieres quitarlo — acuso la morena sabiendo que su novia se estaba comportando como una adolescente llevada por sus hormonas.
Soi se sonrojo levemente avergonzada por el arrebato y soltó un largo suspiro — lo siento, eres demasiado hermosa y sexy para mi — alabo suavemente mientras su mano la llevaba al tirante del vestido del lado izquierda y sonrío levemente al ver que su novia no le detenía, entonces con calma y cuidado inicio con el retiro del pequeño y coqueto vestido.
Yoruichi sonrío levemente ante los halagos de su novia, pero se mantuvo paciente para ver directamente el rostro ruborizado por los sonrojos de su novia, deseaba ver lo que había en sus ojos y no le decepciono, sintió como el vestido resbalo sobre su cuerpo siguiendo la ley de gravedad llegando al suelo dejando a la vista un conjunto de lencería color blanco en conjunto. Los ojos grisáceos de Soi Fong brillaron de satisfacción, estiro su mano hacia delante para delinear con total calma la orilla del sostén para después llevarlos a su braga la morena se dejó hacer aun cuando podía sentir que esa acción le aceleraba su respiración, el corazón y de paso le ponía ansiosa de lo que podía suceder de ahora en adelante.
Soi se inclinó sobre la morena oprimiéndole contra la pared y empezó a besar su cuello con cierta calma subiendo hasta el lóbulo de la oreja — como dije antes, eres tan sexy que me es imposible no ceder al deseo de hacerte el amor — susurro, Yoruichi sonrío ampliamente aun cuando sintió que sus pezones se endurecían — ¿puedo? — Cuestiono, esta vez pidiendo permiso para quitar las últimas prendas que le cubrían, la morena asintió y la peli azul procedió a quitar la hermosa lencería.
Después de eso hicieron el amor como si no hubiese mañana, como si fuese la primera vez que sus cuerpos se tocaran y reconocieran cuando de manera extraña parecían acoplarse de manera formidable. Yoruichi lo había reconocido en su primer encuentro, esa niña sabia como tocarla para olvidarse de todo, por su parte Soi Fong aprovecho cada instante para deleitarse de su mujer, esa mujer que la volvía loca en la intimidad una que no se cansaría de amar y que desde su primer encuentro supo que esa si era una verdadera mujer. Esta vez fue la peli azul quien llevo el ritmo ya que la morena dejo que ella tomara el control, su cunnilingus siempre la llevaba rápido al culmen del placer, pero su prometida no se detenía ahí era joven y sabía que tenía energía de sobra. Cuando terminaron de amarse quedaron abrazadas charlando un poco, entre besos y leves caricias que les hicieron caer dormidas y no era para menos después de una deliciosa cena y el desgaste físico sexual.
Soi se agito en su sueño y por inercia abrazo la almohada como lo hacía siempre, solo que esta vez escucho un leve suspiro y sus fosas nasales sintieron el característico perfume de Yoruichi. Su cerebro medio despierto le señalo que no abrazaba la almohada. Fue cuando lo recordó y despertó de golpe asustada, se había dormido y estaba en casa de Yoruichi, ante el brusco Yoruichi medio despertó — ¿qué pasa?, vuelve a la cama — dijo soñolienta.
Soi que se encontraba sentada en la cama del susto se inclinó hacia su novia — duerme, debo irme a casa — le susurro, noto como la morena entre dormida y despierta hacia una mueca inconforme y volvió acomodarse — me llevare las llaves — le anuncio y solo escucho un leve quejido en afirmación. Con eso salió de la cama y busco su ropa para vestirse tratando de no hacer mucho ruido para no molestar el sueño de su amada, aunque siempre admiraba la capacidad de Yoruichi de dormir sin importarle su alrededor. Suspiro y decidido que era mejor irse de una vez, no fuera que por un impulso loco regresara a la cama para dormir con la mujer que le hacía feliz en todo aspecto, lo cierto es que se había prometido a sí misma ser más responsable con la familia mientras su madre se recuperaba.
Tomo las llaves del apartamento de la morena y al salir echo llave, sabía que tenía unas de repuesto y no deseaba dejar la puerta insegura. Mañana se las enviaría de regreso con el mensajero y le llamaría para explicarle porque no se quedó junto a ella, además de enviarle una muestra de su agradecimiento por haber preparado una linda noche. Cuando subió a su auto sintió que su teléfono recibía un mensaje de Lyu preguntado si no iba a llegar a casa, al instante respondió diciendo "voy en camino" noto que eran casi la una de la mañana e hizo una pequeña mueca molesta, esto no era ser responsable y reconocía que ahora estaba sujeta a sus padres, por mucho que desde sus quince años fue casi una hija emancipada.
Cuando llego a su casa casi diez minutos después vio que todo estaba en silencio y las pocas luces que se encontraban encendidas era la de la puerta principal, salo del auto y fue al interior de su casa, esperaba que no le costara retomar el sueño ya que con Yoruichi a su lado podía dormir mucho mejor y resentía el hecho de que hace un tiempo no dormían juntas en el acto mismo de dormir para descansar. Entro a casa echando llave y se dispuso a subir a su habitación cuando estaba en la segunda planta noto que alguien encendía la luz del pasillo y noto que su padre se encontraba parado con una vaso de agua ataviado con su bata de dormir en la puerta de la que antes era la habitación de sus padres.
Ryu miro el reloj en su muñeca — llegas tarde Shaolin.
Soi soltó un leve suspiro — lo siento, se me fue el tiempo — se disculpó sabiendo que cuando su padre se refería a ella con su primer nombre era porque según su criterio estaba haciendo algo mal.
— Debes recordar que justo ahora vives en casa, no quiero que le causes a tu madre algún tipo de angustia o estrés porque no apareces una noche — señalo serio.
Soi frunció el ceño un poco y luego suspiro — no lo hare, lamento mi irresponsabilidad.
Ryu bufo levemente — vete a dormir, mañana tienes que trabajar — con esas últimas palabras inicio su camino a la planta baja donde ahora dormía junto a Lian.
Soi susurro un "buenas noches" para luego llevar su mano a su sien al sentir que su mal humor estaba emergiendo, reconocía que odiaba ser regañada por su padre, pero quizá de alguna manera tenía cierta razón. Inicio su camino a la habitación cuando de pronto la puerta de la habitación de Lyu se abrió sorpresivamente asustándole un poco — dios, me asustaste — se quejó llevando su mano al pecho.
Lyu puso los ojos — no era mi intensión — se excusó al instante y luego miro a su hermana que parecía recién levantada, además de recién regañada — no le hagas caso, está exagerando demasiado — señalo — mamá sabía que posiblemente vendrías tarde, creo que Yoruichi le dijo que haría una cena especial o algo así, además con la fisioterapia de hoy estaba cansada y se durmió temprano.
— Por una parte, tiene razón — acepto la peli azul — gracias por escribir, será mejor ir a dormir, buenas noches.
— Descansa — dijo Lyu despidiéndose y cerrándola puerta de su habitación,
La peli azul apago la luz del pasillo, fue hacia su habitación y rápidamente se cambió de ropa para ir directo a la cama, en otra ocasión se hubiese duchado, pero justo quería dormir ya que de alguna manera aun sentía ese cansancio y el que su padre le retara al llegar fue como si pusieran más cansancio sobre sí.
La mañana siguiente Soi despertó más tarde de lo habitual, obviamente le había agarrado la tarde por lo que decidió que no desayunaría en casa y se iría directo a la oficina. Por supuesto que para sus padres y abuela fue notable su tardanza. Cuando Soi llego a la oficina eran casi las nueve de la mañana, lo primero fue ordenarle a Jazmín que le pidiese un desayuno, lo otro que llamase al mensajero. Al momento en que se acomodo en su oficina tomo su teléfono para buscar en línea el mejor ramo de rosas rojas, sonrío ante el cambio y recuerdo que ese tipo de ramo implicaba, esta vez solo era una muestra de agradecimiento por lo que su novia había hecho por darle un feliz cumpleaños más privado, además quería disculparse por molestar su sueño y no quedarse a dormir junto a ella.
Yoruichi también despertó un poco tarde, su mañana fue lenta entre ducharse, prepararse y tomar su desayuno sabía que debía irse a la mansión de los Fong. Hace un rato hablo con su novia, que se había disculpado por irse así a media noche de forma imprevista, pero le explico que deseaba ser responsable en su casa ahora que regreso a vivir con sus padres a la vez que le agradecía por hacer de su noche algo especial, la final le aconsejo esperar al mensajero que ya había enviado sus llaves de regreso, la morena hizo como su novia le indico y no tuvo que esperar mucho ya que diez minutos de terminada la llamada apareció en mensajero con un hermoso arreglo de rosas rojas, sonrío ante esa elección de ramo de la peli azul que seguramente recordaba el que ella le regreso ofendida antes que iniciaran su relación.
