Disclaimer: la mayoría de los personajes mencionados son propiedad de Stephenie Meyer.
Capítulo 3
Bella
La niña Blanca Nieves se acercó y me ofreció una botella de agua cuando vio que estaba ahogándome, fue la única preocupada por mí.
Bebí el agua de un largo trago. Limpié con el dorso mi boca al no tener una servilleta y fruncí el entrecejo ante el escrutinio de Alice.
— ¿Por qué el leñador vive aquí?
La mujer menuda y muy embarazada acarició su barriga con mucha ternura y suspiró quedamente. Quería decirle que usara aceite de coco varias veces al día para mantener humectada su piel, eso evitará la aparición de estrías. Pero mordí mi lengua y me quedé callada, no compartiría mis secretos.
— Bueno, la casa de mis padres es la de enfrente —murmuró después de minutos—. Mi hermano lleva años viviendo aquí porque es quien cuida de la propiedad y se hace cargo del mantenimiento.
Enarqué una ceja.
Ah… ¿así que se quería adueñar de lo mío?
— Pues mal hecho —espeté— esta casa no le pertenece y no debería habitarla sin previo consentimiento.
Alice suspiró cansinamente sin dejar de arrastrar sus dedos por su abultado vientre.
— Creo que no estás informada de nada, cierto.
Más interesada en saber de qué hablaba me acerqué. La niña Blanca Nieves se abrazó con fuerza a las piernas de su mamá como si tratara de protegerla, inclusive su mirada ceñuda parecía amenazante contra mí.
Estreché los ojos, viéndola.
Esa pequeña no debería pensar que dañaría a una mujer embarazada, ¿o si?
Negué con la cabeza y decidí guardar el dato para después.
— Explícame —pedí.
— Charlie, tu padre, es quien puso a Edward a cargo… —enarcó las cejas— el leñador como, tú le llamas —rectificó con sorna—, mi hermano lleva años cuidando de esta casa. Tus padres están informados de todo y saben que vive aquí.
Exhalé hondamente.
Medite el porqué mis padres insistieron tanto que viniera a un lugar junto a un hombre. Si ya no me querían en su casa era fácil hablarlo conmigo, por supuesto que entenderé que tengo edad suficiente para vivir sola.
Pero no, había algo más ahí y necesitaba saber el motivo.
Mis padres incluso me aconsejaron que pasará las ocho semanas de vacaciones aquí, antes de decidir si quería seguir trabajando en esa maldita compañía.
— ¡Papi! —Gritó Blanca Nieves distrayendome de mis pensamientos.
Un hombre alto, desgarbado vestido con una larga campera azul adentró en mi casa y sostuvo entre sus brazos a Blanca Nieves, llenó de besos el rostro de la pequeña niña.
— Hola, Isabella —el rubio saludó con suma confianza, me escudriñó—. Oye, te sienta bien ese color de cabello.
¡Qué demonios! Todos están locos en este pueblo, ¿o qué?
— Jasper —advirtió Alice de forma amorosa, caminó hasta su hombre y enganchó su brazo al de él.
Era tan alto que ella parecía su bastón, supuse que estaba bien. A mí en cambio me gustaban los hombres de estatura baja para no sentirme tan mal, así podíamos parecer dos minions y no uno. Estrategia, simplemente.
— Oigan, ¿ya está la cena?
El leñador entró cerrando la puerta de un portazo.
Abrí la boca: él era alto y fornido. Traía un gorro azul sobre su cabeza y no pude evitar impresionarme con su mandíbula remarcada y esa barba incipiente que lo hacía ver… caliente.
Dio algunas zancadas con esas enormes botas de montaña y agarró el plato que justamente me estaba comiendo hace minutos.
Sus manos eran grandes y fuertes. También calludas, pero era lo de menos. Eran manos de hombre en toda la extensión de la palabra y no como las de Alec que eran más suaves que las mías.
Dios Bella. Deja de pensar en ese imbécil que te engañó con tu mejor amiga. ¡Pudrete Lauren! Dónde quiera que estés.