Dos semanas pasaron y la familia Fong recibió al esperado visitante de China, Sasakibe Chōjirō y su esposa la señora Mei que al parecer eran muy buenas amigas con la abuela Fong. Ellos fueron instalados en el Imperial Hotel Tokio, se les proporciono un auto con chofer para moverse, su primer reunión fue en casa como algo más amistoso y familiar antes de entrar de lleno a los negocios, Yoruichi había hecho todos los arreglos con la guía de Lian y la abuela que desde que había dejado su trabajo en la Universidad por pasar tiempo con ellas alababa la suerte de su nieta de haber encontrado una mujer inteligente que sabia el papel que una futura esposa debía tener en la familia Fong. Para la peli azul eso era un poco molesto, temía que la morena pensara que su deber era solo ser una ama de casa cuando siempre fue dueña de su vida, una mujer independiente y valiente, aun así, Sasakibe y Mei la amaron al momento de conocerle, hasta le invitaron visitar china.
La siguiente reunió fue más privada entre Sasakibe y Shaolin Fong, se habían reunido en el despacho, luego de unos momentos llego Rent Yadōmaru con Lisa y Nanao. Ryu se mostró un poco incomodo de esa reunión a sabiendas que su madre a veces le dejaba fuera de las decisiones importantes que tomaba. El asunto era sencillo para la matriarca Fong, se había propuesto su jubilación y quedarse con la familia después de ese ataque de los que fueron presa, Soi y Lyu estaban madurando, la primera estaba en proceso de casarse y formar una familia, su hermano después del desastre de relación con la innombrable como se refería a Reiko, por fin encontró una mujer profesional y decente que se había propuesto conquistar y todo iba viento en popa. Rent y las chicas fueron quienes que validaron los deseos del difunto patriarca Fong, que le otorgaba el 35% de la fábrica en china a su amigo Sasakibe y el resto quedaba a la familia.
La siguiente reunión fue más formal, Sasakibe había llegado a la empresa, mientras su esposa se había quedado con Yoruichi y Lian en la mansión de los Fong. Soi había dado a Sasakibe un recorrido por la empresa acompañados por Vanessa, hablaron de los que estaban haciendo como justo ahora estaban tratando de innovar en algunos componentes ahora que Xiaomi estaba creciendo a pasos agigantados y sus teléfonos se encontraban siendo lanzados en América de manera exitosa. El anciano no hacía más que maravillarse, él sabía que desde que la joven había tomado el lugar de su padre como Ceo no solo lleno las expectativas de la familia, ella mejoro algunas cosas y hasta modernizo la fábrica, por un tiempo Sasakibe había pedido a Shaolin que trajera a su nieta a China por un tiempo para hacerse cargo de la fábrica, pero la abuela siempre decía que su nieta había vivido toda su vida en Japón y no le agradaría el cambio.
Sasakibe lo había notado en este tiempo, Soi era muy orgullosa de su trabajo y de alguna manera había contagiado a sus empleados con esa misma mística, la joven Vanessa era muestra de ello, Shaolin le había informado de como su sobrina parecía mantener a la pobre joven en recepción aun cuando estaba cerca de graduarse. Pero también había notado cosas que no le agradaron con respecto como la falta de intereses que Ryu le daba a la empresa y el poco reconocimiento que le otorgaba a su hija por sus logros, ya sea en el trabajo o con respecto a su vida personal, como Shaolin le había dicho cuando planeo su viaje "que haya encontrado una novia que le ponga un cinturón de castidad es sorprendente" Tal vez no tan sorprendente, según su apreciación Yoruichi era una mujer inteligente, madura y su línea de trabajo era tan distinto a lo que muchos podrían imaginar, de alguna manera las dos eran del tipo solitario por no decir reservado, entonces se complementaban muy bien no había sorpresas para él, claro eso lo había notado su esposa Mei.
Ryu miraba el informe mensual de la empresa, reconocía que llevaba un tiempo de no prestar atención a las cosas de la empresa o todo en general, para el justo ahora lo único importante era cuidar de Lian y ver que se recuperara por completo. Lyu se había ido a una esquina y hablaba por teléfono mientras Shaolin Fong miraba el informe en sus manos, por ahora solo debía esperar que Lisa apareciera junto a Rent, al parecer Nanao tenía una audiencia en un caso penal y no podía estar presente.
Ryu bufo al notar que estaban perdiendo el tiempo y la reunión no iniciaba — Lyu deja ese teléfono y siéntate, deberías de ver el informe.
Lyu frunció el ceño y se despidió para terminar la llamada, se acercó a su silla y miro a su padre serio — se lo del informe, Soi lo envió hace dos días a nuestros correos — señalo con seriedad — al parecer eres el unció que no sabe de qué va, así como todo de casa.
Shaolin escucho el leve reclamo de Lyu, su hijo estaba por decir algo, pero le detuvo la aparición de Rent, Lisa que venían seguidos por Vanessa, Soi y Sasakibe le hicieron guardarse sus palabras. Desde ahí todo inicio luego de los breves saludos cordiales, la reunión eran más que todo informativa, Shaolin les anunciaba el último deseo de su esposo y su decisión de quedarse en Japón con la familia. Así como la repartición del 65% de la participación en la fábrica de china, distribuida por partes iguales para Ryu, Lian, Soi y Lyu, quedándole a la abuela solo un 5%. Además de eso Sasakibe tomaba la dirección de la empresa con la ayuda de su hijo Hiroshi ya casado que era cinco años menor que Ryu tenía dos hijos, Yuzuru su primogénito y Yui su princesa. Luego de dos días más Sasakibe y su familia regresaron a china.
Faltaban unos pocos días para el mes de marzo, Lian ya iniciaba a dar pequeños pasaos avanzando así con su terapia física, en la casa todo parecía seguir la misma tónica y en este punto Yoruichi había escuchado varios comentarios de su suegra sobre querer salir de su casa y distraerse un poco. Lo cierto era que Ryu no le permitía mayor libertad con el hecho de mantenerla a salvo o con el temor de que algo le sucediera, en este punto la morena pensó hablar con Soi para que las dos salieran a comer a algún lugar de paso llevar a Lian y Shaolin-san con ellas para sacarles del encierro. Por supuesto que la peli azul al principio pensó que no era buena idea conociendo a su padre, pero al final le convenció de hacerlo.
Soi hablo con su padre el día miércoles por la noche y todo salió mal, Lyu que había estado presente trato de que su padre no lo tomara a mal y se puso del lado de su hermana, pero todo fue en vano, su padre de alguna manera había despotricado todas sus frustraciones sobre la peli azul ante la incredulidad de Lyu que por mucho que trato de darle un poco de claridad a su padre fue como hablarle a un sordo. El día siguiente Soi paso con un poco de mal humor y estresada no podía esperar el momento de salir para ir a refugiarse a la casa de la morena. Sabía que preguntaría si podrían salir con su madre, en este punto no pensaba ocultarle nada y de alguna manera le diría lo sucedido. Cuando termino el día de trabajo y llego al apartamento de la morena las cosas no salieron como creía que sucederían, ya que al verle lo primero que hizo fue conducirle a la cama y hacerle el amor de una manera impetuosa, cuando llegaron al clímax Soi se aferró fuertemente a la morena que le abrazo en ese mismo instante.
— Lo siento — se disculpó aun en el abrazo, sabía que había sido arrebatada.
La morena suspiro largamente, de alguna manera conocía a su novia en la intimidad y sabía que cuando ella bebía en la cama era muy dominante e insaciable, cuando estaba estresada actuaba de manera arrebatada — ¿estas bien? — cuestiono sabiendo lo que había sucedido ayer con su padre.
La peli azul pareció aferrase más al abrazo — te amo, no sé qué haría sin ti.
— Seguramente estarías con una chica diferente cada día — indico la morena, mientras acariciaba la espada pálida de su novia.
Soi soltó un suspiro cansino — posiblemente — acepto — pero seguro que sería infeliz.
Yoruichi sonrío y deshizo el abrazo — ve a ducharte.
La peli azul asintió — ¿no vienes conmigo? — Cuestiono al ver que la morena se vestía con una camiseta larga.
— Iré a calentar a cena, después de que tu salgas me duchare — señalo dándole a entender que era mejor hacerlo de esa manera.
Hicieron tal cual, y mientras Soi se vestía para ir a la sala, Yoruichi tomaría un baño rápido para cenar juntas y pudiesen charla más tranquilas. La cena fue calma y vieron un poco de televisión, Soi estaba un poco más tranquila y relajada, aun cuando sabía que la morena esperaba el momento indicado para preguntar si algo estaba pasando.
Yoruichi carraspeo luego de que tenía un momento de haber terminado la cena y decidido que era momento de hablar — entonces, ¿iremos a cenar con tu mamá? — Cuestiono.
Soi pareció bajar los hombros en señal de derrota — no — respondió al instante — lo cierto es que la charla con papá no salió como pensaba — hizo una mueca molesta — la verdad es que salió mal.
La morena suspiro guardado silencio, lo cierto es que ella ya lo sabía que la plática había sido un desastre y que de alguna manera Ryu Fong lo había tomado contra Soi haciéndole sentir mal — si quieres yo puedo hablar con tu padre — sugirió sabiendo que no lo permitiría.
— ¡No! — Exclamo en voz alta y de pronto suspiro — no quiero que lo tomes a mal, pero prefiero que no toques ese tema con él.
Por mucho que la morena quería refutar no lo intento y más bien guardo silencio esperando el momento en que Soi decidiera abrirse y contarle lo sucedido, aunque ella lo sabía pues Lyu había llamado a Rangiku el día siguiente para desahogarse y que fuese una ayuda para Soi, que le hablara después de todo lo que su padre le había dicho de manera injusta. Soi noto que su novia quería decir algo y sabía que era mejor contrale lo sucedido, fue ahí cuando empezó a contar lo sucedido en su charla con su padre. Todo había iniciado de la forma más calma, pero al instante de sugerir una salida con Lian, el rápidamente dio por cerrado el asunto, Soi trato de insistir por el bien de su mamá y por Yoruichi, en ese momento su padre se dejó llevar por su carácter.
Si era sincera no era la primera vez que lo veía actuar tan enojado, lo había sido luego de su incidente con los que le habían golpeado, todo el asunto legal había sacado lo peor de su carácter. Aun recordaba la vez que discutiendo con su madre había escuchado decir: "eso no hubiese sucedido si fuera varón" Pero lo que sucedió anoche fue totalmente diferente, cuando se negó le señalo que "yo cuidare de tu madre, tu encárgate de tu prometida que otra vez anda en esa moto del demonio" Lo cierto es que Yoruichi había vuelto a usar la motocicleta porque el Audi se encontraba en el taller para su revisión anual. Cuando la peli azul insistió diciéndole que podían ir todos como una salida familiar este soltó su enojo y frustración diciéndole "para que otra persona que tenga cosas contra ti haga algo loco y salgamos perjudicados" Lyu rápidamente había defendido a su hermana señalándole a su padre que ese comentario era injusto, pero Soi se había quedado ahí en silencio.
De alguna manera su padre solo dijo lo que quizá había estado pensando todo ese tiempo según su apreciación, algo que le clavaba un poco esa espinita de culpa del cual casi se había despojado por completo. ¿Lo podía culpar por eso? Posiblemente no, aun con todo era su padre y no era la primera vez que le reclamaba algo o ponía exigencias difíciles de cumplir. Esa fue una de las tantas razones por la cual pidió estar de interna en el colegio, por eso mismo motivo prefirió salir a estudiar al extranjero. Ella de alguna manera lo supo y Rangiku lo había notado Ryu Fong era del tipo arcaico, lo cierto es que su padre siempre quiso que su primogénito fuese varón, no sucedió así y cuando acepto a Soi esta no fue esa princesa que esperaba ya que salió con que le gustaban las chicas, ciertamente su padre era un poco machista. Pero su madre le había hecho cambiar para que aceptara a su hija tal cual era.
Yoruichi suspiro luego que Soi le contara lo sucedido — es muy injusto — señalo — no sé cómo es dejas que te diga todo eso, es cruel — apunto seria mientras abrazaba a la peli azul.
— Es mi padre, sea como sea — acepto Soi — ha tenido sus buenos momentos.
La morena como cosa rara frunció el ceño, recordaba que Soi le había dicho casi eso mismo de su padre en América. Que aun con los errores no debía estar de rencorosa con su padre ya que ni su madre había tomado las cosas contra él, más bien le había perdonado — espero que no tomes las cosas en tu contra — dijo al instante — quiero decir que no sientas culpa.
La peli azul suspiro — mentiría si te digo que no volví a sentir culpa, pero entiendo que no puedo manejar mi alrededor o lo que otras personas hagan — apunto seria — eso es más o menos lo que la doctora hizo hincapié en las terapias.
Yoruichi sonrío levemente y abrazo a su novia dándole un pequeño beso — cierto, no puedes saber que tan loco puede ser alguien — confirmo, hablando con Rangiku esta le había dicho sus pequeñas sospechas de que Ryu Fong parecía tener cierta preferencia con Lyu, que lo había notado desde que iniciaron su amistad. Confirmo que aparentemente Lyu no es consciente de eso, pero que la discusión de ayer fue la gota que colmó el vaso del pelinegro ya que también se quejó que su padre desde el ataque no había hecho nada por Soi Fong, que se había desligado de las responsabilidades de la casa y había descubierto que bebía de vez en cuando al final del día. Lo cierto es que a pelirroja le aconsejo no meterse es ese lio familiar, esperaba que tarde o temprano Lian o en un mejor caso Shaolin se diese cuenta de lo que estaba haciendo Ryu y como injustamente trataba a su nieta.
Los siguientes días fueron un poco tensos cuando Soi llegaba a casa y cenaban en familia había una cierta tensión, pero sobre todo padre e hija no hablaban más que para saludar y sus interacciones parecían ser más que las necesarias. Yoruichi los días que llegaba en la mañana muy diferente a otros días no se quedaban para compartir el almuerzo con Lian, Shaolin y Ryu, al contrario, se disculpaba diciendo que iba a sorprender a Soi en la oficina y le llevaría comida. Así pasaron dos semanas y de ahí todo volvió a la normalidad, Lian siguió su trabajo físico con el fisioterapeuta, que le hacía poner mucho esfuerzo también le recomendaba tomarlo con serenidad al ver como ella parecía sobre esforzarse en algunas ocasiones aduciendo que quería ser un poco más independiente.
Días pasaron y de alguna manera Soi sintió que algo no iba bien en su relación, la morena a su vez de alguna manera se encontraba resintiendo el retraso de todo lo que anteriormente habían planeado con Soi, con respecto a una próxima boda y el formar una familia, todos los días revisaba su mail para verificar si tenía alguna noticia sobre los exámenes que se había hecho para ver si era posible poder embarazarse según el tratamiento creado por los científicos de Cambridge. Aunque entendía que no podían retomar sus vidas como si nada hubiese pasado, aceptaba que debían esperar un poco a que Lian se recuperara ya que según sus propias palabras quería hacer de la boda algo espectacular. Ciertamente Yoruichi podía esperar, no era una loca que escuchaba el tren partir a causa de su edad, pero extrañamente su mente le decía que algo iba mal en su relación.
Era día jueves y Soi decidido pasar por algo de comida para llevar, ya antes le había dicho a la morena que llevaría la comida para que no cocinara ya que siempre lo hacía. Yoruichi pensó que era algo bueno para un cambio, por mucho que su relación más parecía haber caído en una rutina, quizá si cambiaban un poco esa dinámica podría ser que eso le hiciera olvidar esos pensamientos de que algo iba mal, para su suerte ese día la rutina cambio ya que cenaron comida italiana, vieron una película divertida, hablaron larga y tendidamente de todo y nada, esta vez no hubo sexo y de alguna manera Soi Fong fue afectuosa sin llevar sus demostraciones a algo sexual.
Los días parecieron ir sin problema alguno para los Fong, para la pareja de Yoruichi y Soi Fong que mantenía cierta dinámica en su relación que se miraba bien. Lian iba bien es sus terapias Lyu parecía ser el que más iba para verle en sus esfuerzos, Soi lo hacía pero no siempre ya que de alguna manera eso le ponía tensa al ver el esfuerzo de su madre, temía que algo podría pasarle y Ryu, el fisioterapeuta le había pedido explícitamente no estar en la sala ya que su presencia ponía tensa a la paciente, en este caso a Lian, ya que cada vez que le veía intentar algo nuevo o se esforzaba al máximo, este trataba de refrenarle, indicándole que lo tomara con calma cuando según el terapeuta ella intentaba de llevar su propio ritmo y ver hasta donde podía llegar. Ya Shaolin había hablado con su hijo respecto a su actitud con Lian, parecía asfixiarla y no dejarle ser, además de eso le había regañado por dejar a sus hijos las responsabilidades de la casa.
Lo cierto es que Lian ya se habia enterado que sus hijos eran los que de alguna manera se había hecho cargos de lo que antes eran sus responsabilidades y todo pareció salir de la manera más ridícula. Ese mes la mayoría de los empleados cumplían años de laboral en casa y en este caso se les daba una indemnización, se les programaba sus vacaciones y cuando Lian pregunto a su esposo por ese hecho este pareció totalmente perdido, aunque Lyu salvo el momento diciendo que todo eso estaba arreglado. De alguna manera en todo este tiempo por mucho que Lian intentaba saber cómo iban las relaciones de sus hijos, Lyu siempre fue un poco más abierto contándole ciertas cosas ya que de alguna manera iba por buen camino con la doctora Kurotsuchi, hace un mes habían empezado a tener citas de manera más romántica, dejando atrás ese tiempo de conocerse y ser amigos. Soi por otra parte siempre le decía que todo iba bien, que no se preocupará por eso y que si dudaba le preguntará a Yoruichi, la morena de alguna manera trataba de ser más abierta al respecto, sabía que Soi no quería causarle algún tipo de estrés a su mamá.