— ¿Tienes algún problema y no puedes cerrar la boca? —inquirió burlón.
Apreté los labios. El calor subió por mis mejillas y podía imaginar que estaba completamente roja.
Fruncí el ceño.
— ¡Quiero que te vayas de mi casa! —ordené con las manos en mis caderas.
Edward Cullen se inclinó sobre mi persona haciéndome sentir muy pequeña y, rio burlón masticando la comida de forma grotesca.
Mi corazón palpitó como loco.
— Nosotros nos vamos —dijo Alice caminando hacia la puerta y tirando de la mano de su esposo o lo que fuera de ella.
Y por primera vez quise salir corriendo detrás de ellos.
Tragué. Edward Cullen no me quitaba los ojos de encima, así que me abracé dándome valor.
¿Desde cuándo un hombre me intimidaba? ¡Nunca! Y él no será el primero. Soy una mujer inteligente, profesional y preparada que ha tenido reuniones con hombres poderosos y los he dejado anonadados con mis exposiciones.
Él levantó una mano y yo reculé asustada.
Sus largos y rasposos dedos se deslizaron por la comisura de mis labios haciéndome estremecer.
— Tienes una mancha de salsa de tomate —articuló llevando a su boca el dedo con el cual había limpiado mis labios.
Sonrió. Toqué rápidamente mis caderas para comprobar que mis bragas seguían puestas y no hubiesen caído al piso.
Soltó un hondo suspiro y se despojó de su cazadora dejándola arrumbada en el respaldo del sofá, su espalda era ancha. Luego miró la estancia y sin más subió las escaleras hacia la segunda planta.
Salí corriendo detrás de él.
— ¿Qué haces? ¿A dónde vas?
No respondió. Siguió su camino e ingresó a una de las habitaciones dejando la puerta abierta. Lo vi sentarse en la orilla de la cama, empezó a quitarse las botas, luego la camisa.
Mi garganta se secó al descubrir los sinfín de tatuajes en brazos y espalda. Parecía que la tinta negra se había apoderado de su cuerpo.
— ¿Puedes salirte de mi habitación o estás esperando verme en pelotas? —Desabrochó su pantalón y empezó a bajarlo.
Él realmente empezó a desnudarse sin ningún tipo de pudor.
— Quiero que te vayas de mi casa —exigí cuando mi voz apareció.
— Si quieres que me vaya tendrás que sacarme tú, ¿quieres hacerlo? —me dio un guiño.
Esa última frase tenía connotación a otra cosa, no era tonta.
Edward Cullen se estaba burlando de mí.
Si quieren conocer a este Edward tatuado no duden en unirse al grupo de Facebook, ahí Li nos regaló un gran trabajo de edición. Bueno, ¿quieren leer más? Espero no me dejen sola.
Gracias infinitas por unirse a la historia, ya verán que amarán a estos dos. Para quienes esperan el epílogo de Bombón les digo que viene pronto, agradezco su paciencia.
Agradezco siempre sus reviews, un fuerte abrazo: Valeria Sinai Cullen, Estefania Rivera, NarMaVeg, Pepita GY, Ale Stewart, Car Cullen Stewart Pattinson, Gabby352, Patty, Dulce Carolina, Jade HSos, Cassandra Cantu, Adriana Molina, Noriitha, Leah De Call, bellaliz, Elizabeth Marie Cullen, Arlette Cullen Swan, marisolpattinson, ALBANIDIA, Mar91, saraipineda44, terewee, somas, Cary, Emma, Kasslpz, Torrespera172, cocoa blizzard, Daniela Masen, sandy56, Lily Pattinson Stewart, Lizdayanna, Flor McCarty-Cullen, Wenday14, Gigi, Diannita Robles, aliceforever85, Antonella Masen, mrs puff, Lili Cullen-Swan, Diana, ElizabhelSwan23, Rosemarie28, rociolujan y comentarios Guest.
Gracias totales por leer 🎅