Era día martes y Yoruichi se encontraba en la revista, en el almuerzo que había compartido con Shinji y Kiyone estuvo hablando sobre una serie que la fotógrafa había encontrado en internet, la cual les había recomendado ver desde la semana pasada. Shinji a los dos días dijo que ese tipo de melodramas no eran lo suyo, pues se trataba de un drama de pareja, engaño y quien sabe que dramas exagerados que según el rubio dañaban la mente de las personas. La morena por otro lado había visto muchos más capítulos por curiosidad, pero de alguna manera la situación se había estancado entre el protagonista y su amante, la pobre chica empezaba a querer más de lo que el hombre casado, con un hijo pequeño podía darle y justo debía de conformarse con unos días de visita en su apartamento, cena y buen sexo con ese hombre.
Por un momento sintió que estaba en esa misma situación solo que Soi no era casada y menos de tener hijos, por lo cual las comparaciones eran absurdas. Ese día la peli azul llego un poco tarde, ese día había tenido que ir a la fábrica y aunque la morena le sugirió dejar su visita y que fuera directamente a descansar a casa, obviamente Soi se negó alegando que deseaba verle, que su día había sido un poco tenso y que platicar con ella le hacía bien. Lo bueno era que no mentía porque cenaron y platicaron sobre su día de trabajo, además de la sorpresa de la morena al ver que Soi se había ido a tomar un ducha para botar estrés de manejar todo el camino, luego se recostaron un momento en la cama y siguieron su charla un poco más seria e íntima, algo que le tomó por sorpresa a la morena.
— Yoruichi, lamento mucho el que tengas que esperar todo este tiempo para casarnos cuando te dije que lo haríamos pronto — se disculpó la peli azul.
La morena parpadeo — ya hemos hablado de esto antes, quedamos en que esperaríamos a que Lian este recuperada.
Soi frunció el ceño, ciertamente lo había hablado antes, pero reconocía que sentía cierta frustración y desencanto en que su relación no avanzara, ante eso pensó que si ella tenía esos sentimientos Yoruichi podría pensar o sentir igual — tal vez podríamos casarnos, le diría a Nanao o Lisa — detuvo loque iba decir al notar la negativa de su novia.
— Apresurar la boda no me parece un buen plan, además tu mamá querría ser la encargada de planear todo — indico con una sonrisa.
La peli azul suspiro — mamá podrá decir lo que puede planear, pero sabes que la última palabra la daremos nosotras, al final seremos las que nos casaremos — apuntó seria.
— Seguro Lian sabe bien eso — dijo reflexivamente — aunque podríamos planear donde iremos de luna de miel.
Soi sonrió — ¿Londres, Paris, Madrid, Roma? — Cuestiono.
La morena suspiro — no quiero ser aburrida pero ya he ido a esas ciudades, me gustaría algo nuevo.
La peli azul suspiro — ¿qué te parece Macao? — Cuestiono — está ubicada en la costa china, también podríamos visitar Hong Kong.
Yoruichi sonrió — ¿no es ahí donde están los casinos y esas cosas? — Pregunto.
— Hay más que eso, pero si es ese lugar — afirmo la peli azul — además de eso tenemos que pensar en una casa, muebles y todo eso.
La morena suspiro — tú te adelantas demasiado, pero bien puedo pensar en que quisiera algo no tan grande — dijo al instante — claro que si vamos a tener familia me gustaría que tuviese un buen jardín, casi como la casa de tus padres.
La plática siguió en ese tema en específico, casa, habitaciones, jardín, era como si de alguna manera estuviesen armando su futuro juntas, era como darse cierta esperanza de que no estaría tan lejano y que tarde o temprano eso se materializaría. De alguna manera entre planes, risa y pequeñas muestras de afecto terminaron haciendo el amor, fue algo no planeado como cuando una cosa lleva a la otra y de alguna manera fue un buen sexo por el simple hecho de que no fue algo planeado o una rutina. Por supuesto que eso las relajo y la pareja termino un poco exhausta quedándose dormida ya que entre la plática y todo lo demás llegaron a un poco más de media noche. No era común que charlaran sobre su futuro o que planearan sobre el, de alguna manera las dos habían tenido un silencioso acuerdo de que sus planes de vida tomaran cierta pausa por el bien de la familia.
Soi se movió en su sueño, sentía ganas de ir al baño y bufo entre molesta decidiendo ir, ahí fue cuando se percató que no estaba en su habitación, estiro su brazo a la cómoda, tomo su teléfono para ver la hora 1:18 Am. Por acto reflejo salió de la cama rápidamente y encendió la luz para poder ver donde había quedado su ropa., con el movimiento, la luz y el ruido Yoruichi despertó de su sueño y suspiro para terminar de ponerse alerta para notar que la peli azul parecía una hormiga loca.
— ¿Qué haces? — Cuestiono la morena al notar que Soi iniciaba a vestirse de manera rápida.
— Es pasada la una, me dormí otra vez — se quejó sin dejar de vestirse.
La morena suspiro cansinamente — vuelve a la cama — pidió — estoy segura que tus padres lo entenderán, tu misma lo has dicho es de madrugada y es mejor que te quedes conmigo a que salgas a exponerte a tener algún accidente con saber que borracho al volante.
— Aunque quiera volver a la cama contigo, sabes que no es posible — dijo la peli azul.
Yoruichi parpadeo un poco confusa — no es posible — repitió con un dejo de incredulidad.
Soi se acercó abrochándose los últimos botones de la camisa — sabes que quiero ser responsable en casa y no quiero tener problemas con papá.
La morena trato de convencerla — solo sería hoy — indico con cierta esperanza.
— Por favor comprende — dijo seria Soi Fong.
Yoruichi suspiro — bien — acepto mientras salía de la cama completamente desnuda y buscaba su camiseta de dormir — vamos, te acompaño a la puerta.
Aunque la peli azul se hubiese negado a que le acompañara no le quedo de otra, la morena se colocó rápidamente una camiseta y salió de la habitación. Cuando llego a la puerta está ya tenía las llaves en la mano — no era necesario que salieras de la cama — dijo con cierto tono de disculpa.
— No importa — desestimo la morena y cuando Soi se acercó para despedirse con un beso ella se movió para que el beso fuese en la mejilla — ve con cuidado.
— Lo hare, descansa — se despidió y salió del apartamento hacia su auto, no había que ser genio para saber que lo sucedido no fue del agrado de Yoruichi.
Soi Fong decidió de una manera sabia darle su espacio a Yoruichi e inicio su día de trabajo sin llamarle para ver cómo había amanecido, aun así, no pudo evitar mandarle un pequeño mensaje deseándole buen día sabía que estaba siendo una cobarde pero no quería un distanciamiento con su prometida por eso mismo pensó en dejar que las cosas fluyeran por si solas y mañana ya de frente si había algún problema lo resolvería de la mejor manera. La mañana trascurrió tranquila según la peli azul, aun así, su cabeza no dejaba de pensar en lo que había sucedido ayer y al final ese beso en la mejilla de despedida, le molestaba ese pequeño detalle porque de alguna manera intuía que era algo importante, no poda ser que luego de tener una buena charla sobre el futuro y hacer el amor terminara en una despedida sosa que demostraba ser un poco impersonal.
Yoruichi había llegado un poco tarde a la mansión Fong, Lian ya se encontraba en su terapia física por lo cual ella acompaño un momento a Shaolin-sama lo cual ocuparon para tener una breve charla, de un tiempo acá la matriarca se quejaba de su hijo y su actitud, de alguna manera había señalado su falta de carácter para afrontar lo que había sucedido y lo mal que estaba llevando la recuperación de Lian, temiendo que pronto su nuera terminaría sacando su frustración por la actitud demasiado protectora de su esposo y la dejadez de sus hijos que de alguna manera no interferían para que ella se sintiera más libre.
Una hora después fue a ver cómo iba la terapia de su futura suegra, Lian siempre agradecía la visita de la morena, cuando eso sucedía algunas veces Ryu la dejaba a su cuidado y podía tener la terapia con más libertad, sabía que la morena estaba acostumbrada a ver terapias físicas, según la misma le había contado un soldado que conoció en sus primeros trabajo había salido herido en un combate, con la diferencia de que había perdido un pierna y sus terapias eran más difíciles que las de ella según Yoruichi le había comentado. Aun así, no pudo evitar notar que ese día en particular su futura nuera parecía demasiado pensativa o más bien seria, como las veces que tenía algún problema con su hija. Suspiro cansinamente ante la situación, desde que salió del hospital Soi Fong había optado por retrasar sus planes de casamiento muy a pesar de que antes había dicho que quería casarse con Yoruichi lo más pronto posibles y formar una familia.
Lian en cierta forma había notado que desde que Yoruichi dejo su trabajo en la Universidad de alguna forma se había adentrado un poco más en círculo familiar, la verdad es que solo le faltaba casarse porque de ahí para ella era una excelente nuera, sería una buena esposa y compañera para su hija, pero Soi parecía estar complicando todo. Claro que ella ahora no podía hacer mucho y no es porque no quisiera, más bien por respetar la relación entre la morena y su hija, además de eso de alguna manera Ryu no la dejaba hacer mucho, ni siquiera podía salir al jardín de enfrente de la casa por "su seguridad" ahora entendía lo que era vivir en una jaula de cristal y ciertamente se estaban hartando, ya llevaba un poco más de cinco meses haciéndose la que no sabía que su esposo bebía de noche de vez en cuando, no para ser preocupante o tornarse un problema, pero muy mal para desatender las cosas de la casa dejando esa responsabilidad a sus hijos, también había escuchado casualmente como Lyu se quejaba con Shaolin-san de que Ryu era injusto con su hermana.
No había que ser un genio para imaginar de donde venia la cosa, la misma Soi Fong había tenido la impresión de que lo sucedido era su culpa cuando lo cierto era que nadie podía haber intuido que un loco queriendo un imperio sobre sus empresas haciendo negocios turbios y quitando personas que le estorbaban iba ir contra ellos. Lian no era tonta y lo sabía muy bien de alguna manera lo quisiera o no su esposo siempre quiso un hijo varón como primogénito, tener a Soi fue una sorpresa y cuando al final tal vez fue aceptando la idea de que su primer hijo resulto ser una niña que se casaría con un hombre que valiera la pena y tendría hijos, la princesa de papá salió con su gusto por las chicas y eso fue más que un trago amargo para su esposo que de alguna manera siempre exigió mucho mas de Soi que de Lyu. Lian nunca tuvo problemas con eso ya que su hija era un genio y siempre salido avante en cada exigencia de Ryu.
Ciertamente aun con todo su esposo tenía ideas arcaicas por no decir machistas que pensó que las había dejado atrás, pero más bien ahora se daba cuenta que aún estaban arraigadas y eso era un problema para ella que era una feminista, no como esas locas que gritaban sobre el derecho del aborto o que quería ser más que un hombre o lo que fuera, más bien era de las que respetaba a cada individuo sea hombre o mujer por sus valores, por el rol que les tocara desempeñar, ya sea madres, padres, tíos, hermanos, solteros, empresarios, amas de casa. Cada trabajo y cada rol desempeñado era justo y necesario por lo cual se debía respetar ya sea el que servía en un restaurante, el que barría las calles o quien siempre abría la puerta de un lugar para que las personas solo pasaran.
Lian Sayers siempre prefirió la diplomacia para tratar los problemas en su diario vivir, sabía que gracias a eso había ganado muchas batallas contra su esposo y su difícil carácter, pero justo ahora podía intuir que eso no le serviría si las cosas rebasaban su paciencia, hace años había explotado contra Ryu cuando Soi estaba en el hospital después del ataque de esos chicos y justo ahora temía que todo eso que se había guardado estos casi seis meses volviese a sacar lo peor de su carácter, porque si era sincera su hija no tenía un fuerte carácter solo por el lado paterno, ella tenía mucho de eso pero sus padres desde pequeña y en su adolescencia le enseñaron como refrenarlo y contenerlo, tanto así que se volvió una costumbre, pero ciertamente había momentos en que temía que todo eso contenido iba tener que salir., de alguna manera la peli azul mayor entendía que aunque su esposo no fu afectado por una bala, todo lo suscitado había quebrado su espíritu y dejando surgir sus miedos y con ello lo negativo de su carácter.
Yoruichi pasó parte de la tarde revisando algunas fotos de Kiyone y Shinji, que serían puestas en cada reportaje del próximo numero de la revista. Jūshirō había estado un poco laxo con eso aun cuando el final del mes estaba cercano y con eso la publicación del nuevo numero de la revista. Había sido un día más o menos tranquilo aun cuando al salir de la mansión Fong sintió que Lian resentía el quedarse bajo la supervisión estricta de su esposo que de alguna manera se mostraba un poco renuente a que ella avanzara en su fisioterapia alegando que se sobre esforzaba y podía tener un accidente. Su tarde era extraña y su mente vagaba entre su trabajo y lo sucedido ayer con Soi, si era sincera no le agrado que se marchara, pocas veces la morena había pedido algo a su novia y quedarse a dormir juntas no era una cosa imposible por mucho que entendía sus razones sentía que Soi exageraba algunas veces.
Yoruichi comprendía que la situación familiar de los Fong no era la mas adecuada o la mejor, pero no es que eso iba a durar para siempre, deberían de entender que de alguna manera esa misma sobre protección y cuidado alrededor de Lian le podía afectar en su animo, ya que le trataban como si fuese una muñeca en una lujosa jaula de cristal. Ella sabia que su suegra era una persona vivaz y el encierro la estaba ahogando, todavía podía recordar como con su ayuda pudo hacer todos los arreglos para la estadía del señor Sasakibe y su esposa, en ese pequeño espacio fue como si la antigua Lian de Fong hubiese despertado de un largo sueño ya que le vio haciendo planes y orquestando la estadía como si todo fuese tan natural para ella como respirar. Ya le había dicho mucho antes a Soi que su padre estaba exagerando y que hablara con el, que las cosas no salieran tan bien fue algo que no espero, pero no le hacía mal a Soi insistir un poco, era como dejar que la culpa se hiciera cargo y le frenara.
Lo cierto es que Soi había cambiado un poco desde lo sucedido porque se había acomodado a la rutina, una que se impuso coartando un poco su libertad y sus planes de vida que le afectaban a ella porque lo quisiera o no sus planes a futuro era estar juntas y para la morena estar juntas no significaba estar juntas dos días a la semana en privado, tener sexo y luego la despedida. De alguna manera más bien esa rutina era más para esas personas que mantenían una relación como amantes. Por mucho que sabía que esa comparación era errónea ya que Soi ni por cerca estaba casada no podía negar que la descripción calzaba como un guante y eso le molestaba en gran manera. Recordaba que cuando inicio su relación con la peli azul le advirtió que no solo seria sexo, que debían ver mucho más allá y ciertamente habían profundizado en su relación, pero hoy parecía que todo se reducía al sexo.
El día pasó rápido y aunque no hubo mucha comunicación entra la pareja, si hubo algunos pequeños mensajes avisando que ya estaban en casa. Soi había llegado temprano a casa alcanzado a ver a Lian aun despierta, hasta ceno con la familia y luego de eso la matriarca le pidió que le acompañara a su habitación dejando un poco a tras a su esposo, Lían había notado que algo sucedía con Yoruichi y la llegada temprana de su hija le confirmaba que algo pasaba entre ellas. Soi Fong ayudo a su madre a cambiarse de ropa para dormir y acomodarse en la cama.
— ¿Todo bien contigo y Yoruichi? — Pregunto Lian de una vez,
Soi frunció el ceño — lo normal — respondió — ¿ella te dijo algo diferente? — Cuestiono.
Lian sonrió levemente — para nada, es mas me ha dicho que todo marcha bien entre ustedes — señalo — es solo que me preocupa un poco su situación.
La peli azul le miro confusa — ¿cuál situación? — Pregunto y parecido recapacitar — mamá no quiero que te preocupes por mi relación con Yoruichi, créeme hago lo posible por no causar problemas en nuestra relación.
Lian suspiro — cual situación — repitió — antes estaban muy dispuestas a casarse lo más pronto posible y hoy parece que las dos se han olvidado de eso.
— No es eso, es solo que creemos que no es el momento indicado para casarnos — señalo la peli azul — queremos verte bien mamá.
Lian puso los ojos — ¿acaso me veo mal? — Pregunto y cuando su hija iba a responder esta lanzo otra pregunta — no quieres casarte porque yo estoy en una silla de ruedas y te da vergüenza.
Soi frunció el ceño — no es nada de eso —señalo muy seria — tanto Yoruichi como yo sabemos que seguramente tu querrías ayudar con los preparativos de nuestra boda, no creo que a papá le agrade que te pongamos esa responsabilidad.
— Tu padre ciertamente no tiene porque opinar en ese punto — refuto Lian, suspiro — si eres inteligente en este punto deberías saber que cualquier mujer siempre se ilusiona con cosas como matrimonio e hijos, no aplaces demasiado tiempo tus sueños — apunto — no por mi causa.
Soi tomo la mano de su madre — no pienses eso porque no es así, en todo caso hay mucho que pensar sobre casarnos, como buscar una casa, saber que hará Yoruichi con su familia y aun no hay noticias de Inglaterra.
Lían sonrío levemente — pensar y hacer es muy diferente, sé que eres dueña de tu vida y sabes lo que haces — señalo — que yo no esté al 100% espero que no sea un impedimento para que hagan su vida, Yoruichi renuncio a uno de sus trabajos recientemente y ha estado muy pendiente de mi, tu abuela y de toda la familia, ya es tiempo que la hagas tu esposa.
Soi suspiro — créeme es lo que quiero — acepto — no quiero que te preocupes por eso, tratare en lo posible empezar con las cosas que podrían tomar más tiempo como buscar una casa y ver si nos ponemos de acuerdo con una posible fecha para la boda.
La peli azul mayor ensancho su sonrisa — me alegra escuchar eso, pero no tienes que hablar de eso conmigo hija, hazlo con Yoruichi y pónganse de acuerdo para ver como iniciamos con todos los preparativos, porque lo quieras o no quiero ser parte de eso.
Soi asintió — lo se y por favor tómalo con calma, por ahora lo mas importante para todos es tu completa recuperación — dijo con una leve sonrisa — se que he dejado un poco de lado los planes de matrimonio, Yoruichi lo entiende y sabe que lo que mas quiero es tener una vida con ella, solo que justo hay que esperar un poco.
Lian suspiro cansinamente y decidió que era mejor no insistir, sabia que su hija aun resentía culpa por lo sucedido y esperaba que eso cambiara de una vez o las cosas con Yoru-chan se pondrían un poco tensas. Una mujer muchas veces se cansa de esperar que le cumplan una promesa de matrimonio y sobre todo cuando la mal llamada rutina hace presente, ella ha visto mucho de eso en su hija y en su futura nuera. Sonrío levemente — ve a descansar, me imagino que fue un día cansado en el trabajo.
Soi asintió — lo normal — se encogió no dándole mucha importancia — lo bueno es que mañana paso un tiempo con Yoruichi — soltó un suspiro — bueno, no quiero desvelarte y sé que debes descansar, buenas noches — se puso de pie y le dio un breve beso.
— Que descanses hija — se despidió Lian y vio como su hija salía de la habitación.
Lian suspiro al cerrarse la puerta de la habitación, sabia que pronto Ryu haría su aparición para descansar. Lo cierto es que ella también se estaba cansando, no de la rutina porque lo quisiera o no con sus fisioterapias cada día era un reto que le llevaba al limite del esfuerzo físico y mental, no era tonta y mucho menos ciega ya había visto como se llevaba a cabo la vida familiar y distaba mucho a lo que recordaba, Ryu distaba mucho de aquel esposo y padre que era permisivo, inteligente y sabio para dejar que ella manejara todo. Pero ahora ese mismo hombre le hacia sentir inadecuada, inútil y una prisionera en su propia casa, sin olvidar que estaba tomando hábitos inadecuados, volviendo más a su lado machista que tanto le había costado cambiar.
Ciertamente no se convirtieron en una pareja casi perfecta de la noche a la mañana, se podía decir que el amor hace cambiar a las personas o esforzarse para no ser tan terribles y Lian podía aceptar que la etapa más difícil de su matrimonio fue cuando se dio el problema del ataque del colegio de Soi. Su matrimonio se tambaleo con ese problema, pero supieron salir avantes de sus propios temperamentos y maneras de pensar, primero por sus hijos Soi y Lyu, luego por ellos mismos y su amor que nunca dejo de ser, que se fortaleció con ese episodio y con el tiempo mismo, pero ahora las cosas parecían ir peor y sentía que ya no tenia paciencia para afrontar las molestias, incomodidades y la diferencia de pensamientos para tratar las situaciones y pronto tenian que hablar.
— Lian, ya deberías estar durmiendo — regaño levemente — Soi debería entender que necesitas descansar.
— Yo le pedí un momento para charlar, ¿acaso no tengo derecho de saber que sucede con mis hijos? — Cuestiono con un dejo de molestia que tomo por sorpresa a su esposo.
El pelinegro suspiro y tomo asiento junto a su esposa — no he dicho nada de eso, pero debes saber que ya están grandes y pueden cuidarse solos — apunto serio — me preocupa que descanses bien ya que te has empeñado en sobre esforzarte en tu terapia.
Lian suspiro cansinamente esa misma charla sobre sus fisioterapias ya habían tenido antes y de alguna manera se estaba volviendo recurrente para Ryu que no podía entender que ella deseaba salir de esa silla de ruedas, pero no para dejar todo lo malo atrás. Hace mucho había hablado con un Psicólogo y Retsu sobre lo que seria pasar un tiempo en silla de ruedas, no fue una platica fácil y aceptar esa situación solo fue un paso para el inicio de su recuperación, pero nunca espero que su esposo se lo hiciera mas difícil con su sobre protección, justo ahora era mejor dormir con la esperanza de que mañana sería un mejor día.
Era mediodía del jueves y Soi parecía meditar en su escritorio, la charla de ayer con su madre fue un recordatorio de que se estaba quedando atrás en sus planes de una vida con Yoruichi y no le sentó bien el imaginar que su prometida podría resentir la tardanza a su promesa de casarse. Lo cierto era que ella misma resentía todo el asunto, cuando le propuso matrimonio a Yoruichi esperaba hacer que su deseo de vivir juntas y formar una familia fuese pronto, Pero lo veía lejos y para colmo hasta algo tan mundano como compartir una noche para dormir era un problema, quizá su madre tenía razón y debía poner acción.
Eran las tres de la tarde cuando Soi envió un mensaje a su novia, esta se encontraba revisando algunos artículos que serían puestos en la nueva edición de la revista. No le extraño del mensaje en si porque desde el miércoles parecía que la peli azul prefería esa manera de comunicarse, aunque para la noche y desearle buenas noches siempre hacia la llamada telefónica respectiva. Pero le sorprendió lo que decía el mensaje.
Hoy no cocines, te llevare a cenar así que espero que estes lista cuando llegue, será un restaurante un poco formal
Eso era nuevo, hace cuanto no salían a cenar para pasar un momento con los amigos o solo el simple hecho de salir de la rutina en la cual se habían acomodado era algo que no espero y eso posiblemente era una manera de disculparse de Soi por no quedarse con ella la noche del martes a dormir en su apartamento. Si lo pensó por ella misma debía darle cierto crédito por el esfuerzo, pero iba a esperar de que se trataba todo porque Soi parecía arreglar algo para luego meter la pata de una manera boba.
Fueron a cenar al Il Buttero un restaurante de comida italiana, cuando Yoruichi lo vio desde la ventana del auto suspiro sintiendo que no estaba muy bien vestida para la ocasión. El lugar parecía uno de esos refinados, fue entonces cuando sintió la mano de la peli azul sobre la suya.
— No es un restaurante tan sofisticado, mis padres nos traían aquí en la adolescencia — le dijo con cierta calma.
La morena sonrío — a mí me parece bastante elegante — se quejó — debo decir que tenía curiosidad de como conocías este lugar.
Salieron del automóvil y se dirigieron con pasos calmos hacia el interior del restaurante donde fueron recibidos por un camarero que los llevo hacia su mesa que al parecer la peli azul había reservado, en ese trayecto Soi le conto brevemente que sus padres, más bien su madre deseaba que hicieran uso de la etiqueta que ella misma les había enseñado y por ende habían tenido una etapa donde tres veces al mes visitaban un restaurante. Cuando conoció a Lisa y Rangiku, fue con ellas que más visitaba ese restaurante ya que la pelirroja amaba la comida italiana.
Ya instaladas en la mesa y con menú en mano listas para hacer su pedido, Soi dejo de lado todas esas anécdotas y aclaraciones para disfrutar de la vista de la morena vestida un poco formal pues llevaba puesto una falda sastre pegada al cuerpo y una blusa lila suave con una chaqueta — te ves hermosa — alabo al instante.
La morena sonrío — no sabía que ponerme ya que me tomaste por sorpresa — confeso con calma — creo que deberé ampliar más mi guardarropa.
Soi rio levemente — para mi todo lo que usas está bien — señalo — ¿ya tienes lo que vas a pedir? — Pregunto y la morena asintió, Soi llamo al camarero e hicieron sus pedidos para luego seguir con la charla — perdóname — soltó suavemente la peli azul haciendo que la morena enarcara una de sus cejas un poco contrariada.
— No entiendo que es lo que debo perdonar, ¿has hecho algo malo? — Pregunto Yoruichi.
Soi suspiro — hace mucho que no salimos a cenar o solo salir — aclaro — sé que he hecho las cosas difíciles para ti en todo este tiempo, sin contar que aún no te hago mi esposa.
Yoruichi suspiro — las cosas no han sido fáciles para ti, has tenido que lidiar con muchas cosas y siento que aún lo haces — apunto — creo que entendemos que este no es el mejor de los momentos para celebrar una boda.
— Ayer estuve hablando un poco con mamá — informo la peli azul y la morena le puso atención, sabía que desde el ataque Soi pocas veces iba y charlaba de sus cosas con Lian en un tonto pensamiento de no preocuparle o cargarle con sus problemas, cuando ella misma sabía que la matriarca se quejaba de no saber que pasaba con la vida de sus hijos — creo que ha estado preocupada por el retraso en nuestros planes de boda — apunto — he estado pensando que deberíamos buscar una casa, ponernos de acuerdo en cosas como a quien invitaremos, debes hablar con tu familia.
Yoruichi frunció el ceño ante lo último dicho, la verdad era que toda esa platica le estaba tomando por sorpresa, una parte de ella temía que llegara este día porque lo quisiera o no se sentía resentida con Soi por no quedarse a dormir con ella en su visita anterior y no quería discutir, pero justo hoy la sorprendía con una cena fuera de casa en un lugar elegante y con ideas claras sobre su futuro matrimonio, ¿Cuándo había pensado en todo esto? Sobre todo, lo de su familia, entonces cayo en cuenta que eso ultimo era una de esas cosas que no había pensado bien, claro que sabía que su hermano debía venir con su cuñada, pero su padre era un tema delicado aun en este tiempo — Yūshirō sabe que nos vamos a casar y seguro mi padre lo sabrá, tengo entendido que por el bien de Danielle mi hermano ha tratado de llevar la fiesta en paz.
Soi suspiro y guardo para otro momento sus pensamientos, ya que venía la comida — con respecto a los invitados y la casa, ¿has pensado en eso? — Cuestiono tentativamente.
Yoruichi sonrío — son pocos los invitados de mi parte, quiero decir además de mi familia de la revista quizá solo Jūshirō, Shinji, Kiyone — enumero y luego sonrío — no se si Jūshirō o Kiyone vendrán con compañía, tendré que preguntarles, pero es seguro que Shinji venga con su prometida.
— Los míos también serán pocos, no quiero muchas personas alrededor — apunto seria la peli azul — quizá solo gente de confianza, pero veremos eso a su debido tiempo y lo que pienso que sería lo primero en buscar es una casa.
Yoruichi sonrío levemente, cuando a Soi se le metía una idea no había manera de sacarle de ahí y esa cena se volvió un poco divertida, entre la deliciosa comida, el vino, la seriedad de la plática, la insistencia de iniciar con la búsqueda de una casa, terminando entre asombrada y complacida de que no había olvidado lo hablado días antes donde había especificado que deseaba una casa que no fuera tan grande, ostentosa, con jardín. Pero también hubo un momento tenso donde su prometida abordo el tema de su padre y lo que sería su invitación a la boda, lo cierto es que tenía un buen punto al señalar que de alguna manera para cualquiera era un sueño o algo importante que sus padres estuviesen en momentos importantes de la vida como el casamiento, el nacimiento de un hijo y muchas cosas más.
Lo cierto era que la morena no había pensado bien lo que podría traer su futuro casamiento, de alguna manera habían pasado muchas cosas entre su compromiso y ese día que no había visto las cosas tan serias como justo ahora se lo planteaba Soi Fong, una parte de ella sabía que se arrepentiría si no hacia participe a su padre de su matrimonio, pero tampoco negaba que aún estaba resentida y si invitaba a su padre seguro este vendría con su nueva familia y lo quisiera o no ella no estaba preparada para incluirlos en su círculo familiar. La noche termino un poco más calma, Soi llevo a Yoruichi a su apartamento y pasaron charlando un poco más, al final Soi la llevo a la cama para que durmiera ya que de alguna manera las tres copas de vino que había ingerido durante la cena habían hecho mella en su organismo por mucho que había cenado.
Soi había iniciado con optimismo su mañana, ayer le había pasado muy bien con Yoruichi y verle un poco tocada por el vino fue un poco divertido, no le importo no terminar su noche haciendo el amor pues de alguna manera entendía que le era suficiente pasar tiempo con ella ya sea charlando, viendo televisión y no necesariamente desnudas en la cama, pero tampoco se quejaba de tener intimidad cuando tenia la ocasión, la morena era una mujer con un cuerpo sensual y para terminar de completar tenia esa habilidad para satisfacerle sexualmente como nadie mas en ese tiempo de soltería lo había hecho.
Hasta ahora no sabia que era eso que le había conquistado por completo, quizá fue esa manera digna de comportarse o esa manera de tratarle como si fuese una persona cualquiera y no como la heredera de una familia prominente, pero si había algo que le agradaba era esa manera en que sus ojos dorados le miraban, ¿cuantas veces se sintió que esa mirada dorada parecía atravesarle el alma? Hasta ahora parecía que era la única que podía ver más allá de su mal humor, de su indiferencia y mal genio. Entonces se le ocurrió un pensamiento, ayer había sido una buena noche y no veía nada malo con repetirlo de alguna manera entendía la plática con su madre, caer en la rutina podía desgastar la relación y en este punto ella no lo permitiría por eso mismo decidido en ese momento que hoy iría de nuevo y sorprendería a Yoruichi en su casa, por si acaso llevaría un pequeño postre.
En ese instante en que su animo estaba en alto vio como una notificación de mail entrante llego a su bandeja, rápidamente le dio clic al notar que se trataba de la Universidad de Cambridge y eso significaba que era con respecto a su consulta sobre si era factible para ella y su prometida ser madres conforme al método científico que los investigadores de dicha Universidad habían implementado con éxito, hasta ese punto en doce parejas del mismo sexo. Lo leyó al instante entre la ansiedad, curiosidad, n resumen el mensaje las felicitaba porque los estudios que se había hecho Yoruichi mostraban perfectas condiciones para poder efectuar el tratamiento en ella y procrear un hijo con el método que habían inventado. Algo dentro Soi se inundo de felicidad, pero al mismo tiempo se entristeció al pensar que no era el mejor momento para pensar en eso cuando aún no se habían ni casado.
Yoruichi frunció el ceño, hace mucho que no recibía algún mensaje en su correo desde las ultimas veces que denegó varias ofertas de trabajo venidas desde en Londres, New York y Medio Oriente. Hace mucho tiempo que había dejado atrás su trabajo cono corresponsal en conflictos y para ser sincera desde que su madre había enfermado el pensar en ser una fotógrafa de espectáculos o moda no le llamaba la atención al ver lo materialista y falso que era todo. Aceptaba que desde que había decidido venir a Japón su perspectiva de vida fue cambiando conforme al tiempo, si antes quería reencontrarse con sus raíces y en cierta manera la tierra de su madre, el buscar el amor y una vida compartida fue tomando más protagonismo desde que se cruzo con Soi. Quién iba pensar que pensaría en casarse y sobretodo hijos, nadie seguramente y menos ella que de alguna manera desde que su madre se fue sintió que nunca se repondría.
Suspiro contenta en su interior y abrió su correo, sus ojos al instante vieron el remitente y se apresuro a saber su contenido. Yoruichi dibujo una enorme sonrisa en su rostro ante lo que ese mail significaba, ella podría ser madre según las pruebas que se había hecho y conforme al método inventado por esa universidad. Tomo su celular y tuvo el impulso de llamar a Soi, pero algo en su interior le hizo detener esa acción, ciertamente estaba feliz con la noticia y según el mal les invitaban a ir para hacer la toma de muestras para iniciar con el proceso de hacer las dichosas tomas y una vez estando ahí les explicarían como seria el procedimiento final. Una parte de la morena no quería que Soi se sintiera presionada con respecto a esa noticia y por otro lado sentía que no debía dejar pasar mucho tiempo porque de una manera egoísta quería ser madre. Quizá lo mejor era esperar que Soi sacara el tema o mencionara lo del correo para luego poner sus cartas sobre la mesa.
La peli azul se dirigía hacia el apartamento de la morena, había pedido a su mensajero ir por el postre para no perder tiempo y poder ir directamente con Yoruichi, ya que se estaba saliendo de la rutina tampoco deseaba llegar demasiado tarde a su casa cunado estaba acostumbrada a ir directamente del trabajo. Cuando llego al complejo de apartamentos donde vivía su novia sonrío al notar que el Audi gris ya se encontraba estacionado en el lugar, se detuvo a pensar un momento sobre que sería la mejor manera de actuar en consecuencia al mail recibido y en el fondo sentía que era un mal momento para ponerse a pensar en eso, ni siquiera estaban casadas y para colmo no veía que lo hicieran en un futuro próximo o mas bien muy pronto, por lo que lo mejor era no mencionar nada de eso y luego con más calma y tiempo pensar que hacer al respecto.
Yoruichi se acomodó en el sofá y tomo el control del televisor, en esa semana no había visto mucho de su dorama favorito y necesitaba un poco de distracción sobre el tema de Cambridge, en el día había hablado por teléfono con Soi Fong y esta no había mencionado nada al respecto. Le frustraba un poco la situación ya que de alguna manera tenía lo que deseaba para ella al alcance de las manos, pero no podía tomarlos. De pronto escucho que alguien tocaba a su puerta, al instante fue para ver quien podría ser ya que era obvio que la única persona que le visitaba era Soi o en todo caso un mensajero con algún presente o algún pedido de comida. Pero al momento de abrir la puerta se llevó una gran sorpresa ya que justo ahí parada con un paquete en su mano derecha se encontraba Soi Fong.
— ¿Qué haces aquí? — Pregunto la morena sorprendida.
Soi mostro una bolsa — quería verte, traje postre — señalo — ¿estas ocupada? — Pregunto.
La morena sonrió levemente — no, es solo que no te esperaba — apunto con calma — aún no he hecho cena — informo.
Soi suspiro — solo estaré un momento, cenare en casa con la familia — aclaro — me pareció que ayer estuvo bien salir de la rutina de siempre, por eso me aventure a darte una pequeña sorpresa.
Llegaron a la sala y la morena tomo la bolsa de su mano no sin antes darle un pequeño beso de bienvenida — ¿quieres té o café? — Pregunto aun sabiendo que su novia prefería el té.
Soi le sonrío — un té — dijo suavemente y vio como la morena tomaba rumbo a la cocina con cierta calma, tomo asiento y miro la televisión poniendo los ojos ya que no comprendía porque a su novia le gustaba ver los doramas. Tomo un respiro tratando de tomar una decisión con respecto del mail recibido, si sacaba el tema a relucir sería un problema ya que aceptaba que, aunque era algo que deseaba, no era el mejor momento.
Yoruichi repartió el postre en dos pequeñas pailas y las llevo a sala, luego regreso por las bebidas un té para Soi Fong y café para ella. Tomo asiento a su lado y las dos empezaron a comer el postre entre una que otra pequeña charla. Luego de pasada casi una hora las dos iniciaron con sus pequeñas muestras de cariño, algunas pequeñas caricias, besos castos. De pronto los besos parecieron profundizar calentando el ambiente, Soi no tenía intención de que pasaran a la intimidad ya que ayer había salido todo bien y no quería que Yoruichi pensara que todo se refería a la cama, entonces de pronto detuvo sus besos y tomo un poco de distancia.
— ¿Qué pasa? — Cuestionó Yoruichi visiblemente contrariada.
Soi suspiro — no quiero que pienses que solo quiero…ya sabes, además debo regresar a casa para la cena.
Yoruichi sonrío levemente — ¿quiere decir que ya te vas? — Cuestiono.
— Aun no, puedo quedarme media hora más — señalo con calma mientras se recostaba un poco en el sofá.
La morena reconocía que Soi de alguna manera estaba esforzándose y agradecía eso, pero también podía decir que no debía de tomar mucho trabajo para complacerle o hacerle sentir bien, sabía que estaba tratando de ser la hija perfecta en casa. Según su apreciación no era necesario porque podía ver que Lian amaba a sus dos hijos tanto para ir al infierno y mas allá por protegerlos de cualquier mal, Shaolin-san por muy estricta que fuera también amaba a sus nietos y según se lo había expresado estaba orgullosa de las personas adultas en que se habían convertido, pero aun así parecía ser que el patriarca era un poco más exigente con Soi y es no era de su agrado, porque de alguna manera con Lyu no lo era en extremo.
Miro a la peli azul que parecía un poco cansada y pensó que tal vez le haría bien no ir a casa y quedarse a dormir ahí con ella — ¿por qué no te quedas conmigo hoy? — Cuestiono suavemente mientras acariciaba el cabello azulado de su novia.
Soi soltó un suspiro cansino, estaba disfrutando del momento y cuando la pregunta llego sintió que de alguna manera Yoruichi era injusta al pedirle algo como eso. Ciertamente ella misma deseaba estar con la morena todo el tiempo posible y el solo dormir junto a ella seria como una bendición, pero no podía — sabes que no puedo quedarme — dijo suavemente y se enderezo en el sofá quedando sentada.
Yoruichi suspiro — ¿no quieres o no puedes? — Cuestiono y luego trato de convencer a la peli azul de quedarse — mira, no creo que por no llegar una noche a casa arda el mundo.
La peli azul se puso de pie — sabes que lo que más me gustaría es quedarme a dormir contigo, pero sabes que me comprometí a ser responsable con la familia.
— No veo que sea irresponsable quedarte y seguro nadie en tu casa se opondría — señalo la morena.
Soi frunció el ceño — tu más que nadie me debería entender.
Esas palabras dichas por Soi le hizo molestar — ya basta de sentirte culpable, si vieses las cosas como son podría ver que no es necesario hacer acto de contrición.
Soi cerro sus ojos — no entiendo porque estas en este plan, bien podrías dormir conmigo cuando te quedas en casa el fin de semana, pero te pones estricta.
La morena se cruzó de brazos visiblemente molesta ante el ultimo reclamo — sabes lo que pienso al respecto, pensé que lo respetabas.
— Lo hago, pero agradecería que tú hicieras lo mismo — señalo con calma, sabía que estaban a un punto de que la discusión se pusiese más seria.
Yoruichi suspiro — solo quisiera que…— negó — siento como si estuviésemos en una clase de relación furtiva o que se yo, vienes y pasamos un rato, cogemos — Soi entrecerró sus ojos ante la última expresión — luego te vas como si alguna esposa te esperara en casa.
Soi parpadeo ante la última frase y como era su mala costumbre su boca hablo antes que su cerebro — eso pasa cuando ves doramas Yoruichi, te enfermas la mente con dramas tontos.
La morena se sintió ofendida, aunque ya eso se lo había dicho de una manera más sutil Hirako y entonces de pronto recordó el mail — quizá si exagero un poco, pero te digo la verdad de lo que pienso — señalo — tú te guardas todo y no niegues eso porque ni has mencionado nada sobre el mail de Cambridge.
Hubo un momento de silencio luego del último reclamo de Yoruichi, sabía que debía de responder con calma — no me guardo todo, creí que podíamos hablarlo el fin de semana.
— ¿Hasta mañana? — Cuestiono incrédula — si te tomaste el tiempo para venir este día no entiendo porque no hablarlo, no que simplemente tomas la decisión de posponerlo como si no fuera algo importante.
Soi suspiro — quería que lo habláramos con calma, no como lo hacemos justo ahora porque como tú misma lo dices es algo importante — explico y luego suspiro — además no me parece que sea el momento adecuado para ponernos a pensar en hijos.
— ¿Acaso has cambiado de opinión? — Cuestiono la morena un poco incrédula y hasta sentida.
— Por supuesto que no — refuto rápidamente la peli azul — ya deberías saber que lo que más quiero es vivir contigo y tener un hijo que sea tuyo y mío, pero justo ni nos hemos casado.
Yoruichi suspiro — que iniciemos con los estudios o lo que sea que ellos quieran no significa que tendremos un hijo en un chasquido de dedos, se supone que todo lleva un proceso y no veo nada de malo en iniciar el proceso a sabiendas de que puede tardar.
— Date cuenta que si no puedo quedarme una noche fuera de casa de mis padres, mucho menos pienso en salir del país — indico con calma.
La morena le miro seria, era cierto de alguna manera — entonces iré yo para adelantar un poco el proceso — sugirió con una pequeña sonrisa.
— No — dijo de una vez.
— ¿Cómo de que no? — Cuestiono confusa — me parece que así al menos sabríamos cómo va la cosa.
Soi frunció el ceño — digo que no, Yoruichi — espeto — se supone que esto lo haremos las dos en pareja.
Cuando Yoruichi iba a refutar o dar su punto de vista, dado que a su parecer Soi estaba poniéndose un poco necia al respecto el teléfono de su novia sonó, pero rápidamente esta corto la llamada de alguna manera, entonces la morena lo intento de nuevo — se supone que también nos casaríamos pronto…— soltó y vio la cara seria de la peli azul, cuando iba a tratar de dar su punto de una manera más clama el teléfono de Soi Fong volvió a sonar de manera insistente — contesta — sugirió.
Pero Soi no estaba dispuesta a que las interrumpieran y solo vio de quien se trataba — es Lyu, quizá solo es para saber si no tardo.
Yoruichi suspiro y de pronto su teléfono sonó y muy contrario a la peli azul esta respondió sin ningún problema, aun cuando trato de modular su voz y que no se escuchara molesta.
— Diga — respondió la morena.
— Yoruichi haba Lyu, ¿no está mi hermana contigo? — Pregunto al momento — al parecer corta mis llamadas.
— Si, aquí está ya te la paso — dijo rápidamente al escuchar la seriedad en su cuñado, por lo que extendió el aparato hacia su novia — tu hermano.
Soi tomo el teléfono, aunque no pudo evitar fruncir el ceño y lanzarle una mirada que Yoruichi podía entender como "porque te llama a ti o porqué tiene tu número" — ¿Qué hay Lyu? — Cuestiono con seriedad.
— Por favor ven a casa pronto, mamá tuvo un pequeño accidente — dijo suavemente.
Soi al instante palideció — ¿un accidente? — Cuestiono.
— Ella está bien, cuando llegues te explico y es mejor que te apresures — le pidió su hermano y la llamada termino.
Yoruichi estaba muy atenta a lo que su novia decía y pudo ver como su rostro de por si pálido parecía tener un tono más pálido que no parecía saludable, todo indicaba que era un accidente. Soi le miro y negó al instante ellas estaban en plena…
— Lo siento, yo tengo que… — metió su mano en el bolsillo y saco las llaves de su auto.
La morena apago el televisor — iré contigo— dijo suavemente mientras iba por sus cosas, imagino que eso sería largo de resolver y posiblemente se quedaría en la casa de los Fong, la peli azul no refuto, de alguna manera se sentía aliviada de que Yoruichi le acompañara así cuando todo en su casa se arreglara y luego de ver que había sucedido, tomara su turno para arreglar sus problemas de pareja y terminar con la discusión que fue interrumpida. No tardaron mucho en salir del apartamento hacia donde se encontraba estacionado el auto, por mucho que Soi sentía que todo iba lento, cuando quito llave del auto la morena se puso a su lado.
— Deja que yo maneje — pido con calma — estas nerviosa, puedes confiar en que llegaremos pronto y tendré precaución — la peli azul quería irse ya, por lo que entrego la llave a su prometida impidiendo otra discusión, justo lo que deseaba era llegar a casa — bien, vamos, será mejor apurarnos — con esas últimas palabras se fueron rápidamente hacia la casa, con la peli azul pensando mil y una cosa que podía haber pasado.
